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MODELO DE INTERVENCIÓN CENTRADO EN LA FAMILIA

COMPONENTE 1: IDENTIFICAR LAS NECESIDADES DE LA FAMILIA


La finalidad de este primer componente es identificar las necesidades y los objetivos que
una familia considera importantes. Reconocer las necesidades de los miembros de la familia
ayudará a los profesionales a entender los factores que están afectando a la unidad familiar
en un momento determinado. Puesto que lo que afecta a una parte de la familia puede
afectar a todos los miembros de la misma, entender sus preocupaciones puede ayudar a
sus miembros y a los profesionales a cubrir las necesidades de la persona con discapacidad
intelectual.
Para ayudar a una familia a identificar sus necesidades y objetivos, los profesionales pueden
ayudarla traduciendo sus preocupaciones en necesidades y objetivos. Las preocupaciones
son circunstancias que llevan a una persona a percibir que algo no es como debería ser y
podría ser descrito como un problema, un dilema, un temor, una alteración o una dificultad.
Las necesidades son condiciones que llevan a la identificación de los recursos necesarios
para reducir las preocupaciones y pueden ser etiquetadas como prioridades, objetivos,
proyectos o deseos.
COMPONENTE 2: IDENTIFICAR LOS RECURSOS Y FORTALEZAS DE LA FAMILIA
Este segundo componente de la práctica centrada en la familia identifica y enfatiza las cosas
que la familia ya hace bien. Reconocer las fortalezas de una familia ayuda al profesional a
saber más acerca de ella. Esto también ayuda a identificar formas particulares por las que
la familia puede gestionar sus propias necesidades.
COMPONENTE 3: IDENTIFICAR LAS FUENTES DE AYUDA
Los sistemas de ayuda pueden resultar útiles para las familias si éstos se ajustan y se
adaptan para cubrir sus necesidades. Este tercer componente implica la identificación de
fuentes de ayuda formal e informal para ayudar a las familias a usar sus fortalezas y cubrir
sus necesidades. Las ayudas formales a las familias incluyen servicios remunerados de
ayuda por parte de profesionales o agencias. Algunos ejemplos de fuentes de ayuda
formales son: los sistemas escolares, los programas y los talleres de formación de día, los
asistentes sociales y las asociaciones y agencias para personas con discapacidad intelectual.
Puesto que los recursos disponibles dentro del sistema de ayuda formal pueden resultar
demasiado limitados para cubrir todas las necesidades de la familia e insuficientes para
capacitarla, las fuentes de ayuda informal resultan muy importantes. Las fuentes de ayuda
informal colaboran a que una familia afronte sus necesidades cotidianas de cuidados,
aportándole ayuda y apoyo emocional. Algunas de estas fuentes de ayuda informal son:
vecinos, amigos, organizaciones religiosas, compañeros de trabajo, miembros del clan
familiar y otros padres. Los hermanos adultos sin discapacidad intelectual también pueden
resultar fuentes significativas de ayuda informal para la familia.

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