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El mar, como sujeto económico y político, ha sido tanto cauce para el desarrollo
humano como instrumentos de dominio geopolítico. La historia permite comprobar que las
grandes potencias mundiales de los últimos siglos han sido a su vez grandes potencias
marítimas y navales.
Desde los tiempos de los primeros navegantes fenicios al Mare Nostrum del imperio
romano en la edad antigua; las grandes Ciudades-Estado mercantes de la edad media como
Venecia y Génova; la era de los grandes descubrimientos por los imperios portugués y
español en la edad moderna; el colonialismo de la edad contemporánea del imperio
británico o el imperialismo norteamericano del último siglo revela que el dominio del mar y
la preponderancia naval ha sido y es un factor estratégico determinante para el desarrollo y
poderío que las mayores potencias mundiales alcanzaron sobre otros pueblos que por
intereses ajenos y, en ocasiones, por simple desinterés o desconocimiento del potencial que
representa ser un país con salida al mar, lo han ignorado. 1 Por ello, no es coincidencia que
1
Sergio Uribe Cáceres, Johnny Díaz Uribe, Mauricio Rodríguez Ruiz, Estrategia marítima, evolución y
prospectiva, Bogotá, Colombia, Escuela Superior de Guerra, 2015, pp. 42-44.
las grandes talasocracias2 existentes a lo largo de la historia hayan sido a su vez grandes
potencias mundiales.
Estas características geográficas, que ubican al espacio mexicano entre los dos
mayores océanos del mundo y frente a las tierras euroafricanas y asiáticas, junto a distintos
proyectos políticos, han moldeado la realidad socio-histórica de la nación y el Estado, pues
en su espacio geográfico se unieron, desde siglos atrás, los hombres de razas y pueblos de
ambas partes del mundo y desde él se dispersaron grandes culturas, como las que
florecieron en Mesoamérica, con su alto grado de civilización, su escritura, sus artistas y
arquitectura, así como hombres ilustres que realizaron grandes proezas históricas, como la
conquista del comercio y mercado asiático, la colonización de las Filipinas y el dominio
económico que la Nueva España completó y ejerció sobre las Antillas y la Nueva Granada.4
2
El origen etimológico de este vocablo proviene de las raíces griegas thalassa (mar), y kratos (poder,
gobierno). Es decir, el gobierno de una potencia marítima. Desde una perspectiva geopolítica, son aquellos
pueblos, imperios o naciones en los que su fuerza e influencia dependen del control y dominio del mar. Ver.
Alfred W. McCoy, “A new age of sea power”, [ en linea ] , en Le Monde Diplomatique, abril 2018. Dirección
URL: https://mondediplo.com/openpage/a-new-age-of-sea-power (Consultado 17/10/2019).
3
Arturo Ponce Urquiza. Escenarios geopolíticos para el México global. Un acercamiento a los temas del siglo
XXI, México, Editorial Cenzontle, 2015, p. 7.
4
Alberto Escalona Ramos, “Un dato interesante en una Geopolítica de México”, en Boletín de la Sociedad
Mexicana de Geografía, T. LXI, núm. 2 (1946), p. 4.
marítima; es decir, una visión que contempla como relevante los asuntos entre el Estado y
su condición marítima bioceánica, la cual fue capaz de posicionar a estos conjuntos
geohistóricos con total supremacía en el ámbito continental de aquellas épocas.5
5
Pilar Ostos Cetina, “La proyección Geopolítica de México: La importancia de su pasado imperial en el siglo
XXI”, en Instituto de Investigaciones Estratégicas de la Armada de México, núm. 1, 2016, p. 2.
6
Alberto Escalona Ramos, Geopolítica Mundial y Geoeconomía, México, Ed. Ateneo, 1959, p. 18
7
Ibidem., p. 22.
En consecuencia, para el estudio de cualquier Política de Estado como de su cultura,
más que un sentido puramente histórico o geográfico, se debe desarrollar un sentido
geohistórico. Con este fin, el presente capítulo está encaminado a desarrollar estos dos
criterios teórico-metodológicos, Geopolítica y Geohistoria, con el propósito de aplicarlo a
nuestro propio diseño geopolítico, a nuestra propia realidad geográfica, histórica y social, y
con ello abonar al debate sobre la construcción de un modelo geopolítico de los mares de
México o talasopolítico.
