Está en la página 1de 5

COMIDA DE LA ÉPOCA COLONIAL.

Las comidas predilectas de los criollos de la época eran la sopa de arroz y la de fideos, el
asado, el matambre, el puchero, diversos guisos, las albóndigas, el estofado y los zapallitos
rellenos.
El locro y las empanadas también formaban parte de los platos más consumidos, al igual que
un picadillo que se hacía con pasas de uva.
La carbonada es otra de las comidas típicas de la época colonial, y está muy relacionada con la
argentinidad. Sin embargo, muy pocos saben que su origen es belga, y que en aquellas tierras
lleva el nombre de carbonnade. Se trata de un guiso de carne realizado dentro de un gran
zapallo, al que se le agrega maíz. En su país natal, lleva cebolla y cerveza.
Los criollos también adoraban las cosas dulces: los bocadillos de papa o batata, la cuajada, las
frutas, la natilla (plato de origen español a base de huevos, leche y azúcar), los alfeñiques (eran
como caramelos, ya que era una pasta de azúcar en barras que era cocinada), pastelitos de
membrillo, el arroz con leche, los alfajores, las masitas y la famosa mazamorra, que
vendedores ambulantes solían ofrecer por las calles.
En los momentos de desayunos y meriendas, eran muy comunes: el mate, el café, el mate
cocido y la chocolatada (la cual era muy cara).

____________________________________________________________________________

TRANSPORTE DE LA ÉPOCA COLONIAL.


Las distancias en las ciudades eran cortas. Por eso, muchas personas iban a pie de un lugar a
otro.
Algunos vendedores ambulantes usaban el caballo para cargar sus mercaderías. Cuando la
mercancía era pesada y abundante, los vendedores usaban carretas tiradas por mulas; y,
cuando la carga era más pesada aún usaban unos carros tirados por bueyes que eran unos
animales muy fuertes.
Las personas adineradas salían de paseo en sus carruajes: los más conocidos eran la calesa y la
volanta.
Los medios de transporte en la época colonial eran:
• las carretas: tenían 2 ruedas de más de 2 metros de altura, techo de paja o de cuero de vaca,
y eran tiradas por 4 o 6 yuntas de bueyes o caballos. El viaje en carreta era lento e incómodo.
• las diligencias o galeras: eran un poco más cómodas y más rápidas; tenían 4 ruedas y las
tiraban caballos.
• caballos (era el medio de transporte más rápido y lo utilizaban para llevar noticias urgentes)
y mulas (se utilizaban en los caminos de montaña y era muy agotador porque avanzaba muy
despacio).
• tránsito a pie (fue la manera hasta que llegaron los españoles).
Llegar desde la provincia de San Juan hasta Buenos Aires, podía demorar entre unos 40 días (a
caballo) o más de 2 meses (a pie).
 Los viajes por ríos o mares se hacían por barcos de vela.
En la actualidad se demora, aproximadamente:
• 1 hora en avión
• unas 14 horas en auto o colectivo.

____________________________________________________________________________

MÚSICA EN LA ÉPOCA COLONIAL.


Para 1810, Buenos Aires era un lugar donde se podía escuchar muchas canciones bajo un estilo
dominado por la cruza de la tradición europea y otros estilos que llegaban de distintos puntos
del continente. Por ejemplo la cueca que venía de Perú.

