Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
III.-Salesianos
XIII.-Reflexiones finales
Para comprender el largo camino que nos condujo a una militancia idealista y casi
suicida he creído necesario bucear en mis propias raíces sociales, familiares y
culturales.- Como muchos otros que siguieron caminos similares de compromiso y de
entrega a una causa, provengo de una familia desarrollada en la Pampa Gringa donde
todo era sacrificio, austeridad y trabajo.- Buena base para empalmarla con la formación
cristiana de “entrega y negación de sí mismo” en aras de una causa colectiva.-
Prolegómeno, a su vez, de una militancia donde la “entrega de la vida” era una
posibilidad cierta, sea en la forma de negación o postergación de la propia realización
personal o , incluso, la posibilidad misma de la muerte física como consecuencia de la
entrega a la causa.
Nací y me crié en “Estación El Gaucho”, por entonces zona rural, cercana a la ciudad de
Rosario, pero donde había que transitar algunos kilómetros de barro para llegar a la
escuela, próxima a la estación de trenes, y algunos más para llegar al “Barrio” que no es
otro que “Las Delicias”, con la emblemática esquina de Arijón y Ovidio Lagos.- Eso era la
“civilización”.- Allí se podía tomar el tranvía y después de una hora quince minutos de
travesía llegar al centro.-
1
eléctrica y en consecuencia no había radio ni heladera ni ventilador ni confort de
ninguna especie.-
En invierno, por las noches, era cuestión de amucharse cerca de la cocina “económica”
alimentada con “marlos” o recortes de leña, para cenar a la luz del “sol de noche” a
kerosene al que había que estar siempre atentos para que mantenga presión y no se
rompa “la bolsita”.- Para transitar hacia los dormitorios o la despensa había que
manejarse con las lámparas, también de kerosene, pero “a mecha” que de tanto en
tanto había que subir con una ruedita, a medida que se iba quemando. A falta de ésta
se usaban también la velas.
Es bueno recordar que era costumbre entonces que en una larga mesa comiera nuestra
familia, la de un tío y todos los que trabajaban en el campo. A veces doce o quince
personas, todos comiendo la misma comida.- Un buen aprendizaje de igualdad y
respeto a todo ser humano.
Los mandados había que hacerlos “a caballo” ya que , si bien las compras se hacían al
por mayor y quincenalmente en el almacén de “Brarda”, siempre faltaba algo, y sobre
todo la compra de la carne que no había cómo conservarla, que exigía hacer algunos
kilómetros a caballo, con frío, con lluvia o con calor agobiante.
A la escuela había que ir caminando, ya que no se podía dejar el caballo atado varias
horas en la puerta de la escuela. En invierno íbamos tirando cascotes sobre los hielos
que se formaban en las cunetas y los charcos.- La temperatura en pleno campo y sin
“calentamiento global”, era muy rigurosa y abundaban los “sabañones” en las manos y
en las orejas de los chicos.-
Las maestras y la directora de la “Julio Bello N° 154” tenían que recorrer varias cuadras
de tierra, y muchas veces de barro, para llegar a la escuela. Y muy raras veces faltaban. Y
hay que decir que, tratándose de una escuela rural, la enseñanza general básica era
bastante buena.
Por supuesto que para dotar a la escuelita de algunos elementos didácticos adicionales,
la “Comisión de Padres” organizaba cada tantos “bailes” en los patios de la propia
escuela. Prendiendo velas a todos los santos para que no lloviera, como ocurrió algunas
veces en que, al suspenderse el baile, tuvieron que comprar todos los chorizos las
familias más allegadas para evitar una debacle económica de la “Cooperadora”.-
Las condiciones de vida en esa década del cincuenta eran muy duras en las quintas de
Estación “El Gaucho”. Muy buenas para formar el carácter y para aprender a afrontar la
vida en condiciones de austeridad y de disciplina y que contrastaban con las
modalidades de la vida urbana con mayores facilidades y favorecidas por todos los
servicios públicos existentes,( pavimento, transporte, energía eléctrica, gas, alumbrado
2
público, teléfono,etc.), sobre todo en el centro de la ciudad y que estaban por entonces
tan, pero tan lejos, de Estación “El Gaucho” como de muchos argentinos del interior.
Relato estas vivencias referidas a la década del cincuenta.- Pero debo traer a colación
también , por tradición oral de mis padres y abuelos, las condiciones brutales de trabajo
y de supervivencia que afrontaron los primeros inmigrantes que poblaron y cultivaron
estas tierras, como ocurrió en los medios rurales a lo largo y ancho del país.-
Sin la menor asistencia del Estado, llegaron apenas iniciado el siglo XX, sin conocer el
idioma y sin patrimonio ni ahorro con los que empezar. Solo traían en la mochila una
cultura ancestral de trabajo y la filosofía de salir adelante con su propio esfuerzo.- La
mayoría de esos “gringos” comenzaron trabajando de peones donde pudieron,
ahorrando sobre una vida de privaciones extraordinarias hasta poder comprar un
pedacito de tierra. De esa tierra que hasta entonces permanecía inculta y aparecía como
marginal.-
Algunos vinieron con la familia completa. Mi abuelo en cambio llegó con quince años,
en el Buque “Lombardía”, el 30 de octubre de 1905, acompañando a su padrino, luego
de haber quedado huérfano de madre. Se arraigaron en esta zona rural cercana a
Rosario, trabajando en las quintas. Allí, amuchándose y auxiliándose entre “paisanos”
hicieron sus parejas, se casaron y criaron a sus hijos en un clima de rigor pero con un
afán incontenible de progreso.
Cada tanto también había lugar para alguna fiesta. Algún casamiento, sobre todo.- Se
construía una “carpa” con postes y con lonas o lienzos que se usaban para cubrir la
carga de los carros y en los primeros camiones. Allí, en esa “sala de fiestas” improvisada,
sobre piso de tierra, se celebraba la boda a la que concurrían parientes, vecinos, amigos
y paisanos. Luego de la entrada de embutidos, fabricados en las “carneadas” por los
propios gringos, llegaban los pollos y lechones, también de la casa.-Luego comenzaba el
baile siguiendo la infantable música del acordeón a piano, levantando la polvareda de
los pisos de tierra, mientras los chicos y los bichos revoloteaban por igual, a la luz de los
“sol de noche”. Así, con algunas simples alegrías, y la tristeza de algún velorio ,
transcurría una vida de trabajo de sol a sol en la que ni los niños ni las mujeres
quedaban excluídos.- Ni siquiera en las crudas jornadas del invierno al descampado ni
en los calcinantes días de sol “rajante” del verano.
Solo la lluvia intensa, que hacía imposible trabajar en el barrial del campo, convertía a
los galpones en una fiesta, donde mezclados los quinteros con medieros y peones,
engrasaban las monturas, arreglaban cajones, cosían lonas para los carros o camiones,
mientras las mujeres preparaban pastelitos o tortas fritas. Los niños disfrutábamos de
tener a los padres en casa, de poder construir algún barrilete , ya que tampoco
podíamos ir a la escuela en esos días.- Por eso no entiendo porqué cuando se
pronostican “lluvias” los “puebleros”dicen que va a hacer “mal tiempo”.- La lluvia en el
campo, generalmente, es una bendición y una fiesta.
Las familias “fundadoras” de esa suerte informal de “colonia agrícola” construyeron sus
casas de material con sus propias manos, ayudándose entre paisanos, entre los que
había quienes dominaban algún oficio aprendido en su Italia natal. Apellidos tales como
Curzio, Soressi, De Lorenzi, Vechio, Bertuccelli, Cavallo, Vezzani, Costabeber, Piersantti,
Pastorino, Lizio, Fontana,Grasso, Traverso, Repetti, Baleani ,Noli, Volunterio,
Pratto,Gavosto, Sciutto, Frattini, Baltuzzi, etc. dan cuenta de la mayoría de pioneros
italianos por estas tierras, aunque también se mechaba algún gallego como Gutierrez,
Alvarez o Hernández e incluso algún portugués.-
3
Precisamente fue un longevo descendiente de españoles, que al día de hoy vive con casi
90 años, Manuel Gutiérrez, quien llevó al Concejo Municipal de Rosario la iniciativa de
designar a algunas calles con los nombres de los primeros “colonizadores” de la zona de
Estación “El Gaucho”.- Así aparece una Calle con el nombre de César Curzio, bisabuelo
de quien esto escribe y Juan Baltuzzi, mi abuelo.- También se recuerda al único
residente “distinguido” de esta tierra de quinteros y chacareros: el poeta Murciano
Vicente Medina que construyó una casona estilo mudéjar, en medio de un gran bosque
de variadas especies y que luego vendió al Dr.Ricardo Caballero, caudillo radical de la
primera mitad del siglo XX, médico políglota que atendía gratuitamente a sus vecinos.-
La mansión del Dr.Caballero era una perla de vida culta y refinada en medio de un
océano de gringos que forjaban su vida en base a un esfuerzo casi animal, con jornadas
de trabajo que comenzaban al alba y terminaban con la caída del sol. Pero, hay que
decirlo, el Dr.Ricardo Caballero, que fue vicegobernador del Provincia de Santa Fe, el
primero elegido por la ley Saenz Peña de sufragio universal, era muy querido y
respetado en la zona.-
Todo ello ocurrió a pesar de las advertencias hechas por los vecinos, a ojos vista da la
policía y ante la inoperancia de las autoridades municipales y provinciales que no
hicieron absolutamente nada para preservar ese patrimonio histórico. Se robaron hasta
los ladrillos, los pisos de pinotea, los rieles, los muebles,…en fin, todo.- Cosas de la
Argentina de estos tiempos.-
Creo que es justo que la calle más importante de esta zona, todavía suburbana, lleve el
nombre del Dr.Ricardo Caballero, médico, político y benefactor, que se radicó en esta
zona de la Pampa Gringa cuando todo era precario y donde el “Doctor” se movía con un
curioso carruaje, tipo “galera” , que también se encuentra desaparecido.
En medio de esa “perla” que era la “Estancia del Dr.Caballero” todo era un entorno de
trabajo duro y febril, de cientos de gringos que cultivaban la tierra con sus manos, con
herramientas elementales y llevaban sus productos, con carros tirados por dos o tres
caballos, hasta el Mercado Norte de Rosario (Hoy plaza del Che Guevara), atravesando
bañados y lodazales.-
Así se fue haciendo la patria.- Así, esos inmigrantes que no tuvieron ayuda alguna del
Estado, salvo la escuela pública para sus hijos o una cama de un desolado hospital,
forjaron las bases de una Argentina que estuvo entre los diez mejores países del mundo.
O , dicho con mayor precisión, entre los diez países con mejores horizontes en el
mundo.-
Todo en base a esa “Pampa Gringa” donde solo campeaba la cultura del trabajo y el
esfuerzo feroz por forjar un futuro para los hijos, futuro promisorio pero que los gringos
no tenían para ellos en ese duro presente.- Eran los tiempos en que se escribían
también los sainetes de los gringos que vivían en apretados conventillos y que se
integraban a los talleres y negocios de la trama urbana.- En aquel ya remoto nacimiento
del siglo XX, Argentina fue el escenario en que esos italianos y españoles de los
pantalones remendados y los botines “patria”, soñaban con “Mi hijo el Doctor”. Y hay
que dar fe, que mucho de ellos, poniendo con su trabajo las simientes de la patria,
también lograron sus objetivos familiares y el progreso para sus hijos y nietos.- Eso sí,
4
sin dar ni pedir cuartel, a puro esfuerzo y sin deberle nada a nadie, excepto la
solidaridad entre vecinos y paisanos.-
Las razones por las cuales no fui un hombre dedicado a la labranza de la tierra, como
mis antepasados y gran parte de mi familia, fueron fundamentalmente dos.
Por una parte mi padre que había recibido una buena educación primaria a través de
maestros particulares, ya que en su infancia ni siquiera había escuelas en la zona, y que
tenía esa idea de progreso de los hijos de inmigrantes que querían hacer estudiar a sus
hijos.
Pero ese deseo no hubiese sido viable si no aparecía un personaje muy particular.- Ese
fue Don Ermete Lanari quien por un tiempo fue Jefe de la Estación “El Gaucho” del
Ferrocarril Belgrano, y que era el lugar de la “civilización” mas cercano a la quinta de mi
familia. Ya se sabe que por entonces el Jefe de Estación del Ferrocarril era un personaje
importante en los pueblos y parajes del interior.
“Don Lanari”, como lo llamábamos se hijo muy amigo de mis padres y de mis tíos y
durante mucho tiempo después de haber dejado la Estación nos visitaba regularmente e
incluso se quedaba varios días con nosotros, a pesar de que él y su familia vivían en
“Villa Ballester”, Provincia de Buenos Aires.
Este hombre había andado mucho por el país y tenía una cultura considerable y un gran
espíritu de progreso.-Dos de sus hijos estudiaron en la Escuela Militar de Aviación de
Córdoba y fueron aviadores y llegaron a Brigadieres de la Fuerza Aérea. Ese personaje,
extraño en el lugar alejado en el que vivíamos, fue quien introdujo en mí, en largas
conversaciones, la pasión por estudiar y desarrollar una vocación. Y también convenció
a mi padre para que tanto mi hermano como yo ingresáramos al Colegio de los Padres
Salesianos, como medio pupilos.-
Debe tenerse en cuenta que en la década del 50 no había escuelas secundarias en toda
la zona sur de Rosario.- El Colegio “San José” de los Padres Salesianos que recibía
alumnos pupilos (vivían en el Colegio) y medio pupilos(que almorzaban allí pero
dormían en sus casas), era la “meca” ansiada por muchas familias de los medios rurales,
incluso de la Provincia de Buenos Aires y Córdoba, para enviar a sus hijos.-
5
El Colegio “San José” era un faro que iluminaba muy lejos. Tenía un excelente nivel
académico, muy exigente, con una disciplina férrea, dura, pero que producía egresados
que llegaban a la universidad y sobresalían por su preparación. Son cientos y cientos los
profesionales y dirigentes de las más diversas actividades que sobresalieron cada uno en
lo suyo y como dirigentes en la sociedad.
Solo por el milagro de que este Señor “Don Lanari” apareciera en aquellos parajes de
“Estación El Gaucho” se explica que mi hermano y yo pudiésemos ser inscriptos en ese
magnífico Colegio.- No había plazas disponibles y era muy difícil el ingreso.- Pero Don
Lanari, un ferviente católico y muy relacionado con la Congregación, se ocupó de
convencer al director del Colegio, el Padre José Brizio que nos admitiera como alumnos
en 1957.-
Por eso, nuestro aterrizaje en el “Colegio San José” significaba la apertura a un mundo
nuevo. Por empezar teníamos que viajar todos los días al centro, en el tranvía que
abordábamos antes de la seis de la mañana. Para ello tuvimos que mudarnos a vivir con
nuestros abuelos en el “Barrio Las Delicias”, de lunes a viernes.
Digo que el “San José” fue un mundo nuevo porque allí teníamos compañeros que
venían de todos los barrios de la ciudad y muchos del centro. Algunos también de
ciudades vecinas llegaban en tren a la estación “Rosario Central” que estaba a dos
cuadras del Colegio. Nosotros viajábamos un hora y cuarto en tranvía y teníamos que
caminar doce cuadras cargando nuestros pesados portafolios.
La disciplina era muy rígida y el día comenzaba con misa y cánticos en la Iglesia. Al
mediodía comíamos en las largas mesas de un gran salón del primer piso.- Los
“servidores” eran los propios alumnos elegidos para ese fín,, ya que muchos querían
hacer esa tarea, quizá porque podían elegir mejores raciones.
Pero lo más importante del colegio Salesiano, además del nivel de la enseñanza, fue la
formación en valores, vinculados con lo religioso, pero quizá por ello más sólidos y
arraigados.- La solidaridad entre compañeros, la responsabilidad, la perseverancia, el
respeto a los padres y a los mayores, el cumplimiento de la palabra empeñada, la
austeridad, el patriotismo, son algunos de los principios en los que éramos formados.-
6
para las clases populares. Nunca fue una congregación elitista aunque no descuidaba el
nivel académico de sus escuelas difundidas por los cinco continentes.
Tengo que decir que en ese ambiente salesiano austero y con una formación ética
estricta e inclinada al servicio a los demás, fue naciendo una vocación por lo político ,
siempre dentro del pensamiento social-cristiano. Esa inclinación al “compromiso” se
acentuó y aceleró cuando la Iglesia abrió su pensamiento y se renovó con el Concilio
Vaticano II y también a partir de la Encíclica “Populorum Progressio” tantas veces citada
en este trabajo.
También debo reconocer que la vida dentro de la Iglesia y especialmente dentro del
Colegio se presentaba como un “microclima” que no trasmitía ni preparaba del todo
para la realidad dura que muchas veces presenta el mundo, tanto en lo laboral, en lo
social, en lo político e incluso en las relaciones de pareja.
Por cierto esa radicalidad del ascetismo cristiano tiene valores como los que hemos
visto en la Madre Teresa de Calcuta pero entra en contradicción con los modos como se
construye la política en la realidad, con lo que es la búsqueda del poder así sea con fines
de bien común, con el reconocimiento de otras verdades además de nuestra verdad
relativa.
Hay que decir que aquella educación tan espartana y hasta mística inducía más a una
militancia fundamentalista que a una práctica del pluralismo. Esto último lo fuimos
aprendiendo a los golpes, a fuerza de chocar con la realidad, a fuerza de padecimientos
y , también, de abrevar en otras fuentes más acordes a los tiempos que vivimos.- Esto
último especialmente a partir del exilio y de compartir experiencias de sociedades
abiertas y con mayor tradición democrática que la nuestra.
Pero el balance final de mi paso por el Colegio Salesiano, depurada la educación recibida
por el tamiz de la realidad y de los nuevos tiempos ideológicos que sobrevinieron, es
más que positiva.- Hace poco tiempo, al cumplirse cincuenta años de haber egresado
del Bachillerato del Colegio tuvimos un encuentro de egresados e hicimos un balance
de vida en relación a lo que habíamos recibido de los salesianos.
Todos, sin excepción, consideraron que fue la base de una buena perfomance en la vida,
pero sobre todo pensamos que alcanzamos aquel objetivo básico y elemental de San
Juan Bosco: “Ser buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
A los pocos años de egresar del secundario volví al Colegio como profesor encargado de
las materias sociales tales como “Educación Democrática”, “Estudio de la realidad social
argentina”(ERSA) e “Instrucción Cívica”, las que dicté desde 1968 hasta 1976 cuando
debí dejar los cursos a mitad de año para emprender el camino del exilio.
7
A propósito de aquel aciago año 1976, cuando fui secuestrado y obligado al exilio, el
gesto de los curas salesianos hacia mi y mi familia es y ser inolvidable.
Baste decir que en aquel nefasto proceso militar las personas encarceladas,
sospechadas de “subversivas” o secuestradas, pasaban a ser “leprosos sociales”
respecto de los cuales muchos se cruzaban de vereda por temor a ser “confundidos”.-
Ciertamente no fue el caso de los padres Salesianos que, como lo relato detalladamente
hacia el final de este libro, salieron en horas de la madrugada a pedir por mi vida cuando
se enteraron que había sido secuestrado por un “grupo de tareas”, logrando la
intervención del obispo y mi liberación in extremis.-
Cuando fui liberado el Inspector Salesiano Mario Deldegan habló a España para que me
recibieran allí por parte de la Congregación.- Y como mi salida debía ser perentoria,
organizaron una misa concelebrada para despedirme a la que pude invitar a mis
mejores amigos y familiares. Todo un gesto para restaurar la moral de alguien que había
sido torturado y tratado como el peor de los delincuentes. De eso no podré olvidarme
mientras viva.
Como tampoco puedo dejar de testimoniar que apenas llegué a España el cura Asesor
de los Ex Alumnos, Don Luis Valpuesta me recibió, escuchó mi historia y se puso
inmediatamente a buscarme trabajo en un país que atravesaba la grave crisis del
petróleo y de la reciente muerte de Franco.- Fue precisamente un ex alumno salesiano,
abogado de un Grupo de Empresas, Don Jesus Martín de Burgos, quien me consiguió
trabajo como empleado administrativo en la Asesoría Jurídica de un Banco.
No hay mas nada que agregar.- Solo termino con una frase también repetida por Don
Bosco: “Es de bien nacidos ser agradecidos”.
En los tiempos de la Colonia y durante todo el siglo XIX y aún parte del XX, el Colegio de
los Franciscanos de San Lorenzo fue el único foco de civilización en una extensa zona, el
único modo de acceder a las letras e incluso a ciertos oficios.-
Algo similar ocurría en la zona rural de “Estación El Gaucho”.- Si bien las primeras letras
y las operaciones básicas las adquiríamos en la escuela pública, de la que ya he hecho el
elogio, no había escuelas secundarias en muchos kilómetros a la redonda. Así, los
colegios religiosos pasaban a ser casi la única opción, ya que algunos recibían alumnos
pupilos y otros denominados “medio pupilos”, que pasaban el día en el Colegio,
almorzando en él.
8
calles del barrio, compitiendo a ver quién ponía el billete más grande en los ganchos en
los que se recolectaban las ofrendas , al pie de la imagen de la virgen, que era llevada
sobre hombros.-
Aunque hoy a la distancia parezca inocente, esa “fiesta de la Guardia” era esperada
durante todo el año, porque era uno de los pocos encuentros, no solo religiosos, sino
también sociales, de los que participaban aquellos laboriosos contadinos. Allí se
producía un peculiar sorteo cada año: “la rifa del potro” cuyos números se vendían
desde muy temprano, para sortear, como corolario de la fiesta, un percherón elegido,
que era exhibido en un corral durante toda la jornada.- Ese sorteo, tan codiciado, da una
idea cabal de que esa fiesta era una auténtica reunión anual de la gente del campo, que
llegaban desde los cuatro puntos cardinales y ,algunos, desde muchos kilómetros.
Con el tiempo, y ya entrada la segunda mitad del siglo XX se fundó más al sur, en el
Barrio “Las Delicias” una nueva parroquia, atendida por una congregación piamontesa:
“Nuestra Señora de la Consolata”.- A poco de construida la capilla y la casa parroquial,
primero con un cura italiano de apellido Rossi, vino un párroco que permaneció por
muchos años: el padre Artisio Cicconi, un hombre de ideas muy abiertas para su tiempo,
de una gran cultura y cierto refinamiento intelectual, traído de su Torino natal.
En torno al carisma y a la convocatoria de este cura, que en cierta forma era un faro
luminoso en medio de una gran zona de gente sencilla solo avocada al trabajo y a la
familia, se formaron grupos de hombres, mujeres y , sobre todo, jóvenes , que
encontrábamos allí un centro de debate y de encuentro social, de actividades deportivas
y de conexión con otros ámbitos, a través de la organización de la Acción Católica.-
En ese tiempo todavía la Acción Católica era una organización importante.- Según las
edades existía la estructura de “Seniors” que agrupaba a los hombres, otra para
“juniors”, para jóvenes y adolescentes y una de “aspirantes” para los niños.- Quizá para
quien lea estas líneas desde una perspectiva de familias acomodadas del centro de la
ciudad o pertenecientes a comunidades judías y otras con acceso a ámbitos e
instituciones sociales y culturales de mayor importancia, se sorprenda por lo que
aquellas instituciones representaron para aquellos jóvenes de familias obreras o rurales.
