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Introducción y metodología.
A—Evidencias claras de ensayos clínicos aleatorizados (ECA) bien diseñados y desarrollados con
significación estadística que permiten conclusiones generalizables
B—Estudios de cohortes bien diseñados y desarrollados que añaden evidencias a los ECA.
C—Estudios pobremente controlados o sin control.
E—Consenso de expertos o experiencia clínica, que sería una categoría separada cuando no
existe evidencia.
Verás a lo largo del texto referencias a dichas letras al final de cada recomendación.
Este link de aquí abajo te lleva al apartado correspondiente al resumen de los principales
cambios que han llevado a cabo y que yo te iré apuntando directamente en cada párrafo
afectado, poniendo como te comenté: NOVEDAD 2023 y en tono rojo el texto
Ahora vamos a ver capítulo por capítulo, con sus subsecciones correspondientes.
1. MEJORAR LA ATENCIÓN Y PROMOVER LA SALUD EN LAS POBLACIONES: NORMAS
ASISTENCIALES EN DIABETES.
Improving Care and Promoting Health in Populations: Standards of Care in Diabetes—2023 |
Diabetes Care | American Diabetes Association (diabetesjournals.org)
1.2 Alinear los enfoques para el manejo de la diabetes con el Modelo de Atención Crónica. Este
modelo enfatiza la atención del equipo centrada en la persona, los enfoques integrados de
tratamiento a largo plazo para la diabetes y las comorbilidades, y la comunicación colaborativa
continua y el establecimiento de objetivos entre todos los miembros del equipo.
1.3 Los sistemas de atención deben facilitar la atención en equipo en persona y virtual, incluidos
aquellos con conocimientos y experiencia en el manejo de la diabetes como parte del equipo, y
la utilización de registros de pacientes, herramientas de apoyo a la toma de decisiones y
participación de la comunidad para satisfacer las necesidades del paciente. B
1.6 Proporcionar a los pacientes apoyo para la autogestión por parte de entrenadores de salud
o trabajadores sanitarios disponibles. A
A1C
2.1a Para evitar un diagnóstico erróneo u omitido, la prueba hBA1c debe realizarse utilizando
un método certificado por el Programa Nacional de Normalización de la Glicohemoglobina
(NGSP) y estandarizado según el Diabetes Control and Complications Trial (DCCT). B
2.1b Las pruebas HbA1c en el punto de atención para el cribado y diagnóstico de la diabetes
deben limitarse a los dispositivos aprobados por la FDA americana en laboratorios competentes
para realizar pruebas de complejidad moderada o superior por personal capacitado. B
NOVEDAD 2023
2.2 Marcada discordancia entre HbA1c y los niveles plasmáticos de glucosa deben plantear la
posibilidad de interferencia del ensayo HbA1c y la consideración de utilizar un ensayo sin
interferencias o criterios de glucemia plasmática para diagnosticar la diabetes. B
2.3 En condiciones asociadas con una relación alterada entre HbA1c y la glucemia, tales como
hemoglobinopatías, incluyendo anemia falciforme, el embarazo (segundo y tercer trimestres
y el posparto), de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, VIH, hemodiálisis, pérdida reciente de
sangre o transfusión, o terapia con eritropoyetina, sólo deben utilizarse los criterios de glucemia
plasmática para diagnosticar la diabetes. B
2.4 Ingesta adecuada de hidratos de carbono (al menos 150 g/día) debe garantizarse durante 3
días antes de la prueba de tolerancia oral a la glucosa como prueba de detección de la diabetes.
A
DIABETES TIPO 1
2.5 Cribado de la diabetes tipo 1 presintomática mediante pruebas de cribado que detectan
autoanticuerpos contra la insulina, el ácido glutámico, descarboxilasa del ácido glutámico (GAD),
el antígeno 2 de los islotes o el transportador 8 de zinc. Se recomienda actualmente en el
en el marco de un estudio de investigación o puede considerarse una opción para familiares de
primer grado. B
2.6 Desarrollo y persistencia de autoanticuerpos múltiples contra los islotes es un factor de
riesgo de diabetes clínica y puede servir de indicación de intervención en el marco de un ensayo
clínico o cribado del estadio 2 de la diabetes tipo 1. B
2.9 Para todas las personas, el cribado debe comenzar a los 35 años. B
2.10 Si las pruebas son normales, se recomienda repetir cribado a intervalos de al menos 3
años, y antes con síntomas o cambios en el riesgo (por ejemplo, aumento de peso). C
2.11 Para el cribado de prediabetes y diabetes tipo 2, la glucemia basal en ayunas, la glucemia a
las 2 horas de la prueba de tolerancia oral a la glucosa de 75 g, y la HbA1c son cada una de ellas
adecuadas (Tabla 2.2 y Tabla 2.5). B
2.12 Cuando se utilice la prueba de tolerancia oral a la glucosa como cribado de la diabetes,
debe ingerirse una cantidad adecuada de hidratos de carbono (al menos 150 g/día) durante los
3 días antes de la prueba. A
2.13 En personas con prediabetes y diabetes tipo 2, identificar y tratar los factores de riesgo
cardiovasculares. A
2.14 El cribado basado en el riesgo de prediabetes y/o diabetes tipo 2 debe considerarse
después de la pubertad o después de los 10 años de edad, o bien antes en niños y adolescentes
con sobrepeso (percentil 85 del IMC) u obesidad (IMC percentil 95) y que presenten uno o más
factores de riesgo de diabetes. (Véase la Tabla 2.4 para la clasificación de la evidencia de los
factores de riesgo). B
2.15 En las personas con VIH el cribado de diabetes y prediabetes debería ser con una prueba
de glucosa en ayunas en ayunas antes de iniciar la terapia antirretroviral, en el momento de
cambiar de terapia antirretroviral y entre 3 y 6 meses después de iniciar o cambiar de terapia
antirretrovírica. Si los resultados del cribado inicial son normales, repetirlos anualmente. E
Las situaciones metabólicas que incrementan el riesgo de DM2 (PRED) no han sufrido
variación alguna en esta última revisión. A saber, tener una GB entre 100 y 125 mg/dl (5,6-6,9
mmol/l), - la llamada glucemia basal alterada (GBA)-; o una SOG de 75 gr de HC a las 2 horas
entre 140-199 mg/dl (7,8-11,0 mmol/l), -la llamada intolerancia a la glucosa (ITG)-; o una HbA1c
entre 5,7-6,4% (39-47 mmol/l).
2.28 Examinar a las mujeres con diabetes mellitus gestacional para detectar prediabetes o
diabetes a las 4-12 semanas postparto, utilizando la prueba de tolerancia oral a la glucosa de 75
g y criterios diagnósticos no relacionados con el embarazo clínicamente apropiados. B
2.29 Personas con antecedentes de diabetes mellitus gestacional deben someterse a un cribado
de por vida para observar el desarrollo de diabetes o prediabetes al menos cada 3 años. B
2.30 Personas con antecedentes de diabetes mellitus gestacional con prediabetes deben
recibir intervenciones intensivas sobre el estilo de vida y/o metformina para prevenir la
diabetes. A
RECOMENDACIÓN GENERAL.
3.1 Controlar el desarrollo de diabetes de tipo 2 en las personas con prediabetes al menos una
vez al año; modificar en función de la evaluación individual de riesgos/beneficios. E
3.3 Una variedad de patrones alimentarios puede considerarse para prevenir la diabetes en
individuos con prediabetes. B
3.4 Dada la rentabilidad de la modificación del estilo de vida para la prevención de la diabetes
deben ofrecerse a adultos con alto riesgo de diabetes tipo 2 A. Los programas de prevención de
la diabetes deben estar cubiertos por terceros pagadores, y deben abordarse las incoherencias
en el acceso a los mismos.
INTERVENCIÓN FARMACOLÓGICA
3.6 El tratamiento con metformina para la prevención de la diabetes de tipo 2 debe
considerarse en adultos con alto riesgo de diabetes de tipo 2, tal y como se tipifica en el
Programa de Prevención de la Diabetes, especialmente en aquellos con edades comprendidas
entre 25 y 59 años con un IMC de 35 kg/m2, glucosa plasmática en ayunas más elevada (p. ej.,
110 mg/dL), y mayor HbA1c (p. ej., 6,0%), y en mujeres con diabetes mellitus gestacional previa.
