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HIPEREMESIS GRAVIDICA:

Valoración de enfermería:

Durante el contacto inicial con la mujeres hiperemetica la enfermera valora el patrón individual de
nausea y vomito que experimenta (O sea, inicio duración, frecuencia, que tan predecible es).
Revisa con cuidado los resultados de los estudios de laboratorio para encontrar evidencia de
hemoconcentración (Elevacion de hemoglobina y hematocrito), Desequilibrio de líquidos y
electrolitos (Disminuncion de sodio, potasio y cloro) Y deficiencia de vitaminas ( B,Folato). Se
registra el peso de la paciente y se compara con el peso que tenia antes del embarazo. Se le
formulan preguntas a cerca de sus actividades cotidianas, su estilo de vida, sus actitudes hacia si
misma y el embarazo. Se evalúan en detalles los hábitos nutricionales y después se comparan con
observaciones del examen físico (Por ejemplo, elasticidad de la piel, energía, color de las
membranas mucosas).

ACCIONES DE ENFERMERIA:

Brindar apoyo psicológico.


Demostrar una actitud de comprensión y empatía.
Restringir el consumo oral.
Iniciar el consumo oral al disminuir los vómitos.
Proporcionar a la paciente pequeñas cantidades de alimentos secos (ejemplo; galletas saladas o
pan tostado). Dar una onza de agua cada hora.
Iniciar dieta liquida, si tolera iniciar dieta liquida y dieta seca.
Lentamente dar dieta blanda.
Al final dar dieta libre.
Brindar cuidados higiénicos.

PLACENTA PREVIA:

Valoración:
La valoración para la mujer con placenta previa es similar en muchos aspectos a la que se emplea
para la mujer que sufre aborto espontaneo.
La evaluación inicial de la mujer incluye; Signos vitales, hemorragia, Dolor o molestias en especial
en el abdomen tono cardiaco fetal, y estado de conciencia. Se efectúan tipificación e igualación
cruzada de la sangre de la paciente para realizar las transfusiones necesarias. Se le indica que
guarde todas las toallas sanitarias; después la enfermera las examina para determinar la
intensidad de la hemorragia. También se le indica que reporte si experimenta salida de liquido de
la vulva. Es importante palpar de manera periódica el útero, con suavidad, para detectar
contracciones que sugieran inicio de trabajo de parto.
Como la hemorragia procede de la decidua uterina, la cantidad de sangre que se observa puede
ser engañosa. Se revisan los posibles signos de choque (Palidez, Baja temperatura, taquicardia)
hipoxia fetal secundaria a oxigenación inadecuada. Se evalúa de modo continuo el tono cardiaco
fetal mediante un sistema de monitoreo externo.
También se efectúan determinaciones diarias de hemoglobina para valorar la perdida de sangre.
ACCIONES DE ENFERMERÍA:

Vigilar por hemorragia que debe ser leve.


Control de signos vitales.
Control de ingesta y excreta.
Vigilar por dolor abdominal.
Control de la frecuencia cardiaca fetal.
Pesar los pañales o toallas sanitarias antes de que la paciente lo utilice para un peso exacto de la
misma.
Vigilar salida de líquido por la vulva.
Palpar de manera periódica el útero para ver si hay contracciones de trabajo de parto.

DESPRENDIMIENTO DE PREMATURO DE PLACENTA PREVIA NORMOINSERTA.

VALORIZACIÓN:
La valoración de enfermería de las mujeres con desprendimiento de placenta incluyen todos los
componentes descritos para las que experimentan aborto espontaneo y placenta previa. Además
la enfermera valorara con cuidado los cambios de altura del fondo porque el aumento de los
mismos se asocia con hemorragia oculta. Los estudios iníciales de laboratorio incluyen valores de
hemoglobina y hematocrito, fibrinógeno, productos de degradación de fibrina, tiempo de
trombina, tiempo de tropombina y tiempo de tromboplastina parcial. Se efectúa tipificación e
igualación cruzada para varias unidades de paquetes de eritrocitos debido al potencial de
hemorragia grave.

ACCIONES DE ENFERMERIA:

Observar evidencias de hemorragia.


Vigilar por frecuencia cardiaca fetal (Taquicardia y Bradicardia)
Colocar a la paciente en posición recostada sobre el lado izquierdo.
Encaso graves colocar oxigeno en cánula binasal.
Vigilar por hipovolemia.
Vigilar por sonidos respiratorios anormales.
Vigilar por falta de aliento.
Vigilar efectos secundarios de las transfusiones sanguíneas.
Brindar apoyo psicosocial a la paciente y familia.
Brindar plan educacional del desprendimiento prematuro de la placenta.

