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LAS ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS

Y EL JUEGO EN EL AULA
Dirigido a: Estudiantes de Auxiliares en Educación

Docente: Lic. Tesen medina Leyla Patricia

• ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS

• ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS PARA FOMENTAR EL APRENDIZAJE


• APRENDIZAJE BASADO EN PROBLEMAS
• ESTUDIO DE CASOS
• APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS
• APRENDIZAJE POR DESCUBRIMIENTO

consiste en un método de enseñanza que


tiene en su centro al alumno, con lo que
parte de un modelo de educación más Aprendizaje por
constructivista. En él son los estudiantes
quienes —a través de investigaciones y descubrimiento
resoluciones de problemas— van a lograr el
aprendizaje final que se espera obtengan
con su trabajo.

Es una metodología que pretende que el alumno relacione conceptos, busque los
conocimientos y asimile esa información, incorporándola de ese modo a sus aprendizajes
previos. Con todo ello, el niño creará las herramientas necesarias para ir construyendo sus
propios conocimientos. El maestro se convierte, por tanto, en un guía durante el desarrollo del
estudiante, orientándolo en el proceso de búsqueda de resolución de los problemas y temas
planteados.
En contrapunto con el aprendizaje tradicional, este nace de la propia experiencia y
búsqueda de conocimiento por parte del niño, olvidándose del
estudio meramente memorístico.
Potencia el desarrollo de las capacidades, de la creatividad y de las competencias
del alumnado, sobre todo, les enseña a cómo aprender a aprender.
Promueve la reflexión, el pensamiento propio y la búsqueda de resolución de
problemas.
Refuerza la propia autoestima y seguridad del niño, proporcionándole aspectos
que favorecen su maduración y crecimiento.
Está basado en los intereses y motivaciones del alumnado por lo que sus
aprendizajes serán más fáciles de asimilar y se retienen mejor los contenidos
trabajados.

¿Cómo aplicar el aprendizaje por descubrimiento en el aula?

Hay diversas herramientas o técnicas que los profesores pueden emplear a la hora de
llevar el aprendizaje por descubrimiento a las aulas. Entre ellas:

• Proyectos: se puede elegir un tema de trabajo entre todos o partir de una


experiencia próxima al entorno del colegio, utilizando las tecnologías como
herramientas de investigación y enseñando, a la vez, su uso.
Por ejemplo: es época de vendimia y los niños quieren investigar acerca de
ese tema. Se realizan búsquedas e investigaciones e incluso se pueden visitar zonas
para que la actividad sea más manipulativa y vivenciada.

• Talleres: son métodos de trabajo que propician en el alumnado el descubrimiento


y la resolución de problemas de forma autónoma. Para ello se pueden plantear talleres
de experimentación donde, como ejemplo, trabajen y transformen el agua en sus
diferentes estados físicos, observando sus propiedades y aprendiendo a partir de ellas.
• Rutinas de debates, de reflexiones, de intercambio de pensamientos donde los
niños puedan expresarse, resolver tareas o problemas que se les planteen, y, sobre
todo, compartir conocimientos con los demás compañeros, aprendiendo de sí mismos
y de las experiencias que los demás tienen que ofrecerles.

Lo que pretende, por tanto, esta metodología es fomentar en el alumnado el desarrollo


de todas las capacidades, evitando mecánicas como la memorística y
fomentando métodos más cooperativos e integrales que hagan hincapié en los valores
e inteligencias que se deben trabajar con los niños.
IMPORTANCIA DEL JUEGO EN EL DESARROLLO
INFANTIL
• El juego es placentero, divertido.
• El juego no tiene metas o finalidades extrínsecas. Sus motivaciones son intrínsecas y
no se halla al servicio de otros objetivos.
• El juego es espontáneo y voluntario.
• El juego implica cierta participación activa por parte del jugador.
• El juego guarda ciertas conexiones sistemáticas con lo que no es juego.

APORTACIONES DEL JUEGO AL DESARROLLO DEL NIÑO

El juego, además de aportar al niño placer y momentos de distracción, es una


actividad que estimula y activa diferentes componentes de desarrollo infantil. Es el
escenario en el cual los niños pueden practicar la experiencia de medir sus propias
posibilidades en las diferentes situaciones de su vida y que influye en todos los ámbitos
del desarrollo humano:

a) Aportaciones al desarrollo cognitivo

El juego pone en marcha las habilidades


cognitivas del niño, en cuanto que le
permiten comprender su entorno y
desarrollar su pensamiento.

Por ejemplo, un niño que juega con una


granja de animales, figuras…etc., irá
conociendo las piezas del juego, se las dirá
un adulto u otro compañero, descubrirá los diferentes tipos de animales que hay,
comprenderá cómo funcionan los objetos (rodar el tractor, abrir la ventana de la granja.),
y aprenderá también a utilizarlos adecuadamente.