A
3.7 El uso prolongado de metformina puede estar asociado con deficiencia bioquímica de
vitamina B12; considerar la medición periódica de vitamina B12 en personas tratadas con
metformina, especialmente en aquellas con anemia o neuropatía periférica B.
3.9 El tratamiento con estatinas puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 en personas con
alto riesgo de desarrollarla. En tales individuos, se debe controlar regularmente el estado de la
glucosa y reforzar los enfoques de prevención de la diabetes. No se recomienda suspender las
estatinas. B NOVEDAD 2023
3.12 La farmacoterapia (p. ej., para el control del peso, minimización de la progresión de la
hiperglucemia, reducción del riesgo cardiovascular) puede considerarse para apoyar los
objetivos perseguidos y enfocados en la persona. B NOVEDAD 2023
3.13 Deben considerarse enfoques preventivos más intensivos en individuos con un riesgo
particularmente alto de progresión de diabetes, incluidas las personas con un IMC de 35 kg/m2,
aquellos con niveles de glucosa más elevados (p. ej., glucosa plasmática en ayunas 110-125
mg/dl, glucosa 2-h postdesafío 173-199 mg/dL, HbA1c mayor 6,0%), e individuos con
antecedentes de diabetes mellitus gestacional. A NOVEDAD 2023
4.2 Las personas con diabetes pueden beneficiarse de un equipo multidisciplinar coordinado
que puede incluir, entre otros, especialistas en educación y atención diabética, médicos de
atención primaria y de subespecialidades, enfermeros, nutricionistas, dietistas titulados,
especialistas en ejercicio físico, farmacéuticos, dentistas, podólogos y especialistas en salud
mental y podólogos. E
4.4 Una visita de seguimiento debe incluir la mayoría de los componentes de la tabla 4.1.
Interesante sin duda. A
4.5 El tratamiento continuado debe guiarse por la evaluación del estado de salud general, las
complicaciones de la diabetes, el riesgo cardiovascular, el riesgo de hipoglucemia y la
toma de decisiones compartida para establecer objetivos terapéuticos. B
INMUNIZACIONES
Se realizaron cambios considerables en la subsección de “inmunizaciones” para reflejar nuevas
indicaciones y orientación, en particular para las vacunas contra la neumonía neumocócica y la
COVID-19, incluidas las recomendaciones específicas para la edad y el refuerzo bivalente de la
COVID-19. NOVEDAD 2023
4.6 Proporcionar las vacunas recomendadas para niños y adultos con diabetes según lo indique
su edad (véase la Tabla 4.5 para las vacunas altamente recomendadas para adultos con
diabetes). A
Enfermedades autoinmunes
4.7 Las personas con diabetes tipo 1 deberían ser examinados para cribar enfermedad tiroidea
autoinmune poco después del diagnóstico y, posteriormente, de forma periódica. B
4.8 Los adultos con diabetes tipo 1 deben someterse a cribado para detectar enfermedad
celíaca en presencia de síntomas gastrointestinales, manifestaciones de laboratorio o
sospecha clínica sugestiva de enfermedad celíaca. B
Deterioro cognitivo/Demencia
4.9 En presencia de deterioro cognitivo, los planes de tratamiento de la diabetes deben
simplificarse al máximo y ser adaptados para minimizar el riesgo de hipoglucemia. B
4.10 Personas con diabetes tipo 2 o prediabetes con factores de riesgo cardiometabólicos que
que presenten elevación de las enzimas hepáticas (ALT) o hígado graso por imagen o ecografía,
deben evaluarse para detectar la presencia de esteatohepatitis no alcohólica y fibrosis
hepática. C
DIABETES Y COVID-19
4.11 Los profesionales sanitarios deberían ayudar a las personas con diabetes a lograr un
control glucémico individualizado para el riesgo macrovascular y microvascular, así como para
reducir COVID-19 y sus complicaciones. B
4.12 Al pasar a la fase de recuperación, los servicios que tratan la diabetes deben abordar el
impacto de la pandemia en los grupos de mayor riesgo, incluyendo minorías étnicas,
poblaciones desfavorecidas y ancianos. B
4.13 Las personas infectadas con SRAS-CoV-2 deben ser objeto de seguimiento a largo plazo
para evaluar la aparición de complicaciones y síntomas de COVID prolongada. E
4.14 Las personas con diabetes de nueva aparición necesitan un seguimiento regular en la
práctica clínica habitual para determinar si la diabetes es transitoria. B
4.15 Los profesionales sanitarios deben vigilar cuidadosamente a las personas con
diabetes por cetoacidosis diabética durante la pandemia de COVID-19. C
4.16 Las personas con diabetes y sus familiares/cuidadores deben ser supervisados por su
psicológico y ofrecerles apoyo o derivaciones según sea necesario, incluyendo atención de salud
mental/conductual, educación y apoyo, y recursos para para abordar los factores de riesgo
relacionados. E
4.17 Los sistemas de atención sanitaria deben garantizar que las poblaciones vulnerables no se
vean desproporcionadamente desfavorecidas por el uso de métodos tecnológicos de consulta. E
4.19 Las personas con diabetes deben ser prioritarias y ofrecérseles vacunas contra el SARSCoV-
2. B
Las subsecciones de “HC y grasas” incluye recomendaciones adicionales con las evidencias
relacionadas de dichos micronutrientes, enfatizando sobre la calidad de los HC, y estableciendo
un objetivo sobre la fibra a consumir.
En este sentido, existen evidencias que señalan que las dietas bajas en HC (DBHC) o menores
del 26% de la energía total, o muy bajas en HC (DMBHC) ayudan a mejorar la glucemia y
reducen la HbA1c y con ello la necesidad de medicación antidiabética.
Se incluyó una sección sobre ayuno intermitente y alimentación con restricciones de tiempo en
la subsección "Patrones alimentarios y planificación de comidas".
Se hizo hincapié en el apoyo a las pérdidas de peso mayores (hasta el 15%) en función de la
eficacia y el acceso a los medicamentos más nuevos.
Se añadió texto a la Recomendación 5.23 sobre los daños de la suplementación con β-caroteno
basándose en el informe de la U.S. Preventative Services Task Force.
Se revisaron otras recomendaciones de esta subsección para especificar las funciones de los
profesionales del cuidado de la diabetes, así como de los profesionales cualificados de salud
mental/conductual para proporcionar atención psicosocial, para especificar temas para el
cribado psicosocial, el tratamiento y las derivaciones cuando estén indicadas, y para incluir a los
cuidadores y familiares de las personas con diabetes. Se añadieron detalles sobre recursos para
desarrollar protocolos de cribado psicosocial y sobre intervención. En los dominios psicosociales
específicos (por ejemplo, angustia diabética, ansiedad), se añadieron detalles sobre datos que
apoyan la intervención y los enfoques de atención para apoyar los resultados psicosociales y
conductuales en personas con diabetes y sus familiares.
Se trata de un capítulo muy denso, si estás interesado, lo mejor es que acudas al original
pinchando el link más arriba.
6. OBJETIVOS GLUCÉMICOS.
Glycemic Targets: Standards of Care in Diabetes—2023 | Diabetes Care | American Diabetes
Association (diabetesjournals.org)
EVALUACIÓN GLUCÉMICA
6.1 Evaluar el estado glucémico (HbA1c u otra medida glucémica como el tiempo en rango o
indicador de gestión de la glucosa) al menos dos veces al año en tratamiento (y que tienen un
control glucémico estable).
estable). E
6.2 Evaluar el estado glucémico al menos trimestralmente y según sea necesario en pacientes
cuyo tratamiento haya cambiado recientemente y/o que no cumplan los objetivos
glucémicos. E
6.5b Si se utiliza MCG, un objetivo paralelo puede ser TER más del 70% del tiempo con un TBR
(time below range) menos del 4% del tiempo.
Para las personas frágiles o con alto riesgo de hipoglucemia, el objetivo de >50% del tiempo en
rango con <1% de tiempo por debajo del intervalo. (Véanse la Fig. 6.1 y Tabla 6.2.) B NOVEDAD
2023
6.6 Sobre la base del juicio profesional sanitario y las preferencias del paciente niveles de HbA1c
inferiores al objetivo del 7% pueden ser aceptable e incluso beneficioso si los puede alcanzar de
forma segura sin hipoglucemia significativa u otros efectos adversos del tratamiento. B
6.7 Objetivos de HbA1c menos estrictos (como como <8% [64 mmol/mol]) pueden ser
apropiados para pacientes con esperanza de vida limitada o cuando los daños del tratamiento
son mayores que los beneficios.
