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SÍNDROME ANEMICO
Definición: De origen griego, la palabra anemia significa “sin sangre”. Se define como la reducción
de la concentración de hemoglobina (Hb), masa eritrocitaria o hematocrito en sangre periférica por
debajo de 2 desviaciones estándar (-2DE) para la edad, sexo y raza del paciente.
Conceptos básicos:
Hemoglobina (Hb): proteína compleja constituida por grupos hemo que contienen hierro y
una porción proteica, la globina. La concentración de este pigmento eritrocitario se presenta
en gramos (g) por 100 ml (dl) de sangre completa.
Hematocrito (Hto): fracción del volumen de la masa eritrocitaria respecto del volumen
total sanguíneo. Se expresa como porcentaje (%).
Eritropoyesis: Esta dad inicio principalmente en la medula ósea (que se encuentran en lo profundo
del interior del hueso después de su tejido esponjoso), originándose a partir de la célula madre
(denominadas células madre pluripotenciales hematopoyéticas), estas células madres son las que se
encargan de formar los eritrocitos maduros que transportaran sangre. De célula madre, pasa por una
transformación a un „„Proeritroblasto‟‟ que es la forma más inmadura de un eritroblasto en donde
aproximadamente dentro de la medula ósea comprenden una población del 3-4%, posteriormente se
forman los „„Eritroblasto‟‟ de los cuales tienen mucha más importancia dentro de la eritropoyesis
(por qué son los que se van a encargar de la formación de hemoglobina), estos se dividen en tres
segmentos: 1) Eritroblasto basófilo, 2) Eritroblasto policromasofilo, 3) Eritroblasto ortocromatofilo,
los cuales van a ser fundamentales para la creación de la hemoglobina siendo el eritroblasto basófilo
el más importante de ellos. Posteriormente pasar de eritroblasto a „„Normoblasto‟‟ en este punto ya
se encuentra abundante hemoglobina pero sigue teniendo ribosomas por lo que se necesita perder el
núcleo para poder perder los ribosomas. Una vez perdido el núcleo se llega a la fase de
„„Reticulocito‟‟ pero sin embargo sigue habiendo material basófilo, ribosomas, mitocondrias dentro
del mismo, por lo que este reticulocito sale de la medula ósea hacia el torrente sanguíneo
ocasionando que dentro de las próximas 24 horas pierda los ribosomas, basófilos y mitocondrias
que aún le quedan para posteriormente terminar formando el „„Eritrocito maduro‟‟.
Nota: El proceso de formación desde la célula madre hasta el reticulocito se forma en la medula
ósea, mientras que en las próximas 24 horas llegado a ese punto de eritrocito para su maduración
final ocurre en la sangre periférica. Este proceso dura de 5 a 7 días y está regulado por la
„„Eritropoyetina‟‟ (secretada en el parénquima renal) siendo esta una hormona fisiológica encargada
en la regulación de la eritropoyesis.
Su función se basa en transportar oxígeno a los tejidos corporales e intercambio por dióxido de
carbono, el cual es transportado y eliminado por los pulmones.
Formación de la hemoglobina
Volumen Corpuscular Medio (VCM): Mide el tamaño promedio de los glóbulos rojos
(valor referencial 76 – 100fL). Diferencia entre anemias normocíticas, microcíticas (VCM
bajo, <-2 DE) o macrocíticas (VCM elevado, >+2 DE).
Morfología: (en función del volumen corpuscular medio ‘‘VCM’’ de los hematíes)
Microcítica
Macrocítica
Normocítica
Según su velocidad de instauración:
Agudas
Crónicas
Según su morfología:
Anemias Microcíticas: Son aquellas anemias que presentan el volumen corpuscular medio
< 2 DE para su edad. En base al resto de índices eritrocitaria y del perfil férrico,
diferenciaremos. La anemia ferropénica es la causa más frecuente de anemia microcítica e
hipocrómica y suele acompañarse de anisocitosis (ADE elevado). En fases precoces cursa
solo con microcitosis sin anemia, pero pueden encontrarse síntomas relacionados con la
ferropenia. En estos casos se puede ampliar con un estudio del metabolismo del hierro
(sideremia baja, transferrina elevada, índice de saturación de transferrina (IST) bajo,
receptor soluble de transferrina elevado y ferritina baja). En general, una ferritina <12 mg/l
es indicativa de ferropenia (debe considerarse, no obstante, la edad y sexo del paciente, así
como el método de determinación del laboratorio), si bien un valor normal o aumentado no
descarta el déficit (puede estar elevada como reactante de fase aguda). Por ello se
recomienda solicitar el perfil férrico completo. Aunque en nuestro medio es raro, el
escorbuto (carencia de vitamina C) y la deficiencia de vitamina A pueden presentarse como
anemia ferropénica.
Anemias Macrocíticas: Volumen corpuscular medio > 2 DE para su edad (en general, >
100 fl), que puede deberse a:
res).
de ácido fólico.
