Está en la página 1de 4

ENSAYO 1

Libro:
Neuropsicológica Clínica
Autor: Alfredo Ardilla

Este capítulo 5 del libro se abordan los principales problemas que trata la neuropsicología
como: la asimetría cerebral, los principales síndromes hallados en caso de daño cerebral,
afasias, alexias, agrafias, acalculias, apraxias, agnosias, amnesias, y función ejecutiva, los
trastornos neuropsicológicos unidos al desarrollo neuropsicología infantil y
neuropsicología del envejecimiento, demencia, el diagnóstico y la rehabilitación en
neuropsicología. Se dedica a la revisión de las principales etiologías de daño cerebral.

Por ello, la neuropsicología ocupa entonces un lugar intermedio entre la neurología y las
neurociencias, por una parte, y la psicología y las ciencias comportamentales por la otra.
Su objetivo es el estudio de la organización (normal y anormal) de la actividad psicológica
a partir del sistema nervioso. Para ello, recurre a procedimientos tanto clínicos como
experimentales. La observación sistemática de pacientes con daño en el sistema nervioso
sea focal o global, representa la fuente principal de datos de la neuropsicología clínica.
Así, la importancia de la neuropsicología es, en consecuencia, múltiple:
1. Como área fundamental de conocimiento en el análisis y la investigación de la
organización, a partir del sistema nervioso, de los fenómenos cognoscitivos y
comportamentales.
2. Como área clínica de trabajo, en el estudio y diagnóstico de personas cuyo sistema
nervioso está lesionado y que, en consecuencia, presentan alteraciones cognoscitivo-
comportamentales.
3. Como área aplicada de trabajo, en el diseño e implementación de procedimientos
remediales y rehabilitativos en caso de patología del sistema nervioso.
Es así que, en algunos países la actividad del neuropsicólogo ha influido
considerablemente en diversos casos de carácter legal. Quienes llevan a cabo actos
delictivos son sometidos cada vez más a una rigurosa evaluación neuropsicológica, a la
que se considera un elemento esencial en cualquier decisión de tipo legal. De manera
similar, las decisiones sobre responsabilidad civil y capacidad laboral pueden requerir el
concurso de profesionales de la neuropsicología, que en estos ámbitos tienen grandes
perspectivas.
El área del campo de estudio de la neuropsicología se ha extendido notoriamente en estos
últimos años para incluir no sólo el análisis de las alteraciones cognoscitivas y
comportamentales asociadas con el daño cerebral, sino también el estudio de los
problemas infantiles asociados con el desarrollo, los fenómenos correlativos al
envejecimiento, el análisis de las demencias, y la neuropsicología de los estados
psicopatológicos.
Los escenarios laborales han crecido de manera notable, y la neuropsicología juega un
papel importante en los hospitales y en las escuelas, las cárceles, los hogares de ancianos,
etcétera.
Progresivamente, se ha constituido un cuerpo de conocimientos básicos en
neuropsicología, el cual se aproxima a una integración conceptual. En años recientes han
surgido diferentes modelos teóricos, y actualmente se trata de integrar las observaciones
obtenidas en pacientes con patologías cerebrales con otras más resultantes de imágenes
funcionales del cerebro (“método lesional” y “método funcional”).
Las discrepancias sobre la interpretación teórica de la organización cognoscitiva en el
cerebro son cada vez menores. A futuro, se prevee:
1) Una ampliación ulterior del campo de trabajo.
2) Una consolidación del perfil profesional.
3) Una mayor aproximación a la psiquiatría (neuropsiquiatría), a la rehabilitación y a los
temas educacionales.
4) Una mejor comprensión de los factores culturales y educacionales.
5) Una mayor sofisticación en los procedimientos diagnósticos.
Además, los conceptos fundamentales de la neuropsicología es el de asimetría funcional
de los hemisferios cerebrales. El lenguaje, la memoria, las habilidades espaciales y en
general todas las formas de cognición se alteran en forma diferente en caso de lesiones
cerebrales, sean del lado derecho o del izquierdo. Esto lleva a suponer que en condiciones
normales toda la actividad cognoscitiva presenta una organización cerebral asimétrica.
Por otro lado, la afasia es una alteración en la capacidad para utilizar el lenguaje (Bein y
Ovcharova, 1970), a la vez es un déficit en la comunicación verbal resultante del daño
cerebral (Hécaen, 1977), una pérdida adquirida en el lenguaje como resultado del algún
daño cerebral y que se caracteriza por errores en la producción (parafasias).
Es así que, la afasia es, en consecuencia, una alteración adquirida en el lenguaje oral. Las
afasias pueden presentarse durante o después de la adquisición del lenguaje. Hay dos tipos
diferentes de anormalidades en el lenguaje infantil:
1) La disfasia de desarrollo o un retardo o trastorno en la adquisición normal del lenguaje
(Woods, 1985)
2) La afasia infantil, que es una pérdida del lenguaje resultante de algún tipo de daño
cerebral, producido antes de que haber alcanzado su adquisición completa (Woods, 1985).
Luria (1980) propuso que en la afasia semántica se encuentra errores en los siguientes
aspectos del lenguaje:
• Las frases incluyen un sistema complejo de cláusulas subordinadas sucesivas,
sobre todo, con la conjunción “que”, y preposiciones.
• Las construcciones son, reversibles sobre todo las de tipo temporal y espacial
(por ejemplo, “el círculo se encuentra debajo del cuadrado”).
• Las construcciones presentan una doble negación.
• Las construcciones son comparativas (como “un perro es más grande que un
elefante”)
Asimismo, la alexia a menudo los trastornos en el lenguaje oral (afasias) se asocian con
defectos en la habilidad para leer (alexias), escribir (agrafia) y hacer cálculos numéricos
(acalculias). Alexia se refiere a una alteración en la lectura, y puede definirse con una
pérdida parcial o total de la capacidad para leer por efecto de una lesión cerebral (Benson
y Ardila, 1996). Por tanto, es un defecto adquirido. Por el contrario, la dislexia se define
como “un trastorno que se manifiesta en una dificultad para aprender a leer, aunque
haya una instrucción previa, inteligencia normal, y un medio sociocultural adecuado; la
dislexia es, entonces un defecto cognoscitivo fundamental, con frecuencia de origen
constitucional" (Federación Mundial de Neurología, 1968; Critchley, 1985).
Al mismo tiempo, la dislexia representa entonces un problema específico en el
aprendizaje. Por alexia literal se entiende una dificultad relativa para leer (denominar) las
letras del alfabeto, originalmente conocida como ceguera a las letras.