Los profesionales de la salud deben considerar la desintensificación del tratamiento, si procede,
para reducir el riesgo de hipoglucemia en pacientes con objetivos de HbA1c inadecuadamente
estrictos. B
6.9 Establecer un objetivo glucémico durante las consultas es probable que mejore los
resultados de los pacientes. E NOVEDAD 2023
HIPOGLUCEMIA
6.10 La aparición y el riesgo de hipoglucemia deben revisarse en cada encuentro e investigarse
cómo se indique. El conocimiento de la hipoglucemia debe considerarse utilizando herramientas
validadas. C
6.12 Debe prescribirse glucagón a todas las personas con riesgo de hipoglucemia de nivel 2 o 3,
para que esté disponible en caso necesario. Los cuidadores, el personal escolar o familiares
que prestan apoyo a estas personas deben saber dónde está y cuándo y cómo administrarlo. La
administración de glucagón no se limita a los profesionales sanitarios. E
6.15 Se sugiere una evaluación continua de la función cognitiva con mayor vigilancia de la
hipoglucemia por parte del clínico, el paciente y cuidadores si se detecta deterioro cognitivo. B
7.2 Cuando se prescriba un dispositivo, garantizar que las personas con diabetes/cuidadores
reciban educación y formación inicial y continua, ya sea en persona o a distancia, y una
evaluación continua de la técnica, los resultados y su capacidad para utilizar los datos, incluida
la carga/compartición de datos (si procede), para supervisar y ajustar la terapia. C
7.3 Personas con diabetes que han estado utilizando monitorización continua de glucosa,
infusión subcutánea continua de insulina y/o la administración automática de insulina
para el control de la diabetes deben tener acceso continuado a través de terceros pagadores,
independientemente de la edad o de los niveles de HbA1c. E
7.4 Los estudiantes deben recibir apoyo en la escuela en el uso de la tecnología para la
diabetes, como los sistemas de monitorización continua de la glucosa, infusión subcutánea
continua de insulina, plumas de insulina conectadas y sistemas de insulina automatizados por su
equipo sanitario. E
7.6 A las personas con diabetes se les debe proveer de dispositivos de monitorización continua
de la glucosa en todo momento según sus circunstancias, preferencias y tratamiento. A
Se modificó la recomendación 7.15 para indicar que las personas con diabetes deben tener
acceso ininterrumpido a sus suministros para minimizar las lagunas en el uso de la MCG.
NOVEDAD 2023
Se añadió la recomendación 7.19 para abordar las sustancias y otros que interfieran con la MCG,
con un nivel de evidencia C. NOVEDAD 2023
Se añadió información sobre los tres dispositivos MCG integrados disponibles, y se especificó
que aunque hay más de un sistema MCG aprobado por la Administración de Alimentos y
Medicamentos de EE.UU. (FDA) para su uso con sistemas automatizados de administración de
insulina, sólo un sistema con designación MCG integrado está aprobado por la FDA para su uso
con sistemas automatizados de administración de insulina.
En la Tabla 7.3 se describen los dispositivos de MCG existentes en la actualidad: la MCG en
tiempo real (rtMCG), la MCG de escaneo intermitente (isMCG), y los dispositivos de MCG
profesionales.
Han sido designados como dispositivos MCG integrados (iMCG): un dispositivo isMCG
específico (FreeStyle Libre 2) y dos dispositivos rtCGM específicos (Dexcom G6 yFreeStyle Libre
3). Actualmente, el Dexcom G6 rtMCG es el único sistema con designación iMCG y aprobación
de la FDA para su uso con sistemas AID.
Se actualizó el párrafo sobre las plumas conectadas para incluir los tapones de las plumas
inteligentes.
Se actualizó el texto para incluir los sistemas de circuito cerrado "hágalo usted mismo".
7.28 Las personas con diabetes pueden estar utilizando sistemas no aprobados por la FDA de
EE.UU., como los sistemas de bucle cerrado "hágalo usted mismo" y otros. Los profesionales
sanitarios no pueden prescribirlos pero deben garantizar la seguridad de las personas con
diabetes. E NOVEDAD 2023
En su último párrafo, titulado “El Futuro” recuerdan lo rápido que avanza la tecnología en la
diabetes. Por ello las guías y recomendaciones van quedando obsoletas demasiado deprisa.
Recalcan que lo importante es la PERSONA CON DM. Los sanitarios deben ayudar en la elección
de los dispositivos y apoyar su uso y la formación.
Se modificó la redacción del texto para reforzar que la obesidad es enfermedad crónica.
EVALUACIÓN
8.1 Utilizar un lenguaje centrado en la persona y sin prejuicios que fomente la colaboración
entre las personas y los profesionales sanitarios (por ejemplo, "persona con obesidad" en lugar
de "persona obesa"). E
8.2 Medir la altura y el peso y calcular el IMC en las visitas anuales o con mayor frecuencia.
Evaluar la trayectoria del peso para consideraciones sobre el tratamiento. E
8.5 Las personas con diabetes y sobrepeso u obesidad pueden beneficiarse de las pequeñas o
más grandes pérdidas de peso. Una pérdida de peso relativamente pequeña (aproximadamente
el 3-7% del peso basal) mejora la glucemia y otros factores de riesgo cardiovascular
intermedios. Una mayor, pérdidas de peso sostenidas (>10%) suelen conferir mayores
beneficios, incluyendo efectos modificadores de la enfermedad y una posible remisión de la
diabetes tipo 2. y pueden mejorar los resultados cardiovasculares cardiovascular a largo plazo y
la mortalidad. B NOVEDAD 2023
Por otra parte se añade como opción hipoglucemiante con potencial para la pérdida de peso al
nuevo agonista doble de los receptores del GLP-1 y del polipéptido insulinotrópico dependiente
de la glucosa GIP, la TIRZEPATIDA. NOVEDAD 2023
En la tabla 8.1 se detallan las posibles opciones terapéuticas para el manejo del sobrepeso y la
obesidad: nutricionales, farmacológicas o quirúrgicas.
En la tabla 8.2 se detallan los fármacos aprobados en EEUU efectivos en pacientes con DM2 y
obesidad.
8.9 Los cambios de comportamiento que creen un déficit energético, pueden dar lugar a
pérdida de peso. Las recomendaciones nutricionales y dietéticas deben ser individualizadas
según las preferencias y necesidades nutricionales de la persona. A
8.14 A la hora de decantarse por un grupo terapéutico en pacientes con DM2 y sobrepeso u
obesidad, habrá que tener en cuenta su comportamiento sobre el peso. B.
En este sentido, los aGLP-1 y los iSGLT2 se mantienen como la opción más recomendada.
9.2 La mayoría de las personas con diabetes tipo 1 deben utilizar análogos de insulina de acción
rápida para reducir el riesgo de hipoglucemia. A
9.3 Las personas con diabetes tipo 1 deben recibir formación sobre cómo adecuar las dosis de
insulina de las comidas a la ingesta de hidratos de carbono, el contenido en grasas y proteínas y
la actividad física prevista. B
9.4c Deben considerarse enfoques farmacológicos que proporcionen una eficacia adecuada
para alcanzar y mantener los objetivos del tratamiento, como la metformina u otros agentes,
incluida la terapia combinada (Fig. 9.3 y Tabla 9.2). A NOVEDAD 2023
9.5 La metformina debe continuarse tras el inicio del tratamiento con insulina (a menos que esté
contraindicada o no se tolere) para mantener los beneficios glucémicos y metabólicos. A
9.8 Un enfoque centrado en la persona debe guiar la elección de los agentes farmacológicos.
Considere los efectos sobre las comorbilidades cardiovasculares y renales, la eficacia, el riesgo
de hipoglucemia, el impacto sobre el peso, el coste y el acceso, el riesgo de efectos secundarios
y las preferencias individuales (Fig. 9.3 y Tabla 9.2). E
9.9 Entre los individuos con diabetes tipo 2 que tengan enfermedad cardiovascular
aterosclerótica establecida o indicadores de alto riesgo cardiovascular, enfermedad renal
establecida o insuficiencia cardiaca, debe considerarse un inhibidor del cotransportador 2 de
sodio-glucosa y/o un agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón con beneficio
demostrado para la enfermedad cardiovascular (Fig. 9.3, Tabla 9.2 , Tabla 10.3B, y Tabla 10.3C)
como parte del régimen de reducción de la glucosa y de reducción integral del riesgo
cardiovascular, independientemente de la HbA1c y en consideración de los factores específicos
de la persona (Fig. 9.3 ) (véase la Sección 10, "Enfermedad cardiovascular y gestión del riesgo",
para más detalles sobre las recomendaciones de reducción del riesgo cardiovascular). A
Existen en la actualidad múltiples ensayos controlados aleatorizados de gran tamaño que
informan de reducciones estadísticamente significativas de los eventos cardiovasculares en
adultos con diabetes tipo 2 tratados con un inhibidor de SGLT2 o un AR GLP-1.
