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PSICOONCOLOGÍA. Vol. 0, Num. 1, pp.

135-146

PSICOLOGÍA Y FIN DE VIDA


Mª Pilar Barreto* y Mª del Carmen Soler**
* Facultad de Psicología. Universidad de Valencia.
** Hospital Doctor Moliner de Valencia.

Resumen Summary
El presente trabajo tiene como objetivo The aim of this work is to describe the main
exponer las aportaciones fundamentales de la contributions of psychology to the field of End
Psicología al campo de los cuidados al final de of Life Care. After basic questions that must be
la vida. considered by all the interdisciplinary team, we
Tras plantear cuestiones básicas que ha de put forth principles and tools for assessment
contemplar la intervención interdisciplinar, and intervention strategies.
exponemos los principios y herramientas para We emphasize both the preventive and clin-
la evaluación y las estrategias de intervención. ical role of Psychologists. We also consider
Se explicitan tanto el rol preventivo como counselling as the necessary frame for assess-
asistencial en el profesional de la psicología. Se ment and intervention. Moreover, specific
plantea el counselling como marco clave de la strategies for concrete problems such as anxi-
evaluación y la intervención y se comentan ety and depression are given.
estrategias específicas para problemas concre- It is evident that psychology has an impor-
tos como ansiedad y depresión. tant role in this field; nevertheless, its recent
Es evidente que la Psicología tiene un deber involvement implies that more development of
profesional en este campo de estudio, aunque contributions is necessary. Further, we need to
su reciente incorporación al mismo hace que seek additional evidence regarding efficacy and
sus aportaciones necesiten aun desarrollarse en efficiency of same.
gran medida. Sobre todo necesita demostrar la
eficacia y eficiencia de las mismas Key words: Palliative Care, End of Life, Psy-
chologist Role, assessment, intervention.
Palabras clave: Cuidados Paliativos. fin de
vida, rol del psicólogo, evaluación, intervención.

INTRODUCCIÓN tas en revistas de reconocido prestigio


como el New England Journal of Medicine,
Desde distintos ámbitos del conoci- en la que Callahan(2) afirma que los objeti-
miento y también por parte de la sociedad vos de la Medicina del Siglo XXI deben ser
se reclama, cada vez con más intensidad, dos: por supuesto seguir luchando frente a
la necesidad de atender profesional y las enfermedades y también, al mismo nivel
humanamente a las personas en la etapa de importancia, conseguir que los pacien-
final de sus vidas. El envejecimiento pobla- tes mueran en paz.
cional sobre todo en los países desarrolla- El ya bien consolidado campo de los
dos y la evidencia de los límites de la cien- Cuidados Paliativos, nombre que identifica
la actuación interdisciplinar en la última
cia ante el declive biológico, resaltan este
etapa de la vida, ha recibido un gran impul-
hecho. Contamos en este sentido, tal como so en las últimas décadas. Su origen filosó-
señala Bayés(1), con declaraciones explíci- fico está en el movimiento Hospice inglés
de finales del s. XIX y principios del XX,
Correspondencia: siendo su mayor exponente la fundación en
María Pilar Barreto Martín. 1967 del St. Christopher Hospice por la
Facultad de Psicología Universitat de Valencia. Dra. C. Saunders. La propia autora, en el
Avenida Blasco Ibáñez, 21 (46010- Valencia)
E-mail: pilar.barreto@uv.es primer Manual de Medicina Paliativa(3)
María del Carmen Soler Sáiz. resume las claves de esta filosofía, a saber,
Porta-Coeli s/n. Serra (Valencia)
E-mail: soler_car@gva.es la muerte en paz y la vida activa hasta la
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muerte. En segundo lugar y equiparado en Si nos planteamos detenidamente tan-


importancia, el concepto de “dolor total” to el objetivo de los cuidados como la situa-
que incluye elementos físicos, psicológi- ción en que se encuentran las personas que
cos, sociales y espirituales. están en la última etapa de sus vidas, enten-
En este mismo escrito, enumera la con- deremos cómo es necesario que la Psicolo-
junción de los elementos clave que permiten gía se pregunte cuál es su rol profesional en
la realización eficiente de este tipo de cuida- este ámbito, es decir, qué puede aportar y
dos, destacando los siguientes: camas hospi- cuáles son sus funciones.
talarias integradas en el entorno del pacien- Por una parte, es evidente que el obje-
te; desarrollo y seguimiento de un buen con- tivo de los cuidados es de índole eminen-
trol de síntomas; apoyo a la familia; servicio temente subjetiva. Hablar de bienestar, paz,
de duelo; atención domiciliaria; investiga- serenidad, implica hablar necesariamente
ción y evaluación y finalmente, formación y de percepciones subjetivas individuales.
entrenamiento de los profesionales. Por tanto, hemos de encontrar formas plau-
Tras un conjunto de acontecimientos sibles para la detección de las necesidades
que van determinando la expansión del personales (físicas, psicológicas, sociales o
movimiento tanto en Estados Unidos como espirituales) que pueden encontrarse tras el
en Europa, en 1990 la Organización Mun- sufrimiento y por tanto dificultar o impedir
dial de la Salud(4) establece que la denomi- la consecución de tal objetivo.
