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Las hernias internas consisten en el paso del intestino a través de un orificio intraabdomi-
nal natural o patológico. Son poco frecuentes y en la mayoría de los casos se descubren
por un síndrome oclusivo inespecífico, aunque presentan características anatómicas y clí-
nicas muy diversas. Desde el punto de vista anatómico, se pueden distinguir tres grupos
de hernias internas: las que se producen a través de un orificio natural (hiato de Wins-
low), las que tienen lugar a través de un orificio patológico (que engloban las hernias
transepiploicas, transmesentéricas, transmesocólicas o a través del ligamento ancho) y
las hernias retroperitoneales o subperitoneales (que pueden ser paraduodenales izquier-
das, paraduodenales derechas, pericecales, intersigmoideas y supravesicales). En este
artículo se describen la epidemiología, la fisiopatología, los aspectos clínicos, las moda-
lidades diagnósticas, la elección de las pruebas de imagen y de la vía de acceso, los
principios del tratamiento quirúrgico y los posibles procedimientos que deben evitarse
para cada tipo de hernia interna.
© 2013 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.
Plan Introducción
■ Introducción 1 Las hernias internas del abdomen presentan localiza-
■ Hernias internas a través de un orificio natural 2 ciones muy variables. Su escasa incidencia se refleja en
Hernia a través del hiato de Winslow 2 el hecho de que sólo suponen el 0,5-1% de todas las
■
oclusiones intestinales agudas [1, 2] . Al igual que sucede
Hernias internas a través de un orificio patológico 3
con cualquier oclusión del intestino delgado, el grado de
Hernias transepiploicas 3
urgencia de su tratamiento y su pronóstico dependen de
Hernias transmesentéricas 4
la presencia de sufrimiento intestinal. Todas las hernias
Hernias transmesocólicas 5
internas se deben al paso del intestino a través de un ori-
Hernias a través del ligamento ancho 6
ficio intraabdominal natural o patológico. Dependiendo
Hernias de la trascavidad de los epiplones 7
de si la hernia se produce a través de un orificio intraab-
■ Hernias retroperitoneales 7 dominal natural, un orificio intraabdominal patológico o
Hernias paraduodenales izquierdas 7 por un espacio retro o subperitoneal, se pueden distinguir
Hernias paraduodenales derechas 9 tres tipos de hernias internas. Por tanto, de este artículo
Hernias pericecales 10 se excluyen las hernias postoperatorias y postraumáticas,
Hernias intersigmoideas 11 así como las hernias parietales, incluidas las obturatrices,
■ Hernias subperitoneales 11 isquiáticas y diafragmáticas, que se describen en otros artí-
Hernias supravesicales 11 culos de la EMC. Desde el punto de vista diagnóstico,
suelen manifestarse como un síndrome oclusivo inespe-
cífico, con dolor abdominal, vómitos e interrupción de
la expulsión de heces y gases, cuya sucesión cronoló-
gica depende de la localización alta o baja del obstáculo.
Fisiopatología
Existen esencialmente dos variedades de hernias a tra-
vés del hiato de Winslow: el tipo I (Fig. 1), que constituye
dos tercios de los casos y corresponde a una hernia aislada
del intestino delgado, y el tipo II (Fig. 2), que supone un
tercio de los casos y corresponde a una hernia del íleon ter-
minal, del ciego y del colon ascendente [5] . Debe señalarse
que también se han descrito los tipos III (colon transverso)
y IV (vesícula biliar), pero son totalmente excepciona-
les [6] .
Diagnóstico
El cuadro clínico corresponde a un síndrome oclu-
sivo agudo con dolor epigástrico asociado a vómitos [7] ,
en ocasiones con distensión epigástrica [8] o una ictericia
cutaneomucosa por compresión de la vía biliar princi-
pal [3] . Además de una colestasis, las pruebas biológicas
también pueden mostrar una hiperglucemia relacionada
con una compresión de la vena porta, que impediría el
paso de insulina a la circulación general [3] . La RSA puede
mostrar asas dilatadas a nivel del epigastrio entre el hígado
y la burbuja de aire gástrico, que en tal caso se encuentra
rechazada en sentido anterolateral. En el tipo II, la RSA
puede mostrar la ausencia de granularidad cecal a nivel
de la fosa ilíaca derecha, que se encuentra proyectada
a nivel del epigastrio. Para confirmar el diagnóstico de
hernia a través del hiato de Winslow, la exploración de
elección es la TC abdominal con contraste intravenoso y
oral, que permite confirmar tanto el síndrome oclusivo,
la presencia de asas intestinales a nivel de la trascavidad
de los epiplones, el ensanchamiento anteroposterior del
hiato de Winslow y la presencia de un meso (vasos del Figura 2. Hernia de tipo II a través del hiato de Winslow.
mesenterio) entre el hilio hepático y la vena cava infe-
rior. Cuando el colon derecho no está en posición normal,
Tratamiento
Vía de acceso
Varias publicaciones recientes muestran la viabilidad y
la fiabilidad de la vía de acceso laparoscópica, que cuenta
con una utilidad tanto diagnóstica como terapéutica. La
reducción del intestino mediante laparoscopia no parece
plantear problemas especiales, pues el estrangulamiento
herniario es poco marcado [9, 11] . Sin embargo, se debe pre-
ferir una laparotomía medial, bien de entrada si hay signos
de complicaciones o bien si se encuentran dificultades
técnicas por vía laparoscópica [12] .