9.10 En adultos con diabetes tipo 2, se prefiere un agonista del receptor del péptido 1 similar al
glucagón a la insulina siempre que sea posible. A
9.12 No debe retrasarse la recomendación de intensificación del tratamiento para las personas
que no alcancen los objetivos del mismo. A
En todos los casos, los tratamientos deben revisarse continuamente en cuanto a eficacia, efectos
secundarios y dosis (tabla 9.2). En algunos casos, será necesario reducir o suspender la
medicación. Las razones más comunes para ello son la ineficacia, los efectos secundarios
intolerables, el gasto o un cambio en los objetivos glucémicos (por ejemplo, en respuesta al
desarrollo de comorbilidades o a cambios en los objetivos del tratamiento).
La Insulina inhalada está contraindicada en individuos con enfermedad pulmonar crónica, asma,
y no se recomienda en individuos fumadores o que hayan dejado de fumar recientemente.
NOVEDAD 2023
10. ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES Y GESTIÓN DEL RIESGO
Cardiovascular Disease and Risk Management: Standards of Care in Diabetes—2023 |
Diabetes Care | American Diabetes Association (diabetesjournals.org)
DETECCIÓN Y DIAGNÓSTICO
10.1 La presión arterial debe medirse en cada visita clínica rutinaria. Cuando sea posible, a los
individuos que presenten una presión arterial elevada (presión arterial sistólica 120-129 mmHg y
diastólica <80 mmHg) se les debe confirmar la presión arterial mediante múltiples lecturas,
incluyendo mediciones en un día distinto, para diagnosticar hipertensión. A
La hipertensión se define como una tensión arterial sistólica ≥130 mmHg o una tensión arterial
diastólica ≥80 mmHg basada en una media de ≥2 mediciones obtenidas en ≥2 ocasiones. A Los
individuos con presión arterial ≥180/110 mmHg y enfermedad cardiovascular podrían ser
diagnosticados de hipertensión en una sola visita. E NOVEDAD 2023
10.2 Todas las personas con hipertensión y diabetes deberían controlar su presión arterial en
casa. A
10.5 En mujeres embarazadas con diabetes e hipertensión crónica, un umbral de presión arterial
de 140/90 mmHg para el inicio o ajuste del tratamiento se asocia con mejores resultados en el
embarazo que reservar el tratamiento para la hipertensión grave, sin aumento del riesgo de
nacimientos de peso pequeño para la edad gestacional. A
Existen datos limitados sobre el límite inferior óptimo, pero el tratamiento debe reducirse para
una presión arterial <90/60 mmHg. E Se sugiere un objetivo de presión arterial de 110-135/85
mmHg para reducir el riesgo de hipertensión materna acelerada. A
ESTRATEGIAS DE TRATAMIENTO.
Intervención en el estilo de vida
10.6 Para las personas con presión arterial >120/80 mmHg, la intervención en el estilo de vida
consiste en la pérdida de peso cuando esté indicada, un patrón de alimentación al estilo de los
Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión (DASH) que incluya la reducción de la ingesta
de sodio y el aumento de la de potasio, la moderación de la ingesta de alcohol y el aumento de
la actividad física. A
10.8 Las personas con una presión arterial confirmada en el centro médico ≥160/100 mmHg
deben, además del tratamiento basado en el estilo de vida, someterse a un inicio rápido y una
titulación oportuna de dos fármacos o una combinación de fármacos de una sola pastilla que se
haya demostrado que reduce los eventos cardiovasculares en personas con diabetes. A
10.9 El tratamiento de la hipertensión debe incluir clases de fármacos que hayan demostrado
reducir los eventos cardiovasculares en personas con diabetes. A Los inhibidores de la ECA o los
antagonistas de los receptores de la angiotensina son el tratamiento de primera línea
recomendado para la hipertensión en personas con diabetes y enfermedad coronaria. A
10.10 Para alcanzar los objetivos de presión arterial suele ser necesario un tratamiento con
múltiples fármacos. Sin embargo, no deben utilizarse combinaciones de IECA y antagonistas de
los receptores de la angiotensina, ni combinaciones de IECA o antagonistas de los receptores de
la angiotensina con inhibidores directos de la renina. A
10.12 En los pacientes tratados con un inhibidor de la ECA, un antagonista de los receptores de
la angiotensina o un diurético, deben controlarse al menos una vez al año la creatinina
sérica/tasa de filtración glomerular estimada y los niveles de potasio sérico. B
Hipertensión resistente
10.13 Los individuos con hipertensión que no alcanzan los objetivos de presión arterial con tres
clases de medicación antihipertensiva (incluyendo un diurético) deben ser considerados para el
tratamiento con antagonistas de los receptores de mineralocorticoides. A
GESTIÓN DE LÍPIDOS
INTERVENCIÓN EN EL ESTILO DE VIDA
10.14 Para mejorar el perfil lipídico y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades
cardiovasculares ateroscleróticas en las personas con diabetes, debe recomendarse una
modificación del estilo de vida centrada en la pérdida de peso (si está indicada); la aplicación de
un patrón alimentario mediterráneo o de los Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión
(DASH); la reducción de las grasas saturadas y las grasas trans; el aumento de la ingesta de
ácidos grasos n-3, fibra viscosa y estanoles/esteroles vegetales; y el aumento de la actividad
física. A
10.15 Intensificar la terapia de estilo de vida y optimizar el control glucémico en pacientes con
niveles elevados de triglicéridos (≥150 mg/dL [1,7 mmol/L]) y/o colesterol HDL bajo (<40 mg/dL
[1,0 mmol/L] para los hombres, <50 mg/dL [1,3 mmol/L] para las mujeres). C
TERAPIA CONTINUADA Y MONITORIZACIÓN CON LIPIDOGRAMA
10.16 En adultos que no toman estatinas ni otro tratamiento hipolipemiante, es razonable
obtener un perfil lipídico en el momento del diagnóstico de diabetes, en una evaluación médica
inicial y, a partir de entonces, cada 5 años si son menores de 40 años, o con mayor frecuencia si
está indicado. E
10.17 Obtenga un perfil lipídico al iniciar el tratamiento con estatinas u otros hipolipemiantes,
entre 4 y 12 semanas después del inicio o de un cambio en la dosis, y posteriormente cada año,
ya que puede ayudar a monitorizar la respuesta al tratamiento e informar sobre la toma de la
medicación. E
10.20 Para las personas con diabetes de entre 40 y 75 años con mayor riesgo cardiovascular,
incluidas aquellas con uno o más factores de riesgo de enfermedad cardiovascular
aterosclerótica, se recomienda utilizar un tratamiento con estatinas de alta intensidad para
reducir el colesterol LDL en ≥50% del valor basal y establecer un objetivo de colesterol LDL <70
mg/dL. B NOVEDAD 2023
10.21 Para las personas diabéticas de 40-75 años con mayor riesgo cardiovascular,
especialmente aquellas con múltiples factores de riesgo de enfermedad cardiovascular
aterosclerótica y un colesterol LDL ≥70 mg/dL, puede ser razonable añadir ezetimiba o un
inhibidor de la PCSK9 al tratamiento con estatinas máximo tolerado. C NOVEDAD 2023
10.22 En adultos con diabetes de edad >75 años que ya estén en tratamiento con estatinas, es
razonable continuar el tratamiento con estatinas. B NOVEDAD 2023
10.23 En adultos con diabetes de edad >75 años, puede ser razonable iniciar un tratamiento
con estatinas de intensidad moderada tras discutir los posibles beneficios y riesgos. C
NOVEDAD 2023
Prevención secundaria
10.25 Para las personas de todas las edades con diabetes y enfermedad cardiovascular
aterosclerótica, el tratamiento con estatinas de alta intensidad debe añadirse a la terapia de
estilo de vida. A
10.29 En adultos con hipertrigliceridemia moderada (triglicéridos en ayunas o sin ayunas 175-
499 mg/dL), los médicos deben abordar y tratar los factores relacionados con el estilo de vida
(obesidad y síndrome metabólico), los factores secundarios (diabetes, enfermedad hepática o
renal crónica y/o síndrome nefrótico, hipotiroidismo) y los medicamentos que elevan los
triglicéridos. C
ANTIAGREGANTES PLAQUETARIOS
10.33 Utilizar el tratamiento con aspirina (75-162 mg/día) como estrategia de prevención
secundaria en las personas con diabetes y antecedentes de enfermedad cardiovascular
aterosclerótica. A
10.35 La terapia antiplaquetaria dual (con dosis bajas de aspirina y un inhibidor de P2Y12) es
razonable durante un año tras un síndrome coronario agudo y puede tener beneficios más allá
de este periodo. A
10.36 El tratamiento a largo plazo con antiagregantes plaquetarios duales debe considerarse en
individuos con intervención coronaria previa, alto riesgo isquémico y bajo riesgo hemorrágico
para prevenir eventos cardiovasculares adversos mayores. A
10.37 El tratamiento combinado con aspirina más dosis bajas de rivaroxabán debe considerarse
