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Concepto y Modelo de Recuperación
Larry Davidson, David Roe y Janis Tondora
Introducción
Como sugiere el título de este capítulo, el término
“recuperación” ha llegado a referirse tanto a un
concepto como a un modelo en la psiquiatría
contemporánea. A continuación, esperamos no solo
mostrar cómo estos enfoques de recuperación se
apartan del sentido clínico más tradicional del término y
aclarar las confusiones entre los dos, sino también
sugerir cómo el concepto de recuperación ofrece la
base para una importante transformación de la práctica
psiquiátrica, gran parte de la cual permanece como una
visión esperanzadora para ser actualizada en el futuro.
Primero, describimos los orígenes de dos concepciones muy
diferentes de recuperación, argumentando que si bien siguen
siendo distintas, también son altamente compatibles, si no
complementarias. Luego pasamos a los diversos modelos de
“estar en recuperación” [1] o “recuperación personal” [2] que
han surgido en el campo en las últimas dos décadas y exploran
brevemente las implicaciones que generan para cambiar todas
las formas de práctica psiquiátrica, desde la atención
hospitalaria hasta la rehabilitación basada en la comunidad, una
esfera que incorpora cada vez más a las personas “en
recuperación” como personal (una fenómeno muy relacionado
con la recuperación, como se describe en detalle en el Capítulo
21).
L. Davidson (*) · D. Roe · J. Tondora
Universidad de Yale, Departamento de Psiquiatría, Programa
de Recuperación y Salud Comunitaria,
New Haven, CT, EE. UU. Correo electrónico:
larry.davidson@yale.edu
© Springer Nature Suiza AG 2020
A. Shrivastava, A. De Sousa (eds.),Resultados del tratamiento de la esquizofrenia
, https://doi.org/10.1007/978-3-030-19847-3_7
7
Recuperación como concepto
Antes de abordar esa forma de recuperación que es
relativamente nueva para la psiquiatría, que se
remonta a fines de la década de 1980, comencemos con
el concepto clínico tradicional de recuperación que se
remonta a la disciplina misma. Este concepto de
recuperación es importado de la medicina y se refiere a
una resolución completa de todos los signos, síntomas
y deficiencias que se han asociado con la experiencia de
la enfermedad mental de una persona. Alguien que se
ha recuperadoeducaro se ha curado de la enfermedad
o ha encontrado una forma de superarla; si bien puede
haber dejado cicatrices socioemocionales, para todos
los efectos clínicos, la persona ya no tiene la afección en
cuestión. Aunque dentro de la perspectiva psiquiátrica
convencional, los investigadores que coincidieron en la
identificación de los criterios para la "remisión" en la
esquizofrenia no llegaron a abordar la posibilidad de
una recuperación tan completa [3], esta noción tiene
una larga y distinguida historia en el campo.
Philippe Pinel, por ejemplo, habló y escribió
sobre esta forma de recuperación a finales del siglo
XVIII, en los albores de la era del tratamiento moral,
como cuando dijo a los miembros de la Sociedad de
Historia Natural de París en 1794 que:
No se puede ignorar una llamativa analogía en los caminos
de la naturaleza cuando se comparan los ataques de locura
intermitente con los síntomas violentos de una enfermedad
aguda. En cualquier caso, sería un error medir la gravedad
del peligro por la extensión del trastorno y el trastorno de las
funciones vitales. En ambos
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58
casos una condición grave puede prever la recuperación,
siempre que se practique una gestión prudente. [4]
A pesar de la creencia generalizada de que
distinguía la "demencia precoz" (que más tarde se
denominó esquizofrenia) de la depresión maníaca
en función de su curso de deterioro inevitable
durante el resto más corto de la vida del paciente,
incluso Kraepelin escribió que "la demencia
afortunadamente no ocurre en todos los casos" [5].
De hecho, observó que la posibilidad de una forma
de recuperación que podría ser “considerada
equivalente a curar” no era “nada inusual”, como
escribió en este pasaje:
El pronóstico, sin embargo, no es realmente simple. Si la
dementia praecox es susceptible de una recuperación
completa y permanente que responda a las estrictas
exigencias de la ciencia es todavía muy dudoso, si no
imposible de decidir. Pero no son nada inusuales las
mejoras, que en la práctica pueden considerarse
equivalentes a curas. [6]
Una vez que la ubicación de la investigación clínica
longitudinal cambió de los hospitales de larga estancia de
la época de Kraepelin a la comunidad, durante y después
de la desinstitucionalización, se estableció una
heterogeneidad en los resultados tanto dentro como entre
los individuos.7]. Es decir, una serie de estudios de
seguimiento a largo plazo de personas diagnosticadas con
esquizofrenia realizados ya en la década de 1970 encontró
que hasta el 67 % de sus muestras experimentaron mejoras
significativas con el tiempo, muchas de las cuales se
recuperaron por completo.8–12]. Entre aquellos que no se
recuperaron por completo, hubo una amplia diversidad en
el funcionamiento a través de una serie de dominios poco
vinculados, con algunas personas mejorando en algunas
áreas (p. ej., síntomas) mientras que no en otras (p. ej.,
funcionamiento social) [13,14]. Solo alrededor del 33% de
estas muestras mostró un curso y un resultado similar a las
predicciones de Kraepelin, que van desde la estabilidad
clínica (es decir, poca o ninguna mejora) hasta el deterioro
progresivo. Es una pregunta abierta por qué muchos en el
campo siguen pasando por alto estos hallazgos
relacionados con la posibilidad de recuperación clínica [15].
Parecería, sin embargo, que desde que ha existido una
disciplina de psiquiatría, siempre ha habido personas que
se han recuperado por completo, y muchas más que se han
recuperado.
ered al menos parcialmente, de la esquizofrenia. Pat Deegan, Ph.D., capturó el primer ejemplo de
esta confluencia de perspectivas que pueden debatir los diversos porcentajes que podrían caer.
L. Davidson et al.
en cada categoría, pero, y a pesar de que todavía tenemos
que descubrir una "cura", la recuperación clínica, como lo
documentó por primera vez Pinel, sigue siendo una
posibilidad.
Si esto fuera todo lo que se ha dado en llamar el
“Movimiento de Recuperación”, aunque no habría
necesidad de este capítulo. Pero a partir de la década de
1970, a medida que estos datos más optimistas sobre los
resultados de las personas que vivían fuera de los
hospitales comenzaban a aparecer en revistas académicas,
las personas que habían estado hospitalizadas comenzaron
a unirse para abogar colectivamente en su propio nombre
como parte de un programa de salud mental. Movimiento
de ex-paciente/sobreviviente/consumidor [dieciséis]. En
parte como protesta por los pésimos pronósticos que les
habían dado, así como por el mal trato que habían recibido,
miembros de este movimiento rechazaron la profesión de
psiquiatría, proponiendo crear alternativas al sistema de
salud mental que se basaban sobre la autoayuda y el apoyo
mutuo [17]. A fines de la década de 1980, algunas personas
dentro de este movimiento comenzaron a ver estas
“alternativas” como complementarias a los servicios clínicos
y de rehabilitación, en lugar de reemplazarlos, y
comenzaron a abogar por la reorientación de la atención
convencional para promover la dignidad, la
autodeterminación y la soberanía. de personas con
enfermedades mentales graves.
