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Linfocitos “T”

Los linfocitos T, son los principales efectores de la inmunidad adaptativa, ya que el linfocito B también
es una CPA.

Los LT se encargan básicamente de erradicar a los microorganismos intracelulares.

Los LT se fabrican en la médula ósea a partir de una célula precursora pluripotencial hematopoyética
(Stem Cell) de la cual se originan las UFC (unidades formadoras de colonias), que va dar origen a las
líneas eritroideas y mieloideas, y a un precursor linfoideo, del cual se originarían las células destinadas
a ser LB o LT.

1. Los LB continúan su desarrollo en la medula ósea.


2. Los LT continúan su desarrollo en el timo donde serán procesados y diferenciados.

Los LT que dejan el timo y alcanzan el torrente sanguíneo, y luego llegan a los ganglios linfáticos,
vigilantes de la entrada de algún agente agresor.

▪ El LT en general es definido por su TCR, cuya estructura pertenece a la familia de las


inmunoglobulinas.
▪ En la periferia los linfocitos llevan a cabo las fases de la respuesta inmune.

Linfocitos T CD4+
Una vez que un linfocito se ha activado por el Ag, pasa de una estadio llamado Th 0 o célula efectora
inmadura a diferenciarse hacia los diferentes subtipos maduros.

Existen 2 subpoblaciones de linfocitos T,


→ T colaboradores o helper (CD4+): se subdividen en Th1, Th2, Th 3 y los Treg.
→ T citolíticos o citotóxicos (CD8+).

Clasificación de los LTh (linfocitos T helper):


→ secretan IL-2 e INFg, para la activación de macrófagos y respuestas protectoras frente a
agentes de crecimiento intracelular.
También colaboran con los linfocitos B para la respuesta opsonizante, de los isotipos IgG1 y IgG3.

→ secretan IL-4, IL-5, IL-13 e IL-10 para la activación de linfocitos B vírgenes


Induce la secreción de todas las inmunoglobulinas sobre todo IgE, para la defensa antiparasitaria.
NO activan a los macrófagos y, por tanto, no tienen efecto protector contra patógenos intracelulares.

→ secretan IL-17 e IL-22 pero no INFg o IL-4.


Induce reacciones inflamatorias, especialmente aquellas ricas en neutrófilos.

→ secretan IL-10, TGFb y controlan la inducción de fenómenos autoinmunitarios.

Hay una contraposición activa entre la generación de los diferentes subtipos de linfocitos CD4+:
→ INFg inhibe la generación de Th2 y favorece la de Th1.
→ IL-10 e IL-4 inhiben la generación de Th 17 y favorece la de Th 1 y Th2, respectivamente.
Los factores que regulan la desviación no se conocen bien, pero se sabe que es decisivo el
microambiente de citoquinas generado al inicio de la estimulación primaria de un linfocito T virgen.

Así, la presencia de:


▪ IL-4 y de IL-6: → favorece la generación de Th2.
▪ IL-12, INF-g e INF-α → favorece la generación de Th1.
▪ IL-23 e IL-6: → favorece la generación de Th 17.
▪ TGFb: → estimula la generación de Treg.

La fuente inicial de tale citoquinas puede ser


→ las propias APC como células dendríticas o macrófagos (IL-12 IL-&).
→ las propias Th0 (p. ej. IL-4 en respuesta a la influencia de IL-6 producida por la APC).

Funciones de las CPA:


Los 3 tipos principales de CPA
para los LT CD4+ actúan
presentando antígenos en
diferentes etapas y en diferentes
tipos de respuestas inmunitarias.

Los LT efectores activan a los


macrófagos y los linfocitos B
mediante la síntesis de citoquinas
y la expresión de moléculas de
superficie.

El mecanismo de función cooperadora de los linfocitos Th1 y Th2 con los linfocitos B tiene lugar a través
de los mecanismos antes indicados.

Respecto a la activación de los macrófagos por los linfocitos Th1 efectores/memoria, refleja la capacidad
de este subtipo linfocitario para atraer y activar a los macrófagos (a través de INFg).