en individuos con enfermedad arterial coronaria y/o periférica estable y bajo riesgo hemorrágico
para prevenir eventos adversos mayores en extremidades y cardiovasculares. A
10.38 El tratamiento con aspirina (75-162 mg/día) puede considerarse una estrategia de
prevención primaria en las personas diabéticas con mayor riesgo cardiovascular, tras una
discusión exhaustiva con el paciente sobre los beneficios frente al aumento comparable del
riesgo de hemorragia. A
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Cribado
10.39 En individuos asintomáticos, no se recomienda el cribado sistemático de la enfermedad
coronaria, ya que no mejora los resultados mientras se traten los factores de riesgo de
enfermedad cardiovascular aterosclerótica. A
Tratamiento
10.41 Entre las personas con diabetes tipo 2 que tienen enfermedad cardiovascular
aterosclerótica establecida o enfermedad renal establecida, se recomienda un inhibidor del
cotransportador 2 de sodio-glucosa o un agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón
con beneficio demostrado para la enfermedad cardiovascular (tabla 10.3B y tabla 10.3C) como
parte de los regímenes integrales de reducción del riesgo cardiovascular y/o de disminución de
la glucosa. A
10.42a En personas con diabetes tipo 2 e insuficiencia cardiaca establecida con fracción de
eyección preservada o reducida, se recomienda un inhibidor del cotransportador 2 de sodio-
glucosa con beneficio demostrado en esta población de pacientes para reducir el riesgo de
empeoramiento de la insuficiencia cardiaca y muerte cardiovascular. A
10.42b En personas con diabetes tipo 2 e insuficiencia cardiaca establecida con fracción de
eyección preservada o reducida, se recomienda un inhibidor del cotransportador 2 de sodio-
glucosa con beneficio demostrado en esta población de pacientes para mejorar los síntomas, las
limitaciones físicas y la calidad de vida. A NOVEDAD 2023
10.43 Para las personas con diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica con albuminuria
tratadas con dosis máximas toleradas de IECA o bloqueante de los receptores de angiotensina,
se recomienda añadir finerenona para mejorar los resultados cardiovasculares y reducir el riesgo
de progresión de la enfermedad renal crónica. A NOVEDAD 2023
10.45 En personas con infarto de miocardio previo, los β-bloqueantes deben continuarse
durante 3 años después del evento. B
10.46 El tratamiento de individuos con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida
debe incluir un β-bloqueante con beneficio demostrado en los resultados cardiovasculares, a
menos que esté contraindicado. A
10.47 En personas con diabetes tipo 2 con insuficiencia cardíaca estable, la metformina puede
continuarse para reducir la glucosa si la tasa de filtración glomerular estimada se mantiene >30
ml/min/1,73 m2, pero debe evitarse en individuos inestables u hospitalizados con insuficiencia
cardíaca. B
En este último apartado de la sección 10 sobre enfermedad cardiovascular hace mención a los
tres grandes estudios de dapagliflozina, DECLARE, DAPA HF y DAPA CKD.
Esta sección 10 sobre “Enfermedades cardiovasculares y gestión del riesgo” está avalada
durante los últimos 5 años consecutivo por la ACC (American College of Cardiology)
11.1b En personas con enfermedad renal diabética establecida, la albúmina urinaria (p. ej.,
cociente albúmina/creatinina urinario puntual) y la tasa de filtración glomerular estimada deben
monitorizarse de 1 a 4 veces al año, dependiendo del estadio de la enfermedad (Fig. 11.1). B
Cuadro 11.1 Risk of chronic kidney disease (CKD) progression, frequency of visits, and
referral to a nephrologist according to glomerular filtration rate (GFR) and albuminuria
Tratamiento
11.2 Optimizar el control de la glucosa para reducir el riesgo o ralentizar la progresión de la
enfermedad renal crónica. A
11.3 Optimizar el control de la presión arterial y reducir la variabilidad de la presión arterial para
reducir el riesgo o ralentizar la progresión de la enfermedad renal crónica. A
11.4b Monitorizar periódicamente los niveles séricos de creatinina y potasio para detectar el
desarrollo de aumento de creatinina e hiperpotasemia cuando se utilicen inhibidores de la ECA,
bloqueantes de los receptores de angiotensina y antagonistas de los receptores de
mineralocorticoides, o hipopotasemia cuando se utilicen diuréticos. B
11.5b Para personas con diabetes tipo 2 y enfermedad renal diabética, se recomienda el uso de
un inhibidor del cotransportador 2 de sodio-glucosa para reducir la progresión de la
enfermedad renal crónica y los eventos cardiovasculares en pacientes con una tasa de filtración
glomerular estimada ≥20 mL/min/1,73 m2 y albúmina urinaria entre normal y 200 mg/g de
creatinina. B NOVEDAD 2023
11.5c En personas con diabetes tipo 2 y nefropatía diabética, considerar el uso de inhibidores
del cotransportador 2 de sodio-glucosa (si la tasa de filtración glomerular estimada es ≥20
mL/min/1,73 m2), un agonista del péptido 1 similar al glucagón o un antagonista no esteroideo
de los receptores de mineralocorticoides (si la tasa de filtración glomerular estimada es ≥25
mL/min/1,73 m2) adicionalmente para la reducción del riesgo cardiovascular. A NOVEDAD 2023
11.5d En personas con enfermedad renal crónica y albuminuria que presenten un mayor riesgo
de eventos cardiovasculares o de progresión de la enfermedad renal crónica, se recomienda un
antagonista no esteroideo de los receptores de mineralocorticoides que haya demostrado su
eficacia en ensayos clínicos para reducir la progresión de la enfermedad renal crónica y los
eventos cardiovasculares. A
11.6 En personas con enfermedad renal crónica que tienen ≥300 mg/g de albúmina urinaria, se
recomienda una reducción del 30% o superior en mg/g de albúmina urinaria para ralentizar la
progresión de la enfermedad renal crónica. B
11.7 Para las personas con enfermedad renal crónica en estadio 3 o superior no dependiente de
diálisis, la ingesta de proteínas en la dieta debe dirigirse a un nivel objetivo de 0,8 g/kg de peso
corporal al día. A En el caso de pacientes en diálisis, deben considerarse niveles más altos de
ingesta de proteínas en la dieta, ya que el desgaste energético proteico es un problema
importante en algunos individuos en diálisis. B
11.8 Los pacientes deben ser remitidos para su evaluación por un nefrólogo si presentan niveles
de albúmina urinaria en continuo aumento y/o una tasa de filtración glomerular estimada en
continuo descenso y si la tasa de filtración glomerular estimada es <30 mL/min/1,73 m2. A
NOVEDAD 2023
RETINOPATÍA DIABÉTICA
12.2 Optimizar el control de la presión arterial y de los lípidos séricos para reducir el riesgo o
ralentizar la progresión de la retinopatía diabética. A
Cribado
12.3 Los adultos con diabetes tipo 1 deben someterse a un examen oftalmológico inicial
completo y con dilatación de pupilas realizado por un oftalmólogo u optometrista en los 5 años
siguientes al inicio de la diabetes. B
12.4 Las personas con diabetes tipo 2 deben someterse a un examen oftalmológico inicial
completo y con dilatación de las pupilas realizado por un oftalmólogo u optometrista en el
momento del diagnóstico de la diabetes. B
12.6 Los programas que utilizan la fotografía de retina (con lectura a distancia o uso de una
herramienta de evaluación validada) para mejorar el acceso al cribado de la retinopatía diabética
pueden ser estrategias de cribado adecuadas para la retinopatía diabética. Dichos programas
deben proporcionar vías para la derivación oportuna a un examen oftalmológico integral
cuando esté indicado. B
12.7 Las personas en edad fértil con diabetes tipo 1 o tipo 2 preexistente que estén planeando
un embarazo o que estén embarazadas deben recibir asesoramiento sobre el riesgo de
desarrollo y/o progresión de la retinopatía diabética. B
12.8 Las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 preexistente deben someterse a un examen
oftalmológico antes del embarazo y en el primer trimestre, y deben ser controladas cada
trimestre y durante 1 año después del parto, según lo indique el grado de retinopatía. B
Tratamiento
12.9 Remita inmediatamente a los pacientes con cualquier nivel de edema macular diabético,
retinopatía diabética no proliferativa moderada o peor (precursora de la retinopatía diabética
proliferativa) o cualquier retinopatía diabética proliferativa a un oftalmólogo con conocimientos
y experiencia en el tratamiento de la retinopatía diabética. A
12.10 La terapia de panfotocoagulación retiniana con láser está indicada para reducir el riesgo
de pérdida de visión en individuos con retinopatía diabética proliferativa de alto riesgo y, en