nación correcta de este movimiento es la de En segundo lugar, hemos de ser cons-
“Cuidados Paliativos” ofreciendo para los cientes de cómo se desarrolla el proceso de
mismos la siguiente definición: “Cuidado fin de vida en las circunstancias de una
total activo de aquellos pacientes cuya enfermedad cuyo curso es irreversible, bien
enfermedad no responde a tratamiento por la inexistencia de tratamientos adecua-
curativo; el control del dolor, de otros sín- dos para eliminarla o frenarla o por la inefi-
tomas y de los problemas psicológicos, cacia de los mismos ante determinadas
sociales y espirituales es primordial. La situaciones de gran deterioro. En este sen-
meta de los Cuidados Paliativos es conse- tido, es útil considerar la presencia de múl-
guir la mejor calidad de vida para los tiples síntomas, multifactoriales y cambian-
pacientes y sus familiares. Muchos aspec- tes; el impacto emocional que supone la
tos de los cuidados paliativos son aplica- presencia implícita o explícita de la muer-
bles en momentos previos en conjunción te (para el paciente, sus allegados y los pro-
con el tratamiento anticáncer”. pios profesionales de la salud) y la acumu-
Hemos de señalar también, tal como lación de pérdidas que se suceden en un
subraya la OMS, que “Los Cuidados Palia- período breve de tiempo (teniendo en
tivos afirman la vida y consideran la muer- cuenta que los períodos que se consideran
te como un proceso normal, ni aceleran ni etapa terminal en el paciente oncológico
posponen la muerte, proporcionan alivio son de 3±3 meses), sin los tiempos necesa-
para el dolor y otros síntomas perturbado- rios para poder asimilarlas. Así pues, es pre-
res, integra los aspectos psicológicos y espi- ciso facilitar el proceso de adaptación en
rituales del cuidado, ofrecen un sistema de esta situación tan crítica a los pacientes y
apoyo para que los pacientes vivan tan acti- sus allegados.
vamente como sea posible hasta la muerte, Antes de pasar a comentar las aporta-
ofrecen un sistema de apoyo a la familia ciones de la Psicología en este campo, que-
tanto durante el proceso de enfermedad del remos hacer unas consideraciones respec-
paciente, como después de la muerte para to a algunas circunstancias que matizan y
manejar su propio duelo”. Así pues, conti- dificultan la actuación interprofesional en
nuidad de cuidado, asistencia multidisci- Cuidados Paliativos. En primer lugar, las
plinar y global y cuidado familiar son esen- edades que pueden tener los pacientes son
ciales en este acercamiento. distintas. Desafortunadamente, la enferme-
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dad no respeta ciclos vitales y afecta a todas diferentes aportaciones profesionales con-
las edades. Las diferencias se ponen de fluyan en un mayor bienestar para todos.
manifiesto en la forma de afrontar la muer- Sabemos que el trabajo en equipo es difícil
te, en las concepciones que tienen sobre pero no imposible y que claramente los
ella y en la mayor o menor experiencia en beneficios superan a los costes. Además el
asumir pérdidas significativas. Del mismo buen funcionamiento de los equipos resul-
modo, los profesionales tienen que desarro- ta crucial como protector frente al síndro-
llar estrategias distintas en función de la me de burnout que puede producirse en
edad del enfermo. No es lo mismo acom- este tipo de situaciones.
pañar en la fase final de la vida a un adul- En cuarto lugar, queremos señalar la
to de edad avanzada, quien se supone ha importancia de tener en cuenta los princi-
atravesado las diferentes etapas y ha des- pios de la Bioética en este ámbito. Además
arrollado en gran medida sus expectativas de los obvios de Justicia, Beneficencia y No
vitales, que actuar ante una persona joven Maleficencia(5), resulta especialmente útil
cuyo ciclo vital se ve truncado por la enfer- mantener en mente la necesidad de respe-
medad y, además, sin la experiencia y tar la autonomía de los pacientes. Hemos
madurez necesarias para hacerlo. Añádase de ser conscientes de que cuanto mayor
a ello, que en el caso de los familiares, el deterioro presenta una persona, más fácil-
dolor por la muerte de un hijo produce mente pueden surgir en los profesionales y
importantes alteraciones emocionales que familiares actitudes paternalistas que inter-
incluyen, además de la angustia por la fieran con el respeto a la dignidad del ser
separación definitiva, sentimientos de cul- humano en todas sus circunstancias.
