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3. CONTRASTACIÓN DEDUCTIVA DE TEORÍAS.

Bueno, pues precisamente puesto que el principio de inducción no satisface según


Popper el criterio de demarcación de las ciencias, va a proponer él un nuevo método: el
método deductivo de contrastar o deductivismo (en oposición al inductivismo). Este es
el método de proceder de las ciencias empíricas y consiste en presentar una idea ―o
sea, una hipótesis o teoría― a título provisional y una vez presentada se extraen
conclusiones de ella por medio de una deducción lógica y se contrastan entre sí y se
comparan con otros contraejemplos con base a la experiencia, con objeto de hallar las
relaciones lógicas (tales como equivalencia, deducibilidad, compatibilidad o
incompatibilidad, etc.) que existan entre ellas y si como resultado de esto quedan o no
corroboradas, o bien falsadas. Dice: «Una vez presentada a título provisional una nueva
idea, aún no justificada en absoluto -—sea una anticipación, una hipótesis, un sistema
teórico o lo que se quiera—, se extraen conclusiones de ella por medio de una
deducción lógica; estas conclusiones se comparan entre sí y con otros enunciados
pertinentes, con objeto de hallar las relaciones lógicas (tales como equivalencia,
deducibilidad, compatibilidad o incompatibilidad, etc.) que existan entre ellas». [Esto
es, no se trata de inferir a través de la observación de un número masivo de cuervos que
resultan ser negros ―enunciados observacionales― la conclusión de que todos los
cuervos son negros ―enunciado universal―, sino que el científico propone una idea
―una hipótesis o teoría― y por medio de una deducción lógica se van extrayendo una
serie de conclusiones que son contrastadas, “enfrentadas” entre sí, a fin de observar si la
teoría es capaz o no de soportar tales contrastaciones ―refutaciones, intentos de
falsación― y de este modo quedar bien corroborada o bien falsada].

Distingue hasta cuatro procedimientos de llevar a cabo la contrastación de una teoría:

1) Por el primero, se somete a examen la coherencia interna del sistema, por


medio de la comparación lógica entre sí de las conclusiones extraídas.
2) Análisis de la forma lógica de la teoría, a fin de concluir si estamos ante una
ciencia empírica o una pseudo-ciencia (o metafísica) [será ciencia empírica si es
susceptible ―esto es, si es lógicamente posible―, de ser falsada y si frente a
ella se adopta una actitud crítica y no dogmática ―que adopta una actitud
crítica quiere decir que no se cierre a los intentos de refutación, sino todo lo
contrario, pues de esta manera es como se consigue progresar en las ciencias.
Contrariamente a esto, quienes llaman “ciencia” a aquello frente a lo cual
esgrimen una actitud dogmática y que Popper denomina, si acaso, pseudo-
ciencia, lo que hacen es interpretar y reinterpretar los contraejemplos de modo
que sirvan de base para reforzar sus teorías; todo ello con el empeño de hacer
valer su teoría, negándose en lo absoluto a abandonarla ―ejemplo de la Teoría
del individuo de Adler―.
3) Comparación/contrastación entre teorías, a fin de determinar si la nueva teoría
supone o no un avance científico y si por ello ha de desecharse la hasta
entonces vigente.
4) Contrastación por medio de la aplicación empírica de las conclusiones que
pudieran deducirse de ella.

Lo que se pretende con el último tipo de contraste mencionado es descubrir hasta


qué punto satisfarán las nuevas consecuencias de la teoría —sea cual fuere la
novedad de sus asertos— a los requerimientos de la práctica. Así, las llevamos al
terreno empírico y en base a la información obtenida de los resultados de los
experimentos a los que hemos sometido tales conclusiones/predicciones decidimos
el resultado: si este es positivo, decimos que dichas conclusiones han quedado
verificadas ―las consideramos aceptables―, por lo que por lo pronto ha superado
con éxito las contrastaciones. En caso contrario, decimos que ha sido
falsada/refutada, por lo que cabe desecharla. Por consiguiente, la refutación se da
por modus tollens: de la falsación de estos enunciados singulares ―conclusiones―
deducidos lógicamente de la teoría decimos que ésta en su conjunto ha quedado
falsada por lo que debe ser desechada. Durante el tiempo en que la teoría ha sido
capaz de resistir las contrastaciones y por ende de no quedar anticuada por
otra teoría en la evolución del progreso científico, decimos que está
«corroborada» por la experiencia.
 Corroboración de una teoría ≠ Verdad de una teoría. Que una teoría haya
sido corroborada significa que “de momento”, ha conseguido sobrevivir a
cualquier intento por refutarla y supone un avance científico con respecto a
la vigente. La aceptamos porque damos por válidas sus conclusiones “por lo
pronto”, pero no nos cerramos a que en un futuro pueda ser refutada.
Verificada no el sentido de los positivistas lógicos. Así pues, la teoría que
ha quedado corroborada es aquella que ha logrado salir viva de esa lucha
encarnizada por la supervivencia de (la) más apto (a). Dice: «Durante el
tiempo en que una teoría resiste contrastaciones exigentes y minuciosas, y en
que no la deja anticuada otra teoría en la evolución del progreso científico,
podemos decir que ha «demostrado su temple» o que está «corroborada» por
la experiencia».