En la sede de calle Laprida la Acción Católica Argentina contaba con una escuela de
formación de dirigentes, de excelente nivel, denominada “Escuela de Guías”.- Allí no se
abordaban temas religiosos sin materias relacionadas con la economía, la dinámica de
grupos, etc. El director de la escuela era Antonio Margariti, que más allá de la
coincidencia o no con su pensamiento económico ortodoxamente liberal, era un
hombre culto y abierto al mundo, que brindaba una visión nueva para quienes veníamos
de un mundo extremadamente chico y de cultura campesina.
Después de una primera etapa en esa Acción Católica tradicional, llegamos a la década
del 60, años en los que con la proscripción del peronismo y el advenimiento de la
dictadura de Onganía se produce una creciente efervescencia en la juventud que
empieza a poner en tela de juicio muchos valores entendidos, tradicionales, de la Iglesia
Católica.- El debate se instaló fuertemente en la ACA, comenzando por JUC (Juventud
Universitaria Católica), la JOC (Juventud Obrera Católica) y la JEC (Estudiantes
9
secundarios católicos).- Esa efervescencia se trasladó a toda la organización hasta llegar
a un renovación total con el Consejo Directivo que presidió entonces Cesáreo García,
quien luego fuera empresario de la construcción.-
Sin embargo, llevado de la mano de una corriente histórica de rebeldía contra las
dictaduras militares y las corrientes más conservadoras de la Iglesia, el proceso fue
imparable.- En 1962, el Papa Juan XXIII convoca al Concilio Vaticano II que se reúne en
los años subsiguientes produciendo una serie de documentos que avalan los nuevos
tiempos que corren en la Iglesia y en el mundo. En l963 muere el “Papa Bueno” pero la
impronta es continuada por su sucesor Paulo VI, concluyendo la labor del concilio en
l965.-
Es en este tiempo y en esta coyuntura, en que se produce una bisagra que doblará la
historia en Argentina.- Nace el “Movimiento de curas del Tercer Mundo” y la militancia
social va adquiriendo un tono de resistencia a las dictaduras.- Nos aproximamos a la
emblemática década de los setenta.
10
reñida. El primer Director de la Escuela de Formación de dirigentes fue el ,por entonces,
novel contador Antonio Giunta.-
Los mismos fundadores salieron a buscar a los formadores que ellos habían elegido
previamente y que debían tener el perfil de dar una respuesta creativa frente a los
nuevos tiempos. Siempre dentro de un pensamiento social cristiano, pero no atado a la
rigidez de las estructuras jerárquicas de ese momento histórico.-
Las clases se iniciaron en abril de l964 y el Instituto continuó su actividad hasta los
albores de la década del 70 habiendo dado tres promociones que completaron los tres
años de formación. En total decenas de dirigentes que se destacaron en distintos
ámbitos, sean éstos políticos, sindicales, profesionales, docentes, etc.
11
El balance de aquella experiencia creada y dirigida por el propio esfuerzo de esos
jóvenes no incluye solamente una intensa formación en materias tales como Ciencia
Política, Economía, Historia, Filosofía, Teología, Planeamiento, Dinámica de Grupos, etc.
Sobre todo cabe resaltar el empeño en cultivar valores humanísticos y personales para
impregnar las estructuras sociales y políticas.- Un compromiso con la ética a la que ,
creo yo , han hecho honor sin excepciones quienes compusieron aquella generación, sea
en su actuación pública, profesional, docente o en su propia vida personal, aún
habiendo tomado rumbos diversos.-
Entre las obras más leídas de EGGERS LAN, por nuestra generación recuerdo
“Cristianismo, marxismo y revolución social” (1964) “Cristianismo y nueva ideología”
(1968) y, algo posterior a los años de Isceap, “Izquierda, peronismo y socialismo
nacional” (1972).- Recuerdo haber pasado diez días enteros debatiendo estos temas,
con el propio Conrado Eggers Lan, con un grupo de Isceap, en la quinta de Carlos
Casares, donde él vivía e incluso nos hospedaba.-
No sé , “a toro pasado” como dicen los españoles, si esa influencia ideológica fue
constructiva para nosotros, pero debo mencionarla por su importancia en el curso de
los acontecimientos posteriores.- Conrado no solo fue un filósofo de importancia
internacional, formado en Alemania, con una impresionante producción bibliográfica,
sino que fue un hombre que influyó grandemente en la juventud “cristianucha” de su
tiempo. Muchos encaminaron ese pensamiento hacia la militancia violenta, aunque eso
ya no es obra, creo yo, de Eggers Lan.
Entre los múltiples autores emblemáticos de esa década del 60, nombro a ERICH
FROMM , por “El arte de amar”, tan leído y debatido por todos nosotros, aunque este
filósofo y humanista judío era un exponente de la Escuela de Frankfurt. También
recuerdo el interés con que leíamos a MICHEL QUOIST, un católico que en su obra más
conocida, “TRIUNFO”, mostraba a la fe como un incentivo y una ayuda, nunca como una
carga o una represión.-Reflexionaba sobre la pobreza, el subdesarrollo, los peligros del
armamentismo y de la tecnología como elemento de alienación, a la luz del mensaje
cristiano.-Al menos es la idea que me quedó después de haber leído a Quoist en
aquellos años con tanto interés.- Era una visión nueva de un cristianismo que se vivía
con alegría, como un consuelo y no como una carga.
Finalmente tengo presente la importancia que en esa década tuvo el pensamiento del el
Jesuita Ireneo González.-Dominico francés LOUIS-JOSEPH LEBRET, más conocido como
el Padre Lebret, experto en temas de “Desarrollo”, autor de decenas de obras de gran
12
difusión en los años 60 e inspirador de movimientos cristianos orientados a la acción
social.- Este dominico que actuó y vivió en Francia, en Brasil y en Africa, fue uno de los
redactores e inspiradores del documento central del Concilio “Vaticano II”, me refiero a
“GAUDIUM ET SPES” y también de la encíclica “POPULORUM PROGRESSIO” documentos
ambos que sirvieron de base a una profunda renovación de la Iglesia y que eran materia
de nuestros estudios y debates de la época.
Casi toda esa generación proveniente de los ambientes católicos se hizo peronista, unos
militando en “la superficie” partidaria, otros en la militancia social y sindical. Y varios
pasaron directamente a las estructuras militares de FAP y, sobre todo, de Montoneros.
De esta manera hacia 1969, luego de casi un lustro de existencia, y después de haber
pasado de una vieja casona de calle Buenos Aires entre Cochabamba y Pasco, prestada
por el “Ateneo Pedro Goyena”, a una casa alquilada cerca de allí, por calle Pasco, el
Instituto se fue deflecando, hasta desaparecer como tal.- Algunos de sus miembros se
fundieron con la UEL (Unión de Estudiantes del Litoral), otros nos vinculamos con
grupos de juventud peronista y desde allí entramos de lleno en el peronismo todavía
semi-clandestino y resistente de la “Comisión de Movilización del Movimiento Peronista
de Rosario” donde se destacaban dirigentes como Eduardo Zanella, Eduardo Luis
Lescano, Roberto Hyón, Antonio Valenti, Rodolfo Di Marco y, sobre todo, el
Dr.Costantino Razzetti en cuya casa de planta alta de calle Córdoba y Santiago , se
hacían las reuniones y se planificaban las movilizaciones muy importantes que se
realizaron en diversos barrios obreros , contra la dictadura de Onganía, Levingston y
Lanusse y por el retorno de la democracia y del General Perón.
Parte de los “Cristianuchos” canalizábamos nuestro novel peronismo en ese grupo tan
activo, el más activo, por entonces en Rosario.- También había un grupo que trabajaba
en las villas de emergencia y que se reunía en la CGT que por entonces tenía a Hector
Quagliaro como secretario general y a Eduardo Zanella como apoderado legal.- Es esa
CGT la que se encolumnó dentro de la denominada “CGT DE LOS ARGENTINOS” cuyo
dirigente más emblemático fue el querido y carismático Raimundo Ongaro, que por
entonces era acompañado por el legendario Lorenzo Pepe, de la lista verde de la Unión
Ferroviaria.-
13
reconocidos eran Eduardo Zanella, carismático y gran orador y Costantino Razzetti, que
era parte de una generación anterior pero que compartía con la juventud su posición
inflexible contra quienes tenían algún tipo contemplación con los militares o los
sindicalistas “dialoguistas”.
En este libro dedicado en modo particular a los cristianos comprometidos con lo social,
lo sindical y lo político no puede faltar un apartado dedicado al “Rey de los
Cristianuchos” que es, y digo “es”, porque todavía hoy vive con algo así como 90 años,
precisamente, RAIMUNDO ONGARO.- Hombre de quien siempre se dijo que estaba
ligado a la Iglesia y de hecho tenía un discurso intransigente, que se parecía más al de
un pastor que al de un político tradicional.- Gozaba, allá por 1969, de la adoración de la
juventud.- La “CGT de los Argentinos” era una de las columnas tácticas de que disponía
Perón en ese momento en que necesitaba acorralar a la dictadura militar para obtener
la salida democrática.-
Desde nuestra óptima “cristianucha” tenemos que decir que Raimundo nunca nos
defraudó.- Su vida siempre fue austera y ejemplar. La dictadura del 76 le mató un hijo y
de alguna manera también lo mató a él.- Con Raimundo compartimos los tiempos del
exilio en España. Vivía muy modestamente con una asistencia mensual que, según pude
saber, le daba la CIOLS (Organización Social Demócrata de Sindicatos Europeos) por su
carácter de ex Secretario General de la CGT argentina.- Su mujer, trabajaba de cocinera
en el Restaurante “El Locro” de Madrid, que era propiedad de un compañero argentino
y que era el lugar de encuentro de muchos exiliados, sobre todo peronistas.
Le doy especial relieve a la figura de Ongaro porque él y la “CGT de los Argentinos” fue
el primer escalón del Peronismo que transitamos quienes nos habíamos formado en
aquel Instituto Social Cristiano llamado “ISCEAP”.- De allí en adelante vinieron muchos
escalones de militancia, muchas veces impregnada de fundamentalismo cristiano que a
algunos les llevó a entregar su propia vida.
14
sociales postergados.- El primer campamento reunió a unos 50 jóvenes bajo el lema
“Una experiencia dura para universitarios fuertes”. Los dos primeros
campamentos(1964 y1965) fueron con trabajo social (urbanización, viviendas,etc.) en el
propio Barrio “San Martín”.
La experiencia tenía reglas muy claras y muy duras. Digamos que perfectamente
encuadradas dentro de la tradición del ascetismo cristiano.- Los campamentos se
desarrollaban durante un mes completo, en tiempos de vacaciones. Concretamente
había que estar disponible todo el mes de enero.- Desde el primer día del mes, hasta el
último.- Quien no aceptaba estas reglas y las que diré más abajo, no podía participar.-
Para esos jóvenes estudiantes universitarios, provenientes de casi todas las provincias
del país, incluso muchos de la Capital o el Gran Buenos Aires, esa experiencia dura y sin
concesiones, junto a sectores oprimidos, al cabo de varios días, les hacía caer las
estructuras psicológicas y mentales y entrar en una reconsideración de su visión del
mundo.
Por supuesto que en casi todos los grupos había un sacerdote que acompañaba y que
los domingos, según creo recordar, celebraba la misa.- En todos los años en que
participé de estos campamentos , a partir de l965 en la “Cuña Boscosa Santafesina” los
campos eran más de uno y “Macuca” estaba presente en todos, desplazándose de uno
al otro.
En enero de 1965 fueron dos campos: Uno bien metido en medio del monte, en “Fortín
Olmos” en la zona donde alguna vez estuvo “La Forestal” explotando el quebracho y su
producido “el tanino”.- Ese paraje estaba entonces a unos 45 kilómetros de
Reconquista, hacia el oeste, por unos elementales caminos de tierra, quedando
completamente aislado en las temporadas de lluvia. El otro campamento estaba situado
en el Barrio “La Cortada” de Reconquista, un barrio entonces muy humilde.
15
En “Fortín Olmos”, donde a mí me tocó, acompañado por mi entrañable amigo rosarino
Mario Burich, pasamos varios días durmiendo en ranchos de adobe, tratando de
protegernos de las vinchucas.- Solo un tiempo después nos habilitaron la única escuela
de ese paraje, que a pesar de ser una construcción elemental, nos sabía a hotel de
varias estrellas.-
De ese campamento recuerdo dos cosas muy fuertes: una que conocimos allí la obra del
Padre Arturo Paoli, que con algunos monjes de su grupo había desarrollado una
cooperativa de hacheros que comercializaba la leña que extraían los ocupantes de las
parcelas que había distribuido, o vendido, el gobierno de Santa Fe en un intento por dar
respuesta a los obreros que habían quedado en el tendal que dejó “La Forestal” cuando
se retiró de la zona.
Era una organización elemental pero también fundamental para esa gente rústica y que
carecía de todo.- Sin embargo esa Cooperativa les daba fuerza y dignidad.- Recuero una
capilla de madera, junto a la casa que ocupaban los dos o tres curas que habían
promovido ese emprendimiento.- Era un lugar de una austeridad sobrecogedora, con un
Cristo hecho siguiendo las formas de unas ramas, tallado con gran belleza. Al menos es
lo que quedó en mi recuerdo ahora que han pasado más de cincuenta años de aquella
experiencia.
El otro hecho que quedó en mi recuerdo, es que participó del campamento el Padre
Carlos Mugica (1930-1974), el que había venido con un grupo de jóvenes, chicos y
chicas, de la Capital. Era un personaje extremadamente carismático, pintón como pocos
e imbuido de una vocación por los temas sociales, que emergía como una consecuencia
natural de su fe religiosa.- Otro hombre emblemático para nosotros “los cristianuchos”.
Por entonces era un muy joven sacerdote ya que según pude luego averiguar se había
ordenado en l959 y el campamento se desarrolló en enero de l965.- Claro que Mugica
entró al seminario después de haberse graduado en el Colegio Nacional de Buenos Aires
y haber estudiado una parte de la carrera de derecho en la UBA, por lo que cuando yo lo
conocí tenía 34 años.
El cura Mugica estaba en el campamento del CUT de Barrio “La Cortada”, por lo que solo
compartimos dos jornadas, una al inicio y otra al promediar el campamento cuando nos
juntamos todos los que participamos ese año.- La jornada de encuentro se desarrolló en
Fortín Olmos.- No es mucho lo que entonces hablamos con él, pero nos quedó esa
imagen de líder y de compromiso con las causas sociales que lo caracterizaron hasta su
asesinato en l974.-Mas adelante, cuando hablemos de los “Curas del Tercer Mundo”
inevitablemente tendremos que recordar otros hechos que nos cruzaron con el Padre
Mugica. Lo cierto es que en “Fortín Olmos” conocimos y tomamos contacto con la obra
o la persona de tres sacerdotes emblemáticos y guías de la juventud cristianucha de esa
década : ARTURO PAOLI, JOSE MARIA LLORENS Y CARLOS MUGICA.
Respecto de José María Llorens, el querido y entrañable Macuca puedo decir que tocaba
los extremos más distantes del espíritu humano. Por un lado vivía preocupado por la
pobreza y los problemas sociales. Tenía los pies en la tierra y promovió planes de
vivienda y urbanización en Mendoza y en los lugares donde estuvo la labor del CUT.-
Pero por otro lado era un místico.- Lo recuerdo por sus reflexiones y oraciones que
evidenciaban una enorme vida interior que por momentos parecían hacerle despegar
los pies de la tierra. En los campamentos se hacía tiempo para hablar con cada uno de
los participantes y escuchar sus problemas y sus angustias y dar un consejo.- También se
celebraba la misa para quienes desearan participar.-
Tuve el honor de ser el encargado en Rosario de convocar jóvenes para participar de los
campamentos universitarios de Macuca.- Al segundo, de Fortín Olmos, de Rosario solo
16
concurrimos Mario Burich y yo.- Al de Río Negro y Neuquen ya convocamos un grupo
de una decena de jóvenes de Rosario, casi todos amigos de militancia “cristianucha”
varios de ellos del ya mentado “Isceap”, tales como “Cherry” Allende, Alicia Staps
entre los que recuerdo.
Ese año en Salta hubo cinco o seis campos, habiéndose incrementado el número de
participantes respecto de años anteriores.-Otro de los rosarinos asistentes era el hoy
médico José Carlos Aused quien por entonces era menor de edad.- Su padre, con
mucha reticencia y habiendo tomando yo la responsabilidad del caso, le permitió ir.- Lo
tremendo fue que cuando a mitad de enero se hacía el encuentro de todos los campos
en una jornada de descanso y de fiesta, Aused imprudentemente, sin saber nadar, se
tiró a un lago , que quizá haya sido el de Cabra Corral, y fue sacado por alguien cuando
ya estaba medio ahogado.- Si José Carlos se habiese ahogado creo que yo hubiese
cruzado la frontera y exilado en Bolivia ya que no sé como hubiera podido afrontar a sus
padres.
En ese mismo campamento también corrimos grave riesgo cuando el río Cachi sufrió
uno de los desbordes más grandes de todos los tiempos, habiendo arrasado puentes,
animales, árboles y enormes piedras que bajaron de pronto de modo aluvional de la
montaña formando un especie de frente oscuro, de muchos metros de altura, que venía
arrasando con todo.- Yo llegaba de regreso de la jornada de trabajo junto a una
compañera de la ciudad de Santa Fe, cuyo nombre no recuerdo, y de pronto vimos a
unos paisanos que nos hacían señas desesperadas con sus ponchos para que salgamos
del cauce del río donde nos estábamos lavando el barro y la tierra después del trabajo.-
Salimos corriendo, sentimos un ruido sordo, y apenas llegamos al borde alto del río
17
vimos pasar una tromba arrasadora de agua, barro y piedra.- Nunca más vi a la
naturaleza desatada de esa forma.- Quizá la “salvada” de Aused, y la nuestra del río
Cachi, haya sido un milagro anticipado de Macuca cuya beatificación algunos solicitan.
El año anterior había participado del CUT de Río Negro, en enero 1967, concretamente
en un campo ubicado en las cercanías de Cipoletti. - Ese año también fueron varios los
campos, entre los que recuerdo además los de Villa Regina, Cutral Co y General Roca.-
En el de Cipoletti conocí al joven abogado Adolfo Marengo, que era el responsable de
ese campo, con quien perdí contacto con el paso de los años.- El campamento en el que
yo estaba se ubicó en un barrio precario situado en la orillas de un canal.- La tarea
consistió en traslado y construcción de algunas viviendas de adobe, apertura de calles y
colaboración en las tareas de los peones ,vinculadas con la fruta y los viñedos del Alto
Valle.- En la ciudad de Cipoletti, que se encontraba a algunos kilómetros de nuestro
emplazamiento, había entonces un intendente muy querido a pesar de encontrarnos en
tiempos de gobiernos de facto. Me refiero al Dr.Salto, médico, que apoyó las tareas del
campamento asistiendo en algunas ocasiones con su esposa a aportar algunos
elementos necesarios para la subsistencia de los campamenteros.
Al margen de las anécdotas, el CUT fue una experiencia trascendente que, por su
especial metodología pedagógica, fundada en el trabajo intenso , de sol a sol, y la
convivencia de jóvenes de diversas provincias con realidades duras y marginales,
produjo un honda huella en muchos de nosotros, induciéndonos al compromiso social o
político con una impronta alejada de la frivolidad.-
Hay que decir que el Padre José María Llorens inducía a los jóvenes a una vida con
sentido, de compromiso con la solidaridad y la justicia, siempre fundada en un
basamento de fe cristiana.- Hablaba de la importancia del “ser” mas que del “tener”.
Decía “no es más rico el que más tiene sino el que más da”, a la vez que inducía a huir
del hedonismo, la apatía y la mediocridad.- Nunca escuché de él una inducción a la
violencia aunque si a un compromiso con los más pobres.- Mucho me recuerda de él la
prédica actual del Papa Francisco, quizá porque ambos eran Jesuítas o por que, a lo
mejor, Macuca haya sido uno de sus maestros o modelos.
Pero insisto que en el CUT no percibí de parte de su mentor, una incitación o insinuación
a favor de la violencia.- No obstante lo cual la sucesión de dictaduras militares , la
ausencia de canales de participación política para los jóvenes y la proscripción
sistemática del movimiento peronista, condujo a la Argentina a un camino de
enfrentamiento y al nacimiento de organizaciones de lucha armada.- Es en ese proceso
en el que algunos de aquellos jóvenes del CUT tomaron el camino de las armas y varias
decenas de ellos fueron presos, asesinados o permanecen desaparecidos. Hay
testimonios de cuánto dolor causó ese desenlace al Padre Llorens porque no era eso lo
que él hubiera deseado para sus queridos jóvenes. Incluso ese dolor puede haber
influido en su muerte un tanto prematura en l984
Muchos otros tomaron el camino del compromiso social, sindical, o político, sin apelar a
la violencia, pero en todos los casos, incluidos aquellos que solo rescataron un bagaje de
valores para depositarlos en el seno de su familia o de su vida profesional, el CUT
significó una experiencia de extraordinario valor humanístico y un semillero de valores
profundos y de vidas comprometidas con la solidaridad y con la justicia.
Un estudio muy completo de la vida y la obra de José María Llorens y de los CUT fue
realizado en base a muchos testimonios por Mercedes Gagneten (La “Negra”) en el
trabajo titulado “LA GESTA MACUCA Y LOS CAMPAMENTOS UNIVERSITARIOS DE
TRABAJO” , Ediciones EPyCA, año 2012.- Precisamente la Negra Gagneten,
comprovinciana de la ciudad de Santa Fe, el Cordobés Jorge Irazusta, Rodolfo Martinez
Paz, Cecilia Cornejo, son nombres que recuerdo como los principales puntales en los
18
que se apoyó Macuca para el CUT.- También debo mencionar algunos nombres
conocidos que participaron de esta experiencia como Jorge Gaggero, Fernando
Galmarini o el radicalizado creador de la revista “Cristianismo y Revolución”, Juan
García Elorrio.- En modo particular recuerdo del campamento de Reconquista y de
Fortín Olmos a Lucy Cullen, una jovencita muy hermosa, de ojos verdes, que había
venido de Buenos Aires con el grupo del padre Mugica y que he podido saber , años
después, que esta “desaparecida”.
No podía faltar en este trabajo, que es más un relato que una investigación, esta
referencia a los Campamentos Universitarios de Trabajo, porque es un eslabón muy
importante, como lo fue el ISCEAP de Rosario, en el proceso de formación y
compromiso social y político de jóvenes cristianos, muchos de los cuales nos habíamos
iniciado en la Acción Católica o en algunas de sus ramas, como fue la JEC (Juventud de
Estudiantes Católicos) de los que formó parte en la primera parte de la década del 60 el
propio Mario Firmenich y su mentor espiritual el Padre Carbone.-
En las reflexiones finales de este testimonio trataré de opinar con claridad respecto del
rescate de lo esencial de aquellas experiencias “cristianuchas”, cual es la pureza
idealista y generosa de aquel compromiso que se tradujo en aporte y la defensa de
valores humanistas , necesarios para la subsistencia digna de una sociedad. Y a la vez
me expresaré enfáticamente contra los fundamentalismos que llevaron a seguir
sosteniendo, ya en plena democracia, después de 1973, que “el poder surge de la boca
de los fusiles”.
