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2.2.

Marco teórico

I. Auditor.
El auditor es la persona profesional encargado de revisar los libros contables de una
empresa. Esto, con el objetivo de corroborar que los registros se correspondan con la
actividad efectivamente realizada por la firma.
Es decir, el auditor evalúa si la contabilidad de la compañía refleja la realidad,
verificando que todas las operaciones hayan sido debidamente registradas y justificadas.
En ese sentido, cabe recalcar que la contabilidad de una compañía es como su carta de
presentación ante las autoridades públicas, socios y potenciales inversionistas.
En ese sentido, lo ideal es que la figura del auditor sea lo más independiente posible, es
decir, que no tenga ningún vínculo con algún miembro de la organización. Así, se evitan
conflictos de interés.
I.1. Tipos de auditor.
a. Interno: Es contratado por la empresa auditada. Por ejemplo, para que evalúe
periódicamente distintas áreas o departamentos de la organización.
b. Externo: Es contratado por un tercero. Por ejemplo, por la autoridad recaudadora
de impuestos que busca asegurarse que la organización auditada ha declarado
debidamente sus ingresos y egresos y pagará los tributos que le corresponden.
I.2. Funciones del auditor.
 Examinar los estados financieros de la empresa, como el balance general y la
cuenta de resultados.
 Revisar la documentación que respalda las operaciones registradas, por ejemplo,
los comprobantes de las ventas.
 Verificar si se cumplen las normas contables. Por ejemplo, si los activos fijos se
están depreciando según su respectivo periodo de vida útil (que es determinado
por la ley).
 Velar por la consistencia de los registros. Por ejemplo, si se ha anotado la
adquisición de una determinada maquinaria, se debe poder constatar su existencia.
 Analizar el patrimonio y las obligaciones de la compañía.
 Estudiar los informes enviados por todos los departamentos a la gerencia.
 Revisar el cumplimiento de las leyes laborales con los empleados, reconociendo,
realizando, por ejemplo, las respectivas retenciones en la nómina.
 Brindar recomendaciones que permitan aumentar la productividad y/o reducir los
costes de la empresa. Puede ser, por ejemplo, que en un área específica de la firma
se hayan estado realizando gastados innecesarios o injustificados, lo que va en
contra de los intereses de los socios.

