Según Andrade (2021) la llegada de las nuevas tecnologías y herramientas
digitales ha provocado una gran transformación en el mundo, aportando numerosas ventajas a los negocios y al conocimiento. Los dispositivos inteligentes forman parte integral de la realización de actividades académicas, económicas, laborales y personales en la actualidad, habiendo cambiado drásticamente la forma de vivir y trabajar en la era digital del siglo XXI. Es necesario contemplar tanto los beneficios como el considerable efecto que esta revolución ha tenido en la sociedad actual. Por lo tanto, Debido a los avances en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), el trabajo y las relaciones laborales tradicionales han experimentado profundas modificaciones. En particular, se ha observado una tendencia al desapego de las oficinas físicas y a la posibilidad de trabajar a distancia gracias a las herramientas digitales e Internet. La pandemia del COVID- 19 aceleró este proceso al obligar a numerosas empresas a implantar el trabajo a distancia para proteger a sus trabajadores y cumplir los protocolos sanitarios. Considerando que hoy en día, numerosas actividades laborales están impulsadas directamente por la digitalización, lo que permite realizar tareas desde cualquier lugar del mundo y en cualquier momento. Asimismo, Las tecnologías de la información y la comunicación influyen directamente en el entorno laboral y pueden tener repercusiones inesperadas en los derechos de los trabajadores. Los especialistas distinguen tres cuestiones generales relativas a la gestión del trabajo, las condiciones laborales y la incursión en la vida personal y familiar de los trabajadores. A menudo, los empresarios no tienen claras las áreas privada y profesional, lo que puede llevar a una ausencia de distinción entre las horas de trabajo y el tiempo de descanso. Esto tiene entonces el potencial de vulnerar la vida personal y familiar de las personas. Como resultado, está surgiendo un nuevo paradigma laboral con nuevas oportunidades y dificultades para el mundo jurídico Y debido a lo anterior, se ha iniciado un debate sobre la necesidad de regular el derecho a la desconexión en relación con dos aspectos identificados por los juristas. En primer lugar, se reflexiona sobre los periodos de descanso y la duración de la jornada laboral. En segundo lugar, se piensa en la calidad de vida del trabajador y en cómo la tecnología puede afectar a la relación entre la vida privada y la profesional. Con respecto a lo planteado, la transformación digital y la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha alterado drásticamente nuestra forma de trabajar y han traído consigo nuevas posibilidades y problemas en el mundo laboral. Por un lado, la tecnología ha hecho posible la separación de los espacios de trabajo tradicionales y la capacidad de trabajar desde cualquier lugar del planeta. Sin embargo, esto también ha planteado nuevos dilemas en relación con la delimitación de los ámbitos privado y profesional, la gestión del trabajo, así como la incursión en la vida personal de los empleados. Los especialistas jurídicos se han percatado de estas cuestiones y debaten sobre la exigencia de regular el derecho a la desconexión, es decir, el derecho de los trabajadores a desconectarse de su trabajo fuera del horario laboral. Una normativa adecuada podría abordar temas como la duración de la jornada laboral, la calidad de vida del trabajador y la relación entre vida privada y vida laboral. En conclusión, la transformación digital ha cambiado nuestro paradigma laboral, por lo que es esencial establecer normativas adecuadas que salvaguarden los derechos de los trabajadores en este ámbito digital.