Linfocitos T CD8+
Los LT CD8+ citotóxicos efectores (LTC): son capaces de lisar células con un antígeno unido al MHC-I,
específico para el TCR del linfocito, aun cuando dicha célula no exhiba señales coestimuladoras.

Inicialmente, la interacción física con la células diana se realiza mediante la unión de la integrina LFA-1
(CD18/CD11a) a sus ligandos ICAM expresados por la célula diana.

Si esta no presenta el Ag+ - MHC-I apropiado, el CD8+ se despega rápidamente de la diana.


Si lo presenta, se produce la activación del T CD8+ el cual dispara rápidamente el ataque citotóxico.

El ataque citotóxico consiste en la liberación de citotoxinas de los gránulos lisosómicos del CD8+
(perforinas y granzimas) hacia la célula diana por la zona de contacto

Perforina es una molécula homologa al C9 (del complemento) que, en presencia de Ca+2 se polimeriza
y forma poros en la MP de la célula diana permitiendo la entrada de granzimas, encargadas de activar a
las caspasas que son las inductoras de la apoptosis.

Tras el ataque citotóxico, el CD8+ se despega de la diana y repite el mismo proceso con otras cél dianas.
Las células diana apoptóticas son fagocitadas por macrófagos y células dendríticas.
Otro mecanismo de inducción de la apoptosis, es la mediada por la interacción de la molécula FAS (CD95)
expresada en la MP de la célula diana y su ligando, FasL (CD95) de los linfocitos.

Los CD8+ efectores se TCR y Moléculas accesorias.


caracterizan por secretar: Se muestran las principales proteínas
→ INF-g, de membrana de los linfocitos T que
→ TNFa intervienen en el reconocimiento del
→ TNF b (linfotaxina). antígeno y en las respuestas frente a
ellos.

Las funciones de estas proteínas


pertenecen a 3 grupos:
1. Reconocimiento del antígeno,
2. Transducción de señales
3. Adhesión.

Complejo Receptor del linfocito T (TCR):


El complejo TCR-CD3 consta de 2 partes estructurales y funcionalmente bien diferenciadas.

TCR: es un heterodímero de cadenas polipeptídicas a y b, unidas por enlaces disulfuro.


✓ Es la porción específica del Rc y en ella se da la variación clonotípica que permite el
reconocimiento de más de 1010 antígenos (peptídicos) diferentes.

En caso del reconocimiento de un antígeno puede dar lugar a un clon de linfocitos efectores (por
proliferación) capaces de identificar ese antígeno en partículas y además recordarlo.

CD3: consta de 2 heterodímeros (CD3g e y CD3d e) y un homodímero (CD3z z), estas cadenas
invariables estabilizan el complejo TCR-CD3 en la MP, y permiten la transmisión de la señal de
reconocimiento antigénico al interior celular.
✓ Es la porción invariable del complejo.

Cadenas variables (TCR):


La organización de las cadenas α y ß del TCR es muy similar a las del fragmento Fab de las Ig.

Ambas cadenas polipeptídicas constan de una región variable (V) y una región constante (C).
→ Región V de las cadenas a y b, contiene un dominio globular de tipo Inmunoglobulínico (V) y es en ella
donde reside la variabilidad clonotípica del TCR.

→ Región C de ambas cadenas posee 3 dominios diferenciados:


1. Extracelular del tipo Inmuniglobulínico (C) que contiene 3 cisteínas (dos de ellas forman un
puente intercatenario que une las cadenas a y b)
2. Transmembrana a-hélice, con aminoácidos con carga positiva implicados en las interacciones
con las cadenas CD3 (cuyos aminoácidos están cargados negativamente)
3. Citoplasmático de solo 5 aminoácidos.

Al igual que ocurre con los genes de Igs, las regiones V y C de las cadenas del TCR están codificados por
segmentos V, D y J para la región V, y C para la región C.

El reordenamiento génico es el proceso mediante el cual se yuxtapone al azar un segmento de cada tipo
en cada célula, para generar la gran diversidad de receptores antigénicos.
El reordenamiento es dependiente de secuencias DNA especificas adyacentes a segmentos génicos que
se reordenan.
Estructura del TCR.
El diagrama esquemático muestra los dominios de
un TCR típico específico frente a un complejo
péptido-MHC.