1.1 Geopolítica
8
Virginie Mamadouh, “Reclaiming geopolitics: Geographers strike back”, in Geopolitics, vol. 4, núm. 1
(1999), p. 119.
estratégicos, es decir, bajo un proyecto de la acción posible, estar en la posibilidad de trazar
políticas tanto internas como externas con el fin de resolverlos.9
Bajo esta concepción, la Geopolítica implica partir de una base física permanente:
la geografía nacional, pero en especial de su conocimiento y de las implicaciones internas
y externas que, de factores como la posición, ubicación, recursos, etc., por dar un ejemplo,
se derivan, apoyadas en la estrategia, o más bien en el pensamiento estratégico,10 el cual
permite determinar, bajo un juicio razonado, intuitivo y consistente, acciones futuras que
consignan la dirección hacia la que debe de avanzar los objetivos del Estado nacional que le
ayudarán a determinar los intereses nacionales y campos de acción futuros de una manera
aceptable.11
Nicholas Spykman refuerza lo antes mencionado, ya que afirma que la geografía “es
el factor condicionante más fundamental de la política nacional porque es el más
permanente y el espacio su atributo principal” [ las cursivas son mías ] .12 No obstante, la
geografía en sí es pasiva y neutral, y las ventajas que pueden emanar de la misma no son
reales sino en la medida que la nación posea una clara visión y una convicción de las
posibilidades de desarrollo, de aprovechamiento o de goce que existen en sus espacios y la
voluntad de hacerlo; esto es, de acuerdo con Friedrich Ratzel, fundador de la geografía
humana, el factor del sentido del espacio, que no es más que la aptitud que tiene la
población para dominar, gestionar y valorizar un espacio determinado y sus recursos.13
En ese mismo sentido, Jorge Atencio ofrece una definición de la Geopolítica, como
aquella que:
9
Leopoldo González Aguayo, “Reflexiones sobre las etapas geopolíticas y la política exterior: el modelo
mexicano. Un ensayo de periodización de la geohistoria”, en Leopoldo González (coord.) Los principales
autores de las escuelas de la Geopolítica en el mundo, México, ed. Gernika, 2011, pp. 347.
10
De acuerdo con Bennis y Mische el pensamiento estratégico consta de una serie de elementos:
Investigación del futuro; Planeamiento normativo; Planeamiento estratégicos; Planeamiento e
Implementación. Citado por Mario Santos Caamal. La globalización de la seguridad nacional, México, Centro
de Estudios Superiores Navales (CESNAV), 2002, p. 9.
11
Ibidem., pp. 10-11.
12
Citado por Heriberto Cairo Carou, “Comentario: ‘El pivote geográfico de la historia’, el surgimiento de la
geopolítica clásica y la persistencia de una interpretación telúrica de la política global”, en Geopolítica(s).
Revista de estudios sobre espacio y poder, vol. 1, núm. 2 (2010), p. 326.
13
André Hillion. Espacios económicos y poder, Buenos Aires, Pleamar, 1978. P. 27.
Estudia los hechos políticos, considerando al mundo como una unidad cerrada, en la que
tienen repercusión según la importancia de los Estados. En este sentido, los factores
geográficos, principalmente la situación, localización, extensión, población, recursos y
comunicaciones de los Estados, si bien no son determinantes, tienen una gran importancia y
deben ser tenidos en cuenta para orientar la política exterior. 14
14
Jorge E. Atencio, Qué es Geopolítica, 5ª edición, Buenos Aires, Pleamar, 1986, p.35.
15
Héctor Gómez Rueda, Teoría y Doctrina de la geopolítica, Buenos Aires, Ed. Astrea, 1977, p. 54.
16
Gearóid Ó Tuathail, Critical Geopolitics: The Politics of Writing Global Space, USA, Routledge, University of
Minnesota Press, 1996, p. 24.
