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PICHARDO TORRES DANIELA

ECONOMIA GENERAL 2401

“El cultivo de café y el papel que desarrollan las organizaciones


cafetaleras en México ”

INTRODUCCIÓN
El café es un cultivo tradicional ,fuente generadora de empleos y una importante
fuente monetaria de las zonas rurales ,además de esta contribución directa en los
medios de subsistir de las familias dedicadas a su producción las cuales en su
mayoría son pequeños productores, el cultivo de café ofrece muchas otras ventajas
entre ellas reduce la erosión del suelo, ayuda a conservar un grado de biodiversidad
en las parcelas, resultando un cultivo con gran potencial en México , pese a esto los
pequeños productores encuentran restricciones para acceder e insertarse
favorablemente en los mercados dinámicos (Ramírez et al., 2006). Estas dificultades
están relacionadas particularmente con su dotación o acceso limitado a los factores
de producción (tierra y capital financiero, en particular), las debilidades de su capital
humano y social, los costos y riesgos de transacciones elevadas y su débil poder de
negociación ligado a una fuerte asimetría de información (Berdegué, 2000) , es por
esto que la organización de pequeños productores es un paso primordial para que
éstos logren obtener mayores beneficios económicos y sociales de las actividades
productivas y/o comerciales que realizan.
Reflexionando esta importancia económica y social del cultivo de café en nuestro
país, es responsabilidad de los productores organizados, dependencias
gubernamentales federales, estatales y municipales, investigadores e instituciones,
así como empresas del sector privado, la búsqueda de mejores mercados nacionales
e internacionales y de mejores tecnologías que contribuyan al desarrollo del sector
cafetalero.
Basándonos en el supuesto de que las organizaciones cafetaleras consolidadas
pueden ofrecer más ventajas a sus afiliados de manera eficaz, debido a que estas
organizaciones tienen la escala y estructura organizativa para reducir los costos de
transacción, mejorar su posición de negociación frente a los compradores y explotar
las economías de escala según Bernard y Spielman, 2009; el papel en México de
estos organismos es de vital importancia, en el presente trabajo se comparan distintas
organizaciones en distintos estados de México y cuál es la función y preeminencias
que brindan a los productores de café para enfrentar las problemáticas que estos
enfrentan.
El cultivo de café en México
Este cultivo fue introducido desde 1795, el cual ha tenido una enorme trascendencia
desde el punto de vista no sólo económico y social, sino cultural y ecológico.
Llegado en los barcos de inmigrantes franceses, su producción inició en Córdoba
Veracruz, permitiendo el desarrollo y beneficios en la zona en la cual sus habitantes
comenzaron a organizarse para aprovechar el cultivo, generando cadenas de valor al
integrar a los miembros de las comunidades para procesarlo, transportarlo y
finalmente comercializarlo.
En México encontramos el cultivo de café en 12 estados: Chiapas, Veracruz, Puebla,
Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, San Luis Potosí, Nayarit, Colima, Jalisco, Querétaro,
Tabasco.
Y ocupa el primer lugar como producto agrícola generador de divisas y empleos en el
medio rural por las características del cultivo, que emplea para sus labores de limpia,
cosecha y beneficiado del grano tanto a mujeres, hombres y jóvenes por lo que
cualquier miembro de una familia puede realizarlo (Instituto Nacional de la Economía
Social, 2019).
El 94.1% de la producción se ubica en cinco entidades del país siendo la cafeticultura
una actividad predominante gracias a los volúmenes de producción logrados por sus
condiciones geográficas y climáticas: los estados como Chiapas aporta 41.3%,
Veracruz el 24.4%, Puebla el 15.8%, Oaxaca 8.2%, Guerrero el 4.5% y otros estados
sólo participan con 5.9% de la producción nacional.
Aproximadamente el 96% del café producido en el país es variedad Arábica, mientras
el 4% es Robusta. Además, cabe subrayar que el 3.2% de la superficie cultivada en
café es orgánico.

