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ALAIC 2022- GT8

TÍTULO: IMÁGENES Y ACTIVISMO EN NI UNA MENOS OLAVARRÍA-IMAGES AND


ACTIVISM IN NOT ONE LESS OLAVARRÍA
AUTORA: Dra. Mónica Cohendoz
INSTITUCIÓN: Núcleo de investigaciones científicas ECCO-Facultad de Ciencias
Sociales de Olavarría- Universidad Nacional del centro de la prov. Bs.As.- Argentina
GT: 8
Palabras claves: ACTIVISMO- CUERPOS- FEMINISMO-
ACTIVISM- BODIES- FEMINISM

RESUMEN EXTENSO
Las imágenes en las performances de la Marcha Ni una Menos en la ciudad de Olavarría se
inscriben en un orden de visibilidad acerca de la desigualdad de género; problema que
analizaré en un corpus cuya materialidad porta las huellas de la configuración de esta
experiencia histórica como memoria del feminismo local y la puesta en común de lo político
corporal. Una concepción de la comunicación recorre el análisis de las imágenes que
propongo: las imágenes muchas veces exhiben la lucha por los sentidos dominantes de los
acontecimientos históricos porque, al figurar la experiencia, pueden atravesar los umbrales
de la representación y visibilizar lo político 1, no sólo son documentos históricos o discursos
políticos. Son una forma de puesta en común de lo visible, de reparar la ausencia por las |
violencias corporales y actuar más allá del umbral del orden dominante en cuanto a la
emancipación de las subjetividades. Las visibilidades según Didi-Huberman, Jacques
Ranciére son formas de luminosidad que, en el caso relatado, el activismo feminista usa
para territorializar el espacio público frente a la desaparición de las víctimas de femicidio.
En la ciudad de Olavarría la movilización NI una menos se inicia cuando el 12 de mayo de
2015 aparece una publicación en un muro de Facebook: “¿Qué hacemos el 3/6 Olavarría?”
(Pérez, P e Iturralde, M. E. 2016). En un comentario se etiqueta a referentes de
organizaciones afines a la convocatoria y se invita a continuar sumando nombres. En
primera instancia se menciona a integrantes de ECCyGE, Olavarría Despierta, INADI9,
APDH y PPEM, docentes de la FACSO, funcionarias del Honorable Concejo Deliberante y
mujeres que han atravesado situaciones de violencia. A partir de este momento comienzan
a reunirse y a organizarse para marchar. También “, se realizó un taller para intervenir
remeras, se confeccionaron stenciles para pintar las calles”, actividades que implican un
enfoque comunicacional que inscribe al cuerpo social como significante material de las
políticas de género. El 3 de junio de 2015 alrededor de 10 mil personas se manifestaron en

1“Lo político”, en tanto “instancia común-regulativa”, persigue la fundación o construcción


(sinónimo de constitución), sobre ese plano fragmentado irregularmente, de lo que los
griegos denominaban el “vivir juntos” (tou suzen).
contra de la violencia, los años siguientes se marchó el 8N y cada vez que hubo un caso de
femicidio, pero la primera marcha marcó la posteriores.
Las imágenes que se realizan para las marchas configuran tanto un discurso panfletario
para interpelar la opinión pública acerca de la violencia de género como la posibilidad de
deconstruir la mirada patriarcal de los cuerpos feminizados y emancipar ausencias. Son
dispositivos simbólicos que tematizan lo político del cuerpo femenino en tanto manifiestan
una poesis vital al hacerlos significantes discursivos. Experiencia en la cual las imágenes
tocan” lo real sin ser lo real” (Didi- Huberman, 2017). Son imágenes poderosas, porque nos
miran.
Nuestro punto de partida es la concepción benjaminiana de lectura dialéctica de la imagen
para producir un análisis a partir del shock de la percepción al realizar un montaje desde
donde se articule ese pasado exhibido por las imágenes con el presente de las marchas.
Entre una imagen, su objeto (producido por la vista) y el/la sujeto (que construye la visión de
todo), está la posición de quien puede afirmar algo de la imagen con base no a una
inmovilidad o univocidad de la mirada, sino más bien en un movimiento dialéctico.
De esta forma las imágenes se manifiestan, se sublevan e incluso a veces nos sublevan,
hacen visible que la política puede ser un tema de subjetivación e imaginación, de deseo y
memoria. Esto es así por la misma razón de que, voluntariamente o no, ellas toman posición
entre mil afecciones posibles: “una reminiscencia, un olvido, un deseo, un rechazo, un lugar
público, un espacio privado, un racionamiento, un fantasma, una emoción solidaria, un
gesto solitario, un saber o no-saber, etc” (Didi- Huberman, 2017).
He seleccionado un corpus de imágenes de las Marchas 2015-22 al identificar
procedimientos indiciales claves que se tornan regulares y tematizan: a) La carne social
vulnerable: disciplinamiento / agenciamiento; b) El deseo femenino/norma social c) Lo
político corporal: desigualdad /derecho a la igualdad; e) La policía; del duelo/ ausencia.
Semas de cuerpos sometidos, desaparecidos, vulnerados, desobedientes, etc.
La política de la imagen no es lo que muestra sino es cómo la mirada que puede sacar las
imágenes de la inmovilidad y provocar un montaje de tiempos diversos, en nuestro caso, el
momento en que las mujeres víctimas de femicidio se enfrentaron solas a sus agresores y el
momento colectivo de demanda de justicia. Ese poder de la imagen no está solo en el orden
de lo representado sino en las temporalidades que traen al presente. Di- Di Huberman
(2017) plantea que lo político de la imagen no reside en despertar la conciencia política,
sino en hacer posible visibilizar lo que se ha ocultado.

BIBLIOGRAFÍA
Benjamín, W. (1989) Discursos interrumpidos I. Buenos Aires, Taurus
Huberman, G. (2017). Gestos de aire y de piedra. Buenos Aires, Canta Mares.
Ranciere,J. (2010) El espectador emancipado.Buenos Aires, Manantial.
Perez, P. y Itrurralde, M. E. (2016) #Ni Una Menos en Olavarría ponencia en La Plata, FAHCE-UNLP,
13 al 15 de abril de 2016, http://jornadascinig.fahce.unlp.edu.ar/iv-2016.

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