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Para Egan (1981) el orientador es “un agente de cambio en un proceso colaborativo de influencia
social”, es decir, el orientador fomenta el proceso de cambio y el reconocimiento del problema en otra
persona (el “otro”) mediante la colaboración e interacción mutuas. El orientador es consciente de su
papel como facilitador, mientras que el “otro” es quien participa de manera activa durante el proceso
de cambio, en el reconocimiento del problema y sus posibles soluciones.
En relación con las adicciones, el orientador es una persona interesada en ayudar a las familias que
enfrentan el consumo de sustancias por parte de un familiar cercano. El orientador es quien posee
habilidades y técnicas necesarias para la búsqueda de alternativas dirigidas a calmar la tensión del
familiar afectado.
Es posible que algunas personas se hayan acercado a usted en algún momento para confiarle algún
problema o pedirle un consejo y usted no haya sabido cómo ofrecerle ayuda, o bien, quizá sintió que
no contaba con la capacitación suficiente para ayudar, tal vez consideró en ese momento que usted no
era la persona indicada para brindar apoyo y posiblemente se pregunte a sí mismo lo siguiente:
En este módulo lo invitamos a que haga una reflexión sobre sí mismo como posible orientador, lo cual
le podrá ser de utilidad a lo largo de todo el proceso de capacitación.
En cualquiera de los tres casos la revisión de este curso le será de gran utilidad. Sin
embargo, si usted se encuentra en el primer caso, es conveniente que además de
tomar este curso, solicite ayuda para tratar este problema.
El ejemplo más representativo es el de una persona que tiene inquietud por ser
orientadora porque tiene un problema de adicciones y le gustaría compartir su
experiencia con otras familias, aunque la lectura del manual le puede servir en el
proceso de ayuda, es muy importante buscar atención especializada para su
problemática específica de consumo de substancias.
Si usted se inclina por el caso número dos, es decir, que tiene un problema de
consumo en un familiar, este curso le brindará elementos para hacer frente a dicha
situación. Por último, en el tercer caso, si su interés es ayudar a estas familias, con el
estudio de este manual obtendrá la capacitación necesaria para ser un orientador en
adicciones.
Todos los seres humanos enfrentamos dilemas en la vida, los cuales afectan nuestro
bienestar, pero es importante que el orientador aclare su problema y que se encuentre
emocionalmente estable, o al menos en mejores condiciones que las familias que
piensa atender, ello a fin de que pueda ayudarlas de manera más efectiva.
Reflexione acerca de esto, y una vez que haya tomado la decisión puede continuar con
el siguiente tema.
Por último, en el tercer caso, si su interés es ayudar a estas familias, con el estudio de
este curso obtendrá la capacitación necesaria para ser un orientador en adicciones.
Las motivaciones pueden ser de diversa índole, sin embargo, éstas tienen un fin
común: apoyar a la gente en su problema de adicciones
Por tanto, es indispensable que usted tenga claro cuáles son las formas de enfrentamiento más
comunes que se dan en cada uno de los miembros de la familia ante la problemática, ello les ayudará a
comprender que el problema es en sí del usuario y que su papel como familiar es buscar mejores
formas de actuar para disminuir la tensión en que viven.
Con esto no estamos desconociendo la importancia de atender el consumo del usuario, sino que
acentuamos que la atención del orientador debe centrarse en el familiar.
Para resumir lo expuesto en este módulo, el orientador es un facilitador, un desencadenador de
procesos de interacción en un ambiente de confianza con el objeto de lograr un cambio de actitud en
el familiar afectado e implementar, a su vez, un conjunto de acciones que tienden a establecer
relaciones de apoyo entre los miembros de la familia y otras personas significativas.
El orientador es un apoyo muy valioso para estas familias, pues de manera conjunta con el familiar
puede:
o Escuchar con atención la problemática del familiar para que sienta confianza para expresar sus
sentimientos y emociones.
o Propiciar el ambiente adecuado de respeto, comunicación y empatía para que el familiar logre
escucharse y analizarse a sí mismo.
o Tener ciertos rasgos o atributos personales como son imaginación, creatividad, compromiso,
capacidad para comprender y empatía hacia los problemas, entre otros.
o No imponer sus ideas, valores, creencias y formas de actuar particulares al familiar, lo que
implica respetar el mundo de las ideas de los “otros”.
o Proporcionar información al familiar acerca de las adicciones, ello le permitirá conocer los
efectos que produce el consumo de alcohol o drogas, así como las consecuencias en la salud
física y emocional que esto causa en el usuario, lo cual le ayudará a aclarar temores y dudas
respecto de su comportamiento.
o Estimular al familiar para que exprese las metas que quiere obtener como parte de la ayuda.
o Considerar todos los recursos que puedan auxiliar al familiar, aliviando así la tensión en la cual
viven, así como coadyuvar al logro de sus metas.
El orientador es un facilitador de procesos de cambio, por ello resulta importante que siendo los
familiares las personas inmersas en la situación social expliquen desde su óptica como influye esta
situación en su vida cotidiana, así como dotar de un conjunto de estrategias para sobre llevar la
situación, construir planes de acciones o en su defecto derivar a un servicio especializado.
Considero importante mencionar en este punto hasta que punto le toca la familia su rol y cuando es
necesario derivar a un servicio especializado, así como trabajar lo relacionado al estado emocional por
esta situación.