Figura: Principales estados productores de café en México


Fuente:(CEDRSSA ,2019)
El sistema de plantaciones de café en nuestro país es bajo sombra principalmente en
la mayor parte de las plantaciones es proporcionada por diversidad de árboles, lo que
permite conservar el medio ambiente, la flora y fauna, mantos acuíferos, captación de
carbono y conservación de biodiversidad ya que los cafeticultores suelen utilizar
policultivos lo que provee servicios ambientales a la sociedad y contribuye a
conservar la biodiversidad.
Estos pequeños productores permiten que en México se produzcan variedades de
cafés con excelente calidad, clasificadas dentro de las mejores del mundo.
Importancia del cultivo de café en México
En México, la caficultura es importante por el número de productores que se dedican
a ella, aproximadamente participan 500 mil cafeticultores en todo el país, siendo uno
de los principales países productores de café orgánico del mundo de la cual se
destinan 3.24 % del total de la superficie cultivada para esta variedad.
En México su producción es tan importante que en la actualidad es el 11º productor
mundial. Donde el café representa el 0.66% del PIB agrícola nacional y el 1.34% de
la producción de bienes agroindustriales (SADER,2018).
Desde el punto de vista social, la importancia del café radica en que considerando a
las familias productoras y al personal ligado a la transformación y comercialización
del grano, alrededor de 3 millones de mexicanos dependen del café en algún grado.
Cabe resaltar que el 92.1% de la producción de café cereza proviene de pequeños
productores con superficies de cultivo no mayores a cinco hectáreas que han hecho
del café su forma de vida y su medio de subsistencia (SADER , 2020).
Desde el punto de vista ambiental el sistema tradicional de producción de café bajo
sombra ha sido abordado por diversas investigaciones que subrayan los elementos
sustentables del mismo y los diferentes servicios ambientales que proporciona, como
son captura de carbono, protección del suelo, recarga de los mantos acuíferos, valor
paisajístico, entre otros. Los estudios de tipo ambiental resaltan la importancia de los
árboles de sombra asociados al cafetal en la estabilidad de ese agroecosistema, así
como su papel en la captura de carbono y como hábitat de una alta biodiversidad . La
sombra de los cafetales, compuesta en su mayoría por otros árboles (Inga jinicuil y/o
Inga leptoloba) y arbustos (naranja, guayaba, plátano) contribuyen a mantener la
fertilidad del suelo, reduciendo la erosión y aportando una buena cantidad de materia
orgánica producida por la hojarasca y fijando nitrógeno atmosférico (Roskoski, 1982)
además de proporcionar productos complementarios al cultivo del café que pueden
ser de igual manera comercializados o aprovechados para el autoconsumo.

Dificultades a las que se enfrenta el sector cafetalero


La producción de café se ha visto afectada por los efectos del cambio climático,
debido al aumento de la temperatura, aunado a la disminución de las precipitaciones
fluviales, lo cual genera que no se cubran las necesidades naturales para la
producción agrícola.
El café necesita un rango óptimo de temperatura y condiciones hídricas particulares
para su producción.
Otro factor que perjudica la producción de café es la Roya del café, plaga que ha
afectado el sector cafetalero en México desde 2012, lo que, ha provocado una
reducción en la producción de más del 50% entre 2012 y 2016, causando el
debilitamiento de árboles y de patologías severas, que tienen como consecuencia la
muerte de la vegetación.
El impacto económico de la enfermedad no sólo se refleja en la reducción de la
cantidad y la calidad de la producción, sino también en la necesidad de implementar
costosas medidas de control; aunado a que los cafetales han sido descuidados desde
los inicios de los años noventa, como resultado de la migración de la mano de obra
familiar y de las condiciones del mercado. Como consecuencia, la productividad del
sector cafetalero mexicano ha caído de manera constante durante las últimas tres
décadas.
En 2019 los precios del café se han reducido un 40%. La economía del sector rural
cafetalero depende de la producción y venta del café, la renta de la fuerza de trabajo,
la recolección de leña y el envió de dinero producto de la migración (remesas) , son
actividades que generan ingresos complementarios; Los precios internacionales del
café no favorecen a los productores, sin embargo, el sector cafetalero tiene diversas
alternativas, además de aprovechar las herramientas existentes en el mercado para
contrarrestar la inestabilidad y caída de los precios (CEDRSSA ,2019).