AFECCIONES HIPERTENSIVAS DEL EMBARAZO.

PREECLAMCIA:

Valoración:

El objetivo de la valoración es que la enfermera reconozca los síntomas antes de que se hagan
evidentes a la paciente y que identifique cualquier cambio en ella con un diagnostico de
hipertensión inducida por el embarazo que sugiera progresión de la enfermedad. Los síntomas
tempranos y las manifestaciones que se relacionan con preclamcia mas grave como dolor de
cabeza, visión borrosa, manchas o destellos luminosos ante la vista, dolor epigástrico, vómitos,
estupor o contracciones musculares son muy importantes, estos síntomas son de gran ayuda para
planear el curso del tratamiento.
Durante el primer examen prenatal, es muy importante valorar a la mujer para conocer si tiene
factores de riesgo que la predispongan a enfermedades hipertensivas del embarazo.
Se vigila el patrón de aumento de peso y se registra. Se considera que el aumento de 350 gramos
por semana es normal. Los aumentos repentinos de mas de 900 gramos por semana deben
observase con sospecha y los aumento mas de 1360 kilogramo por semana es alarma. En eso en
caso que se produzca aumento de peso de esta magnitud será necesario medir la presión arterial
con más frecuencia.
Como el edema de los dedos es un preludio frecuente de la preeclampsia que puede preceder a la
hipertensión varias semanas, constituye una señal de aviso muy valiosa para la valoración.
También es fundamental el edema de manos brazos (Superficie del cubito y muñeca) y cara. El
edema facial por lo general no se hace aparente en etapas tempranas se caracteriza por
inflamación de parpados y rasgos toscos. Se determina el peso de la paciente el día de la admisión
y se registra a diario a la misma hora, se toma los signos vitales y la presión arterial cada dos o
cuatro horas según el estado de la mujer o si recibe medicamentos.
La paciente con preeclampsia grave o crisis hipertensiva requieren valoración continua de presión
arterial y presión arterial media. Se auscultan los pulmones para detectar signos de edema
pulmonar.
Se efectúan evaluaciones a diario o intervalos mas frecuentes si esta indicado el consumo de
producción de líquidos, la producción de orina por lo menos tiene que ser 30ml/hora.
Se analizan las muestras de orina para determinar proteínas gravedad especifica y análisis de
cilindros. La presión en cuña de los capilares se mide de modo intermitente, estas mediciones
hemodinámicas incluyen en el recuadro siguiente. Los resultados de estas valoraciones con
frecuencia revelan disminución del gasto cardiaco, de la presión en cuña de los capilares
pulmonares y del volumen plasmático.

CUIDADOS DE ENFERMERIA:
Brindar instrucciones acerca de una dieta balanceada con alto contenido proteico.
No se recomienda restricción de calorías y liquidas.
Control de signos vitales.
Colocar ala paciente en una habitación individual sin ruido y luz fuerte.
Vigilar por convulsiones.
Control de ingesta y excreta.
Vigilar por edema en miembros superiores y generalizados.
Vigilar que la paciente tolere su dieta.
Administración de sulfato de magnesio.

ECLAMPSIA

VALORACIÓN:
Al iniciarse las convulsiones se efectúan una valoración inmediata y se registran, incluyendo los
eventos que presidieron a la convulsión que se inicio la duración de cada fase convulsiva. Cuando
la paciente deja de moverse la enfermera verifica los signos vitales y el tono cardiaco fetal. La
valoración se repite cada cinco minutos hasta que la paciente se estabiliza después de cada 15
minuto se observa la profundidad y duración del coma después de las convulsiones. Se ausculta el
tórax para detectar signos de edema pulmonar o fallo cardiaco. Se vigila la producción de orina y
el consumo parenteral de líquidos.
Para una valoración más completa se obtienen medicaciones hemodinámicas por inserción de una
sonda. Entre todas las demandas que surgen en este caso tan graves es importante que la
enfermera recuerde valorar los signos del trabajo de parto o desprendimiento de placenta tanto
en paciente consientes e inconscientes.
En la eclampsia, el trabajo de parto o la separación de la placenta produce pocos signos externos y
en ocasiones el parto acontece bajo las sabanas, antes de que las personas a cargo se den cuenta
que el proceso se esta efectuando. En este caso se valora la consistencia, textura y altura del útero
y se efectúan observaciones para detectar opérculo y abultamiento de las membranas o
hemorragia. Las convulsiones que se producen durante el trabajo de parto aceleran este proceso
por lo que es necesario preparativos rápidos para el parto.

ACCIONES DE ENFERMERIA:

Vigilara por convulsiones.