pa y gran incomprensión. Pensemos sola- Finalmente, recordar cómo las propias
mente en el hecho de que han de asumir la actitudes de los profesionales ante el fenó-
muerte de aquellos a quienes tienen que meno de la muerte pueden condicionar su
ayudar a crecer y que habitualmente esta- actuación profesional. A las vivencias per-
rían destinados a sobrevivirles. sonales referidas a experiencias previas se
En segundo lugar, hemos de añadir la suman las actitudes condicionadas cultu-
dificultad que entrañan aquellas actuacio- ralmente. Asumirla como un fenómeno
nes profesionales que han de desarrollarse natural que nos afectará a todos antes o des-
en períodos de tiempo breves. Las oportu- pués resulta fundamental para que no se
nidades de evaluación, intervención y rec- produzcan comportamientos de evitación
tificación se reducen y, por lo tanto, se hace o rechazo, muchas veces no conscientes,
necesario unirlas de modo que la evalua- que impidan el necesario acercamiento a
ción forme parte de las sesiones de inter- las personas que necesitan de nuestros ser-
vención, todo ello acompañado de una vicios profesionales. Directamente relacio-
gran prudencia además de firmeza. Los nadas con lo que acabamos de mencionar
tiempos para los profesionales son breves, hemos de considerar las posibles actitudes
para los pacientes y familiares también. Es de desesperanza ante la inminencia del
necesaria, pues, una buena formación que final de la vida. Es importante en este caso,
permita ser lo más eficientes posible en recordar que el objetivo no es evitar la
estas circunstancias. muerte, puesto que no se encuentra en
En tercer lugar, resulta imprescindible nuestras manos, sino más bien tener siem-
trabajar conjunta y coordinadamente con pre presente que nuestros esfuerzos van
los distintos profesionales implicados en el dirigidos a facilitar el proceso de adapta-
cuidado del paciente. Si el objetivo es el ción de la persona es esta situación tan
mismo para todos, es necesaria una comu- compleja, promoviendo el máximo bienes-
nicación continua y fluida entre los distin- tar posible en pacientes y familiares y miti-
tos miembros y de éstos con el paciente y gando, en la medida de nuestras posibilida-
la familia, todo ello con el fin de que las des, el sufrimiento que dicha situación
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comporta. Recordando siempre que ade- nales de la psicología en una unidad de cui-
más del dolor que supone ver partir a un ser dados paliativos. Evaluadas dichas peticio-
humano al que nos hemos vinculado per- nes por tres jueces diferentes independien-
sonal y profesionalmente, también resulta tes, los resultados indican que un 30% de
un gran privilegio poderle acompañar en ellas son realmente desesperadas. Para los
una etapa vital tan importante. autores que suscribimos, este dato, indica
Algunos investigadores han expresado que la labor preventiva del psicólogo en
sus ideas respecto a cuáles deben ser las estos ámbitos aun necesita consolidarse.
funciones del profesional de la Psicología A continuación pasaremos a detallar
en el ámbito de los Cuidados al final de la algunas cuestiones concernientes tanto a la
vida. Nosotros mismos(6, 7), expusimos en evaluación como a la intervención psicoló-
otro lugar, como funciones nucleares, la gica en este campo.
investigación sobre los constructos subjeti-
vos que constituyen el objeto de estos cui-
dados, la evaluación e intervención en las LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
necesidades emocionales de pacientes y
Nos ocuparemos en primer lugar de la
familiares y finalmente el asesoramiento
evaluación del objetivo asistencial, es decir
del equipo en temas estudiados tradicional-
el alivio del sufrimiento y la promoción del
mente por la Psicología como la comunica-
bienestar. Como hemos comentado ante-
ción difícil, la interacción entre los miem-
bros del equipo y la prevención del bur- riormente, ambos conceptos –sufrimiento y
nout. En el mismo sentido, Laval et al.(8), bienestar– tienen una gran carga subjetiva
refiriéndose a los equipos móviles que dis- y por tanto se han de considerar de modo
pensan tales cuidados, consideran que el individualizado para cada persona; por
psicólogo tiene dos funciones primordiales, supuesto teniendo en cuenta las principa-
en primer lugar la actividad clínica con les dificultades y recursos que en estas
pacientes y familias y en segundo lugar la situaciones suelen estar presentes para con-
intervención interdisciplinar conjunta con templarlos en nuestras herramientas de
el resto del equipo. En la misma línea se han evaluación.
enumerado(9) las actuaciones psicosociales Una cuestión básica se refiere a la defi-
más frecuentes y que se refieren a counse- nición de los conceptos. En muchas ocasio-
lling, educación y atención específica a las nes se ha equiparado “bienestar” con “cali-
necesidades detectadas mediante la eva- dad de vida” y a este respecto querríamos
luación interdisciplinar. Otros autores(10) señalar que es al menos dudosa su asimila-
señalan además la dificultad de delimitar, ción. Determinadas dimensiones que se
dentro de un equipo, quiénes son los res- incluyen habitualmente en los instrumen-
ponsables de la provisión de apoyo emo- tos para evaluar Calidad de Vida, como por
cional y cuáles han de ser los límites de ejemplo el estatus funcional, están en estos
actuación de cada uno de estos profesiona- pacientes necesariamente deterioradas. Por
les. Más adelante, en el apartado de inter- esta razón algunos investigadores intentan
vención, profundizaremos en esta idea. Así encontrar medidas más apropiadas, o cuan-
mismo se ha insistido en las especificidades to menos adaptar los instrumentos de Cali-
de formación de los distintos profesionales dad de Vida, mediante escalas suplementa-
que conforman los equipos(11) haciendo rias, a estas circunstancias concretas(14).
