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guerra de Marruecos hicieron imposible la supervivencia del régimen de la
Restauración.
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En el terreno social, la dictadura puso en marcha un modelo de regulación del trabajo
que pretendía eliminar los conflictos laborales mediante la intervención del Estado, la
integración de los sectores moderados del movimiento obrero y la represión de las
organizaciones más radicales. Con este fin se creó la Organización Corporativa
Nacional,
que agrupaba a patronos y obreros en grandes corporaciones (sindicalismo vertical).
La oposición a la dictadura estuvo integrada por algunos líderes de los partidos
dinásticos, los republicanos, los nacionalistas, los comunistas, los anarquistas,
determinados sectores del ejército y la casi totalidad de los intelectuales.
La creciente oposición a Primo de Rivera se intensificó cuando el rey y su camarilla se
convencieron de que la dictadura era un peligro para la permanencia de la monarquía.
En esta tesitura, el rey optó por retirar su confianza al dictador, quien acabó
dimitiendo el 30 de enero de 1930.
El general Berenguer fue el encargado de sustituirle, con la misión de celebrar unas
elecciones que permitieran retornar a la normalidad constitucional. La oposición
comenzó a organizarse y los republicanos, los catalanistas de izquierda y el PSOE
acordaron la firma conjunta del Pacto de San Sebastián, un programa para
presentarse a las elecciones y constituir un comité revolucionario que debería
convertirse en el gobierno provisional de la futura República.
En febrero de 1931, el general Berenguer (incapaz de preparar las elecciones), fue
sustituido por el almirante Aznar.
El gobierno decidió convocar en primer lugar las elecciones municipales para el 12 de
abril de 1931. Se intentaba volver a la normalidad, pero Alfonso XIII se había
comprometido excesivamente con la dictadura y las elecciones se presentaron como
un plebiscito a favor o en contra de la monarquía.
El resultado de las elecciones dio la victoria a las fuerzas republicanas en la mayoría de
las grandes ciudades. Ante esta situación, el rey Alfonso XIII renunció a la Corona,
abandonó España y el 14 de abril se proclamó la República.