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“CRISTIANUCHOS”-SUMARIO

I.-Pampa Gringa- Incubadora de un “Cristianucho”

II.-La Iglesia en el medio rural y la Acción Católica

III.-Salesianos

IV.-.-ISCEAP (“Instituto Social Cristiano de Estudios y Acción Política”)- “Cristianuchos


auto gestionados”

V.-Campamento Universitario de Trabajo (CUT)

VI.- Movimiento Estudiantil en la UCA de Rosario.- Populorum Progressio-Concilio


Valicano II

VII.-Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTM)- Su presencia en Rosario.

VIII.-Los “Cristianuchos” y el peronismo de Rosario en los 70

IX.-El advenimiento democrático y la ruptura con los grupos armados.

X.-Anécdotas personales que fundamentaron una decisión correcta.-

XI.- La negación de la realidad.- El golpe, la represión y la debacle.-

XII.-Secuestro, tortura y exilio .-

XIII.-Reflexiones finales

1.-PAMPA GRINGA- INCUBADORA DE UN “CRISTIANUCHO”

Para comprender el largo camino que nos condujo a una militancia idealista y casi
suicida he creído necesario bucear en mis propias raíces sociales, familiares y
culturales.- Como muchos otros que siguieron caminos similares de compromiso y de
entrega a una causa, provengo de una familia desarrollada en la Pampa Gringa donde
todo era sacrificio, austeridad y trabajo.- Buena base para empalmarla con la formación
cristiana de “entrega y negación de sí mismo” en aras de una causa colectiva.-
Prolegómeno, a su vez, de una militancia donde la “entrega de la vida” era una
posibilidad cierta, sea en la forma de negación o postergación de la propia realización
personal o , incluso, la posibilidad misma de la muerte física como consecuencia de la
entrega a la causa.

Nací y me crié en “Estación El Gaucho”, por entonces zona rural, cercana a la ciudad de
Rosario, pero donde había que transitar algunos kilómetros de barro para llegar a la
escuela, próxima a la estación de trenes, y algunos más para llegar al “Barrio” que no es
otro que “Las Delicias”, con la emblemática esquina de Arijón y Ovidio Lagos.- Eso era la
“civilización”.- Allí se podía tomar el tranvía y después de una hora quince minutos de
travesía llegar al centro.-

En las quintas de “Estación El Gaucho” o “Hume”, como se conocía al paraje por su


antiguo nombre proveniente de la época de la ferrocarriles ingleses, no había energía

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eléctrica y en consecuencia no había radio ni heladera ni ventilador ni confort de
ninguna especie.-

Se cocinaba a leña y se conservaban los alimentos en la “fiambrera”, un gran cubo


rodeado de tela metálica que a la vez que permitía pasar el aire impedía el ingreso de
las moscas o el hurto de algún gato inoportuno.- La bebida se refrescaba en el verano
mandándola “a fondo”, en una bolsa de arpillera, con una larga soga, hasta tocar el
agua del pozo a unos 15 metros de profundidad.-

En invierno, por las noches, era cuestión de amucharse cerca de la cocina “económica”
alimentada con “marlos” o recortes de leña, para cenar a la luz del “sol de noche” a
kerosene al que había que estar siempre atentos para que mantenga presión y no se
rompa “la bolsita”.- Para transitar hacia los dormitorios o la despensa había que
manejarse con las lámparas, también de kerosene, pero “a mecha” que de tanto en
tanto había que subir con una ruedita, a medida que se iba quemando. A falta de ésta
se usaban también la velas.

En mi casa la información llegaba a través de mi padre, que se las ingeniaba para


conseguir cada día el diario “La Capital” y en la cena, a la luz del sol de noches, leía en
voz alta, cual locutor de radio, las noticias, para la familia, para los “medieros” y los
peones.

Es bueno recordar que era costumbre entonces que en una larga mesa comiera nuestra
familia, la de un tío y todos los que trabajaban en el campo. A veces doce o quince
personas, todos comiendo la misma comida.- Un buen aprendizaje de igualdad y
respeto a todo ser humano.

Los mandados había que hacerlos “a caballo” ya que , si bien las compras se hacían al
por mayor y quincenalmente en el almacén de “Brarda”, siempre faltaba algo, y sobre
todo la compra de la carne que no había cómo conservarla, que exigía hacer algunos
kilómetros a caballo, con frío, con lluvia o con calor agobiante.

A la escuela había que ir caminando, ya que no se podía dejar el caballo atado varias
horas en la puerta de la escuela. En invierno íbamos tirando cascotes sobre los hielos
que se formaban en las cunetas y los charcos.- La temperatura en pleno campo y sin
“calentamiento global”, era muy rigurosa y abundaban los “sabañones” en las manos y
en las orejas de los chicos.-

Las maestras y la directora de la “Julio Bello N° 154” tenían que recorrer varias cuadras
de tierra, y muchas veces de barro, para llegar a la escuela. Y muy raras veces faltaban. Y
hay que decir que, tratándose de una escuela rural, la enseñanza general básica era
bastante buena.

Por supuesto que para dotar a la escuelita de algunos elementos didácticos adicionales,
la “Comisión de Padres” organizaba cada tantos “bailes” en los patios de la propia
escuela. Prendiendo velas a todos los santos para que no lloviera, como ocurrió algunas
veces en que, al suspenderse el baile, tuvieron que comprar todos los chorizos las
familias más allegadas para evitar una debacle económica de la “Cooperadora”.-

Las condiciones de vida en esa década del cincuenta eran muy duras en las quintas de
Estación “El Gaucho”. Muy buenas para formar el carácter y para aprender a afrontar la
vida en condiciones de austeridad y de disciplina y que contrastaban con las
modalidades de la vida urbana con mayores facilidades y favorecidas por todos los
servicios públicos existentes,( pavimento, transporte, energía eléctrica, gas, alumbrado

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público, teléfono,etc.), sobre todo en el centro de la ciudad y que estaban por entonces
tan, pero tan lejos, de Estación “El Gaucho” como de muchos argentinos del interior.

Relato estas vivencias referidas a la década del cincuenta.- Pero debo traer a colación
también , por tradición oral de mis padres y abuelos, las condiciones brutales de trabajo
y de supervivencia que afrontaron los primeros inmigrantes que poblaron y cultivaron
estas tierras, como ocurrió en los medios rurales a lo largo y ancho del país.-

Sin la menor asistencia del Estado, llegaron apenas iniciado el siglo XX, sin conocer el
idioma y sin patrimonio ni ahorro con los que empezar. Solo traían en la mochila una
cultura ancestral de trabajo y la filosofía de salir adelante con su propio esfuerzo.- La
mayoría de esos “gringos” comenzaron trabajando de peones donde pudieron,
ahorrando sobre una vida de privaciones extraordinarias hasta poder comprar un
pedacito de tierra. De esa tierra que hasta entonces permanecía inculta y aparecía como
marginal.-

Algunos vinieron con la familia completa. Mi abuelo en cambio llegó con quince años,
en el Buque “Lombardía”, el 30 de octubre de 1905, acompañando a su padrino, luego
de haber quedado huérfano de madre. Se arraigaron en esta zona rural cercana a
Rosario, trabajando en las quintas. Allí, amuchándose y auxiliándose entre “paisanos”
hicieron sus parejas, se casaron y criaron a sus hijos en un clima de rigor pero con un
afán incontenible de progreso.

Cada tanto también había lugar para alguna fiesta. Algún casamiento, sobre todo.- Se
construía una “carpa” con postes y con lonas o lienzos que se usaban para cubrir la
carga de los carros y en los primeros camiones. Allí, en esa “sala de fiestas” improvisada,
sobre piso de tierra, se celebraba la boda a la que concurrían parientes, vecinos, amigos
y paisanos. Luego de la entrada de embutidos, fabricados en las “carneadas” por los
propios gringos, llegaban los pollos y lechones, también de la casa.-Luego comenzaba el
baile siguiendo la infantable música del acordeón a piano, levantando la polvareda de
los pisos de tierra, mientras los chicos y los bichos revoloteaban por igual, a la luz de los
“sol de noche”. Así, con algunas simples alegrías, y la tristeza de algún velorio ,
transcurría una vida de trabajo de sol a sol en la que ni los niños ni las mujeres
quedaban excluídos.- Ni siquiera en las crudas jornadas del invierno al descampado ni
en los calcinantes días de sol “rajante” del verano.

Solo la lluvia intensa, que hacía imposible trabajar en el barrial del campo, convertía a
los galpones en una fiesta, donde mezclados los quinteros con medieros y peones,
engrasaban las monturas, arreglaban cajones, cosían lonas para los carros o camiones,
mientras las mujeres preparaban pastelitos o tortas fritas. Los niños disfrutábamos de
tener a los padres en casa, de poder construir algún barrilete , ya que tampoco
podíamos ir a la escuela en esos días.- Por eso no entiendo porqué cuando se
pronostican “lluvias” los “puebleros”dicen que va a hacer “mal tiempo”.- La lluvia en el
campo, generalmente, es una bendición y una fiesta.

Las familias “fundadoras” de esa suerte informal de “colonia agrícola” construyeron sus
casas de material con sus propias manos, ayudándose entre paisanos, entre los que
había quienes dominaban algún oficio aprendido en su Italia natal. Apellidos tales como
Curzio, Soressi, De Lorenzi, Vechio, Bertuccelli, Cavallo, Vezzani, Costabeber, Piersantti,
Pastorino, Lizio, Fontana,Grasso, Traverso, Repetti, Baleani ,Noli, Volunterio,
Pratto,Gavosto, Sciutto, Frattini, Baltuzzi, etc. dan cuenta de la mayoría de pioneros
italianos por estas tierras, aunque también se mechaba algún gallego como Gutierrez,
Alvarez o Hernández e incluso algún portugués.-

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Precisamente fue un longevo descendiente de españoles, que al día de hoy vive con casi
90 años, Manuel Gutiérrez, quien llevó al Concejo Municipal de Rosario la iniciativa de
designar a algunas calles con los nombres de los primeros “colonizadores” de la zona de
Estación “El Gaucho”.- Así aparece una Calle con el nombre de César Curzio, bisabuelo
de quien esto escribe y Juan Baltuzzi, mi abuelo.- También se recuerda al único
residente “distinguido” de esta tierra de quinteros y chacareros: el poeta Murciano
Vicente Medina que construyó una casona estilo mudéjar, en medio de un gran bosque
de variadas especies y que luego vendió al Dr.Ricardo Caballero, caudillo radical de la
primera mitad del siglo XX, médico políglota que atendía gratuitamente a sus vecinos.-

La mansión del Dr.Caballero era una perla de vida culta y refinada en medio de un
océano de gringos que forjaban su vida en base a un esfuerzo casi animal, con jornadas
de trabajo que comenzaban al alba y terminaban con la caída del sol. Pero, hay que
decirlo, el Dr.Ricardo Caballero, que fue vicegobernador del Provincia de Santa Fe, el
primero elegido por la ley Saenz Peña de sufragio universal, era muy querido y
respetado en la zona.-

Lamentablemente, al morir prematuramente el hijo, Ricardito y la hija, Pita, del


Dr.Caballero, quedaron como herederos sobrinos que no pudieron mantener el
esplendor de aquella mansión. Finalmente fue saqueada en los últimos años hasta no
dejar piedra sobre piedra. Lo más lastimoso es que se llevaron miles de volúmenes de
una valiosísima biblioteca y hasta el piano de la casa.-

Todo ello ocurrió a pesar de las advertencias hechas por los vecinos, a ojos vista da la
policía y ante la inoperancia de las autoridades municipales y provinciales que no
hicieron absolutamente nada para preservar ese patrimonio histórico. Se robaron hasta
los ladrillos, los pisos de pinotea, los rieles, los muebles,…en fin, todo.- Cosas de la
Argentina de estos tiempos.-

Creo que es justo que la calle más importante de esta zona, todavía suburbana, lleve el
nombre del Dr.Ricardo Caballero, médico, político y benefactor, que se radicó en esta
zona de la Pampa Gringa cuando todo era precario y donde el “Doctor” se movía con un
curioso carruaje, tipo “galera” , que también se encuentra desaparecido.

En medio de esa “perla” que era la “Estancia del Dr.Caballero” todo era un entorno de
trabajo duro y febril, de cientos de gringos que cultivaban la tierra con sus manos, con
herramientas elementales y llevaban sus productos, con carros tirados por dos o tres
caballos, hasta el Mercado Norte de Rosario (Hoy plaza del Che Guevara), atravesando
bañados y lodazales.-

Así se fue haciendo la patria.- Así, esos inmigrantes que no tuvieron ayuda alguna del
Estado, salvo la escuela pública para sus hijos o una cama de un desolado hospital,
forjaron las bases de una Argentina que estuvo entre los diez mejores países del mundo.
O , dicho con mayor precisión, entre los diez países con mejores horizontes en el
mundo.-

Todo en base a esa “Pampa Gringa” donde solo campeaba la cultura del trabajo y el
esfuerzo feroz por forjar un futuro para los hijos, futuro promisorio pero que los gringos
no tenían para ellos en ese duro presente.- Eran los tiempos en que se escribían
también los sainetes de los gringos que vivían en apretados conventillos y que se
integraban a los talleres y negocios de la trama urbana.- En aquel ya remoto nacimiento
del siglo XX, Argentina fue el escenario en que esos italianos y españoles de los
pantalones remendados y los botines “patria”, soñaban con “Mi hijo el Doctor”. Y hay
que dar fe, que mucho de ellos, poniendo con su trabajo las simientes de la patria,
también lograron sus objetivos familiares y el progreso para sus hijos y nietos.- Eso sí,

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sin dar ni pedir cuartel, a puro esfuerzo y sin deberle nada a nadie, excepto la
solidaridad entre vecinos y paisanos.-

Sin perjuicio de otros inmigrantes(judíos,árabes,polacos,rusos, lituanos,etc.) ,que eran


minoría, quiero también dejar expresado que aquellos pioneros italianos y españoles
que yo conocí, practicaban la religión católica, sobre todo cimentada en las mujeres que
conservaban la fe ancestral, bautizaban a sus hijos, se aseguraban de que tomaran los
sacramentos y se casaran por la Iglesia.- También organizaban los rezos cuando había
algún fallecimiento en la familia.- En mi casa, las más devotas fueron mi dos abuelas y
también mi madre que a mi hermano y a mi nos enseñó las primeras oraciones, que
junto a nosotros, practicaba cada noche antes de acostarnos.-

Señalo estas raíces religiosas y de vida extremadamente sacrificada, porque van a


guardar relación y continuidad con los tiempos por venir, ya que el ascetismo cristiano
estuvo en la esencia de cierta militancia idealista y no desprovista de cierto
fundamentalismo.- Pero eso será materia de los siguientes capítulos.

II.-SALESIANOS- El “Colegio San José”

Las razones por las cuales no fui un hombre dedicado a la labranza de la tierra, como
mis antepasados y gran parte de mi familia, fueron fundamentalmente dos.

Por una parte mi padre que había recibido una buena educación primaria a través de
maestros particulares, ya que en su infancia ni siquiera había escuelas en la zona, y que
tenía esa idea de progreso de los hijos de inmigrantes que querían hacer estudiar a sus
hijos.

Pero ese deseo no hubiese sido viable si no aparecía un personaje muy particular.- Ese
fue Don Ermete Lanari quien por un tiempo fue Jefe de la Estación “El Gaucho” del
Ferrocarril Belgrano, y que era el lugar de la “civilización” mas cercano a la quinta de mi
familia. Ya se sabe que por entonces el Jefe de Estación del Ferrocarril era un personaje
importante en los pueblos y parajes del interior.

“Don Lanari”, como lo llamábamos se hijo muy amigo de mis padres y de mis tíos y
durante mucho tiempo después de haber dejado la Estación nos visitaba regularmente e
incluso se quedaba varios días con nosotros, a pesar de que él y su familia vivían en
“Villa Ballester”, Provincia de Buenos Aires.

Este hombre había andado mucho por el país y tenía una cultura considerable y un gran
espíritu de progreso.-Dos de sus hijos estudiaron en la Escuela Militar de Aviación de
Córdoba y fueron aviadores y llegaron a Brigadieres de la Fuerza Aérea. Ese personaje,
extraño en el lugar alejado en el que vivíamos, fue quien introdujo en mí, en largas
conversaciones, la pasión por estudiar y desarrollar una vocación. Y también convenció
a mi padre para que tanto mi hermano como yo ingresáramos al Colegio de los Padres
Salesianos, como medio pupilos.-

Debe tenerse en cuenta que en la década del 50 no había escuelas secundarias en toda
la zona sur de Rosario.- El Colegio “San José” de los Padres Salesianos que recibía
alumnos pupilos (vivían en el Colegio) y medio pupilos(que almorzaban allí pero
dormían en sus casas), era la “meca” ansiada por muchas familias de los medios rurales,
incluso de la Provincia de Buenos Aires y Córdoba, para enviar a sus hijos.-

“María Auxiliadora”, la advocación a través de la cual los Salesianos veneran a la Virgen


María, era llamada también “Patrona del Agro Argentino”. La Congregación mantuvo
desde su presencia en Rosario en el siglo XIX una fuerte conexión con los chacareros y
habitantes de los pueblos del interior.-

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El Colegio “San José” era un faro que iluminaba muy lejos. Tenía un excelente nivel
académico, muy exigente, con una disciplina férrea, dura, pero que producía egresados
que llegaban a la universidad y sobresalían por su preparación. Son cientos y cientos los
profesionales y dirigentes de las más diversas actividades que sobresalieron cada uno en
lo suyo y como dirigentes en la sociedad.

Solo por el milagro de que este Señor “Don Lanari” apareciera en aquellos parajes de
“Estación El Gaucho” se explica que mi hermano y yo pudiésemos ser inscriptos en ese
magnífico Colegio.- No había plazas disponibles y era muy difícil el ingreso.- Pero Don
Lanari, un ferviente católico y muy relacionado con la Congregación, se ocupó de
convencer al director del Colegio, el Padre José Brizio que nos admitiera como alumnos
en 1957.-

Pasar de la modesta escuela rural de “Hume” como se llamaba el paraje o “Estación El


Gaucho”, fue todo una aventura para aquellos niños campesinos que éramos. En esos
tiempos ir al centro de la ciudad era una pequeña aventura. Mi madre hacía todas las
compras de ropa tres o cuatro veces al año, y en esas ocasiones visitábamos el centro
con ella y terminábamos la jornada tomando un postre en la “Granja Royal”. Después el
tranvía 26 hasta “Arijón y Lagos” y de allí en “Sulki” hasta el campo.

Por eso, nuestro aterrizaje en el “Colegio San José” significaba la apertura a un mundo
nuevo. Por empezar teníamos que viajar todos los días al centro, en el tranvía que
abordábamos antes de la seis de la mañana. Para ello tuvimos que mudarnos a vivir con
nuestros abuelos en el “Barrio Las Delicias”, de lunes a viernes.

Digo que el “San José” fue un mundo nuevo porque allí teníamos compañeros que
venían de todos los barrios de la ciudad y muchos del centro. Algunos también de
ciudades vecinas llegaban en tren a la estación “Rosario Central” que estaba a dos
cuadras del Colegio. Nosotros viajábamos un hora y cuarto en tranvía y teníamos que
caminar doce cuadras cargando nuestros pesados portafolios.

El Colegio era un mundo. Además de la primaria en la que nosotros entramos, estaba la


escuela de “Artes y Oficios” en la que se enseñaba un sinnúmero de especialidades,
todas para alumnos internos, y el “Bachillerato” para internos y medio pupilos.- Total
un micro mundo de una manzana entera con dormitorios, gran cocina y dos grandes
comedores, todo para más de 1200 alumnos dirigido por casi 40 religiosos.

A pesar de la gran cantidad de alumnos, había un seguimiento personalizado de cómo


se adaptaba o rendía cada uno.- Desde el principio me sentí valorado y reconocido a
pesar del gran salto que significó pasar de una escuelita rural a uno de los colegios más
exigentes de Rosario.

La disciplina era muy rígida y el día comenzaba con misa y cánticos en la Iglesia. Al
mediodía comíamos en las largas mesas de un gran salón del primer piso.- Los
“servidores” eran los propios alumnos elegidos para ese fín,, ya que muchos querían
hacer esa tarea, quizá porque podían elegir mejores raciones.

Pero lo más importante del colegio Salesiano, además del nivel de la enseñanza, fue la
formación en valores, vinculados con lo religioso, pero quizá por ello más sólidos y
arraigados.- La solidaridad entre compañeros, la responsabilidad, la perseverancia, el
respeto a los padres y a los mayores, el cumplimiento de la palabra empeñada, la
austeridad, el patriotismo, son algunos de los principios en los que éramos formados.-

“Ser buenos cristianos y honrados ciudadanos”, un axioma de “Don Bosco” que


resumía los objetivos de la formación salesiana. Hay que apuntar que la Congregación
fundada por San Juan Bosco nació para atender a chicos huérfanos y chicos de la calle.-
Tuvo desde el principio una finalidad dirigida a la educación con atención privilegiada

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para las clases populares. Nunca fue una congregación elitista aunque no descuidaba el
nivel académico de sus escuelas difundidas por los cinco continentes.

Tengo que decir que en ese ambiente salesiano austero y con una formación ética
estricta e inclinada al servicio a los demás, fue naciendo una vocación por lo político ,
siempre dentro del pensamiento social-cristiano. Esa inclinación al “compromiso” se
acentuó y aceleró cuando la Iglesia abrió su pensamiento y se renovó con el Concilio
Vaticano II y también a partir de la Encíclica “Populorum Progressio” tantas veces citada
en este trabajo.

También debo reconocer que la vida dentro de la Iglesia y especialmente dentro del
Colegio se presentaba como un “microclima” que no trasmitía ni preparaba del todo
para la realidad dura que muchas veces presenta el mundo, tanto en lo laboral, en lo
social, en lo político e incluso en las relaciones de pareja.

Nuestra formación, que reivindico en lo sustancial como base de todo lo logrado en


nuestras vidas, adolecía de cierto excesivo idealismo y hasta de cierta propensión a los
fundamentalismos ideológicos.- Recuerdo uno de los libros recomendados como
lectura en la formación religiosa: “La imitación de Cristo” de Tomás Kempis , monje del
siglo XV, que si bien tiene puede ser un texto de meditación, plantea una ascética
católica de una gran radicalidad, buscando la “perfección cristiana” en el “desprecio del
mundo”.

“Vanidad de vanidades, todo es vanidad”, decía Kempis.- Vanidad es buscar riquezas


perecederas, es “desear honra y ensalzarse vanamente”.- Propiciaba la humildad hasta
“el desprecio de sí mismo” ya que “verdaderamente es grande el que se tiene por
pequeño” . Y aconseja tener en cuenta “cuán presto pasa la gloria del mundo”.-

Por cierto esa radicalidad del ascetismo cristiano tiene valores como los que hemos
visto en la Madre Teresa de Calcuta pero entra en contradicción con los modos como se
construye la política en la realidad, con lo que es la búsqueda del poder así sea con fines
de bien común, con el reconocimiento de otras verdades además de nuestra verdad
relativa.

Hay que decir que aquella educación tan espartana y hasta mística inducía más a una
militancia fundamentalista que a una práctica del pluralismo. Esto último lo fuimos
aprendiendo a los golpes, a fuerza de chocar con la realidad, a fuerza de padecimientos
y , también, de abrevar en otras fuentes más acordes a los tiempos que vivimos.- Esto
último especialmente a partir del exilio y de compartir experiencias de sociedades
abiertas y con mayor tradición democrática que la nuestra.

Pero el balance final de mi paso por el Colegio Salesiano, depurada la educación recibida
por el tamiz de la realidad y de los nuevos tiempos ideológicos que sobrevinieron, es
más que positiva.- Hace poco tiempo, al cumplirse cincuenta años de haber egresado
del Bachillerato del Colegio tuvimos un encuentro de egresados e hicimos un balance
de vida en relación a lo que habíamos recibido de los salesianos.

Todos, sin excepción, consideraron que fue la base de una buena perfomance en la vida,
pero sobre todo pensamos que alcanzamos aquel objetivo básico y elemental de San
Juan Bosco: “Ser buenos cristianos y honrados ciudadanos”.

A los pocos años de egresar del secundario volví al Colegio como profesor encargado de
las materias sociales tales como “Educación Democrática”, “Estudio de la realidad social
argentina”(ERSA) e “Instrucción Cívica”, las que dicté desde 1968 hasta 1976 cuando
debí dejar los cursos a mitad de año para emprender el camino del exilio.

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A propósito de aquel aciago año 1976, cuando fui secuestrado y obligado al exilio, el
gesto de los curas salesianos hacia mi y mi familia es y ser inolvidable.

Baste decir que en aquel nefasto proceso militar las personas encarceladas,
sospechadas de “subversivas” o secuestradas, pasaban a ser “leprosos sociales”
respecto de los cuales muchos se cruzaban de vereda por temor a ser “confundidos”.-
Ciertamente no fue el caso de los padres Salesianos que, como lo relato detalladamente
hacia el final de este libro, salieron en horas de la madrugada a pedir por mi vida cuando
se enteraron que había sido secuestrado por un “grupo de tareas”, logrando la
intervención del obispo y mi liberación in extremis.-

Cuando fui liberado el Inspector Salesiano Mario Deldegan habló a España para que me
recibieran allí por parte de la Congregación.- Y como mi salida debía ser perentoria,
organizaron una misa concelebrada para despedirme a la que pude invitar a mis
mejores amigos y familiares. Todo un gesto para restaurar la moral de alguien que había
sido torturado y tratado como el peor de los delincuentes. De eso no podré olvidarme
mientras viva.

Como tampoco puedo dejar de testimoniar que apenas llegué a España el cura Asesor
de los Ex Alumnos, Don Luis Valpuesta me recibió, escuchó mi historia y se puso
inmediatamente a buscarme trabajo en un país que atravesaba la grave crisis del
petróleo y de la reciente muerte de Franco.- Fue precisamente un ex alumno salesiano,
abogado de un Grupo de Empresas, Don Jesus Martín de Burgos, quien me consiguió
trabajo como empleado administrativo en la Asesoría Jurídica de un Banco.

Así pude llevar a mi familia y tener el sustento para realizar mi doctorado en la


Universidad Complutense de Madrid y realizar una carrera profesional en España.

No hay mas nada que agregar.- Solo termino con una frase también repetida por Don
Bosco: “Es de bien nacidos ser agradecidos”.

III.-LA IGLESIA EN EL MEDIO RURAL Y EN LOS BARRIOS-LA ACCION CATOLICA:

En los tiempos de la Colonia y durante todo el siglo XIX y aún parte del XX, el Colegio de
los Franciscanos de San Lorenzo fue el único foco de civilización en una extensa zona, el
único modo de acceder a las letras e incluso a ciertos oficios.-

Algo similar ocurría en la zona rural de “Estación El Gaucho”.- Si bien las primeras letras
y las operaciones básicas las adquiríamos en la escuela pública, de la que ya he hecho el
elogio, no había escuelas secundarias en muchos kilómetros a la redonda. Así, los
colegios religiosos pasaban a ser casi la única opción, ya que algunos recibían alumnos
pupilos y otros denominados “medio pupilos”, que pasaban el día en el Colegio,
almorzando en él.

Durante la primera mitad del siglo XX la famosa Parroquia de Nuestra Señora de la


Guardia, en el sur de la ciudad de Rosario, era el centro que convocaba a los gringos
campesinos, los domingos, pero especialmente en las fiestas religiosas. En partir el día
de la fiesta de la Virgen de La Guardia.- Se reunían verdaderas multitudes, con fiestas y
kermeses que comenzaban desde la mañana hasta avanzada la tarde.- Los quinteros,
especialmente genoveses y piamonteses participaban de una nutrida procesión por las

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calles del barrio, compitiendo a ver quién ponía el billete más grande en los ganchos en
los que se recolectaban las ofrendas , al pie de la imagen de la virgen, que era llevada
sobre hombros.-

Aunque hoy a la distancia parezca inocente, esa “fiesta de la Guardia” era esperada
durante todo el año, porque era uno de los pocos encuentros, no solo religiosos, sino
también sociales, de los que participaban aquellos laboriosos contadinos. Allí se
producía un peculiar sorteo cada año: “la rifa del potro” cuyos números se vendían
desde muy temprano, para sortear, como corolario de la fiesta, un percherón elegido,
que era exhibido en un corral durante toda la jornada.- Ese sorteo, tan codiciado, da una
idea cabal de que esa fiesta era una auténtica reunión anual de la gente del campo, que
llegaban desde los cuatro puntos cardinales y ,algunos, desde muchos kilómetros.

Con el tiempo, y ya entrada la segunda mitad del siglo XX se fundó más al sur, en el
Barrio “Las Delicias” una nueva parroquia, atendida por una congregación piamontesa:
“Nuestra Señora de la Consolata”.- A poco de construida la capilla y la casa parroquial,
primero con un cura italiano de apellido Rossi, vino un párroco que permaneció por
muchos años: el padre Artisio Cicconi, un hombre de ideas muy abiertas para su tiempo,
de una gran cultura y cierto refinamiento intelectual, traído de su Torino natal.

En torno al carisma y a la convocatoria de este cura, que en cierta forma era un faro
luminoso en medio de una gran zona de gente sencilla solo avocada al trabajo y a la
familia, se formaron grupos de hombres, mujeres y , sobre todo, jóvenes , que
encontrábamos allí un centro de debate y de encuentro social, de actividades deportivas
y de conexión con otros ámbitos, a través de la organización de la Acción Católica.-

En ese tiempo todavía la Acción Católica era una organización importante.- Según las
edades existía la estructura de “Seniors” que agrupaba a los hombres, otra para
“juniors”, para jóvenes y adolescentes y una de “aspirantes” para los niños.- Quizá para
quien lea estas líneas desde una perspectiva de familias acomodadas del centro de la
ciudad o pertenecientes a comunidades judías y otras con acceso a ámbitos e
instituciones sociales y culturales de mayor importancia, se sorprenda por lo que
aquellas instituciones representaron para aquellos jóvenes de familias obreras o rurales.

El Concejo de Acción Católica convocaba, generalmente los domingos, a reuniones que


se celebraban en su espaciosa sede de calle Laprida al 800 o, algunas veces en los
salones o patios de algún colegio católico.- Allí concurrían jóvenes de todas las
parroquias de Rosario e incluso de alrededores.- Había charlas formativas y debate.- Es
así como comencé a conocer a jóvenes destacados, dirigentes de la ACA un tanto más
grandes que el que habla, que eran estudiantes universitarios o noveles profesionales
como Rogelio Pontón y Antonio Margariti luego destacados economistas.-

En la sede de calle Laprida la Acción Católica Argentina contaba con una escuela de
formación de dirigentes, de excelente nivel, denominada “Escuela de Guías”.- Allí no se
abordaban temas religiosos sin materias relacionadas con la economía, la dinámica de
grupos, etc. El director de la escuela era Antonio Margariti, que más allá de la
coincidencia o no con su pensamiento económico ortodoxamente liberal, era un
hombre culto y abierto al mundo, que brindaba una visión nueva para quienes veníamos
de un mundo extremadamente chico y de cultura campesina.

Después de una primera etapa en esa Acción Católica tradicional, llegamos a la década
del 60, años en los que con la proscripción del peronismo y el advenimiento de la
dictadura de Onganía se produce una creciente efervescencia en la juventud que
empieza a poner en tela de juicio muchos valores entendidos, tradicionales, de la Iglesia
Católica.- El debate se instaló fuertemente en la ACA, comenzando por JUC (Juventud
Universitaria Católica), la JOC (Juventud Obrera Católica) y la JEC (Estudiantes

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secundarios católicos).- Esa efervescencia se trasladó a toda la organización hasta llegar
a un renovación total con el Consejo Directivo que presidió entonces Cesáreo García,
quien luego fuera empresario de la construcción.-

A partir de esa nueva conducción comenzó a producirse un trasvasamiento masivo de


jóvenes que pasaban de militar en las estructuras católicas a la militancia social, sindical
y política, desatendiendo las preferencias del la Jerarquía eclesiástica que pretendía
retener a los jóvenes dentro de las estructuras orgánicas de la Iglesia.

Sin embargo, llevado de la mano de una corriente histórica de rebeldía contra las
dictaduras militares y las corrientes más conservadoras de la Iglesia, el proceso fue
imparable.- En 1962, el Papa Juan XXIII convoca al Concilio Vaticano II que se reúne en
los años subsiguientes produciendo una serie de documentos que avalan los nuevos
tiempos que corren en la Iglesia y en el mundo. En l963 muere el “Papa Bueno” pero la
impronta es continuada por su sucesor Paulo VI, concluyendo la labor del concilio en
l965.-

Paulo VI publica la encíclica “Populorum Progressio” de muy fuerte contenido social y


que impulsó como pocas a los jóvenes católicos, y también a muchos sacerdotes, a la
militancia social, al compromiso con los pobres, incluso convirtiéndose algunos de ellos
en “curas obreros”, viviendo muchos en las villas y barrios obreros.- También el
movimiento de jóvenes laicos tomó el mismo camino.-

Es en este tiempo y en esta coyuntura, en que se produce una bisagra que doblará la
historia en Argentina.- Nace el “Movimiento de curas del Tercer Mundo” y la militancia
social va adquiriendo un tono de resistencia a las dictaduras.- Nos aproximamos a la
emblemática década de los setenta.

IV.-ISCEAP (Instituto Social Cristiano de Estudios y Acción Política)- “Cristianuchos


autogestionados”.

En l964 se crea en Rosario un Instituto muy representativo de los cambios de la época


en el mundo de los “Cristianuchos”, es decir, de los jóvenes provenientes de los Colegios
y parroquias Católicos : me refiero al “Instituto Social Cristiano de Estudios y Acción
Política” (ISCEAP).