especial mención a la que deben poseer Otros autores(15) proponen que una única
aquellos cuyo objetivo específico es el apo- pregunta, ubicada en una escala análoga
yo psicosocial(12). Por último, en un estudio linear sería el mejor método de evaluación.
empírico relativamente reciente, Romero et Por otra parte, el término sufrimiento
al.(13) evaluaron el grado de emergencia de también presenta una gran complejidad ya
las peticiones que se hacían a los profesio- que en ocasiones se ha asimilado al térmi-
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no “dolor” y entendemos, tal como plantea Gavrin(20) quienes, basándose en los traba-
Bayés(16) en un trabajo reciente, que no todo jos previos de Lazarus y Folkman(21) respec-
el sufrimiento implica dolor ni a la inversa, to al concepto de amenaza, consideran que
exponiendo como paradigmática la defini- el grado de sufrimiento de una persona es
ción de sufrimiento de Loeser y Melzack(17), el resultado del balance que ésta realiza
grandes autoridades en el campo del dolor, entre la amenaza percibida y los recursos
quienes entienden que el sufrimiento es que cree poseer para hacerle frente.
una respuesta negativa inducida por el Otro tema nuclear en evaluación se
dolor y también por el miedo, la ansiedad, refiere a la necesidad de realizarla de modo
el estrés, la pérdida de objetos afectivos y sistemático y en repetidas ocasiones. Esta-
otros estados psicológicos. Así, entende- mos hablando del desarrollo de un proce-
mos que los distintos investigadores hayan so de adaptación y de un sujeto cuya salud
considerado tal evaluación de muy diver- se deteriora progresivamente. Así, entende-
sas maneras. El sufrimiento se ha entendi- mos que la evaluación ha de ser necesaria-
do como la presencia de alteraciones psi- mente continua. Podríamos sintetizar
cológicas (ansiedad y depresión); síntomas diciendo que necesitamos métodos de eva-
físicos, sobre todo el dolor en tanto que luación breves, no intrusivos así como
supone el síntoma más perturbador, los medidas globales y específicas que sean
miedos y preocupaciones expresadas por el capaces de detectar los cambios continuos
paciente y recientemente, también las que puedan producirse en el estado del
necesidades espirituales. Todos los aspec- paciente.
tos que hemos comentado revisten gran Un tema de especial relevancia en este
importancia para entender el conjunto de ámbito, que ha generado gran cantidad de
factores que configuran el sufrimiento de investigación, se refiere al diagnóstico ade-
pacientes y familiares, pero además es cuado de la depresión en el paciente en fase
necesario contar con indicadores de medi- final de la vida. Contamos con numerosos
da globales que permitan una apreciación estudios que muestran la elevada frecuen-
rápida del estado del paciente y de la efica- cia de este trastorno afectivo y las grandes
cia de nuestras intervenciones. dificultades que conlleva su evaluación(22, 23),
Añadido a lo anteriormente expuesto, obteniéndose resultados de frecuencias que
entendemos que son necesarias medidas van desde el 1 hasta el 53% . Algunos inves-
adecuadas, tanto verbales como no verba- tigadores han expuesto hace ya tiempo
les, capaces de detectar la percepción sub- alternativas que consideran más adecuadas
jetiva. Tal como hemos mostrado en nues- para la evaluación del estado afectivo en
tros trabajos de investigación, la presencia estos pacientes(24, 25). Así, se plantean estrate-
de un síntoma y la preocupación de la per- gias tales como establecer criterios específi-
sona sobre él, no necesariamente están cos para este tipo de pacientes, incidiendo
correlacionadas(18). También hemos realiza- en los síntomas cognitivos (impotencia, des-
do algunas propuestas referidas a la evalua- esperanza, culpabilidad, ideación suicida)
ción global del sufrimiento a través de como más relevantes que los neurovegeta-
medidas indirectas como por ejemplo la tivos o somáticos(26). En el mismo sentido,
rapidez o lentitud con que la persona per- Bloc(22) enfatiza la necesidad de contextua-
cibe que pasa el tiempo(19). lizar las respuestas de los pacientes, enten-
Consideramos también que es muy diendo que la evolución de la enfermedad
importante contar con modelos conceptua- puede conducir a sentimientos de desespe-
les de referencia de tal manera que los dife- ranza realistas; también que la autoestima
rentes investigadores puedan comunicar puede verse afectada notablemente por el
sus resultados adecuadamente y así redun- cambio en el desempeño de los roles habi-
dar en el avance del conocimiento. Nues- tuales del mismo modo que puede aparecer
tro planteamiento asume el de Chapman y la culpa, fruto de los comportamientos no
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saludables realizados en el pasado o la bales de los cuidados. Esto significa, al


impotencia derivada de la pérdida de la menos, contar con medidas apropiadas,
autonomía funcional. Este autor enumera, realizar estudios con poblaciones específi-
además, los síntomas que considera especí- cas, establecer estandards de cuidado y
ficamente psicológicos, a saber, disforia, evaluar la calidad de los mismos(31).