En 1964, el mismo año en que se fundó el ISCEAP y se realizó el primer Campamento del
Padre Llorens, ingresé a estudiar derecho en UCA de Rosario, que acababa de ser
abierta tres años antes de modo que yo estaría en la cuarta promoción.- Por entonces la
facultad funcionaba en las instalaciones del Colegio “La Salle”, con entrada por un
corredor que ingresaba por calle 1°de mayo, donde se encontraba la Secretaría.-
No obstante ese prestigio social reconocido, no cabe duda que muchos de los
integrantes de esa legión “fundadora” de la facultad tenían una impronta
marcadamente conservadora, sobre todo frente a los tiempos que comenzaron a correr
a partir del Concilio “Vaticano II”, la encíclica “Populorum Progressio” y los
consecuentes documentos que comenzaron a emitirse desde el CELAM (Conferencia
Episcopal Latinoamericana) , comenzando por el de MEDELLIN de 1968, emitido para
Latinoamérica “ a la luz del Concilio” y que impulsa a los cristianos a comprometerse en
la “promoción del hombre y los pueblos hacia los valores de justicia, paz, educación y
familia”. Esta línea de pensamiento fue profundizada en el documento de PUEBLA, en
1979 en el que se define la “opción preferencial por los pobres” diciendo que “La Iglesia
mira en los pobres y necesitados el rostro doliente del Señor” y agrega “Dios por medio
de la Iglesia los defiende y los ama entrañablemente y son los destinatarios primordiales
de toda su misión”.-
19
Esta línea de pensamiento iniciada en Medellín en l968, siguiendo el “Vaticano II” se
mantiene en los pronunciamientos del CELAM de Santo Domingo (1992) y el de
APARECIDA (2007) en el que tuvo una participación destacada como redactor el
entonces Cardenal Bergoglio.
Dice que en las UC debe reinar un “ambiente de libertad” y que introducir un “diálogo
institucionalizado” entre “autoridades de la UC, profesores y estudiantes”. Agrega que
“los profesores y alumnos deben tener representación en los organismos que orientan
la marcha de la Universidad” y que los mismos deben ser “elegidos” a partir de las bases
o “células” de profesores y alumnos. “Todo monarquismo contradice la esencia misma
de la Universidad”, dijo el Celam en ese importante pronunciamiento de 1967.
Postula que las UC debían asumir una “actitud de revisión permanente” lo cual
“significa hoy un esfuerzo definido e inmediato de reforma” citando el documento de
Ecumenismo del Concilio que habla de la “necesidad de una peremne reforma”,
invitando a las UC a “revisar continuamente sus estructuras”. “Deben, sobre todo en
América Latina, vincularse y comprometerse, por encima de presiones y halagos, con el
momento histórico de la sociedad en la cual se insertan”. Ello debe ser así dada “la
rapidez y amplitud de los cambios que conmueven al continente latinoamericano que
van penetrando cada vez más la conciencia del pueblo y de sus dirigentes”. Cita
entonces a Gaudium Et Spes (Vaticano II) cuando definió que “La circunstancia de la
vida moderna del hombre en el aspecto social y cultural ha cambiado profundamente,
tanto que se puede hablar de una nueva época de la historia humana”. Diagnostica
luego que “de un modo particular las Universidades Católicas no han tomado
suficiente conciencia de los cambios sociales del Continente”.
*Incumbe a las UC enfrentarse al reto cada vez más urgente de la promoción social que
entraña el desarrollo.
20
*Cumplir una función “crítica de la mentira social y política que desgraciadamente
caracteriza a más de un país de América Latina”. Deben cumplir un papel
“desalienador”.
*Generar un ambiente de libertad ya que “es natural y laudable que los alumnos se
adelanten en el cumplimiento de esa función” y agrega que ellos “no pueden ser
desautorizados ya que el denunciar toda mentira es propio de su ser, pese a que, con
o sin razón, se interprete esta acción políticamente”.
La contundencia de este texto de 1967, que bien merece una lectura completa, cayó
como una bomba en nuestra querida Facultad Católica de Derecho de Rosario, donde,
por decirlo con la serenidad de hoy, estábamos en las antípodas, muy lejos de los
nuevos aires que corrían. A tal punto que el que habla y otros alumnos de entonces
estuvimos a punto de ser sancionados por difundir copias del documento de Buga,
teniendo que hacerlo casi clandestinamente.
A partir de allí nació un grupo que pretendía, sin ninguna adscripción política, llevar a la
Facultad el espíritu renovador del Concilio Vaticano II y luego del documento de Buga.-
Lamentablemente eso era visto como subversivo en una Facultad en que sus directivos,
con excepción de la extraordinaria Maria Antonia Leonfanti y el Dr.Lorenzo Gardella,
sostenían una visión todavía atada a lo más conservador de la Iglesia. Así comenzó a
desarrollarse una dicotomía entre conservadores y aperturista, ya que no quiero utilizar
el calificativo de “progresista” que tiene otras connotaciones filosóficas.-
Entre los que primeramente sostuvieron una visión más ortodoxamente Católica ,
siguiendo al Padre Edmundo García Cafarena, se encontraban Felix Lamás y Héctor
Hernández, de la primera promoción y luego mi compañero de promoción Gerardo
García Petit.- Y entre los pioneros de la segunda debe mencionarse al propio Antonio
Bonifassi.- Pero luego entre l967 y 1969 fueron otros los protagonistas.
El grupo que inicialmente se reunía con el Padre Grandval, en poco tiempo se convirtió
en el “MOSIC” (Movimiento Social de Inspiración Cristiana), del que fui uno de los
fundadores.- Hablábamos entonces de “Movimiento Social” porque recogíamos los
llamados del Concilio, de la “Populorum Progressio” y del documento de Buga de estar
atento al “afuera”, es decir, de lo que ocurría “en el mundo”, en la “sociedad”, saliendo
21
de la visión un tanto sectaria y encapsulada sobre lo “católico”.- No era más ni menos
que lo que indicaban las orientaciones más lúcidas de la propia Iglesia.
Entre los que colaboraron en la fundación del “Mosic” y después en la “Lista Blanca” se
encontraban, además del suscipto, José Humberto“Pepe”Donatti(aclarando que
siempre tuvo una posición más moderada que el resto), Juan Manuel Villarruel, Jorge
Araya, Hugo Parente, Julio Baroso, Ricardo Cirilo Ayala , Rogelio Ferrari, “Pipo”
Salamero, Mabel Gabarra, Eduardo Vercelli, Juan Carlos Vennera, María Cristina
Moreno, Héctor Sabino Malvar, Marta Rucci, José Albrizio, Rubén Bilicich, Juan Carlos
Lombardi, Julio Sosa, Eduardo Fenouil, Roberto Borda, Horacio Baster. entre muchos
otros de diversas promociones que seguramente omití, dado que han pasado ya varias
décadas desde entonces.
Hay que decir que en aquella división de opiniones, por momentos muy álgida, había
también ingredientes motivados por el origen o extracción social de los participantes de
cada grupo. Así el grupo que podríamos llamar más conservador estuvo liderado por
Eduardo Marquardt, el cual con el andar de los años fue Juez Federal en la Capital y uno
de los magistrados más allegados al proceso militar, casado con la hija del tristemente
célebre General Ibérico Saint Jean, gobernador de Buenos Aires en el Proceso.. También
recuerdo cierto protagonismo en ese grupo de Mario “Banana” Araya, quien con los
años fue presidente del Jockey Club y con quien siempre he tenido un trato cordial, de
Dante Nasurdi, de Marcelo Orallo, de Otto Crippa García y Roque Sanguinetti (hijo) y
el luego destacado tratadista de Derecho Procesal, Jorge Peyrano y Jorge Bedouret.-
Este último fue luego adherente al Justicialismo. Casi todos ellos, con el paso del
tiempo, han terminado siendo amigos o cordiales colegas aunque en aquellos
momentos estudiantiles los debates y confrontaciones fueron en algunos casos álgidas.
Por el contrario el “MOSIC” estaba integrado mayoritariamente por gente venida del
interior o de los barrios de Rosario, con la única excepción, quizá, del recordado JORGE
ARAYA, quien era de apellido materno Echesortu y que provenía de dos familias más
que tradicionales y acaudaladas de Rosario y que no obstante adoptó el ideario
renovador de ese nuevo movimiento estudiantil, pasando luego por las comunidades
cristianas de los “Curas del Tercer Mundo” y concluyendo con su militancia en
“Montoneros”, hasta su asesinato en 1975 .- Pero sobre el caso de Jorge Araya, y sobre
las diferencias que en algún momento separaron nuestros caminos volveré más
adelante.
Otro de los dirigentes importantes del “MOSIC” fue HUGO PARENTE, también
desaparecido durante el proceso militar.- Con él me unió una entrañable amistad
habiendo sido incluso testigo de su casamiento con Viviana Della Siega y fue uno de los
22
puntales de aquel movimiento aunque estaba un par de promociones posteriores a la
mía. Hugo contaba con una sólida formación humanística en general y en el
pensamiento filosófico-cristiano en particular.- Escribía permanentemente reflexiones y
documentos de sólidos razonamientos y fundamentos doctrinales. Tenía una
personalidad muy destacada y animaba todas las reuniones grupales y peñas dada su
extraordinaria voz y su carisma para cantar. Se había formado en el Colegio Franciscano
de San Lorenzo, donde también fue un alumno sobresaliente.
El nuevo movimiento trató durante cierto tiempo de mantener dialogo con las
autoridades de la Facultad. Incluso participó, a través de los alumnos más avanzados, en
el dictado de cursillos de ingresos y recepción de nuevos alumnos. Quienes abrían esas
puertas eran la Dra.María Antonia Leonfantti y el Dr.Lorenzo Gardella, ambos
científicamente muy destacadas y con una mentalidad abierta a la juventud.- Sin
embargo hay que decir que a la muerte del primer Decano, el Dr.Juan Casiello, que
tenía una concepción social acorde al pensamiento de la doctrina social de la Iglesia,
que se podía percibir en su manual de Derecho Constitucional, las cosas comenzaron a
cambiar.- Le sucedió el Dr.Roque Sanguinetti de quien, sin afectar en nada sus calidades
personales, podemos decir que tenía una concepción ortodoxamente liberal en lo
económico y hasta en lo filosófico, que en nada coincidía con las nuevas orientaciones
que provenían de la encíclica “Populorum Progressio” y del revulsivo que llegaba desde
el CELAM, en particular con el documento de BUGA.
A ese cambio debe sumarse, y aquí va una dosis de autocrítica, que dada nuestra
juventud no tuvimos ni la paciencia ni la sabiduría como para avanzar más lentamente e
insistiendo en el diálogo. Entonces comenzó a profundizarse una división muy fuerte
entre el ala conservadora, alentada desde el decanato y algunos otros Consejeros, y el
sector alineado con los nuevos aires de la Iglesia.- Hay que decir que hasta entonces se
trataba de un debate interno entre laicos de la Iglesia y sobre la orientación de la
Facultad y sobre la participación en la misma.
Los debates en los pasillos llegaron a ser tan agudos que hay una anécdota que revela
con elocuencia lo que se vivía en aquellos años. En ocasión de la primera gran elección
para las autoridades del Centro de Estudiantes de la UCA de Rosario (CEDUCAR) el
“MOSIC” participó como lista “Blanca”. Hubo una gran movilización de los estudiantes
con intensos debates en los pasillos y carteles artesanales.- Para entender el incidente
que relataré más adelante hay que tener en cuenta que el “MOSIC” era un grupo que se
definía entonces como social-cristiano, enrolado en las nuevas corrientes de la Iglesia,
pero lejos del marxismo y más aún del comunismo.
Es en ese contexto en que hay que entender la reacción de Julio Baroso, hoy prestigioso
abogado radicado en San Jorge e integrante entonces del “MOSIC”, cuando Eduardo
Marquardt en una acalorada discusión en los pasillos le espetó que los de la lista Blanca
eran “comunistas” y que él, por Baroso, también era comunista.- Fue entonces cuando
Baroso, muy ofuscado por lo que consideraba una ofensa (hay que recordar que por
entonces regían normativas que podían perjudicar a quien estuviera catalogado como
tal), retó a duelo a Marquardt y acto seguido le mandó los padrinos.
Los padrinos designados por el hoy Dr.Julio Baroso fueron Antonio Bonifassi y el hoy ex
juez de menores Dr.Cartelle.- Para no hacer tan larga esta increíble anécdota, el señor
Marquardt no hizo honor a su abolengo y “arrugó” y se retractó, así que el tema no fue
23
más allá que un insólito acontecimiento que se ha recordado en la facultad por mucho
tiempo, pero que pone de manifiesto cómo estaban los ánimos por entonces.
Quiero acotar aquí que luego de haber estado yo siete años en el exilio durante el
proceso militar, regresé para trabajar como abogado de una empresa española en
Buenos Aires.- Frecuentando entonces los Tribunales de Capital Federal , lo crucé a
Eduardo Marquard en los pisos altos del Palacio de Calle Talcahuano.- Él ya no era más
juez Federal.- Se me acercó y me dijo algo así como “que con los años me había ganado
su respeto por la consecuencia que tuve con mis ideas”. Yo le dije que no guardaba
ningún rencor por los tiempos pasados, ni con él ni con ninguno de mis adversarios de
entonces.- Le di la mano y fue la última vez que lo ví.- Supe después que falleció
bastante joven.
Para entender y encuadrar ese tiempo de la segunda mitad de la década del 60 del
pasado siglo, hay que tener en cuenta los aires que se vivían por el mundo.- El mayo
Francés, aunque con motivaciones muy distintas, generó corrientes ideológicas que
recorrieron el mundo.- Una rebelión callejera de jóvenes terminó, nada menos que con
el gobierno de un extraordinario líder como fue Charles De Gaulle.
En América Latina soplaban los aires, alentados por todos los grupos de izquierda, de la
revolución cubana, pero sobre todo de la utopía guevarista ya que el “Che” había
muerto en combate en Bolivia poco tiempo antes.
24
Como anécdota recuerdo que después de los acontecimientos relatados del día 16 de
septiembre, cuando la ciudad aún estaba humeante por los disturbios, recorrimos las
calles con Jorge Araya y su novia de entonces y estudiante de humanidades, María
Cristina Rolle (“Quini”), en un automóvil “Chevrolet 400” propiedad de los padres de
Jorge. Fuimos detenidos por la policía y puestos contra una pared mientras requisaban
el coche.- Sería por la cara de “cristianuchos” que, luego de advertirnos que nos
fuéramos a nuestras casas, nos dejaron marchar.
Tengo que decir que aquellos acontecimientos hicieron que algunos estudiantes, entre
los que me encontraba, fuéramos amenazados de expulsión de la facultad, hecho que
no se concretó por dos motivos: 1) Por la intervención de la Dra.María Antonia
Leonfante y del Dr.Lorenzo Gardella. 2) Porque quienes representábamos al “Mosic”
éramos, en casi todos los cursos los número uno en promedio de notas, como fue el
caso del Dr.Juan Manuel Villaruel y del que estas líneas escribe.- La querida y recordada
Dra.Leonfanti argumentó que si la Facultad expulsaba a sus mejores alumnos estaba
reconociendo su propio fracaso.- Fue así que esos tiempos tumultuosos pasaron y
pudimos concluir nuestras carreras, yo ese mismo año, en diciembre de l969.- Claro que
no obstante tener yo certificado por el entonces Secretario Dr.Casetta el mejor
promedio computados los seis años de la promoción 1969, nunca me fue entregada la
“medalla de oro” que la Facultad premiaba el mejor promedio.- Así estaban las cosas
por entonces. No había clima para medallas de oro. Gracias que pudimos obtener
nuestro título.
Ya sin rencores de ningún tipo y comprendiendo a los compañeros que pensaban ante
todo en recibirse, tengo que decir que uno de los lugares donde no se enteraban del
contexto efervescente que se vivía en la sociedad , en el país y en Latinoamérica, era la
Facultad Católica de Derecho de Rosario.- O para ser justos, algunos de sus más
prominentes directivos.- El decano estaba más convencido del liberalismo “au trance”
que del pensamiento social cristiano. No existían canales de participación alguna de los
alumnos.- Las alumnas, por ejemplo, no podían concurrir con pantalones y no tenían
permiso para fumar en los amplios y aireados pasillos del “La Salle”, en los recreos.-Lo
que da una pauta del clima interno de la Facultad, que contrastaba con el de rebelión
que se vivía en la sociedad toda frente a una dictadura que retrocedía.- La Iglesia se
vivía ya una profunda división, entre una Jerarquía conservadora que había visto con
buenos ojos al Presidente “Cursillista” y su gobierno, a los que Monseñor Victorio
Bonamín llamaría “las cristianísimas fuerzas armas argentinas”, y un conjunto de
sacerdotes y obispos y amplios sectores del laicado que se encolumnaban con las
consignas del Concilio, del “Celam”, del documento de “Buga”.- Es la época en la que
aparecen las denominadas “Comunidades Cristianas” y los “Curas del Tercer Mundo”.
Por todo ello, si bien reconozco que por nuestra juventud éramos un tanto
“apresurados”, como diría el General, no andábamos nada desandados en cuanto a las
directivas que daba entonces la Iglesia Universal, el Papa Paulo VI y en especial la
Conferencia Episcopal Latinoamericana.- No obstante el planteo doctrinal e
ideológicamente acertado y orientado en el sentido correcto de la historia y del propio
pensamiento de la Iglesia, la lista Blanca perdió ese año, por muy escaso margen, las
elecciones al Centro de Estudiantes .- La verdad es que ese resultado se produjo no solo
por la posición un tanto “radicalizada” y poco “política”, que nosotros presentábamos
25
sino además porque las autoridades de la Facultad estaban entonces comprometidas e
inclinadas a favor de la lista que entonces orientaba Eduardo Marquard.- Dos o tres
años después, según recuerdo, triunfaba la entonces denominada “Lista Verde”, que era
una versión renovada de la anterior “Lista Blanca” con posiciones políticamente más
moderadas.
26
comunitaria, la solidaridad expresada en compartir bienes, la austeridad, la sensibilidad
y compromiso frente a la pobreza, eran una forma natural de vivir la fe.-
En todas estas casas y otras , como las de vecinos que se reunían con el cura Néstor
García en Barrio Godoy, en los “Colegios Mayores”, y tantas que no podría recordar hoy,
se celebraban misas con profundas reflexiones sobre los evangelios y las consecuencias
que la fe acarreaba sobre nuestras vidas.- Sitúo este movimiento de “Comunidades
Cristianas” a partir de 1968, con epicentro a partir de 1969.-
Para concluir la referencia a las “Comunidades Cristianas” quiero hacer mención como
conclusión provisional, según mi personal apreciación, que fue una experiencia positiva
en cuanto dejó gravados en quienes participamos de ella, valores humanísticos que creo
nos han acompañado de por vida.- Nos impulsó a un compromiso social y político que
contribuyó al retorno de la democracia en 1973 a través de la participación militante
con un elevado idealismo y entrega por causas nobles y desinteresadas. Lo cual no me
exime de poner de manifiesto que esa vivencia encerraba cierta forma de
fundamentalismo, de convicciones muy cristianas como las de “dar la vida por los
demás”, “negarse a sí mismo” y “entregarse sin reservas” por las causas justas.-
Convicciones que llevadas a sus últimas consecuencias, y malinterpretando frases
evangélicas tales como “no vine al mundo a traer la paz sino la espada”, condujeron a
muchos a la violencia y a muertes que pudieron evitarse.-
27
He afirmado que que aquel fenómeno de la “Comunidades” estaba profundamente
vinculado al conflicto inter-eclesial que se dio en llamar de los “Curas renunciantes”.-
Para abordar este tema tomo como fuente mi propia experiencia y activa participación
en aquellos años agitados de la Iglesia y, como recordatorio sistemático, un trabajo de
investigación realizado por Darío Carlos Casapiccola en la Universidad de San Andrés,
publicado den Mayo de 2014 bajo el título “La crisis de Rosario 1969” “Fase aguda de
los conflictos intereclesiales en la Argentina Postconciliar”. Ese trabajo de
investigación, que analiza la crisis de la Iglesia de Rosario en 1969, es de un gran valor,
se encuentra muy documentado y me ha permitido montar sobre su cronología mi
testimonio y mis recuerdos como militante católico de aquellos años.
Hay que decir que el Concilio Vaticano II con su impronta renovadora abrió un período
de profundos debates en la Iglesia universal.- El contexto de la postguerra mostraba una
extensión del “ideal democrático”, cambios culturales que tendían a la secularización de
muchas actividades, con limitación del concepto de autoridad.- El Concilio recogió el
desafío de esos cambios abriendo un franco y abierto “diálogo con la modernidad”.-
En el orden internacional también en 1968 hubo una protesta protagonizada por más
de 200 sacerdotes y religiosos en Chile que llegaron a tomar la Catedral de Santiago,
siempre en protesta contra las demoras de la Jerarquía en implementar las reformas del
Concilio. Lo mismo ocurrió en Brasil contra el Arzobispo conservador Marchetti Zoni .-
Sobre estos conflictos puede verse “Conflictos Inter-eclesiales en la Iglesia Argentina
postconciliar (1964/1969)” de Claudia Touris y Mariela Ceva- Edit. Sudamericana 2009.-
Este clima a veces abierto, a veces larvado, estaba presente en la Iglesia de Rosario de
en l968.- Se cuestionaban y se discutían cuestiones tales como *La función de los
sacerdotes y su compromiso con los problemas sociales *El papel de los laicos *La
autoridad de los Obispos, hasta entonces depositarios de una suerte de poder
monárquico. *el modo y los tiempos de la aplicación de las directivas conciliares y *El
modo como la Iglesia debía relacionarse con el Estado y los políticos, sobre todo en
tiempos de dictadura militar como la existente entonces en Argentina.
28
Edmundo García Cafarena, sacerdote culto y sutil a quien ya mencionamos por ser el
inspirador de una corriente de estudiantes, marcadamente conservadora, en la UCA.
Esas características del Arzobispo ya había generado conflictos antecedentes, como fue
la crisis en el Seminario por la cual abandonaron sus estudios sacerdotales 17
seminaristas en el año 1967, alegando entre otras cosas “falta de adecuación a una
organización eclesial moderna”.- En 1968 de produjo la rebelión ya relatada en la Acción
Católica, la que fue virtualmente “intervenida” acusada de “temporalista” por el
Arzobispo por sostener “el cambio de estructuras en la sociedad”.- El Padre Tomás
Santidrián, conocido después por una inmensa obra con los niños y ancianos, dijo
entonces que solo se trataba de jóvenes “que buscaban la inspiración cristiana de la
sociedad”.