 Darwinismo epistemológico: La ciencia avanza en la medida de que unas


teorías se ven superadas por otras en esta lucha encarnizada por la
supervivencia de (la) más apto (a).

 ¡NINGUNA TEORÍA ES VERDADERA! Es decir, no exista algo así


como la teoría universalmente válida o la verdad absoluta. Recordemos que
el objetivo popperiano no es encontrar “la verdad de las ciencias”, “las
ciencias verdaderas” o el “cómo es que son (o se dice que son) verdaderas”,
sino que él se pregunta, como bien indica el título de la obra, por la “lógica
de la investigación científica”, esto es, el criterio de demarcación de las
ciencias empíricas, lo que hace que una ciencia sea precisamente empírica y
no pseudo-ciencia o metafísica. Y es más, como bien dice, «el destino de
toda teoría es ser falsada algún día».

 Progreso científico: Es más, la ciencia ―o más bien, los científicos―, dirá


Popper, no ha de temer que sus teorías sean falsadas, pues es precisamente la
falsación, la refutación y sustitución de unas teorías por otras ―en tanto que
las nuevas superan las anteriores―, la esencia del progreso científico.
 En consecuencia, no hay nada que, según Popper, se asemeje a la lógica
inductiva en este razonamiento, en tanto que no es la pregunta acerca de la
verdad de las ciencias lo que nos interesa, sino la lógica de la investigación
científica. Efectivamente, no estamos queriendo decir que de la aceptación
de unos enunciados singulares se deduzca la verdad de la teoría, sino que lo
que argüimos es que esta última queda corroborada en tanto en cuanto sus
conclusiones no han resultado (de momento) refutadas.

4. EL PROBLEMA DE LA DEMARCACIÓN

1) PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

El problema de la demarcación es la cuestión acerca de qué criterio resulta adecuado


para distinguir a las ciencias empíricas de los sistemas “metafísicos” o pseudo-ciencias.
En tanto que, según Popper, Hume conoció este problema e intentó resolverlo; mientras
que con Kant se convirtió en el problema centra la de la teoría del conocimiento
―juicios analíticos, sintético y sintéticos a priori―, propone que si hemos llamado
“problema de Hume” al problema de la inducción, llamemos “problema de Kant” al
problema de la demarcación de las ciencias.

En este capítulo incide en los problemas y contradicciones a los que conduce aceptar el
principio inductivo como criterio de demarcación de las ciencias. Este método es el que
habrían aceptado los positivistas antiguos ―Comte, Mill, etc.― como aquellos a los
que denomina positivistas modernos ―Carnap, Wittgenstein, etc.―. ya que
proporciona un criterio de demarcación acorde a sus teorías [de una serie de enunciados
observacionales se infieren leyes universales]. Reichenbach: determina la verdad de las
teorías científicas.

La razón de ser de esto es su:

2) RAZONES:
 Defensa a ultranza del positivismo lógico.  Todo conocimiento se reduce a
hechos de la experiencia. Por tanto, aceptan únicamente como verdaderos
aquellos enunciados que se corresponden con los hechos ―enunciados atómicos
o elementales/irreductibles, como dirían los modernos―.
 Actitud antimetafísica: rechazo por la metafísica, prejuicios hacia la metafísica
y necesidad de desmarcarse de ella  como algo “absurdo”, “carente de
sentido”, “carente de valor”. « […] un parloteo absurdo —“sofistería e ilusión”,
como dice Hume―, que deberíamos “arrojar al fuego”. Lo que les lleva a 
Interpretación del problema de la demarcación de un modo naturalista ―como
si fuese un problema de las ciencias naturales―.  Creen que debe de haber
un “algo” en la naturaleza de las cosas que permitiría distinguir lo que es
ciencia empírica de lo que es metafísica, en vez de considerar que se hallan
frente a la tarea de proponer una convención adecuada que establezca tal
distinción.