Figura: Producción Nacional del Café (miles de toneladas)


Fuente:(CEDRSSA ,2019)
Aunado a la oferta y la demanda de los mercados internacionales, en nuestro país las
condiciones y la problemática interna de los estados productores, prevén que la
producción siga en crisis por lo que se necesita desarrollar políticas públicas en favor
del sector cafetalero, que mejoren el acceso a la información e insumos de precios
competitivos, que generen tanto apoyos como programas efectivos para los
productores del grano, fomenten la renovación de plantaciones con variedades más
productivas, resistentes a enfermedades y plagas, así como reactivar el consumo de
café nacional.
En el contexto del modelo económico neoliberal, los campesinos y productores
minifundistas están expuestos a una gran cantidad de riesgos. Si bien las empresas
comercializadoras y los agentes que participan en la cadena productiva del café
también corren riesgos, éstos cuentan con mecanismos que les permiten resarcirse.
En un contexto de economía desregulada, arrastra a los campesinos por caminos
nuevos e inesperados que pueden incrementar sus ingresos de un año para otro, o
hacer que pierdan su soberanía alimentaria. Estos son los mayores riesgos para los
campesinos dependiendo de su grado de integración a la economía capitalista (Pérez
E. , 2018).
Organizaciones cafetaleras en México
El papel de las organizaciones de productores cada vez más se centra en enfrentar
las dificultades que presentan los pequeños productores y facilitar mediante la acción
colectiva, el acceso a mercados globalizados y con un funcionamiento más complejo
(Ampaire et al., 2013). Así, en numerosos países, el fortalecimiento de las
organizaciones de productores es un reto para lograr el desarrollo de los agricultores
y la reducción de la pobreza es por esto que una organización económica puede ser
definida como una asociación de productores de pequeña escala con alguna figura
jurídica o no, que están orientadas al desarrollo de negocios y buscan generar
excedentes económicos y beneficios concretos para sus socios y las comunidades
donde están presentes (Gottret et al., 2011). Así también, las organizaciones de
productores pueden realizar otras funciones de apoyo a los productores como lo son:
la mejora de las prácticas de producción agrícola, facilitar el acceso de los productores
a insumos y servicios, mejorar tecnologías de producción, concretar el financiamiento
y representar los intereses de los productores en el marco de la negociación de
políticas agrícolas. Todo ello contribuye a aumentar los ingresos económicos de los
productores y a obtener una serie de servicios que les ayuden a desarrollarse e
incrementar sus capacidades ( Ramírez et al., 2006).
La organización de los productores de café en México estuvo promovida por el
Instituto Mexicano del Café (INMECAFE) de 1958 a 1989. A partir de 1989 se inició
un periodo de desregulación del mercado del café que culminó con la disolución del
instituto en 1993. Después de esta fecha, algunas de las instalaciones que eran
operadas por el instituto fueron transferidos a grupos de productores organizados y al
sector privado (Hoffmann, 1992).
El posicionamiento competitivo de la organización cobra relevancia considerando que
el principal motivo que lleva al productor a ingresar y a mantenerse como socio en
una organización es el aspecto económico. Una organización será capaz de
proporcionar beneficios a sus socios sólo si tiene actividad empresarial y es capaz de
sobrevivir y mantenerse en un entorno altamente competitivo (Cabrera et al., 2011).
Para que una organización logre la sostenibilidad, prospere y sea efectiva en el tiempo
existen tres pilares básicos: 1) la existencia de una ideología, cultura o filosofía
central; 2) clara propuesta de valor, misión o conjunto de razones fundamentales; y
3) la capacidad de entregar valor a sus socios (Muñoz et al., 2010).
A continuación, se cita la investigación realizada por Rodríguez O. 2016 et al., en la
región de Huatusco, Veracruz donde se identificaron 14 organizaciones de
productores que agrupan a 43% de los caficultores de la región; sin embargo, sólo
seis se encuentran activas, y de éstas, cuatro realizan actividades económicas y
productivas. De acuerdo a sus características internas se clasificaron las
organizaciones en tres tipos. El primer tipo se denominó organizaciones gestoras.
Dentro de este tipo se ubicaron nueve organizaciones. Se les denomina “gestoras”
debido a que no tienen actividad empresarial y su objetivo es negociar recursos y
servicios para sus socios. La mayoría fueron creadas a partir de 2008 con el objetivo
de acceder a recursos públicos y fueron inducidas por actores externos. La
coordinación interna se funda en reglas informales poco coercitivas, por lo que la
participación de los socios en las actividades de la organización no está garantizada.
Este tipo de organizaciones tienen fragilidad económica y por lo general dependen
del exterior. De estas organizaciones sólo una se encontraba activa.
El segundo tipo se catalogó como organización de desarrollo comunitario. Dentro de
este tipo se encontró sólo una organización. Los objetivos de esta organización se