29
Los “disidentes” resuelven además elevar una carta y su documento en una suerte de
apelación a la Asamblea de Obispos Argentinos, que se realiza dos veces al año,
conocida como “Conferencia Episcopal Argentina”, que se reunió a partir del 27 de
noviembre de 1968.- El tono de la presentación ya indicaba un escalón ascendente en el
conflicto ya que calificaba a Bolatti como “Un Obispo desobediente e infiel al espíritu y
directivas de la Iglesia Universal y a las exigencias de descifrar cristianamente, aquí y
ahora, los signos de los tiempos”- No obtuvieron ningún resultado: el Presidente de la
Conferencia Episcopal, Mons. Antonio Caggiano contestó que “No corresponde a la
C.E.A. juzgar a los obispos ni recibir denuncias con los mismos”.-
Hay que decir a esta altura que el resultado de ese desentendimiento significó una gran
pérdida para la Iglesia de Rosario y para la Iglesia argentina.- Creo que inicialmente no
estaba en el espíritu de los disconformes llegar a un punto de ruptura. Y quizá tampoco
en el espíritu del Obispo, pero éste dio prioridad a la reafirmación del principio de
autoridad que, como sabemos, es muy fuerte en la estructura de la Iglesia, sobre todo
en aquella época.- Los sacerdotes que componían el grupo estaba entre los más activos
y brillantes de la Iglesia y se inspiraban en teólogos prestigiosos como Ives Congar, Jean
Danielou y Karl Rhaner, contemporáneos de los actores de aquella disputa y fallecidos
en la década del 90 los dos primeros y en 1984 éste último. Además del ya mencionado
Amiratti se encontraba el teólogo local Ernesto Sonnet, quien también era profesor en
la Facultad de Derecho de la UCA.
En los meses de enero y febrero de l969 los “disidentes” elevan sus reclamos, con copias
de todos los antecedentes al Vaticano, para que sea dirimidos por el Papa Paulo VI.-
Para entonces el conflicto tomó estado público.- Numerosos laicos de distintas
comunidades se suman al reclamo de los sacerdotes.- Se imprimen volantes que se
distribuyen en la puerta de las Iglesias y hasta se realizan proclamas a viva voz dentro de
los templos.- La cuestión comienza a tomar visos de irreversible.- Los grupos
reclamantes llegan a pedir la “renuncia del Señor Obispo”
30
El último gesto que podría haber significado una “reconciliación” fue también en el mes
de febrero cuando Bollatti dio a conocer una Pastoral al inicio de la Cuaresma en la que
utiliza un lenguaje más amigable con las posiciones conciliares, que “Primera Plana2
interpretó como un “intento de reconciliación”.- Lo que ahogó esta última posibilidad
fue la situación en Barrio Godoy.- Néstor García había tenido que regresar a España.- La
comunidad del Padre Néstor se sigue reuniendo por su cuenta, con la concurrencia de
otras comunidades cristianas, de muchos jóvenes.- Otros sacerdotes, entre ellos
Francisco “Pancho” Parentti, realizan las celebraciones.- El Arzobispo envía a dos
sacerdotes de su confianza (el P. Kessaing y el P.Lester Novello) a celebrar la misa en
una suerte de “intervención” de la Capilla.- Unas 100 personas del Barrio impiden la
celebración.- Entre ese numeroso grupo de fieles se encontraban dos sacerdotes:
Francisco “Pancho”Parentti y José María “Pepe” Ferrari.- El tumulto es tal que terminan
todos en la Comisaría.-
Como consecuencia de estos incidentes los curas Francisco Parentti y José María Ferrari
son “suspendido A Divinis” por Mons.Bolatti.- La suspensión significa la prohibición de
realizar actos litúrgicos válidos de cualquier tipo para la Iglesia Católica.-
En una carta hecha pública por los renunciantes aclaran que confirman la renuncia, pero
que es a los cargos diocesanos, no al sacerdocio.- No obstante, como veremos, el
camino seguido por ellos fue muy diverso: algunos, como Amiratti, pasaron a otras
diócesis. Varios con el tiempo se casaron y otros siguieron ejerciendo el ministerio a su
modo, al margen de las normas oficiales de la Iglesia.
Francisco Parentti y Sonnet fueron separados como profesores de la UCA.- Por su parte
el 25 de marzo 70 presbíteros firman un escrito de adhesión al Obispo en un acto
realizado a tal fin en la Catedral.- Al día siguiente, con ese apoyo bajo el brazo,
Mons.Bollatti, viaja a Roma.
Por otro lado también se produce una declaración de 53 sacerdotes, que sin adherir a la
renuncia de sus compañeros de ministerio rechazan las acusaciones que se les hacía de
profesar la ideología marxista.- Dice esa declaración, en su espíritu, que los firmantes
dan fe de que los sacerdotes renunciantes “no son marxistas ni actúan siguiendo una
ideología política” sino que obran de buena fe buscando lo mejor para la Iglesia.
31
Social de Inspiración Cristiana) de la UCA, del cual el suscripto fue miembro fundador y
a la vez destacar la existencia de un comunicado de apoyo al Obispo por parte del
“Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la UCA”, que como expliqué en
capítulos anteriores era controlado por el grupo que lideraba Eduardo Marquard.
Mons.Bollatti tardó en ser recibido en Roma.- Finalmente fue recibido por Paulo VI el 5
de mayo .- El Papa de la “Populorum Progressio” y de gran parte del Concilio Vaticano II,
apoyaba los cambios pero temía que la Iglesia entrara en un tembladeral. El soporte de
los cambios reposaba en sostener la autoridad de los obispos y esto lo mantuvo Paulo VI
tanto en los casos de obispos conservadores como Guillermo Bollatti como en el caso de
obispos “tercermundistas” que eran acechados por grupos conservadores.- Este criterio
papal selló la suerte de los sacerdotes renunciantes de Rosario.-
El 15 de mayo de 1969 Paulo VI dirigió una carta específica sobre el conflicto de Rosario
“exhortando a la unidad en torno a la autoridad del Obispo”.- Aunque por otra parte
hacía un llamado al obispo “a dar cabida a las peticiones y propuestas” “para la
renovación y adelanto pastoral que debe promoverse a ritmo creciente en la
Arquidiócesis, según el Concilio Vaticano II”.- En un párrafo refirió que “ante la
inquietud y la impaciencia” de los sacerdotes aconseja al Obispo “que llame a los
sacerdotes y los escuche” acogiendo “las ansias de renovación legítimas”.
Este pronunciamiento del Papa, si bien contenía una implícita crítica a la falta de diálogo
y de renovación en la Arquidiócesis, definía que toda renovación siguiendo al Concilio, la
que era expresamente solicitada, se haga en torno a la autoridad del Obispo.- No era
esa la pretensión de los sacerdotes renunciantes ya que lo que se pretendía era la
sustitución de Bollatti, tal como había ocurrido, con cierto tiempo mediante, en los
casos antes referidos de Mendoza y Jujuy.-
Con la carta del Papa a la vista Bollatti convoca a una reunión conjunta con todos los
renunciantes el día 6 de junio.- Asisten 27 y los voceros que hablan por ellos son
Amiratti, Parentti y Sonnet.- En esta última reunión pudo haber un acercamiento a la luz
de las recomendaciones de Paulo VI.- Pero había una cuestión en la que el Arzobispo se
mantuvo intransigente: la terminación del contrato con los sacerdotes españoles y su
consecuente expulsión de la diócesis.- La reversión de este punto era un tema esencial
para que los renunciantes dejen de serlo y vuelvan a sus funciones en la diócesis..- Este
fue el punto que, después de casi tres horas de intercambio, terminó por dinamitar los
puentes en aquel conflicto.- Así el 21 de junio de 1969 todos los sacerdotes en conflicto
ratifican las renuncias diciendo, entre otros fundamentos, que “no han desaparecido
las causas que motivaron las renuncias, sino que por el contrario se han agravado…”
Salvo el presbítero Arnaldo Clavijo, que no ratificó la renuncia, fueron aceptadas 28
renuncias.- El 28 de junio Mons.Bollatti informa que “se había visto en la dolorosa
obligación de tener que aceptar las renuncias ….” “por ser la tercera vez que le eran
elevadas…” Y agregó que estaba dispuesto a aceptar en la diócesis a aquellos de los
renunciantes que en el futuro “ aceptaran su autoridad”. Al respecto reiteraba su
“disposición al diálogo en forma personal”.
32
asignadas funciones en Parroquias de pueblos vecinos y algunos españoles entre los que
puedo mencionar a Isidoro Toledano (Vicaría Medalla Milagrosa) y Pedro Medina
(Soldini).-
Los abogados José García Montaño y Pedro Chiesa (que formaban una apoyatura de
laicos para el Obispo, entre los que destacaron Walter Grisolía, Mario Strubbia y Pedro
García, entre otros) efectuaron la denuncia por la ocupación del templo y logran que
unos 70 efectivos policiales intervengan para que puedan poner en posesión al nuevo
titular designado desde Rosario.- Ese día por la tarde se produce la mayor manifestación
que habría llegado a unas 4000 personas.- Son interceptados por la Policía y se produce
una reacción con barricadas.- Hubo gases lacrimógenos y disparos con un saldo de
cuatro heridos de bala y 29 detenidos.-
A partir de estos gravísimos incidentes el padre Amiratti comenzó a dar misas con gran
concurrencia en una fábrica abandonada, en tanto que Fray Román de Montevideo,
muy aislado quedó a cargo formal de la Iglesia de “San Pedro” hasta ser reemplazado
poco tiempo después por otro sacerdote.- Por su parte Amiratti, que, una de cal y
una de arena, recibió una bendición papal en noviembre del mismo año 1969, fue
admitido en la diócesis de La Rioja en el año 1972.-
Para el grupo de sacerdotes y para los laicos que nos encontrábamos en ese sector de la
Iglesia significó una dura derrota y un camino de paulatina dispersión que concluyó en
historias diversas, algunas bastante dramáticas.-
Puedo dar testimonio, ya que conocí y traté personalmente con prácticamente todos los
renunciantes que he mencionado, que tenían una fuerte vocación sacerdotal.- Muchos
de ellos siguieron realizando actos litúrgicos para grupos o comunidades privadas, al
margen de la legislación canónica.- Esa situación se prolongó hasta los primeros años de
la década del 70.-
33
Al quedar fuera de la Institución “Iglesia”, al menos de su obispado, los curas
renunciantes quedaron bastante desamparados, con problemas de subsistencia y con
una vocación sacerdotal que quedaba “en el aire”.- Varios pasaron a otras Diócesis que
los recibieron, como es el caso de Amiratti en La Rioja o Varea en San Nicolás. Algunos
con el tiempo fueron readmitidos en la propia diócesis de Rosario.-
Varios de los sacerdotes del conflicto tomaron compromisos con causas sociales o políticas.-
En el caso de Oscar Lupori se convirtió en un referente de grupos vinculados a la
reivindicación de los derechos humanos y el ecumenismo.- En el caso de Néstor Ciarnello,
que también se casó, con el tiempo se convirtió en la “mano derecha” del Padre Tomás
Santidrian en una inmensa obra a favor de niños y ancianos desamparados en la ciudad de
Rosario.-
Varios de los curas que se cansaron siguieron siendo referentes espirituales y personas
de consulta y de consuelo en momentos difíciles para quienes fueron sus feligreses o
sus amigos, a pesar de estar casados.- Precisamente una de las reflexiones que surgen
evidentes de aquel conflicto es si el celibato sigue estando justificado y si sigue siendo
útil a la Iglesia.-
Hoy, cuando resulta muy difícil encontrar sacerdotes católicos con tiempo disponible
para atender enfermos o asistir a familias cuando pierden un ser querido, se plantea
más que nunca la necesidad de recordar que el celibato solo fue obligatorio en la
Iglesia tres siglos después de su fundación y que Jesucristo cuando reclutaba a sus
discípulos y apóstoles no les preguntaba si tenían o no mujer.- Al punto tal que un
pasaje de las escrituras habla de “la mujer de Pedro”, lo que significa que nada menos
que el primer Papa habría sido casado. De haber existido, al menos como una
alternativa entre otras, la posibilidad de ejercer el ministerio sacerdotal haciéndolo
compatible con el matrimonio, varios de los sacerdotes renunciantes de Rosario,
hubieran seguido siendo extraordinarios sacerdotes de la Iglesia Católica.
34
conclusiones del Concilio a las duras realidades que afrontaba la Iglesia en
Latinoamérica.
En Buenos Aires el Pbro.Miguel Ramondetti , que en algún momento trabajó como cura
obrero en “La Paternal” y luego ejerció su ministerio en la diócesis de Goya, comienza,
junto a otros sacerdotes a difundir el documento de los 18 obispos latinoamericanos.-
Lo hicieron por carta centenares de curas de todo el país.-
El propio Ramondetti cuenta cómo comenzaron a recibir, por la misma vía, adhesiones
al documento y solicitudes para que se promoviera una reunión para hacer efecto el
apoyo a la iniciativa de aquellos obispos. Así se realiza la primera reunión en Córdoba,
en l968, la que sería el puntapié inicial del “Movimiento de Sacerdotes para el Tercer
Mundo”.-
El movimiento contó con el apoyo y simpatía de algunos obispos, como fue el caso de
Devoto, Novak, Hessayne, Angelelli, Ponce de León, entre los más comprometidos y
con el acompañamiento o tolerancia de algunos otros.-
Sin pretender un desarrollo extenso sobre este Movimiento, sobre el que se ha escrito
mucho, digamos que de alguna manera pretendía aplicar radicalmente ciertos
lineamientos emergentes del Concilio Vaticano II, de la Encíclica “Populorum
Progressio”, de las directivas del Celam en Medellín y del ya mencionado documento de
los 18 obispos latinoamericanos.
Obsérvese que ese Movimiento es coincidente con una variedad de otras iniciativas y
cambios que se vivieron en el seno de la Iglesia y en la sociedad toda en esos años.- Si
tenemos en cuenta lo que venimos analizando en este trabajo testimonial, veremos
cómo en Rosario y en el país, en la segunda mitad de la década del 60 del siglo pasado,
se producen iniciativas de laicos cristianos como el ISCEAP, que fue pionero en
replantear muchos paradigmas, la rebelión en la Acción Católica, el nacimiento de un
Movimiento Estudiantil contestatario en la Universidad Católica, los Campamentos
Universitarios de Trabajo(CUT), y el fenómeno de los curas renunciantes en la diócesis
de Rosario.- Todo ello envuelto en un fenómeno más amplio y que involucraba a la
sociedad argentina toda ya que 1969 es el año del denominado Cordobazo, de las dos
puebladas estudiantiles y obreras conocidas como los dos rosariazos.
35
A los “Curas del Tercer Mundo” me referiré solamente en relación a su incidencia en la
ciudad de Rosario.- Podemos decir sin lugar a equivocarnos que la expresión en esta
ciudad del MSTM fue el movimiento de curas que participaron en el conflicto con
Mons.Bollatti.- De los denominados renunciantes no todos tuvieron que ver con el
MSTM, pero podríamos decir que de esa treintena de curas la mayoría estuvo vinculado
o simpatizaba con el Movimiento.
En Rosario se produjo también uno de los hechos más impactantes que involucró a los
Curas del Tercer Mundo.- Ocurrió en agosto de l971: cuatro sacerdotes que habían
formado parte de los “renunciantes”, pero que habían continuado su labor social e
incluso religiosa en Rosario, ya al margen del obispado, fueron detenidos bajo la
acusación de realizar actividades funcionales a los movimientos subversivos.- Los
cuatro encarcelados eran Santiago Mc Guire, José María Ferrari, Juan Carlos Arroyo y
Néstor García Gómez, este último uno de los curas españoles que había sido devuelto a
España por decisión de Mons.Bollatti y que al tiempo volvió para radicarse nuevamente
en “su” Barrio Godoy.-
Santiago Mc Guire desarrollaba una fuerte actividad social en “Villa Manuelita” con una
posición muy radicalizada y fuertemente contestataria contra la dictadura militar y la
jerarquía eclesiástica.-
El otro detenido, Juan Carlos Arroyo, era un cura muy carismático y con fuerte influencia
sobre sectores de la juventud.- Fue uno de los profesores de aquel emblemático ISCEAP
al que me referí anteriormente.-
Para hacer efectiva una protesta pacífica organizan una “marcha de silencio”o “jornada
de oración”.- Se congregan en la plaza 25 de mayo , frente a la Municipalidad y la
Catedral.- Al parecer hubo una denuncia de un Obispo auxiliar, Desiderio Colino, en
prevención por la posible toma de la Catedral.- La policía entonces decide impedir el
acto.- Quien dirige la represión es nada menos que el Comandante de Gendarmería
Agustín Feced, el que era entonces Jefe de la Policía y volvería a serlo luego del golpe de
l976.-
36
Sin embargo los que no habían sido detenidos toman una determinación: “Si se llevan a
algunos, que nos lleven a todos”. Y , para sorpresa de la Policía, comienzan a meterse
solos en el camión celular.- Así se produce un hecho pocas veces visto : cincuenta
sacerdotes presos, primero en comisarías y luego conducidos a los galpones de la
Guardia de Infantería, en la calle Alem, donde hoy funciona la “Escuela de Policía”.
Los laicos, entre los que me encontraba, comienzan a movilizarse.- Se organiza un grupo
de abogados que nos reunimos en el Estudio de José “Pepe”Guida en una casa de
Av.Pellegrini.- Allí , con la firma del propio Guida, de Antonio Bonifassi y de quien
escribe estas líneas, se interpone un recurso de Habeas Corpus ya que no había motivo
alguno para la detención. Se trataba de una manifestación pacífica cuyo acto más
desafiante consistió en rezar en voz alta el “Padrenuestro”. Estos hechos, incluso
nuestra intervención, tuvo enorme repercusión en la prensa,
Entre los abogados que trabajaron en el tema y firmaron con nosotros telegramas al
Presidente Lanusse y al Ministro del Interior, Arturo Mor Roig y al Cardenal Primado
Antonio Caggiano, estaban también Helio Di Dodo, Jorge D’Oliveira y Eduardo Zanella.-
Los abogados pudimos visitar a los detenidos.- Recuerdo esa imagen única, casi
esperpéntica: Un galpón lleno de curas presos que se acercaban a unos portones de
rejas a través de los cuales les informamos de las acciones legales en curso.- Entre los
presos más o menos la mitad eran rosarinos, varios de ellos “suspendidos” por el
conflicto con el Obispo, como fue el caso de Lupori, Maurizzi, Parenti, Presello,
Ciarnello, Giaccone, Amiratti, Pecci, Tettamanzi, Torresi y Ferian -. De Santa Fe capital
fueron detenidos José María Serra,, Osvaldo Catena y Carlos Aguirre.- Entre los venidos
de otras jurisdicciones recuerdo a Miguel Ramondetti, uno de los fundadores del
MSTM quien vino desde Goya, Rolando Concatti, Domingo Bresci, Luis Farinello,
Francisco Mascialino, Jorge Goñi, Rodolfo Ricciardelli y especialmente a Carlos
Mugica, uno de los indiscutidos líderes del Movimiento, quien había venido de Buenos
Aires en un Renault 4.- Se acercó a mi para decirme dónde se encontraba estacionado
su “Renoleta” en la calle, cerca de la Catedral, para que nos ocupemos del vehículo, ya
que no se sabía cuánto tiempo estarían detenidos.Había también varios venidos de las
diócesis de Avellaneda, Lomas de Zamora, Azul y otras provincias del interior.
De los cuatro curas que habían motivado la solidaridad del MTSM, tres habían sido
liberados con anterioridad y vueltos a detener en ocasión de estos acontecimientos.-, La
excepción de Mc Guire a quien ya se consideraba fuera de la Iglesia y permanecía
preso.- -
Néstor García Gómez , por su condición de extranjero fue luego expulsado del país.-
Este último con el tiempo se casó con la pedagoga María Teresa Nidelcoff, con la que
hasta el día de hoy, con 80 años cumplidos, vive en Madrid.- Néstor García nunca
abandonó los vínculos con sus amigos y feligreses de “Barrio Godoy”. Y ejerció una
37
solidaridad activa con quienes nos exiliamos en España después del Golpe de 1976.- Por
su espíritu de comprensión, de “contener” a quienes requerían y aún requieran un
consejo, yo diría que sigue siendo un sacerdote, ahora, casado, aunque acató las
disposición de la Iglesia de apartarlo del ministerio.
Para un análisis más profundo del MSTM puede consultarse lo escrito por uno de sus
propios miembros, el Padre Domingo Bresci, en “Movimiento de Sacerdotes para el
Tercer Mundo”, publicado por “Centro de Estudios S.J.B”-Bs.As. 1994.- Siendo este
sacerdote alguien que permaneció en el ministerio sacerdotal, podemos adoptar como
síntesis sus palabras al cumplir 50 años de sacerdote: “El Movimiento de Sacerdotes
para el Tercer Mundo buscó una lectura del evangelio encarnada en el hombre e
inspiró a muchos sacerdotes y laicos a comprometerse con la vida de los hombres, sus
anhelos, sus luchas y la búsqueda de justicia y dignidad”.
Así por ejemplo, en aquel “Instituto” pionero que fue el ISCEAP, un alto porcentaje de
sus participantes nos “trasvasamos” en la segunda mitad de la década del 60, al
peronismo.- Varios de nosotros comenzamos en el movimiento estudiantil, para pasar
de allí a la J.P. refundada o revitalizada por esos años y luego a la “Comisión de
Movilización del Movimiento Peronista de Rosario”.Esa fue mi primera experiencia
política fuerte. Otros trabajaron en el “Movimiento Villero” acogido por la CGT de los
Argentinos, como fue el caso de Eduardo Azum.- Algunos, como Hugo Ares, fueron
importantes dirigentes sindicales del peronismo.- O Jorge D´Oliveira, quien estaba
vinculado también al mundo sindical y fue asesor de la Universidad en la década del 70.-
Y , finalmente, algunos tomaron el camino de la lucha armada cuando la dictadura de
entonces dejaba muy pocos caminos de participación.- Entre ellos Fernando Lagruta,
Graciela Siryi, Osvaldo Seggiaro, Pedro Delgado , todos ellos muertos en combate o
desaparecidos. Y otros, que son sobrevivientes , lo sabemos, y algunos que fueron parte
de las organizaciones armadas y nunca lo sabremos porque, precisamente, eran
clandestinas.-
38
De la “Acción Católica” también surgieron militantes del peronismo, incluso de los más
radicalizados: baste recordar que Mario Firmenich y varios de los fundadores de
“Montoneros” eran miembros de la Juventud Estudiantil Católica (JEC) y su asesor
espiritual el Padre Carbone, quien también se involucró en la Organización.- El grupo
que organizó “Montoneros” en Córdoba (Vélez, Mazza, Vaca Narvaja, Pujadas,
etc.)pertenecían a tradicionales familias católicas de Córdoba.- En el caso de Mariano
Pujadas(luego muerto en la denominada “Masacre de Trelew”) puedo testimoniarlo ya
que lo conocí en un encuentro de movimientos estudiantiles de Universidades Católicas,
realizado en Córdoba, en un Convento de Monjas, creo que en el año 1968.- Claro que
no todos los jóvenes católicos militantes fueron “Montoneros”. Yo diría que la mayoría
participó del peronismo a través de estructuras políticas, sobre todo juveniles y
sindicales, aunque al acercarse el momento culminante de la lucha contra la dictadura
de Onganía-Levinston-Lanusse, todas las estructuras del movimiento, las tradicionales
tres ramas, más la cuarta (juventud), más las “formaciones especiales”, estaban
relacionadas y eran conducidas por Perón.- Hasta el rompimiento que se produce en
1973.-
De los “Curas del Tercer Mundo” puedo decir, y esto es público, que algunos de sus
fundadores y referentes más importantes, como es el caso de Mugica, Ramondetti,
Bresci, Mayol, etc. tomaron definiciones a favor del peronismo o directamente
militaron en su favor o con definiciones políticas similares, como es el caso de Luis
Farinello. Iguales inclinaciones se produjeron en buena parte de los “curas renunciantes
de Rosario”.- Precisamente las detenciones de los cuatro curas en 1971 ( Arroyo, Mc
Guire, Ferrari y García Gómez) fue bajo la acusación de alentar grupos sociales o
políticos vinculados a las estructuras de resistencia del peronismo. La misma orientación
y compromiso, a veces abiertamente partidario, a veces a través de orientación a grupos
de jóvenes, tuvieron, doy fe, Ciarnello, Presello, Maurizzi, Arroyo, Parenti y Lupori,
aunque éste último más orientado al ecumenismo y los derechos humanos.