Anemias Regenerativas (Periféricas): Estas son todo los contrario a las „„No Regenerativas‟‟
porque habrá un aumento de la respuesta recticulocitaria (recticulocitos >3%). Se dice que es
periférica por que la causa no radica a nivel de la medula ósea si no a nivel periférico y esto puede
deberse al aumento de la regeneración medular por: Aparecen después de una hemorragia aguda y
en todas las entidades que producen una anemia hemolítica (salvo las talasemias, que son
microcíticas), en cuyo caso se observa un perfil compatible con hemólisis, clínico (palidez, ictericia,
coluria, esplenomegalia) y analítico (↑ bilirrubina indirecta, ↑ LDH, ↓ haptoglobina). El diagnóstico
diferencial precisa de la realización de otras pruebas complementarias (Coombs directo, frotis de
sangre periférica, serologías…)
Manifestaciones Clínicas
Diagnóstico: Es importante realizar una correcta anamnesis para identificar factores de riesgo o
predisponentes para determinados tipos de anemia.
Procedencia racial:
drepanocitosis es más frecuente en población africana y latinoamericana.
terráneos y el sudeste asiático.
-6-fosfato-deshidrogenasa (G6PDH) es más frecuente en judíos
sefardíes, filipinos, griegos, kurdos y población negra.
Edad:
Anemia fisiológica del lactante: se produce una disminución de la hemoglobina (Hb)
hasta que las necesidades de oxígeno son mayores que la liberación de oxígeno; generalmente cursa
con una Hb de 9-11 mg/dl. Normalmente ocurre a las 8-12 semanas de vida en lactantes a término y
a las 3-6 semanas de vida en lactantes pretérmino. No precisa tratamiento. Son datos de alarma que
orientan a patología subyacente en un lactante:
– Valores de Hb < 9 g/dl.
– Descensos de Hb muy precoces (antes de las cuatro semanas de vida).
– Signos o síntomas de hemólisis (ictericia, coluria, acolia, hepatomegalia…).
Pruebas complementarias
Perfil hepatorrenal: útil para descartar hemólisis. Las anemias hemolíticas cursan con elevación
de la bilirrubina no conjugada, elevación de aspartato aminotransferasa (GOT/AST) y de la lactato
deshidrogenasa (LDH) y un descenso de la haptoglobina (proteína que transporta la Hb en sangre y
que se elimina más rápidamente de la circulación cuando está unida a la Hb).
Tratamiento
Nos centraremos en la anemia ferropénica, por ser la anemia tratable más frecuente que manejamos
desde Atención Primaria.
El resto de anemias, en general, deberán ser valorada por hematólogos pediátricos o no precisarán
ningún tratamiento, pero será conveniente proporcionar a las familias la información adecuada,
como es el caso de los rasgos talasémicos. La prevalencia de pacientes afectados de talasemia maior
en nuestro medio ha disminuido notablemente gracias a la mayor frecuencia de detección de las
formas minor, el consejo genético y el diagnóstico prenatal.
Cuando estemos ante un paciente ya diagnosticado de anemia ferropénica, tenemos que plantearnos
si su ferropenia es carencial o no carencial.
Carencial: Si sospechamos anemia ferropénica carencial iniciaremos tratamiento con hierro oral,
que se administra en forma de sulfato ferroso, gluconato o fumarato ferroso. La dosis de hierro
elemental recomendada es de 4-6 mg/kg/día repartida en 1-3 tomas diarias, preferentemente
separado de las comidas y acompañado de algún alimento rico en vitamina C para favorecer su
absorción. Existen diferentes preparados comerciales. Los posibles efectos secundarios más
frecuentes son gastrointestinales: dolor abdominal, acidez de estómago, náuseas, vómitos,
estreñimiento o diarrea (relacionadas con la ingesta de hierro), heces de coloración oscura
(relacionada con la excreción de hierro) y coloración grisácea del esmalte dental, reversible al
finalizar el tratamiento.
Paciente con anemia leve – moderada: Tratamiento con hierro oral durante aproximadamente
tres meses (se puede optar por una dosis diaria para mejorar cumplimiento) y recomendaciones
dietéticas. Algunos autores proponen que una vez alcanzados valores normales de hemoglobina y
hematocrito debe continuarse, a igual dosis, durante un tiempo similar al que fue necesario para
alcanzar la normalización.
Se recomienda control analítico a los dos meses tras el inicio del tratamiento, valorando
fundamentalmente elevación de Hb y de ferritina. En función de la respuesta al tratamiento y según
la gravedad inicial de la anemia y las características del paciente, se valorará un segundo control
analítico a los 2-3 meses de finalizar el tratamiento para detectar recaídas.
Recomendaciones dietéticas
No carencial
Si tenemos otra sospecha clínica que justifique las pérdidas aumentadas de hierro, actuaremos en
consecuencia:
Dolor abdominal, sangrado digestivo, sospecha de úlcera gastrointestinal o divertículo de
Meckel o enfermedad inflamatoria intestinal: solicitaremos valoración por
Gastroenterología.
Sospecha parasitosis (viajes al Trópico, diarrea, eosinofilia.): solicitaremos parásitos en
heces (×3).
Ante menstruaciones muy abundantes o frecuentes: valoración ginecológica.
Hematuria: derivación a Nefrología.
Hemoptisis: derivación a Neumología.