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LA ATENCIÓN EN

PERSONAS CON
PARÁLISIS CEREBRAL

11589 – Evaluación y Diagnóstico Neuropsicológico y de la Discapacidad


26/01/2021
Raquel Alejo Martín
RESUMEN / ABSTRACT

La Parálisis Cerebral se puede definir como un grupo de trastornos permanentes del

desarrollo del movimiento, la postura y el tono muscular, que causan limitaciones en la

actividad y que suele ir acompañado de déficits sensitivos, perceptivos, cognitivos, de la

comunicación, de comportamiento, y crisis comiciales. Algunos de los déficits más

comunes entre los pacientes con esta enfermedad son los que afectan a los distintos tipos

de atención, y para llevar a cabo su evaluación disponemos de una serie de instrumentos

que facilitan este proceso.

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ÍNDICE

Introducción ...................................................................................................................... 3

a) Parálisis Cerebral ...................................................................................................... 3

b) Atención ................................................................................................................... 4

Parálisis cerebral y déficits atencionales .......................................................................... 5

Evaluaación de la atención ............................................................................................... 6

Bibliografía ....................................................................................................................... 9

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1. INTRODUCCIÓN

1.1. Parálisis Cerebral

En Rosenbaum et al. (2007) se define la Parálisis Cerebral (PC) como un grupo

de trastornos permanentes del desarrollo del movimiento, la postura y el tono muscular,

que causan limitaciones en la actividad y los cuales se atribuyen a trastornos no

progresivos que ocurrieron en el desarrollo del cerebro fetal o infantil (antes, durante o

después del parto -antes de los dos años de edad-). Este conjunto de síndromes suele ir

acompañado de déficits sensitivos, perceptivos, cognitivos, de la comunicación, de

comportamiento, y crisis comiciales.

La clasificación de la PC se puede realizar en función de varios criterios, Fernández

Doblado (2019) presenta la clasificación explicada a continuación. Según la topografía

podemos encontrar hemiplejia, diplejía o tetraplejia. Sin embargo, la clasificación según

el tipo de afectación motora es algo más extensa:

1. Espástica: la más común, tensión o aumento del tono muscular

a. Tetraplejia espástica: la más grave, afectación en las cuatro extremidades.

b. Diplejia espástica: la más frecuente, afectación predominante en las

extremidades inferiores.

c. Hemiplejia espástica: paresia de un hemicuerpo (principalmente parte

superior).

2. Discinética: fluctuación brusca del tono muscular, movimientos involuntarios y

persistencia de reflejos atáxicos.

3. Atáxica: hipotonía (disminución del tono muscular), alteraciones en el equilibrio

y descoordinación (ataxia).

4. Hipotónica: es poco frecuente, tono muscular bajo.


5. Mixta: asociación de PC discinética y atáxica.
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1.2. Atención

En 1890 William James definió la atención como la toma de posesión por la mente

en forma clara y vívida de uno entre varios objetos o flujos de pensamientos que pueden

aparecer simultáneamente. Más tarde, en 1962, Aleksandr Luria afirmó que la atención

es el factor responsable de extraer los elementos esenciales para la actividad mental, el

proceso que mantiene una estrecha vigilancia sobre el curso preciso y organizado de la

actividad menta. Así, destacaba como características esenciales de la atención la

selectividad y la permanencia (Rebollo y Montiel, 2006).

El modelo atencional jerárquico propuesto por Sohlberg y Mateer (1989),

diseñado la evaluación e intervención, divide la atención en cinco niveles:

– Focalizada: capacidad para enfocar la atención en un estímulo visual,

auditivo o táctil.

– Sostenida: habilidad para mantener una respuesta de manera constante

durante un período de tiempo determinado.

– Selectiva: capacidad para seleccionar la información relevante o de

mantener una respuesta, inhibiendo la presencia de otros estímulos que

pueden ser distractores.

– Alternante: flexibilidad mental para cambiar el alternar de atención y

desplazarlo entre varias tareas que requieren distintas exigencias

cognitivas, controlando qué información es procesada en cada momento.