Estos defensores asumieron esta causa sobre la
base de sus propias "experiencias vividas" del daño
perpetrado por la atención irrespetuosa y coercitiva y
de sus propias luchas y éxitos de vivir vidas
significativas y productivas frente a lo que los
profesionales psiquiátricos describieron como
enfermedades mentales. Continúa habiendo profundas
divisiones dentro de esta comunidad con respecto a si
condiciones como las enfermedades mentales
realmente existen o no y si la colaboración con los
servicios y proveedores de salud mental es posible sin
conducir inevitablemente a la cooptación de la
perspectiva de las personas con experiencia vivida. Sin
embargo, a partir de la interacción entre los defensores
de los consumidores de salud mental y los
investigadores y profesionales progresistas de la salud
mental, nació el "Movimiento de recuperación".
Tal vez lo mejor, y hasta donde podemos encontrar,
7 Concepto y Modelo de Recuperación
una persona que experimentó un tratamiento
psiquiátrico involuntario y dañino, pero luego se
convirtió en psicóloga clínica. En una de sus
primeras publicaciones, Deegan definió y articuló
una concepción de "recuperación" diferente a la
utilizada en la investigación clínica. Ella escribió eso:
La recuperación se refiere a la experiencia vivida... de las
personas cuando aceptan y superan el desafío de la
discapacidad... se experimentan a sí mismos como
recuperando un nuevo sentido de sí mismos y de propósito
dentro y más allá de los límites de la discapacidad. [18]
Hay por lo menos dos componentes nuevos e importantes en esta
declaración que ayudan a aclarar la diferencia esencial entre esta forma de
recuperación y la recuperación como fenómeno clínico, tal como se definió
anteriormente. Primero, Deegan define este concepto de recuperación
como basado en la “experiencia vivida” de las personas con enfermedades
mentales. Esta es una forma de recuperación, en otras palabras, que debe
entenderse desde la perspectiva de la persona con la condición más que
desde la del médico o investigador clínico. A partir de los antecedentes del
propio Deegan en filosofía fenomenológica, este cambio a la experiencia en
primera persona como fuente de conocimiento creíble y útil sentó las bases
para el desarrollo de la "experiencia vivida" en "pericia vivida". Ahora un
principio central del Movimiento de Recuperación, la noción de “pericia
vivida” estableció la base para la búsqueda y el uso de la sabiduría y la
evidencia basada en la práctica que se acumula entre las personas que
viven efectivamente con enfermedades mentales graves. Se propone que
esta forma de evidencia es al menos igual de válida y complementaria, si no
más relevante, que el conocimiento científico o empírico tradicionalmente
definido en tercera persona sobre la enfermedad mental. Como resultado,
se está defendiendo la centralidad de la "participación del usuario del
servicio" en todos los tipos y en todas las fases de la investigación
psiquiátrica. conocimiento empírico o científico tradicionalmente definido
sobre la enfermedad mental. Como resultado, se está defendiendo la
centralidad de la "participación del usuario del servicio" en todos los tipos y
en todas las fases de la investigación psiquiátrica. conocimiento empírico o
científico tradicionalmente definido sobre la enfermedad mental. Como
resultado, se está defendiendo la centralidad de la "participación del
usuario del servicio" en todos los tipos y en todas las fases de la
investigación psiquiátrica.19], una expectativa creciente en psiquiatría que
es paralela a la creciente demanda de participación del "paciente", o parte
interesada principal, en la investigación médica de manera más amplia [20–
22].
El segundo componente nuevo e importante de la
definición altamente influyente de Deegan es el uso del
término "discapacidad" para referirse a una enfermedad
mental grave. Este artículo fue publicado 2 años antes de la
aprobación de la histórica legislación de
59
la Ley de Estadounidenses con Discapacidades y de esta
manera refleja lo que se había convertido en una estrategia
de defensa clave del Movimiento de Consumidores/
Sobrevivientes. Si redefinimos las enfermedades mentales
graves como discapacidades según la ley, entonces todos
los derechos civiles y las responsabilidades asociadas de la
inclusión comunitaria otorgadas a las personas con
discapacidades físicas o del desarrollo también pertenecen
a las personas con "discapacidades psiquiátricas" [23]. Si
bien este concepto de las enfermedades mentales como
discapacidades sigue siendo un tanto polémico dentro de la
comunidad más amplia de consumidores/sobrevivientes
(porque sugiere un deterioro de por vida), los aspectos de
derechos civiles e inclusión comunitaria de la ley no lo
hacen. Más bien, brindan una base conceptual para el
Movimiento de Recuperación, que se inspiró en parte en los
movimientos por los derechos civiles de las personas de
color, las mujeres y la comunidad LGBT a partir de la
década de 1960, así como más directamente en el
Movimiento de Vida Independiente de personas con otros
tipos de discapacidades, que habían defendido con éxito
sus derechos civiles, incluido el derecho a la inclusión en la
comunidad, desde principios de la década de 1970 [24].
¿Cuáles son las implicaciones de adoptar una visión de
los derechos de las personas con discapacidad de los
efectos de las enfermedades mentales graves? Por un lado,
esto podría ser simplemente una forma de caracterizar la
condición de aquellas personas que no se recuperan
completamente de acuerdo con los criterios clínicos
descritos anteriormente. En otras palabras, si sabemos que
existe una heterogeneidad en el resultado dentro y entre
los individuos, algunas personas, aquellas que
experimentan impedimentos funcionales a largo plazo,
podrían describirse con precisión como "discapacitadas"
por una enfermedad mental. Quizá Deegan se refería a
aquellas personas que no se recuperan y que, por lo tanto,
continúan teniendo sus vidas limitadas y constreñidas por
los síntomas y déficits asociados con la esquizofrenia.
Parecerían estar discapacitados en el sentido convencional
del término. Pero en la otra mano, Deegan parecería estar
refiriéndose a algo más que ser discapacitado cuando
escribe sobre esas personas “recuperando un nuevo
sentido de sí mismo y de propósito dentro y más allá de los
límites de la discapacidad”. ¿Cómo pueden las personas que
aún no se han recuperado recuperar un nuevo sentido de
identidad y propósito?