CONECTIVIDAD DIGITAL PERMANENTE
Según Fernandez (2021) La capacidad de un empleado para mantenerse al día de
las tareas que se le asignan y de cualquier factor externo que pueda afectarle es ahora una cualidad muy buscada en muchas profesiones. Una vez finalizada la jornada laboral, se espera que los trabajadores estén preparados para atender cualquier problema o demanda que pueda surgir, ya sea de su empleador, de los clientes o de otras personas en el lugar de trabajo. Esta necesidad de disponibilidad constante, aunque no siempre se traduzca en un trabajo productivo, tiene un fuerte impacto. En primer lugar, durante el descanso del trabajador, aunque no se reduce en términos cuantitativos, sí se ve afectado desde una perspectiva cualitativa, ya que la "mente" nunca descansa por completo. En segundo lugar, debido a la presencia constante de la tecnología para mantenerse conectado - también se corre el riesgo de generar problemas de salud específicos. Asimismo, define la conectividad permanente del trabajador como la habilidad para estar conectado y disponible a través de las TICs, incluso fuera del horario laboral y desde cualquier ubicación. Esta capacidad es muy apreciada por el mercado laboral, ya que busca trabajadores informados y dispuestos a responder rápidamente ante cualquier problema o demanda. Además, en algunos casos esta conexión es necesaria para poder configurar la carga de trabajo y los contratos relacionados, como los trabajadores temporales o aquellos que usan plataformas digitales. Aunado a lo anterior, determina que en primer lugar, la conectividad laboral tiene una influencia directa en la vida personal del trabajador, ya que afecta su capacidad para realizar actividades personales y familiares. Esto se asocia frecuentemente con violaciones de los derechos humanos como la privacidad personal y familiar, así como a las cuestiones de conciliación y corresponsabilidad, lo cual ha motivado intervención legislativa interna. Además, ésta es un factor que deteriora los descansos del trabajador, tanto en términos cuantitativos como cualitativos. La necesidad de estar constantemente informado y la incertidumbre sobre el desarrollo del trabajo o la empresa pueden afectar negativamente la calidad de los momentos de descanso. Asimismo, la conectividad laboral tiene un efecto negativo en la salud de los trabajadores, ya que los descansos insuficientes no permiten que el cansancio acumulado durante la jornada laboral se recupere adecuadamente tanto física como mentalmente. Además, hay que destacar el estrés experimentado por el trabajador altamente conectado debido al estado constante de alerta en el que se encuentra. Determinando de esta manera que la conectividad permanente o hiperconexión puede generar estrés tecnológico, conocido como "tecnoestrés", el cual puede manifestarse de diferentes formas. Esto incluye la "tecnofatiga", que se caracteriza por sentimientos de agotamiento y cansancio mental causados por el uso de TICs; la "tecnoansiedad", en la que el trabajador experimenta tensión y malestar al usar alguna tecnología; y en casos extremos, incluso una "tecnofobia" o miedo a las TICs. Además, algunas personas pueden desarrollar una "tecnoadicción" o dependencia de las TICs. Y estos tipos de estrés tecnológico tienen un impacto negativo en la salud del trabajador. Por otro lado, Trujillo (2021) En el actual contexto laboral, es crucial que el estrés resultante del uso de TICs sea una situación excepcional en lugar de una norma habitual. La conectividad permanente significa que el trabajador nunca se desconecte por completo de su trabajo, lo cual puede tener graves repercusiones para su salud. Siguiendo con lo anterior, dentro del contexto de la conectividad permanente, hay diversos factores tanto personales como externos que influyen en la aparición y el impacto de los riesgos para la salud del trabajador. Estos aspectos subjetivos incluyen el nivel de resistencia al estrés o afinidad hacia la tecnología del individuo, así como los factores laborales relacionados con otros riesgos presentes en la empresa o durante el tiempo de trabajo; todos ellos modulan la intensidad de los riesgos y las patologías resultantes. Con respecto a lo planteado, en la actualidad es cada vez más valorado la capacidad de los empleados para mantenerse informados sobre su trabajo y su entorno laboral a través de las nuevas tecnologías y por lo tanto, se espera que los trabajadores estén disponibles para atender cualquier problema o demanda incluso fuera del horario laboral. Esta necesidad de conectividad constante tiene un impacto significativo en los empleados, que puede afectar su salud mental, física y a su privacidad. El primer punto que se destaca es que, aunque el descanso del trabajador no disminuye en términos de horas de sueño o descanso, sí se ve afectado desde una perspectiva cualitativa debido a la presión y el estrés que la necesidad de estar disponible puede generar. En segundo lugar, la presencia constante de la tecnología puede generar problemas específicos de salud. En conclusión considera que la conectividad permanente en el trabajo puede tener un impacto negativo en la salud y la privacidad del empleado, a pesar de que esta conectividad se valora cada vez más en muchas profesiones.