Diagnóstico intraoperatorio
Como el hiato suele estar inaccesible a la vista, el diag-
nóstico se establece cuando la proyección del estómago
en sentido anterior por una masa intestinal situada en la
trascavidad de los epiplones se asocia a la presencia anó-
mala de asas intestinales ascendidas y fijas hacia la región
del hilio hepático.
Maniobras de reducción
La reducción se realiza en la mayoría de los casos
por simple tracción, que debe ser siempre suave y pro-
longada. Sin embargo, cuando el intestino herniado
no se puede reducir de este modo, se pueden plantear
varias maniobras. La dilatación con el dedo y el des-
bridamiento del hiato, propuestas en el pasado, ya no
se recomiendan en la actualidad. En cambio, hay dos Figura 3. Hernia transepiploica a través del ligamento gastro-
maniobras que han demostrado ser menos peligrosas: el cólico.
despegamiento duodenopancreático según la técnica de
Kocher [13] y la apertura de la trascavidad de los epiplones
por despegamiento coloepiploico o sección del ligamento
gastrocólico [5] . Si existe una necrosis intestinal, el trata-
miento quirúrgico debe seguir los criterios habituales de
la resección.
Tratamiento preventivo
Para evitar una recidiva, no se recomienda la obturación
del hiato de Winslow por sutura directa, por una parte,
debido a los riesgos de lesión vascular e incluso de trom-
bosis de la vena porta [13] y, por otra, debido a que el hiato
suele obturarse espontáneamente, gracias a la reacción
inflamatoria postoperatoria local [3] . Por tanto, basta con
recolocar el intestino y el epiplón mayor en posición ana-
tómica. Sin embargo, algunos autores proponen liberar
el ángulo cólico derecho para fijarlo a la pared abdomi-
nal anterior con el fin de evitar que el intestino delgado
pueda acceder al compartimento supramesocólico. En el
tipo II, una vez que se ha reducido la hernia, algunos auto-
res recomiendan una hemicolectomía derecha en lugar de
una peritonización aleatoria, cuando el colon ascendente
parece demasiado largo [14] .
Diagnóstico intraoperatorio
No suele plantear ningún problema, salvo los casos muy
excepcionales de hernias mixtas, que pueden modificar
en gran medida la anatomía al rechazar masivamente el
estómago en sentido anterolateral.
Maniobras de reducción
Con independencia del tipo de hernia transepiploica,
la reducción puede realizarse en la mayoría de los casos
por simple tracción. Sin embargo, esto puede verse difi-
cultado por las adherencias formadas entre el intestino
y el peritoneo que reviste la trascavidad de los epiplo-
nes. En este caso, es preferible abrir ampliamente dicha
trascavidad, bien mediante una incisión del ligamento
gastrocólico o bien ampliando el defecto. Esta maniobra
puede efectuarse con facilidad mediante laparoscopia con
los nuevos procedimientos de termocoagulación de tipo
electrotérmico o bisturí armónico, que permiten una coa-
gulación con sección tisular rápida y fiable, a expensas de
una difusión térmica limitada. En caso de necrosis intes-
tinal, el tratamiento quirúrgico debe seguir los criterios
habituales de la resección.
Tratamiento preventivo
Con independencia de cuál sea la localización del
defecto, el tratamiento preventivo consiste en un cierre
simple del defecto con puntos separados de hilo reab-
sorbible o no, seguido de una recolocación anatómica
del intestino y del epiplón [15] . Cuando el delantal de
los epiplones parece demasiado remodelado, es preferible
resecarlo [5] .
Figura 5. Hernia transepiploica mixta.
Hernias transmesentéricas
de modo que el intestino delgado se incarcera de atrás
hacia delante para rechazar el colon en sentido medial y Epidemiología
situarse en el surco parietocólico derecho [18] . Cuando el Las hernias transmesentéricas son tan excepcionales,
defecto afecta al ligamento gastrocólico, el intestino del- que no se han publicado suficientes casos en la litera-
gado penetra en la trascavidad de los epiplones de delante tura para precisar su incidencia. Aunque la mayoría de
hacia atrás. A continuación, puede distender, e incluso las hernias transmesentéricas se han descrito en la edad
colapsar el epiplón menor para situarse delante del estó- pediátrica [22] , lo que respalda la hipótesis de un origen
mago y originar una hernia transepiploica denominada congénito del defecto, también se han descrito casos
mixta [19] (Fig. 5). Respecto al epiplón menor, cuando la auténticos en la edad adulta.
hernia aparece de forma aislada, suele situarse a nivel de
la pars flaccida [2] .
