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COMENTARIOS, A PROPÓSITO DEL TEXTO: ”El estadio del espejo de Jacques

Lacan”: El estadio del espejo es una expresión que Lacan utiliza para
designar un momento psíquico y ontológico de la evolución
humana, situado entre los seis y dieciocho meses de vida, a través
del cual el niño/a anticipa el dominio de su unidad corporal
mediante una identificación “doble”, con la “imagen” del
semejante y con la percepción de la propia en un espejo. El ser
humano se constituye en una identificación con su semejante.
Pero, en 1950, Lacan, no lo considera sólo o simplemente un
momento de la vida del infante, sino como representativo de una
estructura permanente de la subjetividad constituyendo un
“paradigma” del orden imaginario en un estadio–fase en el cual el
sujeto es captado y cautivado por su propia imagen: el estadio del
espejo, es un fenómeno al que le asignó un doble valor. En primer
lugar, tiene un valor histórico pues señala un momento decisivo del
desarrollo mental. En segundo lugar, tipifica una relación libidinal
esencial con la imagen del cuerpo. El bebé se reconoce en el cuerpo
antes de haber alcanzado el control de sus movimientos corporales,
generando un contraste, un conflicto entre el todo y las partes,
suscitando una tensión agresiva entre el sujeto y la imagen. Así se
precipita una identificación primaria con lo semejante del que
resulta la formación del yo, siendo un producto del
desconocimiento. Se aprende a reconocer el cuerpo y el deseo por
intermedio de un semejante, “La imagen de la forma del otro es
asumida por el sujeto, es decir, situada en su interior, esta
superficie gracias a la cual se introduce en la psicología humana esa
relación del adentro con el afuera por la cual ese sujeto se sabe, se
conoce como cuerpo” (i ). La revindiquización del “cogito” por un
drama específicamente humano de un sujeto que busca su unidad,
de modo asimétrico y con movimiento de báscula, que reflejan en
una forma la superficie del cuerpo y que a través del estadio del
espejo como Narciso se enamora de su propio reflejo. El centro de
gravedad del sujeto es: ”esta síntesis presente del pasado que
llamamos historia”, de lo especular a lo imaginario y de lo
imaginario a lo simbólico. Desaparece la referencia a una dialéctica
natural –darwiniana-, convirtiéndola en una operación psíquica,
donde lo más importante no es su aparición sino su “ocaso, donde
cada vez que el sujeto es cautivado por uno de sus semejantes, el
deseo retorna pero “verbalizado”, es Francoise Dolto que expresa
“Para que esta prueba tenga un efecto simbólico es imprescindible
que el adulto presente, nombre lo que está pasando. Es cierto que
muchas madres en ese momento comenten el “error” de decirle al
niño mientras señalan el espejo ”…MIRA, AHÍ ESTÁS TÚ…”, cuando
en realidad sería muy simple y correcto decir: ”…VES, ESO ES LA
IMAGEN DE TI …” en el espejo. En caso de que esta palabra
fundamental para la simbolización falte, el niño efectuará sin duda
una experiencia escópica, por ejemplo constatando que su imagen
desaparece cuando él deja de estar frente al espejo y que
reaparece cuando se vuelve a situar frente al mismo, pero ante la
ausencia de respuesta y de comunicación seguirá siendo una
experiencia escópica dolorosa. El otro debe estar ahí no sólo para
hablarle, sino para que el niño pueda observar en el espejo la
imagen del adulto diferente a la suya, y así descubrir que es un
niño. LOMANNO JOSE-PROF.TIT.LIC.MAG-PSICOLOGIA-CEFI-UNIVERISDAD NACIONAL DE LA MATANZA-

iLacan Jacques .¨EL ESTADIO DEL ESPEJO COMO FORMADOR DE LA FUNCION DEL YO-je-TAL COMO SE NOS REVELA EN LA EXPERIENCIA
PSICOANALITICA-(17/07/1949)-Comunicación presentada ante el XVI Congreso Internacional de Psicoanálisis en Zurich.-

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