ánimo depresivo, tristeza, sentimientos de Referente a la calidad de los cuidados,
impotencia, desesperanza, aislamiento Hearn y Higginson(32), realizaron una impor-
social, culpabilidad, ideación suicida, llan- tante revisión de la literatura cuyo objetivo
to intenso, anhedonia y minusvalía. fue determinar si los equipos que dispensan
Además existen otras propuestas con- cuidados paliativos especializados pueden
cretas que resultan muy interesantes aunque mejorar los resultados de salud en los
necesitan todavía mayores pruebas para pacientes con cáncer avanzado respecto a
demostrar su eficacia. Por ejemplo Chochi- los servicios convencionales. Los resultados
nov et al.(27) plantean una entrevista con una son enormemente alentadores. Se observan
o dos cuestiones e intentan validarla utili- mejoras en la cantidad de tiempo que el
zando el Beck Depression Inventory. Por otra paciente pasa en casa, en la satisfacción de
parte, Lloyd Williams et al.(28) intentan probar pacientes y familiares, en el control de sín-
la utilidad de la Escala de Depresión Posna- tomas, una reducción significativa de los
tal de Edimburgo mostrando las similitudes días de hospitalización así como de los cos-
que pueden haber entre el posparto y el final tos globales y un incremento de la probabi-
de la vida. Finalmente haremos mención a lidad de que el paciente muera en el lugar
un planteamiento original que está produ- deseado por él. Algunos de estos datos se ven
ciendo en la actualidad gran debate científi- refrendados en un estudio posterior sobre
co e investigación al respecto. Se trata del evaluación financiera, llevado a cabo por
trabajo de Kissane et al.(29),quien plantea un Axelsson y Christensen en 1998(33).
nuevo diagnóstico al que denomina “Síndro- Enumeramos a continuación los instru-
me de Desmoralización”. El autor plantea mentos utilizados más frecuentemente en el
que su no consideración puede facilitar erro- ámbito de los cuidados paliativos. Así, se han
res en el diagnóstico del estado afectivo y la empleado medidas para evaluar calidad de
define como un estado que puede confun- vida como el MacGill Quality of Life Ques-
dirse con la Depresión pero que hace refe-
tionnaire (MQOL) de Pratheepawanit et al,
rencia a algo más abstracto, más espiritual,
en 1999(34); una escala suplementaria del
un dolor emocional profundo, una pérdida
QLQ-C30 del grupo científico de la EORTC
de significado o esperanza. Además, Kissa-
Quality of Life Study Group(14) (Sprangers et
ne y Kelly(30) exponen claramente los criterios
al 1998); La Edmonton Symptom Assessment
que se proponen para evaluación de este sín-
System (ESAS) de Bruera et al. 1991(35), y El
drome. Incluyen: a) Síntomas afectivos de
Support Team Assessment Schedule (STAS)
angustia existencial, incluyendo desespe-
ranza o pérdida del significado y sentido de como instrumento de auditoría(36). Además,
la vida; b) Actitudes cognitivas de pesimis- para evaluar estados psicológicos, se ha uti-
mo, impotencia, sensación de estar atrapa- lizado ampliamente la Hospital Anxiety and
do, fracaso personal o pérdida de significa- Depression Scale de Zigmond y Snaith,
do de cara al futuro; c) Ausencia de motiva- 1983(37). A todos ellos hemos de añadir aque-
ción; d) Aislamiento social y ausencia de llos diseñados específicamente para evaluar
apoyo social; e) Fluctuación del estado de el dolor.
ánimo que persiste más de dos semanas y f)
Ausencia de depresión mayor u otro trastor- LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA
no psiquiátrico como condición primaria.
Por ultimo, resulta especialmente Comenzaremos este apartado señalan-
importante poder medir los resultados glo- do una cuestión a la que ya nos hemos refe-
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rido anteriormente, a saber, la necesidad de mite la actuación coordinada del equipo, la


diferenciar entre el soporte emocional que manifestación de necesidades a cubrir y la
todo el equipo proporciona al paciente y "ventilación" de sentimientos.
sus allegados y las intervenciones psicote- Respecto a la utilización más eficiente
rapéuticas específicas. Respecto al prime- del counselling es preciso que el personal
ro, nos definimos abiertamente a favor del sanitario incluya en su formación una pro-
Counselling, entendido tal como se refleja funda reflexión y análisis acerca de sus rela-
en la definición de la British Association for ciones con el tema de la muerte. Qué ide-
Counselling en1992(38). Hablamos de "el uso as surgen, qué sentimientos elicita, qué gra-
de los principios de la comunicación con el do de control personal puede ejercer sobre
fin de desarrollar el autoconocimiento, la ellos. Este elemento resulta fundamental ya
aceptación, el crecimiento emocional y los que de otro modo, la irracionalidad deriva-
recursos personales. El objetivo global es da del miedo, a veces no consciente, será
ayudar a que las personas vivan del modo la que guíe la intervención, impidiendo un
más pleno y satisfactorio posible. El coun- acercamiento y un compromiso responsa-
selling puede estar implicado en la direc- ble ante la delicada tarea de acompañar a
ción y resolución de problemas específicos, las personas en estos momentos tan impor-
la toma de decisiones, el proceso de hacer tantes de sus vidas(40).