La porción de unión al antígeno del TCR está


formada por los dominios Va y Vb.

El diagrama de cintas (derecha) muestra la


estructura de la porción extracelular de un TCR
según revela la cristalografía con rayos X.

Los bucles del segmento hipervariable que


forman el punto de unión péptido-MHC están en la
parte superior.

Cadenas INVARIABLES (CD3) Z (zeta) y H (eta)


Las cadenas a d y e son entre sí muy homólogas, presentan 3 dominios:

▪ Extracelulares N-terminales: con un dominio variable único, semejante al de las


inmunoglobulinas.
▪ Transmembrana: con un residuo de ácido aspártico, de carga negativa, característica importante
para su asociación física con las cadenas a y b del TCR.
▪ Citoplasmáticos que transduce señales al interior de la célula.

Cada una de las colas citoplasmáticas posee una copia de una secuencia motivo, denominada “motivo de
activación del inmunorreceptor vía tirosina” (ITAM) o “motivo de activación para el reconocimiento del
antígeno” (ARAM), importante para las funciones de señalización.

Este está compuesto por 26 residuos aminoacídicos, tirosina-x-x-leucina (x= cualquier aa)
Los residuos de tirosina son fosforilados en respuesta al reconocimiento del antígeno por el TCR.
Esto permite la unión de las proteínas que contienen dominios SH2 a los ITAM y la iniciación de una
cascada de señales intracelulares.

Las cadenas z y h difieren entre sí por sus colas citoplasmáticas. Además, la cadena z posee 3 ITAM.

Cuando un antígeno se une al TCR, las cadenas


asociadas, CD3 y z, traducen señales al citoplasma de
la célula que conducen a su activación funcional.

Además de estas proteínas asociadas al complejo


TCR, se requieren de otras moléculas,
coestimuladores adicionales, que interactúan con
moléculas de superficie de la célula T distintas del
complejo TCR.

Otra función de estas proteínas es facilitar la


expresión en superficie del complejo TCR en su
totalidad.
En el reconocimiento del antígeno, las moléculas CD4+ y CD8+ actúan como “correceptores”, facilitando
la adhesión a la célula respectiva y participando en la transducción de señales tempranas al interior
celular.

Este reconocimiento es el estímulo para el inicio de la activación del linfocito T.


Constituye la primera señal, pero son necesarias 2 señales extracelulares distintas para inducir la
proliferación y diferenciación hacia células efectoras.

Esta segunda señal va a estar dada por las “moléculas coestimuladoras”, que están presentes en la
superficie de las CPA (o APC) y/o diana, y que interactúan con receptores específicos presentes en el
linfocito T.

glicoproteína transmembrana que se unen a CMH-II y se expresa en el 65% de los LT circulantes.


Tiene:
→ 4 dominios globulares extracelulares, (1 N-terminal, tipo V y 3 que no son ni de tipo V ni C).
→ 1 dominio transmembrana hidrofóbica
→ 1 cola citoplasmática de 38 residuos, aminoácidos básicos principalmente.

El CD4+ se une al dominio b2 del CMH-II.

glicoproteína transmembrana que se une a CMH-I, y se expresa en el 35 % de los LT circulantes.


Estructuralmente es un heterodímero unidos por puentes disulfuro compuestos por CD8a y CD8b, cada
una posee:
→ Dominio globular extracelular,
→ Dominio hidrofóbico transmembrana
→ Cola citoplasmática o intracelular de 25 residuos, aminoácidos básicos principalmente.

El CD8+ se une al dominio a3 del CMH-I.

Funciones de CD4+ y CD8+


Facilitan la adhesión entre células T y las APC o células diana.

Transducen de señales a través de una proteína llamada ICK, con actividad de tirosina quinasa, que se
asocia en forma no covalente a las colas citoplasmáticas de CD4+ y CD8+.

ICK → fosforila residuos de tirosina en los ITAM de CD3 y z.

Si bien los LT reaccionan con antígenos unidos al CMH, para una completa estimulación requieren
moléculas coestimuladoras, junto a las señales inducidas por el antígeno.