Fisiopatología
Las hernias transmesentéricas afectan casi siempre al
Diagnóstico área triangular avascular de Treves, situada entre el eje
mesentérico superior a nivel medial y el eje íleo-ceco-
El cuadro clínico consiste en un síndrome oclusivo
apendicular a nivel lateral. El defecto suele ser único y
agudo, por lo general inespecífico, que siempre presenta
en la mayoría de los casos adopta la forma de una hendi-
dolor abdominal y vómitos. La RSA muestra niveles hidro-
dura, que se extiende a veces a lo largo de toda la longitud
aéreos en el intestino delgado que, cuando se proyectan
del mesenterio [5] (Fig. 6). Debe señalarse que estas hernias
frente a la trascavidad de los epiplones y rechazan el
nunca contienen un saco peritoneal.
estómago, permiten sospechar el diagnóstico [2] . El trán-
sito del intestino delgado sugiere este diagnóstico [16] ,
aunque muchos autores insisten en la actualidad en la Diagnóstico
utilidad de la TC con contraste intravenoso para confir- El cuadro clínico corresponde a una oclusión aguda del
mar el diagnóstico en la fase preoperatoria [17, 19, 20] , sobre intestino delgado. En la RSA, se observa en la mayoría de
todo al demostrar el paso de vasos mesentéricos a través los casos una oclusión inespecífica del intestino delgado
del defecto epiploico [18, 21] . Sin embargo, dado que este distal [23] . Sin embargo, a menudo se aprecia una o varias
mecanismo es poco conocido, sólo el 8% de las hernias asas fijadas en la fosa ilíaca derecha, lo que, según algunos
transepiploicas se diagnosticaría en una etapa preopera- autores, permite sospechar el diagnóstico en un paciente
toria [20] . sin síndrome infeccioso ni antecedentes de cirugía abdo-
minal [22] . Aunque el tránsito del intestino delgado puede
confirmar la oclusión distal del intestino delgado, el meca-
Tratamiento nismo no se puede identificar absolutamente con esta
Vía de acceso exploración. Por tanto, en la actualidad, la TC abdomi-
La vía de acceso laparoscópico parece en la actuali- nal con contraste intravenoso es la mejor prueba para
dad interesante tanto desde el punto de vista diagnóstico mostrar el mecanismo de la oclusión, al verificar la pre-
como terapéutico, siempre que el defecto sea anterior, fácil sencia de asas de intestino delgado fijas y engrosadas por
de identificar y reparable sin dificultades técnicas especia- detrás del mesenterio, que aparece a su vez proyectado
les [21] . Sin embargo, la laparotomía medial debe preferirse hacia delante. Sin embargo, debido a su escasa frecuencia,
como primera elección cuando exista un síndrome oclu- el diagnóstico preoperatorio de hernia transmesentérica
sivo mal tolerado. sigue siendo excepcional.
2 6
Tratamiento
Vía de acceso
La vía medial sigue siendo la vía de acceso de primera
elección en caso de síndrome oclusivo mal tolerado y la 2
vía de acceso laparoscópico aún no se ha descrito en la 1
actualidad en esta indicación. Sin embargo, esta última 3
parece totalmente viable en las formas simples y bien
toleradas.
Diagnóstico intraoperatorio
En las formas simples, el diagnóstico es sencillo cuando
se observa un abombamiento del estómago o del liga-
mento gastrocólico, detrás del que aparecen las asas de
intestino delgado herniadas. En las formas complejas, el Figura 8. Hernias a través del ligamento ancho: Tipo 1;
diagnóstico puede llegar a ser muy difícil por la ausencia 2. tipo 2; 3. tipo 3.
de visualización del colon transverso, que está totalmente
distensión sacular de las dos hojas peritoneales del liga-
recubierto por la masa del intestino delgado herniada a
mento ancho o de una única hoja persistente [28] . Aparte
través de un segundo orificio o entre las dos hojas del
de las causas postoperatorias, que no interesan aquí, estas
delantal de los epiplones. En tal caso, hay que identifi-
hernias pueden ser congénitas o adquiridas. El origen con-
car el ángulo cólico derecho y después seguirlo en sentido
génito correspondería a la rotura espontánea de quistes o
medial para identificar después el colon transverso [5] o
de restos vestigiales mullerianos, en cuyo caso el defecto
bien exteriorizar toda la masa intestinal para comprender
suele ser horizontal [30] , mientras que el origen adquirido
e identificar uno a uno los defectos.
