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“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

TEMA:
INTERACCIÓN Y USO RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS

ESPECIALIDAD : FARMACIA
CURSO : FARMACOVIGILANCIA
DOCENTE : NILDA ASTORAIDE
CICLO : III
INTEGRANTES :
 XIMENA BUENO MURAYARI
 HENRY BUENO MURAYARI
 DELICIA MENDOZA ESPIRITU

PUCALLPA – PERÚ
2021
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AGRADECIMIENTO

Esta monografía fue un proceso de aprendizaje y experimentación, que


necesitamos de la paciencia de mucha gente para llegar a buen término. Por esto,
agradecemos mucho a nuestro Dios todopoderoso por permitirnos tantos
caprichos y por perdonar nuestra inconstancia. Gracias.
También agradecemos a nuestra plana de profesores, porque día a día,
clase a clase y tema a tema pudieron inducir en nosotros una visión crítica de la
realidad de mi país y del mundo. Gracias por permitirnos desarrollar este trabajo
sobre LA INTERACCIÓN Y USO RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS, y esperamos
aprovechar toda la información que obtuvimos para dar a conocer a los demás
estudiantes y público en general.

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RESUMEN

El uso racional de antibióticos es un tema de la mayor importancia en la práctica


médica actual. Es fundamental que los médicos conozcan tanto las
manifestaciones clínicas de cada proceso infeccioso y sus diagnósticos
diferenciales, como también sus características epidemiológicas, prevalencia
bacteriana local y patrones de resistencia, así como también la farmacología de
los antibióticos disponibles, con el fin de tomar la mejor decisión terapéutica. Al
enfrentarnos a un paciente, siempre debemos tener en mente que no todas las
enfermedades inflamatorias son infecciosas, no todas las infecciones son
bacterianas, y no siempre éstas últimas deben ser tratadas con antibióticos.
Las infecciones de la vía aerodigestiva superior están dentro de las patologías
infecciosas más frecuentes e involucran a una gran cantidad de especialidades
médicas. El objetivo de esta revisión es entregar los conceptos farmacológicos y
microbiológicos básicos para una utilización adecuada de los distintos
antimicrobianos, y aplicar estos conceptos en el tratamiento de infecciones
frecuentes y relevantes.

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INDICE
Nº Página

AGRADECIMIENTO....................................................................................2

RESUMEN...................................................................................................3

INTRODUCCIÓN.........................................................................................5

OBJETIVOS................................................................................................6

INTERACCIÓN Y USO RACIONAL DE ANTIBIOTICOS

1. QUÉ ES INTERACCIÓN.................................................................7

2. QUÉ ES USO RACIONAL..............................................................7

3. CLASIFICACIÓN DE LOS ANTIBIÓTICOS................................7-8

4. USOS DE LOS ANTIBIÓTICOS................................................9-12

5. Consecuencias Del Uso Incorrecto De Los Antibióticos........12

6. SELECCIÓN DE ANTIBIÓTICOS............................................12-17

CONCLUSIÓN...........................................................................................18

BIBLIOGRAFÍA.........................................................................................19

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INTRODUCCIÓN

Las infecciones comunitarias y nosocomiales siguen constituyendo hoy en día una


de las principales causas de morbilidad a nivel mundial; si bien las vacunas y las
mejores condiciones de vida han permitido mejorar la esperanza de vida en
muchas regiones del mundo, la gran mayoría de ellas sigue padeciendo de males
infecciosos como tuberculosis pulmonar, malaria, enfermedad diarreica aguda,
enfermedad respiratoria aguda, etc. A ello se ha sumado la aparición de
numerosos y nuevas enfermedades de origen bacteriano, viral y micótico, tales
como las infecciones por Legionella neumophila, campylobacter, nuevas
bartonelas (B. henselae, B. quintana, B. elizabethae), MRSA (estafilococo dorado
meticilinorresistente), rotavirus, calcivirus, Cyclospora cayetanensis,
Cryptosporidium parvum, micobacterias atípicas, hantavirus, ébola, lassavirus,
virus guanarito, vírus sabía, hafnia, edwarsiella, coronavirus (causante del SRAS),
HTLV1, VIH/sida, Balamuthia mandrilaris y, últimamente, por la variedad del virus
influenza H5N1 de la gripe aviar de humanos, en entre otros.
Desde su aparición los antibióticos han sido y son una importante arma para el
tratamiento de muchas dolencias infecciosas, algunas de las cuales causaban
gran mortalidad, y su uso permitió disminuir en forma importante y notable la
morbimortalidad de alguno de estos males, por ello se pensó en forma equivocada
que muchas de estas dolencias iban a desaparecer.
Entre los problemas que enfrenta el médico, existen tres importantes:
 Desconocimiento y falta de confianza. Al no tener la seguridad diagnóstica,
prefiere usar algún antibiótico por dos razones principales: para no perder la
confianza del paciente (el paciente percibe que es tratado con un
medicamento) y por la presión médico-legal de no caer en negligencia médica.
 Presión del mercado. Dada por la inseguridad y el desconocimiento; la
situación actual obliga, a veces, a medicar demás, para no perder el cliente (el
paciente).
 Presión del paciente. En estos tiempos el paciente tiene un mayor acceso a
la información (Internet, medios informativos) y exige, muchas veces, ser
tratado con los medicamentos que él ve y/o lee.