El “Isceap” fue una iniciativa de algunos jóvenes provenientes de la Acción Católica ,


sobre todo de Colegios Católicos y de otros ambientes de la Iglesia vinculados al
mundo sindical, profesional o empresarial.- Entre los primeros promotores debo
mencionar al Psicólogo Juan Carlos Solagna, entonces brillante novel profesional,
muerto prematuramente el 11 de marzo de 1973 en accidente de tránsito.- También a
Augusto Racca, egresado de la primera promoción de la Facultad Católica de Derecho y
también fallecido muy joven algunos años después.- Muy destacado fue el aporte de
Fernando Lagruta, entonces con algo así como 17 años, luego estudiante de Ingeniería y
proveniente, precisamente, de los jóvenes rebeldes de la Juventud Universitaria
Católica(JUC).- Entre los fundadores de ISCEAP que incursionaron en el terreno sindical y
político debo recordar a Jorge D’Oliveira, ya entonces vinculado al peronismo y al
mundo sindical y hombre de pensamiento propio y heterodoxo, que nos ayudó con la
profundidad de su pensamiento durante muchos años, hasta su reciente fallecimiento,
también en accidente de tránsito. Menciono también a José Roque Cripezzi, en
aquellos años empleado del Banco Nación y con el tiempo dirigente del Sindicato del
personal de la DGI (AFIP) y del Partido Intransigente y a Hugo Ares, quien luego fuera
Secretario General del Sindicato de Bancarios de Rosario y llegó a disputar, nada menos
que a Juan José Zanola, la Conducción Nacional del Gremio, en una elección muy

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reñida. El primer Director de la Escuela de Formación de dirigentes fue el ,por entonces,
novel contador Antonio Giunta.-

La experiencia del ISCEAP fue particularísima.- Lo más significativo a mi juicio fue el


hecho de que los jóvenes estudiantes que lo fundaron, hambrientos de una formación
socio-política más acorde a los nuevos tiempos que se vivían, no esperaron que la oferta
formativa proviniera de las instituciones oficiales de la Iglesia católica ni de ninguna
generación pre-existente.- Organizaron una Institución propia que incluía una “Escuela
de Formación de Dirigentes” muy ambiciosa ya que planificaron un plan de estudios de
tres años con clases intensivas durante cinco horas los días sábados a la tarde.-

Los mismos fundadores salieron a buscar a los formadores que ellos habían elegido
previamente y que debían tener el perfil de dar una respuesta creativa frente a los
nuevos tiempos. Siempre dentro de un pensamiento social cristiano, pero no atado a la
rigidez de las estructuras jerárquicas de ese momento histórico.-

Nombres como los de Padre Rogelio Barufaldi, Bernardo Iturraspe, el Dr.Héctor


Petrocelli, el Cdor.Jorge Felcaro, el Padre Juan Carlos Arroyo, la profesora Olga Hayec,
el Dr.Néstor Sagües, el Dr.Leonardo Ameriso, entre muchos otros, pasaron por su
cuerpo docente.- Por supuesto todos ad-honorem. Otros pasaron como conferencistas
y panelistas de la intensa actividad de reflexión y debate.- Así el Dr. Eduardo Zanella, el
Proc.Eduardo Luis Lescano (asesinado por un comando de las Tres “A”), el Escribano
José Miguel Amiune, entre muchos otros.

Las clases se iniciaron en abril de l964 y el Instituto continuó su actividad hasta los
albores de la década del 70 habiendo dado tres promociones que completaron los tres
años de formación. En total decenas de dirigentes que se destacaron en distintos
ámbitos, sean éstos políticos, sindicales, profesionales, docentes, etc.

En la primera promoción iniciada en 1964 se encontraban los propios fundadores, los ya


mencionados Solagna, D´Oliveira, Lagruta, Ares, Cripezzi, a los que se sumó otro
contingente de inscriptos provenientes de colegios católicos como Mario Burich,
Francisco Iturraspe, Rafael Weder, Eduardo Azum ,Alberto Daniele, Hugo Milito y
quien escribe estas líneas, entre los barones, y un grupo de mujeres provenientes del
Colegio Franciscano de Alberdi.- Entre ellas Alicia Ice, Nidia Vicente, Graciela Hayes,
Nidia Herrero, Alicia Ansaldi, Ana María Olloco, María Cristina Moreno, María del
Carmen Pérez y quien fuera asesinada luego de 1976, y durante muchos años
desaparecida, Graciela Siryi, más conocida por nosotros como “Nani Siryi”.- Varias de
ellas brillantes docentes y directivas de colegios rosarinos o psicólogas como Nani Siryi y
Ana María Olloco o abogada como María Cristina Moreno, hoy colaboradora de la
extraordinaria obra de la Hermana Jordán en la comunidad Toba.

En las promociones posteriores se sumaron decenas de jóvenes tanto al curso de


mayores, como al curso de “Secundarios” que era algo así como “las divisiones
inferiores” o el “semillero” , en términos futbolísticos.

Es muy difícil poder transmitir la mística, la dedicación y la profundidad de la


experiencia vivida en esos años del “Instituto”.- Repito que de allí emergieron muchos
dirigentes y, sobre todo, militantes sociales y políticos. Algunos con un nivel de entrega
que los llevaron a la muerte, como son los casos de Fernando y Raúl Lagruta, Graciela
Siryi, Osvaldo Seggiaro, y Peter Delgado.- También fue asesinado en esos años Raúl
Milito, hermano de Hugo y de Rodolfo (este último brillante Ingeniero e investigador en
informática, desde hace muchos años radicado en EEUU) .- El estuvo cerca del Instituto
e incluso algunas de las reuniones se hicieron en la casa paterna de los Milito, a
instancia de su hermano Hugo.-

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El balance de aquella experiencia creada y dirigida por el propio esfuerzo de esos
jóvenes no incluye solamente una intensa formación en materias tales como Ciencia
Política, Economía, Historia, Filosofía, Teología, Planeamiento, Dinámica de Grupos, etc.
Sobre todo cabe resaltar el empeño en cultivar valores humanísticos y personales para
impregnar las estructuras sociales y políticas.- Un compromiso con la ética a la que ,
creo yo , han hecho honor sin excepciones quienes compusieron aquella generación, sea
en su actuación pública, profesional, docente o en su propia vida personal, aún
habiendo tomado rumbos diversos.-

El ISCEAP fue un verdadero hervidero de debate intelectual y cultural.- Los grandes


temas políticos, sociales y filosóficos eran materia de análisis y discusiones
permanentes.- El autor preferido en la “apertura” de esos años fue ENMANUEL
MOUNIER, inspirador del “Personalismo” que alentaba el “compromiso” de raíz
cristiana. Las obras de este católico francés eran libros de cabecera de la gente del
Instituto. Recuerdo también como muy leídos los libros del profesor de filosofía de la
Universidad de Buenos Aires CONRADO EGGERS LAN, especialista en filosofía griega, en
especial de Platón, aunque fue un pensador que buceaba, también, en profundidad,
sobre las relaciones entre “cristianismo y marxismo”, tema éste muy debatido en la
época y sobre el que había dictado muchas conferencias, también en Rosario, el muy
recordado Padre ARTURO PAOLI.

Entre las obras más leídas de EGGERS LAN, por nuestra generación recuerdo
“Cristianismo, marxismo y revolución social” (1964) “Cristianismo y nueva ideología”
(1968) y, algo posterior a los años de Isceap, “Izquierda, peronismo y socialismo
nacional” (1972).- Recuerdo haber pasado diez días enteros debatiendo estos temas,
con el propio Conrado Eggers Lan, con un grupo de Isceap, en la quinta de Carlos
Casares, donde él vivía e incluso nos hospedaba.-

No sé , “a toro pasado” como dicen los españoles, si esa influencia ideológica fue
constructiva para nosotros, pero debo mencionarla por su importancia en el curso de
los acontecimientos posteriores.- Conrado no solo fue un filósofo de importancia
internacional, formado en Alemania, con una impresionante producción bibliográfica,
sino que fue un hombre que influyó grandemente en la juventud “cristianucha” de su
tiempo. Muchos encaminaron ese pensamiento hacia la militancia violenta, aunque eso
ya no es obra, creo yo, de Eggers Lan.

Entre los múltiples autores emblemáticos de esa década del 60, nombro a ERICH
FROMM , por “El arte de amar”, tan leído y debatido por todos nosotros, aunque este
filósofo y humanista judío era un exponente de la Escuela de Frankfurt. También
recuerdo el interés con que leíamos a MICHEL QUOIST, un católico que en su obra más
conocida, “TRIUNFO”, mostraba a la fe como un incentivo y una ayuda, nunca como una
carga o una represión.-Reflexionaba sobre la pobreza, el subdesarrollo, los peligros del
armamentismo y de la tecnología como elemento de alienación, a la luz del mensaje
cristiano.-Al menos es la idea que me quedó después de haber leído a Quoist en
aquellos años con tanto interés.- Era una visión nueva de un cristianismo que se vivía
con alegría, como un consuelo y no como una carga.

En materia social y política desde el punto de vista católico consultábamos con


frecuencia el “Código Social de Malinas” que si bien se publicó por primera vez en 1927
por la “Unión Internacional de Estudios Sociales”, por iniciativa del Cardenal Mercier ,
siguió actualizándose, por ejemplo con el “Código de Moral y Política” publicado en
1957 y traducido al español con todas las actualizaciones en 1959 por

Finalmente tengo presente la importancia que en esa década tuvo el pensamiento del el
Jesuita Ireneo González.-Dominico francés LOUIS-JOSEPH LEBRET, más conocido como
el Padre Lebret, experto en temas de “Desarrollo”, autor de decenas de obras de gran

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difusión en los años 60 e inspirador de movimientos cristianos orientados a la acción
social.- Este dominico que actuó y vivió en Francia, en Brasil y en Africa, fue uno de los
redactores e inspiradores del documento central del Concilio “Vaticano II”, me refiero a
“GAUDIUM ET SPES” y también de la encíclica “POPULORUM PROGRESSIO” documentos
ambos que sirvieron de base a una profunda renovación de la Iglesia y que eran materia
de nuestros estudios y debates de la época.

Todo ese fermento ideológico, con basamento en aquel pensamiento ascético-cristiano


de la “entrega total”, del “dar la vida por los demás”, fue inclinando a aquella
generación desde la preocupación teórica y formativa, a la acción y la militancia. A partir
de esos jóvenes “espartanos”, que se levantaban a la madrugada a estudiar las materias
del “Instituto”, antes de partir para la escuela (algunos cursaban el quinto año) y que
hacían una oración antes de empezar las reuniones, se preparó una generación lista
para “la lucha”. Es aquí donde conecta de lleno la base “cristianucha” con el peronismo
resistente. Esto ocurre hacia el fin de la década del 60 y albores de la del 70.-

Casi toda esa generación proveniente de los ambientes católicos se hizo peronista, unos
militando en “la superficie” partidaria, otros en la militancia social y sindical. Y varios
pasaron directamente a las estructuras militares de FAP y, sobre todo, de Montoneros.

De esta manera hacia 1969, luego de casi un lustro de existencia, y después de haber
pasado de una vieja casona de calle Buenos Aires entre Cochabamba y Pasco, prestada
por el “Ateneo Pedro Goyena”, a una casa alquilada cerca de allí, por calle Pasco, el
Instituto se fue deflecando, hasta desaparecer como tal.- Algunos de sus miembros se
fundieron con la UEL (Unión de Estudiantes del Litoral), otros nos vinculamos con
grupos de juventud peronista y desde allí entramos de lleno en el peronismo todavía
semi-clandestino y resistente de la “Comisión de Movilización del Movimiento Peronista
de Rosario” donde se destacaban dirigentes como Eduardo Zanella, Eduardo Luis
Lescano, Roberto Hyón, Antonio Valenti, Rodolfo Di Marco y, sobre todo, el
Dr.Costantino Razzetti en cuya casa de planta alta de calle Córdoba y Santiago , se
hacían las reuniones y se planificaban las movilizaciones muy importantes que se
realizaron en diversos barrios obreros , contra la dictadura de Onganía, Levingston y
Lanusse y por el retorno de la democracia y del General Perón.

En la “Comisión de Movilización” participaban distintos grupos juveniles.- Uno de ellos


era el denominado Juventud Peronista Zona Sur en el que yo militaba junto al “Chino
Hyon”.- El otro grupo de juventud importante era el Frente Estudiantil Nacional (FEN)
que por entonces era representado por Eduardo Ceballos y Antonio Prats, entre otros.-
También formaba parte de la Comisión, el grupo de “Encuadramiento”, también
conocido como “Los Demetrios”, liderado por Rubén “Chacho”Contesti.-

Parte de los “Cristianuchos” canalizábamos nuestro novel peronismo en ese grupo tan
activo, el más activo, por entonces en Rosario.- También había un grupo que trabajaba
en las villas de emergencia y que se reunía en la CGT que por entonces tenía a Hector
Quagliaro como secretario general y a Eduardo Zanella como apoderado legal.- Es esa
CGT la que se encolumnó dentro de la denominada “CGT DE LOS ARGENTINOS” cuyo
dirigente más emblemático fue el querido y carismático Raimundo Ongaro, que por
entonces era acompañado por el legendario Lorenzo Pepe, de la lista verde de la Unión
Ferroviaria.-

Ambos, Ongaro y Pepe, extraordinarios oradores e inclaudicables militantes que por


esos años de finales de la década 60 recorrían el país moviendo las bases del peronismo
todavía semi-clandestino y perseguido por la dictadura.- Recuerdo dos multitudinarios
actos en el desaparecido “Estadio Milia” de Boulevard Oroño i Jujuy, con estos dos
dirigentes.-Como recuerdo también, en ese escenario, los impresionantes “locros” que
organizábamos con la “Comisión de Movilización” en los que los dirigentes más

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reconocidos eran Eduardo Zanella, carismático y gran orador y Costantino Razzetti, que
era parte de una generación anterior pero que compartía con la juventud su posición
inflexible contra quienes tenían algún tipo contemplación con los militares o los
sindicalistas “dialoguistas”.

En este libro dedicado en modo particular a los cristianos comprometidos con lo social,
lo sindical y lo político no puede faltar un apartado dedicado al “Rey de los
Cristianuchos” que es, y digo “es”, porque todavía hoy vive con algo así como 90 años,
precisamente, RAIMUNDO ONGARO.- Hombre de quien siempre se dijo que estaba
ligado a la Iglesia y de hecho tenía un discurso intransigente, que se parecía más al de
un pastor que al de un político tradicional.- Gozaba, allá por 1969, de la adoración de la
juventud.- La “CGT de los Argentinos” era una de las columnas tácticas de que disponía
Perón en ese momento en que necesitaba acorralar a la dictadura militar para obtener
la salida democrática.-

Desde nuestra óptima “cristianucha” tenemos que decir que Raimundo nunca nos
defraudó.- Su vida siempre fue austera y ejemplar. La dictadura del 76 le mató un hijo y
de alguna manera también lo mató a él.- Con Raimundo compartimos los tiempos del
exilio en España. Vivía muy modestamente con una asistencia mensual que, según pude
saber, le daba la CIOLS (Organización Social Demócrata de Sindicatos Europeos) por su
carácter de ex Secretario General de la CGT argentina.- Su mujer, trabajaba de cocinera
en el Restaurante “El Locro” de Madrid, que era propiedad de un compañero argentino
y que era el lugar de encuentro de muchos exiliados, sobre todo peronistas.

Un par de veces nos llegamos hasta la casa de Raimundo: un modesto departamento


situado en un barrio periférico de Madrid, en cuyo living lucía una gran bandera
argentina, clavada en la pared , con una foto de su hijo asesinado, en el centro. Allí
escuchamos sus largos monólogos, siempre tan interesantes como interminables.

Seguramente Raimundo Ongaro no es un modelo de habilidad política o de realismo en


el mundo sindical.- Pero que ha sido un ejemplo de conducta, de militancia sin
claudicaciones, de ejemplo de vida, eso no hay quien lo niega.- En síntesis, un
emblemático “cristianucho”.

Le doy especial relieve a la figura de Ongaro porque él y la “CGT de los Argentinos” fue
el primer escalón del Peronismo que transitamos quienes nos habíamos formado en
aquel Instituto Social Cristiano llamado “ISCEAP”.- De allí en adelante vinieron muchos
escalones de militancia, muchas veces impregnada de fundamentalismo cristiano que a
algunos les llevó a entregar su propia vida.

Lo cierto es que pasados ya más de cincuenta años de la creación de ISCEAP aún


perseveran sus huellas en nuestras vidas y el grupo central de aquella extraordinaria
experiencia auto gestionada todavía se sigue reuniendo y compartiendo valores
esenciales que están siendo transferidos a nuestros hijos y nietos.

V.-CAMPAMENTO UNIVERSITARIO DE TRABAJO (CUT)

No puedo dejar de referirme, aunque sea brevemente, a esta “movida Cristianucha” de


gran trascendencia nacional, que fueron los Campamentos Universitarios de Trabajo.- El
creador y alma mater de esa iniciativa fue el muy querido Jesuíta JOSE MARIA LLORENS,
alias “MACUCA”(1913-1984), quien había desarrollado una experiencia de desarrollo
urbanístico con sectores carenciados, con 70 familias que vivían poco menos que en un
basural, dando lugar al nacimiento del Barrio “San Martín” en Mendoza.-Fue allí donde
comenzó la experiencia, creo que también en 1964, de convocar estudiantes
universitarios de todo el país, para compartir el trabajo, duramente, con sectores

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sociales postergados.- El primer campamento reunió a unos 50 jóvenes bajo el lema
“Una experiencia dura para universitarios fuertes”. Los dos primeros
campamentos(1964 y1965) fueron con trabajo social (urbanización, viviendas,etc.) en el
propio Barrio “San Martín”.

La experiencia tenía reglas muy claras y muy duras. Digamos que perfectamente
encuadradas dentro de la tradición del ascetismo cristiano.- Los campamentos se
desarrollaban durante un mes completo, en tiempos de vacaciones. Concretamente
había que estar disponible todo el mes de enero.- Desde el primer día del mes, hasta el
último.- Quien no aceptaba estas reglas y las que diré más abajo, no podía participar.-

La metodología consistía en compartir los más variados trabajos con sectores


campesinos, obreros o desocupados que necesitaran, por ejemplo, construir una
vivienda o urbanizar una villa, abriendo calles o construyendo algún salón para uso
social o sanitario o bien compartiendo directamente el trabajo con jornaleros, hacheros,
mineros,etc..- Había que trabajar de sol a sol, con horarios estrictos para levantarse muy
temprano, y salir en pequeños grupos o de a dos a tomar posición en el trabajo
asignado, a veces junto a una familia en los sectores rurales, a compartir el trabajo de
los hacheros en la cuña boscosa santafesina, a carpir pimiento en las zonas más pobres
y alejadas de Salta o a urbanizar una villa en Cipoletti (Rio Negro), y tantas opciones
como sede de campamentos hubo, aunque siempre “sumergiéndose” en la realidad
social y hasta en el dolor de seres humanos muy postergados. Esa era la pedagogía del
CUT: trabajar y compartir las condiciones de vida de sectores sociales que los
universitarios en general no conocían.

En general se paraba en escuelas rurales o también en ranchos, como recuerdo ocurrió


durante varios días en “Fortín Olmos”, hasta que se consiguió la autorización para
dormir en los salones de la escuela. Los gastos básicos para traslados,
alimentación,etc.eran solventados por los propios participantes.

Para esos jóvenes estudiantes universitarios, provenientes de casi todas las provincias
del país, incluso muchos de la Capital o el Gran Buenos Aires, esa experiencia dura y sin
concesiones, junto a sectores oprimidos, al cabo de varios días, les hacía caer las
estructuras psicológicas y mentales y entrar en una reconsideración de su visión del
mundo.

La Jornada de trabajo solo terminaba al caer el día, en que llegabamos hambrientos a la


cena que preparaba el grupo al que le había tocado “el rancho”, previo al baño de agua
fría en retretes elementales.- Después venía lo mejor y más esperado: los “fogones”, al
aire libre, en torno a unos troncos encendidos en torno a los cuales se contaban las
experiencias vividas, se reflexionaba y , también, se cantaba o recitaba, ya que nunca
faltaba algún guitarrero.

Por supuesto que en casi todos los grupos había un sacerdote que acompañaba y que
los domingos, según creo recordar, celebraba la misa.- En todos los años en que
participé de estos campamentos , a partir de l965 en la “Cuña Boscosa Santafesina” los
campos eran más de uno y “Macuca” estaba presente en todos, desplazándose de uno
al otro.

En enero de 1965 fueron dos campos: Uno bien metido en medio del monte, en “Fortín
Olmos” en la zona donde alguna vez estuvo “La Forestal” explotando el quebracho y su
producido “el tanino”.- Ese paraje estaba entonces a unos 45 kilómetros de
Reconquista, hacia el oeste, por unos elementales caminos de tierra, quedando
completamente aislado en las temporadas de lluvia. El otro campamento estaba situado
en el Barrio “La Cortada” de Reconquista, un barrio entonces muy humilde.

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En “Fortín Olmos”, donde a mí me tocó, acompañado por mi entrañable amigo rosarino
Mario Burich, pasamos varios días durmiendo en ranchos de adobe, tratando de
protegernos de las vinchucas.- Solo un tiempo después nos habilitaron la única escuela
de ese paraje, que a pesar de ser una construcción elemental, nos sabía a hotel de
varias estrellas.-

De ese campamento recuerdo dos cosas muy fuertes: una que conocimos allí la obra del
Padre Arturo Paoli, que con algunos monjes de su grupo había desarrollado una
cooperativa de hacheros que comercializaba la leña que extraían los ocupantes de las
parcelas que había distribuido, o vendido, el gobierno de Santa Fe en un intento por dar
respuesta a los obreros que habían quedado en el tendal que dejó “La Forestal” cuando
se retiró de la zona.

Era una organización elemental pero también fundamental para esa gente rústica y que
carecía de todo.- Sin embargo esa Cooperativa les daba fuerza y dignidad.- Recuero una
capilla de madera, junto a la casa que ocupaban los dos o tres curas que habían
promovido ese emprendimiento.- Era un lugar de una austeridad sobrecogedora, con un
Cristo hecho siguiendo las formas de unas ramas, tallado con gran belleza. Al menos es
lo que quedó en mi recuerdo ahora que han pasado más de cincuenta años de aquella
experiencia.

El otro hecho que quedó en mi recuerdo, es que participó del campamento el Padre
Carlos Mugica (1930-1974), el que había venido con un grupo de jóvenes, chicos y
chicas, de la Capital. Era un personaje extremadamente carismático, pintón como pocos
e imbuido de una vocación por los temas sociales, que emergía como una consecuencia
natural de su fe religiosa.- Otro hombre emblemático para nosotros “los cristianuchos”.

Por entonces era un muy joven sacerdote ya que según pude luego averiguar se había
ordenado en l959 y el campamento se desarrolló en enero de l965.- Claro que Mugica
entró al seminario después de haberse graduado en el Colegio Nacional de Buenos Aires
y haber estudiado una parte de la carrera de derecho en la UBA, por lo que cuando yo lo
conocí tenía 34 años.

El cura Mugica estaba en el campamento del CUT de Barrio “La Cortada”, por lo que solo
compartimos dos jornadas, una al inicio y otra al promediar el campamento cuando nos
juntamos todos los que participamos ese año.- La jornada de encuentro se desarrolló en
Fortín Olmos.- No es mucho lo que entonces hablamos con él, pero nos quedó esa
imagen de líder y de compromiso con las causas sociales que lo caracterizaron hasta su
asesinato en l974.-Mas adelante, cuando hablemos de los “Curas del Tercer Mundo”
inevitablemente tendremos que recordar otros hechos que nos cruzaron con el Padre
Mugica. Lo cierto es que en “Fortín Olmos” conocimos y tomamos contacto con la obra
o la persona de tres sacerdotes emblemáticos y guías de la juventud cristianucha de esa
década : ARTURO PAOLI, JOSE MARIA LLORENS Y CARLOS MUGICA.

Respecto de José María Llorens, el querido y entrañable Macuca puedo decir que tocaba
los extremos más distantes del espíritu humano. Por un lado vivía preocupado por la
pobreza y los problemas sociales. Tenía los pies en la tierra y promovió planes de
vivienda y urbanización en Mendoza y en los lugares donde estuvo la labor del CUT.-
Pero por otro lado era un místico.- Lo recuerdo por sus reflexiones y oraciones que
evidenciaban una enorme vida interior que por momentos parecían hacerle despegar
los pies de la tierra. En los campamentos se hacía tiempo para hablar con cada uno de
los participantes y escuchar sus problemas y sus angustias y dar un consejo.- También se
celebraba la misa para quienes desearan participar.-

Tuve el honor de ser el encargado en Rosario de convocar jóvenes para participar de los
campamentos universitarios de Macuca.- Al segundo, de Fortín Olmos, de Rosario solo

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concurrimos Mario Burich y yo.- Al de Río Negro y Neuquen ya convocamos un grupo
de una decena de jóvenes de Rosario, casi todos amigos de militancia “cristianucha”
varios de ellos del ya mentado “Isceap”, tales como “Cherry” Allende, Alicia Staps
entre los que recuerdo.

“Macuca” estuvo en mi casa de Rosario en una de esas preparaciones de campamentos.


En una ocasión le comenté el caso de una estudiante que tenía gran interés en ir al
campamento de Río Negro y su padre, con cierta razón visto con los ojos de hoy, no la
dejaba ir. Macuca se ofreció a ir a hablar con el papá de esta chica y lo hizo, dirigiéndose
al sur de la ciudad.- Lamentablemente no tuvo éxito, pero eso mostraba hasta qué
punto se ocupaba de lo grande y de lo pequeño dado que ese gran movimiento que fue
el de los “Campamentos Universitarios de Trabajo, era de ámbito nacional.-

Al campamento de Salta ya me tocó colaborar con el equipo central de promotores.


Tuve que ir a Salta el día 30 de diciembre a contactarme con un chica llamada Dorita
Torena que era mi contacto en Salta Capital. Mi tarea era ir a tomar posesión de una de
las escuelas en la que se hospedarían los campamenteros, en la localidad de Cachi
“Adentro”.- Llegué al pueblo de “Cachi” y de allí caminando unos cuatro o cinco
kilómetros llegue a “Cachi Adentro”, casi al pie del nevado de Cachi.- Hace 50 años ese
era apenas un paraje solitario, con unas pocas casas dispersas.-

La “Directora” me entregó las llaves de la escuelita en la tarde del 31 de diciembre y allí,


en esas soledades, durmiendo en el suelo despedí ese año, que creo era el de 1967 y
recibí el año nuevo en un silencio impresionante. Toda una experiencia para un joven de
20 años proveniente de la Pampa Gringa.- En la tarde del día siguiente comenzaron a
llegar los estudiantes destinados a ese campo, entre ellos Juan Carlos Solagna, mi amigo
y compañero del Isceap. Ambos fuimos responsables de ese campo de “Cachi Adentro”.-
El trabajo consistía en compartir las tareas de laboreo del cultivo típico de la zona, el
pimentón, para lo cual estábamos asignados por parejas con las familias dispersas por
ese valle al pie del nevado.- Algunos trabajaron en el arreglo o construcción de viviendas
rurales.- En otros campos estuvieron ese año otros “cristianuchos” invitados por mi,
como el hoy prestigioso ingeniero Rafael Weder y dos queridos y recordados
compañeros, el también estudiante de ingeniería Osvaldo Seggiaro y la estudiante de
Psicología y miembro de “ISCEAP”, Graciela Siryi.- Algunos años después, en 1976, estos
dos últimos fueron asesinados por la dictadura militar.

Ese año en Salta hubo cinco o seis campos, habiéndose incrementado el número de
participantes respecto de años anteriores.-Otro de los rosarinos asistentes era el hoy
médico José Carlos Aused quien por entonces era menor de edad.- Su padre, con
mucha reticencia y habiendo tomando yo la responsabilidad del caso, le permitió ir.- Lo
tremendo fue que cuando a mitad de enero se hacía el encuentro de todos los campos
en una jornada de descanso y de fiesta, Aused imprudentemente, sin saber nadar, se
tiró a un lago , que quizá haya sido el de Cabra Corral, y fue sacado por alguien cuando
ya estaba medio ahogado.- Si José Carlos se habiese ahogado creo que yo hubiese
cruzado la frontera y exilado en Bolivia ya que no sé como hubiera podido afrontar a sus
padres.

En ese mismo campamento también corrimos grave riesgo cuando el río Cachi sufrió
uno de los desbordes más grandes de todos los tiempos, habiendo arrasado puentes,
animales, árboles y enormes piedras que bajaron de pronto de modo aluvional de la
montaña formando un especie de frente oscuro, de muchos metros de altura, que venía
arrasando con todo.- Yo llegaba de regreso de la jornada de trabajo junto a una
compañera de la ciudad de Santa Fe, cuyo nombre no recuerdo, y de pronto vimos a
unos paisanos que nos hacían señas desesperadas con sus ponchos para que salgamos
del cauce del río donde nos estábamos lavando el barro y la tierra después del trabajo.-
Salimos corriendo, sentimos un ruido sordo, y apenas llegamos al borde alto del río

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vimos pasar una tromba arrasadora de agua, barro y piedra.- Nunca más vi a la
naturaleza desatada de esa forma.- Quizá la “salvada” de Aused, y la nuestra del río
Cachi, haya sido un milagro anticipado de Macuca cuya beatificación algunos solicitan.

El año anterior había participado del CUT de Río Negro, en enero 1967, concretamente
en un campo ubicado en las cercanías de Cipoletti. - Ese año también fueron varios los
campos, entre los que recuerdo además los de Villa Regina, Cutral Co y General Roca.-
En el de Cipoletti conocí al joven abogado Adolfo Marengo, que era el responsable de
ese campo, con quien perdí contacto con el paso de los años.- El campamento en el que
yo estaba se ubicó en un barrio precario situado en la orillas de un canal.- La tarea
consistió en traslado y construcción de algunas viviendas de adobe, apertura de calles y
colaboración en las tareas de los peones ,vinculadas con la fruta y los viñedos del Alto
Valle.- En la ciudad de Cipoletti, que se encontraba a algunos kilómetros de nuestro
emplazamiento, había entonces un intendente muy querido a pesar de encontrarnos en
tiempos de gobiernos de facto. Me refiero al Dr.Salto, médico, que apoyó las tareas del
campamento asistiendo en algunas ocasiones con su esposa a aportar algunos
elementos necesarios para la subsistencia de los campamenteros.

Al margen de las anécdotas, el CUT fue una experiencia trascendente que, por su
especial metodología pedagógica, fundada en el trabajo intenso , de sol a sol, y la
convivencia de jóvenes de diversas provincias con realidades duras y marginales,
produjo un honda huella en muchos de nosotros, induciéndonos al compromiso social o
político con una impronta alejada de la frivolidad.-

Hay que decir que el Padre José María Llorens inducía a los jóvenes a una vida con
sentido, de compromiso con la solidaridad y la justicia, siempre fundada en un
basamento de fe cristiana.- Hablaba de la importancia del “ser” mas que del “tener”.
Decía “no es más rico el que más tiene sino el que más da”, a la vez que inducía a huir
del hedonismo, la apatía y la mediocridad.- Nunca escuché de él una inducción a la
violencia aunque si a un compromiso con los más pobres.- Mucho me recuerda de él la
prédica actual del Papa Francisco, quizá porque ambos eran Jesuítas o por que, a lo
mejor, Macuca haya sido uno de sus maestros o modelos.

Pero insisto que en el CUT no percibí de parte de su mentor, una incitación o insinuación
a favor de la violencia.- No obstante lo cual la sucesión de dictaduras militares , la
ausencia de canales de participación política para los jóvenes y la proscripción
sistemática del movimiento peronista, condujo a la Argentina a un camino de
enfrentamiento y al nacimiento de organizaciones de lucha armada.- Es en ese proceso
en el que algunos de aquellos jóvenes del CUT tomaron el camino de las armas y varias
decenas de ellos fueron presos, asesinados o permanecen desaparecidos. Hay
testimonios de cuánto dolor causó ese desenlace al Padre Llorens porque no era eso lo
que él hubiera deseado para sus queridos jóvenes. Incluso ese dolor puede haber
influido en su muerte un tanto prematura en l984

Muchos otros tomaron el camino del compromiso social, sindical, o político, sin apelar a
la violencia, pero en todos los casos, incluidos aquellos que solo rescataron un bagaje de
valores para depositarlos en el seno de su familia o de su vida profesional, el CUT
significó una experiencia de extraordinario valor humanístico y un semillero de valores
profundos y de vidas comprometidas con la solidaridad y con la justicia.

Un estudio muy completo de la vida y la obra de José María Llorens y de los CUT fue
realizado en base a muchos testimonios por Mercedes Gagneten (La “Negra”) en el
trabajo titulado “LA GESTA MACUCA Y LOS CAMPAMENTOS UNIVERSITARIOS DE
TRABAJO” , Ediciones EPyCA, año 2012.- Precisamente la Negra Gagneten,
comprovinciana de la ciudad de Santa Fe, el Cordobés Jorge Irazusta, Rodolfo Martinez
Paz, Cecilia Cornejo, son nombres que recuerdo como los principales puntales en los

18
que se apoyó Macuca para el CUT.- También debo mencionar algunos nombres
conocidos que participaron de esta experiencia como Jorge Gaggero, Fernando
Galmarini o el radicalizado creador de la revista “Cristianismo y Revolución”, Juan
García Elorrio.- En modo particular recuerdo del campamento de Reconquista y de
Fortín Olmos a Lucy Cullen, una jovencita muy hermosa, de ojos verdes, que había
venido de Buenos Aires con el grupo del padre Mugica y que he podido saber , años
después, que esta “desaparecida”.

No podía faltar en este trabajo, que es más un relato que una investigación, esta
referencia a los Campamentos Universitarios de Trabajo, porque es un eslabón muy
importante, como lo fue el ISCEAP de Rosario, en el proceso de formación y
compromiso social y político de jóvenes cristianos, muchos de los cuales nos habíamos
iniciado en la Acción Católica o en algunas de sus ramas, como fue la JEC (Juventud de
Estudiantes Católicos) de los que formó parte en la primera parte de la década del 60 el
propio Mario Firmenich y su mentor espiritual el Padre Carbone.-

En las reflexiones finales de este testimonio trataré de opinar con claridad respecto del
rescate de lo esencial de aquellas experiencias “cristianuchas”, cual es la pureza
idealista y generosa de aquel compromiso que se tradujo en aporte y la defensa de
valores humanistas , necesarios para la subsistencia digna de una sociedad. Y a la vez
me expresaré enfáticamente contra los fundamentalismos que llevaron a seguir
sosteniendo, ya en plena democracia, después de 1973, que “el poder surge de la boca
de los fusiles”.

VI.-EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN LA UNIVERSIDAD CATOLICA ARGENTINA DE


ROSARIO.-

En 1964, el mismo año en que se fundó el ISCEAP y se realizó el primer Campamento del
Padre Llorens, ingresé a estudiar derecho en UCA de Rosario, que acababa de ser
abierta tres años antes de modo que yo estaría en la cuarta promoción.- Por entonces la
facultad funcionaba en las instalaciones del Colegio “La Salle”, con entrada por un
corredor que ingresaba por calle 1°de mayo, donde se encontraba la Secretaría.-

La estructura administrativa y académica de la Facultad era todavía incipiente y con


instalaciones prestadas.- La “Católica” había surgido apoyada por un conjunto de
familias católicas tradicionales de Rosario, lideradas por Don Juan Casiello y su familia
de varios abogados, el Dr. Luis Cardoso Ayala, el Dr.Rogasiano Locelso, el Dr.Lorenzo
Gardella y Luis Gardella, el Dr.Cansino, el Dr.Jorge Enrique Marc, el Dr,Juan Carlos
Sentis,el Dr.Absalón Casas, el Dr.Recagno, el Dr.José Luis Cantini y varios otros que
componían un conjunto socialmente muy reconocido de la ciudad.-

No obstante ese prestigio social reconocido, no cabe duda que muchos de los
integrantes de esa legión “fundadora” de la facultad tenían una impronta
marcadamente conservadora, sobre todo frente a los tiempos que comenzaron a correr
a partir del Concilio “Vaticano II”, la encíclica “Populorum Progressio” y los
consecuentes documentos que comenzaron a emitirse desde el CELAM (Conferencia
Episcopal Latinoamericana) , comenzando por el de MEDELLIN de 1968, emitido para
Latinoamérica “ a la luz del Concilio” y que impulsa a los cristianos a comprometerse en
la “promoción del hombre y los pueblos hacia los valores de justicia, paz, educación y
familia”. Esta línea de pensamiento fue profundizada en el documento de PUEBLA, en
1979 en el que se define la “opción preferencial por los pobres” diciendo que “La Iglesia
mira en los pobres y necesitados el rostro doliente del Señor” y agrega “Dios por medio
de la Iglesia los defiende y los ama entrañablemente y son los destinatarios primordiales
de toda su misión”.-

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Esta línea de pensamiento iniciada en Medellín en l968, siguiendo el “Vaticano II” se
mantiene en los pronunciamientos del CELAM de Santo Domingo (1992) y el de
APARECIDA (2007) en el que tuvo una participación destacada como redactor el
entonces Cardenal Bergoglio.