sería secundario a traumatismos obstétricos por laceración
Maniobras de reducción del ligamento ancho, pues la mayoría de las pacientes son
Una vez que se ha comprendido el mecanismo de la multíparas. En esta última forma, el defecto es sobre todo
hernia, la reducción no suele plantear problemas especia- vertical [27] . Por último, en casi todos los casos, la hernia
les, debido a que en la mayoría de los casos es poco o se produce de detrás hacia delante [5] .
nada oclusiva. Por tanto, para reducirla basta con trac-
cionar suavemente del intestino delgado hacia abajo, Diagnóstico
desenrollándolo a través del cuello herniario expuesto
El cuadro clínico consiste en una oclusión aguda del
previamente. Cuando la reducción es difícil, hay que
intestino delgado. La RSA suele mostrar una oclusión dis-
realizar un despegamiento coloepiploico para acceder a
tal del intestino delgado. La TC abdominal con contraste
la trascavidad de los epiplones y controlar la reducción
intravenoso permite sospechar el diagnóstico al mostrar,
directamente.
además de los signos de oclusión y el posible sufrimiento
Tratamiento preventivo intestinal, una o varias asas dilatadas que comprimen el
Consiste en obturar el orificio herniario con puntos útero a nivel de la pelvis, aunque sin que estén rodeadas
separados de hilo reabsorbible o no, procurando a la vez por un borde de saco peritoneal. En ocasiones, el diagnós-
respetar los vasos mesocólicos adyacentes. Si existe un tico puede confirmarse cuando el mesenterio y los vasos
saco, se puede realizar su plicatura o resecarlo [24] . Por correspondientes convergen hacia el parametrio, pasando
último, si el defecto es especialmente amplio, también se a través del ligamento ancho [31] .
puede emplear la cara posterior del estómago para relle-
narlo, suturándola al perímetro del defecto con hilo no Tratamiento
reabsorbible [5] . Vía de acceso
La vía de acceso laparoscópico es especialmente intere-
Hernias a través del ligamento ancho sante desde el punto de vista diagnóstico. Sin embargo,
si existe una distensión marcada del intestino delgado, se
Epidemiología debe preferir la vía medial como primera elección [32] . En
cambio, parece que la vía de Pfannestiel no debe utilizarse
La hernia a través del ligamento ancho es una causa no
en esta indicación.
excepcional de hernia interna y supone el 4-7% de todas
las formas de hernias internas [27, 28] . Por definición, sólo Diagnóstico intraoperatorio
afecta a mujeres, en la mayoría de los casos multíparas [28] . Una vez que la paciente está situada en posición de
Trendelenburg y la pelvis expuesta, el diagnóstico intra-
Fisiopatología operatorio es sencillo. En todos los casos, la búsqueda
de la unión entre el intestino delgado normal y dilatado
Algunos autores han propuesto una clasificación de las
permite identificar con facilidad el ligamento ancho res-
hernias del ligamento ancho en tres tipos, según la loca-
ponsable.
lización del defecto (Fig. 8): por debajo del ligamento
redondo (tipo 1), por encima, en el mesosálpinx (tipo 2) y Maniobras de reducción
en el mesoovario (tipo 3) [29] . En la mayoría de los casos, Las maniobras de reducción de la hernia son inespecí-
se trata de defectos complejos sin saco herniario. Sin ficas. Sin embargo, puede ser necesario ampliar el cuello,
embargo, algunas hernias se desarrollan a partir de una bien seccionando el ligamento redondo o bien ampliando
Hernias retroperitoneales
Las hernias retroperitoneales corresponden esencial-
mente a las hernias denominadas «paraduodenales», que
constituyen por sí solas alrededor del 50% de todas las
hernias internas [33, 34] . Aunque su descripción inicial se
remonta al siglo XIX [35] , bajo diferentes denominaciones
en función de si eran derechas o izquierdas, las hernias
paraduodenales se deben a mecanismos cuya fisiopato-
logía aún sigue siendo controvertida. También se han
descrito otras hernias retroperitoneales: las hernias peri-
4 cecales y las hernias intersigmoideas.
1
Hernias paraduodenales izquierdas
Sinónimos [5]
También se denominan hernias retroperitoneales de
Treitz, hernias de la fosita de Landzert, hernias mesen-
3 tericoparietales de Longacre, hernias del mesocolon
descendente de Callander, hernias duodenales izquierdas,
etcétera.
Epidemiología
Las formas izquierdas suponen alrededor del 75% de
todas las hernias paraduodenales [36, 37] . La edad en el
2 momento del diagnóstico va desde la primera infancia [38]
a la edad adulta [1] , con un pico de frecuencia a los 40-
60 años [39, 40] . La distribución en función del sexo es de
tres varones por cada mujer [1] .