algunos casos, retinopatía diabética no proliferativa grave. A
12.11 Las inyecciones intravítreas de factor de crecimiento endotelial anti-vascular son una
alternativa razonable a la panfotocoagulación retiniana tradicional con láser para algunos
individuos con retinopatía diabética proliferativa y también reducen el riesgo de pérdida de
visión en estos individuos. A
12.14 La presencia de retinopatía no es una contraindicación del tratamiento con aspirina para
la cardioprotección, ya que la aspirina no aumenta el riesgo de hemorragia retiniana. A
NEUROPATÍA
Cribado
12.15 Todas las personas con diabetes deben ser evaluadas para detectar neuropatía diabética
periférica a partir del diagnóstico de la diabetes tipo 2 y 5 años después del diagnóstico de la
diabetes tipo 1 y, a partir de entonces, al menos una vez al año. B
12.16 La evaluación de la polineuropatía simétrica distal debe incluir una anamnesis cuidadosa y
la evaluación de la temperatura o la sensación de pinchazo (función de fibra pequeña) y la
sensación de vibración utilizando un diapasón de 128 Hz (para la función de fibra grande).
Todas las personas con diabetes deben someterse a pruebas anuales con monofilamento de 10
g para identificar los pies con riesgo de ulceración y amputación. B
12.17 Deben evaluarse los síntomas y signos de neuropatía autonómica en personas con
diabetes a partir del diagnóstico de diabetes tipo 2 y 5 años después del diagnóstico de
diabetes tipo 1 y, a partir de entonces, al menos anualmente y con evidencia de otras
complicaciones microvasculares, en particular enfermedad renal y neuropatía diabética
periférica. El cribado puede incluir preguntas sobre mareos ortostáticos, síncopes o piel seca y
agrietada en las extremidades. Los signos de neuropatía autonómica incluyen hipotensión
ortostática, taquicardia en reposo o evidencia de sequedad periférica o agrietamiento de la piel.
E NOVEDAD 2023
Tratamiento
12.18 Optimizar el control de la glucosa para prevenir o retrasar el desarrollo de neuropatía en
personas con diabetes tipo 1 A y para ralentizar la progresión de la neuropatía en personas con
diabetes tipo 2. C
Optimizar el control de la tensión arterial y de los lípidos séricos para reducir el riesgo o
ralentizar la progresión de la neuropatía diabética. B NOVEDAD 2023
12.19 Evaluar y tratar el dolor relacionado con la neuropatía diabética periférica B y los síntomas
de la neuropatía autonómica para mejorar la calidad de vida. E
12.21 Realizar una evaluación completa de los pies al menos una vez al año para identificar los
factores de riesgo de úlceras y amputaciones. A
12.22 El examen debe incluir la inspección de la piel, la evaluación de las deformidades del pie,
la evaluación neurológica (prueba del monofilamento de 10 g con al menos otra evaluación:
pinchazo, temperatura, vibración) y la evaluación vascular, incluidos los pulsos en las piernas y
los pies. B
12.23 Los individuos con evidencia de pérdida sensorial o ulceración o amputación previas
deben someterse a una inspección de los pies en cada visita. A
12.24 Obtener una historia previa de ulceración, amputación, pie de Charcot, angioplastia o
cirugía vascular, tabaquismo, retinopatía y enfermedad renal y evaluar los síntomas actuales de
neuropatía (dolor, quemazón, entumecimiento) y enfermedad vascular (fatiga en las piernas,
claudicación). B
12.25 El cribado inicial de la enfermedad arterial periférica debe incluir la evaluación de los
pulsos de las extremidades inferiores, el tiempo de relleno capilar, el rubor a la dependencia, la
palidez a la elevación y el tiempo de llenado venoso. Los individuos con antecedentes de fatiga
en las piernas, claudicación y dolor en reposo que se alivia con la dependencia o disminución o
ausencia de pulsos pedios deben ser remitidos para la realización de un índice tobillo-brazo y
para una evaluación vascular adicional, según proceda. B NOVEDAD 2023
12.26 Se recomienda un enfoque multidisciplinar para individuos con úlceras en el pie y pies de
alto riesgo (por ejemplo, aquellos en diálisis, aquellos con pie de Charcot, aquellos con
antecedentes de úlceras o amputación previas y aquellos con enfermedad arterial periférica). B
NOVEDAD 2023
12.27 Derivar a las personas fumadoras con antecedentes de complicaciones previas en las
extremidades inferiores, pérdida de sensibilidad protectora, anomalías estructurales o
enfermedad arterial periférica a especialistas en el cuidado de los pies para que reciban atención
preventiva continua y vigilancia de por vida. B NOVEDAD 2023
12.28 Proporcionar educación preventiva general sobre el autocuidado de los pies a todas las
personas con diabetes, incluidas aquellas con pérdida de sensibilidad protectora, sobre las
formas apropiadas de examinar sus pies (palpación o inspección visual con un espejo
irrompible) para la vigilancia diaria de problemas precoces en los pies. B
12.29 Se recomienda el uso de calzado terapéutico especializado para personas con diabetes
con alto riesgo de ulceración, incluyendo aquellas con pérdida de sensibilidad protectora,
deformidades del pie, úlceras, formación de callosidades, mala circulación periférica o
antecedentes de amputación. B NOVEDAD 2023
12.30 En el caso de úlceras crónicas del pie diabético que no se hayan curado sólo con los
cuidados estándar óptimos, debe considerarse el tratamiento complementario con agentes
avanzados probados en ensayos controlados aleatorizados. Se podría considerar el tratamiento
de heridas con presión negativa, las membranas placentarias, los sustitutos cutáneos de
bioingeniería, varias matrices acelulares, los parches autólogos de fibrina y plaquetas
leucocitarias y la oxigenoterapia tópica. A NOVEDAD 2023
13.2 Detectar síndromes geriátricos (p. ej. polifarmacia, deterioro cognitivo, depresión,
incontinencia urinaria, caídas, dolor persistente y fragilidad) en adultos mayores, ya que
pueden afectar al autocontrol de la diabetes y disminuir la calidad de vida. B
FUNCIÓN NEUROCOGNITIVA
13.3 El cribado para la detección precoz del deterioro cognitivo leve o la demencia debería
realizarse a los adultos de 65 años o más en la visita inicial, anualmente y según proceda. B
HIPOGLUCEMIA
13.4 Dado que los adultos mayores con diabetes tienen un mayor riesgo de hipoglucemia que
los adultos más jóvenes, los episodios de hipoglucemia deben comprobarse y tratarse en las
visitas rutinarias. B
13.5 Para los adultos mayores con diabetes tipo 1, se recomienda la monitorización continua
de la glucosa para reducir la hipoglucemia. A NOVEDAD 2023
13.6 En adultos mayores con diabetes tipo 2 que reciben múltiples dosis diarias de insulina,
debe considerarse la monitorización continua de la glucosa para mejorar los resultados
glucémicos y disminuir la variabilidad de la glucosa. B NOVEDAD 2023
13.7 Para los adultos mayores con diabetes tipo 1, considerar el uso de sistemas
automatizados de administración de insulina B y otros dispositivos avanzados de
administración de insulina como las plumas conectadas E para reducir el riesgo de
hipoglucemia, en función de la capacidad individual. NOVEDAD 2023
13.9 Los objetivos glucémicos para algunos adultos mayores podrían relajarse razonablemente
como parte de la atención individualizada, pero en todas las personas con diabetes debe
evitarse la hiperglucemia que provoque síntomas o riesgo de complicaciones agudas por
hiperglucemia. C
13.14 Para los adultos mayores con diabetes tipo 2, sobrepeso/obesidad y capacidad para hacer
ejercicio de forma segura, debe considerarse una intervención intensiva en el estilo de vida
centrada en cambios dietéticos, actividad física y una pérdida de peso modesta (p. ej., 5-7%) por
sus beneficios sobre la calidad de vida, la movilidad y el funcionamiento físico, y el control de
los factores de riesgo cardiometabólico. A
TERAPIA FARMACOLÓGICA
13.15 En adultos mayores con diabetes tipo 2 con mayor riesgo de hipoglucemia, se prefieren
las clases de medicación con bajo riesgo de hipoglucemia. B
13.17 Se recomienda desintensificar los objetivos del tratamiento para reducir el riesgo de
hipoglucemia si se puede conseguir dentro del objetivo individualizado de HbA1c. B NOVEDAD
2023
13.19 Tener en cuenta los costes de la asistencia y las normas de cobertura de los seguros
cuando se desarrollen los planes de tratamiento, con el fin de reducir el riesgo de barreras a la
adherencia relacionadas con los costes. B
Nos dice “Los inhibidores de SGLT2 se administran por vía oral, lo que puede ser conveniente
para las personas mayores con diabetes. Los análisis estratificados de los ensayos de esta clase
de fármacos indican que los adultos mayores obtienen beneficios similares o mayores que los
jóvenes”.