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OBJETIVOS

El objetivo principal de la terapia antimicrobiana es obtener los mejores resultados


finales en el paciente, al aumentar la eficiencia al usar ATB efectivos con menos
efectos adversos y menos caros por el tiempo necesario para curar o prevenir
infecciones, contribuir a las estrategias para evitar la resistencia de ciertos
microorganismos a antibióticos (ATB) específicos y disminuir los costos por
concepto de uso inadecuado de ATB en atención ambulatoria y hospitalaria Para
que se cumpla este objetivo, el médico debe conocer datos clínicos,
microbiológicos, farmacológicos y epidemiológicos.

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INTERACCIÓN Y USO RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS

1. QUE ES INTERACCIÓN
Interacción farmacológica es toda aquella modificación que sufre el
mecanismo de acción o el efecto de un fármaco debido a la presencia
simultánea de otro/s medicamento/s y que puede traducirse por la aparición de
un efecto terapéutico o tóxico de intensidad mayor o menor de lo habitual.
2. QUE ES USO RACIONAL
Racional se refiere a lo relativo a la razón. Por tanto, un uso racional será
aquel que obedece a motivos y que no se hace a la ligera.
Los antibióticos están indicados para tratar las enfermedades infecciosas
causadas por bacterias.

3. CLASIFICACIÓN DE LOS ANTIBIÓTICOS

Viejos antibióticos 

Desde su aparición en la década del cuarenta han surgido diversas familias y


actualmente son el principal grupo terapéutico y constituyen el principal
arsenal para el manejo de gran parte de las infecciones comunitarias y
algunas nosocomiales.

Las principales familias de antibióticos son:

 Penicilinas: penicilina V, penicilina benzatínica, penicilina procaínica,


penicilina clemizol, ampicilina, amoxicilina, amoxicilina-ácido clavulánico,
piperacilina, ticarcilina, mezlocilina, entre otras.
 Aminoglicósidos: estreptomicina, amikacina, netilmicina, gentamicina,
kanamicina, tobramicina, entre otros.
 Cefalosporinas: de primera generación (cefadroxil, cefadrina, cefalexina),
de segunda (cefuroxima, cefaclor, cefoxitina) y las de tercera (ceftazidima,
cefotaxima, ceftriaxona, cefixima, cefoperazona).
 Macrólidos: eritromicina, roxitromicina, claritromicina, azitromicina.

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 Lincosinamidas: lincomicina, clindamicina. 
 Tetraciclinas: oxitetraciclina, doxiciclina, minociclina.
 Sulfonamidas: cotrimoxazol, trimetoprim, dapsona.
 Carbapenemes: imipenem, meropenem.
 Quinolonas: ácido nalidíxico, ácido pipemídico, norfloxacina, lomefloxacina,
ciprofloxacina, ofloxacina, pefloxacina.
 Glicopéptidos: vancomicina, teicoplanina.
 Monobactam: aztreonam.
 Otras: rifampicina, macrodantina, cloranfenicol, furazolidona,fosfomicina,
colistina.