Una falta de coestimulación puede inducir a un estado de falta de respuesta denominado “anergia”.

La expresión de estos coestimuladores se halla regulada por proteínas proinflamatorias y eso garantiza
que los linfocitos sean activados en el momento y lugar adecuados.

En condiciones fisiológicas también contribuyen a los fenómenos de tolerancia inmunológica.

es de las moléculas de superficie más importantes en la coestimulación para la activación de LT.

Se une a CD80 o B7-1 y CD86 o B7-2, expresadas en la APC.


Es un homodímero que se expresa en el 80 % de las células T CD4+ y en el 50 % de las CD8+.
B7-1 y B7-2 son glicoproteínas homólogas de cadena lateral sencilla, cada una con 2 dominios
extracelulares tipo inmunoglobulina, una transmembrana y una cola citoplasmática.
Mismas características y funciones que CD28.

No se conoce por completo cómo CD28 estimula la activación de los LT, tampoco cómo estimula la
producción de IL-2 y preserva a la célula de la apoptosis.

formado por varias moléculas de diferente tipo (8 en total), codificadas por un solo gen.
Son proteínas intrínsecas con un dominio citoplasmático de 705 residuos aminoácidos, con actividad de
tiro-fosfatasa y que participa en la regulación de la respuesta.

También hay integrinas implicadas en la interacción de adhesión de LT y otras células, como:


→ la LFA-1, que se asocia a la molécula de adhesión intercelular 1
→ la ICAM-1, que es una glicoproteína transmembrana con 5 dominios extracelulares tipo
inmunoglobulina.
→ el CD2 o LFA-2, glicoproteína perteneciente a la súper familia que se asocia con LFA-3 o CD52,
de las LT.
Como consecuencia de estas interacciones se desencadenan una serie de señales intracelulares.

El reconocimiento del antígeno y las señales coestimuladoras activan a LT vírgenes, que sufren
expansión clonal y diferenciación hacia LT efectores y de memoria.

La estimulación antigénica de LT efectores conduce a una expansión clonal posterior y al desarrollo de


funciones efectoras, como secreción de citoquinas y actividades citolíticas.

Cuando el TCR se une al complejo péptido-CMH, se activan proteínas tir-quinasa (PTK) asociadas al TCR;
una de ellas, la ICK, fosforila tempranamente a los ITAM en los LT permitiendo la unión de proteínas
citoplasmáticas con dominios SH2.

Una de ellas, de gran importancia, es la denominada ZAP-70, la cual para activarse debe ser fosforilada
en un residuo de tirosina interno, lo cual ocurre rápidamente tras su unión a la cadena z.

Una vez activada la ZAP-70, puede autofosforilarse en otros residuos de tirosina y entonces funcionar
como una molécula armazón para el reclutamiento de otras moléculas de señalización con dominios
SH2 (los dominios SH2 son el recurso por medio de los cuales la PTK fosforila sus sustratos).

La enzima fosfatidil inositol fosfolipasa Cg 1 (PI PLCg 1) de la MP es uno de sus sustratos, de gran
importancia en la generación de señales intermedias de la activación de las células T.

Esta enzima puede ser activada de 2 maneras:


1. Las PTK fosforilan a proteínas que se unen específicamente a la enzima por sus dominios SH2.
2. Las PTK fosforilan directamente a la PIPLCg 1, la cual cataliza la hidrólisis del fosfatidil inositol 4-5
bifosfato, formando diacilglicerol (DAG) e inositol 1-4-5 trifosfato (IP3).

La PTK también activa vías de señalización a través de la cascada RAS, las cuales sirven para unir
receptores de la membrana con quinasas que actúan a favor de corriente, incluyendo las cascadas
de quinasas de proteínas activadas por mitógenos (MAP).

Al final, estas vías activadas, catalizan la fosforilación y activación directa de FT o de sus componentes.
Por último, estos FT activados conducen a la transcripción de varios genes que codifican citoquinas,
receptores para citoquinas, y otras proteínas necesarias para la función efectora de las células T.
LINFOCITOS B
Es el protagonista de las inmunidad humoral, además de ser una célula presentadora de antígeno.