enfocan a desarrollar a las familias de sus asociados y a sus comunidades, mezclando
actividades económicas en torno al cultivo de café, gestoría de proyectos productivos
y de asistencia al desarrollo comunitario. Para su funcionamiento realiza fuertes
alianzas con actores externos para conseguir capacitación y crédito.
El tercer tipo se denominó organizaciones económicas. Dentro de este tipo de
organizaciones se ubican cuatro organizaciones, estas organizaciones se abocan a
proporcionar servicios en torno a la producción, transformación y comercialización del
café. Se han ido profesionalizando progresivamente y han adquirido especialización
dentro de la cadena del café. Las reglas de funcionamiento interno son formales. Los
criterios de adhesión de los socios se basan en el compromiso de entregar su
producción a la organización; sin embargo, las reglas que rigen esta relación no
permiten evitar los comportamientos oportunistas de los socios que con frecuencia no
dudan en vender a otras empresas si las condiciones les son más favorables. El
otorgamiento a los socios de los servicios necesarios para la producción
(financiamiento, insumos, capacitación, asistencia técnica, etc.) o la coordinación de
esos servicios suministrados por actores externos ha sido un elemento importante
para la sostenibilidad de estas organizaciones.
Nueve de las catorce organizaciones cafetaleras identificadas en la región de
Huatusco, Veracruz se constituyeron para gestionar apoyos diversos para los
cafeticultores. Estas no promueven su desarrollo económico ni la construcción de
capital social. Solamente una organización realiza actividades económicas en torno
al café y adicionalmente promueve proyectos productivos y asistenciales entre sus
asociados.
La organización de mayor grado de desarrollo tiene una administración profesional
consolidada, relaciones comerciales consistentes y una posición económica más
sólida y estable. Las organizaciones con grado de desarrollo medio tienen una gestión
administrativa y financiera deficiente. Dentro de éstas, la organización con posición
competitiva más débil no establece relaciones con otros actores de la red de valor lo
que le dificulta el acceso a recursos importantes como capacitación, asistencia
técnica, financiamiento e información sobre tendencias del mercado.
Aunque la mayoría de las organizaciones participan en mercados de café certificados,
las relaciones que tienen con sus clientes aún no están consolidadas por sus
problemas de proveeduría. La sostenibilidad de su estrategia de diferenciación de sus
productos y de establecer relaciones de largo plazo con sus clientes depende por lo
tanto de mejorar su proveeduría.
Otro aspecto importante con base en el estudio del caso del municipio de Santa María
Yucuhiti (Garduño A.G ,Ramírez León A., 2020) una de las regiones más importantes
de producción de café del estado de Oaxaca, México ,artículo donde se analiza con
datos de corte transversal, si productores de café con tierras de cultivo en condiciones
biofísicas heterogéneas y características socioeconómicas distintas, en el municipio
de Santa María Yucuhiti, Oaxaca, tienen mayores posibilidades de acceder a crédito
y a mejores prácticas de manejo productivo en un contexto de producción orgánica
que les permita obtener precios más altos, incrementar su producción y reducir la
presencia de enfermedades, al pertenecer a una organización afiliada a una
organización consolidada.
Que con el objetivo de conocer si las organizaciones cafetaleras más consolidadas
mejoran en realidad los beneficios de los productores, indistintamente de sus
condiciones socioeconómicas y las características biofísicas de sus parcelas
agrícolas , se encontró que existen tres grupos de productores con diferentes
características. Uno de ellos se distingue por tener la mayor producción, obtener los
mayores precios, presentar el mayor acceso a crédito y poseer la menor proporción
de casos de roya. En cambio, otro grupo se define por tener la menor producción,
obtener los menores precios, presentar el menor acceso a crédito y poseer la mayor
proporción de casos de roya. Finalmente, el tercero presenta características promedio
de estas variables.
Se examinó la relación entre diferentes variables (socioeconómicas y biofísicas) que
caracterizan a los productores y a los grupos que se obtuvieron con el modelo latente
usando una regresión logística multinomial. Entre estas variables se encuentra la
pertenencia a una organización cafetalera consolidada. Lo anterior permitió explorar
cómo ciertas variables, en particular el pertenecer a una organización consolidada,
influyen en la posibilidad de ingresar al grupo que tiene una mayor producción, precios
más elevados, un acceso más elevado de crédito y menor presencia de roya.
En particular, se consideran como organizaciones consolidadas a las pertenecientes
a la Coordinadora Estatal de Productores de Café del Estado de Oaxaca A.C.
(CEPCO) debido a que, como se explica en la siguiente sección, es la organización
de productores de café más grande de la entidad y una de las más experimentadas.
El área de estudio se caracteriza por ser una zona de producción de café con múltiples
