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Bloque 9:

9.1 Alfonso XIII: Crisis del sistema político de la Restauración. Fuerzas politicas de oposicion
La Restauración inicia tras el fracaso de la 1º República, con Alfonso XII. Este muere en 1885,
pasando a la regencia de María Cristina. Ella se apoyó en el sistema canovista, caracterizado por el
turno pacifico entre dos partidos, el liberal y el conservador, que se mantuvo hasta el comienzo del
reinado de Alfonso XIII (1902, al ser mayor de edad). El comienzo del reinado lo marcan las críticas
contra la situación del país: crisis de 1898 (pérdida colonias). Nace el regeneracionismo con Joaquín
Costa. Lucha contra el analfabetismo y la pobreza, que provocan atraso respecto a Europa, y la
corrupción política de la Restauración. Los partidos habían perdido a sus líderes, Cánovas es
asesinado por un anarquista (1897) y Sagasta muere en 1903, provocando luchas internas por el
liderazgo. La corrupción hizo crecer a la oposición:

Asociaciones obreras: aumentan los afiliados. El PSOE (socialistas), liderado por Pablo Iglesias
hasta 1925, y el sindicato UGT. El PSOE, aliado con los republicanos, consiguió un escaño en las
Cortes (Iglesias). Había dos asociaciones nuevas para anarcosindicalistas, la CNT (Conf Nac de
Trab, 1911) y la FAI (Fed Anarq Iber).

Republicanos: crecieron por el desprestigio de la monarquía, pero muy divididos. Nuevos partidos:
Partido Republicano Radical (Lerroux) y el Partido Reformista (Melquiades Álvarez) ligado al
regeneracionismo. Son políticos conservadores y liberales, como Alcalá Zamora. En Valencia lo
defiende el escritor Blasco Ibáñez.

Nacionalismo: crece en Cataluña con la Lliga catalana de Cambó; y en País Vasco el PNV de Arana
evoluciona desde el separatismo radical a la autonomía dentro del Estado, ambos conservadores y
católicos.

Hay críticas, pero liberales y conservadores mantienen el turno. Francisco Silvela sustituyó a
Cánovas con regeneracionismo: redujo el caciquismo y creó los Ministerios de Instrucción y
Agricultura. Le sucede Antonio Maura, conservador que promovió la Ley electoral para el fin del
caciquismo (en la práctica imposible), la legalización de la huelga y el Instituto Nacional de Previsión
(Seguridad Social). Fue bloqueado por la crisis de 1909 por la ocupación española en Marruecos.
Provocó la resistencia de la guerrilla marroquí y enfrentamiento militar con grandes bajas. Maura
decidió movilizar a los reservistas catalanes en 1909. Se convoca huelga general en Barcelona y
barricadas en el puerto, dando paso a la Semana Trágica con enfrentamientos violentos contra las
fuerzas del orden, proclamación de la República y actos vandálicos anticlericales (quema de
conventos y escuelas religiosas). Maura ordenó arrestos y represión, con la ejecución de cinco
personas como José Ferrer Guardia, anarquista fundador de la Escuela Moderna de Barcelona.
Hubo reacción nacional e internacional contra esto por pruebas insuficientes. La presión política
obligará a Maura a dimitir.

Le sucede José Canalejas (1910-12), liberal, con reformas como: regulación de la jornada laboral y el
trabajo de mujeres y niños; ley del Candado que prohibía crear nuevas órdenes religiosas y
ordenaba cerrar otras; y ley de reclutamiento forzoso en caso de guerra sin exenciones. Muere en un
atentado en 1912. Le sigue Eduardo Dato, conservador que responde al nacionalismo catalán con la
creación de la Mancomunidad de Cataluña cuyo primer presidente será Enric Prat de la Riba. Dato
coincide con el inicio de 1º GM, donde España es neutral (1914-18).
9.2 Intervención en Marruecos. Repercusiones 1º GM. Crisis 1917, Trienio Bolchevique
La intervención en Marruecos se dio en el siglo XIX; España había perdido en 1898 Cuba, Puerto
Rico y Filipinas dejando al ejército humillado; este encontró en el Norte de África oportunidad de
actuación y ascenso al comienzo del reinado de Alfonso XIII (1902). En 1906 se firma la Conferencia
de Algeciras entre Francia y España: reparto de un Protectorado en el Rif marroqui, aceptado por el
sultán (mantiene soberanía). Se inicia la explotación minera, rechazada por poblaciones rifeñas
organizadas en guerrillas. En 1909, por los ataques contra los obreros de la Compañía Minera del
Rif, interviene el ejército español, que acaba en una matanza del ejército en el Barranco del Lobo. La
guerra fue denunciada por sindicatos, intelectuales y republicanos, La imposibilidad de reducir a la
guerrilla termina en la firma de la paz con los rebeldes y la penetración pacífica y vigilada.

