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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA PROFESIONAL DE ESTOMATOLOGÍA

“ANTIBIOTICOS EN ODONTOPEDRIATRIA”

ESTUDIANTES:
CALLE LUZON, YESSABELLA
RETO ALBURQUEQUE JEFERSON
YPANAQUE NUÑEZ, ALDAIR
TORRES MARCHENA, MESSLLU
CAMPOS ALVARADO, LIZBETH ELIZABETH

DOCENTE:
DR. LUIS ANGEL RONDAN CUEVA
CURSO:
CLINICA DEL NIÑO II
CICLO:
IX CICLO

PIURA-2023
INTRODUCCION

El presente trabajo tiene como finalidad informar al publico lector, acerca del uso

farmacológico de Antibiótico en las consultas Odontológicas a pacientes infantes

(odontopediatría), así como su mecanismo de acción en sistema humano, sus reacciones, a que

está indicado y demás.

Las enfermedades infecciosas han causado la muerte de millones de seres humanos a lo largo de

la historia de la humanidad. Con el descubrimiento de los antibióticos, esta realidad comenzó a

ser modificada y, en los años ochenta del siglo XX, podría hablarse de una victoria

prácticamente total frente a las infecciones por microorganismos.

En la actualidad, las enfermedades infecciosas muestran una tendencia emergente, por lo que el

conocimiento de los antibióticos, a los que se prefiere denominar en la actualidad como drogas

antibacterianas, resulta de suma importancia para los interesados en los temas de salud. El

origen de la palabra antibiótico es griego: anti significa contra, y bios vida. Los antibacterianos

son sustancias naturales, semisintéticas o sintéticas, que, a concentraciones bajas, inhiben el

crecimiento o provocan la muerte de las bacterias.

Pero popularmente se les conoce a todos como antibióticos, aunque en realidad éstos son

únicamente las sustancias producidas de forma natural por algunos microorganismos.


OBJETIVOS

Permitir que el profesional de salud tenga pleno conocimiento del uso de los
antibióticos en sus pacientes infantes teniendo en cuenta la variedad de éstos y sus similares
según el tipo de infección.

Conocer los mecanismos de acción de los antibióticos, su composición y la proporción


de dosis en niños.

MARCO TEORICO

Los antibióticos son considerados habitualmente como uno de los descubrimientos terapéuticos
más importantes de la historia de la medicina. En la actualidad es muy improbable que alguien
pueda vivir su vida sin recibir algún tipo de agente antimicrobiano.

Durante gran parte de la historia se pensaba, siguiendo las enseñanzas de Hipócrates (siglo IV
a.C.), que las enfermedades eran producto del desequilibrio de sustancias –o “humores”–
corporales. Galeno, en el siglo II d.C. revolucionó la terapéutica al incorporar sustancias
existentes en la naturaleza con el objeto de restaurar el balance perdido entre los “humores”.
Los preparados galénicos no contaban con especificaciones acerca de las cantidades necesarias
de cada componente. La ciencia farmacéutica, que estudia la producción y las acciones de las
drogas, avanzó muy lentamente en sus inicios, librada al arbitrio de cada médico, y aun de cada
paciente particular.

El camino hacia la terapéutica moderna se inició probablemente en el siglo XIII con la aparición
del apotecario como una figura separada del médico, inicialmente en Inglaterra y Alemania.

Seguramente uno de los investigadores que dio mayor impulso a esta nueva ciencia fue
Paracelso, en el siglo XVI, quien, pretendiendo haber comprendido la esencia de la terapéutica
médica, introdujo el concepto y los métodos para la extracción de los principios activos de las
prescripciones. Paracelso pensaba que no era el conjunto de componentes de una prescripción lo
que producía el efecto, sino que dentro de la prescripción existían sustancias específicas con
funciones específicas. Aún más, fue el primero en introducir el concepto de dosis, requisito
necesario para comprender los efectos deseados y los tóxicos de la mayoría de las sustancias.

La rivalidad de las teorías de los galenistas y los seguidores de Paracelso dominó la escena por
mucho tiempo y durante más de dos siglos los medicamentos combinaban preparaciones
galénicas con detalles farmacéuticos más modernos como la dosificación y la forma de
prescripción.
Muchos de estos preparados estaban destinados a combatir las enfermedades más difundidas de
ese tiempo, que nadie había logrado agrupar en una categoría común: las infecciones.