60
Es de esta manera que la “recuperación” de
estas personas se basa en la visión de los
derechos de las personas con discapacidad
articulada en la Ley de Estadounidenses con
Discapacidades. Las personas con
discapacidades, ya sean de naturaleza física o
psiquiátrica, deben tener acceso a una vida
plena y autodeterminada en la comunidad, al
igual que todos los demás ciudadanos
respetuosos de la ley, y si se requieren
"adaptaciones" para permitir dicho acceso, se
van a proporcionar. Por el concepto de
adaptaciones, generalmente nos referimos a
cosas tales como sillas de ruedas, rampas para
sillas de ruedas y pasamanos en los baños que
se proporcionan para que las personas con
problemas de movilidad puedan acceder a los
espacios públicos tanto como sea posible. Del
mismo modo, los signos en Braille y los perros
de servicio son adaptaciones para las
personas con discapacidad visual y el lenguaje
de señas para las personas con discapacidad
auditiva.
Por lo tanto, la adopción de este modelo tiene
implicaciones dramáticas y de gran alcance sobre cómo
debe cambiar la atención de la salud mental para ayudar a
las personas a “recuperar un nuevo sentido de sí mismos y
de propósito dentro y más allá de los límites de la
discapacidad”. Además de reducir los síntomas tanto como
sea posible, la atención de la salud mental debe centrarse
tanto, si no más, en restablecer el funcionamiento y, en
áreas en las que el funcionamiento aún no se ha
restablecido por completo, permitir que las personas
participen en esos aspectos de la vida. vida comunitaria que
valoran incluso cuando pueden permanecer discapacitados
por una enfermedad mental [25,26].
Esto nos lleva al segundo concepto de recuperación
sustancialmente diferente de la recuperación total, aunque
todavía algo relacionado con ella. Como señalamos
anteriormente, esta forma de recuperación,
alternativamente descrita como “enrecuperación” con, en
lugar de recuperarde,una enfermedad mental grave [1],
como un modelo de recuperación de “consumo” en
oposición a uno “científico” [27], o como “recuperación
personal” en comparación con “recuperación clínica” [2]—es
más aplicable y relevante para aquellas personas que
todavía experimentan síntomas. Esta situación ha llevado
L. Davidson et al.
a innumerables malentendidos y preocupaciones sobre
[28], así como los usos y abusos de [29], este segundo
concepto de recuperación y nos deja lejos de estar en
una posición ideal para discernir las implicaciones de
este concepto para la práctica. Sin embargo, eso es
precisamente lo que haremos antes de pasar a
diferentes modelos de esta forma de recuperación.
Una primera implicación de este concepto es que las
personas con incluso las formas más graves de
enfermedad mental, como la esquizofrenia, siguen
siendo ante todo personas y, por lo tanto, merecen
dignidad y respeto. De hecho, Deegan escribió una vez:
“El concepto de recuperación tiene sus raíces en la
comprensión simple pero profunda de que las personas
a las que se les ha diagnosticado una enfermedad
mental son seres humanos” [30]. Para poner en práctica
esta idea, con la que nadie estaría en desacuerdo en
principio, corresponde a los profesionales adaptar la
atención ofrecida a las necesidades, preferencias y
objetivos únicos de cada persona, para proporcionar lo
que se ha dado en llamar “personalidad”. cuidado
centrado” [31]. Además de estar centrada en la
persona, dicha atención debe identificar y aprovechar
las fortalezas únicas de cada persona y los recursos
tanto internos como externos (es decir, basarse en las
fortalezas), maximizar la autodeterminación (es decir,
respetar el derecho a hacer que el tratamiento y
decisiones de vida), tome en cuenta activamente la
identidad y los antecedentes socioculturales de la
persona (es decir, sea culturalmente competente) y
aproveche las relaciones curativas más allá del sistema
de tratamiento formal (es decir, incluya a los partidarios
naturales identificados y a la "familia" como se define
en el individual). Por último, la atención debe orientarse
a empoderar y permitir a la persona llevar a cabo el tipo
de vida que desea tener y que encontraría valor dentro
de su comunidad local, ofrecer adaptaciones
ambientales o apoyos comunitarios que puedan ser
necesarios para compensar las dificultades persistentes
asociadas con la discapacidad. Como el Informe Final
de la Comisión para la Nueva Libertad del Presidente de
EE. UU. de 2003 [32], ya no es suficiente tratar los
síntomas y simplemente aceptar la discapacidad a largo
plazo si se puede hacer más para mejorar la calidad de
vida de la persona o, en palabras de Deegan, para
ayudarla a “recuperar un nuevo sentido de sí misma y
de propósito dentro y más allá de los límites de la
discapacidad”.
7 Concepto y Modelo de Recuperación
Desde un punto de vista clínico o científico
convencional, cosas tales como el sentido de uno mismo o
el propósito pueden sonar muy subjetivos y más allá del
alcance de la prestación de atención médica per se. El
Movimiento de Recuperación puede entenderse, sin
embargo, tanto como un movimiento social como un
movimiento para lograr lo que el informe de la New
Freedom Commission caracterizó como una
“transformación” de toda la atención de la salud mental [32
]. El movimiento social tiene como objetivo combatir el
estigma, los estereotipos y la discriminación asociados con
tener una enfermedad mental en la sociedad
contemporánea para que las personas con enfermedades
mentales puedan, de hecho, ser vistas y tratadas como
seres humanos dignos de dignidad y respeto. El llamado a
la transformación comienza con el reconocimiento de los
derechos civiles fundamentales de estas personas, pero va
más allá, para promover un enfoque de atención que
suscite, fomente y honre la autonomía, las capacidades y
los roles valiosos de la persona dentro de su comunidad
elegida. La principal responsabilidad de esta forma de
recuperación recae en la persona misma, pero también se
entiende que es de naturaleza social [33] y depender en
gran medida de los demás afectuosos y confiables y del
acceso a comunidades acogedoras y solidarias [34].
Dentro de este contexto, el papel del médico cambia
del único experto que toma decisiones sobre el
tratamiento de la persona y la vida en general (por
ejemplo, dónde y con quién vivirá la gente, cómo
pasarán su tiempo, etc.) al de un experto. consultor que
tiene información, habilidades, educación,
tratamientos, apoyos y otras intervenciones que ofrecer
para promover los propios esfuerzos de recuperación
de la persona y la familia. Cada fiesta, recuperación, y
incluida la comunidad local, poseeproceso de recuperaciónes que desarrollamos a continuación. fortalezas
y recursos que pueden ser identificados y
construido en el proceso de recuperación, que evoluciona
de muchas maneras diferentes para diferentes personas.