Del “MOSIC”, movimiento estudiantil de la UCA fundado por nosotros, también salieron
varios dirigentes peronistas. Bien es cierto que en el origen todo se orientaba hacia un
cambio de las estructuras y a la participación en la Universidad y en los cambios en la
Iglesia.- Pero hacia 1969, con las enormes movilizaciones sindicales, estudiantiles y de
la población en general contra la dictadura (“Rosariazos”, “Cordobazo”, huelgas de la
CGT) muchos tomaron, algunos ya la habíamos hecho antes, el camino del peronismo
como la herramienta más idónea para terminar con la dictadura.- Incluso varios fueron
montoneros y dieron su vida en ese compromiso, como ya mencionamos el caso de
nuestros compañeros Jorge Araya, Hugo Parente, Roberto Borda y Tina de Grandi.-
Pero este último tema, de cómo y porqué el cristianismo radicalizado pudo conducir a la
lucha armada, será materia de un análisis más detallado y es quizá la reflexión, o el
mensaje, más importante que me impulsó a escribir este testimonio.-
39
Muchos de los militantes “cristianuchos” pasamos de experiencias de compromisos
dentro movimientos eclesiales o de centros de estudios, como fue el ISCEAP, a la acción
política en el peronismo que era entonces el gran canal a través del cual podía
desplazarse a la dictadura y llegar a un gobierno democrático de mayorías.- Los
primeros pasos fueron a través de contactos con los movimientos estudiantiles (UEL-
UNE).- Luego pasamos a una etapa territorial vinculándonos a grupos que empezaron
desde abajo a recrear la Juventud Peronista.- En mi caso, junto a Roberto “Chino” Hyón
creamos un grupo que se llamó Juventud Peronista de la Zona Sur.
Ese grupo , cuando todavía la actividad política estaba prohibida, se reunía en un galpón
de chapas en el fondo de la casa de un dirigente de base histórico del peronismo, Don
Victor Giles, que había perdido su trabajo en l955 y que nunca ocupó cargos en ningún
gobierno(salvo haber sido Secretario General de la Secc.21 del PJ), pero que conocía a
fondo el pensamiento de Perón y permaneció leal al mismo hasta su muerte producida
pasados sus 90 años.
Ese grupo de JP de la Zona Sur dio un paso más cuando integramos la “Comisión de
Movilización del Movimiento Peronista” en 1969.- Allí participaron varios de los
militantes “cristianos”, como también lo hicieron en la “CGT de los Argentinos”, ya que
Raimundo Ongaro era un ejemplo cabal de hombre proveniente de las filas cristianas y
a la vez dirigente del sindicalismo “combativo”.-
Con posterioridad el grupo de JP-Zona Sur se unió al grupo de JP-Zona Norte, que
aunque ya rondaba los 30 años , lideraba el legendario Juan Luis “El Chancho”Lucero,
que ya había purgado dos períodos de cárcel , por su participación siendo adolescente
en la resistencia peronista contra el golpe del 55 y por haber sido uno de los integrantes
del intento de guerrilla rural de “Taco Ralo”(Tucumán).- Esta aventura le costó al
“Chancho” tres años de cárcel, luego de que fuera detenido en septiembre de 1968,
junto a los 14 integrantes de ese grupo que se dio en llamar “ Fuerzas Armadas
Peronistas” (FAP), y cuyo jefe fue Anvar “Cacho”El Kadri.
Juan “Chancho”Lucero , como dijimos, lidera un grupo de jóvenes de zona norte, entre
los que se encontraban Jorge “El Negro”Bo, “Rulo”Saavedra, Jorge Lelli, Osvaldo
Braccone, Luis Guinda y una importante base de militantes barriales.-
De la fusión del grupo de JP de Zona Sur , de ese importante grupo del “Chancho
Lucero”, de otro grupo llamado “JP del Circulito” porque se identificaba con un círculo
encerrando las siglas “JP” y que lideraba Carlos Nardín , nació la denominada “JP
Regional II”.- Eso fue sobre fines de 1971 y principios de 1972.-
40
En primer lugar hay que decir, sin lugar a dudas, que el grueso de los fundadores y
cuadros de la Organización “Montoneros” provenían de la militancia católica.- Ya
hemos dicho que el Jefe , Mario Firmenich había sido un dirigente de la JEC (Juventud
Estudiantil Católica) y en el grupo original estuvieron Carlos Capuano Martinez, Norma
Arrostito y Carlos Maguid, Fernando Abal Medina y Carlos Ramus.
41
que sus razonamientos explican lo que pasaba por la cabeza de muchos “cristianuchos”
en esos tiempos de proscripciones, dictaduras y profundos cambios dentro de la Iglesia.
Como premisa afirma que el nuestro es “un pueblo que sufre aplastado por un sistema
inhumano y anticristiano” . Respecto de la Iglesia la define como “Una institución que
esta alejada de esa realidad del pueblo, cuando no enfrentada a él y acomodada en el
sistema que lo oprime.” Sostiene que una conciencia sincera frente al “mensaje del
evangelio lo lleva a enfrentarse con el sistema, a acercarse al pueblo” en tanto que en
ese proceso esa conciencia “siente el límite, la oposición al cambio que ésta (la Iglesia)le
impone”
Y en ese camino, les dicen a los sacerdotes “queremos hacerles llegar nuestra reflexión,
nuestra visión acerca de esa búsqueda, acerca del papel del sacerdote y la Iglesia en el
proceso revolucionario que estamos viviendo”.
El concepto más significativo para justificar la acción armada gira en torno “al sistema”
ese gran monstruo contra el que debíamos enfrentarnos, como queda plasmado en este
párrafo: “Desde l955 la lucha ha pasado por todos los matices: desde el golpe, hasta la
guerrilla rural y urbana, incluyendo elecciones, huelgas, tomas de fábrica, ingenios,
poblaciones, manifestaciones masivas, etc.-La respuesta ha sido brutal: fusilamientos,
proscripciones, plan “Conintes”, detenciones arbitrarias y masivas, masacre de obreros y
estudiantes” y agrega luego: “El trabajador ya sabe que la culpa de su situación no es
solo del patrón, del dirigente vendido, ni siquiera del virrey de turno, sino del sistema
inhumano y es contra él que se dirige la acción del Pueblo”.
42
denuncias, huelgas, manifestaciones, elecciones, han sido sistemáticamente aplastados
por la violencia de la represión armada que defiende y sostiene el sistema”.
Formula luego una crítica a quienes no dan el paso a la lucha armada cuando dice: “El
miedo a jugarse la vida y el dejar su “status” es el motivo fundamental que hace que
muchos militantes que se autotitulan revolucionarios…en la práctica se contentan con
los métodos no violentos….y no pasan al enfrentamiento con las fuerzas que sostienen al
régimen”.
Para inquietar aún más las conciencias de los sacerdotes y cristianos a los que se dirige
el documento los acicatea diciendo que “El cristiano no puede contentarse con
cualquier forma de “amar al prójimo” sino que exige la forma total, la más eficiente,
aunque cueste la vida”.
En la parte final la exhortación indica un camino político definido ya que “ Todo ese
anhelo de liberación que tiene el pueblo, toda esperanza de una sociedad mejor y toda la
fuerza de su marcha, no es algo vago, sin nombre, sin que tiene uno bien concreto:
Peronismo”, “que no solo es importante para el sacerdote que busca integrarse en el
proceso revolucionario por el hecho de ser la inmensa mayoría numérica del país, sino
porque su contenido doctrinario responde plenamente a lo que un cristiano puede
aspirar como meta de justicia y de sociedad…”
43
Decimos que es un documento emblemático ya que refleja el pensamiento subterráneo
que circulaba como poderoso torrente entre muchos sacerdotes y sobre todo entre los
jóvenes militantes católicos.- Y ese pensamiento tan compatible con la predisposición
del cristiano comprometido y jugado a “ inmolarse” prendió en muchos sacerdotes y, a
través de éstos, y también en forma directa, en miles de jóvenes.- Muchos seguimos el
camino de la militancia política contra las dictaduras de entonces. Otros tomaron
plenamente ese llamado a la violencia y muchos de ellos dejaron su vida en ese camino .
Mis palabras siempre serán de respeto y de unción ante tantos compañeros y amigos
que murieron en enfrentamientos o en asesinatos provocados por el terrorismo de
estado.-
La condena total ello no puede obviar nuestra obligación de hacer una autocrítica.-
Hubiera preferido que siguieran otro camino y hubiera deseado profundamente que
siguieran con nosotros, como enseñaba el General Perón: “Que entre la sangre y el
tiempo hubieran elegido el tiempo”. Es decir que si se hubiera desarrollado la lucha por
métodos pacíficos probablemente se hubiera llegado a un resultado positivo ,ya que la
historia de todos modos es irreversible contra los dictadores.- Perón enseñaba que
puede acelerarse la evolución, pero que un salto revolucionario que no siga los tiempos
del conjunto de la sociedad puede terminar en un retroceso que vaya más atrás del
punto de partida anterior a la revolución. Pero este es solamente un deseo, un
razonamiento contrafáctico que tristemente no puede modificar el pasado y que está
sustentado únicamente en el modo que nos hubiera gustado que sucedieran los hechos
para conservar con vida a seres tan queridos y valiosos como muchos de los que
perecieron en la sangrienta década del setenta.
Los amigos y compañeros caídos fueron generalmente los mejores, los más generosos y
comprometidos entre los “cristianuchos” que vivimos aquellos tiempos tumultuosos en
los que la historia viajaba en una dirección unidireccional, que arrastraba sobre todo a
los jóvenes.- Por eso, por sus condiciones humanas excepcionales hubiera preferido un
camino que preservara sus vidas ya que su aporte hubiese sido trascendente en nuestra
historia como país.- Hubiera preferido que “dieran su vida” pero día por día en su patria,
no como mártires.- El martirio fue una realidad para los cristianos del Imperio Romano
porque no tenían otra opción para conservar su fe. En nuestro caso creo que pudieron
existir otras opciones
No sostuve en aquellos años, ni tampoco ahora, otra forma de vida que no sea la
comprometida con el tiempo que nos toque vivir. Comprometida con los semejantes,
con los compatriotas, con los valores humanistas que encierra el mensaje cristiano.-
Pero la violencia ejercida hasta el punto de matar a un semejante es una cuestión muy
ardua y un camino muy difícil de asumir y justificar.- Es cierto que más de quince años
de dictaduras violentas y proscriptivas dieron nacimiento a respuestas del mismo
carácter.- Pero, hoy, sobre todo pensando en el futuro, en nuestros jóvenes y en
44
nuestros propios hijos, digo, que solo elegiría caminos de lucha pacíficos, que no mate
al adversario y que preserve también la vida de los que militen por la justicia y la
libertad , aunque si hubiere que optar, siguiendo lo que alguna vez dijo Mons.Helder
Cámara :”Prefiero mil veces ser matado que matar”.-
Admiro a quienes entregaron sus vidas en las luchas contra las injusticias y las
dictaduras, pero ,con los ojos de hoy, no justifico el asesinato de un semejante en
ninguna circunstancia.- Como dijo el General Perón cuando recibió a los diputados de la
J.P. que no querían votar las modificaciones al Código Penal contra el terrorismo
practicado contra la democracia: “Un crimen es un crimen cualquiera sea la motivación
con que se lo cometa.”
45
La JP-Regional II, en su capítulo de Rosario, tenía un comando de siete miembros que
habitualmente se reunía en mi casa (y Estudio) de calle Italia N° 2481 .- Lo integraban un
representante por las Zonas Sur, Norte, Oeste y Centro, de Rosario, un representante de
la JUP (Juventud Universitaria Peronista)que en algún momento representó Lato
Ferrarons , uno de la JTP (Juventud Trabajadores Peronistas), que representaba el
ferroviario Luis Guinda, y quien esto escribe que oficiaba de coordinador..-
Jorge Araya no fue un militante más. Terminó siendo el jefe, o uno de los jefes, de
Montoneros en Rosario.- Es un caso significativo dado que provenía de dos familias más
que tradicionales y ricas de Rosario.- Su abuelo Inri Araya fue fundador del pueblo
“Inriville” donde la familia tenía grandes extensiones de campo.- En el casco de la
estancia de Inriville velaron a la madre de Jorge , de la familia “Echesortu”, a quien
llamaban “Chichita”.- Con un grupo de compañeros asistimos a ese velatorio, así como
46
también él asistió con su primera novia y esposa, María Cristina Rolle Rizzo Patron
(“Quini”) a mi casamiento y nosotros al suyo, que se celebró en los salones del Golf Club
del Swift.- Quini también era de una familia muy tradicional. También fue militante y
después de la separación de Jorge hizo pareja con el médico Jorge Francesio, otro
militante católico que militó en Montoneros. Ambos , hasta donde sé, están
desaparecidos.
Pero no solo fueron cordobeses los “trasladados” a Rosario. También hicieron una
“irrupción” importante y protagónica en la actividad de Montoneros en Rosario, varios
santafecinos, algunos de la ciudad Capital como dos hermanos a quienes conocimos con
los nombres de “Chacho” y “Bhúo” y que con el tiempo supimos que eran de la familia
Molina, también católicos muy conocidos de Santa Fe.- Su padre fue profesor de
Derechos Reales de la UCA y eran familiares directos de Lucio Molina, ex gobernador de
Santa Fe y el también conocido Fiscal Molina, del que creo eran sobrinos.
Otro de los que actuó en Rosario durante bastante tiempo fue Roberto Cirilo Perdía, a
quien entonces solo conocíamos como “Pelado” o “Sábalo”, que había sido uno de los
fundadores de la Organización liderando el llamado “Grupo Reconquista”, ya que él
provenía del norte de la Provincia donde los grupos católicos tuvieron un gran
protagonismo militante a través de las denominadas. Con él, lo mismo con todos los
antes mencionados tuve diversos contactos relacionados con los vínculos que existían
entre las Regionales de la JP y la “Organización”.- Algunas anécdotas, muy
representativas de aquel momento histórico, relataré más adelante.
47
que lideraba Rubén Contesti) realizó una reunión amplia de referentes para elegir sus
candidatos para integrar el FREJULI.- Esas reuniones tuvieron lugar, una de ellas, en una
sede que tenía entonces el PJ en una casona Bv.Oroño, y otra en la sede de ATE de calle
San Lorenzo.-
El propio Perón designó como interventor al Dr.Luis Sobrino Aranda el que actuaba bajo
directivas del “Secretario General del Movimiento” que en ese momento era Juan
Manuel Abal Medina.- Sobrino Aranda designó dos delegados, uno por la zona sur,
Don Ernesto Carreras y uno por el norte, el entonces joven Contador Oscar Santiago
Lamberto.-
La intervención no pudo impedir que el sector rebelde inscribiera sus propias listas
utilizando la estructura jurídica del Partido Justicialista, encabezadas por la fórmula
“Campos – Bonino”. En respuesta a ese alzamiento contra la intervención, convalidó las
listas del “Congreso de la Carne” con excepción de los representantes de la Juventud,
ya que Sobrino Aranda siguiendo las instrucciones del nivel nacional reemplazó los
nombres que provenían del “FEN” y colocó en su lugar a los propuestos por la JP-Reginal
II.- Sobrino tomó los nombres de la lista que había surgido de las reuniones de los
distintos grupos de la JP , resultando el Dr.Eduardo José Zanella incluído en la lista de
diputados nacionales aunque en una ubicación desfavorable. Por el contrario Juan Luis
Lucero (el “Chancho”) y Domingo Pochettino (el “Poki” o “el Animal”, por su
contextura) fueron luego electos diputados provinciales.- También se eligieron dos
48
concejales de la JP en la ciudad de Santa Fe.- En Rosario donde el Frejuli consagró
quince concejales , dos lo fueron por la JP-Regional II, José Angel Mancinelli y yo.- Por
otra vía el interventor también incluyó otro joven por el grupo de “Encuadramiento”
que lideraba Rubén Contesti, que fue Edison Boggino. Esa lista de concejales fue
encabezada por Gualberto Venesia, quien ya en el Consejo Municipal pronto se
convertiría en mi mejor amigo y maestro.-
Ganadas las elecciones y en base a un acuerdo firmado el día del cierre de listas en la
UOM de Santa Fe, fueron designados Secretario de Salud Pública de Rosario el
Dr.Santiago Montaldo y subsecretario de Hacienda Alberto Tranier.- También en Santa
Fe el intendente electo Adan Campagnolo otorgó espacios en el Ejecutivo a jóvenes de
la JP.- Por otra parte los concejales de la Juventud logramos que en Rosario se designara
como Secretario General del Concejo Municipal a un dirigente muy querido en el
peronismo y también vinculado a la resistencia y a la JP: Rosendo Romero, alias “El
Gallego”.
Debo recordar, por ser actor directo de aquellos acontecimientos, que si bien el
Interventor Sobrino Aranda cumplió con las directivas de Juan Manuel Abal Medina de
incluir la representación de la Regional II en las listas e incluso nombró delegado en la
zona norte de la Provincia a Oscar Lamberto, que era un cuadro de la JP, fue objeto de
múltiples presiones por distintas cuestiones atinentes al tema partidario y a la campaña
electoral.
Eran tiempos de mucha violencia política. En los meses anteriores e ese enero del 73, y
como consecuencia de la incertidumbre sobre una salida electoral sin proscripciones, se
intensificaron las acciones militares de las distintas formaciones guerrilleras.- Un
centenar de militantes de esas formaciones estaban presos en la Cárcel de Rawson.- Es
allí donde se produce la fuga, el 15 de agosto de 1972, de seis de los principales jefes de
las tres formaciones armadas (“Montoneros”, “ERP” y “FAR”), en un avión de “Austral”
que fue dirigido a Chile, donde pidieron asilo político.- Dadas de buenas relaciones que
el gobierno de Lanusse tenía con el gobierno Chileno aquel presionó a Salvador Allende
para que repatriara a los evadidos.- En lugar de otorgar el asilo Allende permitió la
salida de los Jefes guerrilleros hacia Cuba.-
Pero lo que incidió en un incremento de las acciones armadas fue la suerte de los 19
presos que llegaron “tarde” al aeropuerto de Trelew, cuando el avión, por el riesgo de
continuar la espera, fue obligado a despegar con destino a Punta Arenas.- Los 19
evadidos que habían podido llegar al Aeropuerto quedaron allí atrapados, tomando
primero la aeroestación y entregándose luego en presencia de periodistas y un juez,
buscando garantías para sus vidas.-
Esto último fue en vano.- La furia del gobierno de Lanusse, desairado, inventó un
“nuevo intento de fuga” y en la madrugada del 22 de agosto de 1972, en la base
Aeronaval “Comandante Zar” de Trelew los 19 recapturados fueron obligados, estando
49
de pie, a bajar la cabeza y desde un lugar elevado, ametrallados a mansalva.- El saldo
fue 16 muertos y tres milagrosamente sobrevivientes ya que se los había dado por
muertos (Camps, Haidar y Susana Berger).-
Este acontecimiento, conocido por la “Masacre de Trelew” marcó la segunda parte del
año 1972 con una sucesión de atentados y hechos de violencia política de todo tipo y la
consiguiente acción represiva de la dictadura militar. En ese clima transcurrieron los
últimos meses de 1972 y el año 1973, ya que las acciones guerrilleras no cesaron ni
siquiera después del triunfo electoral del 11 de marzo de l973.-
50
cercano al marxismo de las “FAR”.- Para las estructuras de base de montoneros, en
especial las que se habían entremezclado en los barrios y fábricas con el peronismo
histórico, implicaba una inexorable contradicción entre los postulados del pensamiento
de Perón y el nuevo sesgo ideológico que tomaba la organización a partir de la
incorporación de las “FAR”.- En el seno de la estructura militar y en las estructuras
políticas de superficie se planteó entonces el debate y la disyuntiva: ¿ Quien sería la
conducción estratégica de estas organizaciones: ¿ Perón o Quieto y Firmenich ?
Si bien esta cuestión estremeció el debate interno en todo el país yo solo relato mi
visión de cómo repercutió en nuestra zona, es decir, en la JP-Regional II, donde el que
suscribe militaba.-
Esta cuestión estuvo larvada y efervescente por un par de meses. Ya a fines del año 73
el rompimiento estaba maduro.- En enero de 1974, estando yo y mi familia pasando
unos días de descanso en una quinta de un familiar en la zona de Villa Amelia ( ya que
era inminente el nacimiento de mi segunda hija), me contactó un grupo de compañeros
que habían redactado un documento en el que se formalizaba nuestra salida de todas
las estructuras vinculadas directa o indirectamente con Montoneros y nuestro
alineamiento con las estructuras del peronismo que obedecían solo a la conducción
estratégica de Perón.
Ese documento de fines del mes de enero de 1974, estaba firmado, o contaba con la
adhesión, de un conjunto de dirigentes de la JP entre los que se encontraban, además
del suscripto, Roberto “Chino”Hyón, Rosendo Romero, José Mancinelli, Alberto Tranier,
Santiago Montaldo, “Beto” Sabao y muchos otros que conformaban el grueso de los
cuadros políticos que tenían contacto político territorial con el peronismo.- Fue hecho
público y difundido en algunos medios de la Ciudad de Rosario.
Fue un proceso doloroso y peligroso.- El ala “fierrera” de los “montos”, es decir el ala
militarista que ya había roto con Perón a partir del asesinato de José Ignacio Rucci
ocurrido en septiembre de l973, tomó nuestra ruptura como un desafío a su autoridad
y disciplina militar y reaccionó con amenazas y acciones directas.-
51
unidades básicas, viviendas de “compañeros” y hasta un edificio que había sido
construido para un Club de empleados del Banco Provincial de Santa Fe, después “Club
27 de febrero” y finalmente subastado y comprado en la subasta por un amigo mío, el
Ing.Tulio Dómini.- Enterados de esto los compañeros no tuvieron mejor idea que
alquilarlo, lógicamente con mi firma, para actividades sociales, deportivas, lugar de
reuniones y “otras” que comenzaron después de la ruptura.