También afectó al reinado el inicio de 1º GM, en 1914. Los intelectuales se dividen en aliadófilos y
germanófilos, pero el gobierno de Dato declara a España neutral. Esto favoreció el desarrollo
industrial y las exportaciones, e impulsó las sociedades mercantiles y la banca por la paralización
industrial de los países en guerra. Los beneficios no fueron acompañados de mejoras para los
obreros, y se desemboca la crisis de 1917 con tres conflictos:

1. Protestas del ejército: (oficiales peninsulares de Artillería) a través de Juntas de Defensa por la
pérdida de poder adquisitivo y los ascensos de los oficiales en la guerra de Marruecos. Obligaron a
Dato a reconocerlas.

2. Protestas políticas: contra la corrupción del turnismo y caciquismo. El gobierno de Dato y el rey
habían cerrado las Cortes por las protestas. Aumenta el descontento político. En Barcelona se
convoca una Asamblea de Parlamentarios de España por Francesco.

3. Protestas obreras: el PSOE y UGT convocan huelga general, para la formación de un gobierno
provisional que convocará Cortes Constituyentes. Tuvo poco seguimiento en el campo, pero paralizó
trenes e industria por una semana. El ejemplo de la revolución bolchevique en Rusia llevó al
gobierno a declarar el Estado de guerra y la movilización del ejército. La revolución popular dio un
giro a las protestas de las Juntas Militares, que apoyaron al gobierno para reprimir a los huelguistas.
Los años previos al golpe de Estado de Primo de Rivera se caracterizaron por la descomposición del
sistema de la Restauración y el aumento de las movilizaciones.

La represión aumentó mucho: el PSOE cuadruplicó sus afiliados, y las movilizaciones se extendieron
al campo andaluz, con el Trienio Bolchevique (1918-21). En Cataluña anarquistas inician ataques
terroristas que sustituyen a la lucha sindical. La patronal empieza contratando pistoleros a sueldo, y
después obtiene apoyo de sindicatos anti cenetistas. El propio Dato muere a manos de un terrorista
en 1921. El turnismo se deshace, sustituido por gobiernos de concentración de conservadores,
liberales y otros moderados.Fueron combatidos por socialistas, republicanos y nacionalistas de
izquierdas que intentaban atraer seguidores.

Entre 1914-23 hubo quince gobiernos distintos y el rey Alfonso XIII intervino frecuentemente,
suspendiendo las reuniones de las Cortes, por lo que fue criticado. A esto se unen las dificultades en
la guerra de Marruecos. En 1921 se produce el Desastre de Annual, por la operación fallida del
general Silvestre. El resultado fue el ataque de Abd el Krim, la retirada española, la pérdida de las
posiciones ganadas y la muerte de más de 9.000 personas.
9.3 Dictadura de Primo de Rivera
Durante el reinado de Alfonso XIII (1902-31), desde 1917, el régimen de la Restauración entró en
crisis. En los años siguientes era difícil formar mayorías en el Parlamento, provocando crisis de
gobierno. Aumentó la conflictividad social . A ello se unió en 1921 el desastre de Annual.

Durante la primavera de 1923 se estaba conspirando contra el Gobierno, desde dos movimientos
distintos. Uno vinculado a la desaparición de las Juntas de Defensa de Barcelona; y otro desde
Madrid, que buscaba instaurar un gobierno fuerte, manteniendo la Constitución y la monarquía. El
capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, con plenos poderes para luchar contra el
terrorismo en Barcelona, al negárselo se convirtió en enlace de ambos y jefe de la sublevación. El 13
de septiembre de 1923 Primo de Rivera dio un golpe de Estado, que fue reconocido por Alfonso XIII,
mandándole formar gobierno sin contar con el Parlamento. El nuevo régimen recibió el apoyo de la
burguesía, del Partido Socialista y la UGT. Primo de Rivera, afirmaba no pretender establecer un
régimen definitivo.