Pero para recibir apoyo en su recuperación, las personas
deben ser respetadas y tratadas con dignidad como seres
humanos completos que son más que solo su diagnóstico o
enfermedad, necesitan que se les ofrezca esperanza y
necesitan tener su identidad cultural, valores, afiliaciones y
preferencias respetadas por sus proveedores de atención
médica [26]. Una vez que hayamos revisado los diferentes
modelos de esta forma de recuperación, podremos agregar
más especificidad a cómo se ve este tipo de atención en la
práctica.
61
Modelos de recuperación
Como se discutió en la sección anterior, un avance
importante en la ampliación de la comprensión del
campo de la recuperación fue distinguir entre los dos
tipos centrales, que Davidson y Roe [1] referido como
"recuperación de" versus estar "en recuperación" y
Slade [2] como “recuperación clínica” versus
“recuperación personal”. El primero, “recuperación de”
o “recuperación clínica”, se refiere más a la perspectiva
científico-practicante mientras que estar “en
recuperación” o “recuperación personal” alude más a la
perspectiva basada en la experiencia de la persona [35].
En esta sección, describiremos los avances recientes en
el desarrollo de modelos y marcos de la forma posterior
de recuperación personal.
En un intento por crear un marco conceptual
empírico para la recuperación, Leamy y colegas [36]
realizó una revisión sistemática que incluyó 97 artículos
publicados de los cuales se identificaron 87 estudios
distintos (que se seleccionaron de más de 5000 que se
identificaron y más de 366 que se revisaron). Una vez
seleccionados los artículos, los esfuerzos se dirigieron a
desarrollar un marco conceptual. En primer lugar, se
emplearon técnicas inductivas de codificación abierta
para identificar los temas centrales. A continuación, el
análisis se centró en la relaciones dentroyentre
estudios.Finalmente, se realizó un análisis temático
hasta lograr la saturación de categorías y fue objeto de
comentarios por parte de un panel de consulta de
expertos. El marco conceptual final comprende tres
categorías superordinadas interrelacionadas:
características de laviaje de recuperación,etapas de
En los 87 estudios, las características de losviaje de
recuperaciónfueron identificados. Con mucho, la
característica más común mencionada fue la recuperación
como un proceso activo. Esto se mencionó en la mitad de
los estudios, lo que sugiere que podría ser el principal sello
distintivo. Existe un marcado contraste entre la
recuperación como un “proceso activo” en el que la persona
está involucrada y el enfoque tradicional de la atención en
el que los pacientes eran percibidos como receptores
pasivos de la atención brindada por otros y estaban
limitados en lo que podían hacer a cumplir principalmente
con o adhiriéndose a lo que estos expertos otros les habían
recetado.
62
Del veinte al treinta por ciento de los estudios
enfatizaron cómo la recuperación era un proceso y viaje
no lineal individual y único. Esto destaca la necesidad
de que la atención sea personalizada y esté en sintonía
con las mejoras y los contratiempos. Varias otras
características se mencionaron con menos frecuencia
(en 7-17% de los estudios). Estos incluyeron la
recuperación ocurridacomo etapaslo que plantea el
desafío de la atención en fases específicas que
requeriría identificar etapas de recuperación, así como
qué tipo de atención sería más útil en cada etapa. Si
bien los esfuerzos en esta dirección pueden ser
prometedores [37,38], es importante señalar que la
recuperación personal también ha sido descrita como
de naturaleza no lineal y que el modelo transteórico de
cambio de comportamiento [39] en el que
normalmente se basan tales modelos está limitado en
su aplicación a las enfermedades mentales [40]. Las
interpretaciones rígidas de este modelo pueden
conducir inadvertidamente a estructuras en las que se
impide que las personas participen en servicios
potencialmente curativos basados en la recuperación
en función de una evaluación profesional de que dicha
participación no es "apropiada para la etapa", una
práctica que no es coherente con el espíritu y la
intención de atención orientada a la recuperación [40].
También se hizo referencia a la
recuperación como un proceso de lucha, que
cambia la vida, multidimensional y gradual.
Estos son recordatorios importantes para no
confundir el mayor optimismo incrustado en
la recuperación con el hecho de que a menudo
es extremadamente desafiante e influye en
varios dominios de la vida de los que lleva
tiempo recuperarse. Otras características
mencionadas fueron que la recuperación
puede ocurrir sin cura o intervención
profesional, a veces por prueba y error y, a
menudo, facilitada por entornos de apoyo.
Estos tienen implicaciones importantes, ya
que sugieren que uno puede vivir una vida
personalmente significativa incluso si todavía
experimenta síntomas continuos y que este
proceso puede ser facilitado por entornos de
apoyo y varios esfuerzos personales y no
necesariamente como resultado de los
servicios solos o en absoluto.
L. Davidson et al.
Finalmente, la revisión sistemática reveló cinco
categorías deprocesos de recuperaciónque se mencionaron
con frecuencia:Cconexión,hapertura y optimismo sobre el
futuro,identición,metroen la vida, ymimpowerment (dando
como resultado el acrónimo CHIME). Todos estos procesos
pueden verse como bloques de construcción humanos
básicos sobre los que la mayoría de las personas
construyen sus vidas y que pueden ser particularmente
cruciales en momentos de desesperación cuando se
enfrentan a síntomas psiquiátricos. Dado lo que se sabe
sobre estos procesos, ¿qué implicaciones tiene esto para el
diseño y la prestación de atención psiquiátrica? La
traducción a la práctica, por supuesto, variará según las
preferencias personales, así como el contexto social,
organizacional y político-económico. Pero en la siguiente
sección, ofrecemos estrategias representativas para
profesionales que están comprometidos con los principios
de la atención orientada a la recuperación pero que no
están seguros de cómo se vería esto en entornos de
servicios de rutina.
Práctica Orientada a la Recuperación
Mientras que la "recuperación" es lo que elindividual
hace para manejar su condición y recuperar su vida de
los efectos directos e indirectos de la enfermedad, r
atención orientada a la recuperación, por otro lado, es
lo queproveedores de servicios de saludoferta en apoyo
de los propios esfuerzos de la persona para seguir
adelante y buscar una "vida significativa en la
comunidad" [32]. La recuperación no es algo que pueda
hacer “a” o “para” otra persona. Si bien la recuperación,
al igual que el aprendizaje, es la tarea principal del
individuo, todavía es mucho lo que el cuidado de los
demás puede hacer para facilitar este proceso a través
de las acciones tanto formales (es decir, proveedores de
atención médica) como informales (por ejemplo,
familiares, amigos). , empleadores) partidarios. Es
dentro de este campo que vemos el gran potencial del
enfoque orientado a la recuperación, que se ha
reconocido cada vez más como una poderosa fuente de
aliento en la recuperación entre las personas que viven
con enfermedades mentales graves [41].
De acuerdo con los cinco procesos de recuperación de
CHIME identificados anteriormente, la recuperación se puede
promover a nivel individual a través de lo siguiente:
7 Concepto y Modelo de Recuperación 63

conectividad motas de conexión, entre profesionales y personas

en recuperación.
