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DIPLOMADO EN

NEUROPSICOLOGÍA
CLASE 1

Resumen
Introducción a la Neuropsicología

El objetivo de la neuropsicología es el estudio de las funciones cerebrales, así como la


organización, proceso cognitivo-conductual y casos de patologías cerebrales. La neuropsicología
infantil estudia las relaciones que tiene este con el proceso de conducta-cognición en el desarrollo
del cerebro.

La neuropsicología de los adultos que a diferencia de los niños se basa en los comportamientos
cognitivos-conductuales y que son de manera observablemente “estáticos”, porque aquí en esta
fase del desarrollo humano, el cerebro ha alcanzado su maduración completa. En los niños es al
revés existe un cerebro en desarrollo lo cual o hace más dinámico al observar este tipos de
fenómeno cognitivo-conductual. También se llega a encargar en los tipos de disfunción cerebral
sobre el desarrollo de la inteligencia.

Anderson y colaboradores (2001) han propuesto tres dimensiones del conocimiento que debe
incluirse en el análisis del conocimiento sobre los proceso cognición en el comportamiento
humano, relacionándolo con el sistema nervioso, siendo estudiados por la neuropsicología infantil.
Todas estas dimensiones abarcan desde los procesos de maduración que es una base fundamental
para el desarrollo del intelecto y sobretodo el comportamiento de la conducta el niño.

Rourke (1989) propone que un modelo dentro de la psicología infantil debe de ser capaz no
solamente de explicar las conductas infantiles normales y anormales sino que este debe de ser
progresivo interactuando con la maduración cerebral en tres ejes: Vertical (subcortical-cortical),
horizontal (intra -hemisférico).

La neuropsicología infantil clínica, directamente influida por la neurología, la psiquiatría y la


psicología clínica, está centrada en la evaluación y en la rehabilitación de niños con disfunción
cerebral y con problemas de desarrollo; se incluye la psicología educativa influida paras este tipos
de casos clínicos.

La neuropsicología experimental se concentra en el entendimiento de las relaciones entre el


funcionamiento cognitivo-comportamental y en cerebro en desarrollo. Sigue un método científico
y está influenciado por las neurociencias cognitivas así como la neurobiología del desarrollo. Esta
rama de la neuropsicología busca desarrollar más acerca de la función cognitiva, al igual, sobre el
criterio de maduración cerebral tales como la mielinización y el incremento de conexiones
sinápticas.

El origen de la neuropsicología se remonta a los siglos XIX, atribuido al médico y antropólogo


francés Paul Broca sobre sus estudios en las lesiones cerebrales frontales izquierdas, la cual se dio
cuenta que en sus estudios post mortem se veían alteradas las áreas del lenguaje.

Así mismo Karl Wernicke continúo con estos estudios analizando la organización cerebral del
lenguaje. Propone una clasificación de los trastornos adquiridos del lenguaje denominadas
“Afasias”. Lichtheim dio lugar al primer modelo de clasificación de las afasias, usualmente
conocido como esquema de Lichtheim- Wernicke. Después de estas investigaciones se tomaron
como base para emplear diagramas en cuanto a la explicación de alteraciones en el lenguaje.
Munk en 1881 se refirió a la “ceguera psíquica” explicando los defectos perceptuales al daño
cerebral haciendo experimentación en perros, que años después fue estudiado por Lissauer en
1890 en humanos. Freud 1981 introdujo el término “agnosia” termino que remplazaría a la
llamada demonización de ceguera psíquica. Posteriormente a esto el termino agnosia se utilizó
para referirse a alteraciones perceptuales en el sistema visual, tanto auditivas como trastornos
perceptuales sematosensoriales, así como los defectos de la percepción del propio cuerpo, como
las fallas en el reconocimiento espacial. Liepmann introdujo el concepto de “Apraxia” como una
incapacidad para realizar determinados movimientos bajos el orden verbal, sin que exista una
parálisis en la extremidad correspondiente.

