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MATERIAL INFORMATIVOSESION 03 2021-1

CURSO: DIRECCIÓN TÁCTICA DE OPERACIONES


SESION No: 03
TEMA: SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO EN EL PERÚ
DOCENTE: Mg. LUIS LABERTO VILELA ROMERO

TEMA: SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO EN EL PERÚ

QUÉ ES LA GESTIÓN DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO EN PERÚ

Para saber cuál es el significado de SST, primero se deben conocer sus siglas: “Seguridad y Salud en el Trabajo” . Estas tres letras
hacen referencia a un sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo que se utiliza para garantizar condiciones laborales seguras
a los empleados.

Los documentos de gestión de seguridad y salud en el trabajo  han cobrado especial importancia ya que las empresas deben asegurarse
de tomar medidas para evitar el contagio de COVID-19  entre sus colaboradores. En Perú, existe una ley que regula las normativas
reglamentarias HSE.

Cuál es el significado de SST según la ley peruana

El 20 de agosto de 2011 se aprobó la Ley 29.783 sobre seguridad y salud en el trabajo  y en julio de 2014 se modificaron algunos de sus
puntos en la Ley 30.222 . Su propósito es promover una cultura de prevención para minimizar los riesgos de trabajo en el país,
estipulando todas las obligaciones de los empleadores en cuanto a la salud y seguridad laboral, así como las penalidades en caso de
infracción.

El alcance de esta ley es total, todos los empleadores y colaboradores de empresas del ámbito público y privado, así como las personas
que trabajan por cuenta propia, deben adoptar medidas de prevención SST en sus respectivas áreas laborales.
También acepta la implementación de medidas con un nivel de protección superior a los contemplados en ella, y aprueba el uso de
estándares internacionales de SST para situaciones no previstas en esta ley.

Obligaciones de los empleadores impuestas por la Ley

Algunas de las obligaciones más importantes a que deben atender las organizaciones son las siguientes:

 Implementar un sistema de gestión de seguridad y salud laboral en función a su nivel de organización, los riesgos que
presentan sus actividades, y la cantidad de empleados a su disposición.

 Garantizar el conocimiento y valoración de la seguridad y salud en el trabajo, por parte de todos los miembros de la
organización.

 Definir un área de la organización encargada de identificar y controlar los peligros de su actividad laboral, y asegurarse que
todos los trabajadores la conozcan.

 Establecer, implementar y realizar documentos de gestión de seguridad y salud en el trabajo, con objetivos realistas y
medibles.

 Dejar la elección del supervisor de HSE a los propios trabajadores, en caso de contar con menos de 20 colaboradores.

 Elaborar un “Reglamento Interno de Seguridad y Salud en el Trabajo”, en caso de contar con 20 o más trabajadores. Este
reglamento debe contener como mínimo los objetivos y la política SST, las obligaciones de los encargados, los estándares de
seguridad y salud en servicios y operaciones, y el protocolo de emergencia.

 Poner a disposición del área encargada de salud y seguridad en el trabajo, los recursos necesarios para cumplir con las
medidas preventivas.

¿Qué pasa si no se cumple con esta ley?

Si los encargados SST infringen las normas de seguridad y salud laboral impuestas por el gobierno, recibirán una advertencia de parte
de la autoridad competente.
Si desatienden esta notificación y vuelven a ser acusados de poner en riesgo la vida, salud e integridad física de los trabajadores a su
cargo, serán reprimidos con una pena de privación de libertad, por un periodo de uno a cuatro años.
Por todo esto y más, es de suma importancia que todas las empresas sepan qué es SST y lo implementen para cuidar a sus
empleados. Para centralizar todas las tareas relacionadas con SST, planificar los procesos pertinentes y realizar un seguimiento
multidispositivo en tiempo real, ZYGHT ofrece un software y servicio completo que sin duda facilitará y hará más rentable la gestión de
salud y seguridad de cualquier organización y además cuenta con  diferentes herramientas digitales para gestionar de manera efectiva
las repercusiones de la pandemia en las organizaciones.

REALIDAD EN PERÚ DE LA GESTIÓN DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO

En el año 2012, la legislación peruana enmarcó la obligatoriedad de las empresas de implementar un sistema de gestión para la prevención de
accidentes y enfermedades ocupacionales. 

En una primera etapa, la prioridad de las empresas era cumplir con las exigencias legales. El espíritu de la norma, que es la prevención, no era
el foco principal. Algunos sectores específicos, como minería, construcción e hidrocarburos, que ya tenían una exigencia específica en esta
materia, contaban con sistemas y protocolos más maduros para la prevención de riesgos laborales.