organizaciones comunitarias que cuentan con certificación orgánica y por producir
café de alta calidad, aunque también se distingue por tener altos grados de
marginación social y opciones limitadas para el desarrollo de otras actividades
agropecuarias.
Los resultados obtenidos indican que las estrategias seguidas por la CEPCO
aumentan las posibilidades de que todos los grupos de productores estimados
incrementen su producción, precio promedio, acceso a crédito y las probabilidades de
no presentar roya. Sin embargo, los beneficios que reciben los productores son
inequitativos debido en parte a condiciones preexistentes.
En Yucuhiti, la mayoría de los productores se encuentran organizados a través de
sociedades cooperativas y redes de comercialización que conforman empresas
campesinas. Estas organizaciones se diferencian entre sí por su complejidad
administrativa. Todas tienen sello de certificación orgánica emitido por la Secretaría
de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER); y varias cuentan con otras certificaciones
internacionales, como la del Departamento de Agricultura de Estados Unidos o de la
Comisión de Agricultura de la Unión Europea.
La CEPCO es la organización comercializadora de café más grande del estado de
Oaxaca, especializada en proveer asistencia técnica, servicios de comercialización y
crédito de bajo costo a los miembros de su red; abarca todas las regiones del estado
dedicadas a la producción del grano. Ha sido reconocida por su experiencia en la
integración de la cadena productiva y por incidir en las políticas públicas del sector
cafetalero. Sus estrategias de comercialización promueven el comercio justo y es una
de las pioneras en el acceso a mercados especializados y sellos de certificación (Calo
y Wise, 2005). Esta organización ejerce una importante influencia en la región de
estudio a través de las organizaciones Tee Ne Nuu y Café Yucuhiti.
Los resultados obtenidos indicaron que la heterogeneidad que caracteriza a los
productores se puede sintetizar en tres grupos que comparten características
similares. El primer grupo se distingue por tener una producción más elevada, un
acceso a crédito más alto y un nivel bajo de diversidad, riqueza y número de árboles
respecto a los otros grupos. Los productores de los otros grupos mantienen
características opuestas a las que favorecen la conservación. El cumplimiento de las
prácticas de manejo es congruente con estas características. Esto es, el primer grupo
tiene un mejor cumplimiento en el manejo productivo y los otros grupos lo tienen
respecto al manejo ambiental. Todos los grupos tuvieron presencia de roya, aunque
los grupos menos productivos y con manejo más precario fueron los más afectados.
Lo que coincide con lo enunciado por Avelino et al. (2015) sobre los factores que
propiciaron la expansión de la roya en Centroamérica: falta de manejo, condiciones
económicas adversas (p. e., bajos precios y altos precios de los insumos) y factores
ambientales propiciatorios. En este caso, se identifica mayormente con los grupos
menos productivos estimados. Por otra parte, los precios que reciben los
cafeticultores de los grupos menos productivos tienden a ser más bajos que los de
los cafeticultores del grupo más productivo. Además, los resultados indican que los
productores que cuentan con una certificación orgánica se ubican en el grupo más
productivo (aunque también hay algunos en el segundo y tercer grupo). Es decir que
los productores reciben precios diferenciados si cuentan con una certificación
orgánica. Aunque la diferencia de precios es mínima es significativa y señala una
relación positiva entre manejo, producción, calidad y precio .
Los resultados obtenidos también indican que las estrategias que sigue la CEPCO
aumentan las posibilidades de que todos los productores incrementen su producción,
precio promedio, acceso a crédito y las probabilidades de no presentar roya. Aunque
esto no implica que necesariamente mejoren su manejo productivo. Además, se
encontró que existen diferentes condiciones que influyen en la posibilidad de
pertenecer al grupo más productivo (o al menos productivo). Por ejemplo, altitud y
pendiente de los cafetales. También, la edad del jefe del hogar y el número de
hectáreas destinadas a la producción de café. Las tres primeras son preexistentes (el
productor no tiene control de ellas) y la última está determinada por el área total que
disponen los productores (lo cual también implica que es parcialmente preexistente).
Los productores menos productivos son más propensos a tener condiciones
preexistentes que les impiden mejorar su manejo productivo, producción, acceso a
crédito y precios.
En consecuencia, aunque las organizaciones proveen de diferentes bienes y servicios
para mejorar las posibilidades de los productores menos productivos, las
posibilidades de que lo hagan son escasas. Pasa lo contrario para los productores
más productivos.
Por otra parte, el mecanismo público para fortalecer la producción de café no está
asociado a un mejor manejo productivo , la intervención del Estado, en especial en
municipios cafetaleros, es mínima y no genera efectos positivos. Además, los apoyos
para mejorar la producción agrícola no impactan al cultivo de café.