Entre los diversos mecanismos de resistencia a los antibióticos, destaca la


producción de beta-lactamasas por las bacterias. Se ha descrito más de 300
beta-lactamasas, que pertenecen a cuatro familias. Por esta razón, se ha
desarrollado inhibidores de beta-lactamasas (IBL), como el ácido clavulánico,
ácido ovalínico, sulbactam y tazobactam. Los IBL han permitido volver a usar
algunos antibióticos antiguos porque estos mantienen sus propiedades
antimicrobianas. Las combinaciones usadas son: amoxicilina-ácido clavulánico,
ticarcilina-ácido clavulánico, ampicilina-sulbactam y piperacilina-tazobactam,
entre otras.

Nuevos antibióticos

 Nuevas quinolonas: trovafloxacina (retirada en 1999), grepafloxacina


(retirada en 1999) las llamadas quinolonas respiratorias (levofloxacina,
moxifloxacina, gatifloxacina), garenoxacina, gemifloxacina.
 Cefalosporinas de cuarta generación: cefepima, cefpiroma.
 Nuevos macrólidos: telitromicina.
 Nuevos glicopéptidos: daptomicina, dalbavancin, oritavancin.
 Estreptograminas: quinupristín-dalfopristín.
 Nuevas tetraciclinas: tigeciclina.
 Nuevos carbapenemes: faropenem, semfriten, doripenem

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4. USOS DE LOS ANTIBIÓTICOS

Los viejos antibióticos como la penicilina (penicilina G, penicilina V, benzatínica), a


pesar de tener más de 60 años de uso, son de elección para muchas infecciones
como erisipela causado por el estreptococo beta-hemolítico del grupo A, sífilis en
pacientes VIH y no VIH, celulitis recurrente, faringoamigdalitis aguda por
estreptococo, gangrena por Clostridium perfringens (penicilina G altas dosis),
meningitis por neumococo y meningococo en adultos y niños escolares, neumonía
comunitaria del adulto por neumococo (penicilinas G, V, clemizol).

De las otras penicilinas destacan las osoxazolipenicilina, por su importante


actividad antiestafilocócica, de estas destacan la cloxacilina, dicloxacilina,
oxacilina, meticilina, nafcilina, etc., siguen siendo antibióticos de elección para el
tratamiento de las infecciones leves o moderadas como las piodermitis, celulitis,
artritis piógena aguda, osteomielitis aguda piógena causadas por el estafilococo
dorado coagulasa positivo.

El cloranfenicol es una droga bacteriostática que sigue siendo útil en los


tratamientos de enfermedad de Carrión o bartonelosis (fase aguda), fiebre tifoidea
(actualmente se prefiere a las fluoroquinolonas), meningitis aguda purulenta
(combinado con ampicilina) y para algunas casos de sepsis abdominal (combinada
con otros antibióticos) y peste.

La clindamicina es útil en el tratamiento del acné; abscesos (pulmonar, cerebral,


pélvico y abdominal), siempre combinado con otros antibióticos; también en los
casos de toxoplasmosis ocular y cerebral en VIH (combinada con sulfas),
piodermitis mixta por estafilococo y estreptococo, pie diabético (combinado con
ciprofloxacina u otra fluoroquinolona); malaria por Plasmodium falciparum
(combinado con quinina) y enfermedad inflamatoria pélvica (combinado con
ciprofloxacina u ofloxacina).

La amoxicilina (antibiótico de amplio espectro) posee mayor absorción que la


ampicilina, y el doble del nivel circulante y mayor vida media. Por ello se usa cada

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8 horas e, incluso, se puede aumentar la dosis y usarla dos veces al día, con ello
los gérmenes que tienen cierta resistencia (neumococos, por ejemplo) responde
adecuadamente. A pesar de su amplio uso, sigue siendo un antibiótico de
importancia y elección para muchas infecciones comunitarias, se le considera
como droga de elección para el tratamiento de otitis media aguda, de la uretritis y
forma diseminada (artritis) por gonococo purulenta, bronquitis aguda, sinusitis
aguda, alternativa para fiebre tifoidea y fiebre paratífica, ITU no complicada
(gestantes o no), meningitis aguda purulenta del recién nacido combinado con
gentamicina y/o amikacina, infecciones abdominales con sospecha de enterococo
en combinación con fluoroquinolonas o aminoglicósidos (colangitis, etc.) e
infecciones por listeria.

La amoxicilina-ácido clavulánico tiene las mismas indicaciones que la amoxicilina y


es útil para profilaxis en cirugía y para algunas infecciones por anaerobios en
mordeduras de humanos o animales, en patología odontoestomatológica y
tuberculosis multidrogorresistente, entre otras.