Hoy, siete años después y luego de algunas modificaciones y adaptaciones a la norma, vemos como esta prioridad ha ido evolucionando.
Según un estudio realizado por Marsh Perú, el principal foco para las empresas este año es la mejora en condiciones de trabajo y garantizar
la seguridad y salud de los trabajadores. Los resultados arrojaron que 63% de las empresas participantes manifestaron este punto como
prioritario. 

No obstante, la consolidación del sistema de gestión y la implementación de herramientas tecnológicas que faciliten esta gestión son los retos
más importantes a enfrentar este año. Esto debido a la complejidad de las organizaciones y a la dificultad de integrar este sistema de forma
“semanales” a la gestión integral de la empresa. Cada día es más común que las empresas opten por softwares para una adecuada gestión
que contemple todo el ciclo PHVA (Planear, Hacer, Verificar y Actuar).

La realidad en el Perú

Si bien esta responsabilidad muchas veces recae sobre un área independiente y autónoma de seguridad y salud en el trabajo (43% de
empresas encuestadas), ello no debe significar que los objetivos de prevención sean sólo responsabilidad de ésta. Debe ser una visión
transversal a la organización y ser parte de una estrategia integral con miras a convertirse en una empresa saludable. Cuando el rol recae
sobre el área de recursos humanos (35% de empresas en este estudio), la tarea pareciera tener mayor posibilidad de asumirse de forma
integral, pero la falta de conocimiento técnico puede ser un reto a superar. 

Por otra parte, es necesario dar la importancia relativa al rol así como los recursos necesarios para el logro de los objetivos de gestión de la
salud. Menos de un tercio de las empresas (28%) tiene un nivel gerencial para liderar las responsabilidades de seguridad y salud en el trabajo,
mientras que casi 60% le asigna esta responsabilidad a un nivel de jefaturas o coordinador. Esta tarea debe ser prioritaria no sólo para las
empresas de alto riesgo como mineras o constructoras, sino que debe interiorizarse como estratégica para la organización pues la tendencia
mundial es el desarrollo de una cultura de empresa saludable. 

En cuanto a los perfiles que componen los equipos, encontramos principalmente ingenieros (81%) y médicos (64%), mientras que psicología
ocupacional sólo tiene presencia en un 10% de empresas. Estas cifras nos hacen notar que las organizaciones están priorizando la prevención
de accidentes sobre las enfermedades ocupacionales, y aún más rezagada se encuentra la preocupación por la salud mental. Esto se reafirma
con la intención de reforzar los equipos con perfiles similares, pues 63% de empresas tienen en sus planes la incorporación de ingenieros, 20%
de contratar médicos y sólo 6% de incluir psicólogos.

La gestión de la salud no tiene resultados de corto plazo, sin embargo, es una inversión que debe iniciarse para construir una fuerza laboral
saludable. También debemos gestionar la salud mental, pues ya constituye la principal causa de discapacidades y ausentismo a nivel mundial
según la OMS. No obstante, el registro de estas condiciones a nivel Perú no muestra esta realidad oculta. 

El compromiso de la alta dirección es fundamental en la construcción de una cultura de seguridad y salud. El 85% de las organizaciones tiene
un presupuesto asignado para esta gestión y un 80% de las organizaciones tiene el involucramiento de la alta dirección en esta gestión. Sin
embargo, el porcentaje de empresas que traducen esto en responsabilidades para todos los niveles baja a 74%, y un número menor, 67%,
tiene herramientas y protocolos definidos para la comunicación y participación de todos los trabajadores en este aspecto. Por otro lado, sólo un
21% de empresas tienen un esquema de bonificaciones e incentivos por mejora en indicadores de seguridad y salud.

Estas cifras muestran una evolución positiva en la gestión de seguridad y salud, situación que se refleja en un 74% de empresas que realizan
actividades de prevención adicionales a lo estrictamente requerido por la normativa nacional. En comparación con el estudio del 2017, las
empresas están pasando de la implementación de un sistema de gestión estrictamente para el cumplimiento de la ley, a un sistema de gestión
en donde se incluyen programas de prevención en salud, así como orientados al estudio de los comportamientos como causa principal de los
accidentes de trabajo.

El desarrollo de una empresa saludable debe nacer del compromiso de la alta dirección, alinearse con los objetivos estratégicos de la misma y
traducirse en planes, metas e indicadores concretos para cada trabajador. No debe ser una iniciativa aislada de un área, debe ser un reto
transversal a toda la organización y tener el soporte para mantenerse vivo en el tiempo, tanto en recursos como en prioridades. Una fuerza
laboral saludable y motivada es fundamental para la sostenibilidad y éxito del negocio.

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