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CURSO: TEORIA GENERAL DEL DERECHO.

WILSON GEOVANY DÍAZ PÉREZ.


CARNET: 201142843
ANÁLISIS: MARBURY v. MADISON.
En el presente documento analizaremos la resolución que resuelve el caso Marbury
contra Madison, que tiene su precedente en los Estados Unidos de América, en la cual el
demandante era el señor William Marbury y como demandado el secretario de Estado
Madison; el caso fue resuelto por el presidente de la Corte Suprema de Justicia Marshall.
Teniendo conocimiento la Corte se le solicita el entonces Secretario de Estado un
informe para que indique los motivos por el cual no ha podido entregar el nombramiento al
señor Marbury, quien había sido designado como Juez de Paz de un condado, por el
presidente de los Estados Unidos de América, tal como lo establece la ley y ratificado por el
Senado, había sido firmado y enviado al secretario de Estado para que le colocara el sello de
dicho país; circunstancia que no fue explicada ya que en ese entonces el sistema de justicia
no era respetado. Por su parte el Juez Marshall para resolver las peticiones del demandante
parte de preguntas importantes: ¿Tiene el recurrente un derecho al nombramiento que
demanda? A lo que el Juez considera que tal derecho se ha originado de una ley del congreso
del año 1801, acto seguido el presidente emite y firma el nombramiento, posteriormente se
le coloca el sello de los Estados Unidos, pero jamás fue entregado a su titular. El presidente
firmo y como consecuencia era obligación del secretario colocarle el sello por mandato de
ley y no del presidente quien no está facultado para variar el procedimiento establecido por
la legislación, por lo que al momento de colocársele el sello la designación es hecha y por
ende el nombramiento válido, sin embargo considera que la transmisión del documento y su
aceptación pudieran ser necesarias para completar el derecho del demandante, práctica que
ordena la conveniencia pero no está establecida en la ley, pero un nombramiento es
transmitido a una persona ya designada no a una persona que va ser designada, en otras
palabras, la designación ha cumplido con todos los pasos establecidos en la ley y reviste de
validez, aun cuando el mismo no ha sido notificado a su titular, en consecuencia tratar de
retenerlo o extraviarlo no es suficiente para que pierda su valor, además es obligación del
secretario de Estado conservar copia de dicho nombramiento en el archivo con el objeto de
evidenciar la validez de los actos y una copia de dicho archivo es igual de certera que su
original.
CURSO: TEORIA GENERAL DEL DERECHO.
WILSON GEOVANY DÍAZ PÉREZ.
CARNET: 201142843
La designación que ha realizado el presidente constituye un acto en el legítimo
ejercicio de sus funciones, la aceptación es el acto que le compete al funcionario y es posterior
al nombramiento.
Continua razonando la Corte que le corresponde al designado el poder de tomar una
decisión frente al nombramiento tomando una actitud en dos sentidos, aceptándolo o
rechazándolo, el señor Marbury estaba designado desde que su nombramiento fue firmado y
sellado y tratar de detener dicho nombramiento no está dentro de las facultades que la ley le
confiere al presidente u otro funcionario ya que sería violatorio de un derecho legal absoluto,
quedando establecido que el demandante tiene derecho sobre aquel nombramiento.
La segunda pregunta va enfocada a explicar si las leyes del país traen un remedio para
restaurar el derecho que ha sido violado, a lo que la Corte manifiesta que todo derecho que
ha sido negado debe tener un remedio y todo daño su reparación. El presidente como jefe del
ejecutivo asigna tareas a sus funcionarios los cuales están obligados a cumplirlas, pero si
tales obligaciones son emanadas por la ley el afectado tiene el derecho de acudir a las leyes
para obtener su remedio, por ello un hecho que ha existido no puede ser aniquilado ya que
tal derecho está protegido por la ley y no por los deseos del presidente.
Este caso constituye un precedente histórico sobre la supremacía constitucional,
resolviéndose que ninguna ley puede contradecir a lo que establece la Constitución que es la
ley fundamental de un Estado y las demás deben enmarcarse a ella y cuando se hallen ante
esta situación es deber del poder Judicial decidir sobre tal controversia, haciendo prevalecer
la constitución ya que cualquier legislación que entre en conflicto con la misma es nula.

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