Fisiopatología
Para explicar la formación de una hernia paraduode-
nal izquierda, hay dos teorías contrapuestas desde hace
Figura 9. Distintos mecanismos de hernias en la trascavidad mucho tiempo. Por una parte, la teoría mecánica, pro-
de los epiplones. 1. A través del hiato de Winslow; 2. a través de puesta por Treitz [35] en 1857 y por Jonnesco [5] en 1890,
un defecto del mesocolon transverso; 3. a través de un defecto retomada después más recientemente por varios autores
del ligamento gastrocólico; 4. a través de un defecto del epiplón como Freund [41] en 1977 y Khan [42] en 1998, sugiere que
menor. la hernia paraduodenal izquierda se desarrolla a partir de
un punto débil o de un defecto de fusión a nivel de la
el orificio en sentido posterior en una zona avascular. De fosita paraduodenal descrita por Landzert. Por tanto, se
forma excepcional, puede ser necesario realizar una ane- adquiriría a partir de fenómenos repetidos de hiperpre-
xectomía si la reducción es imposible o si el defecto es sión abdominal [36] . Por otra parte, la teoría embriológica,
especialmente amplio [5, 32] . La necrosis intestinal no es defendida por Andrew [43] y Dott [44] en 1923 y después por
excepcional, debido a que el defecto a menudo es pequeño Callander [45] en 1935, y aceptada en la actualidad por la
y al retraso frecuente del tratamiento cuando la paciente mayoría de los autores [33, 46, 47] , sugiere que en el momento
no tiene cicatrices abdominales. En este caso, el trata- de la reintegración embrionaria del intestino en el abdo-
miento quirúrgico sigue los principios habituales de la men, hacia la 11.a semana de amenorrea, la parte proximal
resección intestinal. del asa primitiva queda atrapada detrás del mesocolon
descendente, que la rodea. Por otra parte, la hernia para-
Tratamiento preventivo duodenal izquierda se presenta como una masa intestinal
El defecto debe suturarse con puntos separados de hilo situada bajo el mesocolon descendente y un segmento del
reabsorbible o no. Si existe un saco peritoneal, lo ideal es íleon terminal sale a través de un orificio paraduodenal.
resecarlo. Por último, la anexectomía puede estar indicada Dicho segmento se encuentra en la parte posterior derecha
si la reparación es difícil o si la paciente es demasiado de la masa y su cuello está rodeado siempre por la vena
mayor. mesentérica inferior y, un poco más lejos, por la arteria
cólica superior izquierda (Fig. 10).
Tratamiento
Vía de acceso
Cuando no hay signos de complicaciones, la mayoría
de los autores recomiendan la vía laparoscópica, incluso
en niños [55, 56] . Sin embargo, la vía de acceso medial se usa
cuando fracasa la laparoscopia y también está indicada de
entrada en los cuadros de oclusión mal tolerada o cuando
el intestino delgado está demasiado distendido.
Diagnóstico intraoperatorio
La exploración comienza por la identificación del intes-
tino delgado herniado bajo una hoja peritoneal, que es el
mesocolon descendente. Cuando la hernia sólo afecta al
yeyuno proximal y el volumen herniario es moderado, el
diagnóstico es fácil. En cambio, las hernias voluminosas se
pueden extender hasta el páncreas a nivel superior o des-
cender hasta la pelvis y sobrepasar lateralmente el colon
descendente, que se encuentra proyectado hacia delante
o totalmente oculto hacia atrás [5] . En tal caso, el diagnós-
tico es más difícil y requiere que se identifique primero el
orificio herniario, que siempre está situado a la derecha y
por detrás de la masa. Para ello, suele ser necesario bascu-
lar hacia la izquierda la masa intestinal herniada. Después,
una vez localizado el cuello, se identifica a su vez la vena
Figura 10. Hernia paraduodenal izquierda. mesentérica inferior a lo largo de su borde libre. Hay que
recordar que la identificación de esta última también sirve
para el diagnóstico etiológico de la hernia paraduodenal
izquierda.
Maniobras de reducción
En primer lugar, hay que localizar el íleon terminal, que
se exterioriza a través del cuello, para a continuación trac-
cionar suavemente de él. La mayoría de las hernias tienen
un cuello ancho y poco ajustado, lo que permite lograr
la reducción completa por simple tracción. Sin embargo,
1
cuando el contenido está demasiado edematoso o adhe-
rido, puede ser necesario desbridar el cuello para facilitar
2
la reducción, pero a expensas de un riesgo vascular no
despreciable. En estos casos, el desbridamiento siempre
debe realizarse hacia abajo, porque la parte alta del cuello
3
también está rodeada por el duodeno. Por todas estas razo-
nes, algunos autores proponen incidir la pared anterior del
saco, aunque sea el mesocolon descendente, con el fin de
facilitar la reducción manual de la hernia por un acceso
directo del intestino delgado [5] . En última instancia, la
sección de la vena mesentérica inferior también puede ser
una solución para facilitar la reducción de las asas her-
Figura 11. Tomografía computarizada abdominal con niadas [56] . Cuando existe una necrosis intestinal, no es
contraste intravenoso: hernia paraduodenal izquierda. 1. Vena infrecuente que sea extensa, debido a la longitud del intes-
mesentérica inferior; 2. asas encapsuladas; 3. colon izquierdo. tino herniado. En tal caso, la resección debe ser lo más
conservadora posible, para evitar el riesgo de intestino
corto. Ante la duda, es prudente renunciar inicialmente
a una resección extensa del intestino delgado y preferir
de intestino delgado prácticamente se ha abandonado.
