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Origen y Evolución del Café

El cultivo de café es uno de los más importantes a nivel global, representando una actividad
económica importante en Centroamérica y Suramérica. Hay dos especies principales del cultivo de
donde se tiene registro que provienen las primeras variedades de café, una de ellas es Robusta y la
otra Arabica. Según varios autores (Enríquez et al., 2020), coinciden que el origen del café radica
en Etiopía.

El café pertenece a la familia de las Rubiáceas, cuarta familia más grande de las angiospermas,
clasificada como planta arbustiva. El café actual es una hibridación natural de dos formas
ancestrales cercanas a las especies Coffea eugenioides y Coffea canephora, obteniendo como
resultado el genoma actual de Coffea arabica. El Coffea arabica se compone por dos subgenomas
poco diferenciados, confiriéndole su carácter de alopoliploide segmental (Romero et al., 2010).
Coffea arabica (Arabica) es alotetraploide, es decir, individuos que poseen cuatro juegos de
cromosomas no homólogos (4n). Por lo general son fértiles, se forman al unirse dos gametos
diploides de dos especies diferentes, es autógama en su mayoría, por otro lado, está Coffea
canephora (Robusta) es diploide, es decir, que presenta en su núcleo dos juegos de cromosomas
homólogos y es alógama o autoestéril, requiere de polinización cruzada.

Hay pocos estudios que contribuyen al conocimiento fundamental del café en términos de la
biología, evolución del genoma, especiación o adaptación a factores de estreses bióticos y
abióticos en su cultivo (Enríquez et al., 2020).

La falta de conocimiento del café en términos de producción e historia genética y


evolutiva genera la necesidad de conocer los temas adyacentes al cultivo. Aunque existe
evidencia bibliográfica del cultivo del café, se carece de una revisión que articule temáticas
importantes de la evaluación del café en la historia. Esto puede generar una visión holística para la
sociedad, resaltando información clave sobre la importancia del cultivo (Enríquez et al., 2020).

Importancia económica
El café ha jugado un papel fundamental a lo largo de la historia del país, no solo por su
importancia económica, sino también por su impacto en la vida social y cultural de los
colombianos; el café ha traído significativos aportes al desarrollo económico, social e institucional
del país, durante gran parte del siglo XX logró afianzar el crecimiento económico mediante la
cantidad de las exportaciones, permitió el desarrollo de un mercado interno, promovió el
transporte mediante la apertura de nuevas vías terrestres y la aparición del ferrocarril, y produjo
un alto nivel de ocupación. Colombia es el tercer mayor productor de café del mundo, después de
Brasil y Vietnam. La caficultura en Colombia sigue teniendo un papel fundamental en la economía
nacional y sobre todo en las zonas rurales del país; de acuerdo con información del DANE durante
el 2017 la participación del café en el PIB agropecuario de Colombia fue del 12,1%, y en el PIB
nacional del 0,8% (Cerquera, 2020).

Por otra parte, el sector cafetero representa el primer renglón de exportaciones agrícolas del país,
exportando aproximadamente el 92% del total de café que se produce en Colombia. Durante el
2018 se exportaron 12.751 sacos de 60 kg de café verde, lo que representó un ingreso de divisas a
la economía colombiana de 2.614 millones de dólares. Del total de exportaciones, el 88,7%
correspondió a café verde, el 6,1% extracto y soluble, el 4,3% café verde industrializado, el 0,5%
café tostado molido y por último el 0,3% correspondió a café tostado en grano. De acuerdo con el
destino de exportación, Estados Unidos es el principal comprador de café con el 48%; Europa
importa cerca del 26% del total del café colombiano, llegando principalmente a países como
Alemania (9%), Bélgica (5%), Italia (3%) y España (2%). Países como Japón y Canadá importan cada
uno el 9% del café de Colombia; Corea del Sur (4%), Australia (2%) y Finlandia (2%), fueron otros
de los países importadores de café durante el 2018 (Cerquera, 2020).

Principales problemas
La sequía es el principal estrés ambiental que afecta a la producción de café, especialmente a C.
robusta debido a sus raíces poco profundas. Las tendencias de cultivo se realizan en condiciones
de escasez de agua, experimentando así el estrés en varias fenologías de cultivos que afectan el
crecimiento y desarrollo (DaMatta et al., 2004).