Es el transcurso del nacimiento, formación y maduración de los linfocitos, los que constan de distintos
subconjuntos que difieren en sus funciones, pero son muy parecidos desde el punto de vista morfológico.

Los linfocitos B, las células productoras de anticuerpos, recibieron este nombre porque en los pájaros
se observó su maduración en un órgano llamado la bolsa de Fabricio.

En los mamíferos, no existe ningún otro equivalente anatómico a la bolsa, y las primeras fases
madurativas de los linfocitos B transcurren en la médula ósea.

La maduración de los linfocitos B a partir de sus precursores de la médula ósea


se acompaña de cambios específicos en la expresión del gen de Ig, lo que da
lugar a la producción de moléculas de Ig en diferentes formas.

La 1ra célula en el linaje del linfocito B que produce polipéptidos de Ig, denominada linfocito pre-B,
sintetiza la cadena pesada.

Estas cadenas m se asocian a proteínas denominadas sustitutos de cadenas ligeras para formar el
receptor de los linfocitos pre-B, y una pequeña proporción del receptor sintetizado del linfocito pre-B se
expresa en la superficie celular.

Los linfocitos B inmaduros y maduros producen cadenas ligeras k o l, que se asocian a proteínas µ para
formar moléculas de IgM.

→ Los linfocitos B inmaduros, pueden reconocer un Ag específico, pero no pueden proliferar ni


diferenciarse frente a éste.

→ Los linfocitos B maduros expresan formas de membrana de IgM e IgD (cadenas pesadas µ y d
asociadas a cadenas ligeras k o l).

Estos receptores de Ig de MP reconocen antígenos e inician el proceso de activación de los linfocitos B.

Los Rc del antígeno de los LB se asocian a Iga e Igb (proteínas de MP), que realizan funciones de emisión
de señales y son fundamentales para la expresión de superficie de las IgM e IgD.

La importancia de la maduración correcta de un linfocito es para hacerlo funcionalmente activo,


especifico y eficaz.
Fases de la maduración de un LB:
1. Reordenamiento y expresión de genes de inmunoglobulina (Ig)
2. Proliferación celular.
3. Selección del repertorio.

Los LB cumplen múltiples funciones en el mantenimiento de la inmunidad y ante la re-exposición de


noxas.

Los LB se originan y maduran en medula ósea pero una vez que hayan completado estos cambios se
ubican en los ganglios linfáticos, donde se activan en presencia de un agente extraño, con la ayuda de
los LTh (o CD4+).

Los LB durante su maduración expresan diferentes moléculas de superficie que determinan su función.
Los 4 estadios madurativos consecutivos de los LB:
→ Célula Pro B (o pre pre B)
→ Célula Pre B
→ Linfocito B inmaduro
→ Linfocito B maduro virgen (o naive).

A medida que avanza en su maduración, se inicia el reordenamiento de los genes de las Ig, comenzando
por las cadenas pesadas (H, por Heavy), luego:
- con la recombinación de los segmentos Dh y Jh (célula Pro-B inicial),
- con la recombinación del segmento Vh con el complejo Dh-Jh recombinado (célula Pro-B tardía).

Luego del reordenamiento se sintetizan las cadenas µ, y se llega al estadio siguiente de la célula Pre-B,
caracterizado por la expresión de las cadena µ unida a seudocadenas ligeras (SL), para formar lo que
se denomina IgM inmadura o subrogada o Pre-BCR, que envía señales que hacen detener el
reordenamiento de las cadenas H.

Esto último sucede en la célula pre-B inicial, luego en las células Pre-B tardías, en las que se reordenan
los genes de las cadenas V-J de las cadenas ligeras (L), primeros las de tipo K, y luego, si no son
productivas, las de tipo l.

Cuando este reordenamiento es productivo se sintetizan las cadenas L y la célula pasa a expresar IgM
en la membrana (mIgM), siendo esta la primera en la ontogenia del linfocito B, con cadenas L auténticas,
lo que lleva al cese de la maquinaria combinatoria.

El Linfocito B Maduro, aparte de expresar en la MP, expresa IgD alcanzando así el ultimo estadio.

