Poéticas, lenguajes y corporalidad

Objetivo:

En este taller nos proponemos explorar la relación entre los lenguajes y las
corporalidades a partir de la materialidad de imágenes artísticas para interrogar las
condiciones de lo visible y lo decible de las disidencias sexuales.

Justificación

La soberanía es el gran mito del yo. Llamo soberanía corporal a ese pacto social de
individuación que los sujetos han hecho en la Modernidad a partir del cual la carne
social se realiza como un “yo soy individuo/a”. Considero que es un tema de soberanía
por que regula nuestro poder individual y las posibilidades de singularidad que nos
visibilizan. Nos interesa plantear cómo esa soberanía se visibiliza en un orden social
que comunica nuestra experiencia en tanto individuo en prácticas políticas corporales
en lenguajes donde emergen imágenes de las subjetividades disidentes. El cuerpo
significante que la imagen proyecta es una superficie de deslizamientos que
territorializa la subjetividad a través del Ser, el estar y el sentir. Judith Butler se
pregunta: “¿Cómo figura un cuerpo en su superficie la invisibilidad misma de su
profundidad escondida?” (2001, 164). Para esta autora no hay autoconstrucción, sino
dependencia a un sistema previo, una especie de máquina discursiva que produce
sujetividades. El género es una de las marcas que el dispositivo genera para clasificar
el cuerpo y presentarnos socialmente. ¿ Podemos deconstruir el género
poéticamente ?

Proponemos problematizar la corporalidad en su condición fenoménica, es decir tanto

como presentación y como representación de la subjetividad: se territorializa en el
cuerpo lo propio; presupuesto que nos permite interrogar ¿Qué es lo que
esconde/encierra un cuerpo para sostener lo visible?  ¿En qué medida nuestro cuerpo
se comunica a través de su territorialidad en los lenguajes? ¿Existe un territorio a priori
de la ocupación corporal del mismo? ¿Es lo mismo territorio que espacio corporal?
¿Por qué el cuerpo expresa el territorio social?

Analizaremos poéticas que exhiben una “imágenes precarias “en tanto pone
de manifiesto el orden de lo visible y lo decible de nuestros cuerpos. Esta historia del
cuerpo en imágenes en las que se exhiben las huellas territoriales en artistas como
Tatiana Parcero, Libia Posada, el colectivo mondongo; lxsperformers Jesuza
Rodríguez, Nicola Costantino, Juan Diego Tullido; las instalaciones de  Catharina
Burman, las escrituras de Pedro Lemebel, Gloria Anzaldúa, Diamela Eltitt,Nestor
Perlongher etc. en las que se identifican no solo operaciones vanguardista de
figuración del cuerpo territorializado sino, la puesta en escena del cuerpo /territorio
como práctica política.