No fue sino entrado ya el siglo XIX cuando la Teoría Microbiana de la Enfermedad permitiría
esclarecer la causa subyacente verdadera de estas patologías, abriendo el camino para la
aparición de los agentes terapéuticos específicos y su revolución en la historia de la medicina. A
principios del siglo XX la expectativa de vida al nacer para el promedio de la población era de
47,3 años en los Estados Unidos de Norteamérica y de 40 años en la Argentina. Hacia fines del
siglo XX esta cifra superaba los 75 años

TERAPIA ANTIBIOTICA

Con respecto a la elección del antibiótico a usar contra las infecciones se debe tener
presente; la edad del niño, el estado inmunitario, el tipo de infección que presenta, también
recapitular los antecedentes o las experiencias médicas previas. Entre los antibióticos más
usados tenemos: Amoxicilina que es efectivo contra M.O aerobios, Gram (+/-); también se
encuentra asociado como Amoxicilina más Ac. Clavulánico el cual lo hace efectivo contra M.O
aerobios y anaerobios, Gram (+/-); es de amplio espectro. En el caso de que los pacientes
presenten hipersensibilidad a las penicilinas o cefalosporinas se puede utilizar Eritromicina
(efectivo contra M.O aerobios Gram +/-) o Clindamicina (efectivo contra M.O aerobios y
anaerobios Gram +/-); también es un antibiótico de amplio espectro. Por otro lado los
antibióticos también se usan en las Pastas Antibióticas como la Pasta Guedes Pinto, Pasta de
Hoshino; para su uso local en terapias pulpares de piezas deciduas. También se tiene que tratar
el dolor, para ello se hará uso de analgésicos, en líneas generales los analgésicos se clasifican en
Opiáceos y No Opiáceos; en Odontopediatría se utiliza los v analgésicos No Opiáceos como los
AINES y Analgésicos puros, la elección de estos dependerá al grado de dolor que presente el
paciente. En nuestro medio, los fármacos más usados para el tratamiento del dolor son:
Acetaminofen (Paracetamol), Ibuprofeno, Naproxeno, Ketorolaco. El dolor también se tiene que
manejar al realizar tratamientos invasivos como por ejemplo, exodoncias, terapias pulpares,
entre otros; el manejo del dolor en estos casos se realiza con anestésicos tópicos e infiltrativos,
por ejemplo: Benzocaina (anestesia tópica), lidocaína y mepivacaína (anestesias infiltrativas).

MECANISMO DE ACCION

La acción del agente antibacteriano es lograda mediante los siguientes mecanismos de


acción:
 Inhibición de la síntesis
de la perded celular.
 Inhibición de la síntesis de proteínas.
 Inhibición del metabolismo
bacteriano.
 Inhibición de la actividad o síntesis
del ácido nucleico.
 Alteraciones en la permeabilidad de la membrana
celular.

CRITERIOS PARA LA ELECCIÓN DE UN ANTIBIÓTICO

Al escoger un antibiótico que se ha de utilizar en un régimen terapéutico determinado, han de


tenerse en cuenta:

 La edad del enfermo.


 El cuadro clínico que presenta.
 El sitio de la infección.
 Su estado inmunitario.
 Otros factores y la prevalencia de resistencia local.

En las primeras edades de la vida, la dosis de los antibióticos ha de ser cuidadosamente


calculada teniendo en cuenta el peso del niño. El cuadro clínico específico que presenta el
enfermo es clave para la selección del antibiótico, pues la experiencia indica la mejor selección
según el germen que con más frecuencia produce dicho cuadro. El sitio de la infección es
importante porque el antibiótico escogido debe ser capaz de llegar a él para poder actuar.

ANTIBIOTICOS EN ODONTOPEDRIATRIA

La evidencia sugiere que la terapia local es a menudo necesaria y suficiente para el tratamiento
de infecciones bucales. En el 97% de los casos la conducta local cura ese tipo de infecciones,
así, los antibióticos sistémicos presentan indicación estricta en odontopediatría66. Al principio,
los antibióticos están
indicados cuando hay signos sistémicos de infección bucofacial: fiebre, edema extrabucal,
trismo y adenomegalia. Por ejemplo, en el caso de la pulpitis, periodontitis apical, fístula y / o
edema localizado intrabucal se realiza la terapia pulpar, drenaje o extracción sin prescripción de
antibióticos 68- 70. Por otro lado, en el caso de edema extra-bucal agudo ontogénico, hay dos
opciones de conducta:

1. tratamiento local acompañado de la prescripción de antibióticos.

2. la administración inmediata de antibióticos para contener la propagación de la


infección y luego tratar el diente afectado.

¿Qué antibiótico prescribir?