Antes de pasar a la circulación general estos linfocitos pasan por un proceso denominado

- La tolerancia no es un mecanismo que se hereda, sino que se instaura (se programa).
- La tolerancia de los linfocitos autoreactivos, depende de la afinidad de su receptor.

La afinidad del Ag por el BCR o TCR, es el elemento más importante de la determinación de la


programación del linfocito durante su diferenciación.

→ LB inmaduros: en las interacciones de alta afinidad generan señales intracelulares que


desencadenan apoptosis denominándose Selección negativa, que se da cuando un linfocito reconoce
con alta avidez un Ag propio durante su maduración.

→ LB maduros periféricos: estas interacciones constituyen una potente señal para la activación y
proliferación, mientras que las de baja afinidad generan anergia clonal.

Una vez listos, luego de haber pasado el control estos linfocitos pasan a la circulación periférica donde
se llevarán a cabo las fases de la respuesta inmunológica, descriptas al comienzo.
Los Ac o Ig son glicoproteínas solubles secretadas por los linfocitos B que tienen la propiedad de
reconocer de forma específica a los antígenos (Ag).

Estructura básica:
Constituida por 4 cadenas polipeptídicas:
→ 2 pesadas (H, heavy) idénticas.
→ 2 ligeras (L, light), idénticas.

Las 4 cadenas están unidas mediante enlaces disulfuro:


Las 2 cadenas H entre sí, y cada cadena H a una de las L.

Cada cadena presenta 2 regiones


→ Región Variable (V): su secuencia aminoacídica varía notablemente de una a otra molécula de Ig.
→ Región Constante (C): su secuencia es la misma en todas las Ig del mismo isotipo.

El sitio de unión al Ag lo forman conjuntamente las regiones V (de la cadena pesada y de la ligera).

Dentro de cada región VH y VL se hallan 3 regiones determinantes de la complementariedad (CDR), que


forman el sitio de unión al Ag, donde este encaja de forma complementaria (específica).

Las regiones que flanquean las CDR se denominan regiones de entramado o FW (del inglés, framework).

Tanto en el laboratorio como en terapia se utilizan frecuentemente fragmentos de Ac denominados Fab


y F(ab’)2, que se obtienen mediante la digestión proteolítica con papaína o con pepsina, respectivamente.

La Región C de las cadenas pesadas presenta variaciones isotípicas que determinan las clases y
subclases de las Ig.

Así, se distinguen 5 clases de Ig: IgG, IgA, IgM, IgD e IgE (de mayor a menor concentración sérica),
Con 4 subclases de IgG (IgG1-4)
Con 2 subclases de IgA (IgA1-2).

Hay sólo 2 tipos de cadena L, designados como kappa (k) y lambda (l).
Flexibilidad de las moléculas de anticuerpo.
Los 2 puntos de unión al antígeno de un AC pueden fijarse
simultáneamente a dos determinantes separados por
distancias variables.

A. El anticuerpo se una a 2 determinantes muy separados


sobre una superficie celular.

B. El mismo anticuerpo está unido a 2 determinantes que


se encuentran bastante próximos.

Esta flexibilidad se debe fundamentalmente a las regiones


bisagra localizadas entre los dominios CH1 y CH2, lo que
permite un movimiento independiente de los lugares de
fijación al antígeno en relación con el resto de la molécula.

Organización y reordenamiento somático


Las Ig están codificadas en 3 sitos o loci del genoma:
1. Cromosoma 14 (cadenas H)
2. Cromosoma 2 (cadenas k)
3. Cromosoma 22 (cadenas l)

Los loci de las Ig presentan segmentos génicos que codifican para la región V y otros para la región C,
(en la línea germinal (DNA embrionario o DNA de células no linfoides) están separados entre sí).

La región VL está codificada por segmentos génicos de tipo V (Variable) y de tipo J (Joining).
La región VH está codificada, por segmentos de tipo V y J, y de otro de tipo D (Diversity).

Para las cadenas H hay tantos segmentos C distintos como clases y subclases de cadenas H.

Para que pueda sintetizarse una cadena H o L, los segmentos génicos V(D)J de la línea germinal deben
reordenarse y formar un único gen, que luego se transcribirá a RNA y se traducirá a proteína.