La tetraciclina sigue siendo droga de elección en el tratamiento del acné, cólera


aguda, balantidiasis, brucelosis (combinado con estreptomicina), clamidiasis,
linfogranuloma venéreo, peste, neumonía comunitaria leve a moderada,
enfermedad inflamatoria pélvica (combinada con metronidazol o clindamicina).

La rifampicina, droga de elección en el tratamiento de la tuberculosis (junto con


otros antibióticos), es útil en la brucelosis (combinada con tetraciclina), infecciones
severas por Staphylococcus aureus, endocarditis (combinado con oxacilina),
verruga peruana (monoterapia), quimioprofilaxia del meningococo (en caso de
resistencia a las sulfas). Su uso tópico no se recomienda y se prefiere siempre
combinarla para evitar la resistencia.

De las sulfas, la más usada es el cotrimoxazol, antibiótico muy útil para diversas
infecciones respiratorias, diarrea por shigelosis (resistencia en aumento), infección
por Pneumocystis jiroveci, infección urinaria baja no complicada (alta resistencia),

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isosporidiasis, toxoplasmosis ocular y cerebral (combinado), infección por
Paracoccidioides brasiliensis (alternativa antigua).

Los aminoglucósidos siguen siendo útiles en el tratamiento de las infecciones


urinarias altas complicadas (pielonefritis aguda), sepsis (en combinación con otros
antibióticos), endocarditis por Streptococcus viridans (junto con penicilina),
meningitis tuberculosa, brucelosis (tetraciclina más estreptomicina o amikacina),
meningitis del recién nacido (combinado con ampicilina o amoxicilina), infecciones
en neutropénicos (especialmente la amikacina), tuberculosis multirresistente
(kanamicina, estreptomicina o amikacina junto a otros antibióticos) y como
complemento en infecciones estafilocócicas (asociados a beta-lactámicos) porque
actúan bien contra Staphylococcus aureus coagulosa positivo. La amikacina es un
antibiótico potente que cubre gérmenes gramnegativos usuales y contra la
Pseudomonas aeruginosa, Enterobacter, Acynetobacter. Por esto, es útil para el
tratamiento (combinado) de algunas infecciones moderadas a graves
nosocomiales (neumonía, sepsis, pielonefritis, infecciones abdominales,
neutropenia). Una nueva ventaja farmacocinética de los aminoglucósidos es que
con una sola dosis pueden tener una eficacia muy similar a las tres dosis
empleadas clásicamente, así disminuye la nefrotoxicidad y la ototoxicidad.

Las fluoroquinolonas (norfloxacina, pefloxacina, ciprofloxacina, ofloxacina) son


potentes antibióticos de amplio espectro, de fácil uso y bactericidas de gran
penetración intracelular de gran éxito en el tratamiento de infecciones leves,
moderadas y severas. De ellos tenemos a la ciprofloxacina, potente antibiótico que
se concentra muy bien en casi todos los tejidos del cuerpo (piel, huesos, próstata,
pulmón, bronquios), y muchos recomiendan la ciprofloxacina con droga de
elección en fiebre tifoidea y paratífica, enfermedad de Carrión (ambas fases).
Otras indicaciones de las fluoroquinolonas son: osteomielitis crónica por
Pseudomonas aeruginosa (solo ciprofloxacina y pefloxacina), ITU multirresistente,
tuberculosis multidrogorresistente, pie diabético (combinado con amoxicilina-ácido
clavulánico, metronidazol o clindamicina), otitis media crónica (niños y adultos) y
enfermedad fibroquística pulmonar. Además, en gonorrea no complicada (dosis

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única), sepsis (combinada con otros), profilaxis y tratamiento en neutropénicos,
cólera (de segunda elección), diarrea del viajero, prostatitis aguda y crónica
(similar efecto tiene la ofloxacina y levofloxacina), enfermedad inflamatoria pélvica
(combinado con otros), exacerbación aguda de bronquitis crónica bacteriana
(ciprofloxacina, ofloxacina).

La eritromicina, descubierta en 1952, se ha usado como droga de elección para la


tos convulsiva y como tratamiento alternativa en pacientes alérgicos a la penicilina,
alternativa al acné (en forma tópica), infecciones por gérmenes atípicos, como el
micoplasma (poco frecuente en el Perú) e infecciones en gestantes (no la forma
estolato).