frente a las crisis, el trabajo a través de los Por lo que se refiere a las intervencio-
sentimientos o los conflictos internos, o la nes específicas del profesional de la psico-
mejora de las relaciones con las demás per- logía, ésta debe dirigirse tanto al paciente
sonas. El papel del profesional es facilitar la como a la familia y desde nuestro punto de
tarea del cliente, a la vez que respeta sus vista, manteniendo en mente el objetivo
valores, sus recursos personales y su capa- interprofesional común de promover el
cidad de autodeterminación". máximo bienestar posible y facilitar el pro-
De esta definición se desprende que el ceso de adaptación.
counselling se basa fundamentalmente, en Con respecto a las metas a que debe
habilidades sociales –dentro del marco de dirigirse, pueden resumirse en dos:
la comunicación asertiva–, en técnicas de A) De modo preventivo, es necesario
autocontrol y en estrategias de resolución conocer y tener presentes las necesidades
de problemas. Es un instrumento que per- más frecuentes en esta etapa de la vida,
mite una gran flexibilidad en su utilización. estar atentos a ellas y en la medida de lo
En él se evita la aseveración, utilizando la posible facilitar su cobertura. Nos referimos
pregunta como herramienta básica de tra- en concreto a los estados emocionales pro-
bajo, por lo que fomenta que la persona venientes de la etapa de adaptación en la
pueda responderse a sí misma y por lo tan- que se encuentre la persona (ira, tristeza,
to se produzcan cambios con gran proba- etc.), a los momentos críticos en que se ha
bilidad de estabilidad tanto a nivel cogniti- de asumir la presencia de un nuevo sínto-
vo como conductual. ma o una nueva pérdida, a las necesidades
Por otra parte, la utilización del counse- espirituales (religiosas o no) más patentes
lling facilita el seguimiento de los principios en esta etapa que en otros momentos del
de la Bioética(39) comentados anteriormente. ciclo vital y a las necesidades especiales de
Así, plantea la relación de ayuda entre suje- control y utilidad frente a la impotencia que
tos autónomos a pesar de la gran vulnerabi- puede suscitar el fenómeno del deterioro
lidad de las personas en esta situación. progresivo. En este sentido, además del
También es necesario en counselling counselling, que facilite la expresión de
mantener una comunicación clara, conti- necesidades y la puesta en marcha de los
nua, abierta y fluida con el paciente y la recursos personales, son útiles las interven-
familia ya que ésta supone el elemento tera- ciones psicoeducativas, las técnicas de res-
péutico básico en cuidados paliativos, per- tructuración cognitiva y de modificación de
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conducta como, por ejemplo, el control de durante largos períodos de tiempo. Ya


estímulos que promueva entornos terapéu- comentamos anteriormente cómo el diag-
ticos no depresógenos y que mantengan a nóstico de depresión en el enfermo termi-
la persona en contacto con la vida y sus nal presenta especial dificultad puesto que
experiencias agradables. en esta situación es habitual la presencia de
B) En segundo lugar, hemos de hablar indicadores definitorios del síndrome
de la intervención dirigida específicamen- depresivo tales como los trastornos de sue-
te a alteraciones psicológicas concretas ño, la debilidad, la pérdida de apetito, etc.
como la ansiedad, la depresión, los miedos La intervención debe contemplar sin
(aunque patología ansiosa, por su carácter duda la evaluación cuidadosa del compo-
adaptativo en esta situación son considera- nente funcional del cuadro, detectando los
dos a parte) y los estados confusionales. Las aspectos cognitivos y conductuales que
más ampliamente consideradas por su ele- están en la base del mismo. Es fundamen-
vada frecuencia en este campo son la ansie- tal ofrecer apoyo emocional manteniendo,
dad y la depresión, tanto que para algunos desde el counselling, actitudes empáticas y
autores, la mejor manera de evaluar el sufri- con diálogo abierto a la expresión de preo-
miento en estos pacientes es mediante el cupaciones ya que desde estas actitudes se
H.A.D., cuestionario que como sabemos previenen o mitigan las reacciones depre-
evalúa estos dos fenómenos clínicos(41, 42). sivas. Para algunos pacientes puede ser
Es necesario que la ansiedad, una de las necesaria la psicoterapia específica dirigi-
problemáticas más frecuentemente infor- da a paliar déficits emocionales y/o cogni-
madas en los enfermos en situación termi- tivos. De nuevo, la imaginería guiada y no
nal, sea evaluada con gran cuidado ya que guiada y la restructuración cognitiva están
puede ser el resultado de distintos fenóme- especialmente indicadas ya que pueden ser
nos clínicos, entre ellos, un síntoma mal necesarios cambios en ideas autodevalua-
controlado, la reacción secundaria a las tivas, de culpa o autoimagen negativa y
pérdidas funcionales o relacionales, el además facilitarán el manejo de las sensa-
efectos de diversos fármacos, el malestar ciones de aislamiento y soledad.