Normalmente, en odontología, se hace antibioterapia empírica, es decir, el tipo del antibiótico se


basa en la bacteria esperada en la infección. Sin embargo, una revisión sistemática constató, con
base en estudios de laboratorio recientes, que existe tendencia al aumento de resistencia de los
antibióticos más antiguos y de pequeño espectro a los micro-organismos aislados de la infección
odontogénica. En las infecciones bucofaciales, los antibióticos beta-lactámicos tienen un nivel
de seguridad muy satisfactorio.

Los costos de la penicilina V y la amoxicilina son bajos y comparables, pero la Amoxicilina es


más ventajosa para resolver rápidamente los signos de la inflamación y presenta un esquema
posológico con menor número de dosis por día. En el caso de los pacientes alérgicos a la
penicilina, clindamicina se convierte en la mejor opción, pero en Brasil no hay la presentación
oral. Por lo que la opción es la azitromicina, del grupo de los macrólidos, que tiene una menor
posibilidad de interacciones con otros medicamentos que la eritromicina y claritromicina.

El metronidazol, a su vez, es eficaz contra anaerobios, y si se combina con la penicilina, actúa


contra prácticamente todos los microorganismos que se encuentran comúnmente en las
infecciones dentales. Otra posibilidad en el caso de alergia a las penicilinas son las
cefalosporinas. El antibiótico debe ser administrado con un mínimo de 5 días después de la
resolución sustancial o completa de los signos y síntomas, que generalmente resulta en un total
de 7 a 10 días.

Los ensayos clínicos han demostrado la posibilidad de reducir la antibioticoterapia de 3 a 4 días,


en pacientes sin compromiso sistémico, desde que se realizó la terapia local65. Dependiendo del
estado sistémico del niño, es posible que necesite ser derivado al médico y / o de la prescripción
de antibióticos por vía intravenosa. Si la infección no responde a la selección empírica en los
dos primeros días de tratamiento antibiótico, se recomienda cambiar el antibiótico y realizar un
antibiograma.
La American Academy of Pediatric Dentistry también alerta sobre el hecho de que la literatura
ha demostrado que los antibióticos pueden reducir la eficacia de las píldoras anticonceptivas
hasta una semana después de la última dosis del antibiótico. Por lo tanto, el odontólogo debe
alertar al adolescente que hace uso de este método a utilizar otro método anticonceptivo en el
caso de que necesite usar antibióticos para la infección dental.

TABLA 1: antibióticos mas comunes en el uso Odontopedriatrico.

PECULIARIDADES DEL NIÑO Y LOS FÁRMACOS: FARMACOCINÉTICA,


FARMACODINAMIA Y DESARROLLO.

Los medicamentos se comportan de forma diferente en adultos y niños, por tres razones:

- Los parámetros que determinan los procesos de absorción, distribución,


metabolismo y excreción (procesos ADME) son diferentes en los niños debido
al crecimiento y a la maduración de los sistemas y aparatos que en ellos
intervienen.

- Los efectos de los medicamentos pueden ser distintos tanto en la magnitud


como en la naturaleza de la respuesta. Algunos efectos adversos solo ocurren
en niños debido a los procesos de maduración y crecimiento.

- Las enfermedades pueden ser diferentes en niños y adultos porque difiere su


etiología o epidemiología (enfermedades infecciosas), su histopatología
(neoplasias) o porque hay entidades que afectan de forma exclusiva a la
población pediátrica.

FUNCIÓN RENAL Y HEPÁTICA


Tanto la filtración glomerular como la secreción tubular están significativamente
reducidas en el neonato, prematuro y el recién nacido a término con respecto a los niños
mayores. La maduración de la función renal es un proceso dinámico que se inicia en la
etapa fetal y se completa en la infancia temprana. Al igual que sucede con la función
renal, la función hepática está sustancialmente reducida durante el periodo neonatal y no
alcanza su madurez hasta los 2 años de edad.

El contenido total de citocromo P450 en el hígado fetal es del 30 al 60% del que es
propio del adulto, que se alcanza en torno a los 10 años de edad.

Una terapéutica farmacológica efectiva, segura y racional en neonatos, lactantes y niños


requiere el conocimiento de las diferencias en mecanismo de acción, absorción,
metabolismo y excreción que aparecen durante el crecimiento y desarrollo, debido a que
virtualmente, todos los parámetros farmacocinéticos se modifican con la edad.

LA BIOÉTICA EN LA PRESCRIPCIÓN

Reconoce los principios que enlazan los aspectos biológicos con los humanitarios, el
respeto a la dignidad humana, se tangibiliza en la autonomía de los usuarios para decidir
libre e informadamente (consentimiento informado) sobre su cuerpo. En el caso del niño
son los padres los que ejercen dicha autonomía. La constante ayuda benevolente del
profesional sigue el principio de beneficencia que intenta curar o por lo menos aliviar o
consolar. El médico procura evitar los riesgos y posibles daños, al seguir el principio de
no maleficencia y también trata de repartir sus servicios y los escasos recursos con
criterio equitativo y proporcionando más, a quien menos tiene, siguiendo el principio de
justicia.