Lo más importante que está provocando toda esta
recuperación para mí es el amor que tengo en mi vida hoy. En el contexto de los procedimientos de evaluación
y planificación, la conexión también se apoya mediante
Fomentar las relaciones que brindan a las personas un
la consideración cuidadosa de las fortalezas y los
sentido de pertenencia y autoestima es fundamental en la
recursos más allá del sistema de tratamiento formal, es
recuperación. La conexión es crucial, pero no siempre es
decir, dentro de la familia del individuo, la red de apoyo
fácil de formar debido a factores relacionados con la
natural y la comunidad en general. Por ejemplo, a
enfermedad, como la cognición social deteriorada, factores
discreción de la persona, él o ella puede extender una
ambientales como el estigma público y la falta de
invitación a un apoyo natural para que participe
oportunidades, así como los consiguientes personales,
directamente en su proceso de planificación de la
como la pérdida de confianza y autoestima. La conexión
atención centrada en la persona (PCCP) [42]. Al igual
nutritiva puede, y debe, implicar relaciones tanto dentro
que con cualquier participante en la planificación
como fuera del sistema de tratamiento formal, es decir,
centrada en la persona, es importante que los
tanto con profesionales como con simpatizantes naturales.
miembros de la familia y otros invitados se orienten en
Esto es consistente con el punto de vista de que la
el proceso para que puedan ser miembros efectivos del
recuperación no es vista como un proceso solitario sino
equipo y aprender qué formas de contribuyendo.
más bien como un viaje hacia la interdependencia con la
comunidad de elección propia.
Por ejemplo, si bien se debe alentar a un
¿Qué estrategias representativas podría implicar esto? En el contexto de los
miembro de la familia a compartir sus inquietudes
entornos de atención hospitalaria, esto puede comenzar reflexionando sobre el
para que el equipo pueda intercambiar ideas
flujo de la persona a través de los servicios e incluso sobre el espacio ambiental que
colectivamente sobre estrategias y soluciones, es
ocupan los cuidadores y los usuarios del servicio y la medida en que mejora, en
posible que los miembros de la familia también
lugar de obstaculizar, las oportunidades de conexión e interacciones auténticas. .
deban ser redirigidos si consideran que la reunión
¿Cómo se recibe a las personas cuando son transferidas a una unidad de
es una oportunidad para alinearse con
hospitalización psiquiátrica? ¿Hay alguien disponible para darles un recorrido y
profesionales y aplicar presión indebida sobre la
orientarlos sobre el programa, tal vez un especialista en pares? ¿Se les ofrece
persona en recuperación en torno al tratamiento
presentaciones personales a aquellos con quienes se espera que compartan su
clave y las decisiones de vida. Cuando el proceso de
historia ya quienes se espera que confíen su cuidado? ¿Existen publicaciones o
planificación de la atención ha descubierto
materiales de orientación fáciles de usar que aclaren el rol de cada persona, tal vez
conexiones clave en la vida de la persona y esas
incluso incluir una imagen de varios miembros del personal y sus funciones o áreas
personas están dispuestas y son capaces de prestar
de responsabilidad "a las que acudir". Incluso el diseño estructural del entorno de
su tiempo, energía y entusiasmo a la visión de
los pacientes hospitalizados puede tener un marcado impacto en la naturaleza de
recuperación de la persona, entonces estas
la conexión en la atención psiquiátrica. ¿Hay oportunidades para interacciones
contribuciones deben documentarse como pasos de
fluidas a lo largo del día en un entorno abierto, o el personal pasa la mayor parte
acción en el plan de recuperación junto con aquellos
de su tiempo a puertas cerradas en oficinas fuera de la unidad o detrás del borde
servicios ofrecidos por proveedores profesionales.
de plexiglás de una estación de enfermería centralizada? Estos diseños espaciales

pueden ser poderosos recordatorios, tanto literal como figurativamente, de la

división "nosotros-ellos" que perpetúa la distancia, en lugar de proporcionar ¿O el

Esperar
personal pasa la mayor parte de su tiempo a puertas cerradas en oficinas fuera de

la unidad o detrás del borde de plexiglás de una estación de enfermería
centralizada? Estos diseños espaciales pueden ser poderosos recordatorios, tanto
literal como figurativamente, de la división "nosotros-ellos" que perpetúa la
La esperanza empezó a fluir sobre mí. De repente, podía
sentirme como nuevo. El modelo de recuperación me ayudó
a sentirme como nueva otra vez.

distancia, en lugar de proporcionar ¿O el personal pasa la mayor parte de su
tiempo a puertas cerradas en oficinas fuera de la unidad o detrás del borde de
plexiglás de una estación de enfermería centralizada? Estos diseños espaciales
pueden ser poderosos recordatorios, tanto literal como figurativamente, de la
división "nosotros-ellos" que perpetúa la distancia, en lugar de proporcionar
El segundo es la capacidad de los profesionales
para infundir esperanza y optimismo para el futuro.
Esto incluye cosas como creer en la posibilidad de
recuperación, inspirar motivación para cambiar,
ayudar a la persona a reconectarse con sus sueños y
64
aspiraciones y ofrecer exposición a compañeros de apoyo como
una encarnación viva de la esperanza en la recuperación. Tal
exposición es fundamental para infundir esperanza no solo
entre las personas con enfermedades mentales sino también
entre los profesionales que las atienden.
Tomemos, por ejemplo, el debate frecuente que surge
en el proceso de establecer metas y visualizar un futuro
más esperanzador en la recuperación dentro del contexto
de la planificación de la atención centrada en la persona.
Los profesionales pueden dudar en apoyar la meta
expresada por un individuo debido a la preocupación de
que de alguna manera sea "poco realista" y que ofrecer tal
apoyo pueda llevar a alguien al fracaso y la decepción. Los
practicantes no pueden predecir el futuro y no deben
presumir de hacerlo. De hecho, muchas personas que
actualmente trabajan como compañeros dentro del sistema
de salud mental informan que los profesionales les dijeron
al principio de su recuperación que nunca podrían volver a
trabajar debido a la gravedad de su enfermedad. Dichos
pronunciamientos no solo son desmoralizantes, sino que
transmiten una sensación de certeza que simplemente no
está justificada por los datos disponibles.