– Dividida: capacidad para atender de forma simultánea (en paralelo) a

varios estímulos o tareas (o diferentes demandas de la misma).

Cada uno de los niveles requiere del funcionamiento efectico del anterior para

poder ser funcional (Blázquez-Alisente, González-Rodríguez y Paúl Lapedriza, 2011).

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2. PARÁLISIS CEREBRAL Y DÉFICITS ATENCIONALES

Como se ha mencionado en la definición de la PC, esta alteración también va

acompañada de déficits cognitivos y perceptivos entre otros, por lo que no es de extrañar

que la atención sea una de las funciones que se encuentran alteradas en estos pacientes.

De hecho, uno de los diagnósticos más frecuentes en los niños con PC es el déficit

atencional (Muriel Molano y Brun i Gasca, 2015).

En un estudio sobre los déficits ejecutivos y de atención en niños con PC,

Bottcher, Flachs, y Uldall (2010) encontraron que éstos tenían dificultades en las medidas

de atención sostenida y dividida. Estos resultados coinciden con los obtenidos en estudios

anteriores. Además, los trastornos de la atención se asociaron a la distracción y la falta de

atención, que dan lugar a dificultades de aprendizaje y problemas en las relaciones

sociales.

A nivel neurológico, en personas con PC, las disfunciones de la atención y de las

funciones ejecutivas se asocian con las lesiones anteriores a los tractos de sustancia

blanca. Por otro lado, las lesiones de los ganglios basales y de los sistemas funcionales

talámicos pueden afectar tanto a la atención focalizada como a las funciones ejecutivas.

Otro tipo de lesión asociada especialmente con la PC unilateral es el infarto de la arteria

cerebral media, que irriga varias áreas corticales y subcorticales que se cree que apoyan

la atención focalizada y la función ejecutiva motora (Bottcher et al., 2010).

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3. EVALUCIÓN DE LA ATENCIÓN

Para evaluar la atención en personas con PC encontramos una serie de

instrumentos neuropsicológicos que nos ayudan a determinar si la persona presenta algún

tipo de déficit atencional, ya sea en la atención focalizada, sostenida, selectiva, alternante

o dividida. A continuación, se mencionan algunas de estas pruebas para la evaluación de

la atención junto con una breve descripción de las mismas:

– Test de Formas Idénticas-R: permite evaluar la capacidad atencional y la

rapidez y aptitud visuoperceptivas. Se trata de una prueba de

discriminación visual que consiste en identificar qué figura es igual a un

modelo. Su ámbito de aplicación es en escolares de 9 a 12 años y en adultos

de 19 a 50 años, aunque no se recomienda en adultos con un nivel cultural

alto (Thurstone, 2013).

– Test de Atención Global-Local (AGL): es útil para detectar déficits de

atención y percepción en una tarea que exige la distribución de la atención

en dos niveles de un estímulo visual (global y local) DIVIDIDA. Evalúa

los cinco niveles de atención propuestos por Sohlberg et al. (1989). Es una

prueba indicada para adultos, aunque hay disponible una versión para

niños de entre 8 y 12 años (AGL-Primaria) (Blanca, Zalabardo, Rando,

López-Montiel y Luna, 2017).

– Test de Atención d2: es un test de tiempo limitado que evalúa la atención

selectiva mediante una tarea de cancelación, ésta consiste en detectar las

“d” en las 14 filas que se presentan. Este instrumento se puede aplicar tanto

en adultos como en niños a partir de 8 años (Brickenkamp, 2012).

– Continuous Performance Test de Conners-II (CPT-II): se trata de una

prueba de ejecución continua para la evaluación de la capacidad de

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atención sostenida. Se aplica mediante un ordenador y consiste en

presionar la tecla de espacio cada vez que aparece en pantalla una

secuencia de números determinada. Existe una versión para niños de 6 a

10 años de edad, la Tarea de Atención Sostenida en la Infancia-Revisada

(CSAT-R) (Servera y Llabrés, 2015).