un cierre cutáneo exclusivo, destinado a disminuir la pre-
Hoy en día, la prueba de elección es la TC con contraste
sión intraabdominal, seguida de una cirugía de revisión a
intravenoso [48, 49] . Además de los signos de oclusión y de
las 24 horas. En la actualidad, la posibilidad de dejar una
sufrimiento intestinal, esta exploración permite mostrar
laparostomía temporal asistida por un sistema aspirativo
un conglomerado de asas intestinales rodeadas por un
de tipo VAC constituye una alternativa excelente que per-
saco, situado en el hipocondrio izquierdo entre el estó-
mite evitar un síndrome compartimental abdominal, que
mago y el páncreas, a la izquierda del ligamento de Treitz
es dramático en este contexto.
(Fig. 11). La TC con contraste permite también estudiar
el trayecto de la vena mesentérica inferior, que rodea Tratamiento preventivo
al cuello herniario, a la vez que está rechazada hacia Cualquier intento de escisión del saco herniario debe
delante y hacia arriba [50] . También es posible observar prohibirse [5] , porque es totalmente posible limitarse a
los vasos del meso de las asas herniadas convergiendo cerrar el saco herniario con puntos separados de hilo reab-
hacia la región del ángulo duodenoyeyunal. Cuando la sorbible o no. Sin duda, este cierre debe respetar los vasos
hernia es muy voluminosa, el colon izquierdo aparece que discurren tanto por el borde libre del cuello a nivel
Epidemiología
Las formas derechas son menos frecuentes que las
izquierdas y suponen alrededor del 25% de todas las her-
nias paraduodenales [36, 47] . La edad en el momento del
diagnóstico es variable y oscila desde la infancia [57, 58] a la
edad adulta, con una mediana de edad en el momento del
diagnóstico estimada en 36 años [34] . Las formas derechas
afectan sobre todo a varones [57] .
Fisiopatología
Al contrario que las hernias izquierdas, el mecanismo de
formación de las hernias paraduodenales derechas parece
menos controvertido. Se trataría de un defecto de rotación
del intestino delgado, que queda inmovilizado a 180◦ en
sentido antihorario, mientras que el colon continúa su
rotación antihoraria fisiológica hasta 270◦ , de modo que
todo o parte del intestino delgado queda atrapado detrás
Figura 12. Hernia paraduodenal derecha.
del mesocolon ascendente, que le recubre [47] . Por tanto, la
hernia paraduodenal derecha suele presentarse como una
masa intestinal medial o lateralizada a la derecha, visible
detrás del mesocolon derecho y que en ocasiones rechaza
Tratamiento
el colon ascendente hacia delante o lo recubre pasando Vía de acceso
por delante. En todos los casos, el orificio herniario se sitúa Aunque la vía de acceso medial puede usarse como
a la izquierda de la masa, en la mayoría de las ocasiones primera elección en esta indicación, varias publicacio-
a nivel posterosuperior. El borde libre del cuello herniario nes han demostrado la utilidad del acceso laparoscópico,
está siempre rodeado por la arteria mesentérica superior o tanto con fines diagnósticos como terapéuticos [60, 61] . Sin
una de sus ramas derechas, bien la arteria cólica superior embargo, es difícil afirmar en la actualidad que la vía lapa-
derecha o bien la arteria ileocecoapendicular, así como por roscópica sea superior y, además, debe evitarse en casos de
sus venas correspondientes [5] (Fig. 12). oclusión mal tolerada o cuando el intestino delgado esté
demasiado distendido.
Diagnóstico Diagnóstico intraoperatorio
Esta hernia suele manifestarse por un cuadro de oclu- En primer lugar, el intestino delgado herniado debe
sión aguda del intestino delgado, con dolor abdominal y identificarse bajo una hoja peritoneal que es el mesocolon
vómitos. En la mayoría de los casos, la exploración física ascendente. Dependiendo de si todo el intestino delgado o
carece de datos especiales, a veces con la presencia de una sólo su parte proximal (o, en menos casos, la parte medial)
masa abdominal medial o que se desarrolla a expensas se encuentre incarcerada en la hernia, el saco herniario
del hemiabdomen derecho. Muchos autores describen en puede extenderse hacia arriba, hacia abajo o en sentido
estos pacientes la existencia de dolor abdominal recidi- lateral, pasando por delante o por detrás del colon ascen-
vante y de hospitalizaciones sin un diagnóstico etiológico dente. A continuación, es necesario identificar el cuello
preciso en los años previos al episodio agudo [34] , incluso de la hernia, que se encuentra siempre a la izquierda y,
desde la infancia [37] . En otras ocasiones, el cuadro agudo en la mayoría de los casos, por encima y por detrás de la
puede estar precedido de varios episodios intermitentes masa intestinal. Cuando la hernia es voluminosa, en oca-
más frustrados de dolor abdominal posprandial aislado, siones es útil bascular la masa intestinal a la derecha para
cuya exploración mediante pruebas de imagen permite a poder acceder al cuello. Por último, una vez identificado
veces sospechar el diagnóstico. La RSA suele ser normal el cuello, es indispensable localizar los vasos mesentéri-
o muestra un síndrome oclusivo del intestino delgado, cos superiores o sus ramas, que siempre se encuentran a
poco inespecífico pero a menudo asimétrico. La explora- lo largo del borde libre del orificio y cuya presencia inter-
ción de referencia en esta indicación es también la TC con viene en el diagnóstico intraoperatorio [5] .