De septiembre 1923 a diciembre 1925, se desarrolla la etapa del Directorio Militar. Se proclamó el
Estado de guerra (casi dos años), Primo de Rivera disolvió las Cortes, suspendió la Constitución,
sustituyó los gobernadores civiles por militares, publicó el Decreto de Incompatibilidades, paró el
expediente Picasso, creó el Somatén Nacional, disolvió la Mancomunidad de Cataluña, persiguió el
radicalismo vasco (PNV) y a los anarquistas. Su mayor éxito vino de Marruecos. Tras una etapa de
abandono, los ataques rifeños a las posiciones españolas(1924) y las conversaciones con Franco y
Sanjurjo, le animaron a acabar con el conflicto. Se preparó un potente ejército, que unido al francés,
desembarcó en la bahía de Alhucemas (septiembre 1925), y tras semanas de batallas, Abd-el-Krim
se entregó.

En diciembre de 1925 se constituyó el Directorio Civil. Tras los éxitos económicos y políticos, Primo
de Rivera intentó consolidar el régimen a imitación del fascismo italiano. Convocó una Asamblea
Nacional Consultiva, formada por miembros de UP, que llegaría a presentar un anteproyecto de
Constitución de 1929 que no llegó a promulgarse. En política social,se creó el Consejo Nacional del
Trabajo. En esta etapa de bonanza económica, siguió en suspenso la Constitución, legislado por
decreto. Colaboraron representantes de la oligarquía tradicional (conde de Guadalhorce), nuevos
políticos civiles (1. Calvo Sotelo), junto a militares (Martínez Anido). Se acometió la ejecución de
obras públicas (carreteras, ferrocarriles...)

La dictadura no solucionó la cuestión catalana, Desde 1928 el PSOE empezó a pensar en una
solución republicana, y lo mismo proponen CNT y PCE. El ejército peninsular descontento por el
favoritismo hacia los militares africanistas. A ello se unía la FAI (1927) y la crisis de 1929. Cada vez
más aislado políticamente, el 28 enero 1930 Primo de Rivera presentó su dimisión al Rey.

Al final del reinado de Alfonso XIII (1930-1931), el rey decidió restablecer el viejo sistema
parlamentario, pero los dos gobiernos que se sucedieron ni restablecieron la Constitución de 1876 ni
convocaron elecciones generales.

Tras la dimisión de Berenguer, el nuevo gobierno del almirante Aznar convocó elecciones
municipales el 12 de abril. Acudieron en coalición los firmantes del Pacto de San Sebastián, con un
resultado favorable que desencadenó la abdicación del rey y la proclamación de la II República.
Bloque 10:

10.1 Segunda República. Constitución 1931. Bienio Reformista


Tras la Dictadura de Primo de Rivera, Alfonso XIII decidió nombrar al almirante Juan Bautista Aznar
presidente del Gobierno, convocando elecciones el 12 de abril de 1931. Las candidaturas
republicanas consiguieron la mayoría. El 14 de abril fue proclamada la Segunda República Española.
Se constituyó un Gobierno provisional, presidido por Niceto Alcalá Zamora. Desde sus principios, la
República tuvo que enfrentarse a una serie de problemas relacionados con el nacionalismo, la Iglesia
y los monárquicos. El 14 de abril, Francesc Macià proclamó en Barcelona la República catalana
independiente, y puso fin a su república ante el compromiso de buscar una solución inmediata para
la autonomía de Cataluña.

La primera desavenencia de importancia con la Iglesia fue con el cardenal Segura quien atacaba a la
república y exaltaba la figura de Alfonso XIII. El 10 de mayo un grupo monárquico se reunía en un
piso de Madrid y hacía sonar la Marcha Real. Este Incidente desató una oleada de acontecimientos
que escaparon a todo control.

El 28 de junio se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes. El partido que obtuvo más escaños
fue el PSOE. Las nuevas Cortes elaboraron la Constitución de 1931 cuyas características son:
declaración de derechos amplísima, Estado único, propiedad privada de los medios de producción
subordinada a los intereses de la economía nacional, aumento del poder de las Cortes (constataban
de una sola cámara que incluya a las mujeres). En materia religiosa, el Estado fue declarado laico
pero no reconocía la práctica de cualquier religión.