Estos reordenamientos génicos ocurren durante el desarrollo de los linfocitos B en los sitios
hematopoyéticos y siguen un orden jerárquico que comienza por las cadenas H en el estadio pro-B:

1ro: se reordenan un segmento DH con otro JH (D+J=DJ).


2do: se reordena uno de los múltiples segmentos VH con el DHJH reordenado (V+DJ= VDJ).

 Si el reordenamiento VHDHJH no es productivo (incapaz de transcribirse correctamente)


prosiguen los intentos hasta que uno lo sea o hasta que se agote el material en ambos
cromosomas 14 y la célula aborte.

✓ Si el reordenamiento VHDHJH es productivo, se sintetizan cadenas m y cesan los


reordenamientos en las cadenas H, para iniciarse los de las cadenas k con el mismo proceso de
intentos sucesivos hasta que uno sea productivo, momento en que la célula expresa mIgMk y
cesa la maquinaria recombinatoria.

Si fracasan todos los reordenamientos lambda, se inicia el mismo proceso en el locus de las cadenas k
hasta que uno sea productivo; si ninguno resulta productivo, la célula aborta.
Este sistema retrorregulador hace que, en cada linfocito B, cada cadena H y L expresada corresponda
sólo a uno de los 2 alelos (el materno o el paterno), fenómeno conocido como EXCLUSIÓN ALÉLICA.

Es una excepción en las células de vertebrados con organización cromosómica diploide, en las que se
expresan los 2 alelos de un gen activo.

Así garantiza que una célula B (y su clon) exprese Ig, una única región VH y una única región VL y, por
tanto, una misma especificidad Ac.

Durante mucho tiempo se había creído que, una vez que un linfocito B había adquirido y expresado un
determinado reordenamiento, ya no podía cambiarse.

Ahora se sabe que en los linfocitos B inmaduros en la médula ósea pueden ocurrir reordenamientos
secundarios, principalmente de las cadenas L, que sustituyen al original o primario y, por tanto, cambian
la especificidad de la mIgM (edición del receptor).

Organización de los locus de las Ig humanas en la


línea germinal.
Se muestran los locus de la cadena pesada, la
cadena ligera κ y la cadena ligera λ humanas.

Sólo se muestran los genes funcionales; se han


omitido los seudogenes por simplicidad.

Los exones y los intrones no se dibujan a escala.

Cada gen CH se muestra en un único recuadro,


aun- que está formado por varios exones, como
se ilustra para Cμ.

Los segmentos génicos se indican: C, constante;


D, diversidad; L, guía; J, unión; pot, potenciador; V,
variable.

ACTIVIDAD ANTICUERPO Y FUNCIONES EFECTORAS.

Las Ig desempeñan 2 grandes tipos de funciones:


1. Unirse de forma específica al Ag, esta función radica en el sitio de unión al Ag constituido por la
conjunción de las regiones VH-VL.
2. Desencadenar diferentes procesos efectores destinados a eliminar o neutralizar el Ag y que incluyen:
a. Activar el complemento
b. Unirse a la MP de otras células a través de los Rc Fc presentes en las cél fagocíticas.
c. Atravesar la placenta.
d. Unirse a ciertas proteínas microbianas, como la pr A estafilocócica y la pr G estreptocócica.

inmunidad de las mucosas.


actúa como Rc de los antígenos de los LB naive.
actúa en defensa frente a parásitos y helmintos.
actúa como opsonina y activador del complemento.
actúa como Rc de los antígenos de los LB naive y como activador del complemento.
La simple unión de un Ac al Ag puede ser efectiva en muchos casos para neutralizar la patogenicidad de
un agente microbiano o de sus toxinas, pero en general resultaría biológicamente poco eficaz para
destruir los agentes patógenos si no activara el complemento y la fagocitosis (opsonisación).

Funciones efectoras de los anticuerpos.


Los anticuerpos frente a los microorganismos (y sus toxinas, que no se muestran):
→ los neutralizan,
→ los opsonizan para la fagocitosis y para la citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos
→ activan el sistema del complemento.

Las distintas funciones efectoras pueden estar mediadas por distintos isotipos de anticuerpos.

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