Vigilar por vomito o moco.
Colocar oxigeno en cánula binasal.
Control de signos vitales cada 15 minutos hasta que se estabilice.
Dejarla en un lugar a la paciente donde tenga poco Riesco de caídas.
Control de ingesta y excreta.
Vigilar por trabajo de parto.
Mantener el equipo necesario para cualquier urgencia.

COMPLICACIONES DURANTE EL SEGUNDO TRIMESTRE:

LAS TOXEMIAS:

Enfermedades propias del embarazo, pueden comenzar a manifestarse a partir de


la semana 20. Más frecuentemente en las primerizas, tienen tres síntomas
característicos que pueden o no presentarse en conjunto: hipertensión, edemas y
eliminación de proteínas en la orina. Si estas patologías siguen su curso sin
diagnóstico y tratamiento oportuno, pueden agravarse hacia el final del embarazo,
transformándose en ECLAMPSIA, situación sumamente afligente.

INTERRUPCIÓN TARDÍA Y PARTO INMADURO:

El síntoma inicial, casi obligado, es la hemorragia. Por ello, si se presenta esta


complicación, debe guardarse reposo de inmediato y llamar al médico. El reposo
(absoluto) y la medicación sedante de las contracciones uterinas son eficaces en
la mayor parte de los casos.

LAS ANEMIAS DEL EMBARAZO (FALTA DE GLÓBULOS ROJOS):


Se presentan casi siempre durante el transcurso de este trimestre. Son debidas a
una mala absorción de hierro a nivel intestinal y a la licuefacción de la sangre por
un aumento de volumen de plasma necesario para mantener la circulación
placentaria. Insistimos nuevamente en la necesidad del control médico periódico
para permitir el diagnóstico precoz. Su tratamiento es a base de compuestos que
contienen vitaminas y hierro.

LOS TRASTORNOS CIRCULATORIOS PERIFÉRICOS (VÁRICES Y


HEMORROIDES)

Algunas veces aparecen hacia el final de esta etapa del embarazo. Es


conveniente consultar al obstetra para evitar su agravamiento. Debe controlarse la
constipación frecuente pues ésta acentúa los problemas hemorroidales.

LA OBESIDAD (AUMENTO PATOLÓGICO DE PESO)

En el embarazo debe evitarse. Ya no se considera que la futura mamá debe ser


una verdadera matrona. Sabemos que el exceso de peso corporal perjudica a la
madre y al hijo. Como ya pasaron las náuseas y los vómitos, muchas
embarazadas suelen descontrolarse, dan rienda suelta a sus antojos (a menudo
tolerados e incentivados por su marido y familiares cercanos) y comen en exceso.

Es muy difícil perder el peso que se ganó indebidamente, así que evitemos que
ello ocurra.

PROBLEMAS CON LA VISTA:

Los cambios hormonales y circulatorios pueden acentuar defectos visuales que


antes tolerabas sin darte cuenta. No te esfuerces por ver más allá de lo que
puedes. Quienes usan lentes con frecuencia requieren nuevas prescripciones.

LAS INFECCIONES URINARIAS:

Aparecen por lo general a partir del segundo trimestre del embarazo, pueden tener
su origen en una infección bucodental. Si tienes síntomas de cistitis no demores la
consulta. Es conveniente tratar estas infecciones precozmente, antes de que
asciendan hasta el riñón. Los síndromes febriles –y la infección urinaria es
frecuente causa de éstos durante el embarazo– pueden provocar partos
inmaduros.

HEMORRAGIAS:

Además de las hemorragias relacionadas con trastornos del embarazo –como


hemos mencionado al referirnos a la placenta previa y a la amenaza de aborto– la
embarazada puede padecer otras de origen ginecológico. Por consiguiente debes
permitir que tu obstetra haga un examen ginecológico completo, una vez que por
ecografía se haya descartado una mala localización de la placenta. Es de buena
medicina, si no se ha realizado previamente, someter a todas las embarazadas a
un chequeo ginecológico y mamario completo durante este segundo trimestre del
embarazo.

INFECCIONES VAGINALES:

Debido a las hormonas circulantes se producen cambios en las condiciones de


temperatura, humedad y acidez vaginal que facilitan ciertos tipos de infecciones
superficiales. La más frecuente de ellas es la causada por un hongo, el Candida
albicans. Si tienes flujo, picazón o ardor consulta a tu médico. No te
automediques, ya que ciertas drogas medicinales incluidas en forma de óvulos
vaginales pueden absorberse a través de la mucosa vaginal y resultar
perjudiciales para el bebé.

VALORACION DE ENFERMERIA.

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