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11) COMENTARIOS ANTIPSIQUIATRIA Y DESMANICOMIALIZACION (Texto complementario

a "VIDAS ARRASADAS") - (Cap.6, 7 y 8).

ANTECEDENTES: David Cooper (1931-1986) fue un médico psiquiatra y pensador


revolucionario, nacido en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en 1931. Fue uno de los protagonistas
del movimiento que se conoció como antipsiquiatría, junto a Ronald D. Laing, Aaron Esterson,
Franco Basaglia, Thomas Szasz, entre otros.

Cooper estudió medicina en la Universidad de Ciudad del Cabo y se graduó en 1955. Completó
su formación como psiquiatra en Londres, trabajando en varios hospitales del Sistema
Nacional de Salud. En 1962 desarrolló un experimento radical en el Hospital Shenley, donde
dirigió un pabellón para jóvenes diagnosticados con esquizofrenia, conocido como Villa 21.
“Los jóvenes rotulados como esquizofrénicos podían vivir sin la interferencia de drogas
potencialmente peligrosas, electrochoques o terapias orgánicas. Estaba organizado en
principios igualitarios, y había un intento deliberado por abolir la jerarquía tradicional entre el
doctor y el paciente” (Stephen Ticktin, 1986).

En 1964 publicó junto a Ronald Laing el libro “Razón y violencia”, un análisis y resumen de
los textos “Problemas de método”, “San Genet, comediante y mártir”, y “Crítica de la razón
dialéctica” del filósofo francés Jean-Paul Sartre, construyendo las bases teóricas para una
aproximación fenomenológica, no biologicista, al problema de la locura. En 1965 fundó en
Londres la Philadelphia Association, junto a Laing, Esterson y otros colegas que coincidían
en una crítica radical a la institución psiquiátrica. Entre sus principales objetivos estaba
organizar refugios para personas con problemas mentales que buscaban una alternativa al
hospital, y a sus familias.

En 1967 Cooper publicó el libro “Psiquiatría y antipsiquiatría”, presentando la experiencia de


la Villa 21 y el término [“antipsiquiatría”] que fue adoptado por impugnadores y colaboradores
para designar al heterogéneo movimiento de médicos y pensadores hostiles a la ortodoxia
psiquiátrica. Del 15 al 30 de julio de 1967 organizó en Londres el Congreso Internacional para
la Diálectica de la Liberación. Entre los participantes se contaban Paul Goodman, Herbert
Marcuse, Ronald D. Laing, Allen Ginsberg, Paul Sweezy, Lucien Goldmann, Gregory Bateson
y Stokely Carmichael de los Black Panthers. En 1968 compiló y presentó “La Dialéctica de la
Liberación”, un libro con las principales intervenciones del encuentro. En el mismo año
Cooper escribió una introducción para la edición inglesa de “La historia de la locura…”, del
filósofo francés Michel Foucault.

En 1971 publicó el libro “La muerte de la familia”, y terminó su relación con la Philadelphia
Association. En una conferencia ofrecida en Canadá, Cooper “dejó claro que había
abandonado Inglaterra, había abandonado la Philadelphia Association, y ya no colaboraba
más con Ronald Laing y compañía. Estos últimos, dijo, estaban en un viaje espiritual. Él,
David, estaba en uno político” (Ticktin, 1986). En 1972, previendo una situación
revolucionaria, que sería aplastada por la contrarrevolución fascista, Cooper viajó a Argentina
donde participó en lecturas y conferencias y colaboró con los esfuerzos organizados para
combatir la opresión psiquiátrica en el país latinoamericano. Dos años después regresó a
Londres, “donde el terreno que en los ’60 hervía de radicalismo y creatividad parecía haberse
secado” (Ticktin, 1986). Cooper había cortado todos sus lazos con sus colegas de la
Philadelphia Association y había renunciado a ejercer su profesión de médico psiquiatra, por
razones políticas. “Solía afirmar por ese tiempo que no había problemas personales, sólo
políticos” (Ticktin, 1986).

Después de varios meses críticos, en setiembre de 1974 participó en Portugal en un encuentro


para construir una Red Europea de Alternativas a la Psiquiatría, donde, entre otras personas
que cuestionaban a la Institución, conoció al médico y profesor italiano Franco Basaglia y al
sociólogo francés Robert Castel. A fines de 1974 viajó a París y conoció a los filósofos Gilles
Deleuze y Felix Guattari; también publicó “La gramática de la vida”, una colección de ensayos
sobre el amor, los celos, el sexo, las drogas psicodélicas y la revolución. En enero de 1975,
las conversaciones iniciadas en Portugal se cristalizaron en un nuevo encuentro en Bélgica,
con la fundación de la Red Internacional de Alternativas a la Psiquiatria, a cuyos congresos
asistió anualmente.