Por supuesto que la venganza no solo consistía en mantener ocupados los inmuebles
sino en dejar de pagar los alquileres.- Hubo un momento en que la dieta de concejal
resultaba insuficiente para afrontar todas estas obligaciones.-
El último inmueble que permaneció ocupado era el “Club” , en el que funcionaban los
restos de la JTP que había permanecido con los montos y también una “Agrupación del
Trasporte” que fogoneaba entonces un gremio alternativo a la UTA.- Como la situación
52
se prolongaba y no había nadie “visible” para poder “negociar” la devolución y mi amigo
el Ingeniero Domini se estaba poniendo muy nervioso, tuvimos que tomar una
resolución drástica.- Digo “tuvimos” porque el que me ayudó a poner fin al problema
fue mi queridísimo amigo y compañero Rosendo “El Gallego” Romero.-
Un día, ya avanzado el año l975 conseguimos un cerrajero que era otro peronista
histórico, de apellido Santoro y amigo de un gran dirigente , Pedro Bluma, que lo
convenció que nos acompañara. El “Gallego”, que había participado de la “resistencia
peronista” calzó su “Luger Parabellum” y me escoltó a mi y al cerrajero, con la pistola en
la mano hasta que logramos cambiar la cerradura.- Luego pudimos entregar las llaves al
propietario y éste dejó una constancia policial de que había recuperado su inmueble.-
Por supuesto que los pocos elementos de propaganda que aún quedaban allí nunca
fueron reclamados.- Y por supuesto también que tuve que afrontar los meses caídos de
alquiler lo que pude hacer contando con la buena voluntad del Ingeniero Dómini que a
esa altura, de tiempos ya muy riesgosos, lo que más le interesaba era recuperar el
inmueble.
Así era el clima en que se produjo esa “división” en l974.- Pero hubo cosas aún más
peligrosas y graves.- De entre los cientos de peronistas que resolvimos mantenernos
bajo la conducción de Perón y que considerábamos inaceptable mantener una
organización armada en plena democracia, hubo caminos políticos diversos.- Muchos se
alinearon en la denominada “JP Lealtad”.- Otros, si bien teníamos muchos amigos en la
“Lealtad”, ingresamos directamente a las estructuras políticas del peronismo,
concretamente en el denominado “Plenario de Unidades Básicas” que lideraba mi gran
amigo Gualberto Venesia y en el que participaba un nutrido y muy representativo
conjunto de dirigentes tales como Danti “Titi”Aranda, Rodolfo Dimarco, Antonio
Valenti, Emiliano Pérez, José Mancinelli, Rosendo Romero, Don Ernesto Carreras,
Roberto Compagnucci, Costantino Razzetti, Hugo Nicoletti, Roberto Marani, Ramón
Pajón, Victor Giles, el “Alemán”Dhole, el “Gringo”Piombino, Rodolfo Petrich, Fabio
Barrios, “Tucho”Barrios, “Lencho”Galonetti, René “El Negro” Racca, “Chiquito”Silvetti,
entre muchos otros. Este “Plenario” tenía una gran capacidad de movilización y lo
integraban dirigentes históricos del peronismo.- Allí fuimos muy bien recibidos quienes
veníamos de la JP.- A ello ayudó mucho el hecho de que desde el 1° de mayo de 1973
hasta el golpe del 1976 fui el concejal más cercano y de mayor confianza de quien era
mi Jefe de Bloque, Gualberto Venesia.- Éste , con quien mantuve una relación política y
personal hasta su muerte, era un dirigente de mucho coraje, de una honestidad
inquebrantable, de una gran formación profesional y de una apertura mental que
permitió ( junto a Titi Aranda, Antonio Valenti , Costantino Razzetti) muy respetados
dirigentes, ensamblar los viejos resistentes peronistas con los jóvenes, entre los que me
encontraba.
53
rebelión y ruptura con la estructura “militarista” de Montoneros y de las JP-Regionales
se produjo por iniciativa del cura Jorge Galli, alias “El Viejo”, Eduardo”Negro”Moreno y
José Luis Nell en un “Congreso Regional” que reunió a cuadros políticos de la zona de
San Nicolás hasta Zarate.- Ese encuentro, que pretendió ser interrumpido por cuadros
“ortodoxos” de Montoneros, se pronunció por la conducción excluyente de Perón
considerando inaceptable la continuación de la lucha armada en democracia y el
“alejamiento del peronismo real” en que había incurrido la “Organización”.-
Quiero destacar, una vez más, el rol que cumplieron los “cristianuchos” también en esta
ruptura, así como la tuvieron en el nacimiento de la organización “Montoneros”.- El
Cura Galli se había convertido en un importante cuadro del peronismo. Había
incursionado incluso en la organización pre-exitente a Montoneros que eran las
“Fuerzas Armadas Peronistas”(FAP).- Por su parte el “Negro” Moreno había sido
seminarista y estuvo a un paso de su ordenación sacerdotal que no llegó a ocurrir dado
que el Cardenal Caggiano no lo permitió dada su definición abierta por el peronismo.-
Por su parte José Luis Nell ,y esto lo conocí a raíz de la lecturas que realicé para encarar
este trabajo, estaba casado con Lucía Cullen (“Lucy”) a quien conocí junto al Padre
Mugica, en 1965 en los “Campamentos Universitarios de Trabajo”.- Ambos, José Luis y
Lucy, pertenecieron a los grupos de Mugica.
Pero al margen de destacar una vez más el rol de los “cristianuchos”,también en esta
convulsionada etapa, quiero decir que el “Congreso Regional” del Cura Galli ocurrió el 3
de febrero de 1974.- Es decir que el pronunciamiento de ruptura en Rosario es por lo
menos un mes anterior al ocurrido en la Provincia de Buenos Aires, más allá de la
importancia de este último dado que se extendió por todo el gran Buenos Aires,
culminando con una solicitada en el Diario “Clarín” el 14 de marzo de 1974.-Allí varias
“columnas” del Gran Buenos Aires y de Capital se pronunciaron por la “Conducción de
Perón” y en contra de la ideología del “socialismo dogmático” y a favor de la doctrina
del justicialismo. El 28 de abril de 1974 hubo un Congreso de “La Lealtad” de alcance
nacional, realizado en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y del que participó
por Rosario el dirigente Roberto “Chino” Hyón.
Este último dirigente, el “Chino” había sido uno de los jóvenes que se había reunido con
Perón en su casa de Gaspar Campos cuando el General desarrolló una serie de
reuniones con grupos juveniles procurando recuperar el apoyo de la mayor cantidad de
cuadros y militantes cuando el enfrentamiento con Montoneros se hacía cada vez más
inminente. Esas reuniones tuvieron lugar entre diciembre de l973 y enero de l974.-
Sobre la “Lealtad” hay un trabajo muy completo y muy difundido de Aldo Duzdevich,
Rodolfo Beltramini y Norberto Raffoul publicado por Editorial Sudamerican en 2015.-
Dicho sea de paso he leído que Duzdevich también se formó en la Acción Católica y llegó
a la militancia peronista a partir de allí.-Otra expresión de la legión de “cristianuchos”.
54
Por mi parte no voy a profundizar sobre el rol de “La Lealtad” que creo esta bien
desarrollado en ese trabajo, que es específico sobre el tema.- Eso sí pretendo aportar
desde la experiencia vivida en nuestra Provincia de Santa Fe, especialmente en
Rosario.-
Aquí también una de las causas desencadenantes de esa ruptura fue el asesinato de
Rucci ocurrido el 25 de septiembre de l973 y de cuya autoría ya nadie duda.- He leído al
respecto la obra “Operación Traviata” de Ceferino Reato, muy documentada, aunque
debo decir que mucho de lo allí expuesto era conocido desde 1973, especialmente
quienes teníamos militancia en la denominada “Tendencia”.- Cabe recordar lo relatado
por Julio Bárbaro quien cuenta que Perón, que en un primer momento no podía creer
que “Montoneros” fuera capaz de tamaño crimen, le pidió que tomara contacto con
“los muchachos” para que concurrieran al velatorio y de ese modo desmintieran los
rumores que los involucraba. Y un diputado de ese sector, muy conocido, le dijo a
Julio :”No podemos asistir por razones obvias”.
En Rosario, unos meses antes, a fines de marzo de 1973, hubo un hecho que creó una
grieta, que al poco tiempo se hizo insalvable, en la relación entre las estructuras
políticas de la JP y la estructura militar de “Montoneros”.- Me refiero al desgraciadísimo
hecho, asesinato, para decirlo sin eufemismo, en el que en un atentado realizado por
“Montoneros” muere la madre del dirigente Rubén “Chacho” Contesti.- En ese
momento, posterior al triunfo electoral del 11 de marzo de 1973, el interventor del
Partido Justicialista era el Dr.Luis Sobrino Aranda. Este había designado, como hemos
dicho anteriormente, un delegado en el norte de la Provincia, Oscar Santiago Lamberto,
y un delegado en el sur que fue Don Ernesto Carreras.- Este último nombró a tres
secretarios o colaboradores de la Intervención en el sur: ellos eran Gualberto Venesia,
por la rama política, Rubén “Chacho” Contesti, por el sector de juventud denominado
“Encuadramiento” y a mi, por el otro sector de Juventud (Regional II).- En el contexto de
violencia que entonces se vivía, existían tensiones sobre la forma cómo cada grupo
operaba dentro de la sede partidaria que entonces funcionaba en una antigua casa de
las primeras cuadras de calle San Juan de Rosario.
Es a raíz de esas tensiones que a algún “genio” de los “fierreros” se le ocurrió que había
que dar un “escarmiento” a Contesti para que no avanzara sobre los espacios políticos
que entendían les correspondía.- Es así como un día nos enteramos que se había puesto
una poderosa bomba nada menos que frente a la casa donde Contesti vivía con sus
padres y hermanos.- Además la bomba fue colocada en un horario en que los padres ya
se encontraban despiertos, lo que motivó que la mamá de Chacho (Orlanda) al ver una
suerte de refulgor, o sentir algún ruido, se dirigió hacia la puerta en el momento en que
estallaba el explosivo, resultado muerta como consecuencia del atentado.-
55
con varios de los grupos que integraban la JP. Incluso asistí al entierro de la Señora de
Contesti acompañando al Interventor Dr.Sobrino Aranda.-
Tristemente pudimos confirmar que la bomba había sido colocada por la estructura
militar de “Montoneros” , algunos de los personeros del sector “fierrero” tuvo conmigo
un duro enfrentamiento ya que consideraban insólitamente que se trataba de un
“hecho colateral” o un “efecto no deseado” de una operación “revolucionaria”, algo
que según esas mentes ya extraviadas “ocurre en todas las guerras”.
Este hecho fue una de las bisagras que anticipaban la ruptura generalizada que ocurriría
algunos meses después.- alguien pensará, después de un hecho como ese, cómo no se
produjo una ruptura inmediata.- No fue fácil.- El contexto triunfalista después del 11 de
marzo hizo que las decisiones de fondo y colectivas solo se produjeron algunos meses
después y luego de profundos y duros debates internos.
También los diputados provinciales de la J.P. fueron decenas en todo el país. En Santa Fe
ocuparon bancas provinciales Domingo Pochettino y Juan Luis Lucero.- También hubo
concejales e Intendentes en todo el territorio.- Ya contamos los que ocupamos bancas
de concejales en Rosario y Santa Fe, entre los que me encontraba.
56
No obstante ello el afán de poder de “Montoneros” era mayúsculo y presionaba en
todas partes y por todos los medios, para conseguir más y más espacios, sin excluir el
“apriete” al propio General Perón.- Incluso el asesinato de Rucci habría sido una
operación para acorralar a Perón, según muchas fuentes.
En nuestro medio provinciano las tensiones eran muy grandes entre quienes
pretendíamos desarrollar una estrategia confluyente con el resto del peronismo político
(Plenario de Unidades Básicas y otros grupos) e incluso con sectores sindicales (en
Rosario con la CGT que conducía Hugo Ortolán).-
Ese fue el momento en que el “Viejo”, interrumpido en su discurso, dejó los buenos
modales y llamó estúpidos e imberbes a quienes pretendían, dijo, tener más méritos y
cuestionar a dirigentes sindicales “sabios y prudentes” que han “sostenido la lucha a lo
largo de todos estos años”. Esa ruptura que había comenzado con la muerte de Rucci,
se hizo, a partir de ese momento, irreversible.
Respecto del grupo juvenil denominado “Lealtad” tengo que decir que, al menos en
Rosario, con el paso de los meses y después de la muerte de Perón se tornó “ultra-
isabelista” e incluso en algunas de sus vertientes estuvo a la sombra del poder de José
López Rega hasta la caída de éste.- También tengo presente que un pequeño grupo
desprendido de allí colaboró con la tétrica intervención federal del Brigadier Lacabanne
en la Provincia de Córdoba.
57
produjo la confluencia de un “cristianismo” asumido de modo “fundamentalista” con la
vertiente “militarista” de la “Orga”, que llevó a sostener las agrupaciones armadas aún
en plena democracia.- Siempre quedará como una definición emblemática aquella frase
de Firmenich, ya en tiempos posteriores a marzo de l973, cuando dijo “el poder surge
de la boca de los fusiles”.
Personalmente ,y junto a mi familia, me tocó vivir hechos que poco a poco me fueron
indicando que la convivencia con ese sector “duro”, que todo lo pretendía resolver con
armas y prepotencia, resultaría finalmente imposible. Relataré algunos de esos hechos
que para otros podrían resultar intrascendentes pero que para mi fueron decisivos para
que paulatinamente fueran produciendo el alejamiento y la ruptura. Veamos:
El 11 de marzo de 1973 , día del gran triunfo electoral del peronismo después de
muchos años de proscripciones, en horas de la noche murió en un accidente de
tránsito a unos pocos kilómetros al norte de San Nicolás, Juan Carlos Solagna, joven
y brillante psicólogo que era por entonces quizá mi mejor amigo.
El día 12 viajé a San Nicolás para interiorizarme de cómo había sido el accidente y
asesorar a la familia en los trámites que deben realizarse en esas circunstancias
dramáticas.- Junto a Juan Carlos había muerto su novia porteña, de apellido Ragucci,
y dos soldados que les habían hecho dedo en el camino.- Un camión que
transportaba esos gigantescos rollos de acero provenientes de Acindar, los chocó de
frente produciendo la muerte instantánea a los cuatro ocupantes de la “Renoleta”
que conducía Solagna.
Yo estaba muy impactado por la muerte de mi amigo.- Al día siguiente estaba
programada una reunión en mi casa con varios de los jefes de la “Tendencia” para
analizar el “Organigrama” municipal para ver qué áreas se iban a pedir al intendente
recién elegido, Rodolfo Nicolás Ruggeri. Ese mismo día tendría lugar en la propia
casa de los Solagna , en calle Laprida al 800 sede de la Acción Católica (los padres
eran caseros), el velatorio de Juan Carlos.-
La reunión en mi casa se prolongaba y yo veía pasar la hora del velatorio de mi
amigo y acercarse la hora del entierro.- Plantié entonces la imperiosa necesidad de
cortar la reunión para cumplir con esa necesidad interior que sentía de acompañar a
mi amigo en el último adiós. Fue en vano: algunos de los “jefes” presentes dijeron
que no se retiraban hasta que concluyera la reunión, que las obligaciones de la
militancia estaban por encima de cualquier otra cosa.
Incluso uno de los presentes, cristiano “fundamentalista” me citó una frase
evangélica: “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”. Había que estar en el
contexto y en las normas rígidas de esa “Orga” para ver hasta qué punto hablaban
en serio.
Lo cierto es que cuando pude lograr que todos se vayan, cerrar mi casa y dirigirme al
lugar del velatorio el cortejo ya se había ido.- De allí salí presuroso para el
cementerio de “El Salvador” donde también llegué cuando los familiares se
58
retiraban.- Moraleja: Jamás debí aceptar esas normas que se me impusieron.- Nada
en el mundo era más importante que despedir a mi amigo. Aún hoy siento en mi
interior como una deuda con él.-
Y hoy pienso, sin lugar a dudas, que la amistad debe estar por encima de cualquier
consideración política.
*El hecho que voy a contar es breve pero todavía me conmueve con sólo recordarlo.
Estábamos en un reunión en la que había un tenso cruzamiento por el desgraciado hecho en
el que se produjo la muerte de la madre de Chacho Contesti.- Cuando yo quise referirme al
tema el “Bhúo” dijo “ Ah !!! vos te referis al madrazo ? ” Es difícil imaginar más humor
negro y perversidad ante un hecho tan tremendo y tan desgraciado como el asesinato de la
madre de un compañero.-
59
Cuando “Montoneros” pasó a la clandestinidad no lo ví nunca más aunque alguien me dijo,
sin tener confirmación, que el Bhúo habría muerto, no sé si en un enfrentamiento o por
secuestro en tiempos de la dictadura.- Lo que sí sé es que su esposa o compañera, María
Guadalupe Porporato, una chica muy menudita y callada, murió el 9 de septiembre de 1974
cuando se activó prematuramente una bomba que tenía en su falda dentro de un auto en el
que transportaban explosivos en la zona sur de Rosario.- El automóvil, un Ford Falcón, era
conducido por Juan Máximo Ferrarons, a quien conocíamos como “Lato Ferrarons” que
también murió en ese lamentable hecho, junto a un tercer integrante de la Organización .-
“Lato” provenía de una historia muy particular ya que en la etapa de apogeo del peronismo
como alternativa, a fines de 1971, principios de 1972, integraba un grupo de la Franja
Morada de Derecho que se pasó entero a la JUP y luego a la Regional II.- En ese grupo
militaban varios cuadros políticos entonces muy activos como Lisandro “Garabato” Brebbia,
Aldo Casella, Eduardo Libert y el “Cabezón Dominguez”.- Algunos de ese grupo terminaron
integrando los comandos armados de Montoneros.- En el caso de “Lato” comenzó siendo
quien representaba a la JUP en el equipo de conducción de la JP que en l972 y principios de
1973 se reunía en mi casa de calle Italia 2481.- Luego del quiebre de enero de 1973 él
continuó formando parte de Montoneros. Ferrarons era hijo de un abogado o procurador,
vivía con su familia en calle Salta al 2400 donde alguna vez nos reunimos. Trabajaba en el
Tribunal Federal donde tenía un tío Camarista.- Al momento de su muerte tenía 26 años.
Otros hechos que muestran el perfil de la época y que fueron marcando nuestras
diferencias tienen que ver con mi amigo y compañero Roberto “Chino” Hyón.- El
Chino era uno de los cuadros políticos más importantes de la tendencia. Un
militante hiperactivo, con fuerte trabajo territorial en la zona sur de Rosario.- Nos
habíamos iniciado casi juntos en la militancia del peronismo cuando integrábamos la
Unidad Básica de Don Victor Giles allá por l969, cuando los partidos políticos aún
eran ilegales y el peronismo tenía que reunirse clandestinamente. Nos reuníamos
en un galpón en los fondos de la casa de Don Victor.- El Chino fue uno de los
fundadores de la Regional II y militó fuertemente para su desarrollo.-
60
de la “Instrucción” era alguien a quien conocíamos de la zona sur: el narigón
“Henry” o “Enry”.- Yo asistí a una de las sesiones de ese “juicio” clandestino ya que
en un momento fui convocado a declarar.- Poco tiempo después se producía la
ruptura entre las estructuras políticas más peronistas y las militares que
conservaron poco del trabajo político territorial que teníamos con la JP.-
Esta anécdota del juicio no era para tomar a broma.- La organización “ejecutó” a
varios de sus miembros en distintos lugares del país por considerar “traidores” o
“desertores” a quienes abandonaban la misma.
No sé cómo terminó ese “juicio” al Chino Hyón ya que , como en “El Proceso” de
Kafka, casi todo era clandestino y los resultados o sentencias se producían también
en ausencia de los “procesados”. Baste buscar en Internet el “juicio revolucionario”
llevado a cabo en Córdoba “en ausencia” a Fernando Haymal en el que resultó
“condenado a muerte” y ejecutado el 26 de agosto de l975.- Al parecer este
condenado a muerte había caído en manos policiales y no pudiendo resistir la
tortura había dado datos sensibles del grupo del que formaba parte.
Lo que sí sé es lo tuve que pasar con mi familia, precisamente por uno de esos
“pseudo juicios”. A pesar de que ya habían transcurrido casi dos años que nos
habíamos abierto de la “Tendencia”, fines de 1975 un autodenominado “Comando
Zona Oeste” de Rosario, realizó un “juicio” a algunos dirigentes que habíamos roto
la Regional II, siguiendo a Perón y abandonando en consecuencia todo
sometimiento a la conducción de la “Orga”.
Aunque hacía tiempo que cada cual había tomado su camino político, aún
continuaban las tensiones por el control de los locales y por la influencia en el
territorio. Lo cierto es que a fin de ese año 1975 aparecieron unos volantes en los
que se anunciaba que dicho “Comando” había condenado a muerte a quienes
consideraban habían liderado aquel “alzamiento y ruptura”.- Por supuesto que si
ese “juicio” existió fue realizado entre “ellos” ya que ninguno de los involucrados
tuvimos noticia hasta que el panfleto “condenatorio” fue distribuido.- Los afectados
éramos Roberto “Chino”Hyon, Santiago Montaldo, Oscar Scremín y yo.-
61
La cuestión era seria porque pocos días antes, el 25 de noviembre de 1975 fue
asesinado por un Comando el militante peronista, ex JP, Pedro “Beto”Sabao. Ese
día estábamos participando de una jornada de capacitación que daban los
miembros del “Comando Técnológico” de Julian Licastro en la CGT (Calle Córdoba)
cuando llegó la consternante noticia.- “Beto” había puesto un kiosko en el que
vendía “sangría” bajo una suerte de espigón que hay en “La Florida”(la playa
rosarina sobre el Paraná).- Estaba con su hermano Carlos Sabao y con su pequeña
hija en brazos cuando un Comando de cuatro tiradores abrió fuego sobre él. Alcanzó
a tirar a su hija sobre la arena para ponerla a salvo y corrió hacia el río, lo que hizo
creer en las primeras horas que podría haberse puesto a salvo.- Su hermano Carlos
recibió un balazo en la cabeza que lo imposibilitó para siempre y el cadáver de
“Beto” fue encontrado horas después río abajo, con varios disparos en el cuerpo.
Si bien nadie se adjudicó el crimen, lo que generó teorías de todo tipo, ya que por
entonces además de los “montos” también habían empezado a operar las “Tres A”,
tengo que decir que quienes vivimos aquellos días sabíamos que Beto mantenía una
dura confrontación con las personas que conocía de “Montoneros”. Sabao era una
persona de fuerte carácter y muy confrontativo.- Era muy peronista y después de la
ruptura con la “Orga” asumió una fuerte posición de defensa del gobierno, primero
de Perón y después de Isabel.-
Si bien no lo podemos asegurar y dentro de la misma familia de Sabao aún hoy hay
diferentes apreciaciones sobre el origen del atentado, casi todos mis compañeros
de entonces y yo siempre creímos que se trató de un “ajusticiamiento” de
Montoneros, aunque nunca pudo confirmarse del todo.