Métodos de mejoramiento en la especie


Las herramientas biotecnológicas como la transformación genética, la micropropagación y las
embriogénesis somáticas han sido ampliamente estudiadas, con el fin de proporcionar resultados
prácticos para la mejora de café (Campos et al., 2017). Dichos conocimientos han logrado
favorecer las técnicas de producción adaptando las variedades comerciales a diferentes
climatologías, alturas e incluso asociaciones, con otros cultivos para aprovechar el terreno
destinado a las plantaciones cafetaleras. Estudios sobre la genética de café brinda un abanico
de oportunidades para la investigación aplicada en la sostenibilidad (Villalta y Clifford et al, 2019).

En el caso de C. arabica L., los esfuerzos de mejoramiento genético convencional se han enfocado
a la hibridación, selección genealógica y selección por cruces y retrocruces interespecíficos, con el
fin de transferir factores de resistencia a patógenos y plagas, mejorar la adaptación y el
rendimiento del cultivo. Además, en el mejoramiento genético convencional de café, se ha
utilizado la introducción y selección de plantas, cruces artificiales con parentales seleccionados y
ensayos de mutagénesis y radiación en semillas (Villalta et al, 2019).

La tecnología de transformación genética es considerada como una extensión de las tecnologías


convencionales de mejoramiento genético, y ofrece oportunidades únicas para superar barreras
de compatibilidad entre especies, y así desarrollar fenotipos con rasgos deseados que no están
disponibles en el germoplasma de las plantas de cultivo. Los principales objetivos del
mejoramiento genético no convencional a través del uso de la técnica de ingeniería genética en el
café son introducir nuevos rasgos en genotipos de élite, desarrollar nuevos cultivares con
características deseables como resistencia a plagas y a enfermedades, resistencia a herbicidas,
tolerancia a sequía y heladas, y mejorar la calidad de la taza (Villalta et al, 2019).

La transformación genética de café tiene dos aplicaciones principales: (1) una herramienta para la
validación de la función del gen y (2) la producción de cultivos transgénicos con características
agronómicamente importantes. Además, tecnologías como los marcadores moleculares,
la multiplicación in vitro, la genómica, la proteómica y la metabolómica, deberían complementar
los esfuerzos de mejoramiento convencional para acelerar el mejoramiento genético del café.
Otros métodos son la electroporación y biobalística (Villalta et al, 2019).
Estrategias de defensas para plagas y enfermedades
Sin embargo, varios estudios han demostrado que la diversidad genética del C. arábicaes baja en
comparación con la del C. robusta, debido a su estrecha base genética asociada con autogamia,
historia evolutiva y domesticación (Geleta et al., 2012). Esta limitada base genética muestra el
bajo desarrollo genotípico en resistencia, para hacerle frente a problemas del cultivo. El
mejoramiento de la resistencia a plagas y enfermedades es una prioridad para la producción de
café, especialmente por los factores económicos y sostenibles.

Resistencia inducida (RI) La RI surgió como una importante alternativa de control de patógenos, la
cual considera que las “armas” con las cuales las plantas se defienden, involucran a un gran
número de pequeñas moléculas exógenas denominadas inductores o agentes inductores que,
cuando son reconocidas por moléculas endógenas, tienen la función de activar o aumentar el nivel
de resistencia de los vegetales, tanto a nivel local como en puntos distantes al sitio de infección,
así como de participar de otras actividades fisiológicas . El término “resistencia inducida” fue
propuesto en el Primer Simposio Internacional de Resistencia Inducida a Enfermedades de Plantas
(First international Symposium on Induced Resistance to Plant Diseases) realizado en Corfú,
Grecia, en el año 2000, para designar a todos los tipos de respuestas que incitan a las plantas a
protegerse de las enfermedades y de plagas de insectos, incluyendo tanto respuestas locales como
sistémicas. Esta expresión involucra a los fenómenos de Resistencia Sistémica Adquirida (RSA) y
Resistencia Sistémica Inducida (RSI), comúnmente utilizados, que, aunque son distintos,
fenotípicamente son semejantes. La similitud de ambos se basa en que, las plantas, luego de ser
expuestas a un agente inductor, activan sus mecanismos de defensa tanto en el sitio de infección
como en áreas más distantes (respuestas sistémicas), de manera más o menos generalizada
(Gómez et al, 2011).