Trabajos como el neuropatólogo Samuel Torrey Orton en 1937 publico su libro “Problemas de
lectura, escritura y ortografía en niños”, en el que propone que la habilidad para leer implica la
participación de áreas cerebrales adicionales a la región angular propuesta por Hinshelwood.
También propuso que la dominancia cerebral hemisférica es muy importante en el proceso de
aprendizaje en la lectura sobretodo en niños con dislexia, que al parecer carecían de esa habilidad
por este tipo de dominancia hemisférica entre los que iban de estímulos visuales de las palabras y
su representación de estas mismas. Toda esta conclusión fue gracias a las observaciones que hacía
a niños zurzo y ambidiestro donde se manifestaban más este tipo de dificultades, llevándolo a
concluir que el problema de aprendizaje se fundamentaba en la falta de dominancia del
hemisferio cerebral izquierdo sobre el derecho.

En 1962 Samuel Kirk utilizó el término “problemas de aprendizaje” refiriéndose a un retraso o


trastorno en el desarrollo del lenguaje, habla, escritura, lectura y habilidades matemáticas,
resultado de defunciones cerebrales o problemas emocionales. Años más tarde en EUA se realizó
un proyecto patrocinado para analizar los problemas de aprendizaje, el cual se denominó “Daño
cerebral mínimo: proyecto nacional sobre los problemas de aprendizaje”. El proyecto estuvo
conformado por profesionales en el área de la salud tanto educativa como medica nombrándola a
esta como “daño cerebral mínimo”.

Este tipo de daño cerebral mínimo también fue encontrado en niños con inteligencia normal o
superior que presentaban las mismas características específicas del aprendizaje, así como
conductas limitantes manifestándose como trastornos en el lenguaje, en la memoria, en las
habilidades perceptuales, en la atención o en el control motos, en donde se asociaba a una
supuesta disfunción en el sistema nervioso central.

Años después se comprobó que estos problemas de aprendizaje no eran necesariamente por un
mal funcionamiento en el sistema nervioso central. Y a partir de 1977 aparecieron diferentes
definiciones para poder denominarlo como “problema específico del aprendizaje”, ya sea en la
lectura, escritura, o matemáticas, mismo que se considera en la actualidad.

A mediados del siglo XX el nuero neuropsiquiatra Alfred Strauss y el psicólogo evolutivo Heinz
Werner se interesaron por determinar las bases cerebrales del retardo mental identificándolo en
dos grupos: el retardo mental exógeno el cual es asociado al daño cerebral y el retardo mental
endógeno, este siendo considerado como un retraso de tipo familiar. Trabajos que posteriormente
continúo con William Cruickshank, en el que trabajaba con niños que tenían parálisis cerebral
introduciendo en 1961 el concepto de trastorno atención con hiperactividad.
El neuropsicólogo infantil es un especialista en evaluación y tratamiento de niños o adolescentes
con alteraciones cognitivas de la conducta o conductas académicas relacionadas con problemas
congénitos o lesión cerebral. El neuropsicólogo infantil requiere de conocimientos relacionados
sobre la maduración cerebral, considerándose como una subespecialización de la neuropsicología.

El neuropsicólogo infantil puede trabajar en el contexto escolar, tratando fundamentalmente


problemas de aprendizaje y usualmente interviniendo sobre una población con dificultades de
desarrollo.

Puede ser parte de una unidad neurológica pediátrica (neurólogo pediátrico), así como sus
actividades profesionales puede ir dirigidas a la evaluación de niños con lesiones cerebrales.
También puede ser miembro de una unidad de psiquiatría infantil centrándose en la evaluación
neuropsicológica como en el desarrollo de estrategias de rehabilitación de los niños en
condiciones psiquiátricas tales como el autismo infantil.

Finalmente el neuropsicólogo infantil puede desempeñar como investigador de las funciones


cognitivas y del comportamiento en poblaciones infantiles normales o con condiciones
neurológicas.

Concluyendo que cada ser humano es diferente y que de acuerdo a la etapa del desarrollo en el
que se encuentre como por el ejemplo en un niño este posee un cerebro dinámico refiriéndose
que está en constante cambio por la forma en la que se adquieren los conocimientos y las
habilidades. Por el contrario del adulto que es más estable porque aquí no hay dicho cambio que
pueda llegar a afectar este tipo de habilidades y aprendizajes adquiridos. Por eso mismo siempre
se realiza una correlación entre el comportamiento- conducta, mismas que puede ser observadas
ya sea si existe una condición patológica o no.

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