13.21 Las personas con diabetes que residen en centros de cuidados a largo plazo necesitan
una evaluación cuidadosa para establecer objetivos glucémicos individualizados y elegir
adecuadamente los agentes reductores de la glucosa en función de su estado clínico y
funcional. E
Se observan muy pocos cambios en esta sección. Más de redacción que de contenido. Se
cambia el término “chicas” por “individuo femenino”
Son 113 recomendaciones que ponerlas aquí haría demasiado extenso este documento y
perdería su esencia. Si tienes interés especial en los niños, lo mejor es que pinches el enlace y le
eches un vistazo. Simplemente te dejo las recomendaciones de las primeras subsecciones que
son de carácter más general.
TERAPIA NUTRICIONAL
14.2 Se recomienda una terapia nutricional médica individualizada para los jóvenes con
diabetes tipo 1 como componente esencial del plan de tratamiento general. A
14.3 La monitorización de la ingesta de hidratos de carbono, ya sea mediante el recuento de
hidratos de carbono o mediante una estimación basada en la experiencia, es un componente
clave para optimizar el control glucémico. B
14.4 Se recomienda una educación nutricional exhaustiva en el momento del diagnóstico, con
actualizaciones anuales, a cargo de un nutricionista dietista titulado con experiencia, para
evaluar la ingesta calórica y nutricional en relación con el estado ponderal y los factores de
riesgo de enfermedades cardiovasculares y para informar sobre las elecciones de
macronutrientes. E
14.6 La monitorización frecuente de la glucosa antes, durante y después del ejercicio, mediante
medidor de glucosa en sangre o monitorización continua de glucosa, es importante para
prevenir, detectar y tratar la hipoglucemia y la hiperglucemia asociadas al ejercicio. C
14.7 Los jóvenes y sus padres/cuidadores deben recibir educación sobre los objetivos y la
gestión de la glucemia antes, durante y después de la actividad física, individualizada según el
tipo y la intensidad de la actividad física planificada. E
14.8 Se debe educar a los jóvenes y a sus padres/cuidadores sobre las estrategias para prevenir
la hipoglucemia durante, después y por la noche tras la actividad física y el ejercicio, que pueden
incluir la reducción de la dosis de insulina prandial para la comida/merienda que precede (y, si
es necesario, sigue) al ejercicio, la reducción de las dosis de insulina basal, el aumento de la
ingesta de carbohidratos, la ingesta de tentempiés antes de acostarse y/o el uso de la
monitorización continua de la glucosa. El tratamiento de la hipoglucemia debe ser accesible
antes, durante y después de realizar la actividad. C
ATENCIÓN PSICOSOCIAL
14.9 En el momento del diagnóstico y durante la atención de seguimiento rutinaria, se deben
detectar los problemas psicosociales y el estrés familiar que puedan afectar al control de la
diabetes y remitir a los pacientes a profesionales de la salud mental, preferiblemente con
experiencia en diabetes infantil. C
14.10 Los profesionales de la salud mental deberían considerarse miembros integrales del
equipo multidisciplinar de diabetes pediátrica. E
14.14 Examinar a los jóvenes con diabetes para detectar malestar psicosocial y relacionado con
la diabetes, generalmente a partir de los 7-8 años de edad. Remitir a un profesional de salud
mental cualificado para una evaluación y tratamiento adicionales si está indicado. B
14.15 Ofrecer a los adolescentes tiempo a solas con su(s) profesional(es) sanitario(s) a partir de
los 12 años o cuando sea apropiado para su desarrollo. E
14.17 Empezar a examinar a los jóvenes con diabetes tipo 1 para detectar desórdenes
alimentarios entre los 10 y los 12 años de edad. Remitir a un profesional de salud mental
cualificado para una evaluación y tratamiento adicionales si está indicado. B
14.20 Los sistemas automáticos de administración de insulina deben ofrecerse para el control
de la diabetes a los jóvenes con diabetes tipo 1 que sean capaces de utilizar el dispositivo con
seguridad (ya sea por sí mismos o con cuidadores). La elección del dispositivo debe basarse en
las circunstancias, deseos y necesidades de la persona y su familia. A
14.21 La terapia con bomba de insulina sola debe ofrecerse para el control de la diabetes a
jóvenes con diabetes tipo 1 que reciben múltiples inyecciones diarias y que son capaces de
utilizar el dispositivo de forma segura (ya sea por sí mismos o con cuidadores). La elección del
dispositivo debe basarse en las circunstancias, deseos y necesidades de la persona y su familia.