– Test de Colores y Palabras (STROOP): es útil para evaluar la influencia

de la interferencia como indicativa de una alteración en el control

inhibitorio, por lo que se utiliza para detectar déficits en la atención

selectiva. Este prueba está formada por tres tareas diferentes (condición

Palabra o P, condición Color o C y condición Palabra-Color o PC). El

ámbito de aplicación del STROOP va desde los 6 hasta los 85 años

(Golden, 2020).

– Trail Making Test (TMT): evalúa diversas funciones cognitivas, entre

ellas la atención. Consta de dos partes: Parte A y Parte B, para la

evaluación de la atención alternante es útil la Parte B. En esta parte se

presenta una lámina con una serie de números (del 1 al 13) y letras (de la

A a la L) distribuidos al azar, la tarea consiste en unir con una línea los

estímulos en orden, alternando número y letra, siguiendo el orden

numérico y alfabético (Fernández, Marino y Alderete, 2002).

– Subtest Clave de Números de la Escala de inteligencia de Wechsler para

adultos-IV (WAIS-IV): esta parte de la prueba permite evaluar la atención

sostenida. La tarea consiste en completar, con los símbolos adecuados,

unos cuadrados que tienen un dígito en su parte superior. Esta escala se

puede administrar entre los 16 y los 89 años, para niños de 6 a 16 se puede

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utilizar el WISC-V, donde también encontramos este subtest. (Amador,

2013).

Cuando se evalúa a personas con PC se deben tener en cuenta sus limitaciones

visuales, ya que éstas podrían afectar a los resultados de algunas pruebas de cancelación

o atención visual (Muriel Molano et al., 2015).

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4. BIBLIOGRAFÍA

Amador, J. A. (2013). Escala de inteligencia de Wechsler para adultos-IV (WAIS-

IV) (Documento de trabajo). Universitat de Barcelona, España.

Blanca, M.J., Zalabardo, C., Rando, B., López-Montiel, D. y Luna, R. (2017).

AGL. Atención global-local. Madrid: TEA Ediciones.

Blázquez-Alisente, J.L., González-Rodríguez, B. y Paúl Lapedriza, N. (2011).

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Manual de Neuropsicología (pp. 33-56). Barcelona, España: Editorial Viguera.

Bottcher, L., Flachs, E. M., y Uldall, P. (2010). Attentional and executive

impairments in children with spastic cerebral palsy. Developmental Medicine & Child

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Brickenkamp, R. (2012). d2, Test de Atención. Madrid: TEA Ediciones.

Fernández Doblado, S. (2019). Disfunción ejecutiva en la parálisis cerebral.

Mejorar la funcionalidad y la calidad de vida, objetivos de la atención individualizada.

Informaciones psiquiátricas: Publicación científica de los Centros de la Congregación

de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, (235), 47-52.

Fernández, A.L., Marino, J.C. y Alderete, A.M (2002). Estandarización y validez

conceptual del test del trazo en una muestra de adultos argentinos. Revista Neurológica

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Golden, C.J. (2020). STROOP. Test de Colores y Palabras – Edición Revisada

(B. Ruiz-Fernández, T.Luque y F.Sánchez, adaptadores). Madrid: TEA Ediciones.

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Muriel Molano, V., y Brun i Gasca, C. (2015). Parálisis cerebral:

neuropsicología y abordajes terapéuticos (tesis doctoral). Universitat Autònoma de

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Portellano, J.A. y Martínez Arias, R. (2014). TESEN. Test de los Senderos para

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Rebollo, M. A., y Montiel, S. (2006). Atención y funciones ejecutivas. Revista de

neurología, 42(2), 53-57.

Rosenbaum, P., Paneth, N., Leviton, A., Goldstein, M., Bax, M., Damiano, D,

Dan, B. y Jacobsson, B. (2007). A report: the definition and classification of cerebral

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Infancia-Revisada. Madrid: TEA Ediciones.

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Theory and practice. New York: Guilford Press.

Thurstone, L.L. (2013). Formas Idénticas-R. Madrid: TEA Ediciones.

William James (1890). Principles of Psychology, Chapter IX, pp. 404-405.

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