contraste intravenoso y por vía oral, que permite estable- Maniobras de reducción
cer el diagnóstico al mostrar asas intestinales aglutinadas En primer lugar, hay que identificar el íleon, o en oca-
en el hemiabdomen derecho, que parecen rodeadas por siones el yeyuno, que se exterioriza a través del cuello,
un saco situado lateralmente y por debajo de la tercera tras lo que basta con traccionar de él progresivamente de
porción del duodeno, con el ángulo cólico derecho recha- forma suave. Estas hernias suelen tener un cuello amplio
zado hacia la izquierda y hacia delante. El tronco de la y poco ajustado, por lo que en la mayoría de los casos
arteria mesentérica superior aparece distendido y también basta con realizar una simple tracción para lograr la reduc-
rechazado hacia delante y a la derecha, lo que provoca ción completa. En caso contrario, o cuando el contenido
un ensanchamiento de la pinza arterial aortomesenté- está demasiado edematoso o adherido, puede ser nece-
rica [50, 59] . sario desbridar el cuello para facilitar la reducción. Sin
2 Diagnóstico
1
El cuadro clínico corresponde a una oclusión aguda
Figura 13. Hernias paracecales. 1. Hernia externa retroceco- inespecífica del intestino delgado, sin que haya ninguna
cólica; 2. hernia interna retroileocólica; 3. hernia ileoapendicular. cicatriz intestinal. La RSA confirma el origen del síndrome
oclusivo en el intestino delgado y muestra su localización
embargo, debido a la proximidad de los vasos mesentéri- distal. Si se solicita en la etapa preoperatoria, la TC con
cos superiores, la mayoría de los autores recomiendan en contraste intravenoso y enema opaco permite sospechar
su lugar realizar un despegamiento del colon derecho en el diagnóstico al mostrar una o varias asas intestinales
el plano de la fascia de Toldt, maniobra que permite una dilatadas a nivel de la fosa ilíaca derecha, con unos vasos
reducción directa de la hernia, tanto si el saco se extiende mesentéricos distendidos e ingurgitados que convergen
por delante o por detrás del colon ascendente [34, 37, 57, 60] . hacia la región medial profunda y el colon ascendente
En caso de necrosis intestinal, la resección debe ser lo rechazado en sentido anterior y, o bien medial (en la
más conservadora posible cuando la isquemia parezca hernia retrocecocólica) o bien lateral (en la hernia retroi-
ser extensa, debido al riesgo de intestino corto. Ante la leocólica) [50, 62] .
duda, es prudente renunciar a una resección extensa del
intestino delgado y preferir un cierre cutáneo exclusivo,
destinado a disminuir la presión intraabdominal, seguida Tratamiento
de una cirugía de revisión a las 24 horas. En la actuali- Vía de acceso
dad, la posibilidad de dejar una laparostomía temporal La vía de acceso medial sigue siendo posible como pri-
asistida por un sistema aspirativo de tipo VAC constituye mera elección ante un síndrome oclusivo del intestino
una alternativa excelente que permite evitar un síndrome delgado de origen indeterminado. Sin embargo, la vía
compartimental abdominal, que es dramático en este con- laparoscópica parece ser especialmente adecuada para esta
texto. situación, aunque aún no se ha descrito en la literatura,
Tratamiento preventivo debido por lo menos a tres razones: por un lado, debido
a la gran experiencia adquirida por los cirujanos diges-
Al contrario que las formas izquierdas, donde la obtura-
tivos en la laparoscopia de esta región anatómica, por
ción del orificio herniario suele ser suficiente, las formas
otro lado, por el volumen generalmente moderado de la
derechas [34] suelen requerir un despegamiento cólico
hernia que se debe reducir y, por último, debido a la senci-
derecho para reducir lo mejor posible la hernia. A con-
llez del tratamiento preventivo, que puede realizarse por
tinuación, es preferible completar la disección mediante
laparoscopia.
un despegamiento coloepiploico derecho, seguido de
una disposición del intestino en «mesenterio común
completo» [57, 58] , con todo el intestino delgado en el Diagnóstico intraoperatorio
hemiabdomen derecho y todo el colon en el hemiabdo- El diagnóstico intraoperatorio es sencillo y puede con-
men izquierdo, mientras que el ciego quedaría situado en firmarse cuando se constata una proyección anterior del
la fosa ilíaca izquierda, después de haber tenido la precau- ciego, por detrás del cual se introduce el íleon terminal. El
ción de realizar una apendicectomía sistemática. orificio herniario tiene siempre una orientación inferior y
medial o lateral.