emocional causado por preocupaciones También en ocasiones es útil en el mane-
existenciales o combinaciones diferentes jo de las alteraciones funcionales que presen-
de estos factores. Distintos autores han ta el enfermo en fase final de la vida, la apli-
sugerido, siempre dentro de un clima de cación del refuerzo diferencial, sobre todo
afecto positivo y cercanía, la utilización de para casos de llanto excesivo, quejas indis-
la relajación inducida mediante verbaliza- criminadas de dolor, etc., no con el objetivo
ciones de sugestión o la visualización y la de castigar las demandas sino más bien de
hipnosis(43) puesto que el uso de otros pro- romper la asociación queja-ayuda. Cualquier
cedimientos que impliquen esfuerzo físico forma de demanda, incluida el silencio, es
pueden provocar molestias adicionales lícita y por tanto el paciente ha de saber que
dado el gran deterioro y debilidad que pre- estamos dispuesto a atenderlo en cualquier
sentan los enfermos. Unido a ello, puede situación y no sólo ante la queja.
ser necesario proporcionar información Así mismo, resulta muy importante la
dirigida a cambiar las creencias irraciona- programación ambiental de forma que se
les y las interpretaciones erróneas causan- reduzcan al mínimo los efectos de la depri-
tes de respuestas excesivas. vación estimular a la que con gran proba-
La depresión, del mismo modo que la bilidad se ve sometido el enfermo.
ansiedad, puede ser una reacción adaptati- En caso de existir riesgo de suicidio se
va a la situación o puede ser severa debido, deberá evitar su consecución mediante el
entre otras causas, a la historia previa de control ambiental y la intervención en cri-
trastorno afectivo, la larga duración del sis. Esta buscará ayudar al sujeto a identifi-
estado o a la administración de narcóticos car el/los problema/s que tiene, a evaluar y
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poner en marcha los puntos fuertes y recur- cen en gran medida con una presencia
sos (propios y de su red de apoyo) y a des- segura y serena que utilizando las pautas de
arrollar un plan positivo de acción. comunicación adecuadas facilite su expre-
Por último, es preciso recordar que la sión. Además es necesario considerar la
intervención psicológica en este cuadro, adaptación de las técnicas habituales en el
puede complementarse y por tanto presen- manejo de los miedos. El delicado estado
tar mayor eficiencia con el apoyo a la fami- del paciente y la brevedad del tiempo para
lia y personas afectivamente relevantes para intervenir condicionan necesariamente las
el paciente, quienes continúan siendo la actuaciones terapéuticas.
fuente de afecto más sincero e incondicional Finalmente, algunas notas referentes a
con el que contamos. Algunos investigado- los estados confusionales o delirium. El tér-
res resaltan que la importancia de mantener mino confuso(45, 46) se aplica a un amplio ran-
la escucha activa, asegurando que la expre- go de síntomas que incluyen, entre otros, la
sión de las dificultades, los miedos y la ira en desorientación espacio-temporal, dificulta-
un ambiente exento de juicios, es a menudo des atencionales, alteraciones de la percep-
terapéutico en si mismo(44). ción (alucinaciones e ilusiones), alteraciones
Resulta sencillo entender la importan- del contenido del pensamiento (ideas deli-
cia de los miedos en el entorno de la enfer- rantes), alteraciones en la memoria, agita-
medad terminal si asumimos que el mayor ción y trastornos comportamentales. Estos
miedo, el que tiene como objeto la propia estados son más frecuentes en el período
muerte es genético y útil para la superviven- comprendido entre los 9 y 6 días previos a
cia. Muchas personas expresan fácilmente la muerte, aunque en ocasiones pueden dar-
sus miedos, sin embargo otras presentan se con anterioridad episodios esporádicos
graves dificultades. Así, es necesario explo- que remiten espontáneamente. El soporte
rar cuidadosamente las ideas y sentimien- psicológico recomendado incluye el contac-
tos asociados con determinadas imágenes to continuo con una persona de apoyo que
que el paciente tenga acerca de la muerte. sea relevante para el paciente, que le hable
Sabemos que en este entorno, el miedo abs- de forma tranquila y reconfortante, ayudán-
tracto a la muerte no es el más habitual, dole a orientarse respecto a objetos y perso-
adoptando formas específicas, tales como nas del entorno. En caso de hospitalización
el miedo a la separación favorecido por las es útil también ofrecer ayuda mediante
condiciones de aislamiento; el miedo a la explicaciones, facilitando la presencia de la
enfermedad, incrementado por el conoci- familia o del personal sanitario en la habita-
miento de la experiencia de enfermedad de ción (evitando la estimulación excesiva y las
otras personas; el miedo al dolor, reforzado discusiones en presencia del enfermo) y disi-
por los informes de personas que han muer- pando miedos y sospechas(47). Para el mane-
to con dolor; el miedo a la pérdida de con- jo de las ideas delirantes es eficaz utilizar ele-
trol, que se ve asimismo reforzado por la mentos distractores y proporcionar apoyo
merma real progresiva de las funciones tan- referido a seguridad y ausencia de peligro así
to físicas como mentales que caracterizan como a orientación personal respecto al
a las personas en esta condición; el miedo entorno. Formando parte de los estados con-
a la muerte súbita, que aparece cuando fusionales pueden aparecer también reac-
existe una progresión rápida de la enferme- ciones paranoides que fluctúan a lo largo del
dad o surge un nuevo síntoma y finalmen- curso de la enfermedad terminal, empeoran-
te, el miedo al rechazo que en este caso do habitualmente por la noche, así como cri-
puede producirse por desfiguración, mal sis psicóticas que suelen ser irreversibles y
olor o cambios muy marcados en la apa- que a menudo indican que el final es inmi-
riencia física, por ejemplo caquexia. nente.