3) CONSECUENCIAS:
 Fe ciega en el principio de inducción, ya que proporciona un criterio de
demarcación acorde a sus pretensiones empiristas [de una serie de enunciados
observacionales se infieren leyes universales]. Reichenbach: determina la
verdad de las teorías científicas.

 Lógica inductiva como “cláusula con sentido” que distingue lo que son las
ciencias de lo que no (las que no se adecuan a la lógica inductiva). Esto queda
bien patente en el Tractatus de Wittgenstein, como bien indica Popper: «toda
proposición con sentido tiene que ser lógicamente reducible a proposiciones
elementales (o «atómicas»), que caracteriza como descripciones o «imágenes de
la realidad» (caracterización, por cierto, que ha de cubrir todas las proposiciones
con sentido)».

 En sus ansias de desmarcarse de la metafísica ―“aniquilarla”, en palabras de


Popper―, no se dan cuenta de que las leyes científicas consideradas
“universales” no responden a la lógica inductivista. Efectivamente, observamos
como las teorías científicas del momento no presentan un esquema inductivista
(«de la observación de un número alto de ejemplares de cuervos negros infiero
que todos los cuervos son negros») sino deductivista (se presenta una teoría y a
partir de ella se va deduciendo, vía contrastación, conclusiones lógicas
corroborables o no en la experiencia).

 En ese afán de desmarcarse de la metafísica ―o “aniquilarla”, en palabras de


Popper―, no caen en la cuenta de que realmente no existe justificación alguna
de las leyes universales con base al principio de inducción y que de hecho,
tampoco las leyes científicas pueden reducirse lógicamente a enunciados
elementales de experiencia (WITTGENSTEIN: TRACTATUS) (O SEA, NO
LEO A Schlick).

 Schlick: «El problema de la inducción consiste en preguntar por la


justificación lógica de los enunciados universales acerca de la realidad...
Reconocemos, con Hume, que no existe semejante justificación lógica:
no puede haber ninguna, por el simple hecho de que no son auténticos
enunciados […] no podemos hablar nunca de una verificación
absoluta de un a ley, pues hacemos siempre —por decirlo así— la
salvedad de que puede ser modificada a la vista de nuevas experiencias.
[..] una ley natural no tiene, en principio, el carácter de un
enunciado, sino que es más bien una prescripción para la formación
de enunciados»1.

 Tampoco las leyes científicas pueden reducirse lógicamente a enunciados


elementales de experiencia, y es más, no responden al esquema del principio de
inducción. Ejemplos:
 Teoría gravitatoria de Newton (CV, pág. 11).
 Teoría de la relatividad de Einstein (CV), pág. 20.
 Evolución de las especies en Darwin.

4) CONVENCIONALISMO.

1
SCHLICK, Naturwissenschaften 19 , 1931 , págs. 156 y 151.
 Su criterio de demarcación debe considerarse como «Una propuesta para un
acuerdo o convención».  Decimos que de entre todas las teorías escogemos la
que ha sido corroborada en base a la experiencia.
 ¿Quién establece el acuerdo?  La comunidad científica.  Por ello, los
científicos, en vez de cerrarse y negarse a aceptar que sus teorías sean refutadas,
han de exponerlas públicamente y que éstas intenten sobrevivir el envite
intersubjetivo de ser refutadas, pues de hecho la falsación de las teorías y su
superación por otras es la condición de posibilidad del progreso científico. De
este modo, el “sistema” que de momento damos por válido para explicar la
realidad o una parcela de la realidad es aquel que ha sido sometido a los diversos
intentos de falsación y ha resistido las contrastaciones.
 Popper arguye que no se aleja del realismo científico porque la convención no es
con respecto a las hipótesis o teorías ―o sea, no convenimos escoger estas
porque nos da la real gana― sino con respecto al hecho de que sus
deducciones han resistido por el momento todo intento de ser refutadas. Es
decir, las teorías se escogen porque han sido corroboradas y se acepta que han
sido corroboradas porque ha habido un acuerdo en lo que respecta a que sus
conclusiones no han sido falsadas. LLEGAMOS A LA CONCLUSIÓN DE
QUE POR LO PRONTO NOS VEMOS INCAPACES DE REFUTARLAS,
PERO QUIZÁ PODAMOS HACERLO EN UN FUTURO.
 La base empírica de la ciencia es algo revisable y provisional que se establece
convencionalmente, a través de un consenso basado en la simplicidad, la utilidad
de las hipótesis, etc.  La ciencia está en continuo progreso. —> SCHLICK:
«no podemos hablar nunca de una verificación absoluta de una ley, pues
hacemos siempre —por decirlo así— la salvedad de que puede ser modificada a
la vista de nuevas experiencias».

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