Para el Almirante de la Armada de México Lorenzo del Peón Álvarez la Geopolítica
es una respuesta, de tono político y de base espacial, a la acción política sobre el espacio,
acción política que sufre una modificación “cuantitativo-cualitativa” en virtud de la
reacción del espacio.17
Del Peón supone al espacio como sujeto privilegiado de la política, por cuanto es el
espacio el componente determinante del desarrollo evolutivo y praxis de la actividad
política (praxis que es modificada por la acción recíproca del espacio), y, así, como
determinante de toda posibilidad de investigación y ejercicio geopolítico.18
De este modo, para el antes citado Del Peón la Geopolítica es una ciencia que
encadena y conjuga estas dos concepciones vitales al hombre: el espacio y la política, con
centro en el Estado, el cual la define como:
La ciencia que estudia la relación entre los hechos geográficos y los aconteceres políticos …
el estudio y proyección de las reacciones políticas del espacio, la técnica del hacer político,
relacionando el lenguaje de la Política sobre la esfera de la Geografía en el plano de la
Historia para la posible previsión y resolución del fenómeno político. 19
17
Lorenzo Del Peón Álvarez. Geopolítica, Geoestrategia y Tópicos, 3ª edición, México, Ed. Herrero, 1990, p.
46.
18
Ibidem., p. 93.
19
Ibidem., p. 98.
éste puede causar debido a la desigualdad de acción de cada una y de todas estas causas
juntas.20
Escalona Ramos establece que a toda alta Política se deben unir los elementos del
espacio-tiempo. De ahí que mencione: “En la instrumentación de la política nacional más
que contar con un sentido puramente geográfico o histórico se debe desarrollar un sentido
del espacio, es decir, organizar el conocimiento de sus geografías, historias y geopolíticas y
obrar de acuerdo con estas”.21
20
Escalona Ramos, Óp. Cit., p. 59.
21
Ibidem., p. 60.
22
Ídem.
23
Jorge A. Vivo Escoto, Guía de estudio. Curso para profesores foráneos, México, Ed. Herrero, 1961, p. 8.
Además, encierran cabalmente el sentido de la Geopolítica como una diciplina cuya
finalidad radica, según se observa en estas definiciones, en explicar y estudiar los
acontecimientos políticos para dirigir y diseñar la estrategia de Estado mediante los factores
geográficos y hechos históricos.
Haushofer refiere que el espacio es el factor más decisivo en la política mundial, por
lo que la seguridad y desarrollo de los pueblos depende en tanto piensen en función del
espacio. En este sentido menciona: “sólo una nación cuyo espacio se ajusta a sus
necesidades, tanto espirituales como materiales, puede tener esperanza de alcanzar
verdadera grandeza … cuando desatienden la importancia del espacio, son relegados al
último plano”.27
Dentro de este marco, el espacio, junto con el Poder, que es Política, han sido y son
temas centrales en los estudios sobre Geopolítica. Al ser la Geopolítica una diciplina de las
Ciencias Sociales, las materias de que se ocupa están relacionadas con el Estado, el cual
depende de una base física para el desarrollo de la población; por tanto, la Geopolítica se
ocupa del espacio nacional, del espacio integrado bajo un poder de decisión edificado
alrededor de un sistema institucional que emana, por lo menos teóricamente, del pueblo.28
26
Karl Haushofer, “Poder y Espacio”, en A. Rottenbach (ed.), Antología Geopolítica, Buenos Aires, Pleamar,
1975, p. 85.
27
Ídem.
28
Luis González Tule, “Organización del espacio global en la geopolítica "clásica": una mirada desde la
geopolítica crítica”, Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad, vol. 13, núm. 1 (2018), p.
226.
29
André Hillion. Óp. Cit., p. 49.
Estas observaciones permiten determinar que la Geopolítica es la ciencia del estudio
de las relaciones políticas del espacio. Del Peón Álvarez menciona que la Geopolítica cobra
significancia y se le comprende solo como resultado de la actividad política (actividad
fáctica e intelectual) en y sobre el espacio, pero principalmente sobre la determinación y
aclaración de las consecuencia o productos de esta acción en sus posibilidades a futuro.30
30
Del Peón Álvarez, Óp. Cit., p. 97.
31
Liliana López Levy y Rebeca Ramírez Velázquez, Espacio, paisaje, región, territorio y lugar: la diversidad en
el pensamiento contemporáneo, México, UNAM, Instituto de Geografía: UAM, Xochimilco, 2015, p. 17.