Por eso, cuando apareció pocos días después el panfleto ”condenatorio” del
“Comando Zona Oeste” cada uno adoptó los recaudos que pudo. Yo no tomé a
broma esa “condena” ya que conocía a los bueyes con los que arábamos y conseguí
un modo de salir temporalmente de la ciudad.- Un amigo de esos tiempos, el
Profesor de la Facultad de Letras Jorge Onetto, era oriundo de la Provincia de
Misiones y su hermano “Chito” Onetto era Secretario de Gobierno de la Provincia
bajo la gobernación del peronista “Toto”Alterach.- El Secretario privado de
Alterach, de apellido Leal era dueño de un pequeña pensión: Ellos me ofrecieron
refugio, junto a mi ex esposa y mis dos hijas durante todo el mes de enero de 1976,
en la ciudad de Posadas.
62
Después de 45 días volví a Rosario y con mi familia nos refugiamos en la casa de
quien fuera mi suegro, en una casa interna en el barrio de Arroyito. Desde allí pude
localizar a mi compadre y amigo Victor Aliprandi quien mantenía buenas relaciones
con lo que quedaba de la “Orga” y le pedí que me averiguara cuál era la situación
real en ese momento. Después de algunos días Victor me dijo que había contactado
con la conducción clandestina de “Montoneros” y le habían asegurado que aquella
“condena” había provenido de un comando zonal y al parecer no había sido
convalidada por la Conducción Central. Así pudimos retomar nuestra vida normal,
pero así también eran los tiempos que se vivían. Poco tiempo después, perseguidos
por los militares del 76, Hyón fue secuestrado y debió refugiarse en el norte del
país, en Jujuy, donde vive hasta la actualidad.- Por las mismas razones el Dr.Santiago
Montaldo se “exilió” en Resistencia, Chaco, de donde era oriunda su esposa, que
era sobrina del legendario ex gobernador y ex presidente del Consejo Nacional del
PJ, el escribano Deolindo Felipe Bitel.
Por su parte el Dr.Oscar Scremín zafó por minutos de una tentativa de secuestro de
las “Tres A” y debió exiliarse en Estados Unidos donde desarrolló una carrera
científica brillante.
Yo fui secuestrado y torturado después del golpe de 1976, como relataré más
adelante.-
*Otra anécdota reveladora de aquel tiempo que recuerdo un dejo de dolor y amargura, se
produjo poco tiempo después de la escisión de la JP.- Tiene que ver, una vez más, con mi
amigo el “Chino Hyón”.- Entre 1974 y 1975 este compañero vivía en una casa alquilada y
tenía en su poder algunos elementos que anteriormente le habían sido provistos por la
“Orga”.-
Es ridículo y hasta gracioso porque el valor económico de los mismos no era importante.- Se
trataba de una moto (que creo ya no funcionaba), un lavarropas y un revólver calibre 38.-
Yo ignoraba por completo esos hechos, pero un día, antes de que los “montos” pasaran
nuevamente a la clandestinidad, aparecieron en mi Estudio Jurídico de Calle Italia Jorge
Araya y el “Viejo Cambiasso”(el mismo que años después fuera secuestrado y asesinado
junto a Pereyra Rossi). Me dijeron que me habían elegido como “mediador” para solucionar
“un serio problema con el Chino”.- Me informaron de los bienes de la “Orga” que el Chino
retenía y que si no acataba la orden de devolverlos iban a tomar sanciones “militares” ya
que era una cuestión de “disciplina” y un “desafío” a la misma.
63
Yo me puse en contacto con el “Chino” a fin de imponerlo de la situación y para mi sorpresa
éste me dijo que “no iba a entregar nada”, que no era por el valor de las cosas, que era una
cuestión de “dignidad”.- Pocos días después volvieron a visitarme los dos representantes
de la “Orga” y me dijeron que si el “Chino” no entregaba lo que se le estaban reclamando
iban a proceder a ejecutarlo por lo que consideraban un desafío o una “mojada de oreja” al
poder de la Organización.-
Es así que casi rogándole le pedí a Hyón que entregara las cosas, que la cuestión era muy
serie y que tuviera en cuenta lo que había ocurrido recientemente con Sabao.- A duras
penas logré que poco después el “Chino” me trajera, envuelto en unas hojas de diario, el
revólver y me indicara el lugar y el día en los que podrían retirar el lavarropas y la moto.-
Así, cuando volvieron una vez más a verme los “muchachos” pude entregarles el arma e
indicarles donde retirar el resto. Mi mediación fue éxitos, pero estuvimos muy cerca de vivir
alguna otra situación dramática.- Esos eran los tiempos que vivíamos y los códigos y reglas
internas con que se manejaban los “muchachos de la Orga”. Lo paradójico es que el “Chino”
poco tiempo después fue secuestrado por los operadores del proceso militar.- Éramos un
poco el jamón del sanwich.
Para entender un poco lo que ocurrió al interior de “Montoneros” quizá no hay nada más
esclarecedor que sus propios documentos internos, algunos de los cuales han trascendido,
como es el caso de la crítica que realiza Rodolfo Walsh a la posición “oficial” de la
Conducción, ya producido el golpe.-
Los cuadros de las organizaciones armadas estaban siendo diezmados por la represión de la
dictadura de Videla, que no tenía límites ni fronteras legales ni éticas de ningún tipo.- Ya los
muertos y desaparecidos se contaban por cientos o miles y la conducción de Montoneros
seguía hablando de la guerra como si se tratara de dos ejércitos que luchaban en paridad de
condiciones. Es lo que puede verse en un documento del 11 de noviembre de 1976,
criticado agudamente por Walsh con otro de fecha 23 de noviembre. Si bien eran
documentos escritos en la clandestinidad e internos de la Organización, han podido
conocerse y hoy están disponibles buscándolos por Internet.
64
militares”.- Califica al documento de la Conducción de “triunfalista” y adoleciendo de una
“persistente ausencia de autocrítica”.
Critica al Partido Comunista “que defiende a Videla” y al Partido Socialista de Simón Lázara
y García Costa que justifican a la dictadura ante la Internacional Socialista.- Algo que
quienes estuvimos exiliados pudimos constatar directamente: Una delegación del Partido
Comunista Argentino recorrió Europa, con Fernando Nadra a la cabeza, explicando que
“Videla era un General para la democracia” y que en Argentina “no había violación de los
derechos humanos”, mientras nosotros militábamos contra esa dictadura y no podíamos
volver al país.- Lo sorprendente es que muchos de esos cuadros del P.C. se hicieron
fanáticos de los gobiernos Kirchneristas y nos han dado cátedra sobre derechos humanos.
Walsh denuncia “la excelente relación de la dictadura con el bloque soviético” continuando
la relación “iniciada por Gelbard” lo que “le salva el sector externo” a la dictadura”
Pero lo que más interesa a nuestro trabajo es la crítica profunda a los métodos utilizados
por la “Orga”, lo que convalida nuestra visión muy anterior, cuando vivíamos aquellas
anécdotas antes relatadas. Walsh lo diagnostica la necesidad de la “Subordinación de la
estructura militar a la política” que es exactamente lo contrario a lo que ocurrió,
especialmente cuando la Organización rompió con el General Perón quedando en manos de
una conducción delirantemente militarista.
Walsh todavía planteaba en 1976, tardíamente, una aguda crítica al “ideologisismo” “lo que
nos ha llevado a auto-aislarnos” lo que ha conducido a que “la guerra no sea junto al
conjunto del pueblo” sino solo de “los militares contra nosotros”.- A eso, y a las terribles
consecuencia de muertes, condujeron los errores y métodos “militaristas” que fuimos
señalando a lo largo de nuestro trabajo.- Una cosa fue la lucha contra las dictaduras que
proscribieron al peronismo durante 18 años, no dejando más camino que la resistencia,
incluso armada, y otra muy distinta y absurda fue la decisión de quienes quisieron
continuar con las organizaciones armadas en plena democracia, aún en el gobierno del
propio General Perón, por cuyo retorno habíamos luchado.
Y remata diciendo que que la conducción más que una “vanguardia” se parece a una
patrulla perdida”. Dice textualmente “Las masas no son un refugio seguro para nosotros”
65
Ese refugio “lo perdimos por nuestros errores” “Hemos negado al Movimiento Peronista y el
Movimiento Montonero no existe” Esto es así porque “nuestra política ideologista e irreal
hace imposible una buena relación con el pueblo” “Ellos avanzan en lo militar y en lo
político y nosotros retrocedemos en ambos campos” y agrega que “Entre 173 y 1976 hubo
“ideologismo” y a una “política irreal” solo cabía a su entender una alternativa “resistencia
Esto último se cumplió ya que todos los “jefes” se refugiaron en Paris , pero a los “cuadros
tácticos” y a otros que habían podido ponerse a salvo, se les ordenó la llamada
humana.-
Y en ese documento interno autocrítico no falta una referencia a algo que tiene vinculación
con Santa Fe. Denuncia allí que Enrique Osella Muñoz mentor y aliado en Rosario de Luis
Rubeo, colaboraba con la dictadura y se había negado a ir a Estados Unidos a declarar por
la violación de los derechos humanos en Argentina. Supongo que se refería a la Comisión de
Derechos Humanos de Naciones Unidas, de la OEA o de algún organismo del Congreso
Norteamericano, aunque no lo aclara..-
He querido referirme a este documento de Rodolfo Walsh porque nadie podrá decir que es
una crítica desde la derecha cuando se trata de alguien que pagó con su propia vida
permaneciendo en la Organización dentro del país cuando la cúpula de la Conducción se
refugiaba en Paris.-
Nosotros percibimos los mismos rasgos casi suicidas ya a partir de fines de 1973 y por las
razones que fuimos exponiendo decidimos apartarnos a tiempo. Walsh no tuvo la misma
oportunidad a pesar de su lucidez.
Para concluir este punto quiero expresar enfáticamente que si las “formaciones especiales”
o sin eufemismos, los grupos armados , tuvieron alguna justificación cuando se luchaba
contra dictaduras que reprimían y proscribían a la mayoría peronista, pasaron a ser un
“delirio” y una actividad destituyente y golpista cuando prosiguieron las acciones armadas e
66
incluso pasaron a la clandestinidad en pleno gobierno constitucional.- Con tal determinación
sirvieron incluso de pretexto para el golpe de 1976.-
Los últimos meses del gobierno de Isabel Perón transcurrieron en un clima enrarecido.- Una
licencia de la presidente, “por razones de salud”, permitieron un interinato del Dr.Italo
Argentino Luder.- Muchos pensamos en que la conclusión del mandato por parte del
Dr.Luder, que gozaba de gran consideración dentro y fuera del peronismo, era lo
apropiado.- Eso no ocurrió y el gobierno de Isabel entró en un “tirabuzón” de desprestigio.-
Aunque faltaban menos de ocho meses para la conclusión del mandato, el golpe de estado
fue presentado como “inevitable”.-
El ERP practicaba la guerrilla rural en Tucumán ya desde 1974, en pleno gobierno del
General Perón.- Por su parte Montoneros el día 5 de octubre de 1975 pretendió tomar por
asalto el Regimiento de Infantería N° 29 de Formosa. La demencial intentona, resistida por
los conscriptos, dejó nada menos que 28 muertos, entre ellos 12 soldados conscriptos, 12
atacantes, dos jóvenes oficiales y dos vecinos del cuartel.- Este hecho, que muestra el grado
de demencia a que había llegado la Organización Montoneros( irracionalidad señalada
internamente por el propio Rodolfo Walsh), precipitó los decretos firmados por Luder
delegando en las Fuerzas Armadas la lucha contra la “subversión”.-Tres decretos que fueron
ratificados por el Congreso el 29 de octubre de 1975.- Estábamos entrando al año 1976 y
nos encontrábamos en la antesala del golpe.
El caldo de cultivo estaba dado y el clima en la sociedad estuvo propenso para recibir el
golpe de estado del 24 de marzo de 1976.- Quienes habíamos vivido paso a paso la
degradación y desmoralización interna del peronismo a partir de la muerte de Perón,
estábamos como resignados.- Yo, a partir de la amenaza de muerte recibida en diciembre
de 1975, estuve ausente con aviso en el Concejo Municipal en los meses de enero y parte de
febrero de 1976.- Después de esa ausencia obligada, sentía que aquel idealismo juvenil que
me había llevado a la recreación de la JP y de allí al Concejo, se encontraba jaqueado por
izquierda por la irracionalidad de “Montoneros” y por derecha por sectores
“ultraisabelistas” que habían heredado los métodos y las estructuras del “Lopezrreguismo”
67
y con los que no tenía nada en común.- Pensando que en esas condiciones había perdido
sentido mi presencia en el Concejo Municipal, presenté mi renuncia a la banca a fines de
febrero.--
Como creo que gozaba de la consideración y el afecto de mis pares se creó una Comisión
para solicitarme que retirara mi renuncia, ello por Resolución de Presidencia que obra en
Expte. 4502-R-76 , según consta en la pag.1823 del diario de sesiones correspondiente al 19
de marzo de l976.- Lógicamente mi renuncia no llegó a ser aceptada ya que la última sesión
del Concejo fue el día anterior del golpe, el día 23 de marzo de 1976.-
Quienes pensaban, como por ejemplo el Partido Comunista Argentino, que Videla y Viola
eran “Generales para la democracia”, se equivocaron de medio a medio.- Lo cierto es que la
represión fue brutal e indiscriminada.- No hubo ninguna distinción entre quienes siguieron
empuñando las armas, aún contra la democracia, y la militancia peronista en general.-
La misma noche del golpe, cuando ya el hecho era virtualmente conocido por todo el que
contara con un mínimo de información, el Presidente del Concejo, José Mancinelli y el
Secretario General del mismo, Rosendo Romero, se dirigieron al galpón de un compañero,
creo que en la calle Mitre o Sarmiento, cerca de la actual plaza “Libertad”, con los dos
coches del Concejo, a la espera de los acontecimientos.- Allí, en horas de la madrugada
fueron abordados por una patrulla militar que luego de amenazarlos les secuestró los
coches sin procedimiento legal alguno. Evidentemente estaban siendo seguidos.- Lo curioso
es que después los propios militares les hicieron un expediente para reclamarle esos Ford
Falcon que se llevaron y , seguramente, fueron utilizados para la represión ilegal.-
En mi caso intenté continuar con mi vida atendiendo mi Estudio Jurídico.- Pero el 6 de abril
de 1976, día de mi cumpleaños, en horas de la tarde, cuando estoy llegando a mi casa veo
dos camiones militares parados delante de ella (calle Italia N° 2481 de Rosario). Pude girar
en la cuadra anterior y evitar esa ingrata visita.- Una hora después me comuniqué por un
teléfono público y confirmé que ya se habían retirado.- Creo que ese día solo fueron a hacer
un croquis de la casa para determinar cómo se podía ingresar a la misma.-
Creí que la odisea había terminado.- Los amigos mejor informados me decían “quedate
tranquilo, vos estas vacunado”, “si estabas en tu casa y no te llevaron con vos han
terminado”.- Con esa esperanza intenté seguir mi vida trabajando de abogado.
68
Pero el 20 de junio de 1976 pasamos el peor momento de nuestras vidas.- Después de
aquellos dos antecedentes yo había reforzado preventivamente el único portón de hierro de
acceso a la casa por el frente y la puerta de metal de atrás a la que se accedía desde la
terraza.
Sobre las 4 de la madrugada sonó el timbre y desde afuera un comando me intimó a abrir el
portón de ingreso. Desde adentro, a los gritos le dije que exhibieran orden de allanamiento.-
Recibí como respuesta insultos y la amenaza de volar la casa si no abría. Con la certeza de
que esa vez ya venían por mi tratamos de resistir adentro mientras llamábamos por
teléfono, ingenuamente, a la Comisaría (estaba a dos cuadras), al Comando de Ejército y a la
Jefatura de Policía, hasta que cortaron la línea telefónica.- Obviamente la zona estaba
liberada, así que el “grupo de tareas” trabajó tranquilo.
Primero rompieron con las culatas los cristales del antiguo portón a través de las rejas de la
celosía.- Después, habiendo ganado la terraza, rompieron los vidrios de un ventiluz que
daba a la cocina comedor desde una escalera que bajaba a la casa por la parte de atrás.
Prendieron fuego a las cortinas mientras insistían en que volarían la casa se no abría.- Las
dos hijas pequeñas que entonces teníamos, con su madre, se refugiaron en una habitación,
mientras yo, cuerpo a tierra en la cocina-comedor, observaba las maniobras que realizaban
para intentar ingresar a la casa por ese ventiluz.
Finalmente, con una barreta de hierro y haciendo palanca torcieron el ventiluz abriendo un
boquete: por allí se metieron dos encapuchados armados. Yo levanté las manos sin oponer
otra resistencia.- Me dieron vuelta contra la pared, me vendaron los ojos con una especie de
bufanda negra y se hicieron con las llaves de la casa. Abrieron el candado que reforzaba el
acceso uniendo dos planchuelas de hierro, abrieron la llave principal, me subieron a mi
propio coche en el piso del asiento trasero con alguien sentado apuntándome con el arma
martillada y otro “comando” sacó el coche por la “puerta-garage”.- Dos Ford Falcón
arrancaron detrás.-
Mientras algunos vecinos se borraron hubo una familia solidaria, de apellido Tripoloni, que
asistió a quien era entonces mi esposa y a mis hijas y le ofreció su línea telefónica.- Desde
allí ella pudo avisar a quienes a la postre fueron mis hadas salvadoras: los padres salesianos
que habían sido mis maestros y por entonces era yo profesor de ciencias sociales en el viejo
y querido Colegio “San José”, además de abogado y apoderado de la “Institución Salesiana”.
Al llegar a ese lugar, después de las primeras preguntas me golpearon en la cara cuando
mencioné al General Perón como mi referente ideológico.- Me dieron vuelta contra una
69
pared y cambiaron la venda de tela por gruesas cintas plásticas que pegaron
abundantemente sobre mis ojos. Me ataron a una silla, vendado y así pasé el “día de la
bandera”, con una radio a todo volumen transmitiendo las marchas militares del desfile que
ese día se desarrollaba en el monumento a la Bandera.- Ese día estuvieron en Rosario el
General Jorge Rafael Videla, el Ministro del Interior General Albano Harguindeguy y , por
supuesto, el Comandante del II Cuerpo de Ejército General Genaro Diaz Bessone.
Ese 20 de junio fue muy frío y yo había sido sacado de un casa con muy poca ropa.- A duras
penas y después de rogar logré que cerca del mediodía alguien me arrimara a un baño ya
que mi vejiga explotaba de ganas de orinar. Luego me ataron nuevamente a la silla hasta la
tarde-noche. Entonces me quitaron la ropa y me acostaron a una especie de mesa de piedra
o mármol, me sostuvieron con una suerte de torniquetes de goma en tobillos y muñecas y
comenzaron a pasarme picana eléctrica. Yo había sido desnudado y de vez en cuando
alguien tiraba agua sobre mi cuerpo supongo para que la descarga se difundiera mejor o
causara más dolor.
Después de una primera sesión de picana me dejaron un tiempo sobre esa “mesa” y cerca
de la media noche continuaron con la “tarea” con una segunda sesión de picana.-
Finalmente , con la certeza de que no podría darles información de interés, me bajaron de la
mesa de tortura. Mis músculos habían quedado completamente sin “tono muscular”,
completamente flácidos de las contorciones involuntarias que el cuerpo realiza como
consecuencia de las descargas eléctricas y en el vano intento de evitarlas.
Al bajarme de la mesa de tortura caí al suelo porque no podía sostenerme con mis
músculos.- Siempre vendado me vistieron porque al parecer alguien tomó la decisión de
liberarme.- Esto sin dudas estuvo relacionado a lo que voy a relatar a continuación.
70
La madrugada del secuestro, al enterarse los curas salesianos, concurrieron en grupo al
obispado sobre las seis de la mañana, justo antes de que el Obispo Guillermo Bollatti saliera
hacia la ceremonia de izamiento de la bandera en el monumento.- Según supe los
sacerdotes Roberto Terzaghi, Héctor Valla, Ernesto Albrecht y el Padre Gilabert pidieron al
Obispo que intercediera por mi vida.- Tengo un testigo que certifica que el Obispo Guillermo
Bollatti, el mismo a quien habíamos solicitado la renuncia unos años antes, pidió en el
propio palco del día de la bandera, a las máximas autoridades militares por mi vida y por mi
libertad. Es cierto que hubo una intercesión muy activa de los salesianos.- Pero también
tengo que reconocer que Bollatti, que era un hombre eminentemente conservador, era
también una suerte de campesino bonachón que evidentemente no guardó rencores,
porque él me conocía muy bien y sabía en qué corriente de la Iglesia yo había militado. Esta
es la verdad que tengo la obligación moral de registrar sin por ello modificar todo lo que
tengo escrito sobre aquel tremendo enfrentamiento con los “curas renunciantes”.
Como soy un hombre de fe tengo que decir también que se combinaron varios factores para
que yo salvara mi vida en tan dramáticas circunstancias.- Esos factores increíblemente
concatenados son 1) Que quien era entonces mi esposa tuviera la iniciativa de llamar a los
salesianos en horas de la madrugada. 2) Que éstos salieran urgentemente hacia el obispado
llegando poco antes de que el Obispo saliera para el acto del día de la bandera- 3) Que
Mons.Bollatti decidiera escuchar la petición de los curas salesianos.-4) Que haya sido
precisamente un día en que el Obispo pudo hablar personalmente en el propio palco con los
jefes militares. Y 5), por supuesto, que éstos hayan accedido al pedido, dando la orden de mi
liberación.-
La gestión exitosa del Obispo demuestra cabalmente que el Comando de secuestros que
encabezaba el Comandante de Gendarmería Agustín Feced reportaba operacionalmente al
Comando del II Cuerpo de Ejército que entonces estaba a cargo de Genaro Diaz Bessone,
que se encontraba presente en el palco. De lo contrario ese grupo me hubiera matado, tal
como hizo con otros militantes “apilados” en el Servicio de Informaciones de la Policía,
también denominado como “el pozo”, en la esquina de San Lorenzo y Dorrego, en la antigua
Jefatura de Policía.
71
poste de alambrado, siempre con el rostro cubierto.- El último que quedó cerca mío me dijo:
“de esta te salvaste, pero tomátela porque la próxima no contás el cuento”. Y agregó que no
tratara de desatarme hasta que pasaran 15 minutos.
Cuando logré desatarme y quitarme las vendas, comprobé que apenas podía caminar
porque aún tenía los músculos fláccidos.- Era una noche fría y muy oscura de invierno,.