Inducción de resistencia con agentes bióticos y abióticos

La inducción de resistencia ha sido demostrada en muchas especies de plantas por medio del uso
de hongos, bacterias, estimuladores (elicitores) microbianos y diferentes compuestos químicos.
Típicamente se utilizan microorganismos no patógenos o patógenos inactivados para producir esta
forma de resistencia. Usualmente, la reacción de resistencia no es raza - específica y en algunos
casos puede resultar en resistencia simultánea a hongos, bacterias y virus. La resistencia inducida
"clásica" requiere la inoculación previa de un patógeno inductor de necrosis, lo cual la hace
impracticable en agricultura. Producto de la investigación sobre compuestos químicos como
agentes abióticos para inducción de resistencia, existen en el mercado productos comerciales que
actúan sobre la planta sin atacar directamente al microorganismo patógeno (Cristancho, 2003).

Inducción de resistencia con microorganismos Rizobacterias

La zona de influencia de la raíz en el suelo, rizosfera, es una zona de intensa actividad microbiana.
Algunas bacterias de ésta zona exhiben una activa colonización de la raíz y son conocidas como
rizobacterias; entre ellas, se distinguen aquellas que son promotoras del crecimiento en plantas
(PGPR, por sus siglas en inglés). Las PGPR se utilizan principalmente para la inducción de
resistencia en vegetales contra enfermedades trasmitidas por insectos (Cristancho, 2003).
La protección se caracteriza por una reducción en los síntomas de la enfermedad, reducción en la
incidencia de la infección viral e incremento en la producción de la planta, en comparación con
plantas sin tratar. En las plantas tratadas con rizobacterias PGRP se disminuye la alimentación de
los insectos transmisores y se acelera la activación de los mecanismos de defensa ocasionada por
la presencia del patógeno. Los productos comerciales desarrollados a partir de rizobacterias
contienen generalmente diferentes especies de Bacillus, especialmente B. subtilis (Cristancho,
2003).

Agentes químicos sintéticos, según (Cristancho, 2003).

1. Ácido isonicotínico (INA), Benzothidiazoles (BTFI) y Acibenzolar-S-methyl (ASM): Estos


compuestos actúan como substitutos del ácido salicfiico, uno de los inductores naturales
de resistencia sistémica presente en varios grupos de plantas.
2. Inducción de resistencia en lesiones locales: La aplicación localizada de varias sales entre
ellas, fosfatos, silicatos y oxalatos, ocasiona la inducción de resistencia sistémica a un
rango de patógenos.
3. Ácido13-arnino butírico (BABA) BABA: Es un aminoácido que no está presente en las
proteínas y que raramente se encuentra en la naturaleza. Se conoce como inductor de
resistencia desde hace 40 años, cuando se utilizó para proteger la arveja del ataque del
hongo Aphanomyces euteiches.
4. Inducción de resistencia en café contra la roya: En café se han desarrollado varios
trabajos utilizando diversos microorganismos no patógenos o patógenos atenuados para
tratar de inducir resistencia contra la roya Hemileia vastatrlx. Estos trabajos se han
desarrollado principalmente en varios centros de investigación en Brasil y en Cenicafé en
Colombia. Dentro de los tratamientos que se han ensayado con este propósito están
formulaciones comerciales de la bacteria Bacillus thuringiensis. La aplicación de estos
inductores ocasiona disminución de la incidencia de la enfermedad y a escala celular la
síntesis de compuestos fenólicos involucrados en mecanismos de defensa de la planta.
Como respuesta a la aplicación de urediniosporas de roya inactivadas se presentaron
"flecks" y tumefacciones, reacciones típicas de resistencia del café a este patógeno, lo cual
confirma la inducción de compuestos de resistencia o defensa en las plantas tratadas.

Referencias Bibliográficas
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