Al colaborar con los usuarios del servicio para explorar
los objetivos de recuperación, es mucho más útil para el
profesional ayudar a la persona en recuperación a "pensar
en grande", ya que esto presenta una oportunidad para
demostrar fe y esperanza en su proceso de recuperación y
ayudarlo a vivir más allá de la legado de bajas expectativas
que, durante demasiado tiempo, ha impregnado los
sistemas de salud mental. Los resultados para las personas
con enfermedades mentales deben incluir las expectativas
y aspiraciones compartidas por todos los seres humanos (p.
ej., vivir, trabajar, aprender, jugar y amar en la comunidad
elegida por uno), no solo umbrales o estándares de orden
inferior comúnmente valorados en el servicio humano.
sistema (por ejemplo, estabilidad, adherencia, satisfacción
con los servicios). Las altas expectativas deben ser la norma
para todas las personas y no reservarse solo para aquellos
que los profesionales juzgan que han alcanzado una cierta
etapa de recuperación.
Identidad
Puedo mirar al mundo a los ojos hoy y me respeto
mucho más. Soy más atrevida a probar cosas nuevas y
algunas de las cosas que he descubierto son cosas que
me gustan mucho.
Estrechamente ligada a esto está la tercera categoría de
identidad, que implica el uso de un enfoque basado en las fortalezas.
L. Davidson et al.
enfoque para ayudar a la persona a superar el estigma
y desarrollar y mantener un sentido positivo de
identidad aparte de la enfermedad o discapacidad.1].
Esto puede ser particularmente desafiante cuando las
personas se enfrentan constantemente a síntomas
angustiantes persistentes, así como a mensajes y
actitudes estigmatizantes explícitos e implícitos que se
encuentran tanto dentro como fuera del sistema de
salud mental. Al enfrentarse a tales circunstancias, los
profesionales deben conceptualizar uno de sus
primeros pasos como ayudar a la persona a volver a
ponerse en contacto con sus intereses, talentos y dones
anteriores, utilizando una variedad de estrategias para
ayudar a la persona a descubrirse a sí misma. como una
persona sana con historia, con futuro, y con fortalezas e
intereses más allá de sus déficits o impedimentos
funcionales.
Esto puede comenzar con el uso constante de un
lenguaje respetuoso y no estigmatizante. En todo
momento,persona primerose debe usar lenguaje para
reconocer que la discapacidad no es tan importante como
la individualidad y humanidad de la persona, por ejemplo,
“una persona con esquizofrenia” versus “un esquizofrénico”.
Emplear el lenguaje de la persona primero no significa que
la discapacidad de una persona se oculte o se considere
irrelevante; sin embargo, tampoco debe ser el único
enfoque de ninguna descripción sobre esa persona y su
cuidado. Hacer que sea el único foco es despersonalizador y
despectivo. Si bien el lenguaje basado en las fortalezas y la
persona primero se ha reconocido durante mucho tiempo
como un estándar esperado en la prestación de servicios de
salud mental, la traducción de este estándar al uso
constante en la práctica diaria ha demostrado ser un
objetivo mucho más difícil de alcanzar.
También se pueden emplear procedimientos formales
de evaluación basados en fortalezas para ayudar a las
personas a recuperar su personalidad frente a las
dificultades constantes asociadas con la experiencia de la
enfermedad mental. Sin embargo, en algunos casos,
simplemente preguntar sobre las fortalezas puede no ser
suficiente para obtener información sobre los recursos y las
capacidades que se pueden aprovechar en el proceso de
planificación de la recuperación. La creatividad en el
diálogo y en cómo se formulan las preguntas puede ser
necesaria para desbloquear chispas de interés enterradas.
Por ejemplo, puede expresar una curiosidad genuina
explorando los siguientes tipos de preguntas.Si pudieras
diseñar el “día perfecto”, ¿cómo sería? ¿Cuál fue el mejor
cumplido que has recibido?
7 Concepto y Modelo de Recuperación sesenta y cinco

Cuando eras más joven, ¿qué soñabas con
hacer cuando fueras grande y por qué? ¿De
qué estás más orgulloso en tu vida? ¿Qué es lo
único que no cambiarías de ti?
Las fortalezas descubiertas en este proceso de evaluación deben usarse activamente en la
creación conjunta del plan de recuperación del individuo. Centrarse en las fortalezas es una poderosa
estrategia de compromiso que puede ayudar a las personas a desarrollar esperanza para el futuro y
establecer objetivos de recuperación motivadores. Por ejemplo, una mujer a la que le encantan los
animales y que lucha contra el aislamiento social podría estar motivada por los paseos regulares al
parque para perros. Una persona a la que le encantan los libros podría participar si se le pide que ayude
a organizar los materiales en la biblioteca de la agencia o en el centro de recursos para el consumidor. O
un paciente que está a punto de hacer la transición a la comunidad desde un programa para pacientes
deben llevarse a cabo con ciertas precauciones en mente, ya
que pueden usarse como un medio para rastrear rígidamente a
las personas en un conjunto predeterminado de tratamientos y
excluirlas rígidamente de otros. Las pistas especializadas
pueden adquirir fácilmente un tono desmoralizador (p. ej., tanto
el personal como los pacientes reconocen rápidamente la pista
especializada para la "psicosis de bajo funcionamiento") y
pueden dejar poco espacio para la exposición a una amplia
gama de intervenciones basadas en la recuperación. al tiempo
que refuerza la internalización de la enfermedad como la
identidad principal de uno.

hospitalizados puede tener como parte de su plan de alta no solo una receta para medicamentos y una Sentido
cita de seguimiento en el centro comunitario de salud mental local, sino también un viaje preestablecido
Es un despertar a todo lo que podrías estar haciendo y,
a los servicios dominicales. en su lugar de culto local si el afrontamiento basado en la fe es una parte en mi caso, al hecho de que valía la pena vivir la vida.
central de su recuperación. El punto esencial es que descubrir las fortalezas no es suficiente en sí mismo
La cuarta categoría es el significado de la vida, que
para generar un plan de atención centrado en la recuperación y basado en las fortalezas. Más bien, los
incluye encontrar significado en las experiencias de
profesionales deben pensar creativamente sobre la mejor manera de utilizar activamente las fortalezas
enfermedad que requeriría valorar la experiencia vivida
e intereses del individuo como una forma de ayudarlo a recuperar un sentido positivo de identidad más
y alentar la curiosidad y los procesos de creación de
allá de la experiencia de la enfermedad. El punto esencial es que descubrir las fortalezas no es suficiente
significado en lugar de simplemente aceptar las
en sí mismo para generar un plan de atención centrado en la recuperación y basado en las fortalezas.
explicaciones de los demás para las propias
Más bien, los profesionales deben pensar creativamente sobre la mejor manera de utilizar activamente
dificultades. De acuerdo con el famoso adagio de
las fortalezas e intereses del individuo como una forma de ayudarlo a recuperar un sentido positivo de
Nietzsche de que “Quien tiene un por qué para vivir
identidad más allá de la experiencia de la enfermedad. El punto esencial es que descubrir las fortalezas
puede soportar casi cualquier cómo”, esto llama la
no es suficiente en sí mismo para generar un plan de atención centrado en la recuperación y basado en
atención sobre las oportunidades y el apoyo que las
las fortalezas. Más bien, los profesionales deben pensar creativamente sobre la mejor manera de utilizar
personas necesitan para crear sentido en sus vidas. Los
activamente las fortalezas e intereses del individuo como una forma de ayudarlo a recuperar un sentido
modelos tradicionales de atención no necesariamente
positivo de identidad más allá de la experiencia de la enfermedad.