Como norma general de cara al afron- No queremos terminar este apartado
tamiento terapéutico, los miedos se redu- sin hacer al menos una referencia breve al
144 M.ª Pilar Barreto y M.ª del Carmen Soler

gran desarrollo que están teniendo en la plina elabore instrumentos de evaluación y


actualidad las intervenciones dirigidas a la adapte estrategias de intervención que
familia(48). La atención a las necesidades resulten eficientes en este ámbito; siempre
personales (miedos, ansiedad de separa- teniendo en cuenta las características espe-
ción, sobrecarga, etc.) y a las relacionales ciales de la situación que se analiza y en la
(comunicación difícil con el enfermo, apo- que se pretende intervenir. En este sentido
yo emocional en situaciones críticas) resul- hemos expuesto a lo largo del trabajo los
ta primordial. Por otra parte, es preciso el principales logros.
apoyo tras la pérdida, durante el proceso de Adoptamos el Counselling como el
duelo(49). No nos extenderemos aquí en marco de intervención adecuado. Sus
exponer los diferentes protocolos de eva- herramientas son especialmente aplicables
luación y tratamiento que se han ido gene- a la situación que nos ocupa. Nos referimos
rando y que hoy día están sujetos a investi- a las actitudes coherentes con los principios
gación, aunque remitimos a la excelente de la bioética, la confianza en los recursos
revisión de Stroebe(50), una de las autoras de la persona además de los déficits, el
más prolíficas en la investigación sobre esta manejo de las habilidades de comunica-
temática. ción, el autocontrol personal y las técnicas
Una intervención psicológica adecuada de solución de problemas.
puede prevenir la angustia terminal consis- Contamos con cierta evidencia acerca
tente en un estado mental tormentoso rela- de la utilidad clínica de determinadas estra-
cionado con problemas emocionales anti- tegias para abordar problemas como la
guos no resueltos y/o conflictos interperso- ansiedad, la depresión y los estados confu-
nales, recuerdos infelices ocultos, frecuente- sionales. No obstante, es necesario un
mente con contenido de culpa, y que afloran mayor desarrollo de la investigación de tal
con el debilitamiento y la somnolencia. En modo que se pueda demostrar la eficacia
caso de aparecer puede ser necesaria la real y diferencial de las actuaciones psico-
sedación para su control no siendo entonces terapéuticas.
posible el abordaje mediante técnicas psico- Señalamos también la importancia del
lógicas. A este respecto sería fundamental apoyo a la familia, durante la enfermedad
que se comprobara que los síntomas presen- y tras la pérdida en el proceso de duelo. La
tes son realmente refractarios. excelencia en el cuidado de la familia
redundará en un claro beneficio para el
paciente y también en la prevención de
CONCLUSIONES Y DIRECCIONES posibles dificultades o complicaciones en
FUTURAS el desarrollo del duelo. Un considerable
número de investigadores exponen méto-
La Psicología tiene un papel relevante dos de evaluación y programas de interven-
en los cuidados al final de la vida y una gran ción para este período crítico.
responsabilidad profesional que abordar. Por último, señalar la importancia de
Atender a las personas en estos momentos evaluar tanto la eficacia de las intervencio-
cruciales es esencial. Los objetivos de nues- nes profesionales de la psicología como las
tros profesionales han de converger con los del resto de disciplinas y el conjunto de todas
del equipo multidisciplinar. Se refieren a ellas en el resultado final de los cuidados. En
facilitar la adaptación del paciente y sus la actualidad afortunadamente hay un gran
familiares a esta difícil situación, promo- impulso por parte de la comunidad científi-
viendo el máximo bienestar posible y amor- ca referida a la formación de los profesiona-
tiguando el sufrimiento. les y de la investigación sobre calidad y efi-
Bienestar, adaptación y sufrimiento son ciencia. Sin olvidar que más allá de todos los
términos de indudable contenido psicoló- intereses estamos trabajando por la dignidad
gico. Es necesario, pues, que nuestra disci- del ser humano hasta el final de la vida.
Psicología y fin de vida 145

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