También cada clase social tenía sus costumbres. “La alta tenía la posibilidad de contar con
varios instrumentos como clavicordios, pianos, arpas y en las casas se interpretaban música
como el minué. En las famosas tertulias se bailaba música europea. A nivel popular el
instrumento que se destacó fue la guitarra que era muy fácil de trasladar. Había muchas
pulperías en Buenos Aires, una suerte de almacén que también le daba vida a un espacio de
sociabilidad. La gente se juntaba a jugar a las cartas y siempre había una guitarra a mano”, le
contó a La Viola Gabriel Di Meglio, historiador y director del Museo del Cabildo.
También, por aquellos años, iban tomando protagonismo las payadas: una suerte de antesala
a las actuales "batallas de gallos" del hip hop. Eran encuentros musicales que iban tomando
calor con las palabras y donde la música era fundamental. Era una posibilidad para dar a
conocer su punto de vista. “En la época de la Revolución nace una literatura nueva, la
gauchesca, que recupera mucho lo popular y que viene de estas payadas”, destacó el
historiador.
Candombe, minué, pericón, vals, malambo

____________________________________________________________________________

LA PULPERIA DE LA ÉPOCA COLONIAL.


En 1810 la ciudad tenía 50 mil habitantes y la cuarta parte de la población eran esclavos. La
impronta africana estaba presente y giraba en torno del tambor. “Fue tan importante ese
instrumento que en los lugares donde se juntaban los africanos lo llamaban ‘tambores’. En
1810 aparece la palabra tango, que representaba el lugar donde los africanos se juntaban a
bailar. Cómo llegó después es discutido”, dijo Di Meglio.

La pulpería era un centro de abastecimiento de vestuario, medicinas, herramientas, alimentos,


objetos de uso cotidiano; también, un lugar de sociabilidad donde los pobladores se reunían a
conversar sobre acontecimientos políticos, chismes y a realizar actividades de esparcimiento.
Se las podía encontrar tanto en la ciudad como en la campaña.

Los viajeros de la época describieron a la pulpería como una taberna donde acudía la gente de
campo. Se trataba de un rancho con una sala principal y la trastienda, con paredes de adobe y
techo de paja, piso de tierra apisonada o de ladrillo cocido. La entrada de la casa daba sobre el
camino y tenía un cuadrado abierto en la pared, a veces protegido por barras de madera o
hierro apoyadas sobre un mostrador, a través de la reja el propietario despachaba a los
clientes. Éstos quedaban protegidos bajo un cobertizo. Detrás del mostrador, y apoyados
sobre estantes, exhibían los productos que tenía a la venta.

Algunas pulperías contaban con mesas y bancos en los que los clientes se sentaban en
ocasiones a jugar al truco y a beber o a deleitarse con el sonido de una guitarra y los versos de
algún payador.

El palenque fue un elemento que caracterizó a la pulpería. Allí los concurrentes ataban sus
caballos y, muchas veces, sin descender de ellos, tomaban unos tragos y conversaban con
otros asistentes.

Generalmente, en los alrededores del salón, el pulpero preparaba una buena cancha para
carreras cuadreras. Durante la semana, los parroquianos realizaban apuestas y preparaban los
caballos que correrían el domingo. Además, se realizaban riñas de gallos y se jugaba a la taba,
a las bochas, al pato. El dueño del negocio se aseguraba así una importante concurrencia.

Algunas pulperías eran visitadas por los hombres en busca de compañía femenina. Eran
mujeres llamadas cuarteleras, porque se trasladaban con los soldados de frontera. Según
relatos de viajeros, se las podía encontrar sentadas, fumando, tomando mate y peinándose
mutuamente los cabellos hasta que sus encantos cautivaran a algún parroquiano.

Se estima que la cantidad de pulperías registradas hacia fines del siglo XVIII era de 140
aproximadamente. Otro tanto existía sin que sus propietarios las hayan registrado, como una
forma de evadir impuestos. El conjunto de pulperías diseminadas en la campaña bonaerense
constituyó una importante red de comercialización que incluyó hasta los lugares más
inhóspitos. El pulpero fue un intermediario -sobretodo de cueros- entre pequeños y medianos
productores rurales y los grandes comerciantes exportadores.

El pulpero es caracterizado en diversos escritos como hombres mal entrazados, toscos, de


poca instrucción; sin embargo, investigaciones realizadas en los últimos años los coloca
formando parte de los sectores medios que poblaban la campaña, con posibilidad de acceder a
una vivienda de varias habitaciones, mobiliario confortable, vestimenta austera, algunos
incluso podían tener esclavos y propiedades rurales.