Estaba en medio del campo, en un camino rodeado de grandes eucaliptus. No tenía idea si
estaba en el norte, el oeste o el sur de Rosario.- A lo lejos (dos o tres kilómetros) divisé unas
luces mortecinas y quise encaminarme hacia allí.-
Apenas di unos pocos pasos, por el mismo camino de tierra por el que se había ido el auto
gasolero veo que viene otro vehículo, que yo creí que era el mismo que volvía sobre sus
pasos- Quise huir hacia dentro del campo pero apenas podía caminar y en pocos instantes el
automóvil ya estaba allí.- Se paró y desde la ventanilla alguien me gritó “Ehh, que le pasa…”
Sin saber bien qué contestar dije: “Me dejaron tirado aquí”. Entonces me preguntó por mi
nombre. Cuando le dije quién era me dijo “Ahh, Ud.es el doctor Baltuzzi, lo estábamos
buscando…., recibimos un radiograma, somos de la Comisaría de Coronel Domínguez”.- Era
evidente que les habían indicado el lugar exacto donde me ataron y que a partir de ese
momento estaba blanqueado y empezaba la parte legal del operativo”.-
El comisario de Coronel Domínguez se apellidaba Arriaga Maggi. Como ví que el coche era
otro, ya que se trataba de un Peugeot 404 y naftero, subí al auto en el que estaba el
Comisario y dos hombres más.- Me llevaron a la Comisaría del pueblo y allí empezó el trato
humano y también la preparación para presentarme al juez.- De la Comisaría me llevaron a
la misma casa del Comisario donde me dieron aspirinas, un té, me prestaron medias y
zapatillas del propio Comisario y la esposa de éste, que era la Jueza de Paz del Pueblo y que
aún vive en Coronel Dominguez , me limpió con alcohol la pasta pegajosa que deja la cinta
plástica sobre la piel.-
Avisaron por radio de mi aparición a la Seccional Séptima (hoy quinta) donde se había
radicado la denuncia de mi secuestro.- Y después de un par de horas de “recomponerme” ,
en horas de la madrugada, en un jeep tipo “cuartito azul” me llevaron de vuelta a Rosario.-
Cuando llegue a la Comisaría viví uno de los momentos más emotivos de mi vida.- Había
mucha gente: estaban los curas salesianos, varias personas de mi numerosa familia, mis
amigos Dardo Decándido y Damián Martínez.- Mi amigo el Dr. Carlos Urbán y, menciono
también muy especialmente a mi amigo y compañero Gualberto Venesia que había pasado
el día junto a mi familia siguiendo las alternativas de mi caso y que durante muchos años
guardó la soga con la que fui atado al poste de campo en Coronel Dominguez.(Creo que
hasta el día de hoy las conserva su hijo Juan Carlos Venesia.)- También estaba el juez de
Instrucción y el Secretario que hicieron constatar con médico forense las marcas tipo
quemaduras que me había dejado la picana.
72
Creo que lo que en definitiva hizo que no me mataran, más allá de la intervención de los
salesianos y el Obispo, es que si bien yo fui dirigente de la JP-Regional II , nunca estuve en la
formación militar de “Montoneros” y los vínculos con esa organización terminaron cuando
su conducción rompió con el General Perón.- En ese momento fue decisiva para mi la
opinión de un gran amigo y maestro, muy recientemente fallecido, el Dr.Carlos Urban, que
con gran lucidez, utilizando mi sobrenombre, un día en el living de su casa me dijo “ Yayo,
esto se está poniendo muy feo. Aquí se viene un baño de sangre. Lo de los “montos” ya es
un delirio. No te quedes allí porque te van a matar”. Creo que el haber escuchado esas
palabras fue determinante ya que a los cuadros activos de las organizaciones guerrilleras no
le perdonaban la vida a pedido de nadie. Baste recordar que hay hasta hijos de Generales,
asesinados (Ej.el caso del hijo del General Julio Alzogaray).
Así que había salvado la vida pero estaba intimado a abandonar el país, así que en forma
inmediata me aboqué a preparar mi salida del país sin demoras. En la madrugada del 21 de
junio de 1976, como mi casa había quedado bastante destruida me llevaron a la casa de mis
suegros en la zona norte de la ciudad, donde pasé tres días en cama. Cuando pude
levantarme fui a Tribunales a sustituir los poderes de los juicios que yo llevaba, a favor del
Dr.Juan Manuel Villaruel con el que estábamos asociados en varios asuntos. Mientras tanto
mi ex mujer, con el aval de mi queridísimo amigo el contador Mario Burich, sacó un pasaje a
Madrid en una agencia en la que trabajaba otro amigo, Hugo Ragazzi.
XIV.-REFLEXIONES FINALES-
Este trabajo pretende aportar la parcial visión de quienes transcurrimos los tumultuosos
años de las décadas del 60 y del 70, a partir de nuestra pertenencia a grupos católicos.
73
inevitable, de la pérdida de numerosas y valiosas vidas y a otros resultados dramáticos
como fueron la cárcel, los secuestros y el exilio.-
Es cierto que el compromiso con los sectores más oprimidos y la resistencia a la opresión de
una persistente dictadura militar, llevaba naturalmente a una confrontación inevitable.- De
no haber existido un movimiento peronista que no aceptó nunca la imposición de las
minorías “iluminadas” y una juventud que ofreció lo mejor de sí para terminar con los
gobiernos militares, quizá otro hubiera sido el rumbo de la historia argentina.- Quizá
habríamos tenido “cría del proceso” por mucho tiempo.-
Y lo más sorprendente es que muchos de los que mandaron a jóvenes a la muerte en plena
democracia o en una situación de absoluta inferioridad militar contra la dictadura del 76
(recordar la “contraofensiva”) se hayan formado en ámbitos católicos o en comunidades
cristianas.- Sin embargo ello tiene una explicación en cierta forma de fundamentalismo al
que estuvo ( y esta ??) propenso el cristianismo radicalizado.
Nuestra formación estuvo inmersa en un ascetismo extremo que bien sirvió para la
formación de la voluntad, del carácter, del espíritu de perseverancia y hasta de cierta
obstinación para alcanzar los objetivos trazados en la vida.- Pero cuando se lo traslada a la
militancia social y política, sin una adecuada formación en la tolerancia y el pluralismo,
fácilmente puede derivar en formas de autoritarismo e incluso de imposición por métodos
violentos (militarismo).
Explorando un poco en las raíces de nuestra formación cristiana recuerdo un axioma que, en
latín, nos repetía un querido y recordado sacerdote salesiano y que traducido sería algo así :
“Lo bueno es íntegramente bueno y si tiene algo de malo deja de ser bueno”.- Este
principio, llevado a la convivencia social y política, ignora algunas miserias inevitables de la
naturaleza humana y los matices y los grises con que a menudo se nos presenta la realidad.-
74
La tolerancia no implica solamente la aceptación de la persona, lo que es elemental, sino de
su libertad de conciencia, es decir de sus opiniones, sus juicios, sus actos, salvo que éstos
causen daño a otros seres humanos en cuyo caso es el Estado el que tiene que poner
límites. Y esta obligación de respecto a las creencias y opiniones se traduce no solo en
libertad de cultos sino también en pluralismo político y pluralismo social.- En definitiva la
tolerancia no es solo una cuestión de caridad sino de justicia y se constituye en la piedra
angular para el funcionamiento pacífico de cualquier sociedad y de cualquier democracia.
Esta concepto amplio que implica aceptar que la verdad difícilmente sea absoluta y esté en
poder de una única persona o un único grupo religioso, social o político, no estuvo
suficientemente subrayado en la educación que recibimos los “cristianuchos” de las décadas
pasadas.- Es decir que fuimos formados en cierta predisposición a la intolerancia, a la
creencia de que nuestra verdad era “la verdad”, y más adelante, ya como militantes
políticos y , como en los mejores tiempos de las “Cruzadas”, había que imponer, aún con la
violencia, nuestra verdad a los “oligarcas”, a los “burgueses”, a los “gorilas” y aún, según los
más fanáticos, hasta a los “tibios”. La formación religiosa y la consecuente educación “para
la vida” estaba plagada de afirmaciones absolutas, de llamados a un “compromiso hasta dar
la vida si fuere preciso”, a “la entrega” “el sacrificio” etc.etc. Sobre esta base se edificó la
militancia “cristianucha” de los 70 a la que se adicionó el ingrediente de la violencia a partir
de ciertas influencias “del diálogo con el marxismo” o el “castro-guevarismo” en boga a
partir de los 60, con sacerdotes que asumían la lucha armada como el caso, por cierto no el
único, de Camilo Torres.-
Amábamos aquella frase de Paul Claudel : “La juventud no fue hecha para el placer sino
para el heroísmo”.- Lo que representa un hermoso programa y desafío para los jóvenes si
el heroísmo consiste en entregar tiempo y compromiso para la mejora de la vida del
prójimo, pero que puede representar también un plano inclinado hacia la violencia.
Hemos hecho una clara diferenciación entre la legitimidad de los métodos de lucha contra
una dictadura impuesta sobre el poder de las armas respecto de lo que puede considerarse
válido en la lucha política dentro de la democracia. He reconocido que militamos en
organizaciones que justificaron la lucha armada (“formaciones especiales”) contra la
dictadura, bajo la conducción del General Perón hasta lograr el fin del gobierno militar. Ello
se fundamentaba para los militantes católicos en un larga tradición en el pensamiento
cristiano que consideró la resistencia a la opresión como “un derecho reconocido a los
pueblos contra los gobiernos ilegítimos” - Pero he dicho también que fue un acto demencial
75
y criminal la decisión de retomar la lucha armada por parte del ERP , ya durante el gobierno
del propio Perón y de Montoneros durante el gobierno de Isabel Perón, aún cuando
faltaban pocos meses para concluir su mandato.
Pero ahora, con esta reflexión hecha 40 años después, tengo que decir que hoy no sería
partidario de ninguna forma de lucha armada en ninguna circunstancia.- Esta posición, hoy
meramente teórica, ya que como decía el General ahora somos “leones herbívoros”, tiene
un fundamento práctico y un fundamento doctrinario desde el propio mensaje cristiano.-
Del punto de visto práctico hay que recordar el pensamiento de Perón que con su indudable
sabiduría optaba por acelerar la evolución en lugar de la revolución que siempre implica
alguna forma de violencia y, por consiguiente, deja resentimientos que, más tarde o más
temprano, se convierten en contrarevolución.
76
El mensaje cristiano nace de un Jesús que nunca, absolutamente nunca, utilizó o justificó la
violencia. Por el contrario sufrió la violencia hasta entregar su vida pero sin atacar la de los
demás.- Cuando estaba siendo injustamente apresado por los guardias en el Monte de los
Olivos uno de sus discípulos sacó una espada e hirió a uno de los guardias en la oreja. Y
Jesús le ordenó guardar la espada y con su poder sanador curó la oreja de quien venía a
convertirlo en prisionero.
Es el mismo Cristo que predicó el “amor al prójimo como a uno mismo” y el que dijo: “si te
golpean en una mejilla ofrece también la otra mejilla”. El Cristo que dejó para todos los
tiempos el Sermón de la Montaña en el que declara bienaventurados a los que padecen
persecución por causa de la justicia, a los mansos, a los pobres de espíritu, a los que tienen
hambre y sed de justicia, a los misericordiosos, a los pacificadores, a los que lloran….
(Evangelio Según San Mateo) y agrega “Bienaventurados cuando por mi causa os vituperen
y os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo” “Gozaos y alegraos
porque así persiguieron a los profetas antes que a vosotros.”
Es claro que Jesús impulsa a quienes tienen “hambre y sed de justicia” y a quienes “padecen
persecución por esa causa” pero son bienaventurados los “pacificadores” , nunca jamás
hablo de utilizar la violencia.- Cristo es el más grande apóstol de la no violencia de la
historia.
¿ Como pudimos entonces usar y predicar la violencia en nombre del mensaje cristiano ?
Quizá fundado en aquella antigua doctrina del Padre Francisco de Suarez y del Padre
Francisco de Mariana respecto del derecho de resistencia a la opresión.-
Pero hoy afirmo que es evidente que la lucha por medios violentos no tiene raíz cristiana. El
propio Francisco de Vitoria decía en 1538 que en los principios “la guerra esta prohibida
para los cristianos por las sagradas escrituras” , aunque luego desarrolla de modo
excepcional los casos en que puede justificarse una guerra justa. Igualmente el Jesuita
Francisco de Suarez (1548-1617) llega a la justificación de la “Guerra justa” cuando es “el
único medio para lograr reparación”.
Lógicamente que pasado casi cinco siglos desde que aquellos clásicos cristianos escribieron
resulta hoy insostenible afirmar que la “violencia armada” sea el único medio para combatir
una dictadura.- Sobre todo existiendo ejemplos históricos tan eficaces de no violencia como
los utilizados por Ghandhi , Luther King o Mandela.- O desde que el papa Juan XXIII dejara
dicho en”Pacem in Terris” (1963) que “resulta absurdo sostener que la guerra es un medio
apto para resarcir el derecho violado”, bien es cierto que se refería a la guerra entre
Estados.
Para concluir esta reflexión “contra fáctica” respecto de la violencia en los años de militancia
que nos tocó vivir, diría hoy que impulsaría casi todas las rebeldías e idealismos de entonces
pero solo utilizando métodos no violentos o, si se quiere, siguiendo solo el camino de la
política, no el de la guerra.- Quizá corriendo riesgos similares pero con aquel axioma
77
atribuido a Mons. Dom Helder Cámara “Prefiero mil veces ser matado que matar”. Esto es
lo más compatible con el mensaje del Cristo en quien decimos inspirarnos: “Habeís oído que
fue dicho a los antiguos “no matarás”. Yo os digo que cualquiera que se enoje con su
hermano sea culpable de juicio y que cualquiera que diga necio a su hermano será
culpable ante el concilio”. Es decir que Jesús además de considerar bienaventurados a los
“pacificadores”, a los “mansos”, a los “misericordiosos”, no solo ratifica el “no matarás”
sino que condena cualquier método de violencia, incluso la violencia verbal.
Escribo estas reflexiones tratando de sacar experiencias de los dramáticos momentos que
nos tocó vivir a nuestra generación, con una secuela de valiosísimas vidas perdidas,
secuestros, cárceles, torturas, exilio….para que sirva especialmente de testimonio para
nuestros hijos y nietos.
Muchas veces observo, no sin horror, que a pesar de todos los dramas vividos, se coquetea
con la violencia, se usan métodos de extorsión, bloqueo de caminos. ataques a comercios,
bombas incendiarias, etc. que distan de ser métodos pacíficos de protesta.- O, lo que es
peor, se transita hacia la organización de grupos con disciplinas para-militares.- Creo que la
experiencia dolorosa a la que nos condujeron los hechos de un pasado todavía reciente,
debiera servirnos como antídoto para que el “nunca más” sea una realidad practicada por
todos los actores sociales, culturales, religiosos, sindicales y políticos.-
2.-Sobre los valores que se practicaron en la década del 70 y que aún mantienen vigencia.-
La autocrítica y crítica que he expuesto respecto de los errores cometidos en la década del
70 , sobre todo lo relativo al fundamentalismo ideológico y a la continuidad del uso de la
violencia luego del 11 de marzo de 1973, no invalida en absoluto el bagaje de valores que
cargaba aquella juventud y que han guiado nuestras vidas para siempre, casi sin
excepciones.
En primer lugar debo destacar que quienes nacimos al compromiso militante a través de
una raíz católica tenemos arraigada, a partir de una moral de base religiosa, una ética
humanística a la que es difícil traicionar sin tener que convivir con graves problemas de
conciencia. Esa ética es , y ha sido, un fuerte antídoto contra las tentaciones de todo tipo
que acarrea el poder y contra la frivolidad y el oportunismo que suelen abundar en la
política e incluso en todos los órdenes de la vida.
78
pensaba en ventajas personales y mucho menos en ocupar posiciones o cargos públicos ya
que vivíamos la larga noche de las dictaduras.-
Digo esto en contraste con lo que hemos comprobado en los últimos tiempos en que todo
compromiso o militancia políticos suele ir acompañados con el requerimiento perentorio de
un contrato o empleo público.- Eso no existía en aquellos años en que se lo arriesgaba todo
a cambio de nada, salvo la satisfacción de haber cumplido con nuestras conciencias.
También existía una cierta comunidad en el uso de los bienes materiales. O al menos una
gran generosidad en poner a disposición de otros compañeros o amigos, los bienes propios.-
Creo que en gran parte de toda la historia relatada se pusieron en práctica muchos valores
propios del mensaje cristiano.- Valores que son a la vez humanistas y compartidos con gente
de diversas creencias y aún personas agnósticas, aunque debo señalar que al tener el origen
y el respaldo de una fe trascendente adquirieron, y adquieren, una solidez especial.
Si digo que esos valores primaron en “gran parte de la historia relatada” es porque cuando
aquel compromiso se transformó, en algunos casos, en violencia y en soberbia
fundamentalista, entonces las cosas se confundieron ya que cuando se utilizan las armas
para imponer las ideas o cuando se llega al extremo de secuestrar o matar en aras de “la
revolución” ya hay otra concepción de valores o directamente se pierden los valores.
En el terreno de la función pública tenemos arraigado un axioma que debe guiar toda la vida
del dirigente: la política es una función de servicio y los bienes públicos son sagrados:
jamás deben ponerse al servicio de los patrimonios privados. El enriquecimiento del
funcionario a expensas de las “comisiones” o “retornos” en las contrataciones públicas
constituyen una inmoralidad y un delito que no pueden exculparse ni justificarse por
79
ningún supuesto objetivo político “superior”.- Por más que alguien que sea un ladrón y se
disfrace de “Che Guevara”.
En mis cincuenta años de militancia siempre he visto que aquellos que constituyen “fondos”
o “cajas” para fines políticos, siempre terminan confundiendo los recursos mal habidos con
los patrimonios particulares.
Hay una gran diferencia de posibilidades de éxito en la política entre el que utiliza cualquier
tipo de medios, sin limitaciones éticas, y el que se atiene a una moral (que puede ser de
base religiosa) o simplemente a una ética humanista.
Y en los tiempos que corren casi nadie pone dinero en las campañas si su aporte no está
atado a un compromiso de retorno posterior. Y lo que es peor es que han comenzado a
tallar fuertemente los intereses del narcotráfico, del juego, de diversas formas de crimen
organizado y de dinero espurio y mal habido, que desean seguir contando con condiciones
para perpetuar su poder económico.-
Quien actúa en política limitado por una moral o una ética, ciertamente no puede recurrir a
esos medios de financiamiento. Mientras hay otros que sí lo hacen. Muchas veces con tal
sutileza e hipocresía que puede tardarse tiempo en descubrir las fuentes de su poder.- A
veces se los descubre demasiado tarde.
Por supuesto que la inmoralidad del financiamiento no solo puede provenir de grupos
privados de poder como los que he mencionado (narcotráfico, juego, grupos
corporativos,etc.) sino que también involucra al financiamiento con recursos ilegalmente
provenientes de las arcas del Estado.- Esto es, la complicidad con contratistas de obras o
servicios públicos que aseguran un “retorno” o a veces incluso “un anticipo” de los
contratos que se les adjudican.
80
Esto último, que se ha visto hasta el hartazgo en los últimos tiempos en Argentina, tienen
como consecuencia que quien tiene el poder y no repara en escrúpulos para utilizar ese
sistema de adueñarse de una porción de los recursos públicos, tiene todas las chances de
conservarlo durante mucho tiempo.- Ellos te aplastan con la chequera, con los medios de
comunicación, con las operaciones de prensa, con la compra de voluntades de los posibles
opositores,etc.
Muchas veces he dicho que el “cristianucho” que tiene vocación política y que pretende ser
consecuente con lo que cree y predica, es como un boxeador que sale al combate con una
mano atada a la espalda.
Muchas veces cuando miro para atrás la historia vivida, no puedo menos que ver con cierta
ternura y compasión a aquellos jóvenes que éramos, tan ingenuos, tan inocentes y tan
idealistas, expuestos a las mil acechanzas del poder e incluso, también, a las tentaciones de
un fundamentalismo ideológico, simplista y “kamikaze” que más de una vez nos convirtió en
“carne de cañón”. Esa visión tierna y comprensiva de aquel pasado es lo que me impulsado
a llamar “cristianuchos” a aquellos jóvenes militantes que lo dieron todo sin pedir nada,
muchas veces con una inocencia casi suicida.
También es cierto, y debe ser dicho, que cuando se lucha con coherencia , con principios
éticos y con perseverancia, se tiene una fortaleza que puede lograr objetivos
insospechados.- Hay grandes ejemplos en la historia que he mencionado en este trabajo,
como Gandhi, Mandela, Luther King y otros menos rutilantes, que lograron grandes
objetivos sin claudicar en los principios básicos.
Con las limitaciones éticas que he mencionado , quienes tengan vocación política y abreven
en los grandes principios nacidos del pensamiento judeo-cristiano, pueden y deben
participar y buscar el poder para el “bien común”.- Les costará más llegar a los objetivos.
Demorarán más tiempo. Y quizá muchos anhelos quedarán en el camino, pero si se
mantiene hasta el final el sostenimiento de los principios los resultados serán importantes
y útiles a la sociedad.- Repito que hay ejemplos en la historia que así lo muestran y no hay
porqué bajar la puntería.- También tenemos ejemplos en la Argentina de Presidentes,
ministros, legisladores y dirigentes, que han tenido grandes logros para el progreso
económico, social y cultural del país y han terminado sus días viviendo con austeridad y con
un escaso patrimonio.-
Yo diría que no puedo imaginarme a una gran Estadista pidiendo o haciendo pedir una
coima.- Los grandes estadistas no tienen más preocupación y no dedican sus esfuerzos más
que a la grandeza de su país y al bienestar de su pueblo.-
Por el contrario los que acumulan o solicitan dinero mal habido para llegar al poder jamás
podrán dejar un legado rescatable para las generaciones futuras.- Incluso los logros
positivos que hayan tenido quedarán manchados por la avaricia y por la complicidad con
operaciones ilegales o el uso ilegítimo de los recursos que pertenecen a todos.
81
Hemos recibido aquellos valores que impregnaron nuestra juventud y hemos tratado de
conservarlos. Ello nos permite expresar nuestro mayor desprecio y asco hacia quienes se
han tomado la libertad de apropiarse de bienes y recursos de todos en beneficio propio.
Aunque sea con el pretexto de “hacer política” a partir de ellos. Ese no es el camino que
debemos enseñar a nuestros descendientes.
Finalmente quiero decir que todo lo expresado no significa propiciar dirigentes desprovistos
de inteligencia y de astucia.- El propio Jesucristo aconsejó alguna vez “Sed mansos como
palomas pero astutos como serpientes”.
Hay recursos legítimos con los que se puede hacer política. Algunos provienen de los
aportes que el Estado hace legalmente a los partidos políticos. Otros provienen de los
aportes voluntarios de los propios militantes o funcionarios y/o legisladores llegados a la
función pública.- Y también del aporte de empresarios siempre que tengan un origen legal y
no sean tan determinantes que condicionen la gestión futura.
Dick Morris, quien fuera principal asesor de estrategias de Bill Clinton, en su obra “El nuevo
Príncipe” desarrolla la idea que puede haber un cierto “Pragmatismo del idealismo” y que,
bien explicados y con recursos razonables los “valores pueden ser más útiles que la
economía” en una disputa electoral. Es decir que procura mostrar que la búsqueda del
poder para buenos fines puede realizarse utilizando la inteligencia y la astucia y no “la
manipulación y el engaño” hasta el crímen, como aconsejaba Machiavello.
Por eso aún creo que se puede hacer política al servicio de un país, de un pueblo, sin caer en
el barro de la codicia, la avaricia y del delito.- La inteligencia y la ética aún pueden cotizar si
es que el pueblo no está perdido o confundido.
82
83