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Módulo: Técnicas de Estimulación

Revisión
Reto de Aprendizaje:
bibliográfica sobre los beneficios
de la estimulación

Nombre:

Karla Paola Sánchez Chincoya
Asesor:
Mtra. Orly Franco
Fecha:
18 de abril de 2021.
SOBRE LOS BENEFICIOS DE LA ESTIMULACION TEMPRANA Y EL PAPEL DE
LA ACTIVIDAD LUDICA

Los grandes avances en la ciencia que se han suscitado en los últimos 70 años, han incidido
favorablemente en el campo de la educación en todos sus niveles, pues los resultados en las
investigaciones acerca del funcionamiento cerebral han llegado a los hogares y centros educativos
de los infantes nacidos en estos últimos años, teniendo acceso al mundo de la estimulación
temprana. Se entiende como educación o estimulación temprana (ET) al conjunto de técnicas de
intervención educativas que pretende impulsar el desarrollo cognitivo, social y emocional del niño
durante la etapa infantil (de 0 a 6 años) la cual se asienta en dos principios básicos: 1) Estimular y
potenciar las capacidades y destrezas que muestra el niño y 2) compensar o prevenir cualquier
déficit en su neurodesarrollo (Aranda et al, 2004).

De acuerdo con Barreno y Macías (2015) “la estimulación temprana tiene una gran influencia en el
desarrollo […] de la personalidad, originando […] seres reflexivos, analíticos e interpretativos”, pues
aumenta las destrezas de forma innata, lúdica y artística incidiendo favorablemente en la relación
niño y ambiente; es por ello que Calderon (2004) prefiere llamarle estimulación oportuna, ya que
ésta le proporciona al infante de manera pertinente, una amplia gama de experiencias que sirven
como base para futuros aprendizajes; es decir, coloca los cimientos para facilitar un crecimiento
armonioso y saludable; pero, ¿cuáles son esos cimientos?, para Campo et al. (2010), son
habilidades que se refieren al desarrollo de conocimientos que serán prerrequisitos para la
enseñanza inicial, tales como: atención, seguimiento de instrucciones, percepción, comprensión y
manejo del lenguaje, comprensión y manejo de conceptos numéricos, copia de símbolos textuales,
entre otros., esto siempre a través de emplear el juego y los juguetes como vehículos naturales de
interacción y desarrollo, pues se ha descubierto que es por medio del juego que el niño se relaciona
con “los objetos; desarrolla sus sentidos, adquiere habilidades, expresa fantasías, sentimientos, se
relaciona con […] otros, adquiere pautas de conducta, imita […], interioriza la realidad circundante y
expresa su mundo interior” (Damián, 2007); es el principal lenguaje del niño; en donde a través de él,
se le puede comprender y observar su evolución física y mental.

Una adecuada estimulación temprana, le brinda al juego un papel preponderante, pues el profesional
que la aplica, comprende que este posee un rol crucial al propiciar la curiosidad, motivar al niño a
involucrarse en episodios interactivos y sociales; le hace evolucionar y le incita a la actividad. Damián
(2007) comenta que si el niño no dispone del estímulo, ni de las experiencias adecuadas, su deseo
de descubrir disminuirá y no podrá progresar, por tanto, la actividad lúdica y los estímulos lúdicos son
elementos imprescindibles para llevar a cabo los programas de evaluación e intervención en ET; por
ejemplo, para determinar si un chico tiene un desarrollo adecuado, o requiere algún tipo de apoyo,
así como cuáles serán los objetivos que se establezcan en ET, es precioso conocer la evolución que
ha tenido su juego y observar la manera en la que este se expresa lúdicamente. De acuerdo con
Huanca (2008), el infante promedio de 24 meses es un niño capaz de jugar, pues a esta edad, ha
alcanzado las habilidades de traer objetos para mostrarlos; señalar partes de su cuerpo; señalar lo
que quiere, fijar la mirada, sonreír y reír; estar menos ansioso ante extraños, interesarse por otros
niños y desear jugar con ellos. Es capaz de jugar simulando que hace tareas domésticas; emplea la
imaginación y desarrolla el juego simbólico; así pues que si se observa que el menor de 24 meses no
posee estas habilidades, es necesario derivarlo a evaluaciones más completas a fin de establecer un
diagnóstico y un programa de intervención a fin de aminorar problemas futuros.
De esta forma, vemos que la estimulación no sólo permitirá un sano desarrollo en los chicos, sino
que también ayuda a “reducir los efectos de una deficiencia sobre el conjunto global del desarrollo
del niño; evita o reduce la probabilidad de aparición de efectos o déficits secundarios producidos por
un trastorno o situación de alto riesgo y atiende y cubre las necesidades y demandas de la familia y
el entorno en el que vive el niño” (Ramírez el al, 2014). Contar hoy con estos conocimientos, nos
facilita que podamos tener niños más sanos y felices, el fin último de la familia, la pedagogía
contemporánea y las neurociencias.

BIBLIOGRAFIA
Aranda, R., Andrés, C. (2004). La organización de la atención temprana en la educación infantil.
Revista Tendencias Pedagógicas. Recuperada de: http://www.tendenciaspedagogicas.com/
Articulos/2004_09_10.pdf.
Barreno, Z., Macías, J. (2015, septiembre). Estimulación temprana para potenciar la inteligencia
psicomotriz: importancia y relación. Revista Ciencia UNEMI. Vol. 8 (15), pp. 110-118.
Calderon, N. (2004, junio). Estimulación oportuna = niños exitosos. Revista electrónica
Psicopedagogía. Recuperada de: http://www.psicopedagogia.com/estimulacion-temprana.
Campo, L., Mercado, L., Sánchez, L., Roberti, C. (2010, julio- diciembre). Importancia de la
Estimulación de las aptitudes básicas del aprendizaje desde la perspectiva del desarrollo Infantil.
Psicogente, 13 (24), 397-411. ISSN: 0124-0137. Recuperada de: https://www.redalyc.org/
articulo.oa?id=497552357012
Damián, M. (2007, noviembre). La importancia del juego en el desarrollo psicológico infantil.
Psicología Educativa. Revista de los Psicólogos de la Educación. Recuperada de https://
journals.copmadrid.org/psed/art/84f0f20482cde7e5eacaf7364a643d33.
Huanca, D. (2008). Desarrollo social en niños. Revista Perú Pediatría. Recuperada de https://
sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/rpp/v61n2/pdf/a09v61n2.pdf.
Ramírez, P., Patiño, V., Gamboa, E. (2014, agosto). La educación temprana para niños y niñas
desde nacimiento a los 3 años: Tres perspectivas de análisis. Revista Electrónica Educare.
Recuperada de: https://www.scielo.sa.cr/pdf/ree/v18n3/a05v18n3.pdf.

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