5. CONSECUENCIAS DEL USO INCORRECTO DE LOS ANTIBIÓTICOS

Una mala indicación del antibiótico, o un mal cumplimiento de la prescripción,


puede provocar:

a. Fracaso terapéutico.
b. Desarrollo de resistencias bacterianas.
c. Enmascaramiento de procesos infecciosos.
d. Cronificación: la falta de erradicación de un número suficiente de bacterias
dará lugar a la persistencia de algunas que mantienen su grado de
patogenicidad sin ocasionar manifestaciones agudas.
e. Recidiva: las cepas supervivientes, sean resistentes o sensibles, inician una
nueva proliferación que provocará una recaída o una reinfección.

Efectos adversos debidos a la acción del medicamento (independientes de que


sea o no eficaz). La toxicidad de algunos antibióticos es potencialmente grave y su
aparición es inaceptable si el paciente no necesitaba el fármaco.

6. SELECCIÓN DE ANTIBIÓTICOS

Para la selección más adecuada de un ATB es necesario conocer:

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1) la identidad del microorganismo;

2) su sensibilidad a un determinado ATB;

3) el sitio de la infección;

4) los factores relacionados con el paciente;

5) la seguridad o sus efectos adversos, y

Sin embargo, en ciertos casos graves o críticos es necesario recurrir a un


tratamiento empírico o provisional, es decir, a la administración inmediata del
ATB antes de identificar el MO y realizar el antibiograma.

1. Identificación del microorganismo infectante

La identificación del MO es decisiva para elegir el ATB adecuado. En ciertos


casos puede efectuarse una valoración rápida de ese organismo basándose
en la tinción Gram, que es útil para descubrir la presencia y las características
morfológicas de los MO en los líquidos corporales, como LCR, pleural,
peritoneal, sinovial y orina. Sin embargo, es necesario cultivar el MO infectante
para llegar a una conclusión diagnóstica y determinar la sensibilidad de estos
patógenos a los ATB.

No debe ser motivo de inicio de tratamiento antibiótico el aislamiento de MO


en algunas muestras (esputo, aspirado traqueal, heces, piel) en las que existe
de forma habitual una flora endógena o el aislamiento en sangre o en
muestras pulmonares, incluso en las obtenidas con métodos invasivos (catéter
telescopado protegido, lavado broncoalveolar, etc.) de patógenos
escasamente virulentos (Staphylococcus coagulasa negativos,
Corynebacterium sp). En todos los casos, es preciso razonar el cuadro clínico
del paciente con los hallazgos microbiológicos.

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Si el paciente está utilizando ATB, en el momento de detectarse una nueva
infección deben tomarse las muestras con la máxima rapidez, sin esperar a
que disminuya la acción de los ATB circulantes, ya que es posible que los
patógenos causantes de la infección sean resistentes a los antimicrobianos
que recibe.

2. Determinación de la sensibilidad antimicrobiana de los


microorganismos

Luego de cultivar un MO patógeno, su sensibilidad a los distintos ATB sirve de


guía para elegir el tratamiento antimicrobiano dirigido, lo que evita que los
tratamientos empíricos de amplio espectro que se utilizan inicialmente en
pacientes graves, se mantengan muchos días o incluso hasta el final del
tratamiento.

Algunos MO como el Streptococcus pyogenes y la Neisseria


meningitidis, tienen unos patrones de sensibilidad predecible ante ciertos ATB.
En cambio, la mayoría de las especies de bacilos gramnegativos, enterococos
y estafilococos presentan unos patrones de sensibilidad impredecibles frente a
diversos ATB y es necesario efectuar pruebas de sensibilidad para determinar
el tratamiento antibacteriano apropiado.

La información obtenida en los servicios de microbiología es la base del


tratamiento dirigido. El aislamiento de uno o más microorganismos en alguna
de las muestras de seguridad (sangre, LCR, líquido pleural, exudados
purulentos obtenidos por punción, etc.) permite readaptar el tratamiento inicial.
Siempre que sea posible, se deben elegir los ATB con el espectro de actividad
más seguro y reducido, con evidencias contrastadas de su eficacia clínica y
microbiológica, de su tolerabilidad, así como de una mejor relación costo-
beneficio.