32
Claudia Tomadoni, “A propósito de las nociones de espacio y territorio”, en Gestión y Ambiente, vol. 10,
núm. 1 (2007), p. 57.
definido como el lugar que ocupa la materia o por el contrario a considerársele como una
estructura imaginada que permite organizar la realidad.33 34
Esta perspectiva que considera estudiar al espacio donde se desenvuelven los grupos
humanos en su interrelación con el medio natural, implica considerarlo como una especie
de plataforma o esfera de acción de la humanidad en el tiempo; es, por consiguiente, una
construcción social. Como apunta Bourdieu, se puede considerar al espacio como el ámbito
físico o instancia material que contiene, soporta y posibilita la práctica humana, es decir, el
espacio social o vivido, la objetivación de lo social a partir de la posesión y posición sobre/
en el espacio que producen territorio.36
Por lo tanto, puede inferirse que la dinámica del espacio es función directa de la
organización del grupo humano y de su eficacia. De su extensión derivan capacidades
políticas, económicas, estratégicas y opciones de poder; de su forma depende, en medida
importante, la organización administrativa y el ejercicio de las competencias; sus recursos
aportan los medios de subsistencia y con materias primas para los procesos de desarrollo e
industrialización; y su configuración dicta los conceptos estratégicos, políticos y militares
para la defensa y seguridad de los habitantes.37
33
Liliana López Levy y Rebeca Ramírez Velázquez, Óp. Cit., p. 19.
34
Un concepto más amplio lo encontramos en la definición del Almirante Lorenzo del Peón, quién define al
espacio como … “el ámbito físico en que se desarrolla la vida fáctica del hombre y en el que se desenvuelven
las relaciones intersubjetivas en términos de la objetividad, los valores y sus relaciones. El espacio remite su
comprehensiòn e inteligencia a la percepción de objetos en una visión (o mejor precepción) panorámica de
la situación o ubicación relativa de ellos. Todas las manifestaciones del hombre tienen, en una forma u otra,
una condición témporo-espacial. Un “ahora” y un “aquí” en el devenir de la existencia, que concurren a la
Historia y a la Geografía”. Ver. Lorenzo Del Peón Álvarez Óp. Cit., p. 95.
35
Ibidem., p. 20.
36
Pierre Bourdieu, “El espacio para los puntos de vista” en Revista Proposiciones, núm. 29 (1999), pp. 12-14.
37
Paco Moncayo Gallegos, Geopolítica, espacio y poder, Ecuador, Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE,
p. 81.
Para las Ciencias Sociales el espacio suele ser el estrato material físico y biológico
donde se establecen las sociedades o los grupos humanos, quienes lo usan, habitan y
representan. La Geografía también sostuvo su afirmación disciplinaria desde esta misma
perspectiva y forma de concebir al espacio, al asumir el estudio de las relaciones del
hombre con su medio material natural. 38
Como apunta Efraín León, para las Ciencias Sociales, el espacio geográfico está
constituido por los recursos naturales, ecosistemas, hidrografía, etc., elementos que en su
unidad se encuentran en alguna mediada bajo la influencia de la capacidad e interés de la
sociedad o comunidades humanas.40 Esta observación podría apuntar al supuesto de que el
espacio no tiene definición propia si no es en función del grupo social que lo habita, que lo
estudia y que busca, de él, su explicación en térmicos de su acción sobre el hombre y su
recíproca.
38
Efraín León Hernández, Geografía crítica, espacio, teoría social y geopolítica, México, Ed. Itaka, 2016, p. 73.
39
Milton Santos, La naturaleza del espacio, Barcelona, Ed. Ariel, 2000, p.71.
40
Ídem.
41
Del Peón, Óp. Cit., p. 25.