En 1975 se mudó definitivamente a París. Conoció a Jacques Derrida, con quien después
colaboraría en la formación del Colegio Internacional de Filosofía. Dio clases por una
temporada en la Universidad de Vincennes. Escribió artículos y panfletos, e introducciones a
los libros de otros intelectuales. En 1978 terminó de escribir y publicó “El lenguaje de la
locura”, que se abre con estas palabras “No hay esperanza / Sólo hay lucha permanente / Esa
es nuestra esperanza / Esa es la primera oración / En el lenguaje de la locura”. Era su último
libro publicado en vida. “Parecía que se había movido dialécticamente desde la antipsiquiatría
a la no-psiquiatría” (Ticktin, 1986).

Durante seis años, trabajó junto a su compañera la psicóloga Marine Zecca en un proyecto de
investigación sobre las necesidades sanitarias de las comunidades populares en Francia,
Italia y el Norte de África.

Descripción del libro "La muerte de la familia"(David Cooper).

Este libro es un apasionado y apasionante manifiesto revolucionario para el cambio social


escrito por el antipsiquiatra inglés David Cooper. Empero, escapa al rótulo simplificador: se
mueve con paso de funámbulo-equilibrista- sobre la línea -según él mismo, tenue y borrosa-
que separa proclama libertaria e informe científico, obscenidad cruda y lirismo casi cortesano,
cordura y locura, terapia y chamanismo, fantasía y realidad, prosa y poesía. El lector tiene que
aprestarse, pues, para un extraño itinerario, a ratos delirante, en el que se sentirá cuestionado
-y hasta agraviado- en aquello que todo su condicionamiento personal ("por un mundo social
hipócrita e insano") le presenta como incuestionable y obvio. En su discurso Cooper hace
una vibrante toma de postura frente a todas las grandes conmociones del Tercer Mundo, la
guerrilla urbana, el cuestionamiento estudiantil de la enseñanza universitaria, las nuevas
formas de relación sexual y, en su centro, el cuestionamiento estudiantil de la enseñanza
universitaria, en su centro, el cuestionamiento de la familia en su estructura actual, fundada
en la pareja supuestamente monogámica y en la "patria potestad".
Contenido del mensaje de Cooper: La familia, modelo en miniatura de una organización social
y política fundada en la opresión de una clase social por otra y de unas naciones (el Tercer
Mundo) por otras (el Primer Mundo), tiene que ser destruida y restaurada sobre premisas
nuevas. Mientras tanto, el principal aporte que pueden hacer los revolucionarios del Primer y
Segundo Mundo es negar en la praxis cotidiana todos y cada uno de sus aspectos.

Al servicio de este evangelio, Cooper traza un cuadro sutil del complejo juego de
introyecciones y proyecciones que cristaliza en el "falso sí mismo del grupo familiar y de cada
uno de sus miembros. ¿Cómo quebrar esta estructura deteriorante, este patrón destructivo,
para dar paso al afloramiento de otro auténtico? ¿Qué son, en general, la salud y la
enfermedad? ¿Cuál es la función del psiquiatra y de las instituciones psiquiátricas? Cooper
es terminante: en su forma actual, el psiquiatra es, cuanto menos, un tentáculo más del
"Sistema opresor", y la institución psiquiátrica, el campo de concentración y el horno
crematorio donde la sociedad opresora encierra su propia locura negada y condensada en
algunas víctimas propiciatorias: los rotulados de psicóticos, quizá porque son los que de un
modo privilegiado viven y testimonian la inhumanidad del sistema....