Pero volviendo a nuestra Universidad Católica lo que impactó fuertemente en los


debates internos, especialmente entre los grupos que conducíamos los grupos
confrontados de entonces, fue el documento de BUGA, dado en esa ciudad Colombiana
en el mes de febrero de 1967 y dedicado solo y exclusivamente a la Universidades
Católicas Latinoamericanas.

Me detendré un poco en esa directiva de la Iglesia de Latinoamérica. Allí se postula la


necesidad de “apertura” de las Universidades Católica (UC) al diálogo con las
Universidades seculares” y una “continua revisión de la pastoral universitaria”.
Cuestiona la proliferación de Universidades Católicas sin atender suficientemente a la
calidad académica y contenido de las mismas. Su finalidad no es solo formar
profesionales sin darles una “auténtica cultura”.

Dice que en las UC debe reinar un “ambiente de libertad” y que introducir un “diálogo
institucionalizado” entre “autoridades de la UC, profesores y estudiantes”. Agrega que
“los profesores y alumnos deben tener representación en los organismos que orientan
la marcha de la Universidad” y que los mismos deben ser “elegidos” a partir de las bases
o “células” de profesores y alumnos. “Todo monarquismo contradice la esencia misma
de la Universidad”, dijo el Celam en ese importante pronunciamiento de 1967.

Promueve el “diálogo entre la Universidad y la Sociedad frente a los trágicos problemas


sociales de América Latina” frente a los cuales “la Universidad no puede quedar
marginada”. Las UC tienen que “conocer y diagnosticar la realidad y ofrecer modelos de
solución”. Tienen que “facilitar el acceso a aquellos que tenga vocación y aptitudes
aunque le falten recursos”.

Y agrega BUGA que si no se siguiera ese camino de renovación, la UC se convertirían en


“reliquias de un pasado fantasma” y “habrían perdido su razón de ser”.- Promueve el
diálogo “con otras teologías cristianas” e incluso con “otras teologías” no cristianas y su
insersión en una “sociedad pluralista”.

Postula que las UC debían asumir una “actitud de revisión permanente” lo cual
“significa hoy un esfuerzo definido e inmediato de reforma” citando el documento de
Ecumenismo del Concilio que habla de la “necesidad de una peremne reforma”,
invitando a las UC a “revisar continuamente sus estructuras”. “Deben, sobre todo en
América Latina, vincularse y comprometerse, por encima de presiones y halagos, con el
momento histórico de la sociedad en la cual se insertan”. Ello debe ser así dada “la
rapidez y amplitud de los cambios que conmueven al continente latinoamericano que
van penetrando cada vez más la conciencia del pueblo y de sus dirigentes”. Cita
entonces a Gaudium Et Spes (Vaticano II) cuando definió que “La circunstancia de la
vida moderna del hombre en el aspecto social y cultural ha cambiado profundamente,
tanto que se puede hablar de una nueva época de la historia humana”. Diagnostica
luego que “de un modo particular las Universidades Católicas no han tomado
suficiente conciencia de los cambios sociales del Continente”.

Finalmente da directivas concretas tales como:

*Incumbe a las UC enfrentarse al reto cada vez más urgente de la promoción social que
entraña el desarrollo.

*”Rechazar cualquier criterio elitista, echando los fundamentos de la cultura popular”

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*Cumplir una función “crítica de la mentira social y política que desgraciadamente
caracteriza a más de un país de América Latina”. Deben cumplir un papel
“desalienador”.

*Generar un ambiente de libertad ya que “es natural y laudable que los alumnos se
adelanten en el cumplimiento de esa función” y agrega que ellos “no pueden ser
desautorizados ya que el denunciar toda mentira es propio de su ser, pese a que, con
o sin razón, se interprete esta acción políticamente”.

La contundencia de este texto de 1967, que bien merece una lectura completa, cayó
como una bomba en nuestra querida Facultad Católica de Derecho de Rosario, donde,
por decirlo con la serenidad de hoy, estábamos en las antípodas, muy lejos de los
nuevos aires que corrían. A tal punto que el que habla y otros alumnos de entonces
estuvimos a punto de ser sancionados por difundir copias del documento de Buga,
teniendo que hacerlo casi clandestinamente.

En la UCA de Rosario no existió , en los primeros años, una expresión visible de


agrupaciones estudiantiles. El primer conato de formación de un Centro de Estudiantes
tuvo, como fugaz presidente a José “Pepe”Guida, quedando luego como primer
presidente formal Antonio Bonifassi, quien con los años militara en el justicialismo,
llegando a ser diputado nacional. Las reuniones de la novel y frágil organización de
estudiantes se reunían en la “bar” que daba entonces a la calle Mendoza.-

Bonifassi representaba un punto medio entre una corriente más conservadora ,


inspirada en un grupo que orientaba espiritualmente el padre Edmundo García
Cafarena, y otra más aperturista que comenzaba a esbozarse y a la adherimos y dimos
fuerza un nuevo grupo que se formó a partir de un retiro espiritual dado en la capilla de
la Facultad por el entonces Monje Benedictino Mauricio Grandval. La apertura de su
pensamiento y su visión fresca y desprovista de dogmatismos, e inspirada en el reciente
Concilio, nos cautivó hasta el punto de concurrir un grupo de estudiantes, más de una
vez, a la Abadía Benedictina de Victoria (Entre Rios) a mantener jornadas de reflexión
con Grandval, alojándonos en la propia Abadía.- Nuestro interés era tal que no nos
pesaban las siete horas de lancha que entonces demandaba cruzar a Victoria por los
tortuosos canales que atraviesan las islas.

A partir de allí nació un grupo que pretendía, sin ninguna adscripción política, llevar a la
Facultad el espíritu renovador del Concilio Vaticano II y luego del documento de Buga.-
Lamentablemente eso era visto como subversivo en una Facultad en que sus directivos,
con excepción de la extraordinaria Maria Antonia Leonfanti y el Dr.Lorenzo Gardella,
sostenían una visión todavía atada a lo más conservador de la Iglesia. Así comenzó a
desarrollarse una dicotomía entre conservadores y aperturista, ya que no quiero utilizar
el calificativo de “progresista” que tiene otras connotaciones filosóficas.-

Entre los que primeramente sostuvieron una visión más ortodoxamente Católica ,
siguiendo al Padre Edmundo García Cafarena, se encontraban Felix Lamás y Héctor
Hernández, de la primera promoción y luego mi compañero de promoción Gerardo
García Petit.- Y entre los pioneros de la segunda debe mencionarse al propio Antonio
Bonifassi.- Pero luego entre l967 y 1969 fueron otros los protagonistas.

El grupo que inicialmente se reunía con el Padre Grandval, en poco tiempo se convirtió
en el “MOSIC” (Movimiento Social de Inspiración Cristiana), del que fui uno de los
fundadores.- Hablábamos entonces de “Movimiento Social” porque recogíamos los
llamados del Concilio, de la “Populorum Progressio” y del documento de Buga de estar
atento al “afuera”, es decir, de lo que ocurría “en el mundo”, en la “sociedad”, saliendo

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de la visión un tanto sectaria y encapsulada sobre lo “católico”.- No era más ni menos
que lo que indicaban las orientaciones más lúcidas de la propia Iglesia.

Sin embargo no usábamos directamente el calificativo de “cristiano” sino de


“inspiración cristiana” en tanto que en el movimiento estudiantil , sindical o político no
es posible pretender que un grupo comprometa como única opción el nombre de
“cristiano” y mucho menos de “católico”.- Inspirados en los “valores” y “principios”
cristianos puede haber muchas expresiones que se manifiesten en una sociedad
“pluralista”.- Así nació el “MOSIC” que marcó una época en la Católica, que en una
elección del Centro de Estudiantes se llamó “Lista Blanca” y más adelante “Lista Verde”
hasta que se perdió en la noche de los tiempos para desaparecer completamente con
las posiciones más políticas asumidas cuando se acercaron las elecciones de l973 y ya no
quedar ni vestigios cuando el golpe de l976.-

Entre los que colaboraron en la fundación del “Mosic” y después en la “Lista Blanca” se
encontraban, además del suscipto, José Humberto“Pepe”Donatti(aclarando que
siempre tuvo una posición más moderada que el resto), Juan Manuel Villarruel, Jorge
Araya, Hugo Parente, Julio Baroso, Ricardo Cirilo Ayala , Rogelio Ferrari, “Pipo”
Salamero, Mabel Gabarra, Eduardo Vercelli, Juan Carlos Vennera, María Cristina
Moreno, Héctor Sabino Malvar, Marta Rucci, José Albrizio, Rubén Bilicich, Juan Carlos
Lombardi, Julio Sosa, Eduardo Fenouil, Roberto Borda, Horacio Baster. entre muchos
otros de diversas promociones que seguramente omití, dado que han pasado ya varias
décadas desde entonces.

Hay que decir que en aquella división de opiniones, por momentos muy álgida, había
también ingredientes motivados por el origen o extracción social de los participantes de
cada grupo. Así el grupo que podríamos llamar más conservador estuvo liderado por
Eduardo Marquardt, el cual con el andar de los años fue Juez Federal en la Capital y uno
de los magistrados más allegados al proceso militar, casado con la hija del tristemente
célebre General Ibérico Saint Jean, gobernador de Buenos Aires en el Proceso.. También
recuerdo cierto protagonismo en ese grupo de Mario “Banana” Araya, quien con los
años fue presidente del Jockey Club y con quien siempre he tenido un trato cordial, de
Dante Nasurdi, de Marcelo Orallo, de Otto Crippa García y Roque Sanguinetti (hijo) y
el luego destacado tratadista de Derecho Procesal, Jorge Peyrano y Jorge Bedouret.-
Este último fue luego adherente al Justicialismo. Casi todos ellos, con el paso del
tiempo, han terminado siendo amigos o cordiales colegas aunque en aquellos
momentos estudiantiles los debates y confrontaciones fueron en algunos casos álgidas.

Varios de quienes militaban la posición más conservadora, y respaldada por las


autoridades de la Facultad, en aquella segunda mitad de la década del 60, pertenecían
a familias tradicionales de Rosario o eran hijos de profesionales o empresarios
destacados

Por el contrario el “MOSIC” estaba integrado mayoritariamente por gente venida del
interior o de los barrios de Rosario, con la única excepción, quizá, del recordado JORGE
ARAYA, quien era de apellido materno Echesortu y que provenía de dos familias más
que tradicionales y acaudaladas de Rosario y que no obstante adoptó el ideario
renovador de ese nuevo movimiento estudiantil, pasando luego por las comunidades
cristianas de los “Curas del Tercer Mundo” y concluyendo con su militancia en
“Montoneros”, hasta su asesinato en 1975 .- Pero sobre el caso de Jorge Araya, y sobre
las diferencias que en algún momento separaron nuestros caminos volveré más
adelante.

Otro de los dirigentes importantes del “MOSIC” fue HUGO PARENTE, también
desaparecido durante el proceso militar.- Con él me unió una entrañable amistad
habiendo sido incluso testigo de su casamiento con Viviana Della Siega y fue uno de los

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puntales de aquel movimiento aunque estaba un par de promociones posteriores a la
mía. Hugo contaba con una sólida formación humanística en general y en el
pensamiento filosófico-cristiano en particular.- Escribía permanentemente reflexiones y
documentos de sólidos razonamientos y fundamentos doctrinales. Tenía una
personalidad muy destacada y animaba todas las reuniones grupales y peñas dada su
extraordinaria voz y su carisma para cantar. Se había formado en el Colegio Franciscano
de San Lorenzo, donde también fue un alumno sobresaliente.

El nuevo movimiento trató durante cierto tiempo de mantener dialogo con las
autoridades de la Facultad. Incluso participó, a través de los alumnos más avanzados, en
el dictado de cursillos de ingresos y recepción de nuevos alumnos. Quienes abrían esas
puertas eran la Dra.María Antonia Leonfantti y el Dr.Lorenzo Gardella, ambos
científicamente muy destacadas y con una mentalidad abierta a la juventud.- Sin
embargo hay que decir que a la muerte del primer Decano, el Dr.Juan Casiello, que
tenía una concepción social acorde al pensamiento de la doctrina social de la Iglesia,
que se podía percibir en su manual de Derecho Constitucional, las cosas comenzaron a
cambiar.- Le sucedió el Dr.Roque Sanguinetti de quien, sin afectar en nada sus calidades
personales, podemos decir que tenía una concepción ortodoxamente liberal en lo
económico y hasta en lo filosófico, que en nada coincidía con las nuevas orientaciones
que provenían de la encíclica “Populorum Progressio” y del revulsivo que llegaba desde
el CELAM, en particular con el documento de BUGA.

A ese cambio debe sumarse, y aquí va una dosis de autocrítica, que dada nuestra
juventud no tuvimos ni la paciencia ni la sabiduría como para avanzar más lentamente e
insistiendo en el diálogo. Entonces comenzó a profundizarse una división muy fuerte
entre el ala conservadora, alentada desde el decanato y algunos otros Consejeros, y el
sector alineado con los nuevos aires de la Iglesia.- Hay que decir que hasta entonces se
trataba de un debate interno entre laicos de la Iglesia y sobre la orientación de la
Facultad y sobre la participación en la misma.

Los debates en los pasillos llegaron a ser tan agudos que hay una anécdota que revela
con elocuencia lo que se vivía en aquellos años. En ocasión de la primera gran elección
para las autoridades del Centro de Estudiantes de la UCA de Rosario (CEDUCAR) el
“MOSIC” participó como lista “Blanca”. Hubo una gran movilización de los estudiantes
con intensos debates en los pasillos y carteles artesanales.- Para entender el incidente
que relataré más adelante hay que tener en cuenta que el “MOSIC” era un grupo que se
definía entonces como social-cristiano, enrolado en las nuevas corrientes de la Iglesia,
pero lejos del marxismo y más aún del comunismo.

Es en ese contexto en que hay que entender la reacción de Julio Baroso, hoy prestigioso
abogado radicado en San Jorge e integrante entonces del “MOSIC”, cuando Eduardo
Marquardt en una acalorada discusión en los pasillos le espetó que los de la lista Blanca
eran “comunistas” y que él, por Baroso, también era comunista.- Fue entonces cuando
Baroso, muy ofuscado por lo que consideraba una ofensa (hay que recordar que por
entonces regían normativas que podían perjudicar a quien estuviera catalogado como
tal), retó a duelo a Marquardt y acto seguido le mandó los padrinos.

Marquardt cuyo tío homónimo era Procurador General de la Nación en el gobierno


militar y tenía, por su extracción familiar, que tomar en serio esos lances caballerescos,
se encontró en una encrucijada.- Al parecer es el ofendido quien elige el tipo de armas
para estos lances. Y Baroso, que era egresado del Colegio Militar de Córdoba, era , y es,
un excelente tirador, así que eligió “pistola”.

Los padrinos designados por el hoy Dr.Julio Baroso fueron Antonio Bonifassi y el hoy ex
juez de menores Dr.Cartelle.- Para no hacer tan larga esta increíble anécdota, el señor
Marquardt no hizo honor a su abolengo y “arrugó” y se retractó, así que el tema no fue

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más allá que un insólito acontecimiento que se ha recordado en la facultad por mucho
tiempo, pero que pone de manifiesto cómo estaban los ánimos por entonces.

Quiero acotar aquí que luego de haber estado yo siete años en el exilio durante el
proceso militar, regresé para trabajar como abogado de una empresa española en
Buenos Aires.- Frecuentando entonces los Tribunales de Capital Federal , lo crucé a
Eduardo Marquard en los pisos altos del Palacio de Calle Talcahuano.- Él ya no era más
juez Federal.- Se me acercó y me dijo algo así como “que con los años me había ganado
su respeto por la consecuencia que tuve con mis ideas”. Yo le dije que no guardaba
ningún rencor por los tiempos pasados, ni con él ni con ninguno de mis adversarios de
entonces.- Le di la mano y fue la última vez que lo ví.- Supe después que falleció
bastante joven.

Para entender y encuadrar ese tiempo de la segunda mitad de la década del 60 del
pasado siglo, hay que tener en cuenta los aires que se vivían por el mundo.- El mayo
Francés, aunque con motivaciones muy distintas, generó corrientes ideológicas que
recorrieron el mundo.- Una rebelión callejera de jóvenes terminó, nada menos que con
el gobierno de un extraordinario líder como fue Charles De Gaulle.

En América Latina soplaban los aires, alentados por todos los grupos de izquierda, de la
revolución cubana, pero sobre todo de la utopía guevarista ya que el “Che” había
muerto en combate en Bolivia poco tiempo antes.

En la Argentina el peronismo cada vez acorralaba más a las dictaduras militares y se


reiteraba la lucha por el retorno de Perón que había sido frustrado en 1964 cuando ya el
General estaba en una escala en Brasil.-

El 15 de mayo de 1969, en una manifestación de protesta por un aumento del Comedor


Universitario, resulta muerto el estudiante José Cabral.- Al día siguiente se produce una
manifestación de estudiantes en Rosario, en solidaridad con los estudiantes
correntinos.- El epicentro se produce en las inmediaciones de las calles Corrientes y
Córdoba.- Al producirse la represión policial un grupo de estudiantes se refugia en la
llamada “Galería Melipal” con entrada por calle Córdoba a metros de Corrientes.- Allí,
en el interior de la misma es alcanzado el joven estudiante Adolfo Bello, tomado de un
brazo por el policía Juan Agustín Lescano y ejecutado de un tiro en la cabeza, falleciendo
poco después.- El 21 de mayo, se produce un acto de repudio a ese asesinato por parte
de unos 4000 trabajadores reunidos frente a la CGT de Calle Córdoba en el que habló
Raimundo Ongaro.- De allí parte una manifestación que se dirige a la plaza “San
Martín”, frente a la Jefatura de Policía e ingresa a LT8.- Es en el curso de esta
manifestación que se produce una nueva muerte, la del estudiante y obrero Luis
Norberto Blanco, en lo que se denomino el primer “Rosariazo”. El 29 y 30 mayo estalla
en Córdoba una gran manifestación popular de protesta que toma virtualmente la
ciudad haciendo retroceder a la fuerzas policiales y produciendo la renuncia del
gobernador militar.- Ello llevará finalmente a la renuncia del General (Cursillista) Juan
Carlos Onganía y su reemplazo por el General Roberto Marcelo Levingston.- Los
conflictos sindicales continúan involucrando a la CGT a nivel nacional.- En Rosario este
proceso culmina con una verdadera explosión de obreros y estudiantes, el día 16 de
septiembre de 1969 , estimada en 250.000 personas, que toman las calles de ciudad,
produciéndose incendio de unidades de transporte (único gremio que no había
adherido al paro general) y acorralando a las fuerzas policiales que resultaron
completamente desbordadas.- Es lo que se llamó el segundo “Rosariazo”.- Ante la
incapacidad de la policía de controlar la situación se produjo una intervención militar al
mando del General Leopoldo Fortunato Galtieri, que logró restablecer un cierto y
provisorio orden.-

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Como anécdota recuerdo que después de los acontecimientos relatados del día 16 de
septiembre, cuando la ciudad aún estaba humeante por los disturbios, recorrimos las
calles con Jorge Araya y su novia de entonces y estudiante de humanidades, María
Cristina Rolle (“Quini”), en un automóvil “Chevrolet 400” propiedad de los padres de
Jorge. Fuimos detenidos por la policía y puestos contra una pared mientras requisaban
el coche.- Sería por la cara de “cristianuchos” que, luego de advertirnos que nos
fuéramos a nuestras casas, nos dejaron marchar.

En la UCA quienes integrábamos el “MOSIC” promovimos en esos días una Asamblea


estudiantil, la primera de esas características realizada en la Facultad, en la que con una
presencia masiva, en la Capilla del “La Salle”, se repudiaron las muertes producidas en
Rosario y se aprobó una adhesión a las protestas protagonizadas por la CGT y el
movimiento estudiantil.-En esa Asamblea me tocó hablar y proponer una declaración
que concretaba la posición de los alumnos de la Facultad.

Tengo que decir que aquellos acontecimientos hicieron que algunos estudiantes, entre
los que me encontraba, fuéramos amenazados de expulsión de la facultad, hecho que
no se concretó por dos motivos: 1) Por la intervención de la Dra.María Antonia
Leonfante y del Dr.Lorenzo Gardella. 2) Porque quienes representábamos al “Mosic”
éramos, en casi todos los cursos los número uno en promedio de notas, como fue el
caso del Dr.Juan Manuel Villaruel y del que estas líneas escribe.- La querida y recordada
Dra.Leonfanti argumentó que si la Facultad expulsaba a sus mejores alumnos estaba
reconociendo su propio fracaso.- Fue así que esos tiempos tumultuosos pasaron y
pudimos concluir nuestras carreras, yo ese mismo año, en diciembre de l969.- Claro que
no obstante tener yo certificado por el entonces Secretario Dr.Casetta el mejor
promedio computados los seis años de la promoción 1969, nunca me fue entregada la
“medalla de oro” que la Facultad premiaba el mejor promedio.- Así estaban las cosas
por entonces. No había clima para medallas de oro. Gracias que pudimos obtener
nuestro título.

Ya sin rencores de ningún tipo y comprendiendo a los compañeros que pensaban ante
todo en recibirse, tengo que decir que uno de los lugares donde no se enteraban del
contexto efervescente que se vivía en la sociedad , en el país y en Latinoamérica, era la
Facultad Católica de Derecho de Rosario.- O para ser justos, algunos de sus más
prominentes directivos.- El decano estaba más convencido del liberalismo “au trance”
que del pensamiento social cristiano. No existían canales de participación alguna de los
alumnos.- Las alumnas, por ejemplo, no podían concurrir con pantalones y no tenían
permiso para fumar en los amplios y aireados pasillos del “La Salle”, en los recreos.-Lo
que da una pauta del clima interno de la Facultad, que contrastaba con el de rebelión
que se vivía en la sociedad toda frente a una dictadura que retrocedía.- La Iglesia se
vivía ya una profunda división, entre una Jerarquía conservadora que había visto con
buenos ojos al Presidente “Cursillista” y su gobierno, a los que Monseñor Victorio
Bonamín llamaría “las cristianísimas fuerzas armas argentinas”, y un conjunto de
sacerdotes y obispos y amplios sectores del laicado que se encolumnaban con las
consignas del Concilio, del “Celam”, del documento de “Buga”.- Es la época en la que
aparecen las denominadas “Comunidades Cristianas” y los “Curas del Tercer Mundo”.

Por todo ello, si bien reconozco que por nuestra juventud éramos un tanto
“apresurados”, como diría el General, no andábamos nada desandados en cuanto a las
directivas que daba entonces la Iglesia Universal, el Papa Paulo VI y en especial la
Conferencia Episcopal Latinoamericana.- No obstante el planteo doctrinal e
ideológicamente acertado y orientado en el sentido correcto de la historia y del propio
pensamiento de la Iglesia, la lista Blanca perdió ese año, por muy escaso margen, las
elecciones al Centro de Estudiantes .- La verdad es que ese resultado se produjo no solo
por la posición un tanto “radicalizada” y poco “política”, que nosotros presentábamos

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sino además porque las autoridades de la Facultad estaban entonces comprometidas e
inclinadas a favor de la lista que entonces orientaba Eduardo Marquard.- Dos o tres
años después, según recuerdo, triunfaba la entonces denominada “Lista Verde”, que era
una versión renovada de la anterior “Lista Blanca” con posiciones políticamente más
moderadas.

El movimiento estudiantil que había nacido en la “Facultad de Derecho” se había


extendido simultáneamente a un movimiento “hermano” en la Facultad Católica de
Humanidades (luego desaparecida) en la que se destacaron dirigentes como Victorio
Paulón, Victor Aliprandi y Florencia Locelso, entre otros, quienes desde entonces fueron
dirigentes destacados en sus respectivos ámbitos de actuación. También integraba ese
grupo “Viri” Carlino que muy pocos años después se casó con el hasta entonces
sacerdote Francisco Parenti.

La experiencia de aquel nutrido grupo de “cristianuchos” de la Católica, ya sobre l969,


se fue trasvasando en gran medida a los movimientos sociales, sindicales, estudiantiles y
políticos que estaban en plena efervescencia en la sociedad argentina.- En lo sindical la
CGT de los Argentinos, en lo social los movimientos barriales y el trabajo solidario en las
villas de emergencia, en lo estudiantil existía un trabajo de intercambio con la Unión de
Estudiante del Litoral (UEL) que formaba parte de la Unión Nacional de Estudiantes
(UNE), también de fuerte composición de jóvenes de movimientos cristianos, uno de
cuyos dirigentes nacionales era Julio Donato Bárbaro y en Rosario recuerdo el
protagonismo de Rogelio Camarasa, Oscar Lamberto, Fernado Lagrutta, por solo citar
los que vienen a mi memoria- En la político el grueso de aquellos militantes del “MOSIC”
fue ingresando al peronismo a través de grupos juveniles y especialmente a través de la
“Comisión de Movilización del Movimiento Peronista” cuyos lideres eran el Dr.Eduardo
Zanella, el Proc. Eduardo Luis Lescano, el Bioquímico Costantino Razzetti, en cuya casa
se realizaban las reuniones, los dirigentes sociales y políticos Antonio Valenti,
Rodolfo”Colorado” Di Marco, Hugo Nicoletti, Jorge Bo, Roberto Hyón y los integrantes
del Frente Estudiantil Nacional, entonces representados por Eduardo Ceballos y Antonio
Prats.- Pero eso ya es otra historia que nada tiene que ver con la UCA .-

VII.-LAS COMUNIDADES CRISTIANAS y LOS “CURAS RENUNCIANTES”.

Paralelamente a lo que ocurría en el seno de la UCA y en la sociedad argentina toda,


venía desarrollándose un proceso profundo y subterráneo el seno de la Iglesia.- La
Acción Católica había dejado de ser el ámbito donde se desarrollaban las inquietudes de
los jóvenes católicos.- Así como relaté la extraordinaria experiencia del ISCEAP,
precursor de ese espíritu de repensar el rol de los laicos cristianos, ya desde 1964, debo
agregar que en los denominados “Colegios Mayores” se fue gestando una novedosa
manera de vivir la fe cristiana.- Esas instituciones eran residencias estudiantiles para
gente del interior que venía a estudiar a rosario.- Estaban organizadas por iniciativas de
la Iglesia y cada casa tenía un “asesor espiritual”.- Curas como Angel Presello, Francisco
Parentti, y Néstor Ciarnello, atendían a algunos de esos Colegios Mayores y a grupos de
cristianos que buscando una profundización de su fe se reunían en casas particulares o
en las propias residencias estudiantiles.-

La resistencia que se advertía en la Jerarquía Eclesiástica a las directivas Conciliares y a


las que provenían del documento de Medellín, hizo que proliferaran estos grupos a los
que nosotros mismos denominábamos “Comunidades Cristianas”.- Entonces se
procuraba una revalorización del cristianismo de los orígenes, cuando la vida

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comunitaria, la solidaridad expresada en compartir bienes, la austeridad, la sensibilidad
y compromiso frente a la pobreza, eran una forma natural de vivir la fe.-

Solo a título de ejemplo puedo mencionar algunas de esas “Comunidades”: la que se


reunía en casa del ex presidente de la Acción Católica, Cesareo García, la que se reunía
en casa de Luis Munuce y Lucrecia Dellepiane y la que se reunía en mi propia casa,
primero en la zona sur en Av.del Rosario N° 1254 y luego en la casona de calle Italia N°
2481, donde estaba mi casa particular y mi Estudio Jurídico.-

En todas estas casas y otras , como las de vecinos que se reunían con el cura Néstor
García en Barrio Godoy, en los “Colegios Mayores”, y tantas que no podría recordar hoy,
se celebraban misas con profundas reflexiones sobre los evangelios y las consecuencias
que la fe acarreaba sobre nuestras vidas.- Sitúo este movimiento de “Comunidades
Cristianas” a partir de 1968, con epicentro a partir de 1969.-

En modo particular este movimiento se profundizó a partir del conflicto inter-eclesial


denominado de “los curas renunciantes”, cuyo desarrollo trataré de sintetizar en este
capítulo.- Al quedar un número cercano a los 30 sacerdotes desvinculados de sus
parroquias, vicarías y otros cargos dentro de la Iglesia institucional, varios de los
sacerdotes ejercían su ministerio en estas comunidades.- Allí se bautizaron a algunos de
nuestros hijos y se celebraron matrimonios.- Como caso concreto puedo mencionar el
de Victor Aliprandi y Graciela Nieto, que se celebró en el seno de la comunidad que se
reunía en mi casa de calle Italia N° 2481 y fue oficiado por el entonces sacerdote Néstor
Ciarnello. Victor Aliprandi y Viviana Della Siega (viuda de Hugo Parentti) fueron
padrinos de mi primera hija, Valeria, nacida en 1970.-

La experiencia de las “Comunidades Cristianas” se caracterizada por un profundo


compromiso con los valores cristianos, por una gran solidaridad entre sus integrantes,
por la participación en actividades militantes “externas” a la propia comunidad, en el
terreno social, sindical, estudiantil, profesional e incluso ya en el terreno político que
entonces se caracterizaba en la “lucha contra la dictadura”.- Hay que vincular la
contemporaneidad de estas experiencias religiosas con las luchas que se desarrollaban
en la sociedad y en el mundo sindical y político en resistencia a la dictadura de Onganía
y sus sucesores.- 1969 fue el año en que hizo eclosión el conflicto social con las huelgas
protagonizadas por la “CGT de los Argentinos”, luego en unidad con la “CGT Azopardo”;
el año del “Cordobazo”, el año de los dos “Rosariazos” y también, en lo que hace al
mundo de los “cristianuchos”, el año del conflicto de los “curas renunciantes de
Rosario” y el de aparición en plenitud del llamado Movimiento de“Curas del Tercer
Mundo”.- Un coctel que preanunciaba tiempos de cambio, pero también tiempos de
graves conflictos y de violencia de todo tipo.

Para concluir la referencia a las “Comunidades Cristianas” quiero hacer mención como
conclusión provisional, según mi personal apreciación, que fue una experiencia positiva
en cuanto dejó gravados en quienes participamos de ella, valores humanísticos que creo
nos han acompañado de por vida.- Nos impulsó a un compromiso social y político que
contribuyó al retorno de la democracia en 1973 a través de la participación militante
con un elevado idealismo y entrega por causas nobles y desinteresadas. Lo cual no me
exime de poner de manifiesto que esa vivencia encerraba cierta forma de
fundamentalismo, de convicciones muy cristianas como las de “dar la vida por los
demás”, “negarse a sí mismo” y “entregarse sin reservas” por las causas justas.-
Convicciones que llevadas a sus últimas consecuencias, y malinterpretando frases
evangélicas tales como “no vine al mundo a traer la paz sino la espada”, condujeron a
muchos a la violencia y a muertes que pudieron evitarse.-

27
He afirmado que que aquel fenómeno de la “Comunidades” estaba profundamente
vinculado al conflicto inter-eclesial que se dio en llamar de los “Curas renunciantes”.-
Para abordar este tema tomo como fuente mi propia experiencia y activa participación
en aquellos años agitados de la Iglesia y, como recordatorio sistemático, un trabajo de
investigación realizado por Darío Carlos Casapiccola en la Universidad de San Andrés,
publicado den Mayo de 2014 bajo el título “La crisis de Rosario 1969” “Fase aguda de
los conflictos intereclesiales en la Argentina Postconciliar”. Ese trabajo de
investigación, que analiza la crisis de la Iglesia de Rosario en 1969, es de un gran valor,
se encuentra muy documentado y me ha permitido montar sobre su cronología mi
testimonio y mis recuerdos como militante católico de aquellos años.

Hay que decir que el Concilio Vaticano II con su impronta renovadora abrió un período
de profundos debates en la Iglesia universal.- El contexto de la postguerra mostraba una
extensión del “ideal democrático”, cambios culturales que tendían a la secularización de
muchas actividades, con limitación del concepto de autoridad.- El Concilio recogió el
desafío de esos cambios abriendo un franco y abierto “diálogo con la modernidad”.-

Logicamente se abrió en la Iglesia un profundo debate , primero larvado y luego abierto


a la sociedad y a los medios, sobre cómo interpretar el Concilio, sobre la magnitud y
sobre todo los tiempos y urgencias con que debían realizarse esos cambios.

Como antecedentes en la Iglesia Argentina cabe mencionar el ocurrido en Mendoza en


1966 entre 27 curas que cuestionaron al obispo ultraconservador Buteler, el de 1968
entre el Obispo Aguirre en la diócesis de San Isidro con 9 curas obreros que motivó un
pronunciamiento de éstos en una carta que publicó la revista “Cristianismo y
Revolución” y que involucró a toda la comunidad eclesial de San Isidro.

En el orden internacional también en 1968 hubo una protesta protagonizada por más
de 200 sacerdotes y religiosos en Chile que llegaron a tomar la Catedral de Santiago,
siempre en protesta contra las demoras de la Jerarquía en implementar las reformas del
Concilio. Lo mismo ocurrió en Brasil contra el Arzobispo conservador Marchetti Zoni .-
Sobre estos conflictos puede verse “Conflictos Inter-eclesiales en la Iglesia Argentina
postconciliar (1964/1969)” de Claudia Touris y Mariela Ceva- Edit. Sudamericana 2009.-

También en 1968 en Italia tuvo enorme repercusión el conflicto entre el Cardenal


Hermenegildo Florit contra el sacerdote Don Enzo Mazzi, párroco de L’ Isolotto
(Florencia) con ciertas similitudes con lo ocurrido en Rosario Barrio Godoy y con el
carismático cura español Néstor García Gómez.