ven el significado como un objetivo importante o
valioso y no siempre están diseñados para alentar o
apoyar dichos esfuerzos. Por el contrario, un sistema
orientado a la recuperación deja espacio para la
Si bien la adopción de un enfoque basado en
comprensión única de cada persona de lo que le ha
fortalezas a menudo se considera a nivel micro y cómo
sucedido y cómo le da sentido a estas experiencias.
se desarrolla en una relación de tratamiento 1:1, tiene
implicaciones igualmente convincentes para los
Por ejemplo, la Red de Voces Auditivas (HVN) [43],
cambios en la estructura y el diseño de los servicios en
una comunidad internacional de personas centrada en
una variedad de entornos de atención psiquiátrica. . Por
pares con la experiencia vivida de escuchar voces, ha
ejemplo, ha habido intentos de organizar los servicios
surgido como una plataforma para cuestionar cómo el
de salud mental de acuerdo con los diagnósticos
tratamiento de salud mental actualmente comprende,
psiquiátricos primarios de los participantes o incluso en
clasifica y responde a la angustia mental. En lugar de
función de su nivel evaluado de funcionamiento o
ver voces, visiones y estados extremos como síntomas
grado de deterioro cognitivo. La justificación de tales
de una enfermedad subyacente, los miembros de HVN
“pistas” en la programación incluye la capacidad de
creen que es útil verlos como experiencias
agrupar a los participantes según el nivel de necesidad
significativas, incluso si no siempre sabemos cuál es ese
y asignar personal con experiencia clínica y de
significado. Esta posición tiene un papel importante
rehabilitación especializada. Si bien puede ser valioso
que desempeñar en un sistema de atención orientado a
para la persona en recuperación interactuar con otros
la recuperación, ya que tiene como objetivo mantener
con experiencias vividas compartidas y recibir una
al usuario del servicio en el asiento del conductor y
programación e intervención más específicas,
66
lo alienta a definir sus propias experiencias
y cómo debe manejarlas.
Para algunas personas, esto puede traducirse en
un proceso de toma de decisiones compartida en el
que un médico está abierto a enfoques alternativos
más allá de la medicación antipsicótica para ayudar
a controlar la angustia de una persona. En otros
casos, puede significar honrar que la persona no
perciba la experiencia como una manifestación de
una enfermedad psiquiátrica para empezar, que no
la encuentre tan angustiosa y que no elija
“manejarla” en absoluto como podría ser.
significado importante para ellos en sus vidas y sus
identidades. En este sentido, respeta que las
personas que han vivido lo que llamamos
“enfermedad mental” han aprendido mucho en este
proceso y son las mayores expertas en su propia
vida y recuperación. Como tal, están en la mejor
posición para hablar sobre las fortalezas y
limitaciones de los sistemas de tratamiento
actuales,44].
Empoderamiento
Solía ser yo quien llegaba al centro de salud mental
esperando que me curaran. Ahora puedo manejar mejor mi
propio cuidado. Soy capaz de establecer metas para mí
mismo y llegar a nuevas alturas.
Finalmente, la última dimensión de recuperación se enfoca en
empoderar a las personas en recuperación para que ejerzan un mejor
autocuidado y una variedad de derechos fundamentales, incluidos los
derechos a la ciudadanía, la inclusión social y la participación activa
en la planificación del cuidado. Al igual que en otras categorías, existe
una gran necesidad de cambiar aquello en lo que tradicionalmente
nos hemos centrado para garantizar que las personas tengan la
oportunidad de participar en este tipo de procesos de recuperación.
La atención orientada a la recuperación se basa en la
premisa de que las enfermedades mentales pueden
manejarse mediante los esfuerzos concertados de la
persona, sus colaboradores más importantes y los
profesionales capacitados y conocedores. Esto sigue siendo
cierto incluso en la vida de aquellas personas que han sido
desmoralizadas por una enfermedad mental y la
discriminación asociada con estas condiciones. Para tales
personas, un primer paso en la atención orientada a la
recuperación puede ser ayudar a la persona y a sus seres
queridos a ver a la persona como un agente capaz en su
propia vida que puede aprender a ejercitarse.
L. Davidson et al.
cise algún grado de autocuidado. Hacerlo no
minimiza el papel que pueden desempeñar la
familia y los profesionales, sino que anima a la
persona a ocupar un papel valioso y central en su
propia vida. En conjunto, el enfoque de la atención
orientada a la recuperación cambia de lo que el
médico debe hacer para tratar la enfermedad a lo
que la persona y sus seres queridos deben saber
cómo hacer para ejercer un buen manejo de la
enfermedad en el día a día. base.
Los ejemplos de estrategias específicas pueden
incluir fomentar (pero no obligar) la creación de un Plan
de Acción de Recuperación de Bienestar (WRAP), que es
un sistema de recuperación personalizado nacido y
arraigado en el principio de autodeterminación [45].
WRAP ayuda a las personas a utilizar estrategias
simples, seguras y efectivas para responder de manera
más efectiva a los síntomas angustiantes y mantener su
bienestar en el día a día. De manera similar, los
profesionales pueden promover el empoderamiento
asegurándose de que las personas tengan la
oportunidad de redactar sus propios planes de crisis y
contingencia. A menudo denominados "directrices
psiquiátricas avanzadas", estos planes brindan
instrucciones detalladas sobre las intervenciones y
respuestas preferidas de un individuo en caso de una
crisis psiquiátrica en la que una persona puede ser
temporalmente incapaz de hablar por sí misma. Como
tal, representan una herramienta prometedora para
ayudar a una persona a mantener tanta dignidad y
autonomía como sea posible en un momento en que
los médicos pueden necesitar ejercer una mayor
influencia sobre las decisiones de tratamiento.
Las herramientas de autogestión orientadas a la
recuperación, como WRAP y las directivas anticipadas
psiquiátricas, deben informar activamente un plan de atención
centrado en la persona (PCCP) formal dentro del registro
médico individual de la persona. Como se mencionó
anteriormente, PCCP es un proceso de colaboración en el que
los proveedores de servicios y las personas en recuperación
trabajan juntos (a veces 1: 1 o a veces en equipo) para crear
conjuntamente un plan que ayude a la persona a lograr sus
objetivos de vida más valiosos [42]. El PCCP se basa en la
premisa de que las personas son las expertas en sus propias
vidas y experiencias y, por lo tanto, el plan de atención
profesional debe comenzar y mantenerse fiel a lo que las
personas han llegado a aprender que es útil (o no) en el manejo
de su propia recuperación.