II. Responsabilidad del auditor en materia de fraude.


Prevenir el fraude se ha convertido en todo un desafío para las organizaciones. Según el
reporte bianual Encuesta Global de Fraude y Delitos Económicos 2022, el 46% de las
empresas fue víctima de fraude en los dos últimos años. Respecto a las causas, 43% fue
producido por agentes externos, 31% por agentes internos y 26% por una colusión entre
ambos.
Para evitar este tipo de escenarios, se recomienda que las empresas realicen auditorías de
forma periódica. Cabe señalar que no todas están obligadas a auditar sus estados
financieros, salvo las de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV). Sin
embargo, esta evaluación puede ayudar a optimizar sus operaciones y generar mayor
confianza.
Y es que la misión de los auditores es validar que la contabilidad de la organización se
encuentre en orden y correctamente sustentada. Con respecto a la detección de fraude, la
NIA 240 establece una serie de normas para garantizar un proceso eficaz.
Las Normas Internacionales de Auditoría (NIA) son un conjunto de reglas y principios
que buscan regular las acciones de los auditores frente a determinadas situaciones como
el fraude. Estas son emitidas por la Junta Internacional de Normas de Auditoría y
Aseguramiento (IAASB) con el objetivo de estandarizar las metodologías de auditoría
para garantizar un servicio de calidad.
La NIA 240 trata sobre las responsabilidades del auditor en la auditoría de estados
financieros con respecto al fraude. En tal sentido, contiene las pautas y lineamientos que
deben seguir los auditores a la hora de detectar fraudes y/o errores en una empresa.
II.1. Diferencia entre fraude y error.
La diferencia entre ambos conceptos radica en la intencionalidad. Mientras que los
errores son acciones que pueden considerarse involuntarias, los fraudes no lo son. Es
más, de acuerdo con el Diccionario de la Ley de Black. El fraude es una declaración
falsa a sabiendas de la verdad o la ocultación de un hecho material para inducir a otro
a actuar a en su detrimento.
Por ejemplo, cuando se presentan estados financieros alterados para que la empresa
obtenga un crédito bancario o con la finalidad de que un tercero invierta en la misma.
II.2. ¿Cuáles son las responsabilidades del auditor frente a la detección del
Fraude?
 El auditor obtiene seguridad razonable que los E.F. están libres de errores de
importancia material, ya sean causados por fraude o error. No existe la seguridad
absoluta en términos de auditoría.
 Actitud de escepticismo profesional –proveer lo imprevisible.
 Uso de expertos, en caso de ser apropiado.
 Discutir entre los miembros del equipo de auditoría.
II.3. ¿Cuáles son las características del Fraude que el auditor debe conocer?
 Error versus Irregularidad (acción no intencional vs acción deliberada)
 “Error” es una representación errónea no intencional en los estados financieros.
 “Fraude” se refiere a un asunto intencional, por parte de una o más personas de la
administración, los encargados del gobierno corporativo, empleados o terceros, a
través del engaño para tener una ventaja o beneficio ilegal.
 Dos tipos de aseveraciones: Fraude por manipulación de la información en los
estados financieros, para engañar a los usuarios de los E.F, y malversación de los
activos.
 La información financiera se puede manipular por: Manipulación, adulteración,
falsificación, alteración de registros contables; o por omisión errónea o
intencional de información relevante.
 Desviación de los principios de contabilidad
II.4. ¿Cómo se realiza una auditoría de fraudes?
Para comprobar la existencia de fraude en una empresa se realiza un procedimiento
llamado Auditoría Forense. Se trata del tipo de auditoría que se enfoca en la búsqueda
de evidencias para corroborar o erradicar la sospecha del delito. Para ello, los
auditores emplean diferentes técnicas y utilizan diversas fuentes de información.
En primer lugar, revisan los documentos financieros que tiene la empresa.
Posteriormente, deben entrevistar a los elementos internos y externos de la
organización a fin de descartar irregularidades. Una de las preguntas que pueden
realizar es si se ha observado algún tipo de comportamiento poco ético y cuál sería su
accionar ante tal situación. Dependiendo de las respuestas, el auditor podrá hacerse
una idea de la cultura ética del negocio y realizar sus valoraciones.
Por otro lado, la NIA 240 destaca que es importante que el auditor mantenga
escepticismo profesional durante toda la investigación. Especialmente, si el
desempeño de la organización es incongruente a las expectativas que figuran en la
documentación.
Asimismo, el auditor debe analizar si los resultados de la auditoría son producto de un
fraude o un error. Este puede ser un proceso complicado, pues las estrategias
fraudulentas incluyen acciones para ocultarlo. Estas pueden ser falsificación,
colusión, omisión intencional, alteración de registros, etc.
Para ello, el auditor debe valerse de aspectos como la pericia del perpetrador,
frecuencia y extensión de la manipulación para identificar el acto. Asimismo, puede
ayudarse de su experiencia profesional para realizar un discernimiento adecuado.
II.5. ¿Cómo deben actuar los auditores frente al fraude?
Al finalizar el proceso de auditoría forense, si existe evidencia de fraude, es
importante que el auditor interno comunique los resultados a la gerencia responsable.
Este puede ser un proceso complicado –especialmente– si existen administrativos
involucrados. No obstante, es obligación del auditor escalar el caso para que se pueda
realizar una investigación más a fondo.
En cuanto a los auditores externos, la NIA 240 exhorta a informar sobre los casos de
fraude en estados financieros a las autoridades competentes. Cabe precisar que no
solo se trata de un principio de estandarización. No reportar este tipo de hechos
constituye un delito tipificado en el código penal que puede acarrear serios
problemas, tanto a las partes implicadas, como a los auditores que ocultan
información.
II.6. Consecuencias de no reportar las evidencias de fraude.
El artículo 198-A del Código Penal peruano, establece que “el auditor interno o
externo que a sabiendas de la existencia de distorsiones o tergiversaciones
significativas en la información contable-financiera de la persona jurídica no las
revele en su informe o dictamen” puede ser reprimido con pena privativa de la
libertad de hasta cinco años de prisión efectiva.
Para prevenirlo, una opción eficaz es implementar un programa de compliance. Según
Nieto Martín (1988), se trata de un sistema de gestión empresarial que permite
identificar y sancionar las infracciones de leyes, regulaciones, códigos o
procedimientos internos que tienen lugar en una organización. El objetivo es prever
riesgos que puedan afectar la economía y la reputación de una empresa.

Referencia bibliográficas.

Moquillaza, R. (2022). Cómo debe actuar un auditor frente al fraude de una empresa.
Recuperado el 7 de agosto del 2022, desde
https://www.esan.edu.pe/conexion-esan/como-debe-actuar-un-auditor-frente-al-fraude-
de-una-empresa-y-o-empleados#:~:text=La%20NIA%20240%20trata%20sobre,o
%20errores%20en%20una%20empresa.

Auditbrain. (2022). NIA 240: Responsabilidad del auditor en la auditoría. Recuperado el 7 de


agosto del 2022, desde https://www.auditbrain.com/nia-240-responsabilidad-del-auditor-
en-la-auditoria-de-estados-financieros/#:~:text=De%20acuerdo%20con%20la
%20NIA,causados%20por%20fraude%20o%20error.

Economipedia. (2022). NIA 240: Auditor. Recuperado el 7 de agosto del 2022, desde
https://economipedia.com/definiciones/auditor.html

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