Por otro parte, la agrafia se puede definir como una pérdida parcial o total en la capacidad
para producir lenguaje escrito, causada por algún tipo de daño cerebral. Esta capacidad
puede alterarse como consecuencia de defectos lingüísticos (afasias), pero otros
elementos, no relacionados con el lenguaje mismo (por ejemplo, motor y espacial),
también participan en la capacidad para escribir. El hecho de escribir supone, por lo
menos, un conocimiento de los códigos del lenguaje (fonemas, palabras), una habilidad
para convertir los fonemas en grafemas, un conocimiento del sistema grafémico
(alfabeto), una habilidad para la realización de movimientos finos y un manejo adecuado
del espacio que permita distribuir, juntar y separar letras. Es normal que en la
práctica clínica se encuentren diversos tipos de agrafia.

Finalmente, hay que mencionar los trastornos comportamentales en pacientes con daño
cerebral, los cuales se manifiestan en impulsividad, transgresión de las normas sociales y
cambios generales de personalidad. Con frecuencia, los programas integrados de
rehabilitación implican reentrenar al paciente en las normas de comportamiento social.
Así, se pueden organizar sesiones de grupo en las cuales el paciente debe permanecer en
silencio mientras alguien más toma la palabra; después debe hacer un resumen de las
exposiciones de los otros integrantes del grupo y seguir los convencionalismos sociales:
saludar, respetar el turno del que habla, informar de manera organizada y comprensible
para los demás las actividades que ha realizado, etc.

Referencias:
Ardilla A. (2007) “Neuropsicológica Clínica” Pag, 30, 50, 51, 290 Recuperado de:
(47) Ardila Alfredo Y Rosselli Monica - Neuropsicologia Clinica.pdf | Judith Novelo Loeza -
Academia.edu

También podría gustarte