7 Concepto y Modelo de Recuperación
Si tomamos por un momento la analogía de que
la recuperación es un “viaje” y el plan de atención es
el “mapa de ruta” hacia el destino esperado,
entonces lo que estamos tratando de hacer en la
planificación centrada en la persona es ayudar a la
persona a en el "asiento del conductor" de su
cuidado tanto como sea posible. El enfoque de la
planificación centrada en la persona reconoce que el
grado de participación y autodirección de cada
persona variará en función de una serie de factores,
que incluyen la preferencia individual y cultural, el
estado clínico, las habilidades de comunicación, el
nivel de confianza, la etapa de cambio, habilidades y
experiencias, etc. Además, el enfoque no invalida la
experiencia clínica del personal profesional. Más
bien, es un modelo basado encamaraderíaen el que
exista respeto mutuo entre la persona y sus
cuidadores. La persona que busca atención es un
individuo autónomo que merece respeto, y la última
decisión recae en este individuo autónomo. Sin
embargo, también se reconoce la experiencia del
profesional y se da mucha importancia a su opinión
y experiencia profesional.
Esto significa que, como profesionales,
debemos estar dispuestos a cambiar de asiento,
convertirnos en copilotos y compartir el poder
con la persona durante todo el proceso de
planificación de la atención. Así como esto
implica un cambio de roles y de competencias
para los profesionales, lo mismo puede ser válido
para muchas personas en recuperación que aún
no se sienten cómodas en el asiento del
conductor. Esto es especialmente cierto cuando
se han acostumbrado a ser vistos y tratados más
como un "pasajero" donde su participación típica
en el plan de atención puede haberse limitado a
la expectativa de que lo firmen. Para superar
estas tradiciones, es fundamental que los
sistemas de salud mental ofrezcan un aviso
previo de las reuniones de planificación, así
como educación en/preparación para PCCP (es
decir, "educación de manejo").
Sin embargo, es importante señalar que, a medida que el
concepto de recuperación personal se ha abierto camino entre
En todo el mundo, este énfasis central en la autodeterminación, mientras que hay alguna evidencia que muestra que la
prodeterminación ha llegado a llamarse cada vez más
en cuestión Incluso dentro de los EE. UU., personas
de culturas hispanas y afroamericanas han
67
Encontró un enfoque tan estrecho en la persona,
extraído como si fuera de su contexto familiar y
comunitario, para ser culturalmenteNaciones
Unidassensible. Se han hecho críticas similares
desde la perspectiva de la cultura china [46,47] y,
más recientemente, de la cultura india [48] también.
Para las personas que prefieren que otros
participen en la toma de decisiones, los
profesionales deben respetar estas preferencias, ya
que no sería muy "centrado en la persona" insistir
en que las personas tomen sus propias decisiones
cuando su preferencia cultural sería ceder a la
sabiduría. de familiares o mayores [49].
Como se ve con otros procesos centrales de
recuperación, lo que significa promover el
empoderamiento debe considerarse tanto a
nivel micro (es decir, relación de tratamiento
individual) como macro (es decir, contexto
organizacional y estructuras). Esto requiere
una autorreflexión honesta sobre la variedad
de prácticas coercitivas en los sistemas de
salud mental que despojan a las personas de
su elección y autonomía en lugar de promover
su empoderamiento personal. Por ejemplo, el
"control clínico" (p. ej., que se le niegue el
acceso a un programa de empleo con apoyo
basado en la evaluación de un médico de que
un individuo no está "listo para trabajar",
cuando se ha demostrado que dichas
evaluaciones tienen una validez predictiva
limitada en los resultados vocacionales) no
tiene lugar en un sistema de atención
orientado a la recuperación. A diferencia de,
De manera similar, ciertos métodos de programación
conductual, como las economías simbólicas o los sistemas
de niveles que a menudo se ven en entornos residenciales
de pacientes hospitalizados o congregados, socavan el
empoderamiento al sustituir un locus de control externo
por los esfuerzos para promover la autogestión y la
autonomía. Si estos métodos preparan efectivamente o no
a alguien para el alta y la transición a un nivel de atención
más bajo también sigue siendo un punto de discusión en
nuestro campo. lo que si sabemos es que
Los comportamientos lemáticos se pueden moldear con éxito
mediante el uso de economías simbólicas en los contextos de
pacientes hospitalizados o residenciales, no hay token
68
economía para seguir a la persona en la
comunidad [50]. Una persona puede aprender
a cumplir con una estructura impuesta
externamente mientras está en el hospital,
pero en ausencia de esa estructura, sugerimos
que lo que se necesita es una autogestión
efectiva y habilidades de bienestar similares a
las que se pueden enseñar en dichos centros
basados en evidencia. prácticas como WRAP
o Manejo y Recuperación de Enfermedades
(IMR). En estos modelos, la persona es vista
como un socio activo en su propia
recuperación en lugar de un receptor pasivo
de atención, algo que es más consistente con
una orientación de recuperación, así como con
el tipo de autocontrol que hemos visto
durante décadas en el tratamiento de
enfermedades crónicas. enfermedades
médicas como la diabetes. Al mismo tiempo,
los sistemas de atención necesitan
mecanismos para manejar los problemas
psiquiátricos agudos que pueden generar
problemas de seguridad graves, así como la
interrupción del entorno de curación para
todos. En esta circunstancia,
Conclusiones
El concepto de recuperación clínica, o total, ha existido desde el
nacimiento de la disciplina de la psiquiatría en sí misma, sin
embargo, es cuestionable el grado en que este concepto ha
informado la práctica rutinaria de la atención de la salud mental
en entornos de pacientes hospitalizados o ambulatorios. Es
decir, la mayoría de los programas han asumido una
perspectiva de atención a largo plazo o crónica y han hecho
poco para inspirar la esperanza de una recuperación completa,
que sin duda puede requerir un período de tiempo más largo
que el que permiten la mayoría de los programas. Mientras
tanto, el concepto de recuperación personal existe desde hace
aproximadamente 30 años y ha estimulado el rápido desarrollo
y la expansión de los enfoques de autoayuda/apoyo mutuo y
apoyo entre pares, tanto fuera como dentro de los sistemas de
salud mental. Aparte del impacto de estas nuevas alternativas o
comple-
L. Davidson et al.
apoyos mentales, y a pesar de la proliferación mundial de
mandatos gubernamentales y declaraciones de políticas
que respaldan la recuperación como una visión general
para la atención de la salud mental, una transformación
más amplia y profunda de la práctica clínica de rutina sigue
siendo en gran medida una tarea para el futuro.
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