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DESNUTRICIÓN MIO

Es un trastorno de la nutrición caracterizado por retardo pondoestatural en relación al peso y talla


esperados para la edad, acompañado de otros trastornos. El perímetro cefálico durante los tres
primeros años de vida es buen indicador del crecimiento y nutrición.

Para distinguirla se la clasifica según en déficit en leve o grado 1, moderada o grado 2 y


grave o de grado 3. Esto vincula el peso con la edad y relaciona peso con talla.
Y según el tiempo de evolución la desnutrición puede ser:
 Aguda: cuando es de reciente aparición y se afecta el peso
 Crónica: cuando es un proceso que se ha prolongado en el tiempo y se afecta la talla.

La desnutrición crónica es la forma más común de la desnutrición en la Argentina.

Pero no sólo la desnutrición, sino también el abandono y la falta de estimulación de un medio


ambiente deprivado, puede afectar seriamente el desarrollo cerebral en el niño. Las experiencias
emocionales tempranas afectan el desarrollo cerebral.

La deprivación social, sin llegar a estos casos extremos, afecta el desarrollo cerebral del niño,
reflejándose en una disminución de su capacidad intelectual, que más tarde lo va a afectar
negativamente en el proceso de aprendizaje.

“La pobreza va casi siempre acompañada de una deprivación psico-afectiva. Al estudiar el medio
ambiente familiar de niños pertenecientes a los niveles de extrema pobreza, se puede comprobar
que está muy deteriorado. La estructura de la familia por lo general está distorsionada, no
cumpliéndose los roles parentales normales. La imagen del padre está muy dañada, y son
frecuentes los abusos que se cometen con los niños. Durante esta época de gran aprendizaje, en
que el niño comienza la exploración del mundo que lo rodea, se encuentra con un medio familiar
gris y aplastante, que no estimula su imaginación ni exacerba su curiosidad. Tal vez la más grande
deficiencia sea la carencia de estimulación verbal, ya que el vocabulario de los padres es muy
restringido. En niño nace y se desarrolla en un ambiente de inseguridad y carente de estímulo
psíquico y afectivo (Fernando Mönckeberg y colaboradores y colaboradores, American Journal of
Clinical Nutricion, 1973).

Por todas estas observaciones, ya no cabe duda de la estrecha relación que existe entre el
desarrollo cerebral y los factores medio ambientales.

Características propias del cerebro

 Está constituído por 100 mil millones de neuronas.


 Tiene una gran actividad metabólica. Aun cuando su peso representa sólo el 2.5% del peso
del cuerpo, consume el 20% del peso del cuerpo, consume el 20% de las calorías, para lo
que necesita oxígeno y glucosa a un ritmo diez veces superior a cualquier otro tejido.
Basta que el abastecimiento de oxígeno se detenga por escasos minutos, para que la
célula nerviosa muera.
 El cerebro no descansa, y su actividad se mantiene tanto durante la vigilia, como durante
sueño es indispensable. Una rata que se mantiene permanentemente despierta, muere a
los pocos días. Se piensa que durante el sueño se ordenan los estímulos cognitivos de la
vigilia, seleccionando y ordenando la memoria de largo plazo.

El período crítico.

Los neurocientistas han afirmado que existiría un “período crítico” para el desarrollo cerebral, que
se ubicaría en los primeros años de vida. A la luz de las numerosas experiencias realizadas en
diferentes partes del mundo, ya no cabe duda que esta etapa crítica del desarrollo está
estrechamente relacionada con los estímulos ambientales. Durante este período, el cerebro no
sólo es especialmente receptivo de información, sino que además necesita de ella para lograr las
apropiadas conexiones neurales. Los estímulos emocionales, afectivos, verbales, visuales y
auditivos orientan y conducen el complejo proceso de interconexión de neuronas, que
posteriormente va a permitir un aprendizaje normal.

Por otra parte, son numerosas las investigaciones que confirman la existencia de un período
especialmente sensitivo del cerebro, donde experiencias negativas limitan la capacidad cerebral
posterior, repercutiendo en la capacidad de aprendizaje y el comportamiento.

Especialmente importante es la seguridad que proporciona el apego a la madre, como lo es


también la estimulación verbal, los colores y la estimulación motora. Si bien se han señalado los
primeros tres años de vida como de gran importancia, otros autores extienden este período hasta
los 4 o 6 años de vida (Science, Julio 2000). La carencia de estos estímulos, inhibe el desarrollo de
dendritas, dejando secuelas que posteriormente dificultarán el proceso de aprendizaje.

Una enorme experiencia en este sentido ha logrado la Corporación para la Nutrición Infantil
(CONIN). La conclusión final enfatiza la necesidad de prevenir el daño precozmente, mediante
programas de enriquecimiento precoz del medio ambiente y prevención de desnutrición. Sólo así
se puede prevenir el daño cerebral. La intervención en edades posteriores ya es demasiado tarde,
quedando secuelas permanentes, que dificulta grandemente el proceso de aprendizaje en la edad

escolar.
FENÓMENO FLYN.

James Flyn, psicólogo de la Universidad de Otago en Dumedín, Nueva Zelandia, a través de


diversos estudios, llegó a convencerse que el Cuociente Intelectual (C.I) que podía alcanzar un
individuo, estaba más ligado a factores ambientales que a factores genéticos. Y que entre ellos, la
educación jugaba un rol fundamental.

En 1984, observó que los test Weschler y Stanford Binet, que se han venido utilizando desde
comienzos de siglo en los Estados Unidos para medir el cuociente intelectual en niños, muestran
que de año en año están dando valores consistentemente más altos. Los nietos más inteligentes
que los abuelos. Esto es lo que se ha llamado “Fenómeno Flyn”, que también se ha confirmado en
otros países, como Bélgica, Holanda, Israel, Noruega e Inglaterra. En todos ellos se observa un
aumento promedio de 20 a 30 puntos cada diez años. Esto significa un incremento entre 5 y 25
puntos en una generación.

El cambio que ha ocurrido ha sido demasiado rápido como para atribuirlo a razones genéticas. Lo
más probable es que sea debido a otros factores, como el incremento de la escolaridad que se ha
estado observando simultáneamente en esos países. Es así como ésta ha incrementado desde
menos de 8 años en 1920, a más de 13 años en la época actual.

Diversas otras explicaciones se han tratado de dar frente a este curioso fenómeno. Tal puede ser
una mejor nutrición, que ha permitido un mayor desarrollo cerebral. Cabe señalar, que junto al
incremento del C.I. también ha aumentado la talla promedio de los niños durante igual período, lo
que confirma la mejor nutrición.

Pero tal vez el mayor cambio está en la estimulación. Es un hecho que el niño de hoy se encuentra
sometido a muchos más estímulos que en el pasado. Televisión, internet, y nuevas tecnologías. Sin
embargo el cambio no se puede atribuir sólo a ese factor, dado que el cambio en el C.I. comenzó a
observarse antes del reinado de la televisión e internet.

También en esta época han ocurrido importantes cambios sociales, como por ejemplo, un mejor
nivel de vida, la mayor educación de los padres, la disminución del número de hijos, todo lo cual
ha permitido el mayor y más rico contacto de ellos con sus padres, especialmente durante los
primeros años de vida. En resumen, hoy el medio ambiente del niño es más rico tanto en
estimulación verbal, como emotiva y personal-social.

Cualquiera sea la causa, el hecho es que de año en año, los hijos están siendo más inteligenes que
lo que fueron sus padres.

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