A
14.22 Los alumnos deben recibir apoyo en la escuela en el uso de la tecnología para la diabetes,
incluidos los monitores continuos de glucosa, las bombas de insulina, las plumas de insulina
conectadas y los sistemas automatizados de administración de insulina, según lo prescrito por
su equipo de atención diabética. E
14.23 Los objetivos de HbA1c deben individualizarse y reevaluarse con el tiempo. Una HbA1c
de <7% (53 mmol/mol) es apropiada para muchos niños y adolescentes. B
14.24 Los objetivos de HbA1c menos estrictos (como <7,5% [58 mmol/mol]) pueden ser
apropiados para jóvenes que no pueden articular síntomas de hipoglucemia; que no son
conscientes de la hipoglucemia; que no tienen acceso a insulinas analógicas, tecnología
avanzada de administración de insulina y/o monitorización continua de la glucosa; que no
pueden controlar la glucosa en sangre con regularidad; o que tienen factores no glucémicos
que aumentan la HbA1c (p. ej., glucémicos altos). B
14.25 Incluso objetivos de HbA1c menos estrictos (como <8% [64 mmol/mol]) pueden ser
apropiados para personas con antecedentes de hipoglucemia grave, esperanza de vida limitada
o cuando los daños del tratamiento sean mayores que los beneficios. B
14.26 Los profesionales sanitarios pueden sugerir razonablemente objetivos de HbA1c más
estrictos (como <6,5% [48 mmol/mol]) para individuos seleccionados si pueden alcanzarse sin
hipoglucemias significativas, impactos negativos sobre el bienestar o una carga asistencial
indebida, o en aquellos que presenten factores no glucémicos que disminuyan la HbA1c (p. ej.,
menor esperanza de vida eritrocitaria). Los objetivos más bajos también pueden ser apropiados
durante la fase de luna de miel. B
14.27 Las métricas de monitorización continua de glucosa derivadas del uso del monitor
continuo de glucosa durante los 14 días más recientes (o más tiempo para los jóvenes con más
variabilidad glucémica), incluido el tiempo dentro del intervalo (70-180 mg/dL), el tiempo por
debajo del objetivo (<70 y <54 mg/dL) y el tiempo por encima del objetivo (>180 y >250
mg/dL), se recomienda utilizarlas junto con HbA1c siempre que sea posible. E
ASESORAMIENTO PRECONCEPCIONAL
15.1 A partir de la pubertad y de forma continuada en todas las personas con diabetes y
potencial reproductivo, el asesoramiento preconcepcional debería incorporarse a la atención
diabética rutinaria. A
15.2 Se debe hablar sobre la planificación familiar y se deben prescribir y utilizar métodos
anticonceptivos eficaces (teniendo en cuenta los anticonceptivos reversibles de acción
prolongada) hasta que el plan de tratamiento y la A1C de la persona estén optimizados para el
embarazo. A
ATENCIÓN PRECONCEPCIONAL
15.4 Lo ideal es que las personas con diabetes preexistente que estén planeando un embarazo
empiecen a recibir atención preconcepcional en una clínica multidisciplinar que incluya un
endocrinólogo, un especialista en medicina materno-fetal, un nutricionista dietista titulado y un
especialista en atención y educación diabética, cuando esté disponible. B
15.5 Además de centrar la atención en la consecución de los objetivos glucémicos A, la atención
preconcepcional estándar debería aumentarse con una atención adicional a la nutrición, la
educación diabetológica y el cribado de comorbilidades y complicaciones diabéticas. B
15.6 Las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 preexistente que estén planeando un embarazo o
que se hayan quedado embarazadas deben recibir asesoramiento sobre el riesgo de desarrollo
y/o progresión de la retinopatía diabética. Lo ideal es que se realicen exámenes de los ojos con
dilatación de las pupilas antes del embarazo o en el primer trimestre, y luego las mujeres
embarazadas deben ser controladas cada trimestre y durante 1 año después del parto, según lo
indique el grado de retinopatía y lo recomiende el profesional de la salud oftalmológica. B
15.8 Debido al aumento del recambio de glóbulos rojos, la HbA1c es ligeramente inferior
durante el embarazo en personas con y sin diabetes. Lo ideal es que el objetivo de HbA1c
durante el embarazo sea <6% (42 mmol/mol) si puede alcanzarse sin hipoglucemia significativa,
pero el objetivo puede relajarse a <7% (53 mmol/mol) si es necesario para prevenir la
hipoglucemia. B
15.10 Cuando se utiliza además de la monitorización de la glucemia, dirigida a los objetivos pre
y postprandiales tradicionales, la monitorización continua de la glucosa en tiempo real puede
reducir la macrosomía y la hipoglucemia neonatal en el embarazo complicado por diabetes tipo
1. B
15.12 Los cálculos de A1C estimada y de indicadores de control de la glucosa de uso común no
deben utilizarse en el embarazo como estimaciones de HbA1c. C
15.16 La metformina, cuando se utiliza para tratar el síndrome de ovario poliquístico e inducir la
ovulación, debe interrumpirse al final del primer trimestre. A
15.17 Las visitas de telesalud para embarazadas con diabetes mellitus gestacional mejoran los
resultados en comparación con la atención presencial estándar. A
15.19 En los embarazos complicados por diabetes tipo 1 pueden utilizarse inyecciones diarias
múltiples o la tecnología de bomba de insulina. C
PREECLAMPSIA Y ASPIRINA
Uso de insulina
15.20 A las embarazadas con diabetes tipo 1 o tipo 2 se les debe prescribir una dosis baja de
aspirina 100-150 mg/día a partir de las 12 a 16 semanas de gestación para disminuir el riesgo
de preeclampsia. E
Una dosis de 162 mg/día puede ser aceptable E; actualmente, en EE.UU., la aspirina a dosis bajas
está disponible en comprimidos de 81 mg. NOVEDAD 2023
EMBARAZO Y MEDICAMENTOS
15.21 En las mujeres embarazadas con diabetes e hipertensión crónica, un umbral de presión
arterial de 140/90 mmHg para el inicio o el ajuste del tratamiento se asocia con mejores
resultados en el embarazo que reservar el tratamiento para la hipertensión grave, sin aumentar
el riesgo de nacimientos con un peso pequeño para la edad gestacional. A
Existen datos limitados sobre el límite inferior óptimo, pero el tratamiento debe reducirse para
una presión arterial <90/60 mmHg. E
Se sugiere un objetivo de presión arterial de 110-135/85 mmHg para reducir el riesgo de
hipertensión materna acelerada. A
15.22 Los medicamentos potencialmente perjudiciales para el embarazo (p. ej., inhibidores de la
ECA, antagonistas de los receptores de la angiotensina, estatinas) deben suspenderse antes de
la concepción y evitarse en personas sexualmente activas en edad fértil que no utilicen métodos
anticonceptivos fiables. B
CUIDADOS POSPARTO
15.23 La resistencia a la insulina disminuye drásticamente inmediatamente después del parto, y
es necesario evaluar y ajustar las necesidades de insulina, ya que suelen ser aproximadamente la
mitad de las necesidades previas al embarazo durante los primeros días después del parto. C
15.24 Todas las personas con diabetes en edad reproductiva deberían discutir y poner en
práctica un plan anticonceptivo. A
15.25 Realizar pruebas de cribado a personas con antecedentes recientes de diabetes mellitus
gestacional a las 4-12 semanas postparto, utilizando la prueba de tolerancia oral a la glucosa de
75 g y criterios diagnósticos clínicamente apropiados no relacionados con el embarazo. B
15.27 Se recomienda la lactancia materna para reducir el riesgo de diabetes materna de tipo 2 y
debe tenerse en cuenta a la hora de elegir entre lactancia materna o artificial. B NOVEDAD 2023
15.28 Las personas con antecedentes de diabetes mellitus gestacional deberían someterse a un
cribado de por vida para el desarrollo de diabetes tipo 2 o prediabetes cada 1-3 años. B
15.29 Las personas con antecedentes de diabetes mellitus gestacional deberían someterse a un
cribado preconcepcional de la diabetes y a una atención preconcepcional para identificar y
tratar la hiperglucemia y prevenir malformaciones congénitas. E
15.30 La atención posparto debería incluir una evaluación psicosocial y apoyo para el
autocuidado. E
Se ha añadido una nueva redacción al texto en relación con el papel del peso/IMC tras la
diabetes mellitus gestacional (DMG).
Las revisiones sistemáticas y los metaanálisis demuestran lo siguiente: la pérdida de peso reduce
el riesgo de desarrollar DMG en el siguiente embarazo. El riesgo de diabetes tipo 2 aumenta en
un 18% por unidad de IMC por encima del IMC previo al embarazo en el seguimiento, y las
intervenciones en el estilo de vida tras el parto son eficaces para reducir el riesgo de diabetes
tipo 2.
Estos estudios destacan la importancia de un control eficaz en el peso tras la DMG. NOVEDAD
2023.
16.5 Objetivos más estrictos, como 110-140 mg/dL (6,1-7,8 mmol/L) o 100-180 mg/dL (5,6-10,0
mmol/L), pueden ser apropiados para pacientes seleccionados y son aceptables si pueden
alcanzarse sin hipoglucemia significativa. C
16.8 Se desaconseja el uso de una insulina de corrección o suplementaria sin insulina basal (a
menudo denominada escala móvil) en el ámbito hospitalario. A
HIPOGLUCEMIA
16.9 Cada hospital o sistema hospitalario debe adoptar e implementar un protocolo de manejo
de la hipoglucemia. Debe establecerse un plan de prevención y tratamiento de la hipoglucemia
para cada individuo. Los episodios de hipoglucemia en el hospital deben documentarse en la
historia clínica y ser objeto de seguimiento para la mejora de la calidad/evaluación de la calidad.
E
16.10 Los regímenes de tratamiento deben revisarse y modificarse según sea necesario para
prevenir nuevas hipoglucemias cuando se documente un valor de glucosa en sangre <70 mg/dL
(3,9 mmol/L). C