____________________________________________________________________________

JUEGOS DE LA ÉPOCA COLONIAL.


Los chicos jugaban al balero, trompo, diábolo, rayuela, el yo-yo, la payana, las escondidas, el
gallito ciego, las adivinanzas y las rondas.
Los grandes jugaban a la ruleta, el ajedrez, las cartas, los dados, la perinola y el dominó.
En la época colonial, los adultos realizaban distintos juegos como: subirse a los
palos enjabonados, el rompecabezas, “Dominó”, “Juego de la Oca”, “Ruleta”, “Damas”,
“Ajedrez” “Naipes”.
También participaban de corridas de toros, riñas de gallos, carreras de sortijas, “Perinola”,
“Mosqueta”, carreras a pie y a caballo, carreras de pelota. Los juegos de cartas se
practicaban en las pulperías, en los cafés o en las mismas casas apostando dinero.
Los niños en ese tiempo, practicaban muchos juegos, que aún hoy se encuentran
vigentes: adivinanzas, “Gran bonete”, “Veo-veo”, “Gallito ciego”, juegos de naipes y
loterías.
Los varones tenían el privilegio de estar fuera de la casa y participar de juegos en
la calle como: la escondida, el balero, el trompo, remontar los barriletes, jugar con bolitas.
También realizaban pelotas de trapo (sus mamás los fabricaban con retazos de tela) y antes
de la Revolución de Mayo comenzaron a jugar a los soldaditos de plomo.
Las nenas tenían muñecas de porcelana, otras de cuero o tela y los ojos eran
hechos con botones. Los juegos de los que ellas participaban eran por ejemplo: saltar la
soga, bailar, hacer rondas con canciones como:” Arroz con leche”, “Mambrú se fue a la
guerra”, “Sobre el puente D´Avignon”, “La farolera”, “A la lata, al latero”, “Antón Pirulero”
“¿Lobo esta?”, “El patrón de la vereda” y otros como “La payana”, “El oficio mudo”, “La sillita
de oro”, “La rayuela” y escondidas.
Los niños/as realizaban juegos organizados por ellos, algunos se entretenían solos,
pero la mayoría prefería hacerlo con sus amigos/as, si no sabían las reglas de juego, las
inventaban.

VESTIMENTA DE LA ÉPOCA COLONIAL.


Se dividen en dos grandes grupos: los de la alta sociedad (que eran los españoles o los criollos
que eran los hijos de los españoles que nacieron en Argentina) y los gauchos y las paisanas que
vivían en el campo y no eran de la alta sociedad.
Las damas de la alta sociedad (tenían más dinero que la sociedad): usaban vestidos de corte
princesa (corte parecido a las princesas de los cuentos) que venían desde Europa ya que los
traían desde España. Utilizaban abanicos, guantes y también paraguas (el cual lo usaban, no
solamente para los días de lluvia, sino que también para los días soleados y protegerse del sol).
Los caballeros utilizaban botas, zapatos, pantalones al cuerpo que eran de color blanco, gris o
marrón y usaban unos sacos de vestir y unos sacos de vestir muy elegantes. También usaban
galeras y un bastón que era un detalle de elegancia.
Los gauchos tenían ponchos y pantalones amplios que eran cómodos para poder andar a
caballo (bombachas de gaucho). También usaban sombreros o boinas y alpargatas o unas
botas.
Las paisanas usaban polleras largas y floreadas y también usaban camisas.
Los mulatos (los traían desde África y eran los que vendían en la calle o trabajaban en las casas
de los que vivían en la ciudad, por lo general en la casa de los españoles; asimismo también
podían ser esclavos de los españoles donde trabajaban en las minas y hacían trabajos muy
pesados) usaban ropa más colorida, un pañuelo en la cabeza,

También podría gustarte