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LA GUERRRA DEL PELOPONESO.

CAUSAS Y PRELUDIOS DEL CONFLICTO SEGÚN LAS


FUENTES HISTÓRICAS. LA GUERRA ARQUIDÁMICA.

Los momentos de hegemonía y esplendor que gozaron los griegos en el siglo V a.C. finalizaron con un gran conflicto.
El enfrentamiento que tuvo lugar entre las dos grandes potencias griegas, Atenas y Esparta, produjo tal desastre
y conmoción entre los griegos que ha de ser considerado un importante y decisivo acontecimiento histórico.

Según Tucídides la causa del conflicto fue el poder y la hegemonía que alcanzó el imperio ateniense. Se pueden añadir
a esta otras posibles causas:

A. De carácter político: Atenas se convirtió en modelo y defensora de la ideología e instituciones democráticas


frente a los estados oligárquicos y aristocráticos, como Esparta.
B. De carácter social: los partidarios de los regímenes democráticos se correspondían a los dedicados al
comercio y la industria, mientras que los grandes y pequeños agricultores se identificaban más con el
estado espartano.
C. De carácter económico: la prosperidad y expansión de la Liga Ático-Délica perjudicaba ostensiblemente los
intereses económicos de ciudades tradicionalmente comerciales, como Corinto o Mégara. Mégara acabaría
dentro del ámbito comercial ateniense, mientras Corinto permanecería como la más antigua y peligrosa
ciudad rival que buscaba la caída de Atenas.

La primera etapa de la guerra del Peloponeso es la denominada Guerra Arquidámica, por el rey espartano Arquídamo
II que l evó a cabo la primera invasión del Ática. Esta primera etapa se divide a su vez en dos períodos:

1º. Durante el mandato de Pericles: las hostilidades, aunque se esperaban por ambos bandos, acabaron
surgiendo de manos de los beocios, que aunque no se encontraba en ninguno de ellos, sí se encontraba del
lado de los espartanos y los corintios. Los tebanos atacaron Platea, y los atenienses se vieron obligados a
tomar medidas que ya eran preparativos de guerra, como evacuar a la población y preparar un ejército.
De esta forma el ejército del Arquídamo invadió un Ática despoblada. La respuesta de Atenas fue tomar
las costas de Elide, Acarnia y Mesenia.
El primer período de la guerra tuvo un balance positivo para la alianza ateniense, y así lo consideraron.
2º. La peste y los sucesores de Pericles: en la primavera del 430 a.C., la peste asoló Atenas. Entre los años
429-426 a.C. la peste se cobró un tercio de la población, Pericles entre ellos, y se transmitió por otras
regiones de Grecia, tal vez transmitida por el ejército. Esta peste transformó la situación de la alianza
ateniense en la guerra. La pérdida de Pericles y el debilitamiento de Atenas, fueron causas principales y
decisivas que cambiaron la suerte de Atenas en el conflicto.
La desaparición de Pericles produjo un importante vacío en el gobierno ateniense, que desde entonces
osciló entre las figuras de los demagogos Nicias y Cleón. Nicias conocía y participaba de la ideología política
de Pericles, pero sus sentimientos religiosos y tradicionales le hacían manifestarse excesivamente
conservador y escrupuloso en un momento un momento en que hacía falta decisión para dirigir Atenas.
Cleón, fue tachado de advenedizo y ridiculizado por sus contemporáneo, pero demostró la energía y
tenacidad que le faltaban a Nicias. Cleón era partidario de mantener la guerra, esperando la victoria y la
gloria final. La imagen que nos ha llegado de ambos no del todo positiva. Nicias aparece como un político
indeciso y timorato, mientras que Cleón es retratado como un personaje corrupto, cruel y ridículo. La
asamblea ateniense acabaría confiando el poder a Nicias que firmaría una frágil paz con Esparta.

La paz de Nicias ponía término a una década de luchas. Aunque era una paz deseada, resultaba engañosa. La paz
de Nicias no satisfizo a nadie:
Los aliados descontentos se mostraban exigentes en la revisión del tratado.
Esparta se encontraba incapacitada para complacer las exigencias de sus aliados, pues no podía realizar
modificación alguna son consentimiento de Atenas.
Atenas había sufrido importantes pérdidas en su imperio, sin embargo, se encontraba en buenas
condiciones para reanudar el control de su comercio naval hacia Occidente. Ello hacía aumentar la
incertidumbre de potencias de tradición comercial como Corinto, que aspiraba a recobrar sus antiguas
posesiones y su influencia en el Adriático.

Todo ello provocaba un panorama de incertidumbre y confusión en el ámbito político griego. Cada potencia concertaba
por su cuneta alianzas por miedo a esta compleja situación. Así Corinto, Argos, y otras ciudades calcídicas que no
deseaban volver a la Liga ateniense firmaron una coalición basándose en la autonomía e igualdad de sus componentes.
La consolidación de esta “tercera fuerza” alarmó fundamentalmente a Esparta que intentó un acercamiento con
Tebas.

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