Días después se formó el primer gobierno constitucional presidido por Manuel Azaña integrado
principalmente por republicanos de izquierdas y socialistas. En un gesto conciliador se cedió la
Presidencia de la República a Alcalá Zamora, se iniciaba el bienio reformista o azañista (1931-1933).
En el nuevo marco de las relaciones Iglesia-Estado, la República adoptó las siguientes medidas:
extinción del presupuesto del clero y culto, disolución de la Compañía de Jesús, prohibición a las
órdenes religiosas de ejercer la enseñanza, y el reconocimiento del matrimonio civil y del divorcio.

En materia educativa se centraron los mayores esfuerzos en la enseñanza primaria gratuita, laica y
obligatoria. Se crearon las Misiones Pedagógicas, para llevar la cultura y la educación al mundo
rural. Reconocidas las autonomías por la Constitución, durante este bienio solo se formalizó el
Estatuto de Cataluña. Se creaba un gobierno autónomo (Generalitat) compuesto por el Parlamento,
un Consejo Ejecutivo y el presidente. En cuanto al País Vasco, el PNV y los carlistas elaboraron un
estatuto tan tradicionalista y poco democrático que fue rechazado.

La reforma del Ejército se convirtió en un asunto prioritario. Se adoptaron una serie de medidas:
colocando al frente de las principales capitanías generales militares de confianza política, publicando
un decreto que permitía a todos los oficiales pasar de forma voluntaria a la reserva sin disminuir su
sueldo, se creó la Guardia de Asalto como cuerpo de la República para mantener el orden público.
En 1932 se aprobó la Ley de Reforma Agraria que pretendía acabar con la desigualdad social. Se
realizó una indemnización de parte de los latifundios que serían entregados en pequeños lotes de
tierras a los jornaleros. Los resultados fueron insatisfactorios. En cuanto a las fuerzas políticas y
sociales de la oposición, destaca el anarquismo. Los campesinos se sublevaron en Casas Viejas y
atacaron el cuartel de la Guardia Civil, lo que justificó el envío de la Guardia de Asalto para devolver
el orden protagonizando una intervención que desacreditó al gobierno.
Los partidos de derecha, se clasifican en tres grupos: posibilistas, liderados por la CEDA (Gil
Robles), derecha antirrepublicana representada por el Partido Carlista o Tradicionalista (Fal Conte), y
la extrema derecha totalitaria en las Juntas Ofensivas Nacional-Sindicalista (JONS), de Onésimo
Redondo y Ramiro de Ledesma y la Falange Española de Jose Antonio Primo de Rivera. En 1934 se
reunieron formando la Falange Española de las JONS.

En el seno del ejército había una gran división entre partidarios y enemigos de la República. Las
conspiraciones militares fueron continuas, pero la que llegó más lejos fue la sublevación del
monárquico general Sanjurjo, Fue un golpe precipitado con escasa coordinación, por lo que fue
sofocado con facilidad.

10.2 Gobierno Radical Cedista. Revolución de Asturias. Frente Popular, elecciones 1936
En septiembre de 1933, las circunstancias obligaron a Azaña a dimitir. Alcalá Zamora disolvió las
Cortes, y fijó la fecha para unas nuevas elecciones. En estas los anarquistas propusieron su
abstención, los socialistas se presentaron por separado pero los republicanos de izquierdas, y las
derechas se agruparon en el Partido Radical y la CEDA. Pero la gran novedad es que las mujeres
votaron por primera vez. El partido que obtuvo más escaños fue la CEDA. La reacción anarquista no
se hizo esperar con levantamientos.

Los dos primeros gobiernos que se formaron fueron representados en su mayoría por miembros del
Partido Radical. La CEDA supo comprender que aún no le había llegado el momento de gobernar y
esperó para ello hasta 1934. Esta etapa se caracterizó por la política de rectificación reparando los
excesos del bienio anterior: se aprobó la Ley de Amnistía, se adoptaron medidas a favor de la Iglesia
como el restablecimiento parcial del pago del sueldo por parte del Estado, y se presentó un proyecto
de reforma constitucional referidas a temas como la religión, la enseñanza o el matrimonio civil. Esta
política provocó la radicalización de la izquierda popular.