Conclusiones
Los caficultores mexicanos enfrentan desafíos que requieren estrategias novedosas,
siendo el eje principal el desarrollo sostenible de la economía rural ya que un acertado
manejo ambiental puede propiciar mejoras de calidad, productividad, viabilidad
económica, la competitividad y sostenibilidad de estas actividades primarias. Además,
puede ayudar a la conservación del suelo y mejora de la productividad ofreciendo
oportunidades de productos de valor agregado como lo son cafés especiales ,
servicios ambientales , obtención de otros frutos de autoconsumo y/o la venta de
excedentes de los mismos.
Si bien diversas organizaciones operan en el sector cafetalero y éstas brindan
distintos soportes a los pequeños productores se ha podido vislumbrar que estas
acciones no son suficientes para poder completar de una manera holística las
necesidades que existen en las comunidades donde operan debido a que como ya
sea expuesto en la investigación anterior muchos aspectos tanto económicos como
sociales están solamente retomados de manera parcial ya que no todas las
organizaciones operan y ofrecen los mismos servicios. Siendo que también muchas
de estas organizaciones no están realizando sus actividades o están en
funcionamiento y las que sí lo hacen no les brindan verdadera ayuda a los productores
para que estos puedan manejar y mejorar sus condiciones de forma autónoma
,algunas de estas organizaciones se ven limitadas solamente a la obtención de
subsidios por parte del sector federal o municipal y lamentablemente muchos de estos
casos estos recursos resultan corrompidos, si bien algunas organizaciones brindan
apoyo en toda la cadena de producción, asesoría técnica, recursos para la obtención
de insumos de manera transparente, mejoras de tecnología, que encaminan al
pequeño productor el desarrollo económico este hoy en día no es aún el común
denominador , siendo que como ya vimos el hecho de pertenecer alguna de estas
organizaciones brinda e impulsa el desarrollo productivo del productor esta ayuda a
uno es suficiente , son necesarias estrategias amplias donde converjan inversiones
públicas tanto en infraestructura física y social como apoyo por parte de las
instituciones públicas y privadas que permitan alcanzar y explotar el gran potencial
qué tiene el cultivo de café en México y así poder detener el decremento en la
producción que por años le ha impedido posicionarse en los primeros lugares a nivel
mundial .
Literatura consultada

SADER. (2018). México, onceavo productor mundial de café. gob.mx. consultado el 20 de

julio 2021 disponible en: https://www.gob.mx/agricultura/es/articulos/mexico-

onceavo-productor-mundial-de-cafe?idiom=es

Instituto Nacional de la Economía Social. (2019). Historia del café y su cultivo.

www.gob.mx. https://www.gob.mx/inaes/es/articulos/historia-del-cafe-y-su-

cultivo?idiom=es

SADER. (2020). El café una producción en manos sabias. www.gob.mx.

https://www.gob.mx/agricultura/articulos/el-cafe-una-produccion-en-manos-

sabias?idiom=es

Garduño A., G., & Ramírez León, A. (2020). Beneficios de pertenecer a una organización

cafetalera: el caso de Santa María Yucuhiti, Oaxaca. Problemas del Desarrollo.

Revista Latinoamericana de Economía, 51(202).

https://doi.org/10.22201/iiec.20078951e.2020.202.69516

Rodríguez Hernández O., et al., (2016). La posición competitiva de las organizaciones

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jun./ago. 2016). http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_serial&pid=2007-

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CEDRSSA. (2019). Comercio internacional del café , el caso de México.

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Producci%C3%B3n%20y%20Consumo.pdf

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