la alegría, la tristeza, el amor, el miedo, el enojo, la calma, y la angustia.
Alegría: Como hemos mencionado, se trata de una emoción agradable o
positiva que se produce como respuesta a un suceso que percibimos como positivo, es decir, se trata de un sentimiento de placer. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es aquel sentimiento grato que se expresa mediante signos exteriores.
Algunos sinónimos para la palabra alegría son: contento, diversión,
entretenimiento, risa, satisfacción, gozo, regodeo, animación, entusiasmo, alborozo, etc.
Tristeza: La tristeza es una reacción emocional que surge cuando perdemos
algo importante. La intensidad de lo que sentimos depende de cómo cuantificamos la pérdida.
Los hombres somos seres sociales que vamos construyendo nuestra
supervivencia y que mejoramos nuestra adaptación construyendo grupos y relaciones de apego con las personas que significan más para nosotros. Algunas de estas sensaciones, son el enamoramiento cuando una persona del grupo pasa de ser un extraño, a una figura esencial, o la tristeza, que nos hace sufrir tras la pérdida, provoca empatía en otros miembros del grupo o nos hace reorientar nuestra vida.
Amor: Es necesario el contacto físico para sentir el amor. Por medio de la
vista, del tacto y del oído expresamos y sentimos amor. Las miradas de complicidad, la sonrisa, las caricias y los besos, las palabras y sonidos, son muestras de amor que nos hacen sentirnos unidos a los demás. Es muy importante dedicarle el tiempo y la atención suficientes a relacionarnos con los otros. Puesto que se tarda entre seis y ocho segundos en llegar a sentir determinadas emociones, si queremos demostrar nuestro amor y que éste sea entendido y aceptado, tendremos que expresarlo y dar tiempo a que sea recibido. Miedo: El miedo es un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que va a suceder algo negativo, se trata de la angustia ante un peligro que, y eso es muy importante, puede ser real o imaginario. La relevancia de ese matiz estriba en que aunque el peligro no exista por ser imaginario, el miedo, por el contrario, sí puede ser muy real. La respuesta del miedo es autónoma, es decir, no la activamos voluntariamente de forma consciente. Los expertos establecen cuatro respuestas automáticas: huida, defensa agresiva, inmovilidad y sumisión. Además, se produce otra respuesta fisiológica en la que aumenta la presión cardiaca, la sudoración mientras desciende la temperatura corporal, se dilatan las pupilas y aumenta el tono muscular llegando al agarrotamiento.
Enojo: De acuerdo con el especialista el enojo libera noradrenalina (hormona
que aumenta la presión arterial y el ritmo cardíaco) y dopamina, al mismo tiempo que glutamato y se da una disminución de los niveles de serotonina y vasopresina. A diferencia del enamoramiento, este cambio neuroquímico se da de inmediato
Calma: Estado psicológico y de conducta que se caracteriza por la
tranquilidad y el control emocional. La calma evita la crispación y la tensión en el trato hacia los demás en situaciones conflictivas. Permite cultivar un ambiente de equilibrio y paz entre las personas.
Angustia: La angustia es un estado afectivo de intranquilidad o de aflicción.
Está relacionada con el miedo, la desesperación y la incertidumbre, y puede ser ocasionada por distintas situaciones de la vida cotidiana.
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