Tras la victoria electoral de la derecha en 1933 los socialistas se plantearon la posibilidad de una
revolución popular, no secundada por los anarquistas. Para entender esto, es necesario considerar
los acontecimientos exteriores, en especial con la subida de Hitler al poder. El comienzo de la
revolución se había fijado para septiembre, pero el detonante fue la formación, el 4 de octubre de
1934 de un nuevo gobierno más de derechas que incorporó por primera vez tres ministros de la
CEDA.

La UGT convocó la huelga general nacional para el 5 de octubre. La sublevación fue un fracaso
porque el ejército sofocó con facilidad los focos huelguistas. El único lugar en el que triunfó la
resurrección fue Asturias donde se había firmado la Alianza Obrera, con el fin de socializar los
medios de producción en un movimiento revolucionario conjunto. Los obreros consiguieron ocupar
por las armas toda Asturias y proclamaron la Revolución Socialista de Consejos Obreros. El gobierno
reaccionó enviando tropas procedentes de Marruecos, al mando del general Franco. El saldo de
víctimas mortales fue elevado. La represión posterior se caracterizó no solo por su dureza sino
también por su arbitrariedad. Se realizaron cerca de 30000 detenciones y fueron numerosas las
condenas de muerte, pero al final se indultó a los máximos responsables y se ejecutó a dirigentes
secundarios.

La revolución de octubre provocó una fuerte polarización de posiciones. Por parte de la derecha,
Calvo Sotelo fundó el Bloque Nacional, con el que pretendía establecer una alternativa a la
República. Para ello aspiraba a contar con el apoyo del ejército. Y dentro de este se creaba poco
después la Unión Militar Española. Por su parte, la izquierda, impulsó una concentración de fuerzas
creando el Frente Popular. Contribuyó el avance del fascismo en Europa y la recomendación de la
Internacional Comunista de frenarlo mediante el frente antifascista integrados por todas las fuerzas
de izquierdas.
A finales de 1935 se abrió una profunda crisis política que conduciría a la disolución de las Cortes y
la convocatoria de nuevas elecciones. Una de las razones fue el hundimiento del Partido Radical,
como consecuencia de dos grandes escándalos: el primero fue el escándalo del estraperlo una
especie de ruleta de casino trucada que a pesar de ser un juego fraudulento, se introdujo en varios
casinos por mediación de algunas figuras del Partido Radical. El segundo fue una acusación de
corrupción económica. Lerroux fue exculpado en ambos, pero su carrera política y la del partido
quedaron destrozadas. Ante la negativa de Alcalá Zamora, presidente de la República, a mandar
gobierno a la CEDA, era necesaria una consulta electoral que decidiese la nueva mayoría
parlamentaria.

La izquierda vio la necesidad de unir sus fuerzas contra la reacción de las derechas. En
consecuencia se configuró el Frente Popular, que agrupaba a toda la izquierda. La participación
electoral fue la más alta de todas y, aunque los votos de derechas y centro superaban ligeramente a
los del Frente Popular, el reparto de escaños, en cambio, benefició a la izquierda. Al día siguiente, Gil
Robles y Franco presionaron a diferentes altos políticos y militares para que se declarase el estado
de guerra. Desde entonces, un sector importante del ejército empezó a prepararse para un inminente
alzamiento militar.

La siguiente medida fue la restauración plena del estatuto de autonomía de Cataluña. Companys
volvió a asumir la presencia de la Generalitat. Se retornó también la expropiación y adjudicación de
tierras a los campesinos. Por último el Congreso destituyó al presidente de la república, Alcalá
Zamora y fue elegido Manuel Azaña quien pretendía que el gobierno lo formara Indalecio Prieto, pero
se negó el propio grupo republicano. El PSOE, dominado por su lado más radical encabezado por
Largo caballero, se decantaba por la revolución socialista.

10.3 Guerra Civil: Sublevación militar y estallido de la guerra


Con frecuencia se han esgrimido dos teorías: la guerra como consecuencia de una intervención
fascista ,o como reacción para defender la religión y frenar el avance del comunismo internacional.
Sin embargo la realidad es que fue el resultado de una multiplicidad de factores.