En Geopolítica, el término espacio no significa propiamente el continente o parte de
ese continente que ocupa cada objeto en su sitio o lugar, ni tampoco exclusivamente el
factor geográfico (superficie o extensión), desvinculado de toda otra consideración
geográfica, política, económica o social, que pueda dar mayor o menor valor a esa
superficie. Por el contrario, si se le relaciona al concepto de lugar en que vive una
comunidad política con otros factores que lo hacen más o menos valioso, previniendo de
considerar aislado al espacio físico geográficamente visto, se obtiene el ambiente
geopolítico en que actúa esa comunidad, es decir, el espacio geopolítico, el cual se entiende
como la suma del espacio geográfico y el aspecto político; 42 es una concepción
verdaderamente política del espacio: variable, modificable e inestable, como es siempre la
situación política de los Estados.43
Este análisis permite afirmar que el espacio no sólo representa una porción
específica de la superficie de la tierra localizada, sino además conlleva un componente
social y político pleno, en el sentido que, en dicho espacio, el hombre emplaza sus ciudades
e implanta su cultura y civilización a través de procesos ligados a la organización social y al
alcance de las técnicas del grupo que lo ocupa.44
Ratzel desarrolló criterios específicos sobre la relación del hombre y sus entidades
políticas con el espacio. Establece que en la historia de la humanidad solo existen dos
elementos que son constantes: el hombre y el suelo, y de la formación de ambas se dará
42
El espacio geográfico está compuesto por el espacio físico (geología, geomorfología, hidrología,
climatología, extensión, conformación, posición, configuración), y el espacio biográfico (plantas y animales).
Mientras el espacio político es el resultado de la integración del espacio antropo-geográfico, con el espacio
cultural, el espacio económico y la organización política.
43
Paco Moncayo Gallegos, Óp. Cit., p. 83.
44
Para el politólogo sueco Rudolf Kjellén, quien en 1916 acuñó el concepto Geopolítica en su obra Staten
vom Lifsform (El Estado como forma de vida), el Estado se desarrolla a partir del control y aprovechamiento
del espacio, por lo que el Estado constituye su fuente de poder a través de la influencia de los factores
geográficos, en donde la política, como variable dependiente, se define en función de las características
físicas de un territorio, las fuerzas sociales y culturales y los recursos económicos. Ver. Rubén Cuéllar
Laureano. “Geopolítica. Origen del concepto y su evolución”, en Revista de Relaciones Internacionales,
Centro de Relaciones Internacionales UNAM, No. 113, mayo-agosto 2019, p. 63.
forma a todas las relaciones sociales. Al respecto menciona: “Cada parte de la tierra otorga
a los países y pueblos determinadas características y de igual manera cada parte de esa
parte según su ubicación”.45
En este sentido, Ratzel encuentra en el sentido del espacio el factor que garantiza la
perennidad y la independencia del Estado. Afirma que mientras más consciente es la
sociedad sobre la importancia geográfica de su territorio, más fuertes se hacen los lazos
psicológicos con èste y mayor es su arraigamiento en lo que considera su tierra; por el
contrario, enfatiza que una concepción espacial declinante da como resultado la decadencia
del Estado. Como lo hace notar: “Los hombres de Estado genuinos nunca carecieron de este
sentido geográfico, es característico incluso de naciones poderosas”.48
45
José Saracho López. “Geopolítica: Origen y Desarrollo en la Europa continental” en Centro de Estudios
Superiores Navales (Cesnav) (coord.), Fundamentos de Geopolítica. Visión y análisis, México, Secretaria de
Marina, 2012, p. 77.
46
Ídem.
47
Abraham Paulsen Bilbao, “Los aportes de Friedrich Ratzel y Halford Mackinder en la construcción de la
geografía política en tiempos de continuidades y cambios”, en Revista de Geografía Espacios, Vol. 5, No 9,
2015, pp. 67-69.
48
Friedriech, Ratzel, “Ubicación y espacio”, en A. Rottenbach (ed.), Antología Geopolítica, Buenos Aires,
Pleamar, 1975, p. 15.