LA BIOÉTICA EN LOS ACTOS MÉDICO-ODONTOLÓGICOS: es


imprescindible, la moralidad se practica no solo con el paciente, sino cuando se exige
que se considere a la salud como el valor más importante a defender. Y la relación
odontólogo-paciente, se equilibra entre el manejo científico y el carácter humanístico
para tratar a quienes sufren una patología y le han confiado la recuperación de su salud.

PRESCRIPCIÓN RACIONAL: Según los estudios revisados en relación a


prescripción racional, el 100% aseveró que la adecuada cumplimentación de la receta
médica garantiza la seguridad clínica de la prescripción. La promoción y el uso racional
de fármacos debe ser parte de los lineamientos de una política nacional de
abastecimiento de medicamentos esenciales, debido a que la salud es un derecho social
fundamental.
ERRORES DE MEDICACIÓN: Los errores de medicación (EM) constituyen la
forma más frecuente de errores médicos. Representan una preocupante realidad en el
trabajo diario de los profesionales de la salud, con potenciales consecuencias para los
pacientes y para el sistema sanitario. Dentro de los tipos de EM que ocurren durante la
hospitalización, los errores de prescripción son los más relevantes ya que, si no son
detectados a tiempo, pueden significar daño o muerte para el paciente.

RESISTENCIA BACTERIANA: Las bacterias como todos los seres vivos exhiben
mecanismos biológicos que las facultan para adecuarse a diversas presiones
ambientales. Aunque la resistencia a los antibióticos es una expresión natural de la
evolución y genética bacteriana, ciertos factores también contribuyen al aumento de la
expresión y diseminación de esta característica inherente. El incremento en el uso de
antibióticos y la respectiva presión selectiva que ejercen, es el factor más importante
que contribuye a la aparición de diversas clases de resistencia bacteriana

El odontopediatra como profesional integral de salud debe estar capacitado y actualizarse en


relación a los procesos fisiopatológicos del dolor y las infecciones odontogénicas, realizar un
diagnóstico basado en la evidencia clínica, apoyado de exámenes complementarios e instaurar el
plan de tratamiento con base científica indicado para cada paciente estudiado como un individuo
y monitorear su evolución de manera de controlar cualquier reacción adversa. La tendencia en
relación a la temática está enfocada cada vez más en el uso racional de fármacos en
odontopediatría y profesionales responsables, comprometidos con el paciente y su salud, en
cuanto a la perspectiva se enfoca en la solución de los problemas odontogénicos en los pacientes
pediátricos, de una manera eficiente y eficaz, considerando los principios universales de
bioética.
CONCLUSIONES

En conclusión, es importante el dominio de la farmacocinética, considerar el margen de


seguridad de los fármacos y los factores que puedan alterar los efectos terapéuticos, sean
fisiológicos o patológicos e interacciones medicamentosas. Asimismo, los antimicrobianos son
unos los fármacos más prescritos en odontología, los más automedicados y principales
representantes del fenómeno de escasez de medicamentos. En estos aspectos es primordial que
el profesional al prescribir, además de tener el dominio en relación a la historia clínica del
paciente y los fármacos, lo haga de manera clara, con letra legible, explicando las indicaciones
al paciente o al representante en caso de los niños, presentando varias alternativas terapéuticas y
valorando la relación costo beneficio.

La rapidez con la que hoy en día cambian los conceptos en farmacología clínica, la enorme
diversidad de medicamentos y la capacidad de la industria farmacéutica para producir nuevas
opciones terapéuticas, obliga al estomatólogo a estar continuamente actualizado.

Es imprescindible que profundicemos en el estudio de los mecanismos de acción clínica, los


efectos adversos y las vías de administración de los medicamentos más comunes usados en la
práctica odontológica.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
http://repositorio.uigv.edu.pe/handle/20.500.11818/1333
https://www.monografias.com/trabajos48/terapia-odontopediatria/terapia-
odontopediatria2
http://backup.revistaodontopediatria.org/publicaciones/manuales/referencia-para-
procedimientos-en-odontopediatria-2da-edicion/Manual-de-Referencia-para-
Procedimientos-en-Odontopediatria-2da-edicion-Capitulo-25.pdf
https://www.redalyc.org/pdf/3759/375944211007.pdf

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