No se recomienda realizar rutinariamente cultivos microbiológicos en


situaciones donde es probable aislar un MO que no necesariamente requiere

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un tratamiento específico dado que su presencia sin síntomas y/o signos
clínicos significa colonización y no infección. Son ejemplos los cultivos
rutinarios de catéteres vasculares, de úlceras crónicas, de orina en pacientes
con sonda vesical, etc. El aislamiento de un MO en estas situaciones con
frecuencia determina la indicación de ATB de forma innecesaria e inefectiva.

3. El lugar de la infección

Para erradicar eficazmente los MO invasores deben llegar al sitio de la


infección concentraciones suficientes de ATB. Los capilares que tienen grados
de permeabilidad diversos, transportan los ATB a los tejidos corporales. Por
ejemplo, las células endoteliales que componen las paredes de los capilares
de muchos tejidos presentan fenestraciones (aberturas que actúan como
ventanas) que permiten el paso de la mayoría de ATB que no están unidos a
las proteínas plasmáticas. En cambio, la estructura de los capilares de ciertos
tejidos, como la próstata, el cuerpo vítreo ocular y el sistema nervioso
central (SNC), son barreras naturales que se oponen a la penetración de los
ATB.

Los capilares del cerebro tienen una importancia especial, porque ayudan a
crear y mantener la barrera hematoencefálica. Dicha barrera está formada por
una capa simple de células endoteliales, dispuestas a modo de tejas y
fusionadas por uniones herméticas, que impiden la entrada desde la sangre al
cerebro de prácticamente la totalidad de moléculas, excepto las que son de
pequeño tamaño y lipófilas.

La penetración y la concentración del ATB en el LCR dependen


particularmente de los siguientes factores: 1) la liposolubilidad del fármaco, por
ejemplo los ATB liposolubles como las quinolonas y el metronidazol, penetran
de un modo importante en el SNC, mientras que los betalactámicos, como
la Penicilina, están ionizados a pH fisiológico y tienen una baja liposolubilidad,
de modo que en condiciones normales su penetración es limitada a través de
la barrera hematoencefálica intacta. En la meningitis,
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algunos betalactámicos pueden penetrar al LCR en cantidades terapéuticas.
2) el peso molecular del ATB, los con un peso molecular bajo atraviesan con
mayor facilidad la barrera hematoencefálica; en cambio, los con un peso
molecular elevado, como la vancomicina, la atraviesan mal, incluso si existe
una infección meníngea. 3) la unión del ATB con las proteínas, un alto grado
de unión a las proteínas séricas limita su entrada al LCR. Por lo tanto, el factor
que tiene importancia para la penetración al LCR es la cantidad de fármaco
sérico libre (no unido), y no la cantidad total de fármaco presente.

4. Factores relacionados con el paciente

Al seleccionar un ATB se debe prestar atención al estado del paciente. Por


ejemplo hay que considerar el estado de sus sistemas inmunitario, renal,
hepático y circulatorio, además, de su edad. En la mujer, el embarazo y la
lactancia también influyen en la elección del antimicrobiano.

La eliminación de los MO depende de que el sistema inmunitario esté intacto.


Los antibacterianos disminuyen la población de MO (bactericidas) o inhiben su
crecimiento ulterior (bacteriostáticos), pero son las defensas del huésped las
que, en último término deben eliminar las bacterias invasoras. El alcoholismo,
la diabetes mellitus, la infección por virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH), la malnutrición o la edad avanzada, pueden influir en el
estado inmunitario del paciente, así como los tratamientos con fármacos
inmunosupresores. En estos pacientes es necesario emplear dosis de ATB
bactericidas más altas de lo habitual, o administrar tandas más prolongadas
de tratamiento.

La disfunción renal, con el 10% o menos de la función renal normal, da lugar


a la acumulación de los ATB en el organismo que normalmente se eliminan
por dicha vía. Esto puede causar la aparición de efectos adversos importantes,
a menos que la acumulación se controle mediante el ajuste de la dosis o de la
pauta de administración del antimicrobiano. Los niveles séricos de creatinina
se utilizan a menudo como índice de la función renal para el ajuste de la dosis.
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El mejor parámetro para determinar el grado de función renal es la depuración
de creatinina en orina de 24 horas, pero no siempre tenemos este valor en
forma basal, y no podemos esperar a procesar la muestra para
obtenerlo. La fórmula de Cockoft y Gault es útil para determinar la función
renal normal o con insuficiencia renal leve a moderada:

En las mujeres el resultado final se multiplica por 0.85

Para identificar los valores máximos y mínimos es preferible la determinación


directa de los niveles séricos de algunos ATB como los aminoglucósidos. La
elevación de los niveles máximos alerta sobre la posible toxicidad. Los
ancianos son particularmente vulnerables a la acumulación de los fármacos
que se eliminan por vía renal, por lo que en estos pacientes puede ser
preferible emplear ATB que experimentan un metabolismo completo o que se
excretan por vía biliar. Los ATB que se concentran en el hígado o se eliminan
por vía biliar, como la eritromicina y la tetraciclina, están contraindicados en
los pacientes con hepatopatías.

La hipoperfusión en un área determinada, como las extremidades inferiores


en un paciente diabético, reduce la cantidad de ATB que alcanza ésta área en
cuestión, dificultando el tratamiento de la infección.

5. La seguridad del antibiótico

La seguridad del ATB no solo está relacionada con la naturaleza del fármaco,
sino también con los factores propios del paciente que pueden predisponer a
las reacciones adversas o a la toxicidad. Muchos de los ATB como las
penicilinas, se encuentran entre los menos tóxicos, dado que interfieren en un
lugar peculiar del crecimiento de los MO. Otros antimicrobianos, por ejemplo el
cloranfenicol, son menos específicos y se reservan para las infecciones

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potencialmente letales, debido a la posibilidad de que causen toxicidad grave
en el paciente.

CONCLUSIÓN

Para el manejo adecuado y racional de antibióticos se requiere de una serie de


conocimientos: 1) la farmacología y farmacocinética de los diversos antibióticos; 2)
las indicaciones de primer orden y las alternativas en las diversas enfermedades
infecciosas; 3) los efectos adversos y las contraindicaciones.

En los establecimientos de mayor complejidad de salud que manejan pacientes


hospitalizados, se debe: formar los comités de control de enfermedades
infecciosas; realizar en forma obligatoria las vigilancias epidemiológicas local,
regional y nacional de los gérmenes implicados en infecciones hospitalarias;
efectuar estudios de sensibilidad antibiótica; y, aplicar las normas de prevención
de control de las enfermedades infecciosas. Además, se requiere de campañas de
educación a todo nivel, de lo contrario asistiremos al preocupante aumento de los
gérmenes resistentes a uno o más antibióticos tanto en la comunidad como en los
servicios de hospitalización.

Si bien el manejo de los antibióticos sigue siendo un arte, no debe ser considerado
como una simple receta de cocina, el médico y el personal de salud deberán estar
en constante actualización, a fin de evitar problemas de resistencia, reacciones
adversas a los medicamentos, lo que permitirá un mejor manejo de las diversas
patologías que afectan al ser humano.

La indicación de ATB debe ser un acto responsable fundamentado en


conocimientos y principios de uso bien establecidos. La educación dirigida tanto a
los agentes de salud como a la población general es una intervención necesaria y
prioritaria para promover un uso racional y responsable de los ATB. Las
consecuencias del uso inadecuado de ATB (generalmente por exceso) son de tipo
clínico, ecológico y económico.

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BIBLIOGRAFIA

1. Mendoza C, Velásquez R, Mercado L, y col. Susceptibilidad antimicrobiana de


Staphylococcus aureus sensible, con sensibilidad borderline y resistentes a la
meticilina. Rev Med Hered. 2003; 14(4):181-185.
2. Ochoa T. Resistencia de Streptococcus pneumoniae a penicilina en
portadores nasofaríngeos menores de 2 años. Rev Med Hered. 1998; 9(2): 56-
62.
3. OMS. Estrategia mundial OMS de contención de la resistencia a los
antimicrobianos. Organización Mundial de la Salud. 2001       
4. La utilización de antibióticos de forma responsable nos beneficia a todos.
Disponible en: www.antibiotics.msc.es/PDF/informacion_pacientes.pdf
accedido en mayo 2009.
5. Cabrera S. Uso racional y responsable de antimicrobianos. Arch Med Interna
2009; XXXI; 2-3: 74-80.        
6. Lerma FA, Sierra-Camerino R, Rocha LA, Rodriguez-Colomo O. Política de
antibióticos en pacientes críticos. Medicina intensiva 34 (9). Barcelona dic
2010.

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