LA COLIFATA:
Nuestra misión es producir conocimiento en el cruce de campos de la salud mental y los
medios de comunicación, desarrollando espacios concretos de intervención para trabajar en
la disminución del estigma
social y en la promoción de recursos simbólicos generando procesos de autonomía y
creación de lazo en los usuarios.
La Colifata es una organización no gubernamental denominada Asociación Civil “La Colifata,
Salud Mental y Comunicación” que desarrolla actividades en el área de investigación y brinda
servicios en salud mental utilizando los medios de comunicación para la creación de espacios
en salud. Es comúnmente conocida como LT 22 Radio “La Colifata”, la radio de los internos
y exinternos del hospital Borda de Buenos Aires, Argentina. Es la primera radio en el mundo
en transmitir desde un neuropsiquiátrico. Su misión es producir conocimiento en el cruce de
campos de la salud mental y los medios de comunicación, y desarrollar espacios concretos
de intervención para trabajar en:
a- La disminución del estigma social hacia personas que han sido diagnosticadas de algún
padecer psíquico, con el objetivo de lograr una sociedad más tolerante e inclusiva; y b- la
promoción de recursos simbólicos en los usuarios de servicios de salud mental, favoreciendo
procesos de creación de lazo y producción de autonomía hacia una vida social integrada,
saludable, digna y en el ejercicio de sus derechos ciudadanos. En este camino, nuestro
principal aliado es la comunidad que produce estos espacios con su participación,
favoreciendo la tarea de construcción colectiva de la salud mental. Nuestra práctica inaugura
al menos dos campos de intervención y en dialogo; el clínico y el social, que se construyen
mutuamente en el desarrollo de dispositivos abiertos, permeables o porosos; mediando
plataformas desde donde
son lanzadas producciones que circulan entre un campo y otro para producir mutuas
modificaciones.
QUÉ ES LA COLIFATA con Lalo Mir? 1991-Alfredo Olivera- (ver video: "La colifata: Primer
móvil de exteriores con Lalo Mir(6.35")youto.be-.
La articulación de campos permite trabajar en el sentido de la disminución del sufrimiento
psíquico en uno y de la carga estigmatizada en el otro. O bien, la creación de recursos
simbólicos y red social en uno, junto al despliegue de recursos y prácticas en salud en el otro.
¿De qué campos hablamos, y qué lugar ocupa la clínica en todo esto?
En el campo de lo clínico, además de considerar la dimensión psicopatológica, trabajamos en
la promoción de lazo, creación y sostenimiento de red social, e
incluso nos planteamos el desarrollo de proyectos inclusivos ligados a lo económico.
Plantear la existencia de campos en diálogo, reconfigura la idea de una clínica. En la Colifata
hablaremos de una “clínica del acontecimiento”; concepción que habilita a pensar en
situación.
Para el abordaje en situación, debemos tener en cuenta varias dimensiones: la institucional,
judicial, laboral, y la de espacios de sociabilidad y lazos o
referencias sociales. Además de la historia y experiencia de internaciones, así como los tipos
de tratamientos recibidos.
En el campo de lo social, la presencia de la comunidad es y ha sido condición para el
nacimiento y desarrollo de la experiencia. Estimulamos en ella procesos de participación
social, ya sea a nivel de sus representaciones como de sus prácticas, donde quien participa
es creador, o crea sus recursos en el encuentro con otros. “La articulación de campos permite
trabajar en sentido de la disminución del sufrimiento psíquico en uno y de la carga
estigmatizada en el otro.
En el campo de lo clínico, además de considerar la dimensión psicopatológica, trabajamos en
la promoción de lazo, creación sostenimiento de red social, e incluso nos planteamos el
desarrollo de proyectos inclusivos ligados a lo económico.
En el campo de lo social, estimulamos en la comunidad procesos de participación social, ya
sea a nivel de sus representaciones como de sus prácticas, donde quien participa es
creador, o crea sus recursos en el encuentro con otros”.
La Comunidad construye La Colifata desde el despliegue y puesta en acto de sus
capacidades inventivas, creativas y solidarias.
Nuestra tarea contempla entonces el desarrollo de espacios de asistencia, contención y
promoción de la salud. Y es sujeto de nuestra intervención tanto los usuarios de nuestros
dispositivos, así como la comunidad toda en términos globales e incluso globalizados.
Para este abordaje complejo, hemos desarrollado no solo dispositivos y programas, sino
también, una serie de procedimientos que nos permiten medir y evaluar impacto en los
usuarios y en la comunidad.
BUENAS PRACTICAS EN SALUD MENTAL
AL LLEGAR PAUSADAMENTE A UN PUNTO CRITICO QUE CONDUCE A MODIFICAR LAS
PRACTICAS HABITUALES (CLASICAS) DENOMINADAS COMO CONTRAPARTIDA: "BUENAS
PRACTICAS EN SALUD MENTAL", SE EXPRESAN EN FORMA JURIDICCIONAL LAS
EXPERIENCIAS REALIZADAS EN CABA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES, RIO NEGRO Y SAN
LUIS. LAS BUENAS PRACTICAS SON:
A) PROMOVER LA NO INTERNACION, Y EN CASO DE QUE SE CONSIDERE, QUE SEA EN EL
MENOR TIEMPO POSIBLE.
B) LOS PSICOFARMACOS DEBEN ADMINISTRARSE DE MODO PERSONAL Y EVITANDO
AQUELLOS QUE PRODUCEN OBNUVILACION Y SOMNOLENCIA.
C) GARANTIZAR -LOS TRATAMIENTOS PSICOTERAPEUTICOS.
D) QUE LOS PACIENTES TENGAN PROPUESTAS DE ACTIVIDADES DURANTE EL DIA.

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