Este clima a veces abierto, a veces larvado, estaba presente en la Iglesia de Rosario de
en l968.- Se cuestionaban y se discutían cuestiones tales como *La función de los
sacerdotes y su compromiso con los problemas sociales *El papel de los laicos *La
autoridad de los Obispos, hasta entonces depositarios de una suerte de poder
monárquico. *el modo y los tiempos de la aplicación de las directivas conciliares y *El
modo como la Iglesia debía relacionarse con el Estado y los políticos, sobre todo en
tiempos de dictadura militar como la existente entonces en Argentina.

En Rosario gobernaba la Arquidiócesis, desde 1961, Monseñor Guillermo Bollatti, un


descendiente de Piamonteses que fue definido por quienes más lo conocieron como
“tímido y retraído”, de “carácter difícil” “pertinaz y empecinado”, de “buena relación
con las autoridades militares”, “conservador y resistente al cambio”.- Uno de los
sacerdotes que participaron del conflicto, para destacar que él actuaba de acuerdo a sus
convicciones, lo definió como “un buen enemigo”. Su única intervención en el Concilio
Vaticano II fue una propuesta para que la “Constitución para la Iglesia en el mundo”
condenara el comunismo. Otro dato significativo es que el Vicario del Arzobispado era

28
Edmundo García Cafarena, sacerdote culto y sutil a quien ya mencionamos por ser el
inspirador de una corriente de estudiantes, marcadamente conservadora, en la UCA.

Esas características del Arzobispo ya había generado conflictos antecedentes, como fue
la crisis en el Seminario por la cual abandonaron sus estudios sacerdotales 17
seminaristas en el año 1967, alegando entre otras cosas “falta de adecuación a una
organización eclesial moderna”.- En 1968 de produjo la rebelión ya relatada en la Acción
Católica, la que fue virtualmente “intervenida” acusada de “temporalista” por el
Arzobispo por sostener “el cambio de estructuras en la sociedad”.- El Padre Tomás
Santidrián, conocido después por una inmensa obra con los niños y ancianos, dijo
entonces que solo se trataba de jóvenes “que buscaban la inspiración cristiana de la
sociedad”.

Por su parte un grupo nutrido de sacerdotes disconformes con el modo de conducción


del obispo y por el retraso en implementar las reformas conciliares, produjeron un
documento reservado, de 30 fojas, cuyos redactores fueron Armando Amiratti,
Francisco Parentti y Antonio Ferian, aunque tenía la adhesión de una treintena de
sacerdotes de la arquidiócesis. Fue presentado al Obispo en forma reservada el 18 de
octubre de 1968. El Padre Amiratti era en ese momento una suerte de líder moral de
esos sacerdotes.- Era unos años mayor que casi todo el grupo, querido y respetado, era
muchas veces convocado para dar charlas y homilías por la profundidad y equilibrio de
sus posiciones.- En el momento de iniciarse el conflicto era párroco de Cañada de
Gómez.- Por su parte Francisco Parentti, joven sacerdote, había estudiado teología y
filosofía en Italia y sobresalía por la brillantez de sus razonamiento que hizo que en
algún momento el propio Mons.Bollatti lo convocara en el equipo del Obispado.- Era ,
además, profesor de teología de la Facultad de Derecho de la UCA.- Doy fe que tenía
bastante ascendiente entre los jóvenes católicos, siendo asesor espiritual del Colegio
Mayor JUAN XXIII y de algunas comunidades cristianas.

El documento entregado al Arzobispo solicitaba: *Una pastoral conforme al Concilio y a


las directivas del CELAM en Medellín. *Se lamentaba de la falta de diálogo con el
Obispo. *Solicitaba la institucionalización de equipos de párrocos y vicarios, por zonas.
*Solicitaban que se reconsidere la decisión del Obispo de dar por concluido el contrato
de varios sacerdotes de la OCSHA (organización española que formaba y enviaba
sacerdotes a Hispano América), en particular el del Padre Néstor García Gómez, con un
inmenso ascendiente en la comunidad de Barrio Godoy.-

Con abundantes argumentos y fundamentación teológica y en los documentos


conciliares, solicitaban una respuesta del Pastor. Hay que decir que el carácter
reservado del documento evidencia el deseo originario de los sacerdotes de obtener
algunos resultados positivos de su planteo.- En la primera quincena de Noviembre
Mons.Bollatti hizo conocer el planteo ante todo el clero de la Arquidiócesis en una
reunión habida en la Casa de retiros de “Fátima”, lo que molestó grandemente a los
firmantes del documento que pretendían un entendimiento con el Obispo en tanto que
entendían que al hacerlo público y refutarlo ante todo el presbiterio podía entenderse
que se trataba de poner al resto del clero en su contra.

El 22 de noviembre de 1968 Mons.Bollatti recibe a los firmantes del pedido. Concurren


28 sacerdotes.- Luego de un prolongado intercambio la reunión termina sin ningún
avance, habiendo ratificado el Obispo lo esencial de sus posiciones , según relataron
luego algunos de los asistentes. Los sacerdotes, luego llamados “disidentes” se reúnen
para examinar los resultados y acuerdan “guiarse directamente por las
recomendaciones del Concilio y del documento de los Obispos Latinoamericanos de
Medellín”.- Lo que significaba un paso más en el distanciamiento con el Obispo, aunque
hasta entonces la cuestión no había tomado estado público en los medios.-

29
Los “disidentes” resuelven además elevar una carta y su documento en una suerte de
apelación a la Asamblea de Obispos Argentinos, que se realiza dos veces al año,
conocida como “Conferencia Episcopal Argentina”, que se reunió a partir del 27 de
noviembre de 1968.- El tono de la presentación ya indicaba un escalón ascendente en el
conflicto ya que calificaba a Bolatti como “Un Obispo desobediente e infiel al espíritu y
directivas de la Iglesia Universal y a las exigencias de descifrar cristianamente, aquí y
ahora, los signos de los tiempos”- No obtuvieron ningún resultado: el Presidente de la
Conferencia Episcopal, Mons. Antonio Caggiano contestó que “No corresponde a la
C.E.A. juzgar a los obispos ni recibir denuncias con los mismos”.-

Hay que decir a esta altura que el resultado de ese desentendimiento significó una gran
pérdida para la Iglesia de Rosario y para la Iglesia argentina.- Creo que inicialmente no
estaba en el espíritu de los disconformes llegar a un punto de ruptura. Y quizá tampoco
en el espíritu del Obispo, pero éste dio prioridad a la reafirmación del principio de
autoridad que, como sabemos, es muy fuerte en la estructura de la Iglesia, sobre todo
en aquella época.- Los sacerdotes que componían el grupo estaba entre los más activos
y brillantes de la Iglesia y se inspiraban en teólogos prestigiosos como Ives Congar, Jean
Danielou y Karl Rhaner, contemporáneos de los actores de aquella disputa y fallecidos
en la década del 90 los dos primeros y en 1984 éste último. Además del ya mencionado
Amiratti se encontraba el teólogo local Ernesto Sonnet, quien también era profesor en
la Facultad de Derecho de la UCA.

Según la investigación ya mencionada de Darío C Casapiccolla los disidentes fueron un


tercio del total de sacerdotes de Rosario (38 fueron los firmantes del primer
documento) y estima que más de un 50% se solidarizó con el Obispo, en tanto que un
20% permaneció sin tomar posición o simpatizando con los rebeldes sin adherir a la
radicalidad de sus planteos ya que pretendían los mismos cambios aunque solo dentro
de la Institución.- Entre estos se encontraban sacerdotes del prestigio de Tomás
Santidrian y Rogelio Barufaldi, quienes intentaron gestiones de mediación, junto a
grupos de laicos e incluso algunos obispos. Lamentablemente sin resultados.

En los meses de enero y febrero de l969 los “disidentes” elevan sus reclamos, con copias
de todos los antecedentes al Vaticano, para que sea dirimidos por el Papa Paulo VI.-
Para entonces el conflicto tomó estado público.- Numerosos laicos de distintas
comunidades se suman al reclamo de los sacerdotes.- Se imprimen volantes que se
distribuyen en la puerta de las Iglesias y hasta se realizan proclamas a viva voz dentro de
los templos.- La cuestión comienza a tomar visos de irreversible.- Los grupos
reclamantes llegan a pedir la “renuncia del Señor Obispo”

También se forma un importante frente de apoyo a Mons.Bollatti, entre los que se


incluyen unos 80 presbíteros, el movimiento cursillista y grupos de laicos ligados al
Obispado.- El 23 de enero aparece un artículo en el Diario “La Capital” en el que se
detalla elogiosamente la obra de Mons.Bollatti, tales como la creación de una veintena
de vicarias (futuras parroquias), dos facultades, colegios y tareas sociales en algunos
barrios.- Evidentemente el Diario estaba a favor de obispo en esta “tenida”.

El 4 de febrero aparece un artículo en la revista política más importante de la época,


“PRIMERA PLANA” menciona el conflicto y hace referencia al caso del Cura Santiago Mc
Guire, quien había desarrollado una intensa labor de promoción social en el
denominado barrio “Villa Manuelita” donde atendía la Capilla “Nuestra Señora de Itatí”
y donde muchos cristianuchos de la época concurríamos a colaborar..- Mc Guire, que
vivía en condiciones muy duras, apresuró los tiempos , formó pareja , se distanció de la
Institución eclesial y se casó sin esperar los trámites canónicos de reducción al estado
laical.

30
El último gesto que podría haber significado una “reconciliación” fue también en el mes
de febrero cuando Bollatti dio a conocer una Pastoral al inicio de la Cuaresma en la que
utiliza un lenguaje más amigable con las posiciones conciliares, que “Primera Plana2
interpretó como un “intento de reconciliación”.- Lo que ahogó esta última posibilidad
fue la situación en Barrio Godoy.- Néstor García había tenido que regresar a España.- La
comunidad del Padre Néstor se sigue reuniendo por su cuenta, con la concurrencia de
otras comunidades cristianas, de muchos jóvenes.- Otros sacerdotes, entre ellos
Francisco “Pancho” Parentti, realizan las celebraciones.- El Arzobispo envía a dos
sacerdotes de su confianza (el P. Kessaing y el P.Lester Novello) a celebrar la misa en
una suerte de “intervención” de la Capilla.- Unas 100 personas del Barrio impiden la
celebración.- Entre ese numeroso grupo de fieles se encontraban dos sacerdotes:
Francisco “Pancho”Parentti y José María “Pepe” Ferrari.- El tumulto es tal que terminan
todos en la Comisaría.-

Como consecuencia de estos incidentes los curas Francisco Parentti y José María Ferrari
son “suspendido A Divinis” por Mons.Bolatti.- La suspensión significa la prohibición de
realizar actos litúrgicos válidos de cualquier tipo para la Iglesia Católica.-

Ya en un intento “in extremis” el día 11 de marzo un grupo de sacerdotes piden una


audiencia al Obispo para tratar la grave situación.- Después de tres horas de espera se
retiran sin ser recibidos.- El día 14 de marzo, luego de varias reuniones de deliberación,
los curas “rebeldes” votan y deciden, por 21 votos contra 4, presentar su renuncia a los
cargos que tenían en el Arzobispado de Rosario.- Bien aclarado que hasta entonces no
renunciaban a su condición de sacerdotes, sino a los cargos que les había asignado la
Jerarquía de Rosario. Luego de esa votación son 27 los sacerdotes que presentan sus
renuncias y lo comunican a la prensa.- Luego, se suman tres sacerdotes más.

En el texto de la renuncia hacen referencia a la completa “falta de diálogo” con el


Obispo, a la “actitud insensible, fría e indiferente” del mismo y dadas las profundas
diferencias en cuanto al modo como se conducía la Diócesis “no serían cómplices de una
situación de injusticia y pecado”. Bolatti contestó con una carta personal a cada uno
llamándolos a la reflexión y pidiéndole que cada uno , ratifique o rectifique lo que
habían firmado en el documento común de renuncia.

En una carta hecha pública por los renunciantes aclaran que confirman la renuncia, pero
que es a los cargos diocesanos, no al sacerdocio.- No obstante, como veremos, el
camino seguido por ellos fue muy diverso: algunos, como Amiratti, pasaron a otras
diócesis. Varios con el tiempo se casaron y otros siguieron ejerciendo el ministerio a su
modo, al margen de las normas oficiales de la Iglesia.

Francisco Parentti y Sonnet fueron separados como profesores de la UCA.- Por su parte
el 25 de marzo 70 presbíteros firman un escrito de adhesión al Obispo en un acto
realizado a tal fin en la Catedral.- Al día siguiente, con ese apoyo bajo el brazo,
Mons.Bollatti, viaja a Roma.

Por otro lado también se produce una declaración de 53 sacerdotes, que sin adherir a la
renuncia de sus compañeros de ministerio rechazan las acusaciones que se les hacía de
profesar la ideología marxista.- Dice esa declaración, en su espíritu, que los firmantes
dan fe de que los sacerdotes renunciantes “no son marxistas ni actúan siguiendo una
ideología política” sino que obran de buena fe buscando lo mejor para la Iglesia.

En la última etapa crítica de ese explicable pero lamentable enfrentamiento, se produjo


una enorme repercusión mediática del conflicto tanto en diarios locales como
nacionales.- Hubo una “guerra” de comunicados tanto a favor como en contra del
Obispo.- Entre ellos quiero destacar, para mostrar cómo se interrelacionaban los
conflictos, un comunicado de apoyo a los curas renunciantes del “MOSIC”(Movimiento

31
Social de Inspiración Cristiana) de la UCA, del cual el suscripto fue miembro fundador y
a la vez destacar la existencia de un comunicado de apoyo al Obispo por parte del
“Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la UCA”, que como expliqué en
capítulos anteriores era controlado por el grupo que lideraba Eduardo Marquard.

Volviendo al conflicto y su desarrollo en la etapa final, hubo todavía un intento de


mediación llevado adelante por el Padre Silvio Bissi, por el Padre Tomás Santidrian y
por el cura Salesiano y reconocido escritor Néstor Gastaldi. Por entonces las posiciones
se habían vuelto irreversibles.- Sobre todo después del viaje de Mons.Bollatti a Roma.

Mons.Bollatti tardó en ser recibido en Roma.- Finalmente fue recibido por Paulo VI el 5
de mayo .- El Papa de la “Populorum Progressio” y de gran parte del Concilio Vaticano II,
apoyaba los cambios pero temía que la Iglesia entrara en un tembladeral. El soporte de
los cambios reposaba en sostener la autoridad de los obispos y esto lo mantuvo Paulo VI
tanto en los casos de obispos conservadores como Guillermo Bollatti como en el caso de
obispos “tercermundistas” que eran acechados por grupos conservadores.- Este criterio
papal selló la suerte de los sacerdotes renunciantes de Rosario.-

El 15 de mayo de 1969 Paulo VI dirigió una carta específica sobre el conflicto de Rosario
“exhortando a la unidad en torno a la autoridad del Obispo”.- Aunque por otra parte
hacía un llamado al obispo “a dar cabida a las peticiones y propuestas” “para la
renovación y adelanto pastoral que debe promoverse a ritmo creciente en la
Arquidiócesis, según el Concilio Vaticano II”.- En un párrafo refirió que “ante la
inquietud y la impaciencia” de los sacerdotes aconseja al Obispo “que llame a los
sacerdotes y los escuche” acogiendo “las ansias de renovación legítimas”.

Este pronunciamiento del Papa, si bien contenía una implícita crítica a la falta de diálogo
y de renovación en la Arquidiócesis, definía que toda renovación siguiendo al Concilio, la
que era expresamente solicitada, se haga en torno a la autoridad del Obispo.- No era
esa la pretensión de los sacerdotes renunciantes ya que lo que se pretendía era la
sustitución de Bollatti, tal como había ocurrido, con cierto tiempo mediante, en los
casos antes referidos de Mendoza y Jujuy.-

Con la carta del Papa a la vista Bollatti convoca a una reunión conjunta con todos los
renunciantes el día 6 de junio.- Asisten 27 y los voceros que hablan por ellos son
Amiratti, Parentti y Sonnet.- En esta última reunión pudo haber un acercamiento a la luz
de las recomendaciones de Paulo VI.- Pero había una cuestión en la que el Arzobispo se
mantuvo intransigente: la terminación del contrato con los sacerdotes españoles y su
consecuente expulsión de la diócesis.- La reversión de este punto era un tema esencial
para que los renunciantes dejen de serlo y vuelvan a sus funciones en la diócesis..- Este
fue el punto que, después de casi tres horas de intercambio, terminó por dinamitar los
puentes en aquel conflicto.- Así el 21 de junio de 1969 todos los sacerdotes en conflicto
ratifican las renuncias diciendo, entre otros fundamentos, que “no han desaparecido
las causas que motivaron las renuncias, sino que por el contrario se han agravado…”
Salvo el presbítero Arnaldo Clavijo, que no ratificó la renuncia, fueron aceptadas 28
renuncias.- El 28 de junio Mons.Bollatti informa que “se había visto en la dolorosa
obligación de tener que aceptar las renuncias ….” “por ser la tercera vez que le eran
elevadas…” Y agregó que estaba dispuesto a aceptar en la diócesis a aquellos de los
renunciantes que en el futuro “ aceptaran su autoridad”. Al respecto reiteraba su
“disposición al diálogo en forma personal”.

Entre los renunciantes que más actuaron en Rosario se encontraban: Armando


Amiratti, Juan Carlos Arroyo, Nestor Ciarnello, José María Ferrari, Oscar Lupori,
Marcelo Maurizzi, Ricardo Giaccone, Francisco Parenti, Luis Parenti, Angel Presello,
Antonio Ferian, Ernesto Sonnet, Julio Pecci, Emilio Tettamanti, Natalio Torresi,
Eduardo Muré y Fernando Varea.- A los que deben sumarse varios otros que tenían

32
asignadas funciones en Parroquias de pueblos vecinos y algunos españoles entre los que
puedo mencionar a Isidoro Toledano (Vicaría Medalla Milagrosa) y Pedro Medina
(Soldini).-

Después de tan desgastante y prolongado conflicto, que involucró a sacerdotes,


religiosos y laicos, dividiendo las aguas de un modo nunca visto antes en la Iglesia, el
Obispo designó nuevos titulares en parroquias, vicarías y otras funciones que ocupaban
los renunciados.- En general la nueva situación fue siendo aceptaba y los renunciantes
comenzaron a tomar nuevos rumbos a los que me referiré más adelante.

La “pueblada” de Cañada de Gómez: El carisma del cura Amiratti, muy querido y


respetado en Cañada de Gómez, donde era párroco de la Iglesia de “San Pedro”, generó
una reacción generalizada de toda la comunidad cuando Bollatti pretendió designar
como reemplazante al monje Fray Román de Montevideo.- La Iglesia fue ocupada y una
verdadera multitud impidió al nuevo titular tomar posesión de su cargo.- Todas las
fuerzas vivas de la Ciudad, no solo los católicos practicantes, se manifestaron a favor de
la continuidad de Amiratti.- Llegaron a haber manifestaciones de hasta 4000 personas
según los medios, en especial el diario “La Estrella de la mañana” que estaba
decididamente encolumnado contra la posición del Obispo y a favor de los sacerdotes
renunciantes, en particular del Padre Armando Amiratti.-

Los abogados José García Montaño y Pedro Chiesa (que formaban una apoyatura de
laicos para el Obispo, entre los que destacaron Walter Grisolía, Mario Strubbia y Pedro
García, entre otros) efectuaron la denuncia por la ocupación del templo y logran que
unos 70 efectivos policiales intervengan para que puedan poner en posesión al nuevo
titular designado desde Rosario.- Ese día por la tarde se produce la mayor manifestación
que habría llegado a unas 4000 personas.- Son interceptados por la Policía y se produce
una reacción con barricadas.- Hubo gases lacrimógenos y disparos con un saldo de
cuatro heridos de bala y 29 detenidos.-

Como reacción a esta insólita situación para un conflicto intereclesial, se produce un


paro general el día 22 de julio, con un acatamiento completo, incluídas empresas y
comercio.

A partir de estos gravísimos incidentes el padre Amiratti comenzó a dar misas con gran
concurrencia en una fábrica abandonada, en tanto que Fray Román de Montevideo,
muy aislado quedó a cargo formal de la Iglesia de “San Pedro” hasta ser reemplazado
poco tiempo después por otro sacerdote.- Por su parte Amiratti, que, una de cal y
una de arena, recibió una bendición papal en noviembre del mismo año 1969, fue
admitido en la diócesis de La Rioja en el año 1972.-

Consecuencias de la resolución del conflicto: El modo como se resolvió el prolongado


conflicto con “los curas renunciantes” significó un duro golpe para la Iglesia católica de
Rosario que perdió casi una treintena de sacerdotes, algunos de ellos entre los más
carismáticos y activos con que contaba la diócesis.-

Para el grupo de sacerdotes y para los laicos que nos encontrábamos en ese sector de la
Iglesia significó una dura derrota y un camino de paulatina dispersión que concluyó en
historias diversas, algunas bastante dramáticas.-

Puedo dar testimonio, ya que conocí y traté personalmente con prácticamente todos los
renunciantes que he mencionado, que tenían una fuerte vocación sacerdotal.- Muchos
de ellos siguieron realizando actos litúrgicos para grupos o comunidades privadas, al
margen de la legislación canónica.- Esa situación se prolongó hasta los primeros años de
la década del 70.-

33
Al quedar fuera de la Institución “Iglesia”, al menos de su obispado, los curas
renunciantes quedaron bastante desamparados, con problemas de subsistencia y con
una vocación sacerdotal que quedaba “en el aire”.- Varios pasaron a otras Diócesis que
los recibieron, como es el caso de Amiratti en La Rioja o Varea en San Nicolás. Algunos
con el tiempo fueron readmitidos en la propia diócesis de Rosario.-

Pero más de la mitad de los renunciantes formaron parejas y se casaron.-No puedo


dejar de recordar que durante el conflicto con el Obispo los “renunciantes” y las
“comunidades cristianas” recibieron la visita de Jerónimo Podestá, junto a su esposa
Clelia Luro, el cual había tenido que renunciar como Obispo de Avellaneda, en l967, por
su pública relación con Clelia.- El primero de los renunciantes de Rosario en casarse fue
Francisco Parenti quien contrajo matrimonio con Elvira Carlino, que había formado
parte de las llamadas “Comunidades Cristianas” y era a su vez hermana de Nani Carlino,
esposa de Fernando Lagruta, dirigente del Isceap, muerto luego en combate cuando
tomó el camino de las armas.-

Varios de los sacerdotes del conflicto tomaron compromisos con causas sociales o políticas.-
En el caso de Oscar Lupori se convirtió en un referente de grupos vinculados a la
reivindicación de los derechos humanos y el ecumenismo.- En el caso de Néstor Ciarnello,
que también se casó, con el tiempo se convirtió en la “mano derecha” del Padre Tomás
Santidrian en una inmensa obra a favor de niños y ancianos desamparados en la ciudad de
Rosario.-

La militancia de los renunciantes lo fue mayoritariamente por caminos pacíficos, que


significaron, o bien una continuación de su vocación religiosa, o bien diversas formas de
militancia social , política o de derechos humanos.- Aunque en algunos pocos casos
participaron o colaboraron en forma directa o indirecta en las organizaciones armadas que
actuaron en la década del 70, sobre todo las de origen peronista, como es el caso de las FAP
o Montoneros.

Varios de los curas que se cansaron siguieron siendo referentes espirituales y personas
de consulta y de consuelo en momentos difíciles para quienes fueron sus feligreses o
sus amigos, a pesar de estar casados.- Precisamente una de las reflexiones que surgen
evidentes de aquel conflicto es si el celibato sigue estando justificado y si sigue siendo
útil a la Iglesia.-

Hoy, cuando resulta muy difícil encontrar sacerdotes católicos con tiempo disponible
para atender enfermos o asistir a familias cuando pierden un ser querido, se plantea
más que nunca la necesidad de recordar que el celibato solo fue obligatorio en la
Iglesia tres siglos después de su fundación y que Jesucristo cuando reclutaba a sus
discípulos y apóstoles no les preguntaba si tenían o no mujer.- Al punto tal que un
pasaje de las escrituras habla de “la mujer de Pedro”, lo que significa que nada menos
que el primer Papa habría sido casado. De haber existido, al menos como una
alternativa entre otras, la posibilidad de ejercer el ministerio sacerdotal haciéndolo
compatible con el matrimonio, varios de los sacerdotes renunciantes de Rosario,
hubieran seguido siendo extraordinarios sacerdotes de la Iglesia Católica.

VIII.-MOVIMIENTO DE SACERDOTES DEL TERCER MUNDO (MSTM)- SU PRESENCIA EN


ROSARIO.-

El denominado ”Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo” tiene un inicio


embrionario en l967 a partir de un documento dado en Roma, en el post-concilio, por
dieciocho obispos latinoamericanos liderados por el influyente y comprometido obispo
de Recifes (Brasil) Dom Helder Cámara. El documento trataba de traducir las

34
conclusiones del Concilio a las duras realidades que afrontaba la Iglesia en
Latinoamérica.

En Buenos Aires el Pbro.Miguel Ramondetti , que en algún momento trabajó como cura
obrero en “La Paternal” y luego ejerció su ministerio en la diócesis de Goya, comienza,
junto a otros sacerdotes a difundir el documento de los 18 obispos latinoamericanos.-
Lo hicieron por carta centenares de curas de todo el país.-

El propio Ramondetti cuenta cómo comenzaron a recibir, por la misma vía, adhesiones
al documento y solicitudes para que se promoviera una reunión para hacer efecto el
apoyo a la iniciativa de aquellos obispos. Así se realiza la primera reunión en Córdoba,
en l968, la que sería el puntapié inicial del “Movimiento de Sacerdotes para el Tercer
Mundo”.-

Los adherentes eran curas de parroquias populares, principalmente, aunque hubo


muchos integrantes que cumplían muy diversas funciones en la Iglesia, incluso en
Parroquias situadas en zonas no tan populares.-

El movimiento contó con el apoyo y simpatía de algunos obispos, como fue el caso de
Devoto, Novak, Hessayne, Angelelli, Ponce de León, entre los más comprometidos y
con el acompañamiento o tolerancia de algunos otros.-

Sin pretender un desarrollo extenso sobre este Movimiento, sobre el que se ha escrito
mucho, digamos que de alguna manera pretendía aplicar radicalmente ciertos
lineamientos emergentes del Concilio Vaticano II, de la Encíclica “Populorum
Progressio”, de las directivas del Celam en Medellín y del ya mencionado documento de
los 18 obispos latinoamericanos.

Tomaban como inspirador el cristianismo de los primeros siglos.- Esas comunidades


fundadas en la fe comprometida hasta arriesgar la vida frente a los emperadores, en la
austeridad, en compartir los bienes materiales y las vivencias existenciales.- Todo eso,
rescatado por los mencionados documentos recientes , llevaban a una Iglesia
comprometida con los pobres y resistente frente a los gobiernos militares, que eran un
lugar común en la América del sur en esos años.-

Obsérvese que ese Movimiento es coincidente con una variedad de otras iniciativas y
cambios que se vivieron en el seno de la Iglesia y en la sociedad toda en esos años.- Si
tenemos en cuenta lo que venimos analizando en este trabajo testimonial, veremos
cómo en Rosario y en el país, en la segunda mitad de la década del 60 del siglo pasado,
se producen iniciativas de laicos cristianos como el ISCEAP, que fue pionero en
replantear muchos paradigmas, la rebelión en la Acción Católica, el nacimiento de un
Movimiento Estudiantil contestatario en la Universidad Católica, los Campamentos
Universitarios de Trabajo(CUT), y el fenómeno de los curas renunciantes en la diócesis
de Rosario.- Todo ello envuelto en un fenómeno más amplio y que involucraba a la
sociedad argentina toda ya que 1969 es el año del denominado Cordobazo, de las dos
puebladas estudiantiles y obreras conocidas como los dos rosariazos.

Precisamente lo que me ha llevado a plasmar por escrito estas reflexiones, o si se quiere,


este testimonio, es que de una u otra manera participé en todas esas experiencias.- Y al
cabo del tiempo he creído oportuno efectuar una reivindicación de muchas de esas
experiencias, pero dejando en claro también que la reflexión esta lejos de excluir la
autocrítica y el reconocimieno de errores. Sobre todo a la luz de los terroríficos hechos
ocurridos a partir de l976 que costó la vida a tantos amigos y compañeros, que quizá
estarían con nosotros si hubiéramos tenido una formación menos fundamentalista.-
Pero eso formará parte de las reflexiones finales de este trabajo.

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A los “Curas del Tercer Mundo” me referiré solamente en relación a su incidencia en la
ciudad de Rosario.- Podemos decir sin lugar a equivocarnos que la expresión en esta
ciudad del MSTM fue el movimiento de curas que participaron en el conflicto con
Mons.Bollatti.- De los denominados renunciantes no todos tuvieron que ver con el
MSTM, pero podríamos decir que de esa treintena de curas la mayoría estuvo vinculado
o simpatizaba con el Movimiento.

En Rosario se produjo también uno de los hechos más impactantes que involucró a los
Curas del Tercer Mundo.- Ocurrió en agosto de l971: cuatro sacerdotes que habían
formado parte de los “renunciantes”, pero que habían continuado su labor social e
incluso religiosa en Rosario, ya al margen del obispado, fueron detenidos bajo la
acusación de realizar actividades funcionales a los movimientos subversivos.- Los
cuatro encarcelados eran Santiago Mc Guire, José María Ferrari, Juan Carlos Arroyo y
Néstor García Gómez, este último uno de los curas españoles que había sido devuelto a
España por decisión de Mons.Bollatti y que al tiempo volvió para radicarse nuevamente
en “su” Barrio Godoy.-

Santiago Mc Guire desarrollaba una fuerte actividad social en “Villa Manuelita” con una
posición muy radicalizada y fuertemente contestataria contra la dictadura militar y la
jerarquía eclesiástica.-

Lo mismo cabe decir de José María “Pepe”Ferrari, que además de su fuerte


compromiso social, formaba parte de una familia, toda creyente y católica, pero
igualmente jugada a favor de las causas sociales y , ya a esta altura, también política.-
Conocí a esa familia tan particular en la que además del Cura sus padres y numerosos
hermanos estaban jugados por sus convicciones.- Uno de los hermanos, Gerardo
Ferrari, murió en Buenos Aires,en l969, bajo balas policiales, siendo un combatiente de
las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) .- El velatorio realizado en la casa de los Ferrari en
Av.Uriburu y vías del Ferrocarril Mitre, fue un hecho conmocionante y al que asistió
mucha militancia “cristianucha”. Después de la muerte de Gerardo toda la familia
Ferrari fue perseguida.- Sus padres fueron detenidos y en 1976 su hermana Ana fue
secuestrada y torturada.-

El otro detenido, Juan Carlos Arroyo, era un cura muy carismático y con fuerte influencia
sobre sectores de la juventud.- Fue uno de los profesores de aquel emblemático ISCEAP
al que me referí anteriormente.-

En septiembre de l971 se produce un encuentro de “Curas del Tercer Mundo” en


Rosario.- El encuentro tiene lugar inicialmente en Granadero Baigorria, en instalaciones
del complejo “Eva Perón” del cual era capellán el cura Sonnet, uno de los renunciantes.-
Allí se acuerda un acto de solidaridad con los curas que habían sido detenidos , de los
cuales aún permanecía en prisión Santiago Mc Guire.-

Para hacer efectiva una protesta pacífica organizan una “marcha de silencio”o “jornada
de oración”.- Se congregan en la plaza 25 de mayo , frente a la Municipalidad y la
Catedral.- Al parecer hubo una denuncia de un Obispo auxiliar, Desiderio Colino, en
prevención por la posible toma de la Catedral.- La policía entonces decide impedir el
acto.- Quien dirige la represión es nada menos que el Comandante de Gendarmería
Agustín Feced, el que era entonces Jefe de la Policía y volvería a serlo luego del golpe de
l976.-

En la protesta participaban 50 sacerdotes.- Al no dispersarse son rodeados por la


guardia de infantería y acorralados contra las verjas de la Casa Parroquial de la
Catedral.- Allí , como toda respuesta, comienzan a rezar el “Padrenuestro”. Entonces la
Policía comienza a practicar algunas detenciones, mientras otros quedaban en situación
de poder retirarse.-

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Sin embargo los que no habían sido detenidos toman una determinación: “Si se llevan a
algunos, que nos lleven a todos”. Y , para sorpresa de la Policía, comienzan a meterse
solos en el camión celular.- Así se produce un hecho pocas veces visto : cincuenta
sacerdotes presos, primero en comisarías y luego conducidos a los galpones de la
Guardia de Infantería, en la calle Alem, donde hoy funciona la “Escuela de Policía”.

Los laicos, entre los que me encontraba, comienzan a movilizarse.- Se organiza un grupo
de abogados que nos reunimos en el Estudio de José “Pepe”Guida en una casa de
Av.Pellegrini.- Allí , con la firma del propio Guida, de Antonio Bonifassi y de quien
escribe estas líneas, se interpone un recurso de Habeas Corpus ya que no había motivo
alguno para la detención. Se trataba de una manifestación pacífica cuyo acto más
desafiante consistió en rezar en voz alta el “Padrenuestro”. Estos hechos, incluso
nuestra intervención, tuvo enorme repercusión en la prensa,

Entre los abogados que trabajaron en el tema y firmaron con nosotros telegramas al
Presidente Lanusse y al Ministro del Interior, Arturo Mor Roig y al Cardenal Primado
Antonio Caggiano, estaban también Helio Di Dodo, Jorge D’Oliveira y Eduardo Zanella.-
Los abogados pudimos visitar a los detenidos.- Recuerdo esa imagen única, casi
esperpéntica: Un galpón lleno de curas presos que se acercaban a unos portones de
rejas a través de los cuales les informamos de las acciones legales en curso.- Entre los
presos más o menos la mitad eran rosarinos, varios de ellos “suspendidos” por el
conflicto con el Obispo, como fue el caso de Lupori, Maurizzi, Parenti, Presello,
Ciarnello, Giaccone, Amiratti, Pecci, Tettamanzi, Torresi y Ferian -. De Santa Fe capital
fueron detenidos José María Serra,, Osvaldo Catena y Carlos Aguirre.- Entre los venidos
de otras jurisdicciones recuerdo a Miguel Ramondetti, uno de los fundadores del
MSTM quien vino desde Goya, Rolando Concatti, Domingo Bresci, Luis Farinello,
Francisco Mascialino, Jorge Goñi, Rodolfo Ricciardelli y especialmente a Carlos
Mugica, uno de los indiscutidos líderes del Movimiento, quien había venido de Buenos
Aires en un Renault 4.- Se acercó a mi para decirme dónde se encontraba estacionado
su “Renoleta” en la calle, cerca de la Catedral, para que nos ocupemos del vehículo, ya
que no se sabía cuánto tiempo estarían detenidos.Había también varios venidos de las
diócesis de Avellaneda, Lomas de Zamora, Azul y otras provincias del interior.