Hernias intersigmoideas
Figura 15. Hernias supravesicales. 1. Fosa supravesical.
Epidemiología
Se han descrito muy pocos casos en la literatura, por al colon sigmoide para después introducirse por detrás de
lo que la frecuencia real y la proporción en función del este último hasta el cuello herniario, donde se localiza la
sexo de las hernias intersigmoideas no se conocen en la estrangulación.
actualidad. Suelen ser adquiridas y en la mayoría de los
casos no producen síntomas hasta la edad adulta. Maniobras de reducción
Debido a que el orificio herniario suele ser estrecho, no
Fisiopatología siempre es sencillo reducir el asa herniada, que a menudo
está isquémica y con frecuencia ya necrosada. Si la reduc-
Las hernias intersigmoideas se forman a partir de la ción manual mediante una tracción prudente sobre el
fosita situada en la confluencia de las dos raíces del meso- intestino delgado resulta imposible, se debe realizar un
colon sigmoide, para extenderse en sentido superior y por despegamiento del colon ilíaco y de la raíz secundaria del
detrás del mesocolon descendente, entre la columna lum- colon sigmoide, para, a continuación, poder extraer el asa
bar y el riñón izquierdo [5] (Fig. 14). Estas hernias suelen incarcerada. En caso de necrosis intestinal, el tratamiento
ser de pequeño volumen y no modifican apenas la anato- quirúrgico sigue los principios habituales de la resección.
mía del colon izquierdo, que suele estar en su posición o
ligeramente proyectado hacia delante. Tratamiento preventivo
Consiste en cerrar el orificio herniario con dos o
Diagnóstico tres puntos separados de hilo reabsorbible o no, procu-
rando no lesionar las estructuras vasculares y urinarias
El cuadro clínico corresponde a una oclusión aguda contiguas, que siempre están presentes. Si existe un des-
inespecífica del intestino delgado, pero sin cicatriz abdo- pegamiento de la raíz secundaria del colon sigmoide,
minal. La RSA muestra la localización del síndrome siempre se fija al peritoneo posterior, también con puntos
oclusivo en el intestino delgado y sugiere su carácter pre- separados.
dominantemente distal. La TC con contraste intravenoso
y enema opaco confirma la oclusión aguda del intes-
tino delgado y puede permitir sospechar el diagnóstico
preoperatorio al mostrar la presencia de asas de intes-
Hernias subperitoneales
tino delgado en posición retroperitoneal y laterorraquídea Hernias supravesicales
izquierda [50] .
Epidemiología
Tratamiento Se trata de una causa especialmente infrecuente de
Vía de acceso hernias internas, poco descrita en la literatura, cuya inci-
La vía de acceso medial es útil ante un síndrome oclu- dencia sigue siendo incierta. Las hernias supravesicales
sivo del intestino delgado de origen indeterminado. Sin afectan preferentemente a varones mayores de 50 años [63] .
embargo, aunque ninguna publicación ha descrito la
vía laparoscópica, parece que se podría utilizar en esta Fisiopatología
indicación, siempre que el cirujano tenga una amplia Las hernias supravesicales se desarrollan a expensas
experiencia en cirugía laparoscópica colorrectal. de las fositas supravesicales, descritas por Skandalakis et
Diagnóstico intraoperatorio al [64] . Por definición, se originan en una posición medial
Este diagnóstico no es evidente a primera vista y a las arterias umbilicales, tras lo que se desarrollan en
requiere que se busque preferentemente la unión entre el espacio de Retzius, pero también pueden introducirse
el intestino delgado normal y el dilatado. Para ello, el en sentido lateral, lo que da lugar a las hernias suprave-
cirujano debe levantar el asa sigmoidea, por detrás de la sicales externas o hernias laterovesicales (Fig. 15). Con
que se encuentra el orificio herniario, que está orientado independencia de las hernias postoperatorias, que no nos
hacia abajo. La identificación del asa de intestino del- interesan aquí, las hernias supravesicales son casi siempre
gado distendida y en una situación proximal a la hernia de origen adquirido y, en ocasiones, se asocian a auténti-
se facilita por el hecho de que ésta rodea anormalmente cas hernias inguinales.
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Echaïeb A, Hrarat L, Kotobi H. Tratamiento quirúrgico de las hernias
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Disponibles en www.em-consulte.com/es
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