Estos tres conceptos de Ratzel en el marco geográfico en cierta medida invitan a
poner a la geografía al servicio de la política. De forma que la Geopolítica es consecuencia
de la reacción política del espacio; supone al espacio como sujeto privilegiado de política;
significa el enfoque político intencionado y finalista (estudio) de la reacción del espacio
como determinante de su desarrollo evolutivo y praxis, praxis que es modificada por la
acción recíproca del espacio. En otras palabras, a la Geopolítica debe entendérsele en
términos de posibilidades espaciales y/o políticas del espacio. De posibilidades yacentes en
un panorama de Geografía y Política.49
Cabe señalar que, para que una Política General de Estado sea exitosa, esta debe de
ser estructurada coherentemente con base en el conocimiento de la existencia de todos los
entornos o espacios geográficos y las posibilidades de éstos para ser desarrollados según su
propia naturaleza. La Política General de Estado, por añadiría, lo que hace es dar unidad
funcional a un todo, a un espacio o territorio nacional, para alcanzar un fin, que son los
intereses del Estados.53
Pero la política, que se define en el hecho político producto del hacer político que es
actividad pragmática, sólo es posible respecto a un marco lógico de referencia ya
preexistente, y este marco viene dado de un proceso intelectual forjador de un sistema de
ideas que, basado en experiencias, permiten determinar y orientar los efectos de las
decisiones y acciones de hoy sobre los resultados del futuro, permitiendo avanzar hacia los
objetivos nacionales, de una manera aceptable, esto es, bajo los preceptos del pensamiento
estratégico.55
52
Ibidem., p. 83.
53
Ibidem., p. 84.
54
Lorenzo Del Peón Álvarez, Geopolítica ..., p. 261.
55
Lorenzo del Peón Álvarez. Política Marítima …, p. 5.
Así, el objeto de la estrategia, que apunta a un fin pragmático y se difumina hasta la
ejecución táctica, está subordinada al contenido del objeto de la política. Esta integración
de pensamiento, ideas, valores, filosofía y cultura a nivel nacional, junto con la visión de
los tomadores de decisiones, que teniendo como referencia los intereses nacionales,
conforman lo que el almirante de la Armada de México Mario Santos Caamal denomina
Proyecto de Nación, que sirve de marco de acción al Poder Nacional.56
Por esta razón, la política de Estado no puede más que apoyarse en conocimientos
sólidos, generales y específicos del que pretende hacer estrategia, y este profesional de la
política, por su parte, debe de sustentar su ejercicio en una disciplina y ejercicio intelectual,
contar con una cultura amplia en lo teórico y técnico; por consiguiente, es evidente que el
éxito de una política de Estado radica en su grado de factibilidad, factibilidad que supone
en él un suficiente grado de racionalidad.
Los espacios marítimos, que suponen sobre todo el Mar Territorial, la Zona
Económica Exclusiva (ZEE) y la Alta Mar, que se consolida con la Convención de 1982 de
las Naciones Unidas, constituyen hoy una importante fuente de atracción y poder para las
naciones, por todo lo que ello representa, desde las riquezas que yacen sobre el mar
(vegetales, minerales, pesqueros, energéticos e hidrocarburos), hasta su gran extensión, la
cual la convierte en el principal medio de comunicación que permite desplazarse en
cualquier sentido y es a la vez la mayor frontera entre los Estados.
Los Estados insulares o bioceánicos evidencian, en su carácter, la fortaleza de este
medio que los cobija, teniendo condiciones de seguridad y desarrollo especiales. Estas
ventajas de un país marítimo sólo se ven consolidadas cuando se valoriza y aprovechan sus
recursos, y esto se logra a través de un proyecto de acción orientado a los asuntos
marítimos integrales.
56
Mario Santos Caamal, Óp. Cit., p. 14.
El espacio implica una serie de relaciones de coexistencia explicadas desde diferentes
perspectivas, en donde se dan los vínculos, las relaciones e interacciones, que llevan a la
construcción, transformación, percepción y representación de la realidad
. El geógrafo estadounidense de origen chino Yi Fu Tuan parte de la Geografía
Humana y menciona
sirve de
y Política.
No hay que olvidar que cada gran hombre de Estado ha sido un gran dominador del
espacio.
la importancia de desarrollar un sentido geohistórico en el estudio de la Política y
Cultura de un Estado; es decir, establece la necesidad de
57
57
Soraya Zuinaga de Mazzei, “El enfoque de la geopolítica en el contexto de las relaciones internacionales en
el nuevo milenio” en Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, vol. XXI, núm. 1, enero-junio, 2015, p. 15.
En este sentido, la Talasopolítica se convierte en esa diciplina especializada que
estudia los espacios marítimos como parte esencial del Estado y su relación con la toma de
decisiones políticas, es decir, con los asuntos vinculados al Poder, el cual parte de un plan
de carácter estratégico. En este sentido, la importancia que reviste el Mar como factor
geopolítico preponderante en el desarrollo del país