En esos días la impactante noticia de cincuenta curas detenidos, (que se encargó de


difundir desde el momento mismo que se realizaba el procedimiento el Sacerdote
Rolando González, encargado de prensa del MSTM y único en zafar de la detención),
atrajo la presencia en Rosario de varios obispos que vinieron a apoyar a los sacerdotes
presos, los cuatro originarios y los cincuenta agregados. Entre esos obispos estuvieron
Carlos Ponce de León, Antonio Devoto, Enrique Angelelli, Antonio Brasca y Gerardo
Farrel.

Finalmente, luego de tres días de detención el Juez ordenó la libertad de los


sacerdotes.- Antes dieron a conocer un documento en el que solicitaban la libertad de
los cuatro sacerdotes presos y denunciaban al gobierno militar por “la bárbara represión
contra el pueblo argentino, detenciones arbitrarias, apremios ilegales, secuestros y
muerte de militantes”.-

De los cuatro curas que habían motivado la solidaridad del MTSM, tres habían sido
liberados con anterioridad y vueltos a detener en ocasión de estos acontecimientos.-, La
excepción de Mc Guire a quien ya se consideraba fuera de la Iglesia y permanecía
preso.- -

Néstor García Gómez , por su condición de extranjero fue luego expulsado del país.-
Este último con el tiempo se casó con la pedagoga María Teresa Nidelcoff, con la que
hasta el día de hoy, con 80 años cumplidos, vive en Madrid.- Néstor García nunca
abandonó los vínculos con sus amigos y feligreses de “Barrio Godoy”. Y ejerció una

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solidaridad activa con quienes nos exiliamos en España después del Golpe de 1976.- Por
su espíritu de comprensión, de “contener” a quienes requerían y aún requieran un
consejo, yo diría que sigue siendo un sacerdote, ahora, casado, aunque acató las
disposición de la Iglesia de apartarlo del ministerio.

En cuanto al MSTM, por dichos de algunos de sus miembros, trató en general de no


involucrarse en conflictos inter-eclesiales, dado que ellos miraban más “para afuera” , es
decir, al aporte que podían realizar para la promoción social o, utilizando un lenguaje de
la época, la “liberación” del pueblo.- El documento que dieron a conocer en ocasión del
encuentro de Rosario, precisamente revela ese direccionamiento hacia la problemática
social y política que vivía el país por entonces con la dictadura del General Lanusse.- De
hecho muchos de esos sacerdotes tuvieron un fuerte compromiso con el peronismo,
como es el caso de Carlos Mugica que incluso acompañó al General Perón en el avión
que lo condujo de regreso del exilio en l972.-

Para un análisis más profundo del MSTM puede consultarse lo escrito por uno de sus
propios miembros, el Padre Domingo Bresci, en “Movimiento de Sacerdotes para el
Tercer Mundo”, publicado por “Centro de Estudios S.J.B”-Bs.As. 1994.- Siendo este
sacerdote alguien que permaneció en el ministerio sacerdotal, podemos adoptar como
síntesis sus palabras al cumplir 50 años de sacerdote: “El Movimiento de Sacerdotes
para el Tercer Mundo buscó una lectura del evangelio encarnada en el hombre e
inspiró a muchos sacerdotes y laicos a comprometerse con la vida de los hombres, sus
anhelos, sus luchas y la búsqueda de justicia y dignidad”.

IX.-LOS “CRISTIANUCHOS” Y EL PERONIMO DE ROSARIO EN LOS SETENTA.

Buena parte de los jóvenes católicos y sacerdotes “progresistas” (de la “Populorum


Progresio”, no la”Escuela de Frankfur”), que en origen( 1965/1969 aproximadamente)
desarrollaban tareas de proselitismo religioso y compromiso social, poco a poco se
fueron inclinando al peronismo.

Las distintas vertientes católicas que he analizado precedentemente , de las cuales he


participado activamente , puedo dar testimonio, fueron una fábrica de militantes y
dirigentes peronistas.-Bien es cierto que con el tiempo las opciones personales se
fueron diferenciando: unos por la vía pacífica de la participación partidaria, sindical,
social ,etc., otros tomando el camino de las organizaciones clandestinas, también
llamadas por Perón “formaciones especiales”.

Así por ejemplo, en aquel “Instituto” pionero que fue el ISCEAP, un alto porcentaje de
sus participantes nos “trasvasamos” en la segunda mitad de la década del 60, al
peronismo.- Varios de nosotros comenzamos en el movimiento estudiantil, para pasar
de allí a la J.P. refundada o revitalizada por esos años y luego a la “Comisión de
Movilización del Movimiento Peronista de Rosario”.Esa fue mi primera experiencia
política fuerte. Otros trabajaron en el “Movimiento Villero” acogido por la CGT de los
Argentinos, como fue el caso de Eduardo Azum.- Algunos, como Hugo Ares, fueron
importantes dirigentes sindicales del peronismo.- O Jorge D´Oliveira, quien estaba
vinculado también al mundo sindical y fue asesor de la Universidad en la década del 70.-
Y , finalmente, algunos tomaron el camino de la lucha armada cuando la dictadura de
entonces dejaba muy pocos caminos de participación.- Entre ellos Fernando Lagruta,
Graciela Siryi, Osvaldo Seggiaro, Pedro Delgado , todos ellos muertos en combate o
desaparecidos. Y otros, que son sobrevivientes , lo sabemos, y algunos que fueron parte
de las organizaciones armadas y nunca lo sabremos porque, precisamente, eran
clandestinas.-

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De la “Acción Católica” también surgieron militantes del peronismo, incluso de los más
radicalizados: baste recordar que Mario Firmenich y varios de los fundadores de
“Montoneros” eran miembros de la Juventud Estudiantil Católica (JEC) y su asesor
espiritual el Padre Carbone, quien también se involucró en la Organización.- El grupo
que organizó “Montoneros” en Córdoba (Vélez, Mazza, Vaca Narvaja, Pujadas,
etc.)pertenecían a tradicionales familias católicas de Córdoba.- En el caso de Mariano
Pujadas(luego muerto en la denominada “Masacre de Trelew”) puedo testimoniarlo ya
que lo conocí en un encuentro de movimientos estudiantiles de Universidades Católicas,
realizado en Córdoba, en un Convento de Monjas, creo que en el año 1968.- Claro que
no todos los jóvenes católicos militantes fueron “Montoneros”. Yo diría que la mayoría
participó del peronismo a través de estructuras políticas, sobre todo juveniles y
sindicales, aunque al acercarse el momento culminante de la lucha contra la dictadura
de Onganía-Levinston-Lanusse, todas las estructuras del movimiento, las tradicionales
tres ramas, más la cuarta (juventud), más las “formaciones especiales”, estaban
relacionadas y eran conducidas por Perón.- Hasta el rompimiento que se produce en
1973.-

También de aquellos “místicos y ascéticos” Campamentos Universitarios de Trabajo


(CUT) surgieron legiones de militantes de estructuras políticas y, como hemos visto,
también de estructuras “militares”, especialmente de “Montoneros”.- Como hemos
visto al explayarnos sobre este Movimiento de estudiantes universitarios, hubo entre
los “campamenteros” un número importante de muertos y desaparecidos.- Si bien el
Padre Jesuíta José María Llorens simpatizaba con el Peronismo en aquellos años finales
de la década de 1960, nunca escuché que alentara el camino de la violencia.- Sí del
forzamiento del “cambio de estructuras”, pero sobre todo a través del compromiso
social y político.- Pero ya veremos cómo el “ascetismo” y el “Compromiso cristiano
radicalizado”, sobre todo en tiempos de dictaduras, puede conducir, y condujo, a salidas
de lucha violenta.- Lo más cuestionable es que muchos siguieron perteneciendo a
organizaciones armadas aún después de instalado el gobierno democrático en 1973. Y
eso ya es una historia muy distinta.

De los “Curas del Tercer Mundo” puedo decir, y esto es público, que algunos de sus
fundadores y referentes más importantes, como es el caso de Mugica, Ramondetti,
Bresci, Mayol, etc. tomaron definiciones a favor del peronismo o directamente
militaron en su favor o con definiciones políticas similares, como es el caso de Luis
Farinello. Iguales inclinaciones se produjeron en buena parte de los “curas renunciantes
de Rosario”.- Precisamente las detenciones de los cuatro curas en 1971 ( Arroyo, Mc
Guire, Ferrari y García Gómez) fue bajo la acusación de alentar grupos sociales o
políticos vinculados a las estructuras de resistencia del peronismo. La misma orientación
y compromiso, a veces abiertamente partidario, a veces a través de orientación a grupos
de jóvenes, tuvieron, doy fe, Ciarnello, Presello, Maurizzi, Arroyo, Parenti y Lupori,
aunque éste último más orientado al ecumenismo y los derechos humanos.

Del “MOSIC”, movimiento estudiantil de la UCA fundado por nosotros, también salieron
varios dirigentes peronistas. Bien es cierto que en el origen todo se orientaba hacia un
cambio de las estructuras y a la participación en la Universidad y en los cambios en la
Iglesia.- Pero hacia 1969, con las enormes movilizaciones sindicales, estudiantiles y de
la población en general contra la dictadura (“Rosariazos”, “Cordobazo”, huelgas de la
CGT) muchos tomaron, algunos ya la habíamos hecho antes, el camino del peronismo
como la herramienta más idónea para terminar con la dictadura.- Incluso varios fueron
montoneros y dieron su vida en ese compromiso, como ya mencionamos el caso de
nuestros compañeros Jorge Araya, Hugo Parente, Roberto Borda y Tina de Grandi.-
Pero este último tema, de cómo y porqué el cristianismo radicalizado pudo conducir a la
lucha armada, será materia de un análisis más detallado y es quizá la reflexión, o el
mensaje, más importante que me impulsó a escribir este testimonio.-

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Muchos de los militantes “cristianuchos” pasamos de experiencias de compromisos
dentro movimientos eclesiales o de centros de estudios, como fue el ISCEAP, a la acción
política en el peronismo que era entonces el gran canal a través del cual podía
desplazarse a la dictadura y llegar a un gobierno democrático de mayorías.- Los
primeros pasos fueron a través de contactos con los movimientos estudiantiles (UEL-
UNE).- Luego pasamos a una etapa territorial vinculándonos a grupos que empezaron
desde abajo a recrear la Juventud Peronista.- En mi caso, junto a Roberto “Chino” Hyón
creamos un grupo que se llamó Juventud Peronista de la Zona Sur.

Ese grupo , cuando todavía la actividad política estaba prohibida, se reunía en un galpón
de chapas en el fondo de la casa de un dirigente de base histórico del peronismo, Don
Victor Giles, que había perdido su trabajo en l955 y que nunca ocupó cargos en ningún
gobierno(salvo haber sido Secretario General de la Secc.21 del PJ), pero que conocía a
fondo el pensamiento de Perón y permaneció leal al mismo hasta su muerte producida
pasados sus 90 años.

Ese grupo de JP de la Zona Sur dio un paso más cuando integramos la “Comisión de
Movilización del Movimiento Peronista” en 1969.- Allí participaron varios de los
militantes “cristianos”, como también lo hicieron en la “CGT de los Argentinos”, ya que
Raimundo Ongaro era un ejemplo cabal de hombre proveniente de las filas cristianas y
a la vez dirigente del sindicalismo “combativo”.-

Con posterioridad el grupo de JP-Zona Sur se unió al grupo de JP-Zona Norte, que
aunque ya rondaba los 30 años , lideraba el legendario Juan Luis “El Chancho”Lucero,
que ya había purgado dos períodos de cárcel , por su participación siendo adolescente
en la resistencia peronista contra el golpe del 55 y por haber sido uno de los integrantes
del intento de guerrilla rural de “Taco Ralo”(Tucumán).- Esta aventura le costó al
“Chancho” tres años de cárcel, luego de que fuera detenido en septiembre de 1968,
junto a los 14 integrantes de ese grupo que se dio en llamar “ Fuerzas Armadas
Peronistas” (FAP), y cuyo jefe fue Anvar “Cacho”El Kadri.

El “Chancho Lucero”, como todos lo conocemos, siempre fue profundamente peronista


y practicante a la vez de una suerte de “mística cristiana”. Precisamente cuando salió de
la cárcel allá por 1971 sobrevivió un tiempo trabajando en una artesanal fábrica de
bloques de cemento que había instalado la familia Ferrari en el amplio terreno en el que
vivían en Av.Uriburu y vías del Ferrocarril Mitre.- En esa bloquera, además del Padre de
los Ferrari y el cura renunciante José María Ferrari, trabajaron otros curas renunciantes,
como Marcelo Maurizzi y Lupori.- Por entonces yo vivía en la zona sur y visité varias
veces esa bloquera que era una suerte de “Jabonería de Vieytes” en la que mientras
fabricaban bloques discurrían sobre los más variados temas sin excluir la teología y, por
supuesto, el peronismo y las luchas contra la dictadura.- Ese fue un verdadero caso
emblemático de cómo la vertiente de militancia “cristianucha” se fue fundiendo con la
resistencia peronista y la “renaciente” J.P.-

Juan “Chancho”Lucero , como dijimos, lidera un grupo de jóvenes de zona norte, entre
los que se encontraban Jorge “El Negro”Bo, “Rulo”Saavedra, Jorge Lelli, Osvaldo
Braccone, Luis Guinda y una importante base de militantes barriales.-

De la fusión del grupo de JP de Zona Sur , de ese importante grupo del “Chancho
Lucero”, de otro grupo llamado “JP del Circulito” porque se identificaba con un círculo
encerrando las siglas “JP” y que lideraba Carlos Nardín , nació la denominada “JP
Regional II”.- Eso fue sobre fines de 1971 y principios de 1972.-

Pero antes de desarrollar lo que fue la relación de la JP-Regional II con la naciente


organización “Montoneros”, quiero reflexionar sobre la etapa en que la militancia
cristiana y los curas del “Tercer Mundo” se involucran en las luchas del peronismo.

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En primer lugar hay que decir, sin lugar a dudas, que el grueso de los fundadores y
cuadros de la Organización “Montoneros” provenían de la militancia católica.- Ya
hemos dicho que el Jefe , Mario Firmenich había sido un dirigente de la JEC (Juventud
Estudiantil Católica) y en el grupo original estuvieron Carlos Capuano Martinez, Norma
Arrostito y Carlos Maguid, Fernando Abal Medina y Carlos Ramus.

Si bien ese grupo se formó en la clandestinidad desde 1969 y la población no tenía


noticias del mismo, el acta de fundación y la aparición en la escena nacional se produce
con el secuestro y ejecución del General Pedro Eugenio Aramburu, hecho ocurrido el 1
de junio de l970.- Esa operación fue realizada, según sus propio autores, como
represalia por la ejecuciones de quienes participaron en la intentona del General Juan
José Valle y especialmente por el fusilamiento del propio General Valle y el asesinato de
varios militantes peronistas en los basurales de José León Suarez, que dio lugar a la
investigación periodística y posterior libro de Rodolfo Walsh “Operación Masacre”.

Simultaneamente en Córdoba se formaba el grupo que confluiría con los anteriores,


liderado por Emilio Maza, Ignacio Vélez, Fernando Vaca Narvaja y Mariano Pujadas,
entre otros, los cuales además de pertenecer a familias católicas tradicionales, se habían
formado, al menos los dos primeros, en el Colegio Militar.

En Santa Fe se integró el “Grupo Reconquista” liderado por Roberto Cirilo Perdía y en


la propia ciudad capital un núcleo proveniente de la Facultad de Ciencias Químicas de la
UNL. Entre ellos, aunque dedicado al trabajo político de superficie, la creación de la JP-
Regional II, quien fuera el Jefe Provincial de la misma y posterior Intendente de la
Ciudad y luego Gobernador de la Provincia, Ing.Jorge Alberto Obeid con quien me unió
una amistad que duró hasta su prematura muerte.

No es mi intención profundizar sobre el Movimiento “Montoneros” en su conjunto,


sobre el que no poseo la suficiente información, sino sobre cómo se produjo el
trasvasamiento de cuadros católicos de la militancia social y/o religiosa a esa
organización armada o a las organizaciones de superficie, en la Provincia de Santa Fe, en
particular en la ciudad de Rosario.-

Un trabajo más profundo sobre el origen de la Organización puede verse en


“Montoneros: el mito de los doce fundadores” de Lucas Lanusse, Javier Vergara Editor
(2005).- Según este autor el nacimiento de Montoneros se profuce por la confluencia de
diversos factores, entre los que destaca los siguientes: 1) El peronismo revolucionario
preexistente. 2) La influencia de la Revolución Cubana, en particular el Guevarismo. 3)
La cultura anti-imperialista existente en la sociedad argentina. 4) Los militantes del
catolicismo post-conciliar (catolicismo renovador) y 5) El clima o caldo de cultivo que
generó el fundamentalismo del General Onganía y la llamada “Revolución Argentina”.

Puesta en marcha la organización armada, sus miembros se lanzaron a la captación de


nuevos militantes provenientes del mundo católico. Yo diría, la principal cantera dado el
tipo de formación ascética y predispuesta a “dar la vida por los demás”.

Al respecto es muy revelador el extenso documento dirigido por la “Organización” a los


“Curas del Tercer Mundo” invitándolos a sumarse o apoyar el camino de la lucha
armada ya emprendido por aquella. Esta firmado por el denominado “Destacamento
Montonero “17 de Octubre” de las Fuerzas Armadas Peronistas” desde la cárcel. Fue
publicado por la revista “Cristianismo y Revolución” en el número de Noviembre-
Diciembre de 1970.- Consta de más de diez páginas y vale la pena detenerse en él ya

41
que sus razonamientos explican lo que pasaba por la cabeza de muchos “cristianuchos”
en esos tiempos de proscripciones, dictaduras y profundos cambios dentro de la Iglesia.

Como premisa afirma que el nuestro es “un pueblo que sufre aplastado por un sistema
inhumano y anticristiano” . Respecto de la Iglesia la define como “Una institución que
esta alejada de esa realidad del pueblo, cuando no enfrentada a él y acomodada en el
sistema que lo oprime.” Sostiene que una conciencia sincera frente al “mensaje del
evangelio lo lleva a enfrentarse con el sistema, a acercarse al pueblo” en tanto que en
ese proceso esa conciencia “siente el límite, la oposición al cambio que ésta (la Iglesia)le
impone”

A continuación afirma el documento, evidentemente redactado por algún sacerdote o


seminarista, que “Nosotros que nos sentimos profundamente Iglesia, pueblo de Dios,
también sentimos el desgarrón de la indecisión y la búsqueda de un camino. Ello nos
llevó a empuñar las armas para enfrentar al régimen y liberar al hombre y al pueblo”.-

Y en ese camino, les dicen a los sacerdotes “queremos hacerles llegar nuestra reflexión,
nuestra visión acerca de esa búsqueda, acerca del papel del sacerdote y la Iglesia en el
proceso revolucionario que estamos viviendo”.

El concepto más significativo para justificar la acción armada gira en torno “al sistema”
ese gran monstruo contra el que debíamos enfrentarnos, como queda plasmado en este
párrafo: “Desde l955 la lucha ha pasado por todos los matices: desde el golpe, hasta la
guerrilla rural y urbana, incluyendo elecciones, huelgas, tomas de fábrica, ingenios,
poblaciones, manifestaciones masivas, etc.-La respuesta ha sido brutal: fusilamientos,
proscripciones, plan “Conintes”, detenciones arbitrarias y masivas, masacre de obreros y
estudiantes” y agrega luego: “El trabajador ya sabe que la culpa de su situación no es
solo del patrón, del dirigente vendido, ni siquiera del virrey de turno, sino del sistema
inhumano y es contra él que se dirige la acción del Pueblo”.

El documento insta a los sacerdotes a romper “la alianza Iglesia-sistema” ya que la


Iglesia “tanto en su estructura doctrinaria…como su estructura institucional están
arraigadas en los poderes y valores del sistema con el que conviven plácidamente”.
Luego hace un llamado a la lucha, ya que “ante un pueblo que sufre pero lucha y marcha
hacia la justicia…..todo aquel que rehúye la lucha es un cobarde, un egoísta.- El
sacerdote que se sumerge en el pueblo , si no quiere ser un anti-signo debe sumarse a
esa lucha”. Ya que “mientras prosiga el sistema el tipo de lucha aislada es ineficaz,
inútil”.- En consecuencia “Tenemos la formidable responsabilidad de ser
revolucionarios, como condición para ser Hombres, Pueblo, Cristianos, Iglesia”.

A continuación se refiere al método o forma de ser revolucionarios y dice textualmente:


“hoy y aquí, lastimosamente la no violencia no puede ser el método para llegar al
cambio necesario” Y ello es así porque “Durante 15 años los métodos no violentos de

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denuncias, huelgas, manifestaciones, elecciones, han sido sistemáticamente aplastados
por la violencia de la represión armada que defiende y sostiene el sistema”.

Formula luego una crítica a quienes no dan el paso a la lucha armada cuando dice: “El
miedo a jugarse la vida y el dejar su “status” es el motivo fundamental que hace que
muchos militantes que se autotitulan revolucionarios…en la práctica se contentan con
los métodos no violentos….y no pasan al enfrentamiento con las fuerzas que sostienen al
régimen”.

Concluye con “…la necesidad imprescindible de la lucha armada revolucionaria”. De


esta forma se cumpliría con el “ pleno contenido evangélico: Amar hasta dar la vida”.
Así “el papel del sacerdote para este Tercer mundo es el de ser testigo de Dios en la
marcha del pueblo. El de asumir hasta sus últimas consecuencias el compromiso con el
pueblo, con su sufrimiento, con su liberación….” Ya que “la lucha del pueblo por su
liberación exige una pronta y eficaz Revolución que termine con esta estructura que lo
ahoga. Y esta Revolución solo es posible por el camino de la violencia, de una violencia
positiva, creadora, llena de don, de construcción y de amor”

Para inquietar aún más las conciencias de los sacerdotes y cristianos a los que se dirige
el documento los acicatea diciendo que “El cristiano no puede contentarse con
cualquier forma de “amar al prójimo” sino que exige la forma total, la más eficiente,
aunque cueste la vida”.

En la parte final la exhortación indica un camino político definido ya que “ Todo ese
anhelo de liberación que tiene el pueblo, toda esperanza de una sociedad mejor y toda la
fuerza de su marcha, no es algo vago, sin nombre, sin que tiene uno bien concreto:
Peronismo”, “que no solo es importante para el sacerdote que busca integrarse en el
proceso revolucionario por el hecho de ser la inmensa mayoría numérica del país, sino
porque su contenido doctrinario responde plenamente a lo que un cristiano puede
aspirar como meta de justicia y de sociedad…”

Y le deja a los sacerdotes a quienes se dirige, una tremenda tarea: “impulsar la


formación de cuadros revolucionarios y combatientes”…”integrar con decisión los
destacamentos del peronismo combatiente” ya que “Saben que esa lucha es violenta,
a pesar del pueblo. Y que es peronista”. Y remata: “Por eso confiamos en que no
retrocederán ante esta exigencia que como hombres , cristianos y sacerdotes, les pide la
conciencia. …..y que pronto los encontraremos en este camino de la guerra del
Pueblo…” .-

Termina tan emblemática llamada con la consigna de la agrupación armada que lo


firma: “Caiga quien caiga y cueste lo que cueste”.

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Decimos que es un documento emblemático ya que refleja el pensamiento subterráneo
que circulaba como poderoso torrente entre muchos sacerdotes y sobre todo entre los
jóvenes militantes católicos.- Y ese pensamiento tan compatible con la predisposición
del cristiano comprometido y jugado a “ inmolarse” prendió en muchos sacerdotes y, a
través de éstos, y también en forma directa, en miles de jóvenes.- Muchos seguimos el
camino de la militancia política contra las dictaduras de entonces. Otros tomaron
plenamente ese llamado a la violencia y muchos de ellos dejaron su vida en ese camino .

Mis palabras siempre serán de respeto y de unción ante tantos compañeros y amigos
que murieron en enfrentamientos o en asesinatos provocados por el terrorismo de
estado.-

La condena total ello no puede obviar nuestra obligación de hacer una autocrítica.-
Hubiera preferido que siguieran otro camino y hubiera deseado profundamente que
siguieran con nosotros, como enseñaba el General Perón: “Que entre la sangre y el
tiempo hubieran elegido el tiempo”. Es decir que si se hubiera desarrollado la lucha por
métodos pacíficos probablemente se hubiera llegado a un resultado positivo ,ya que la
historia de todos modos es irreversible contra los dictadores.- Perón enseñaba que
puede acelerarse la evolución, pero que un salto revolucionario que no siga los tiempos
del conjunto de la sociedad puede terminar en un retroceso que vaya más atrás del
punto de partida anterior a la revolución. Pero este es solamente un deseo, un
razonamiento contrafáctico que tristemente no puede modificar el pasado y que está
sustentado únicamente en el modo que nos hubiera gustado que sucedieran los hechos
para conservar con vida a seres tan queridos y valiosos como muchos de los que
perecieron en la sangrienta década del setenta.

Los amigos y compañeros caídos fueron generalmente los mejores, los más generosos y
comprometidos entre los “cristianuchos” que vivimos aquellos tiempos tumultuosos en
los que la historia viajaba en una dirección unidireccional, que arrastraba sobre todo a
los jóvenes.- Por eso, por sus condiciones humanas excepcionales hubiera preferido un
camino que preservara sus vidas ya que su aporte hubiese sido trascendente en nuestra
historia como país.- Hubiera preferido que “dieran su vida” pero día por día en su patria,
no como mártires.- El martirio fue una realidad para los cristianos del Imperio Romano
porque no tenían otra opción para conservar su fe. En nuestro caso creo que pudieron
existir otras opciones

No sostuve en aquellos años, ni tampoco ahora, otra forma de vida que no sea la
comprometida con el tiempo que nos toque vivir. Comprometida con los semejantes,
con los compatriotas, con los valores humanistas que encierra el mensaje cristiano.-
Pero la violencia ejercida hasta el punto de matar a un semejante es una cuestión muy
ardua y un camino muy difícil de asumir y justificar.- Es cierto que más de quince años
de dictaduras violentas y proscriptivas dieron nacimiento a respuestas del mismo
carácter.- Pero, hoy, sobre todo pensando en el futuro, en nuestros jóvenes y en

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nuestros propios hijos, digo, que solo elegiría caminos de lucha pacíficos, que no mate
al adversario y que preserve también la vida de los que militen por la justicia y la
libertad , aunque si hubiere que optar, siguiendo lo que alguna vez dijo Mons.Helder
Cámara :”Prefiero mil veces ser matado que matar”.-

Admiro a quienes entregaron sus vidas en las luchas contra las injusticias y las
dictaduras, pero ,con los ojos de hoy, no justifico el asesinato de un semejante en
ninguna circunstancia.- Como dijo el General Perón cuando recibió a los diputados de la
J.P. que no querían votar las modificaciones al Código Penal contra el terrorismo
practicado contra la democracia: “Un crimen es un crimen cualquiera sea la motivación
con que se lo cometa.”

Y lo que merece un capítulo aparte, y que no tiene explicación ni justificación alguna,


como veremos más adelante, fue la decisión de aquellos que mantuvieron la
organización armada e incluso realizaron cruentas acciones armadas en plena
democracia, entre l973 y l976.- ¿ Pero como llegamos a ese extremo ?

Dijimos que la corriente que llevó al grueso de la militancia “cristianucha” al


compromiso político comenzó a tomar dos caminos: una mayoría optó por encuadrarse
en la Juventud Peronista, recreándola dentro de un esquema nacional de “Regionales”.-
Nosotros organizamos la JP-Regional II, lógicamente junto a otros militantes y
referentes del peronismo de los barrios que no tenían una militancia en grupos
católicos.-Ocurre que este trabajo pretende mostrar específicamente el camino seguido
por nosotros “los cristianuchos” en las décadas de los 60 y 70, sin por ello menoscabar
el rol de grupos históricos del peronismo como fue el MJP(Movimiento de Juventud
Peronista), grupo de juventud muy anterior a la Regional II o el FEN (Frente Estudiantil
Nacional), que originariamente se definía como “marxista-leninista” pero que antes de
1970 ingresó a la “Comisión de Movilización del Movimiento Peronista de Rosario” y
compartió desde entonces las luchas peronistas asumiendo poco a poco íntegramente
el pensamiento de Perón

Otros militantes provenientes de los grupos católicos, ya analizados en este trabajo, se


fueron integrando a organizaciones armadas, primero las FAP y luego la naciente
“Montoneros”. Lo fueron haciendo silenciosamente, incluso para sus conocidos y
amigos, teniendo en cuenta que se trataba de organizaciones clandestinas.- Como
sabemos, tanto en Argentina como en Argelia, Irlanda, Uruguay, etc. estos grupos
armados siguen una estructura de células “tabicadas”, de modo que si bien podíamos
suponerlo, los que militábamos en la “superficie política”, no sabíamos exactamente
quienes y cuantos habían pasado a la clandestinidad.-

Sin embargo puedo testimoniar y explicar cómo la Organización Montoneros y la JP-


Regional II , no eran organizaciones completamente ajenas sino con vasos
comunicantes.-

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La JP-Regional II, en su capítulo de Rosario, tenía un comando de siete miembros que
habitualmente se reunía en mi casa (y Estudio) de calle Italia N° 2481 .- Lo integraban un
representante por las Zonas Sur, Norte, Oeste y Centro, de Rosario, un representante de
la JUP (Juventud Universitaria Peronista)que en algún momento representó Lato
Ferrarons , uno de la JTP (Juventud Trabajadores Peronistas), que representaba el
ferroviario Luis Guinda, y quien esto escribe que oficiaba de coordinador..-

Es necesario decir que esa JP es de existencia anterior a la aparición pública de


Montoneros, es decir que no fue una creación de éstos.- Lo que sí es cierto que ya
avanzado el año 1971 apareció por mi Estudio un cordobés que se identifícó como
“Pucho” que solicitaba una coordinación de tareas entre la JP y la “Orga” de la que él
formaba parte, ofreciendo apoyo financiero para la realización puntual de actos, con
presentación previa de presupuesto.- Lógicamente yo no debí ser el único contactado,
por lo que esa relación fue aprobada por la conducción de la JP y se mantuvo hasta la
ruptura producida entre diciembre de 1973 y enero de 1974, como detallaré más
adelante. El “apoyo” financiero a la JP, hasta donde yo sé ocurrió en algunos actos como
uno de lanzamiento hecho en el Estadio del Club Argentino, otro en “Central Córdoba” y
otro ya en la campaña del “Tío Cámpora”, realizado en el entonces Cine-Teatro “Real”,
de Bv.Oroño y Salta de Rosario.

Por lo que yo puedo testimoniar la presencia de “Montoneros” en Rosario comenzó a


partir del “traslado” de algunos cuadros de la pre-existente organización en Córdoba.- El
que cumplió un rol importante en Rosario algún tiempo después fue Fernando Vaca
Narvaja, al que entonces conocíamos con el nombre de “Gustavo”.-

Para que se aprecie la relación de la “Montoneros” con los grupos de “Comunidades


Cristianas”, “Gustavo” conoció a la que he sido su mujer creo que hasta la actualidad, la
“Gringa”, de apellido Fleming, hermana de Catalina Fleming, esposa de Carlos María
Araya (desaparecido), el cual era a su vez hermano de Jorge Araya , el que había
comenzado a militar con nosotros en la UCA y luego participaba de las Comunidades
Cristianas que se reunía en casas de matrimonios jóvenes, entre ellas la mía. El asesor
espiritual y estrecho amigo de Jorge fue Nestor Ciarnello, que a su vez había sido uno
de los curas renunciantes.- Si bien no puedo decir exactamente en qué momento Jorge
pasó a la lucha armada, porque esa decisión se guardaba muy secretamente por razones
de seguridad, sí intuí ese momento porque se apartó de todas las actividades políticas
y/o “cristianuchas” que se realizaban en “superficie”.-

Jorge Araya no fue un militante más. Terminó siendo el jefe, o uno de los jefes, de
Montoneros en Rosario.- Es un caso significativo dado que provenía de dos familias más
que tradicionales y ricas de Rosario.- Su abuelo Inri Araya fue fundador del pueblo
“Inriville” donde la familia tenía grandes extensiones de campo.- En el casco de la
estancia de Inriville velaron a la madre de Jorge , de la familia “Echesortu”, a quien
llamaban “Chichita”.- Con un grupo de compañeros asistimos a ese velatorio, así como

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también él asistió con su primera novia y esposa, María Cristina Rolle Rizzo Patron
(“Quini”) a mi casamiento y nosotros al suyo, que se celebró en los salones del Golf Club
del Swift.- Quini también era de una familia muy tradicional. También fue militante y
después de la separación de Jorge hizo pareja con el médico Jorge Francesio, otro
militante católico que militó en Montoneros. Ambos , hasta donde sé, están
desaparecidos.

Pero no solo fueron cordobeses los “trasladados” a Rosario. También hicieron una
“irrupción” importante y protagónica en la actividad de Montoneros en Rosario, varios
santafecinos, algunos de la ciudad Capital como dos hermanos a quienes conocimos con
los nombres de “Chacho” y “Bhúo” y que con el tiempo supimos que eran de la familia
Molina, también católicos muy conocidos de Santa Fe.- Su padre fue profesor de
Derechos Reales de la UCA y eran familiares directos de Lucio Molina, ex gobernador de
Santa Fe y el también conocido Fiscal Molina, del que creo eran sobrinos.

Otro de los que actuó en Rosario durante bastante tiempo fue Roberto Cirilo Perdía, a
quien entonces solo conocíamos como “Pelado” o “Sábalo”, que había sido uno de los
fundadores de la Organización liderando el llamado “Grupo Reconquista”, ya que él
provenía del norte de la Provincia donde los grupos católicos tuvieron un gran
protagonismo militante a través de las denominadas. Con él, lo mismo con todos los
antes mencionados tuve diversos contactos relacionados con los vínculos que existían
entre las Regionales de la JP y la “Organización”.- Algunas anécdotas, muy
representativas de aquel momento histórico, relataré más adelante.