También descubrirá la permanencia de los objetos, que siguen existiendo, aunque no


los vea; haciendo desaparecer el caballo que guarda en el establo y más tarde lo va a
buscar, irá tomando conciencia de esta realidad.
b) Aportaciones al desarrollo social

El niño puede jugar solo con sus juegos,


pero cuando algún compañero participa
en su actividad, es la ocasión de compartir,
de tener en cuenta a los otros, de
relacionarse. Le permite, en definitiva,
comunicarse.

El juego con los iguales y con los adultos es un potente instrumento que facilita su
desarrollo social en cuanto que se aprenden los rudimentos de la reciprocidad -dar y
recibir-, y la empatía.

En el juego simbólico, al principio, las representaciones se centran en la vida más


cercana de los niños (el uso de las cosas de la casa, los roles familiares…), para luego
centrarse en la representación de situaciones más alejadas de su vida habitual
(representar diferentes profesiones) o dar vida a personajes de ficción.

c) Aportaciones al desarrollo emocional

El niño decide la vida de los personajes de sus


juegos: lo que hacen, durante cuánto tiempo,
de qué manera, quién está implicado…. Además
les presta sus sentimientos y emociones – la
expresión de sí mismo -.Por otra parte, el
equilibrio emocional que se consigue con el
juego es un estado placentero que siempre se tiende a buscar.

Los juegos de representación de escenas de la vida cotidiana, de reproducción de


cuentos y de situaciones imaginarias, implican la reconstrucción y puesta en escena de
los conocimientos que ya se tienen. Así pues, en este tipo de juegos, los niños se hablan
empleando el tono adecuado a los papeles que simulan, se expresan emociones
propias de esos papeles, se ajustan las actitudes…. En este sentido cuando el niño juega
simbólicamente, deforma la realidad, adaptándola a sus deseos. De esta forma en el
juego, él domina una realidad que, fuera del juego, le domina a él.
Cuando se relaciona con su entorno, a menudo ocurre que el niño se expone a una
tensión psíquica muy fuerte, por eso crea un mundo a su medida que le ofrece garantías
para vencer o paliar esas tensiones. Se crea, mediante el juego, una realidad alternativa
que le sirve para encauzar sus energías hacia soluciones más satisfactorias para sí
mismo.

d) Aportaciones al desarrollo motor

El juego estimula el desarrollo motor del niño ya que


constituye la fuerza impulsora para realizar la acción deseada.

Por ejemplo, el bebé que quiere coger un objeto que está


lejos tiene que gatear para llegar hasta él, utilizar sus músculos,
su motricidad gruesa. Al coger el objeto, el niño utiliza los
pequeños músculos de sus manos, lo que se denomina
motricidad fina. Asimismo, ejercita la coordinación óculo manual para fijarse en el objeto
y llegar a cogerlo con la mano.

El deseo de alcanzar el objeto percibido le lleva a practicar los distintos modos de


sujeción, a planificar y organizar sus movimientos y a desarrollar sus reflejos de
protección. Por tanto, el desarrollo psicomotor es algo que el niño irá desarrollando a
través de su deseo de actuar sobre el entorno, de poner en marcha sus capacidades
motoras, de ir siendo cada vez más competente.

Según el niño se va desarrollando, el juego de ejercicio no sólo no desaparece con la


aparición de juegos posteriores (juego simbólico), sino que además se ejercita, se
perfecciona y contribuye a mejorar los movimientos y la comprensión de su realidad
física.
EN RESUMEN

El juego constituye un mecanismo natural arraigado genéticamente que despierta la


curiosidad, es placentero y permite descubrir destrezas útiles para desenvolvernos en
el mundo. Los mecanismos cerebrales innatos del niño le permiten, a los pocos meses
de edad, aprender jugando. Se libera dopamina que hace que la incertidumbre del
juego constituya una auténtica recompensa cerebral y que facilita la transmisión de
información entre el hipocampo y la corteza prefrontal, promoviendo la memoria de
trabajo.

• El juego constituye una necesidad para el aprendizaje que no está restringida a


ninguna edad, mejora la autoestima, desarrolla la creatividad, aporta bienestar y
facilita la socialización.
• El juego no es una tarea. Hemos de prestar atención a que no se convierta en un
ejercicio o en una tarea obligatoria.
• No es necesaria la estimulación constante. El niño no tiene por qué estar siempre
activo, necesita también sus periodos de inactividad.
• La importancia del tiempo: hemos de dedicar tiempo a jugar con los niños sin
prisas dedicándonos plenamente a esa actividad.
• El respeto: debemos de tener en cuenta las preferencias de los niños, sin
limitarnos exclusivamente a ellas, pero respetándolas y favoreciéndolas.
• Es una actividad agradable.

Disfrutemos del momento que se nos brinda y del placer


de compartirlo.

Lic. Leyla Patricia Tesen Medina

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