Desde el triunfo del Frente Popular, un grupo de generales, con la adhesión de grupos de derecha
preparaban un alzamiento militar. Su objetivo era la instauración de un régimen autoritario bajo el
Gobierno de una Junta Militar presidida por Sanjurjo.La organización del alzamiento estaba al mando
del general Mola. El gobierno del Frente Popular, consciente de la amenaza, hizo cambios en el
ejército y trasladó generales sospechosos para reducir su capacidad de actuación. Franco fue
cesado como jefe del Estado Mayor y trasladado a Canarias, pero esto no paró el alzamiento militar.

El pretexto lo proporcionó el asesinato de Calvo Sotelo a manos de un grupo de Guardias de Asalto


que actuó en represalia por el asesinato del teniente Del Castillo. En su entierro se dijeron unas
palabras que anunciaban lo que iba a suceder "Imitar tu ejemplo, vengar tu muerte, salvar a España".
El alzamiento se inició el 17 de julio en el norte de Marruecos. Al frente de la sublevación debería
ponerse el general Sanjurjo, pero éste murió al estrellarse su avión el 20 de julio. En los primeros
días, la sublevación triunfó en dos franjas: una al sur y otra en el norte. Respecto a la naturaleza del
alzamiento destacan dos rasgos: la iniciativa casi exclusivamente militar y el objetivo real de
implantar un régimen autoritario.

Alemania, Italia y Portugal, países que mantenían regímenes fascistas o similares apoyaron a los
militares sublevados. La Alemania nazi ofreció ayuda más determinante en el ámbito militar, con la
participación directa de la Legión Cóndor y la participación de un considerable número de soldados y
oficiales, aviones e incluso ayuda económica. La Italia fascista de Mussolini proporcionó una ayuda
incluso más vital destacando el papel de su armada. Menor fue la aportación del Estado Novo
portugués con ayuda diplomática y envío de voluntarios.
La República debió de haber recibido ayuda de las democracias occidentales pero el temor a que se
desencadenara una nueva guerra europea llevó a los partidos democráticos a inhibirse. Los únicos
que apoyaron fueron la URSS y México. La ayuda de la URSS fue la más importante y decisiva, con
aportaciones de hombres y material armamentístico. Sin embargo, el pago de esta deuda ha sido
uno de los temas más polémicos ya que se hizo mediante el depósito en Moscú de las reservas de
oro del Banco de España. El régimen franquista denunció la apropiación por parte de los rusos del
oro español, mientras que otros estudios dicen que el valor fue superior a lo depositado. El gobierno
de México proporcionó armas, alimentos y apoyo diplomático. Por último deben destacarse las
Brigadas Internacionales, en cuya creación fue esencial la Unión Soviética, a través de la
Internacional Comunista. Eran cuerpos de voluntarios que se dirigieron a España para ponerse al
servicio de las Fuerzas Armadas de la República.

Gran Bretaña se limitó a evitar una nueva guerra europea. En cambio Francia, bajo la dirección del
socialista León Blum, al principio decidió ayudar a la República, pero las presiones británicas y
divergencias internas le hicieron suspender la venta de armamento. Ante estas circunstancias,
Francia propuso la creación del Comité de No Intervención para evitar la internacionalización del
conflicto y ayudar a la República evitando que los sublevados obtuvieran ayuda militar del exterior. El
primer paso fue la firma entre Gran Bretaña y Francia del Pacto de No Intervención, al que se
adhirieron después otros 25 países europeos y se creó el Comité de No Intervención. Pero fue del
todo ineficaz. La Sociedad de Naciones se creó tras la Primera Guerra Mundial para velar por la
resolución pacífica de conflictos internacionales. La República intentó que interviniera contra Italia y
Alemania pero esta resolución acabó por no ser aplicada.

10.4 Fases de la Guerra Civil. Evolución políticoeconómica. Consecuencias y costes humanos


La Guerra Civil (1936-1939) se puede dividir en tres fases. La primera se desarrolló entre julio de
1936 y marzo de 1937. El ejército de África, bajo el mando del general Franco, cruzó el estrecho de
Gibraltar. Queipo del Llano ocupó el sudoeste de Andalucía: el general Mola se apoderó del Norte y
Goded ocupó Baleares. La conquista de Badajoz permitió unir las dos partes del ejército sublevado.
Al finalizar el verano de 1936 la República controlaba dos zonas incomunicadas entre sí: la franja
industrial del Cantábrico y la mitad oriental. El objetivo de Franco era la toma de Madrid, pero antes,
las tropas nacionales liberaron el Alcázar de Toledo. Sin embargo, los ataques contra la capital
fracasaron por lo que se optó por maniobras envolventes en las que las victorias republicanas en las
batallas del Jarama y Guadalajara impidieron el éxito franquista.