No he pretendido en modo alguno contar una historia completa de un período tan


dramático y rico en acontecimientos, sino solamente dar mi testimonio e identificar el
hilo conductor de cómo unas vocaciones de origen religioso, concretamente católico, se
trasvasaron al mundo de la política y aún de los grupos armados. Porqué y cómo ocurrió
eso y sus consecuencias, dará lugar a las reflexiones finales de este trabajo.-

X.-EL ADVENIMIENTO DEMOCRATICO Y LA RUPTURA CON LOS GRUPOS ARMADOS

El 11 de marzo de 1973 , después de una campaña plena de mística y militancia juvenil,


triunfa la fórmula Cámpora-Solano Lima, a la que había recurrido Perón ante la cláusula
proscriptiva de Lanusse que lo obligaba a retornar al país antes de una determinada
fecha.- En esa misma elección fui elegido concejal de la ciudad de Rosario habiendo
integrado las listas del FREJULI en representación de la JP.- Esa misma noche, en un
accidente de tránsito cerca de San Nicolás fallecía Juan Carlos Solagna, mi amigo y uno
de los fundadores del ISCEAP, aquel Instituto pionero en Rosario en la formación
política desde una perspectiva social-cristiana.-

La Juventud Peronista que se había unificado en la JP-Regional II (Solamente quedó


fuera de esa organización el FEN - Frente Estudiantil Nacional y el “Encuadramiento”

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que lideraba Rubén Contesti) realizó una reunión amplia de referentes para elegir sus
candidatos para integrar el FREJULI.- Esas reuniones tuvieron lugar, una de ellas, en una
sede que tenía entonces el PJ en una casona Bv.Oroño, y otra en la sede de ATE de calle
San Lorenzo.-

De allí salió aprobada la propuesta juvenil intercalando nombres de Rosario y de Santa


Fe.- Los primeros nombres eran propuestos para la lista de diputados nacionales, luego
para diputados provinciales y los últimos para concejales.- Conservo la lista original tal
como se confeccionó al término de la última reunión : Por el norte de la Provincia
estaban propuestos 1.-Domingo Pochettino 2.-Carlos Alberto Barragan 3.-Hector Jorge
Giusti 4.-Domingo Raúl Del Rosso.- Por Rosario se propusieron los siguientes
candidatos 1.-Juan Luis Lucero 2.-Eduardo José Zanella 3.-Osvaldo José Braccone 4.-
Alberto Tranier 5.-Angel Enzo Baltuzzi 6.-César Raúl Tabare.- Como la lista se
confeccionó en Rosario, se completó la propuesta con los nombres de Roberto Antonio
Hyón, Carlos Santiago Mac Guire, José Angel Mancinelli, Santiago Montaldo y Rosendo
Romero.-

En una primera instancia ningún nombre de la JP-Regional II aparecía en las listas


surgidas de un “Congreso” realizado en el Sindicato de la Carne, manejado por Luis
Rubeo en acuerdo con Roberto Rosúa, este último en representación del MID que
facilitaba las siglas partidarias, ya que el PJ gobernado por el Capitan Antonio Campos
se negó a acatar la orden de Perón de llevar como candidato al Dr.Carlos Silvestre
Begnis. En las listas de ese Congreso solo aparecían, en representación del sector
juvenil, los nombres propuestos por el FEN, que en ese momento ya se llamaba
“Trasvasamiento”.

El propio Perón designó como interventor al Dr.Luis Sobrino Aranda el que actuaba bajo
directivas del “Secretario General del Movimiento” que en ese momento era Juan
Manuel Abal Medina.- Sobrino Aranda designó dos delegados, uno por la zona sur,
Don Ernesto Carreras y uno por el norte, el entonces joven Contador Oscar Santiago
Lamberto.-

La intervención no pudo impedir que el sector rebelde inscribiera sus propias listas
utilizando la estructura jurídica del Partido Justicialista, encabezadas por la fórmula
“Campos – Bonino”. En respuesta a ese alzamiento contra la intervención, convalidó las
listas del “Congreso de la Carne” con excepción de los representantes de la Juventud,
ya que Sobrino Aranda siguiendo las instrucciones del nivel nacional reemplazó los
nombres que provenían del “FEN” y colocó en su lugar a los propuestos por la JP-Reginal
II.- Sobrino tomó los nombres de la lista que había surgido de las reuniones de los
distintos grupos de la JP , resultando el Dr.Eduardo José Zanella incluído en la lista de
diputados nacionales aunque en una ubicación desfavorable. Por el contrario Juan Luis
Lucero (el “Chancho”) y Domingo Pochettino (el “Poki” o “el Animal”, por su
contextura) fueron luego electos diputados provinciales.- También se eligieron dos

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concejales de la JP en la ciudad de Santa Fe.- En Rosario donde el Frejuli consagró
quince concejales , dos lo fueron por la JP-Regional II, José Angel Mancinelli y yo.- Por
otra vía el interventor también incluyó otro joven por el grupo de “Encuadramiento”
que lideraba Rubén Contesti, que fue Edison Boggino. Esa lista de concejales fue
encabezada por Gualberto Venesia, quien ya en el Consejo Municipal pronto se
convertiría en mi mejor amigo y maestro.-

Ganadas las elecciones y en base a un acuerdo firmado el día del cierre de listas en la
UOM de Santa Fe, fueron designados Secretario de Salud Pública de Rosario el
Dr.Santiago Montaldo y subsecretario de Hacienda Alberto Tranier.- También en Santa
Fe el intendente electo Adan Campagnolo otorgó espacios en el Ejecutivo a jóvenes de
la JP.- Por otra parte los concejales de la Juventud logramos que en Rosario se designara
como Secretario General del Concejo Municipal a un dirigente muy querido en el
peronismo y también vinculado a la resistencia y a la JP: Rosendo Romero, alias “El
Gallego”.

Debo recordar, por ser actor directo de aquellos acontecimientos, que si bien el
Interventor Sobrino Aranda cumplió con las directivas de Juan Manuel Abal Medina de
incluir la representación de la Regional II en las listas e incluso nombró delegado en la
zona norte de la Provincia a Oscar Lamberto, que era un cuadro de la JP, fue objeto de
múltiples presiones por distintas cuestiones atinentes al tema partidario y a la campaña
electoral.

Eran tiempos de mucha violencia política. En los meses anteriores e ese enero del 73, y
como consecuencia de la incertidumbre sobre una salida electoral sin proscripciones, se
intensificaron las acciones militares de las distintas formaciones guerrilleras.- Un
centenar de militantes de esas formaciones estaban presos en la Cárcel de Rawson.- Es
allí donde se produce la fuga, el 15 de agosto de 1972, de seis de los principales jefes de
las tres formaciones armadas (“Montoneros”, “ERP” y “FAR”), en un avión de “Austral”
que fue dirigido a Chile, donde pidieron asilo político.- Dadas de buenas relaciones que
el gobierno de Lanusse tenía con el gobierno Chileno aquel presionó a Salvador Allende
para que repatriara a los evadidos.- En lugar de otorgar el asilo Allende permitió la
salida de los Jefes guerrilleros hacia Cuba.-

Pero lo que incidió en un incremento de las acciones armadas fue la suerte de los 19
presos que llegaron “tarde” al aeropuerto de Trelew, cuando el avión, por el riesgo de
continuar la espera, fue obligado a despegar con destino a Punta Arenas.- Los 19
evadidos que habían podido llegar al Aeropuerto quedaron allí atrapados, tomando
primero la aeroestación y entregándose luego en presencia de periodistas y un juez,
buscando garantías para sus vidas.-

Esto último fue en vano.- La furia del gobierno de Lanusse, desairado, inventó un
“nuevo intento de fuga” y en la madrugada del 22 de agosto de 1972, en la base
Aeronaval “Comandante Zar” de Trelew los 19 recapturados fueron obligados, estando

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de pie, a bajar la cabeza y desde un lugar elevado, ametrallados a mansalva.- El saldo
fue 16 muertos y tres milagrosamente sobrevivientes ya que se los había dado por
muertos (Camps, Haidar y Susana Berger).-

Este acontecimiento, conocido por la “Masacre de Trelew” marcó la segunda parte del
año 1972 con una sucesión de atentados y hechos de violencia política de todo tipo y la
consiguiente acción represiva de la dictadura militar. En ese clima transcurrieron los
últimos meses de 1972 y el año 1973, ya que las acciones guerrilleras no cesaron ni
siquiera después del triunfo electoral del 11 de marzo de l973.-

Destaco el hecho de Trelew y las consecuencias posteriores porque naturalmente


condujo a una mayor “militarización” de los enfrentamientos y por consiguiente una
preeminencia de las estructuras armadas en detrimento de las estructuras políticas en
el seno del peronismo en general y de la juventud en particular. La “masacre de Trelew”
produjo una profunda impresión en quienes éramos jóvenes y militantes ya que no se
trataba de un enfrentamiento en combate sino una matanza a mansalva contra
personas que se habían rendido y se encontraban desarmadas en un penal de la Armada
Argentina. Repito que este hecho profundizó la confrontación entre estructuras
armadas dejando mucho menos margen para quienes, siguiendo a Perón, trabajábamos
para una salida política a través de elecciones libres y sin proscripciones luego de 18
años de intento de marginación del peronismo. Quienes trabajábamos en los barrios
reafiliando peronistas no éramos bien vistos por quienes sólo creían en la lucha armada.

Durante 1972 y 1973 la organización “Montoneros” hegemonizó el control de la JP-


Regional II.- Aunque no intervino en aquellas reuniones en que se propusieron los
candidatos.- Eso sí, por debajo de la “superficie” controlaba los movimientos políticos
de la JP.-Ello era el resultado de tres factores: 1) La radicalización a que llevó la postura
represiva extrema del gobierno militar, sobre todo a partir de Trelew (La cuestión
comenzó a ser un enfrentamiento de “militares contra militares”. 2) El factor financiero,
ya que los “ montos” comenzaron a hacer prevalecer recursos que provenían de lo que
ellos llamaban las “expropiaciones”. 3) El factor ideológico, ya que al “cristianismo
radicalizado” se sumó un análisis metodológicamente marxista de la realidad.

El 12 de octubre de 1973 se produce la fusión entre “Montoneros” y “Fuerzas Armadas


Revolucionarias”(FAR).- Como hemos expuesto en los capítulos precedentes de este
trabajo, los primeros tuvieron su origen y se nutrieron principalmente de cuadros de
origen católico.- Las FAR en cambio constituía una organización armada de formación
rigurosamente marxista.- La conducción de la nueva “Orga” unificada recaía en una
conducción bicéfala: “Pepe” Firmenich y Roberto Quieto.

En la unión de ambas organizaciones, si bien había una cierta hegemonía numérica y de


despliegue territorial de “Montoneros”, la impronta ideológica tomó un rumbo más

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cercano al marxismo de las “FAR”.- Para las estructuras de base de montoneros, en
especial las que se habían entremezclado en los barrios y fábricas con el peronismo
histórico, implicaba una inexorable contradicción entre los postulados del pensamiento
de Perón y el nuevo sesgo ideológico que tomaba la organización a partir de la
incorporación de las “FAR”.- En el seno de la estructura militar y en las estructuras
políticas de superficie se planteó entonces el debate y la disyuntiva: ¿ Quien sería la
conducción estratégica de estas organizaciones: ¿ Perón o Quieto y Firmenich ?

Si bien esta cuestión estremeció el debate interno en todo el país yo solo relato mi
visión de cómo repercutió en nuestra zona, es decir, en la JP-Regional II, donde el que
suscribe militaba.-

Sobre noviembre de 1973 el debate respecto de la conducción se trasladó a un plenario


realizado en la ciudad de Santa Fe.- Las posiciones eran claras e irreconciliables: la
estructura armada bajaba una línea de directiva férrea de sometimiento solo a la
conducción de la Organización ( Quieto y Firmenich) ya que consideraban que Perón
había girado a la derecha y se encontraba “entornado”, en tanto quienes desde hacía ya
varios años que trabajábamos dentro del peronismo territorial y político no
aceptábamos más conducción que la del General Perón.-

Esta cuestión estuvo larvada y efervescente por un par de meses. Ya a fines del año 73
el rompimiento estaba maduro.- En enero de 1974, estando yo y mi familia pasando
unos días de descanso en una quinta de un familiar en la zona de Villa Amelia ( ya que
era inminente el nacimiento de mi segunda hija), me contactó un grupo de compañeros
que habían redactado un documento en el que se formalizaba nuestra salida de todas
las estructuras vinculadas directa o indirectamente con Montoneros y nuestro
alineamiento con las estructuras del peronismo que obedecían solo a la conducción
estratégica de Perón.

Ese documento de fines del mes de enero de 1974, estaba firmado, o contaba con la
adhesión, de un conjunto de dirigentes de la JP entre los que se encontraban, además
del suscripto, Roberto “Chino”Hyón, Rosendo Romero, José Mancinelli, Alberto Tranier,
Santiago Montaldo, “Beto” Sabao y muchos otros que conformaban el grueso de los
cuadros políticos que tenían contacto político territorial con el peronismo.- Fue hecho
público y difundido en algunos medios de la Ciudad de Rosario.

Fue un proceso doloroso y peligroso.- El ala “fierrera” de los “montos”, es decir el ala
militarista que ya había roto con Perón a partir del asesinato de José Ignacio Rucci
ocurrido en septiembre de l973, tomó nuestra ruptura como un desafío a su autoridad
y disciplina militar y reaccionó con amenazas y acciones directas.-

Como yo había sido elegido concejal de la Ciudad de Rosario en representación de la JP


y era profesional con un estudio jurídico activo y con una casa a mi nombre, tuve que
salir de garantía durante el año 1973 a una decena de propiedades alquiladas para

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unidades básicas, viviendas de “compañeros” y hasta un edificio que había sido
construido para un Club de empleados del Banco Provincial de Santa Fe, después “Club
27 de febrero” y finalmente subastado y comprado en la subasta por un amigo mío, el
Ing.Tulio Dómini.- Enterados de esto los compañeros no tuvieron mejor idea que
alquilarlo, lógicamente con mi firma, para actividades sociales, deportivas, lugar de
reuniones y “otras” que comenzaron después de la ruptura.

Para quienes conocimos el clima interno que reinaba en esas organizaciones en la


década del 70 sabe perfectamente que, una vez dentro de ese engranaje, no había
opción: había que firmar o firmar, ya que lo personal y familiar eran una cosa
completamente secundaria frente a los fines de la “organización”.-

Personalmente, y mi familia conmigo, vivimos al poco tiempo una verdadera odisea. En


1974, después de la ruptura entre los alineados con Perón y los súbditos de Quieto y
Firmenich, todos los inmuebles fueron “ocupados” por lo que entonces se llamaba “la
tendencia”.- Entre esos inmuebles recuerdo un local en la zona norte donde funcionaba
la básica “Abal Medina”. Un local grande en calle Junín N° 2323 donde funcionó una
básica muy activa de la JP, otra casa en la esquina de Urquiza y Alsina en la que, ya
avanzado el año 1975, algún grupo de represión o de las tres “A” colocaron un
explosivo.- Otras eran casas particulares que ocupaban “militantes”. Recuerdo una en la
zona sur en la que los “muchachos” que quedaron en la “Orga” pusieron a vivir un
matrimonio con un par de chicos . El marido más que “militante” resultó ser un
“escruchante” con antecedentes que era utilizado para levantar coches “expropiados”
para la Organización.-

Por supuesto que la venganza no solo consistía en mantener ocupados los inmuebles
sino en dejar de pagar los alquileres.- Hubo un momento en que la dieta de concejal
resultaba insuficiente para afrontar todas estas obligaciones.-

Finalmente, cuando los montos decidieron, en pleno gobierno constitucional, pasar


nuevamente a la clandestinidad, hecho anunciado el 6 de septiembre de l974, todos
estos lugares que eran demasiado públicos u conocidos, comenzaron a ser abandonados
por motivos de seguridad.- Gracias a mi condición de abogado pude ir recuperando los
inmuebles uno a uno y devolviéndolos a sus dueños.- El de la esquina de “Urquiza y
Alsina” estaba alquilado con un arrendamiento administrado por el entonces “Banco de
Intercambio Regional”, luego desaparecido, que tenía un “Departamento Inmobiliario”.-
Después de la bomba que pusieron a fines de l975 pude devolver el inmueble y gracias
al abogado de ese Banco, que me dio una gran mano, el Dr.Rubén Lenti, logré que me
recibieran la casa y me hicieran un plan de pagos, sin honorarios ni punitorios, que
terminé de pagar pocos días antes de tener que irme yo al exilio.-

El último inmueble que permaneció ocupado era el “Club” , en el que funcionaban los
restos de la JTP que había permanecido con los montos y también una “Agrupación del
Trasporte” que fogoneaba entonces un gremio alternativo a la UTA.- Como la situación

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se prolongaba y no había nadie “visible” para poder “negociar” la devolución y mi amigo
el Ingeniero Domini se estaba poniendo muy nervioso, tuvimos que tomar una
resolución drástica.- Digo “tuvimos” porque el que me ayudó a poner fin al problema
fue mi queridísimo amigo y compañero Rosendo “El Gallego” Romero.-

Un día, ya avanzado el año l975 conseguimos un cerrajero que era otro peronista
histórico, de apellido Santoro y amigo de un gran dirigente , Pedro Bluma, que lo
convenció que nos acompañara. El “Gallego”, que había participado de la “resistencia
peronista” calzó su “Luger Parabellum” y me escoltó a mi y al cerrajero, con la pistola en
la mano hasta que logramos cambiar la cerradura.- Luego pudimos entregar las llaves al
propietario y éste dejó una constancia policial de que había recuperado su inmueble.-
Por supuesto que los pocos elementos de propaganda que aún quedaban allí nunca
fueron reclamados.- Y por supuesto también que tuve que afrontar los meses caídos de
alquiler lo que pude hacer contando con la buena voluntad del Ingeniero Dómini que a
esa altura, de tiempos ya muy riesgosos, lo que más le interesaba era recuperar el
inmueble.

Así era el clima en que se produjo esa “división” en l974.- Pero hubo cosas aún más
peligrosas y graves.- De entre los cientos de peronistas que resolvimos mantenernos
bajo la conducción de Perón y que considerábamos inaceptable mantener una
organización armada en plena democracia, hubo caminos políticos diversos.- Muchos se
alinearon en la denominada “JP Lealtad”.- Otros, si bien teníamos muchos amigos en la
“Lealtad”, ingresamos directamente a las estructuras políticas del peronismo,
concretamente en el denominado “Plenario de Unidades Básicas” que lideraba mi gran
amigo Gualberto Venesia y en el que participaba un nutrido y muy representativo
conjunto de dirigentes tales como Danti “Titi”Aranda, Rodolfo Dimarco, Antonio
Valenti, Emiliano Pérez, José Mancinelli, Rosendo Romero, Don Ernesto Carreras,
Roberto Compagnucci, Costantino Razzetti, Hugo Nicoletti, Roberto Marani, Ramón
Pajón, Victor Giles, el “Alemán”Dhole, el “Gringo”Piombino, Rodolfo Petrich, Fabio
Barrios, “Tucho”Barrios, “Lencho”Galonetti, René “El Negro” Racca, “Chiquito”Silvetti,
entre muchos otros. Este “Plenario” tenía una gran capacidad de movilización y lo
integraban dirigentes históricos del peronismo.- Allí fuimos muy bien recibidos quienes
veníamos de la JP.- A ello ayudó mucho el hecho de que desde el 1° de mayo de 1973
hasta el golpe del 1976 fui el concejal más cercano y de mayor confianza de quien era
mi Jefe de Bloque, Gualberto Venesia.- Éste , con quien mantuve una relación política y
personal hasta su muerte, era un dirigente de mucho coraje, de una honestidad
inquebrantable, de una gran formación profesional y de una apertura mental que
permitió ( junto a Titi Aranda, Antonio Valenti , Costantino Razzetti) muy respetados
dirigentes, ensamblar los viejos resistentes peronistas con los jóvenes, entre los que me
encontraba.

Muchos otros compañeros en cambio siguieron el camino de la “ JP Lealtad ”.- He


visto en algunos trabajos publicados sobre la “Lealtad” la aseveración de que la primera

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rebelión y ruptura con la estructura “militarista” de Montoneros y de las JP-Regionales
se produjo por iniciativa del cura Jorge Galli, alias “El Viejo”, Eduardo”Negro”Moreno y
José Luis Nell en un “Congreso Regional” que reunió a cuadros políticos de la zona de
San Nicolás hasta Zarate.- Ese encuentro, que pretendió ser interrumpido por cuadros
“ortodoxos” de Montoneros, se pronunció por la conducción excluyente de Perón
considerando inaceptable la continuación de la lucha armada en democracia y el
“alejamiento del peronismo real” en que había incurrido la “Organización”.-

Quiero destacar, una vez más, el rol que cumplieron los “cristianuchos” también en esta
ruptura, así como la tuvieron en el nacimiento de la organización “Montoneros”.- El
Cura Galli se había convertido en un importante cuadro del peronismo. Había
incursionado incluso en la organización pre-exitente a Montoneros que eran las
“Fuerzas Armadas Peronistas”(FAP).- Por su parte el “Negro” Moreno había sido
seminarista y estuvo a un paso de su ordenación sacerdotal que no llegó a ocurrir dado
que el Cardenal Caggiano no lo permitió dada su definición abierta por el peronismo.-

Por su parte José Luis Nell ,y esto lo conocí a raíz de la lecturas que realicé para encarar
este trabajo, estaba casado con Lucía Cullen (“Lucy”) a quien conocí junto al Padre
Mugica, en 1965 en los “Campamentos Universitarios de Trabajo”.- Ambos, José Luis y
Lucy, pertenecieron a los grupos de Mugica.

Pero al margen de destacar una vez más el rol de los “cristianuchos”,también en esta
convulsionada etapa, quiero decir que el “Congreso Regional” del Cura Galli ocurrió el 3
de febrero de 1974.- Es decir que el pronunciamiento de ruptura en Rosario es por lo
menos un mes anterior al ocurrido en la Provincia de Buenos Aires, más allá de la
importancia de este último dado que se extendió por todo el gran Buenos Aires,
culminando con una solicitada en el Diario “Clarín” el 14 de marzo de 1974.-Allí varias
“columnas” del Gran Buenos Aires y de Capital se pronunciaron por la “Conducción de
Perón” y en contra de la ideología del “socialismo dogmático” y a favor de la doctrina
del justicialismo. El 28 de abril de 1974 hubo un Congreso de “La Lealtad” de alcance
nacional, realizado en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y del que participó
por Rosario el dirigente Roberto “Chino” Hyón.

Este último dirigente, el “Chino” había sido uno de los jóvenes que se había reunido con
Perón en su casa de Gaspar Campos cuando el General desarrolló una serie de
reuniones con grupos juveniles procurando recuperar el apoyo de la mayor cantidad de
cuadros y militantes cuando el enfrentamiento con Montoneros se hacía cada vez más
inminente. Esas reuniones tuvieron lugar entre diciembre de l973 y enero de l974.-

Sobre la “Lealtad” hay un trabajo muy completo y muy difundido de Aldo Duzdevich,
Rodolfo Beltramini y Norberto Raffoul publicado por Editorial Sudamerican en 2015.-
Dicho sea de paso he leído que Duzdevich también se formó en la Acción Católica y llegó
a la militancia peronista a partir de allí.-Otra expresión de la legión de “cristianuchos”.

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Por mi parte no voy a profundizar sobre el rol de “La Lealtad” que creo esta bien
desarrollado en ese trabajo, que es específico sobre el tema.- Eso sí pretendo aportar
desde la experiencia vivida en nuestra Provincia de Santa Fe, especialmente en
Rosario.-

Aquí también una de las causas desencadenantes de esa ruptura fue el asesinato de
Rucci ocurrido el 25 de septiembre de l973 y de cuya autoría ya nadie duda.- He leído al
respecto la obra “Operación Traviata” de Ceferino Reato, muy documentada, aunque
debo decir que mucho de lo allí expuesto era conocido desde 1973, especialmente
quienes teníamos militancia en la denominada “Tendencia”.- Cabe recordar lo relatado
por Julio Bárbaro quien cuenta que Perón, que en un primer momento no podía creer
que “Montoneros” fuera capaz de tamaño crimen, le pidió que tomara contacto con
“los muchachos” para que concurrieran al velatorio y de ese modo desmintieran los
rumores que los involucraba. Y un diputado de ese sector, muy conocido, le dijo a
Julio :”No podemos asistir por razones obvias”.

En Rosario, unos meses antes, a fines de marzo de 1973, hubo un hecho que creó una
grieta, que al poco tiempo se hizo insalvable, en la relación entre las estructuras
políticas de la JP y la estructura militar de “Montoneros”.- Me refiero al desgraciadísimo
hecho, asesinato, para decirlo sin eufemismo, en el que en un atentado realizado por
“Montoneros” muere la madre del dirigente Rubén “Chacho” Contesti.- En ese
momento, posterior al triunfo electoral del 11 de marzo de 1973, el interventor del
Partido Justicialista era el Dr.Luis Sobrino Aranda. Este había designado, como hemos
dicho anteriormente, un delegado en el norte de la Provincia, Oscar Santiago Lamberto,
y un delegado en el sur que fue Don Ernesto Carreras.- Este último nombró a tres
secretarios o colaboradores de la Intervención en el sur: ellos eran Gualberto Venesia,
por la rama política, Rubén “Chacho” Contesti, por el sector de juventud denominado
“Encuadramiento” y a mi, por el otro sector de Juventud (Regional II).- En el contexto de
violencia que entonces se vivía, existían tensiones sobre la forma cómo cada grupo
operaba dentro de la sede partidaria que entonces funcionaba en una antigua casa de
las primeras cuadras de calle San Juan de Rosario.

Es a raíz de esas tensiones que a algún “genio” de los “fierreros” se le ocurrió que había
que dar un “escarmiento” a Contesti para que no avanzara sobre los espacios políticos
que entendían les correspondía.- Es así como un día nos enteramos que se había puesto
una poderosa bomba nada menos que frente a la casa donde Contesti vivía con sus
padres y hermanos.- Además la bomba fue colocada en un horario en que los padres ya
se encontraban despiertos, lo que motivó que la mamá de Chacho (Orlanda) al ver una
suerte de refulgor, o sentir algún ruido, se dirigió hacia la puerta en el momento en que
estallaba el explosivo, resultado muerta como consecuencia del atentado.-

Inmediatamente de conocido el hecho convoqué en mi casa una reunión de los distintos


integrantes de la mesa de la JP a fin de repudiar el atentado, cosa que llegamos a hacer

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con varios de los grupos que integraban la JP. Incluso asistí al entierro de la Señora de
Contesti acompañando al Interventor Dr.Sobrino Aranda.-

Tristemente pudimos confirmar que la bomba había sido colocada por la estructura
militar de “Montoneros” , algunos de los personeros del sector “fierrero” tuvo conmigo
un duro enfrentamiento ya que consideraban insólitamente que se trataba de un
“hecho colateral” o un “efecto no deseado” de una operación “revolucionaria”, algo
que según esas mentes ya extraviadas “ocurre en todas las guerras”.

Este hecho fue una de las bisagras que anticipaban la ruptura generalizada que ocurriría
algunos meses después.- alguien pensará, después de un hecho como ese, cómo no se
produjo una ruptura inmediata.- No fue fácil.- El contexto triunfalista después del 11 de
marzo hizo que las decisiones de fondo y colectivas solo se produjeron algunos meses
después y luego de profundos y duros debates internos.

La tensión entre las estructuras políticas insertadas en el territorio y la estructura


armada se planteó desde muy temprano después del 11 de marzo de l973.- Muchos no
registraron o no quisieron registrar la generosidad de Perón que apostaba al
“Trasvasamiento Generacional”. Baste recordar que el General había consentido e
incluso estimulado que varias gobernaciones estuvieran en manos de dirigentes afines
a lo que habían sido hasta allí las “Formaciones Especiales”, entre ellas algunas muy
importantes como Buenos Aires (Bidegain), Córdoba (Obregón Cano), Mendoza
(Martinez Vaca), Salta (Ragone), Santa Cruz (Cepernic), Formosa (Gauna).- Incluso
Menem en La Rioja era un buen compañero de ruta de la “Orga”.-

Además de las gobernaciones la JP contaba con una veintena de diputados nacionales


entre los que estaban Rodolfo “Rodi” Vittar, entrañable compañero y amigo con quien
compartimos el exilio y fue padrino de mi hijo Renzo (nacido en Madrid en 1978),
Santiago Diaz Ortiz Y Anibal Iturrieta, con quienes también compartimos el exilio
español, Carlos Kunkel, Armando Croatto, Ramirez, Vidaña, Romero etc.etc. También
tuvieron el control de varias universidades, comenzando por la de Buenos Aires. En
Rosario el primer rector de la democracia en 1973, Dr.Angel Brovelli, un prestigioso
peronista histórico nos dio amplia participación (digo “nos dio”ya que a mi me tocó ser
interlocutor de Brovelli en estos temas): así, por pedido o con apoyo de la JP fueron
designados la decana de Derecho Noemí Sedrán, de Filosofía y Letras José Miguel
Amiune, de medicina Oscar Scremin, de agronomía Juan Carlos García, así también
como el Decano de ciencias veterinarias y varios cargos en el rectorado entre los que
estaban el Dr.Jorge D’Oliveira en Legales y el Arq.Miguel Angel Montes en
planeamiento.

También los diputados provinciales de la J.P. fueron decenas en todo el país. En Santa Fe
ocuparon bancas provinciales Domingo Pochettino y Juan Luis Lucero.- También hubo
concejales e Intendentes en todo el territorio.- Ya contamos los que ocupamos bancas
de concejales en Rosario y Santa Fe, entre los que me encontraba.

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No obstante ello el afán de poder de “Montoneros” era mayúsculo y presionaba en
todas partes y por todos los medios, para conseguir más y más espacios, sin excluir el
“apriete” al propio General Perón.- Incluso el asesinato de Rucci habría sido una
operación para acorralar a Perón, según muchas fuentes.

En nuestro medio provinciano las tensiones eran muy grandes entre quienes
pretendíamos desarrollar una estrategia confluyente con el resto del peronismo político
(Plenario de Unidades Básicas y otros grupos) e incluso con sectores sindicales (en
Rosario con la CGT que conducía Hugo Ortolán).-

El 1° de mayo de 1974 significó el momento de explicitación de la ruptura entre


“Montoneros” y sus estructuras afines y el General Perón.- Mientras los grupos que
habíamos roto toda relación con la “Orga” movilizábamos para apoyar la conducción del
General (hubo una columna bajo el lema de la “Lealtad”), al mismo tiempo que lo hacían
las estructuras sindicales, “Montoneros” concurría con sus propias columnas entonando
consignas hostiles hacia la conducción de Perón (“Que pasa, que pasa General que está
lleno de gorilas el gobierno popular”, etc.etc.).-

Ese fue el momento en que el “Viejo”, interrumpido en su discurso, dejó los buenos
modales y llamó estúpidos e imberbes a quienes pretendían, dijo, tener más méritos y
cuestionar a dirigentes sindicales “sabios y prudentes” que han “sostenido la lucha a lo
largo de todos estos años”. Esa ruptura que había comenzado con la muerte de Rucci,
se hizo, a partir de ese momento, irreversible.

Respecto del grupo juvenil denominado “Lealtad” tengo que decir que, al menos en
Rosario, con el paso de los meses y después de la muerte de Perón se tornó “ultra-
isabelista” e incluso en algunas de sus vertientes estuvo a la sombra del poder de José
López Rega hasta la caída de éste.- También tengo presente que un pequeño grupo
desprendido de allí colaboró con la tétrica intervención federal del Brigadier Lacabanne
en la Provincia de Córdoba.

Esta última vertiente no quita valor ni pureza de intenciones al grueso de cuadros y


militantes de la “Lealtad” que en Rosario, y ya en 1975 promovieron las llamadas
“Mesas de Trabajo” que procuraban establecer un nexo de las “bases” con el gobierno
de Isabel Perón.- En esas “mesas”, situadas en diversas esquinas de la ciudad se recibían
pedido e inquietudes para el gobierno nacional.

XI.-ANECDOTAS PERSONALES QUE FUNDAMENTARON UNA DECISIÓN CORRECTA.

La omnipotencia y “soberbia armada” del sector más “fierrero” de los Montoneros


entró en contradicción con el espíritu pacifista de la formación “salesiana” y
“cristianucha” que yo había recibido.- Claro que, como desarrollaremos en la reflexión
final de este trabajo, en el caso de otros compañeros de formación católica básica se

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produjo la confluencia de un “cristianismo” asumido de modo “fundamentalista” con la
vertiente “militarista” de la “Orga”, que llevó a sostener las agrupaciones armadas aún
en plena democracia.- Siempre quedará como una definición emblemática aquella frase
de Firmenich, ya en tiempos posteriores a marzo de l973, cuando dijo “el poder surge
de la boca de los fusiles”.

Personalmente ,y junto a mi familia, me tocó vivir hechos que poco a poco me fueron
indicando que la convivencia con ese sector “duro”, que todo lo pretendía resolver con
armas y prepotencia, resultaría finalmente imposible. Relataré algunos de esos hechos
que para otros podrían resultar intrascendentes pero que para mi fueron decisivos para
que paulatinamente fueran produciendo el alejamiento y la ruptura. Veamos:

 El 11 de marzo de 1973 , día del gran triunfo electoral del peronismo después de
muchos años de proscripciones, en horas de la noche murió en un accidente de
tránsito a unos pocos kilómetros al norte de San Nicolás, Juan Carlos Solagna, joven
y brillante psicólogo que era por entonces quizá mi mejor amigo.
El día 12 viajé a San Nicolás para interiorizarme de cómo había sido el accidente y
asesorar a la familia en los trámites que deben realizarse en esas circunstancias
dramáticas.- Junto a Juan Carlos había muerto su novia porteña, de apellido Ragucci,
y dos soldados que les habían hecho dedo en el camino.- Un camión que
transportaba esos gigantescos rollos de acero provenientes de Acindar, los chocó de
frente produciendo la muerte instantánea a los cuatro ocupantes de la “Renoleta”
que conducía Solagna.
Yo estaba muy impactado por la muerte de mi amigo.- Al día siguiente estaba
programada una reunión en mi casa con varios de los jefes de la “Tendencia” para
analizar el “Organigrama” municipal para ver qué áreas se iban a pedir al intendente
recién elegido, Rodolfo Nicolás Ruggeri. Ese mismo día tendría lugar en la propia
casa de los Solagna , en calle Laprida al 800 sede de la Acción Católica (los padres
eran caseros), el velatorio de Juan Carlos.-
La reunión en mi casa se prolongaba y yo veía pasar la hora del velatorio de mi
amigo y acercarse la hora del entierro.- Plantié entonces la imperiosa necesidad de
cortar la reunión para cumplir con esa necesidad interior que sentía de acompañar a
mi amigo en el último adiós. Fue en vano: algunos de los “jefes” presentes dijeron
que no se retiraban hasta que concluyera la reunión, que las obligaciones de la
militancia estaban por encima de cualquier otra cosa.
Incluso uno de los presentes, cristiano “fundamentalista” me citó una frase
evangélica: “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”. Había que estar en el
contexto y en las normas rígidas de esa “Orga” para ver hasta qué punto hablaban
en serio.
Lo cierto es que cuando pude lograr que todos se vayan, cerrar mi casa y dirigirme al
lugar del velatorio el cortejo ya se había ido.- De allí salí presuroso para el
cementerio de “El Salvador” donde también llegué cuando los familiares se

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retiraban.- Moraleja: Jamás debí aceptar esas normas que se me impusieron.- Nada
en el mundo era más importante que despedir a mi amigo. Aún hoy siento en mi
interior como una deuda con él.-
Y hoy pienso, sin lugar a dudas, que la amistad debe estar por encima de cualquier
consideración política.

