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Introducción
Para causar enfermedad la mayoría de los patógenos deben ingresar en el cuerpo
del huésped, adherirse a sus tejidos, penetrar o evadir sus defensas y causar
daño tisular. En cambio, hay algunos que no causan la enfermedad por daño
directo de los tejidos del huésped, sino que, en lugar de ello, la enfermedad se
debe a la acumulación de sus productos de desecho. Algunos microorganismos,
por ejemplo, los que causan caries dental y acné, generan la enfermedad sin
penetrar en el organismo. Los patógenos pueden ingresar en el cuerpo del
huésped humano y de otros huéspedes por diversas vías, que se denominan
puertas de entrada.
TEMÁTICA A DESARROLLAR
Virulencia: el grado de daño que causa un parásito a su huésped, son propiedades clave de los
parásitos que determinan su evolución, y la coevolución huésped-parásito.(1)
2. Explicar cómo compiten las bacterias por los nutrientes del huésped
6. Como actúan las toxinas alteradoras de membrana, las toxinas A-B y las
toxinas super antígenos. Citar ejemplos
Toxinas alteradoras de membranas: Aquellas que causan la lisis de las células del huésped tras
alterar sus membranas lipídicas. Por ejemplo, las estreptolisinas de Streptococcus pyogenes. S.
pyogenes elabora dos estreptolisinas, la estreptolisina O y la S. La estriptoisina O es una proteína
hemolíticamente activa en estado reducido, pero en presencia de oxígeno se inactiva. La
estreptolisina S por el contrario es estable al oxígeno y menos inmunogénica. Ambas lesionan las
membranas celulares y producen la lisis no solo de eritrocitos sino también de leucocitos.
Toxinas A-B: Toxina compuesta por dos subunidades, siendo en la mayoría de casos la parte A el
componente activo y la parte B la subunidad de fijación. Por ejemplo, la toxina diftérica.
Corynebacterium diphteriae produce la toxina diftérica, la cual consta de dos subunidades (A y B)
unidas por un puente disulfuro. La subunidad B se une a los receptores de la membrana celular
mediante un dominio de reconocimiento (R). Una vez que se pone en contacto con ella, el dominio
T de la subunidad B sufre un cambio de conformación causado por un cambio de pH que permitirá
la entrada de la subunidad A en la célula. La subunidad A es una ADP-ribosilasa que ribosila al
factor de elongación EF2, una proteína del ribosoma que interviene en la traducción del ARN. La
ribosilacion inactiva la proteína, por lo que la toxina actúa como un inhibidor de la traducción,
inhibiendo por lo tanto la síntesis de proteínas. Además, el EF2 es un factor que sólo se encuentra
en las células eucariotas, por lo que la síntesis de proteínas del microorganismo no se altera.
Las exotoxinas son proteínas solubles, más o menos termolábiles, fuertemente antigénicas y de
una alta toxicidad. Son producidas en el interior de la bacteria como parte de su crecimiento y
metabolismo y son secretadas después de la lisis. Las bacterias pueden ser tanto gram positivas
como gram negativas. Los genes de la mayoría de las exotoxinas son transportados por plásmidos
bacterianos o fagos. Dado que estas exotoxinas son solubles en los líquidos corporales, se
difunden con facilidad hacia la sangre y son transportadas rápidamente por todo el organismo. Las
exotoxinas afectan únicamente a aquellos tejidos en los que existen receptores adecuados, de
forma que, por ejemplo, podemos distinguir neurotoxinas, como la toxina tetánica y botulínica
que ejercen sus efectos solamente sobre las células del sistema.
HUMANOS Y BACTERIAS
Como se discutió en el capítulo 1, los seres humanos cuentan
con una rica microbiota, y la composición de dicha flora es
principalmente bacteriana. De estas bacterias, la mayoría de
las que se encuentran en los humanos son comensales; es
decir, comen “de la misma mesa” que nosotros. Estos
microbios son nuestros compañeros constantes y a menudo
dependen de los humanos para su existencia. También
existen las especies transitorias, que sólo van de paso, pero
algunas de éstas pueden ser patógenos oportunistas. Es
decir, pueden ocasionar enfermedad sólo cuando uno o más
de los mecanismos de defensa diseñados para mantenerlos
alejados de los tejidos internos normalmente estériles se ven
superados de manera accidental, intencional (p. Ej., cirugía) o
a causa de algún trastorno metabólico o infeccioso (p. Ej.,
sida) subyacente. No obstante, existe un pequeño grupo de
bacterias que de manera regular provocan infección y
enfermedad franca en personas que aparentan estar sanas.
Se trata de los patógenos primarios como el bacilo de la
tifoidea, el gonococo y el bacilo tuberculoso (de Koch), que
nunca se consideran como miembros de la microbiota normal.
BIBLIOGRAFIA
(1).Grupo de Investigación: Patología Vegetal, Centro o Instituto I+D+i: Centro de Biotecnología y
Genómica de Plantas, CBGP,Departamento: Biotecnología.
(2), revista MÁS DERMATOLOGÍA® Número 1 - mayo 2007 25