En la primavera de 1937, el ejército sublevado, inició la campaña del norte, comenzando así la
segunda etapa (abril 1937- noviembre 1938), en la que se consumó la conquista de la franja
cantábrica, importante por su potencia industrial. En esta ofensiva tuvo lugar el bombardeo de
Guernica por la legión Cóndor alemana. En esta fase se inició la guerra de Brunete, ofensiva
republicana que tenía como objetivo disminuir la presión contra Madrid. Mientras iban conquistando
el norte las tropas rebeldes, los republicanos recuperaron Teruel, pero la perderían de nuevo meses
después. En la primavera de 1938, las tropas franquistas, llegaron a Vinaroz quedando la república
dividida en territorios aislados entre sí. Ante esta situación en julio de 193, los republicanos lanzaron
su última ofensiva en el Ebro, donde se inició la batalla más sangrienta.

Tras la batalla del Ebro se iniciaba la tercera y última etapa de la guerra (diciembre 1938-marzo
1939) en la que se produjo la ofensiva sobre Cataluña que provocó la toma de Barcelona. En Madrid,
el coronel Casado, se rebeló contra el gobierno de Negrin ante la decisión de alargar el conflicto
esperando al estallido de la Segunda Guerra Mundial, e intentó negociar la paz. El 28 de marzo,
Franco hacía su entrada en Madrid, un día después eran ocupadas Valencia y Alicante. El 1 de abril
se firmó el último parte de guerra.

En cuanto a la evolución política de la España republicana destacaron los siguientes gobiernos:


Casares Quiroga, presidente cuando se inició la sublevación militar. Será con José Giral, cuando se
tome esta decisión provocando la pérdida de control del Estado republicano y el vacío de poder. En
septiembre de 1936 se convertía en presidente Largo Caballero. Este nuevo gobierno se propuso
dos objetivos: crear un verdadero ejército con mando unificado y restablecer el poder del Estado.
Ante el avance de las tropas franquistas, el gobierno se trasladó a Valencia y la capital quedó al
mando de una Junta de Defensa. Finalmente se hará con el gobierno el socialista Negrin quien
gobernó apoyado por los comunistas.

En el bando sublevado se creó la Junta de Defensa Nacional con sede en Burgos y presidida por
Cabanellas. El 1 de octubre la Junta nombraba a Franco jefe de Estado y generalísimo. En 1937 se
crearon la FeT y las JONS gracias al Decreto de Unificación, y en 1938 Franco asumía su
presidencia. Se institucionaliza el nuevo régimen nacional sindicalista.

La economía española atravesó una grave crisis que afectó a todos los ámbitos de la producción,
distribución y consumo. La España republicana controló las zonas industriales y principales ciudades.
En cambio, las zonas agrícolas eran insuficientes para alimentar a la sociedad por lo que se aceleró
la reforma agraria. En cuanto a la financiación de la Guerra se recurrió a la emisión de la deuda
pública y al depósito de oro del Banco de España en Moscú para pagar el material enviado por la
URSS. Por su lado, los sublevados poseían el control de la mayor parte de las tierras de cultivo. Sus
carencias industriales explican el interés mostrado por ocupar el norte. En cuanto a las tierras
expropiadas, se restituyeron los antiguos propietarios. Respecto a la financiación de la guerra, los
sublevados no disponían de reservas metálicas, pero recibieron ayuda de los regímenes fascistas
italianos y alemanes. Sus aportaciones en material militar fueron elevadas, su pago fue negociado
por los dos países.

Como toda guerra, la española se cobró un precio muy alto en destrucciones materiales (carreteras,
puentes, edificios, etc.). La producción agraria e industrial disminuyó y no se volvió al mismo nivel
que había previo a la guerra hasta 1952. El número total de víctimas pudo haber superado el medio
millón. Puntos negros destacados fueron Badajoz, donde los militares sublevados fusilaron a casi
4000 personas; y por el bando republicano, Paracuellos del Jarama, donde fueron ejecutados unos
2500 presos nacionalistas. Por último debemos destacar el exilio para huir de la represión.

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