 Otro hecho propio de esos tiempos: Yo trabajaba de abogado y tenía mi casa y mi


estudio en el mismo inmueble de calle Italia N° 2481.- Hacía poco tiempo había
comprado un automóvil Fiat 1400.- Como tenía sus kilómetros y estaba flojo de
motor le hice hacer lo que entonces se llamaba una “rectificación”, que era una
reparación completa del motor, bastante costosa.
Una noche lluviosa caen a mi casa dos “compañeros” que debían en forma
“urgente” viajar a Santa Fe. Uno de ellos, es el que recuerdo, era uno de los cuadros
“fierreros” más duros, al que conocíamos como el “Búho”.- Intenté explicarle que
me acababan de entregar el auto y que debía pasar un período de “asentamiento” y
que no estaba en condiciones para viajar y mucho menos de modo “urgente”.-
También esta vez fue en vano. En su concepción de la época los bienes de los
compañeros eran “comunes” y el reivindicar algo como “propio” era una actitud
“burquesa” inadmisible.- Me pusieron en una posición en la que de mala gana le
entregué el automóvil con la recomendación que no debían pasar los 80 ó 90
kilómetros de velocidad. Es lo que me había recomendado el mecánico.
Conclusión: cuando llegaron a San Lorenzo ya habían recalentado y fundido
nuevamente el coche.- Allí lo abandonaron y me avisaron para que yo lo vaya a
retirar con una grúa.-
En la cabeza de estos “militantes” era normal abusar de los bienes que para ellos,
además de simples bienes materiales, eran “comunes”ya que todo estaba a
disposición de todos dentro de la organización.- Pero resulta que yo había adquirido
ese vehículo con mi trabajo y lo utilizaba para trabajar y debí repararlo nuevamente
con mI trabajo. Ellos en cambio vivían con recursos que les proveía la “Orga”, los
que a su vez provenían de las “expropiaciones” que realizaban. De ese señor,
llamado el “Búho” y que con el tiempo supe que era oriundo de Santa Fe y su
apellido era Molina tengo aún una historia aún más truculenta.

*El hecho que voy a contar es breve pero todavía me conmueve con sólo recordarlo.
Estábamos en un reunión en la que había un tenso cruzamiento por el desgraciado hecho en
el que se produjo la muerte de la madre de Chacho Contesti.- Cuando yo quise referirme al
tema el “Bhúo” dijo “ Ah !!! vos te referis al madrazo ? ” Es difícil imaginar más humor
negro y perversidad ante un hecho tan tremendo y tan desgraciado como el asesinato de la
madre de un compañero.-

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Cuando “Montoneros” pasó a la clandestinidad no lo ví nunca más aunque alguien me dijo,
sin tener confirmación, que el Bhúo habría muerto, no sé si en un enfrentamiento o por
secuestro en tiempos de la dictadura.- Lo que sí sé es que su esposa o compañera, María
Guadalupe Porporato, una chica muy menudita y callada, murió el 9 de septiembre de 1974
cuando se activó prematuramente una bomba que tenía en su falda dentro de un auto en el
que transportaban explosivos en la zona sur de Rosario.- El automóvil, un Ford Falcón, era
conducido por Juan Máximo Ferrarons, a quien conocíamos como “Lato Ferrarons” que
también murió en ese lamentable hecho, junto a un tercer integrante de la Organización .-
“Lato” provenía de una historia muy particular ya que en la etapa de apogeo del peronismo
como alternativa, a fines de 1971, principios de 1972, integraba un grupo de la Franja
Morada de Derecho que se pasó entero a la JUP y luego a la Regional II.- En ese grupo
militaban varios cuadros políticos entonces muy activos como Lisandro “Garabato” Brebbia,
Aldo Casella, Eduardo Libert y el “Cabezón Dominguez”.- Algunos de ese grupo terminaron
integrando los comandos armados de Montoneros.- En el caso de “Lato” comenzó siendo
quien representaba a la JUP en el equipo de conducción de la JP que en l972 y principios de
1973 se reunía en mi casa de calle Italia 2481.- Luego del quiebre de enero de 1973 él
continuó formando parte de Montoneros. Ferrarons era hijo de un abogado o procurador,
vivía con su familia en calle Salta al 2400 donde alguna vez nos reunimos. Trabajaba en el
Tribunal Federal donde tenía un tío Camarista.- Al momento de su muerte tenía 26 años.

 Otros hechos que muestran el perfil de la época y que fueron marcando nuestras
diferencias tienen que ver con mi amigo y compañero Roberto “Chino” Hyón.- El
Chino era uno de los cuadros políticos más importantes de la tendencia. Un
militante hiperactivo, con fuerte trabajo territorial en la zona sur de Rosario.- Nos
habíamos iniciado casi juntos en la militancia del peronismo cuando integrábamos la
Unidad Básica de Don Victor Giles allá por l969, cuando los partidos políticos aún
eran ilegales y el peronismo tenía que reunirse clandestinamente. Nos reuníamos
en un galpón en los fondos de la casa de Don Victor.- El Chino fue uno de los
fundadores de la Regional II y militó fuertemente para su desarrollo.-

Cuando se produce el debate interno sobre si se acataba la conducción de Perón o


se seguía la de Quieto y Firmenich el Chino batalló fuertemente en el debate interno
a favor del acatamiento de la conducción del General.- No podía ser de otra manera
ya que él, como yo y todos los que trabajábamos en el plano político teníamos
fuertes vínculos y relaciones con todo el peronismo que jamás puso en duda el
liderazgo del “Viejo”.

Esto condujo a que su rebeldía respecto de la línea que se bajaba desde la


“Conducción” de la Orga fuera considerada como un desafío a la autoridad de
aquella.- Resultado: el Chino fue sometido a un “Juicio Revolucionario”.- Todo era
bastante esperpéntico : el “juicio” se desarrollaba en un galpón. El “Oficial” a cargo

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de la “Instrucción” era alguien a quien conocíamos de la zona sur: el narigón
“Henry” o “Enry”.- Yo asistí a una de las sesiones de ese “juicio” clandestino ya que
en un momento fui convocado a declarar.- Poco tiempo después se producía la
ruptura entre las estructuras políticas más peronistas y las militares que
conservaron poco del trabajo político territorial que teníamos con la JP.-

Esta anécdota del juicio no era para tomar a broma.- La organización “ejecutó” a
varios de sus miembros en distintos lugares del país por considerar “traidores” o
“desertores” a quienes abandonaban la misma.

No sé cómo terminó ese “juicio” al Chino Hyón ya que , como en “El Proceso” de
Kafka, casi todo era clandestino y los resultados o sentencias se producían también
en ausencia de los “procesados”. Baste buscar en Internet el “juicio revolucionario”
llevado a cabo en Córdoba “en ausencia” a Fernando Haymal en el que resultó
“condenado a muerte” y ejecutado el 26 de agosto de l975.- Al parecer este
condenado a muerte había caído en manos policiales y no pudiendo resistir la
tortura había dado datos sensibles del grupo del que formaba parte.

Lo que sí sé es lo tuve que pasar con mi familia, precisamente por uno de esos
“pseudo juicios”. A pesar de que ya habían transcurrido casi dos años que nos
habíamos abierto de la “Tendencia”, fines de 1975 un autodenominado “Comando
Zona Oeste” de Rosario, realizó un “juicio” a algunos dirigentes que habíamos roto
la Regional II, siguiendo a Perón y abandonando en consecuencia todo
sometimiento a la conducción de la “Orga”.

Aunque hacía tiempo que cada cual había tomado su camino político, aún
continuaban las tensiones por el control de los locales y por la influencia en el
territorio. Lo cierto es que a fin de ese año 1975 aparecieron unos volantes en los
que se anunciaba que dicho “Comando” había condenado a muerte a quienes
consideraban habían liderado aquel “alzamiento y ruptura”.- Por supuesto que si
ese “juicio” existió fue realizado entre “ellos” ya que ninguno de los involucrados
tuvimos noticia hasta que el panfleto “condenatorio” fue distribuido.- Los afectados
éramos Roberto “Chino”Hyon, Santiago Montaldo, Oscar Scremín y yo.-

A la importancia de Hyón en la JP ya nos hemos referido. El Dr.Santiago Montaldo


era importante por ser Secretario de Salud Pública de la Municipalidad de Rosario y
por lo tanto era un referente institucional para la juventud a la que representaba.-El
caso del Dr.Oscar Scremin era similar: era nada menos que Decano de la Facultad de
Medicina y había accedido a ese cargo también propuesto por la JP.- Si bien una
mayoría ostensible de lo que fue la JP-Regional II siguió los pasos de los disidentes,
quizá en la cabeza de quienes quedaron con Montoneros, esos cargos les
correspondían y ese pudo haber sido el origen de esta amenaza de muerte.

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La cuestión era seria porque pocos días antes, el 25 de noviembre de 1975 fue
asesinado por un Comando el militante peronista, ex JP, Pedro “Beto”Sabao. Ese
día estábamos participando de una jornada de capacitación que daban los
miembros del “Comando Técnológico” de Julian Licastro en la CGT (Calle Córdoba)
cuando llegó la consternante noticia.- “Beto” había puesto un kiosko en el que
vendía “sangría” bajo una suerte de espigón que hay en “La Florida”(la playa
rosarina sobre el Paraná).- Estaba con su hermano Carlos Sabao y con su pequeña
hija en brazos cuando un Comando de cuatro tiradores abrió fuego sobre él. Alcanzó
a tirar a su hija sobre la arena para ponerla a salvo y corrió hacia el río, lo que hizo
creer en las primeras horas que podría haberse puesto a salvo.- Su hermano Carlos
recibió un balazo en la cabeza que lo imposibilitó para siempre y el cadáver de
“Beto” fue encontrado horas después río abajo, con varios disparos en el cuerpo.

Si bien nadie se adjudicó el crimen, lo que generó teorías de todo tipo, ya que por
entonces además de los “montos” también habían empezado a operar las “Tres A”,
tengo que decir que quienes vivimos aquellos días sabíamos que Beto mantenía una
dura confrontación con las personas que conocía de “Montoneros”. Sabao era una
persona de fuerte carácter y muy confrontativo.- Era muy peronista y después de la
ruptura con la “Orga” asumió una fuerte posición de defensa del gobierno, primero
de Perón y después de Isabel.-

Si bien no lo podemos asegurar y dentro de la misma familia de Sabao aún hoy hay
diferentes apreciaciones sobre el origen del atentado, casi todos mis compañeros
de entonces y yo siempre creímos que se trató de un “ajusticiamiento” de
Montoneros, aunque nunca pudo confirmarse del todo.

Por eso, cuando apareció pocos días después el panfleto ”condenatorio” del
“Comando Zona Oeste” cada uno adoptó los recaudos que pudo. Yo no tomé a
broma esa “condena” ya que conocía a los bueyes con los que arábamos y conseguí
un modo de salir temporalmente de la ciudad.- Un amigo de esos tiempos, el
Profesor de la Facultad de Letras Jorge Onetto, era oriundo de la Provincia de
Misiones y su hermano “Chito” Onetto era Secretario de Gobierno de la Provincia
bajo la gobernación del peronista “Toto”Alterach.- El Secretario privado de
Alterach, de apellido Leal era dueño de un pequeña pensión: Ellos me ofrecieron
refugio, junto a mi ex esposa y mis dos hijas durante todo el mes de enero de 1976,
en la ciudad de Posadas.

Con un calor agobiante, alternado con lluvias torrenciales, pasamos el mes de


enero.- Desde allí pude contactarme con mi amigo y compañero concejal Gualberto
Venesia, quien nos consiguió por la Obra Social de la Universidad (ambos éramos
profesores universitarios) 15 días que compartimos, él con su familia y yo con la mía
en un hotelito llamado “Etna” en “La Falda”, Provincia de Córdoba.

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Después de 45 días volví a Rosario y con mi familia nos refugiamos en la casa de
quien fuera mi suegro, en una casa interna en el barrio de Arroyito. Desde allí pude
localizar a mi compadre y amigo Victor Aliprandi quien mantenía buenas relaciones
con lo que quedaba de la “Orga” y le pedí que me averiguara cuál era la situación
real en ese momento. Después de algunos días Victor me dijo que había contactado
con la conducción clandestina de “Montoneros” y le habían asegurado que aquella
“condena” había provenido de un comando zonal y al parecer no había sido
convalidada por la Conducción Central. Así pudimos retomar nuestra vida normal,
pero así también eran los tiempos que se vivían. Poco tiempo después, perseguidos
por los militares del 76, Hyón fue secuestrado y debió refugiarse en el norte del
país, en Jujuy, donde vive hasta la actualidad.- Por las mismas razones el Dr.Santiago
Montaldo se “exilió” en Resistencia, Chaco, de donde era oriunda su esposa, que
era sobrina del legendario ex gobernador y ex presidente del Consejo Nacional del
PJ, el escribano Deolindo Felipe Bitel.

Por su parte el Dr.Oscar Scremín zafó por minutos de una tentativa de secuestro de
las “Tres A” y debió exiliarse en Estados Unidos donde desarrolló una carrera
científica brillante.

Yo fui secuestrado y torturado después del golpe de 1976, como relataré más
adelante.-

Es evidente que los militares, por nuestra condición de jóvenes y militantes


peronistas y ex integrantes de la “Tendencia Revolucionaria” nos consideraban sus
enemigos, y los “montos” , con quienes habíamos roto pero procurabamos no
confrontar, con su ceguera política , también nos persiguieron y amenazaron con
diferencia de unos pocos meses.

*Otra anécdota reveladora de aquel tiempo que recuerdo un dejo de dolor y amargura, se
produjo poco tiempo después de la escisión de la JP.- Tiene que ver, una vez más, con mi
amigo el “Chino Hyón”.- Entre 1974 y 1975 este compañero vivía en una casa alquilada y
tenía en su poder algunos elementos que anteriormente le habían sido provistos por la
“Orga”.-

Es ridículo y hasta gracioso porque el valor económico de los mismos no era importante.- Se
trataba de una moto (que creo ya no funcionaba), un lavarropas y un revólver calibre 38.-

Yo ignoraba por completo esos hechos, pero un día, antes de que los “montos” pasaran
nuevamente a la clandestinidad, aparecieron en mi Estudio Jurídico de Calle Italia Jorge
Araya y el “Viejo Cambiasso”(el mismo que años después fuera secuestrado y asesinado
junto a Pereyra Rossi). Me dijeron que me habían elegido como “mediador” para solucionar
“un serio problema con el Chino”.- Me informaron de los bienes de la “Orga” que el Chino
retenía y que si no acataba la orden de devolverlos iban a tomar sanciones “militares” ya
que era una cuestión de “disciplina” y un “desafío” a la misma.

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Yo me puse en contacto con el “Chino” a fin de imponerlo de la situación y para mi sorpresa
éste me dijo que “no iba a entregar nada”, que no era por el valor de las cosas, que era una
cuestión de “dignidad”.- Pocos días después volvieron a visitarme los dos representantes
de la “Orga” y me dijeron que si el “Chino” no entregaba lo que se le estaban reclamando
iban a proceder a ejecutarlo por lo que consideraban un desafío o una “mojada de oreja” al
poder de la Organización.-

Es así que casi rogándole le pedí a Hyón que entregara las cosas, que la cuestión era muy
serie y que tuviera en cuenta lo que había ocurrido recientemente con Sabao.- A duras
penas logré que poco después el “Chino” me trajera, envuelto en unas hojas de diario, el
revólver y me indicara el lugar y el día en los que podrían retirar el lavarropas y la moto.-

Así, cuando volvieron una vez más a verme los “muchachos” pude entregarles el arma e
indicarles donde retirar el resto. Mi mediación fue éxitos, pero estuvimos muy cerca de vivir
alguna otra situación dramática.- Esos eran los tiempos que vivíamos y los códigos y reglas
internas con que se manejaban los “muchachos de la Orga”. Lo paradójico es que el “Chino”
poco tiempo después fue secuestrado por los operadores del proceso militar.- Éramos un
poco el jamón del sanwich.

XII.-LA NEGACION DE LA REALIDAD- EL GOLPE Y LA HECATOMBE

Para entender un poco lo que ocurrió al interior de “Montoneros” quizá no hay nada más
esclarecedor que sus propios documentos internos, algunos de los cuales han trascendido,
como es el caso de la crítica que realiza Rodolfo Walsh a la posición “oficial” de la
Conducción, ya producido el golpe.-

Los cuadros de las organizaciones armadas estaban siendo diezmados por la represión de la
dictadura de Videla, que no tenía límites ni fronteras legales ni éticas de ningún tipo.- Ya los
muertos y desaparecidos se contaban por cientos o miles y la conducción de Montoneros
seguía hablando de la guerra como si se tratara de dos ejércitos que luchaban en paridad de
condiciones. Es lo que puede verse en un documento del 11 de noviembre de 1976,
criticado agudamente por Walsh con otro de fecha 23 de noviembre. Si bien eran
documentos escritos en la clandestinidad e internos de la Organización, han podido
conocerse y hoy están disponibles buscándolos por Internet.

A Walsh hay que reconocerle la valentía y hasta la resignación de haber permanecido en la


Organización hasta el final, hasta su secuestro y su muerte, a pesar de tan profundas
diferencias.

Él veía que la posición radicalizada de la Organización a la que calificaba de “ militarista” la


había alejado del sentido común de la población, en especial del pueblo peronista.- Dice
textualmente: “para hacer política hay que pensar en términos políticos” y no en “términos

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militares”.- Califica al documento de la Conducción de “triunfalista” y adoleciendo de una
“persistente ausencia de autocrítica”.

Señala en la conducción de “Montoneros” una “desmedida ambición de poder” y dice


textualmente: “hay que ser más modestos, tenemos que resistir junto al pueblo a la
dictadura” “sin delirios de grandeza”

Critica al Partido Comunista “que defiende a Videla” y al Partido Socialista de Simón Lázara
y García Costa que justifican a la dictadura ante la Internacional Socialista.- Algo que
quienes estuvimos exiliados pudimos constatar directamente: Una delegación del Partido
Comunista Argentino recorrió Europa, con Fernando Nadra a la cabeza, explicando que
“Videla era un General para la democracia” y que en Argentina “no había violación de los
derechos humanos”, mientras nosotros militábamos contra esa dictadura y no podíamos
volver al país.- Lo sorprendente es que muchos de esos cuadros del P.C. se hicieron
fanáticos de los gobiernos Kirchneristas y nos han dado cátedra sobre derechos humanos.

Walsh denuncia “la excelente relación de la dictadura con el bloque soviético” continuando
la relación “iniciada por Gelbard” lo que “le salva el sector externo” a la dictadura”

Pero lo que más interesa a nuestro trabajo es la crítica profunda a los métodos utilizados
por la “Orga”, lo que convalida nuestra visión muy anterior, cuando vivíamos aquellas
anécdotas antes relatadas. Walsh lo diagnostica la necesidad de la “Subordinación de la
estructura militar a la política” que es exactamente lo contrario a lo que ocurrió,
especialmente cuando la Organización rompió con el General Perón quedando en manos de
una conducción delirantemente militarista.

Walsh todavía planteaba en 1976, tardíamente, una aguda crítica al “ideologisismo” “lo que
nos ha llevado a auto-aislarnos” lo que ha conducido a que “la guerra no sea junto al
conjunto del pueblo” sino solo de “los militares contra nosotros”.- A eso, y a las terribles
consecuencia de muertes, condujeron los errores y métodos “militaristas” que fuimos
señalando a lo largo de nuestro trabajo.- Una cosa fue la lucha contra las dictaduras que
proscribieron al peronismo durante 18 años, no dejando más camino que la resistencia,
incluso armada, y otra muy distinta y absurda fue la decisión de quienes quisieron
continuar con las organizaciones armadas en plena democracia, aún en el gobierno del
propio General Perón, por cuyo retorno habíamos luchado.

Rodolfo Walsh le señala a la Conducción las consecuencias de ese proceso al expresar


textualmente “Nuestra política ideológista e irreal hace imposible una buena relación con
el pueblo”. Califica como “delirio” la decisión d crear un “Movimiento Montonero” y
“diagnosticar prematuramente el agotamiento del peronismo” lo mismo respecto al
prematuro diagnóstico de “agotamiento del capitalismo”.

Y remata diciendo que que la conducción más que una “vanguardia” se parece a una

patrulla perdida”. Dice textualmente “Las masas no son un refugio seguro para nosotros”

65
Ese refugio “lo perdimos por nuestros errores” “Hemos negado al Movimiento Peronista y el

Movimiento Montonero no existe” Esto es así porque “nuestra política ideologista e irreal

hace imposible una buena relación con el pueblo” “Ellos avanzan en lo militar y en lo

político y nosotros retrocedemos en ambos campos” y agrega que “Entre 173 y 1976 hubo

diez bajas propias por cada baja enemiga”

Ante esa situación catastrófica que Walsh atribuye al “aparatismo”, el “militarismo”, el

“ideologismo” y a una “política irreal” solo cabía a su entender una alternativa “resistencia

o exterminio”. Propone preservar los cuatros pasando a tareas de resistencia política

pasando la “conducción estratégica”(o vanguardia) al exterior.-

Esto último se cumplió ya que todos los “jefes” se refugiaron en Paris , pero a los “cuadros

tácticos” y a otros que habían podido ponerse a salvo, se les ordenó la llamada

“contraofensiva” que como es ampliamente conocido terminó en una verdadera cacería

humana.-

Y en ese documento interno autocrítico no falta una referencia a algo que tiene vinculación
con Santa Fe. Denuncia allí que Enrique Osella Muñoz mentor y aliado en Rosario de Luis
Rubeo, colaboraba con la dictadura y se había negado a ir a Estados Unidos a declarar por
la violación de los derechos humanos en Argentina. Supongo que se refería a la Comisión de
Derechos Humanos de Naciones Unidas, de la OEA o de algún organismo del Congreso
Norteamericano, aunque no lo aclara..-

He querido referirme a este documento de Rodolfo Walsh porque nadie podrá decir que es
una crítica desde la derecha cuando se trata de alguien que pagó con su propia vida
permaneciendo en la Organización dentro del país cuando la cúpula de la Conducción se
refugiaba en Paris.-

Nosotros percibimos los mismos rasgos casi suicidas ya a partir de fines de 1973 y por las
razones que fuimos exponiendo decidimos apartarnos a tiempo. Walsh no tuvo la misma
oportunidad a pesar de su lucidez.

La anécdotas que hemos relatado ya mostraban esos rasgos inocultables de


“aparatismo”,”militarismo” , “ideologismo” y hasta “deshumanización” “frialdad” y hasta
“perversidad” para resolver las cuestiones internas y externas.

Para concluir este punto quiero expresar enfáticamente que si las “formaciones especiales”
o sin eufemismos, los grupos armados , tuvieron alguna justificación cuando se luchaba
contra dictaduras que reprimían y proscribían a la mayoría peronista, pasaron a ser un
“delirio” y una actividad destituyente y golpista cuando prosiguieron las acciones armadas e

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incluso pasaron a la clandestinidad en pleno gobierno constitucional.- Con tal determinación
sirvieron incluso de pretexto para el golpe de 1976.-

XIII.- SECUESTRO, TORTURA Y EXILIO

Los últimos meses del gobierno de Isabel Perón transcurrieron en un clima enrarecido.- Una
licencia de la presidente, “por razones de salud”, permitieron un interinato del Dr.Italo
Argentino Luder.- Muchos pensamos en que la conclusión del mandato por parte del
Dr.Luder, que gozaba de gran consideración dentro y fuera del peronismo, era lo
apropiado.- Eso no ocurrió y el gobierno de Isabel entró en un “tirabuzón” de desprestigio.-
Aunque faltaban menos de ocho meses para la conclusión del mandato, el golpe de estado
fue presentado como “inevitable”.-

El gobierno, gravemente desprestigiado después de la esperpéntica gestión y precipitada


salida del país de José López Rega, estaba acosado por una operación de pinza entre “el
partido militar” por un lado y la acción de los grupos guerrilleros.

El ERP practicaba la guerrilla rural en Tucumán ya desde 1974, en pleno gobierno del
General Perón.- Por su parte Montoneros el día 5 de octubre de 1975 pretendió tomar por
asalto el Regimiento de Infantería N° 29 de Formosa. La demencial intentona, resistida por
los conscriptos, dejó nada menos que 28 muertos, entre ellos 12 soldados conscriptos, 12
atacantes, dos jóvenes oficiales y dos vecinos del cuartel.- Este hecho, que muestra el grado
de demencia a que había llegado la Organización Montoneros( irracionalidad señalada
internamente por el propio Rodolfo Walsh), precipitó los decretos firmados por Luder
delegando en las Fuerzas Armadas la lucha contra la “subversión”.-Tres decretos que fueron
ratificados por el Congreso el 29 de octubre de 1975.- Estábamos entrando al año 1976 y
nos encontrábamos en la antesala del golpe.

Mientras tanto la estructura de ultraderecha iniciada por López Rega, la Organización


Anticomunista Argentina (Triple “A”) actuaba al margen de la ley generando asesinatos
políticos casi cotidianos, mientras los servicios de inteligencia los dejaban hacer.- Incluso esa
estructura fue, luego del golpe, absorbida bajo control operacional del Ejército, como
ocurrió con el “Grupo Feced” en Rosario.-

El caldo de cultivo estaba dado y el clima en la sociedad estuvo propenso para recibir el
golpe de estado del 24 de marzo de 1976.- Quienes habíamos vivido paso a paso la
degradación y desmoralización interna del peronismo a partir de la muerte de Perón,
estábamos como resignados.- Yo, a partir de la amenaza de muerte recibida en diciembre
de 1975, estuve ausente con aviso en el Concejo Municipal en los meses de enero y parte de
febrero de 1976.- Después de esa ausencia obligada, sentía que aquel idealismo juvenil que
me había llevado a la recreación de la JP y de allí al Concejo, se encontraba jaqueado por
izquierda por la irracionalidad de “Montoneros” y por derecha por sectores
“ultraisabelistas” que habían heredado los métodos y las estructuras del “Lopezrreguismo”

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y con los que no tenía nada en común.- Pensando que en esas condiciones había perdido
sentido mi presencia en el Concejo Municipal, presenté mi renuncia a la banca a fines de
febrero.--

Como creo que gozaba de la consideración y el afecto de mis pares se creó una Comisión
para solicitarme que retirara mi renuncia, ello por Resolución de Presidencia que obra en
Expte. 4502-R-76 , según consta en la pag.1823 del diario de sesiones correspondiente al 19
de marzo de l976.- Lógicamente mi renuncia no llegó a ser aceptada ya que la última sesión
del Concejo fue el día anterior del golpe, el día 23 de marzo de 1976.-

Quienes pensaban, como por ejemplo el Partido Comunista Argentino, que Videla y Viola
eran “Generales para la democracia”, se equivocaron de medio a medio.- Lo cierto es que la
represión fue brutal e indiscriminada.- No hubo ninguna distinción entre quienes siguieron
empuñando las armas, aún contra la democracia, y la militancia peronista en general.-

La misma noche del golpe, cuando ya el hecho era virtualmente conocido por todo el que
contara con un mínimo de información, el Presidente del Concejo, José Mancinelli y el
Secretario General del mismo, Rosendo Romero, se dirigieron al galpón de un compañero,
creo que en la calle Mitre o Sarmiento, cerca de la actual plaza “Libertad”, con los dos
coches del Concejo, a la espera de los acontecimientos.- Allí, en horas de la madrugada
fueron abordados por una patrulla militar que luego de amenazarlos les secuestró los
coches sin procedimiento legal alguno. Evidentemente estaban siendo seguidos.- Lo curioso
es que después los propios militares les hicieron un expediente para reclamarle esos Ford
Falcon que se llevaron y , seguramente, fueron utilizados para la represión ilegal.-

En mi caso intenté continuar con mi vida atendiendo mi Estudio Jurídico.- Pero el 6 de abril
de 1976, día de mi cumpleaños, en horas de la tarde, cuando estoy llegando a mi casa veo
dos camiones militares parados delante de ella (calle Italia N° 2481 de Rosario). Pude girar
en la cuadra anterior y evitar esa ingrata visita.- Una hora después me comuniqué por un
teléfono público y confirmé que ya se habían retirado.- Creo que ese día solo fueron a hacer
un croquis de la casa para determinar cómo se podía ingresar a la misma.-

En el mes de mayo, en horas de la madrugada, tuvimos la incursión de un grupo de tareas


que ingresó por la terraza tirando unos ganchos desde el frente.- Ese día me golpearon, me
tuvieron boca abajo en mi dormitorio y a mis hijas encerradas junto a su madre en el otro
dormitorio.- En esa ocasión fueron a robar: se llevaron todo lo de valor que encontraron,
desde la tres máquinas de escribir del estudio jurídico hasta el reloj de oro que me había
regalado mi padre cuando cumplí 18 años.-

Creí que la odisea había terminado.- Los amigos mejor informados me decían “quedate
tranquilo, vos estas vacunado”, “si estabas en tu casa y no te llevaron con vos han
terminado”.- Con esa esperanza intenté seguir mi vida trabajando de abogado.

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Pero el 20 de junio de 1976 pasamos el peor momento de nuestras vidas.- Después de
aquellos dos antecedentes yo había reforzado preventivamente el único portón de hierro de
acceso a la casa por el frente y la puerta de metal de atrás a la que se accedía desde la
terraza.

Sobre las 4 de la madrugada sonó el timbre y desde afuera un comando me intimó a abrir el
portón de ingreso. Desde adentro, a los gritos le dije que exhibieran orden de allanamiento.-
Recibí como respuesta insultos y la amenaza de volar la casa si no abría. Con la certeza de
que esa vez ya venían por mi tratamos de resistir adentro mientras llamábamos por
teléfono, ingenuamente, a la Comisaría (estaba a dos cuadras), al Comando de Ejército y a la
Jefatura de Policía, hasta que cortaron la línea telefónica.- Obviamente la zona estaba
liberada, así que el “grupo de tareas” trabajó tranquilo.

Primero rompieron con las culatas los cristales del antiguo portón a través de las rejas de la
celosía.- Después, habiendo ganado la terraza, rompieron los vidrios de un ventiluz que
daba a la cocina comedor desde una escalera que bajaba a la casa por la parte de atrás.
Prendieron fuego a las cortinas mientras insistían en que volarían la casa se no abría.- Las
dos hijas pequeñas que entonces teníamos, con su madre, se refugiaron en una habitación,
mientras yo, cuerpo a tierra en la cocina-comedor, observaba las maniobras que realizaban
para intentar ingresar a la casa por ese ventiluz.

Finalmente, con una barreta de hierro y haciendo palanca torcieron el ventiluz abriendo un
boquete: por allí se metieron dos encapuchados armados. Yo levanté las manos sin oponer
otra resistencia.- Me dieron vuelta contra la pared, me vendaron los ojos con una especie de
bufanda negra y se hicieron con las llaves de la casa. Abrieron el candado que reforzaba el
acceso uniendo dos planchuelas de hierro, abrieron la llave principal, me subieron a mi
propio coche en el piso del asiento trasero con alguien sentado apuntándome con el arma
martillada y otro “comando” sacó el coche por la “puerta-garage”.- Dos Ford Falcón
arrancaron detrás.-

Mientras algunos vecinos se borraron hubo una familia solidaria, de apellido Tripoloni, que
asistió a quien era entonces mi esposa y a mis hijas y le ofreció su línea telefónica.- Desde
allí ella pudo avisar a quienes a la postre fueron mis hadas salvadoras: los padres salesianos
que habían sido mis maestros y por entonces era yo profesor de ciencias sociales en el viejo
y querido Colegio “San José”, además de abogado y apoderado de la “Institución Salesiana”.

A mi me trasladaron durante media hora aproximadamente a un “chupadero” que tenían


los “grupos de tarea” en una casa de la zona sur de Rosario.- Con los años pude saber que
estaba donde termina la calle Entre Rios y hace una cuña contra las vías del Ferrocarril
Mitre.- Era una casa que al parecer se habían quedado después de llevarse de allí a un
pareja de montoneros.-

Al llegar a ese lugar, después de las primeras preguntas me golpearon en la cara cuando
mencioné al General Perón como mi referente ideológico.- Me dieron vuelta contra una

69
pared y cambiaron la venda de tela por gruesas cintas plásticas que pegaron
abundantemente sobre mis ojos. Me ataron a una silla, vendado y así pasé el “día de la
bandera”, con una radio a todo volumen transmitiendo las marchas militares del desfile que
ese día se desarrollaba en el monumento a la Bandera.- Ese día estuvieron en Rosario el
General Jorge Rafael Videla, el Ministro del Interior General Albano Harguindeguy y , por
supuesto, el Comandante del II Cuerpo de Ejército General Genaro Diaz Bessone.

Ese 20 de junio fue muy frío y yo había sido sacado de un casa con muy poca ropa.- A duras
penas y después de rogar logré que cerca del mediodía alguien me arrimara a un baño ya
que mi vejiga explotaba de ganas de orinar. Luego me ataron nuevamente a la silla hasta la
tarde-noche. Entonces me quitaron la ropa y me acostaron a una especie de mesa de piedra
o mármol, me sostuvieron con una suerte de torniquetes de goma en tobillos y muñecas y
comenzaron a pasarme picana eléctrica. Yo había sido desnudado y de vez en cuando
alguien tiraba agua sobre mi cuerpo supongo para que la descarga se difundiera mejor o
causara más dolor.

Simultáneamente una voz “aguardentosa” me interrogaba sobre nombres que yo


desconocía. Hay que tener en cuenta que nosotros habíamos roto con “montoneros” en
diciembre de 1973, es decir, dos años y medio antes.- Y la gente que había quedado
operando en Rosario para esa organización en 1976 era muy poca y en general jovencitos
provenientes de la UES, cuyos nombres desconocíamos ya que la Organización había pasado
a la clandestinidad dos años antes.- A mi me responsabilizaban porque del “Colegio San
José”, del que yo era profesor de “Instrucción Cívica”, habían salido dos chicos militantes de
apellido Rosano y Tartaglia que al parecer habían dado mi nombre como uno de sus
maestros.- Yo ignoraba el camino de militancia que ellos habían seguido y
lamentablemente creo que ambos fueron “desaparecidos”. Además hacían referencia a
algunos recursos y denuncias que yo había presentado y que afectaron a miembros de la
antigua sección de “Robos y Hurtos” de la cual salió la “elite” de la patota de Agustin Feced.
Con el tiempo pude averiguar que fue ese grupo el que me secuestró y el propio Feced
quien me interrogó.- No hay que olvidar que yo había sido un Concejal muy activo y que
para ellos era una presa “interesante” para poner a la “parrilla”.

Después de una primera sesión de picana me dejaron un tiempo sobre esa “mesa” y cerca
de la media noche continuaron con la “tarea” con una segunda sesión de picana.-
Finalmente , con la certeza de que no podría darles información de interés, me bajaron de la
mesa de tortura. Mis músculos habían quedado completamente sin “tono muscular”,
completamente flácidos de las contorciones involuntarias que el cuerpo realiza como
consecuencia de las descargas eléctricas y en el vano intento de evitarlas.

Al bajarme de la mesa de tortura caí al suelo porque no podía sostenerme con mis
músculos.- Siempre vendado me vistieron porque al parecer alguien tomó la decisión de
liberarme.- Esto sin dudas estuvo relacionado a lo que voy a relatar a continuación.

70
La madrugada del secuestro, al enterarse los curas salesianos, concurrieron en grupo al
obispado sobre las seis de la mañana, justo antes de que el Obispo Guillermo Bollatti saliera
hacia la ceremonia de izamiento de la bandera en el monumento.- Según supe los
sacerdotes Roberto Terzaghi, Héctor Valla, Ernesto Albrecht y el Padre Gilabert pidieron al
Obispo que intercediera por mi vida.- Tengo un testigo que certifica que el Obispo Guillermo
Bollatti, el mismo a quien habíamos solicitado la renuncia unos años antes, pidió en el
propio palco del día de la bandera, a las máximas autoridades militares por mi vida y por mi
libertad. Es cierto que hubo una intercesión muy activa de los salesianos.- Pero también
tengo que reconocer que Bollatti, que era un hombre eminentemente conservador, era
también una suerte de campesino bonachón que evidentemente no guardó rencores,
porque él me conocía muy bien y sabía en qué corriente de la Iglesia yo había militado. Esta
es la verdad que tengo la obligación moral de registrar sin por ello modificar todo lo que
tengo escrito sobre aquel tremendo enfrentamiento con los “curas renunciantes”.

Como soy un hombre de fe tengo que decir también que se combinaron varios factores para
que yo salvara mi vida en tan dramáticas circunstancias.- Esos factores increíblemente
concatenados son 1) Que quien era entonces mi esposa tuviera la iniciativa de llamar a los
salesianos en horas de la madrugada. 2) Que éstos salieran urgentemente hacia el obispado
llegando poco antes de que el Obispo saliera para el acto del día de la bandera- 3) Que
Mons.Bollatti decidiera escuchar la petición de los curas salesianos.-4) Que haya sido
precisamente un día en que el Obispo pudo hablar personalmente en el propio palco con los
jefes militares. Y 5), por supuesto, que éstos hayan accedido al pedido, dando la orden de mi
liberación.-

La gestión exitosa del Obispo demuestra cabalmente que el Comando de secuestros que
encabezaba el Comandante de Gendarmería Agustín Feced reportaba operacionalmente al
Comando del II Cuerpo de Ejército que entonces estaba a cargo de Genaro Diaz Bessone,
que se encontraba presente en el palco. De lo contrario ese grupo me hubiera matado, tal
como hizo con otros militantes “apilados” en el Servicio de Informaciones de la Policía,
también denominado como “el pozo”, en la esquina de San Lorenzo y Dorrego, en la antigua
Jefatura de Policía.

Mi familia, entretando, vivió momento tremendos ya que en horas de la mañana mi tío


Leandro Baltuzzi, que había salido a ver si encontraba mi coche, lo encontró efectivamente
completamente calcinado entre unos yuyales de la antigua traza de la circunvalación, aún
de tierra, en la zona sur de Rosario.- En ese momento pensaron lo peor.

La cierto es que sobre la medianoche del 20 de junio desde el “chupadero” en el que me


encontraba, que tenía un portón con cerrojos, entraron un automóvil grande, con motor
diesel y me cargaron en el piso de atrás, con uno de la patota pisándome y dos adelante,
siempre vendado con las cintas plásticas en la cara.

Después de un trayecto de entre 45 minutos y una hora me bajaron en un lugar en el que


perdí mis mocasines al hacerme cruzar una zanja.- Allí me ataron con una soga delgada a un

71
poste de alambrado, siempre con el rostro cubierto.- El último que quedó cerca mío me dijo:
“de esta te salvaste, pero tomátela porque la próxima no contás el cuento”. Y agregó que no
tratara de desatarme hasta que pasaran 15 minutos.

Cuando logré desatarme y quitarme las vendas, comprobé que apenas podía caminar
porque aún tenía los músculos fláccidos.- Era una noche fría y muy oscura de invierno,.
Estaba en medio del campo, en un camino rodeado de grandes eucaliptus. No tenía idea si
estaba en el norte, el oeste o el sur de Rosario.- A lo lejos (dos o tres kilómetros) divisé unas
luces mortecinas y quise encaminarme hacia allí.-

Apenas di unos pocos pasos, por el mismo camino de tierra por el que se había ido el auto
gasolero veo que viene otro vehículo, que yo creí que era el mismo que volvía sobre sus
pasos- Quise huir hacia dentro del campo pero apenas podía caminar y en pocos instantes el
automóvil ya estaba allí.- Se paró y desde la ventanilla alguien me gritó “Ehh, que le pasa…”
Sin saber bien qué contestar dije: “Me dejaron tirado aquí”. Entonces me preguntó por mi
nombre. Cuando le dije quién era me dijo “Ahh, Ud.es el doctor Baltuzzi, lo estábamos
buscando…., recibimos un radiograma, somos de la Comisaría de Coronel Domínguez”.- Era
evidente que les habían indicado el lugar exacto donde me ataron y que a partir de ese
momento estaba blanqueado y empezaba la parte legal del operativo”.-

El comisario de Coronel Domínguez se apellidaba Arriaga Maggi. Como ví que el coche era
otro, ya que se trataba de un Peugeot 404 y naftero, subí al auto en el que estaba el
Comisario y dos hombres más.- Me llevaron a la Comisaría del pueblo y allí empezó el trato
humano y también la preparación para presentarme al juez.- De la Comisaría me llevaron a
la misma casa del Comisario donde me dieron aspirinas, un té, me prestaron medias y
zapatillas del propio Comisario y la esposa de éste, que era la Jueza de Paz del Pueblo y que
aún vive en Coronel Dominguez , me limpió con alcohol la pasta pegajosa que deja la cinta
plástica sobre la piel.-

Avisaron por radio de mi aparición a la Seccional Séptima (hoy quinta) donde se había
radicado la denuncia de mi secuestro.- Y después de un par de horas de “recomponerme” ,
en horas de la madrugada, en un jeep tipo “cuartito azul” me llevaron de vuelta a Rosario.-

Cuando llegue a la Comisaría viví uno de los momentos más emotivos de mi vida.- Había
mucha gente: estaban los curas salesianos, varias personas de mi numerosa familia, mis
amigos Dardo Decándido y Damián Martínez.- Mi amigo el Dr. Carlos Urbán y, menciono
también muy especialmente a mi amigo y compañero Gualberto Venesia que había pasado
el día junto a mi familia siguiendo las alternativas de mi caso y que durante muchos años
guardó la soga con la que fui atado al poste de campo en Coronel Dominguez.(Creo que
hasta el día de hoy las conserva su hijo Juan Carlos Venesia.)- También estaba el juez de
Instrucción y el Secretario que hicieron constatar con médico forense las marcas tipo
quemaduras que me había dejado la picana.

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Creo que lo que en definitiva hizo que no me mataran, más allá de la intervención de los
salesianos y el Obispo, es que si bien yo fui dirigente de la JP-Regional II , nunca estuve en la
formación militar de “Montoneros” y los vínculos con esa organización terminaron cuando
su conducción rompió con el General Perón.- En ese momento fue decisiva para mi la
opinión de un gran amigo y maestro, muy recientemente fallecido, el Dr.Carlos Urban, que
con gran lucidez, utilizando mi sobrenombre, un día en el living de su casa me dijo “ Yayo,
esto se está poniendo muy feo. Aquí se viene un baño de sangre. Lo de los “montos” ya es
un delirio. No te quedes allí porque te van a matar”. Creo que el haber escuchado esas
palabras fue determinante ya que a los cuadros activos de las organizaciones guerrilleras no
le perdonaban la vida a pedido de nadie. Baste recordar que hay hasta hijos de Generales,
asesinados (Ej.el caso del hijo del General Julio Alzogaray).

Así que había salvado la vida pero estaba intimado a abandonar el país, así que en forma
inmediata me aboqué a preparar mi salida del país sin demoras. En la madrugada del 21 de
junio de 1976, como mi casa había quedado bastante destruida me llevaron a la casa de mis
suegros en la zona norte de la ciudad, donde pasé tres días en cama. Cuando pude
levantarme fui a Tribunales a sustituir los poderes de los juicios que yo llevaba, a favor del
Dr.Juan Manuel Villaruel con el que estábamos asociados en varios asuntos. Mientras tanto
mi ex mujer, con el aval de mi queridísimo amigo el contador Mario Burich, sacó un pasaje a
Madrid en una agencia en la que trabajaba otro amigo, Hugo Ragazzi.

Así el día 29 de junio de 1976, en un automóvil “Torino” de mi amigo Dardo Decándido,


conducido por su hijo homónimo, llegué a Ezeiza, con mucha paranoia en el viaje, y abordé
el avión que me condujo a España.- Un mes y medio después y luego de un azaroso trámite
para cobrar el seguro del automóvil y poder pagar los pasajes, llegaba mi ex esposa con mis
dos hijas.- Se iniciaba así un exilio que duraría casi siete años.-

XIV.-REFLEXIONES FINALES-

1.-Sobre la violencia de los años 70

Siempre he sostenido y especialmente a partir de los análisis y reflexiones grupales que


realizamos en el exilio, que la condena irrestricta y definitiva a las atrocidades de las
dictaduras militares, en especial la que se inició en 1976, no nos exime de la necesidad y la
obligación de efectuar la autocrítica de nuestros propios errores. De lo contrario
estaríamos haciendo una lectura maniquea de la historia y quizá colaborando para que
generaciones venideras repitan nuestros propios errores.

Este trabajo pretende aportar la parcial visión de quienes transcurrimos los tumultuosos
años de las décadas del 60 y del 70, a partir de nuestra pertenencia a grupos católicos.

Es difícil explicar y comprender cómo partiendo de una fe religiosa inocente y parroquial se


pudo llegar a la justificación, e incluso al ejercicio, de la violencia y a la consecuencia, casi

73
inevitable, de la pérdida de numerosas y valiosas vidas y a otros resultados dramáticos
como fueron la cárcel, los secuestros y el exilio.-

Es cierto que el compromiso con los sectores más oprimidos y la resistencia a la opresión de
una persistente dictadura militar, llevaba naturalmente a una confrontación inevitable.- De
no haber existido un movimiento peronista que no aceptó nunca la imposición de las
minorías “iluminadas” y una juventud que ofreció lo mejor de sí para terminar con los
gobiernos militares, quizá otro hubiera sido el rumbo de la historia argentina.- Quizá
habríamos tenido “cría del proceso” por mucho tiempo.-

Pero lo que resulta completamente inexplicable e inaceptable es que la dinámica de la


violencia armada haya intentado una justificación más allá de lograda la democracia en
l973.- Es cierto, de una democracia imperfecta, como lo es y lo será por mucho tiempo en la
Argentina, pero democracia al fin.- ¿ Como fue posible que en pleno gobierno del General
Perón y después de abrumadores resultados electorales todavía existieran delirantes que
pretendieran condicionarlo afirmando que “el poder brota de la boca de los fusiles” ?

Y lo más sorprendente es que muchos de los que mandaron a jóvenes a la muerte en plena
democracia o en una situación de absoluta inferioridad militar contra la dictadura del 76
(recordar la “contraofensiva”) se hayan formado en ámbitos católicos o en comunidades
cristianas.- Sin embargo ello tiene una explicación en cierta forma de fundamentalismo al
que estuvo ( y esta ??) propenso el cristianismo radicalizado.

Nuestra formación estuvo inmersa en un ascetismo extremo que bien sirvió para la
formación de la voluntad, del carácter, del espíritu de perseverancia y hasta de cierta
obstinación para alcanzar los objetivos trazados en la vida.- Pero cuando se lo traslada a la
militancia social y política, sin una adecuada formación en la tolerancia y el pluralismo,
fácilmente puede derivar en formas de autoritarismo e incluso de imposición por métodos
violentos (militarismo).

Explorando un poco en las raíces de nuestra formación cristiana recuerdo un axioma que, en
latín, nos repetía un querido y recordado sacerdote salesiano y que traducido sería algo así :
“Lo bueno es íntegramente bueno y si tiene algo de malo deja de ser bueno”.- Este
principio, llevado a la convivencia social y política, ignora algunas miserias inevitables de la
naturaleza humana y los matices y los grises con que a menudo se nos presenta la realidad.-

La Iglesia ha hecho avances sustanciales en materia de tolerancia en los últimos tiempos,


que se han traducido en la forma en que lleva adelante su prédica y la impronta de sus
servicios educativos. Durante siglos la Iglesia sostuvo que la fe cristiana y la propia Iglesia
eran el “único camino a la salvación”.- Lo que se ha venido modificando con los últimos
papas, especialmente a partir del Concilio Vaticano II , lo que dio lugar a múltiples iniciativas
ecumenistas.- Teólogos como el Suizo Hans Küng han sostenido que si bien puede afirmarse
que “Hay salvación dentro de la Iglesia” bajo ningún concepto podemos afirmar que no la
haya en otras religiones y aún en un honesto agnosticismo.

74
La tolerancia no implica solamente la aceptación de la persona, lo que es elemental, sino de
su libertad de conciencia, es decir de sus opiniones, sus juicios, sus actos, salvo que éstos
causen daño a otros seres humanos en cuyo caso es el Estado el que tiene que poner
límites. Y esta obligación de respecto a las creencias y opiniones se traduce no solo en
libertad de cultos sino también en pluralismo político y pluralismo social.- En definitiva la
tolerancia no es solo una cuestión de caridad sino de justicia y se constituye en la piedra
angular para el funcionamiento pacífico de cualquier sociedad y de cualquier democracia.

Esta concepto amplio que implica aceptar que la verdad difícilmente sea absoluta y esté en
poder de una única persona o un único grupo religioso, social o político, no estuvo
suficientemente subrayado en la educación que recibimos los “cristianuchos” de las décadas
pasadas.- Es decir que fuimos formados en cierta predisposición a la intolerancia, a la
creencia de que nuestra verdad era “la verdad”, y más adelante, ya como militantes
políticos y , como en los mejores tiempos de las “Cruzadas”, había que imponer, aún con la
violencia, nuestra verdad a los “oligarcas”, a los “burgueses”, a los “gorilas” y aún, según los
más fanáticos, hasta a los “tibios”. La formación religiosa y la consecuente educación “para
la vida” estaba plagada de afirmaciones absolutas, de llamados a un “compromiso hasta dar
la vida si fuere preciso”, a “la entrega” “el sacrificio” etc.etc. Sobre esta base se edificó la
militancia “cristianucha” de los 70 a la que se adicionó el ingrediente de la violencia a partir
de ciertas influencias “del diálogo con el marxismo” o el “castro-guevarismo” en boga a
partir de los 60, con sacerdotes que asumían la lucha armada como el caso, por cierto no el
único, de Camilo Torres.-

Amábamos aquella frase de Paul Claudel : “La juventud no fue hecha para el placer sino
para el heroísmo”.- Lo que representa un hermoso programa y desafío para los jóvenes si
el heroísmo consiste en entregar tiempo y compromiso para la mejora de la vida del
prójimo, pero que puede representar también un plano inclinado hacia la violencia.

Esa tendencia se tradujo en compromisos concretos a partir de la fusión entre militancia


cristiana y militancia peronista histórica , que tuvo un sentido y una explicación mientras la
dictadura militar pretendía perpetuarse.- Pero que se trocó en omnipotencia militarista
cuando, en pleno gobierno constitucional Firmenich seguía afirmando que “el poder brota
de la boca de los fusiles” ? Eso era la antítesis del pluralismo, de la tolerancia , de la
democracia y aún del propio mensaje cristiano del que muchos habían partido.

Hemos hecho una clara diferenciación entre la legitimidad de los métodos de lucha contra
una dictadura impuesta sobre el poder de las armas respecto de lo que puede considerarse
válido en la lucha política dentro de la democracia. He reconocido que militamos en
organizaciones que justificaron la lucha armada (“formaciones especiales”) contra la
dictadura, bajo la conducción del General Perón hasta lograr el fin del gobierno militar. Ello
se fundamentaba para los militantes católicos en un larga tradición en el pensamiento
cristiano que consideró la resistencia a la opresión como “un derecho reconocido a los
pueblos contra los gobiernos ilegítimos” - Pero he dicho también que fue un acto demencial

75
y criminal la decisión de retomar la lucha armada por parte del ERP , ya durante el gobierno
del propio Perón y de Montoneros durante el gobierno de Isabel Perón, aún cuando
faltaban pocos meses para concluir su mandato.

Pero ahora, con esta reflexión hecha 40 años después, tengo que decir que hoy no sería
partidario de ninguna forma de lucha armada en ninguna circunstancia.- Esta posición, hoy
meramente teórica, ya que como decía el General ahora somos “leones herbívoros”, tiene
un fundamento práctico y un fundamento doctrinario desde el propio mensaje cristiano.-

Del punto de visto práctico hay que recordar el pensamiento de Perón que con su indudable
sabiduría optaba por acelerar la evolución en lugar de la revolución que siempre implica
alguna forma de violencia y, por consiguiente, deja resentimientos que, más tarde o más
temprano, se convierten en contrarevolución.

La evolución implica un movimiento cultural e ideológico que es asumido pacíficamente


como propio por las mayorías y por consiguiente adquiere un nivel de consolidación que lo
torna virtualmente irreversible.- El propio Antonio Gramsci , con otra filosofía de base y
otro concepto de la sociedad, desarrolló la teoría que dio prioridad a la tarea cultural e
ideológica en busca del “hegemonismo”, en lugar de los métodos violentos del comunismo
clásico. El pensamiento de Gramsci dio nacimiento al “Eurocomunismo” y la posterior
integración del comunismo entre los partidos democráticos europeos.

En América, a diferencia del Castrismo y el Guevarismo que impulsaron durante décadas


grupos revolucionarios de todo tipo (“insurreccionales”, “foquistas” , de “guerrilla
urbana”,etc.), el pensamiento de Perón prefirió métodos pacíficos.- No enfrentó a la
revolución de 1955 aunque tenía fuerzas militares leales para hacerlo, porque vio el
General, que el derramamiento de sangre sería importante e inevitable y que aún
triunfando tenía la “ola de la historia” en contra.- Como dijo una y mil veces “ entre el
tiempo y la sangre opto por el tiempo”. Si se quiere imponer una revolución en corto
tiempo es ineludible el costo en sangre.- Si por el contrario se realiza una labor cultural,
ideológica y política, aunque a veces sea necesario invertir mucho tiempo, se logran
transformaciones de fondo evitando la violencia y la sangre. Por eso si bien Perón aceptó las
“formaciones especiales” como un modo de hostigar a la dictadura y obligarla a retirarse,
nunca previó ni aceptó la idea de una confrontación militar para “derrotar” al ejército.- Su
triunfo fue un triunfo político, no militar.

Pero atendiendo al hilo conductor de este trabajo, que es la militancia de quienes


encuentran la raíz de su compromiso en el mensaje cristiano, quiero referirme
especialmente a esas raíces.

No logro entender hoy cómo pudimos, a partir de un compromiso cristiano, explicar o


justificar las acciones armadas ofensivas, es decir, aquellas que recurren a la confrontación
militar o, mucho menos, al crimen político o al atentado que produce muertes
indiscriminadas.

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El mensaje cristiano nace de un Jesús que nunca, absolutamente nunca, utilizó o justificó la
violencia. Por el contrario sufrió la violencia hasta entregar su vida pero sin atacar la de los
demás.- Cuando estaba siendo injustamente apresado por los guardias en el Monte de los
Olivos uno de sus discípulos sacó una espada e hirió a uno de los guardias en la oreja. Y
Jesús le ordenó guardar la espada y con su poder sanador curó la oreja de quien venía a
convertirlo en prisionero.

Es el mismo Cristo que predicó el “amor al prójimo como a uno mismo” y el que dijo: “si te
golpean en una mejilla ofrece también la otra mejilla”. El Cristo que dejó para todos los
tiempos el Sermón de la Montaña en el que declara bienaventurados a los que padecen
persecución por causa de la justicia, a los mansos, a los pobres de espíritu, a los que tienen
hambre y sed de justicia, a los misericordiosos, a los pacificadores, a los que lloran….
(Evangelio Según San Mateo) y agrega “Bienaventurados cuando por mi causa os vituperen
y os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo” “Gozaos y alegraos
porque así persiguieron a los profetas antes que a vosotros.”

Es claro que Jesús impulsa a quienes tienen “hambre y sed de justicia” y a quienes “padecen
persecución por esa causa” pero son bienaventurados los “pacificadores” , nunca jamás
hablo de utilizar la violencia.- Cristo es el más grande apóstol de la no violencia de la
historia.

¿ Como pudimos entonces usar y predicar la violencia en nombre del mensaje cristiano ?
Quizá fundado en aquella antigua doctrina del Padre Francisco de Suarez y del Padre
Francisco de Mariana respecto del derecho de resistencia a la opresión.-

Pero hoy afirmo que es evidente que la lucha por medios violentos no tiene raíz cristiana. El
propio Francisco de Vitoria decía en 1538 que en los principios “la guerra esta prohibida
para los cristianos por las sagradas escrituras” , aunque luego desarrolla de modo
excepcional los casos en que puede justificarse una guerra justa. Igualmente el Jesuita
Francisco de Suarez (1548-1617) llega a la justificación de la “Guerra justa” cuando es “el
único medio para lograr reparación”.

Lógicamente que pasado casi cinco siglos desde que aquellos clásicos cristianos escribieron
resulta hoy insostenible afirmar que la “violencia armada” sea el único medio para combatir
una dictadura.- Sobre todo existiendo ejemplos históricos tan eficaces de no violencia como
los utilizados por Ghandhi , Luther King o Mandela.- O desde que el papa Juan XXIII dejara
dicho en”Pacem in Terris” (1963) que “resulta absurdo sostener que la guerra es un medio
apto para resarcir el derecho violado”, bien es cierto que se refería a la guerra entre
Estados.

Para concluir esta reflexión “contra fáctica” respecto de la violencia en los años de militancia
que nos tocó vivir, diría hoy que impulsaría casi todas las rebeldías e idealismos de entonces
pero solo utilizando métodos no violentos o, si se quiere, siguiendo solo el camino de la
política, no el de la guerra.- Quizá corriendo riesgos similares pero con aquel axioma

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atribuido a Mons. Dom Helder Cámara “Prefiero mil veces ser matado que matar”. Esto es
lo más compatible con el mensaje del Cristo en quien decimos inspirarnos: “Habeís oído que
fue dicho a los antiguos “no matarás”. Yo os digo que cualquiera que se enoje con su
hermano sea culpable de juicio y que cualquiera que diga necio a su hermano será
culpable ante el concilio”. Es decir que Jesús además de considerar bienaventurados a los
“pacificadores”, a los “mansos”, a los “misericordiosos”, no solo ratifica el “no matarás”
sino que condena cualquier método de violencia, incluso la violencia verbal.

Escribo estas reflexiones tratando de sacar experiencias de los dramáticos momentos que
nos tocó vivir a nuestra generación, con una secuela de valiosísimas vidas perdidas,
secuestros, cárceles, torturas, exilio….para que sirva especialmente de testimonio para
nuestros hijos y nietos.

Muchas veces observo, no sin horror, que a pesar de todos los dramas vividos, se coquetea
con la violencia, se usan métodos de extorsión, bloqueo de caminos. ataques a comercios,
bombas incendiarias, etc. que distan de ser métodos pacíficos de protesta.- O, lo que es
peor, se transita hacia la organización de grupos con disciplinas para-militares.- Creo que la
experiencia dolorosa a la que nos condujeron los hechos de un pasado todavía reciente,
debiera servirnos como antídoto para que el “nunca más” sea una realidad practicada por
todos los actores sociales, culturales, religiosos, sindicales y políticos.-

2.-Sobre los valores que se practicaron en la década del 70 y que aún mantienen vigencia.-

La autocrítica y crítica que he expuesto respecto de los errores cometidos en la década del
70 , sobre todo lo relativo al fundamentalismo ideológico y a la continuidad del uso de la
violencia luego del 11 de marzo de 1973, no invalida en absoluto el bagaje de valores que
cargaba aquella juventud y que han guiado nuestras vidas para siempre, casi sin
excepciones.

En primer lugar debo destacar que quienes nacimos al compromiso militante a través de
una raíz católica tenemos arraigada, a partir de una moral de base religiosa, una ética
humanística a la que es difícil traicionar sin tener que convivir con graves problemas de
conciencia. Esa ética es , y ha sido, un fuerte antídoto contra las tentaciones de todo tipo
que acarrea el poder y contra la frivolidad y el oportunismo que suelen abundar en la
política e incluso en todos los órdenes de la vida.

En los hechos y acontecimientos relatados de las décadas del 60 y del 70 primaba en


aquellos militantes “cristianuchos”, e incluso en otros que nacieron de otras raíces
ideológica, un compromiso genuino y desinteresado.

Cuando iniciamos aquellos movimientos cristianos inspirados en autores como Maritain,


Mounier o Lebret y respaldados luego por la Encíclica “Populorum Progressio” y el
documento de “Medellín” y luego lo continuamos en la militancia social o política, nadie

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pensaba en ventajas personales y mucho menos en ocupar posiciones o cargos públicos ya
que vivíamos la larga noche de las dictaduras.-

Digo esto en contraste con lo que hemos comprobado en los últimos tiempos en que todo
compromiso o militancia políticos suele ir acompañados con el requerimiento perentorio de
un contrato o empleo público.- Eso no existía en aquellos años en que se lo arriesgaba todo
a cambio de nada, salvo la satisfacción de haber cumplido con nuestras conciencias.

Eran tiempos de fuerte vida comunitaria, de mucha solidaridad y generosidad mutua.-


Cuando una pareja de esas comunidades o grupos estudiantiles preparaba su hogar para
casarse o unirse en pareja, todos concurríamos a ayudarles, sin excluir trabajos de
albañilería, electricidad, pintura o lo que fuere menester. Eso ocurrió en mi propia primera
casa de barrio que refaccionamos, a partir casi de la ruina, con mucha “mano de obra” de
compañeros de las comunidades cristianas y del movimiento estudiantil.- Luego,
lógicamente, retribuyendo del mismo modo a cada uno del grupo que requería nuestra
ayuda.-

También existía una cierta comunidad en el uso de los bienes materiales. O al menos una
gran generosidad en poner a disposición de otros compañeros o amigos, los bienes propios.-

Creo que en gran parte de toda la historia relatada se pusieron en práctica muchos valores
propios del mensaje cristiano.- Valores que son a la vez humanistas y compartidos con gente
de diversas creencias y aún personas agnósticas, aunque debo señalar que al tener el origen
y el respaldo de una fe trascendente adquirieron, y adquieren, una solidez especial.

Si digo que esos valores primaron en “gran parte de la historia relatada” es porque cuando
aquel compromiso se transformó, en algunos casos, en violencia y en soberbia
fundamentalista, entonces las cosas se confundieron ya que cuando se utilizan las armas
para imponer las ideas o cuando se llega al extremo de secuestrar o matar en aras de “la
revolución” ya hay otra concepción de valores o directamente se pierden los valores.

Lo genuino , en cambio, de las convicciones humanistas de raíz cristiana perduraron en el


tiempo en casi toda aquella generación de jóvenes comprometidos.- La amistad, un cierto
desapego de los bienes materiales, el valor de la palabra empeñada, la fidelidad a las
propias ideas sin oportunismo, la austeridad, la sensibilidad ante las necesidades del
prójimo, etc. son algunos de aquellos valores que hemos procurado defender y mantener
aún ante las inclemencias de la vida.- Y que procuramos respaldar con hechos y conductas
que nos permitan trasmitirlos con credibilidad a las generaciones venideras, en especial a
nuestros hijos y nietos.

En el terreno de la función pública tenemos arraigado un axioma que debe guiar toda la vida
del dirigente: la política es una función de servicio y los bienes públicos son sagrados:
jamás deben ponerse al servicio de los patrimonios privados. El enriquecimiento del
funcionario a expensas de las “comisiones” o “retornos” en las contrataciones públicas
constituyen una inmoralidad y un delito que no pueden exculparse ni justificarse por

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ningún supuesto objetivo político “superior”.- Por más que alguien que sea un ladrón y se
disfrace de “Che Guevara”.

En mis cincuenta años de militancia siempre he visto que aquellos que constituyen “fondos”
o “cajas” para fines políticos, siempre terminan confundiendo los recursos mal habidos con
los patrimonios particulares.

La aplicación inflexible de estos principios y valores en la actividad política, significan sin


duda una limitación a la que nos referiremos en el punto final de estas reflexiones.

3.-Las limitaciones de un “Cristianucho” en la vida política.-

Hay una gran diferencia de posibilidades de éxito en la política entre el que utiliza cualquier
tipo de medios, sin limitaciones éticas, y el que se atiene a una moral (que puede ser de
base religiosa) o simplemente a una ética humanista.

Los que llegamos al compromiso político a partir de un imperativo cristiano de “vocación de


servicio”, de “bien común”, de “amor al prójimo”, tenemos la limitación de que no
podemos utilizar cualquier medio para ganar un espacio de poder o conservarlo, porque
ello sería insoportable para nuestras conciencias.

En un tiempo donde la política se ha convertido en un torneo de consultores, de


contratación de medios y publicidad, de militantes mercenarios que solo se mueven en base
a dinero e intereses, resulta fundamental el dinero para llegar a disputar determinadas
posiciones de poder.

Y en los tiempos que corren casi nadie pone dinero en las campañas si su aporte no está
atado a un compromiso de retorno posterior. Y lo que es peor es que han comenzado a
tallar fuertemente los intereses del narcotráfico, del juego, de diversas formas de crimen
organizado y de dinero espurio y mal habido, que desean seguir contando con condiciones
para perpetuar su poder económico.-

Quien actúa en política limitado por una moral o una ética, ciertamente no puede recurrir a
esos medios de financiamiento. Mientras hay otros que sí lo hacen. Muchas veces con tal
sutileza e hipocresía que puede tardarse tiempo en descubrir las fuentes de su poder.- A
veces se los descubre demasiado tarde.

Por supuesto que la inmoralidad del financiamiento no solo puede provenir de grupos
privados de poder como los que he mencionado (narcotráfico, juego, grupos
corporativos,etc.) sino que también involucra al financiamiento con recursos ilegalmente
provenientes de las arcas del Estado.- Esto es, la complicidad con contratistas de obras o
servicios públicos que aseguran un “retorno” o a veces incluso “un anticipo” de los
contratos que se les adjudican.

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Esto último, que se ha visto hasta el hartazgo en los últimos tiempos en Argentina, tienen
como consecuencia que quien tiene el poder y no repara en escrúpulos para utilizar ese
sistema de adueñarse de una porción de los recursos públicos, tiene todas las chances de
conservarlo durante mucho tiempo.- Ellos te aplastan con la chequera, con los medios de
comunicación, con las operaciones de prensa, con la compra de voluntades de los posibles
opositores,etc.

Muchas veces he dicho que el “cristianucho” que tiene vocación política y que pretende ser
consecuente con lo que cree y predica, es como un boxeador que sale al combate con una
mano atada a la espalda.

Muchas veces cuando miro para atrás la historia vivida, no puedo menos que ver con cierta
ternura y compasión a aquellos jóvenes que éramos, tan ingenuos, tan inocentes y tan
idealistas, expuestos a las mil acechanzas del poder e incluso, también, a las tentaciones de
un fundamentalismo ideológico, simplista y “kamikaze” que más de una vez nos convirtió en
“carne de cañón”. Esa visión tierna y comprensiva de aquel pasado es lo que me impulsado
a llamar “cristianuchos” a aquellos jóvenes militantes que lo dieron todo sin pedir nada,
muchas veces con una inocencia casi suicida.

También es cierto, y debe ser dicho, que cuando se lucha con coherencia , con principios
éticos y con perseverancia, se tiene una fortaleza que puede lograr objetivos
insospechados.- Hay grandes ejemplos en la historia que he mencionado en este trabajo,
como Gandhi, Mandela, Luther King y otros menos rutilantes, que lograron grandes
objetivos sin claudicar en los principios básicos.

Con las limitaciones éticas que he mencionado , quienes tengan vocación política y abreven
en los grandes principios nacidos del pensamiento judeo-cristiano, pueden y deben
participar y buscar el poder para el “bien común”.- Les costará más llegar a los objetivos.
Demorarán más tiempo. Y quizá muchos anhelos quedarán en el camino, pero si se
mantiene hasta el final el sostenimiento de los principios los resultados serán importantes
y útiles a la sociedad.- Repito que hay ejemplos en la historia que así lo muestran y no hay
porqué bajar la puntería.- También tenemos ejemplos en la Argentina de Presidentes,
ministros, legisladores y dirigentes, que han tenido grandes logros para el progreso
económico, social y cultural del país y han terminado sus días viviendo con austeridad y con
un escaso patrimonio.-

Yo diría que no puedo imaginarme a una gran Estadista pidiendo o haciendo pedir una
coima.- Los grandes estadistas no tienen más preocupación y no dedican sus esfuerzos más
que a la grandeza de su país y al bienestar de su pueblo.-

Por el contrario los que acumulan o solicitan dinero mal habido para llegar al poder jamás
podrán dejar un legado rescatable para las generaciones futuras.- Incluso los logros
positivos que hayan tenido quedarán manchados por la avaricia y por la complicidad con
operaciones ilegales o el uso ilegítimo de los recursos que pertenecen a todos.

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Hemos recibido aquellos valores que impregnaron nuestra juventud y hemos tratado de
conservarlos. Ello nos permite expresar nuestro mayor desprecio y asco hacia quienes se
han tomado la libertad de apropiarse de bienes y recursos de todos en beneficio propio.
Aunque sea con el pretexto de “hacer política” a partir de ellos. Ese no es el camino que
debemos enseñar a nuestros descendientes.

Finalmente quiero decir que todo lo expresado no significa propiciar dirigentes desprovistos
de inteligencia y de astucia.- El propio Jesucristo aconsejó alguna vez “Sed mansos como
palomas pero astutos como serpientes”.

Hay recursos legítimos con los que se puede hacer política. Algunos provienen de los
aportes que el Estado hace legalmente a los partidos políticos. Otros provienen de los
aportes voluntarios de los propios militantes o funcionarios y/o legisladores llegados a la
función pública.- Y también del aporte de empresarios siempre que tengan un origen legal y
no sean tan determinantes que condicionen la gestión futura.

Dick Morris, quien fuera principal asesor de estrategias de Bill Clinton, en su obra “El nuevo
Príncipe” desarrolla la idea que puede haber un cierto “Pragmatismo del idealismo” y que,
bien explicados y con recursos razonables los “valores pueden ser más útiles que la
economía” en una disputa electoral. Es decir que procura mostrar que la búsqueda del
poder para buenos fines puede realizarse utilizando la inteligencia y la astucia y no “la
manipulación y el engaño” hasta el crímen, como aconsejaba Machiavello.

Por eso aún creo que se puede hacer política al servicio de un país, de un pueblo, sin caer en
el barro de la codicia, la avaricia y del delito.- La inteligencia y la ética aún pueden cotizar si
es que el pueblo no está perdido o confundido.

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