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COMPRENSIÓN LECTORA: Lectura analítica

En esta etapa el lector se interna en la profundidad del texto. En esta, se indaga sobre las características
particulares del texto y se busca un acercamiento acabado a su contenido.

Los pasos de esta segunda etapa son:

Descubrir y distinguir entre el significado de las palabras y el sentido de las palabras.

Es importante distinguir entre el significado y el sentido de las palabras. Los diccionarios recogen los significados
más frecuentes de las palabras, pero cuando una palabra es utilizada en un texto determinado adquiere un
particular sentido. Es decir, que las palabras se actualizan y adquieren sentido en los textos. Incluso, algunas
veces, el sentido que adquiere una palabra es muy particular y no coincide con los significados del diccionario.

 Sentido literal. Es la definición “de diccionario”, que no se presta a interpretaciones subjetivas. Por
ejemplo: Einstein murió el 18 de abril de 1955.
 Sentido figurado. Aporta un significado distinto al ordinario, mediante el uso de metáforas, ironías,
comparaciones y paradojas. Por ejemplo: Me muero de amor.

Postular el eje temático articulador, retomando el tema propuesto en la lectura exploratoria.

El eje temático articulador es una suerte de “hilo conductor” del texto que permite que la información se organice
alrededor de una temática y así se produzca la coherencia textual y el avance de la información.

Para proponer el eje –o ejes- temático de un texto podemos valernos de las palabras claves que vamos
detectando en los párrafos. Esta operación de identificar palabras claves nos da la base para jerarquizar la
información nuclear de la periférica y posteriormente construir los bloques informativos.

Analizar el aporte de los párrafos al eje temático: (introducir, ilustrar, plantear el problema, indicar antecedentes,
establecer causas, definir, etc.).

En esta etapa de la comprensión lectora se realiza una lectura minuciosa de cada párrafo.

Cada uno va aportando nueva información, de esta manera el texto progresa. Se van constituyendo así bloques
informativos que pueden abarcar un párrafo o más de uno. Por ejemplo: en un párrafo se plantea un
acontecimiento y en los dos párrafos siguientes se explican sus antecedentes .

La información aportada por un bloque informativo siempre estará relacionada con la temática de la que habla
el texto. La información de cada bloque se va organizando alrededor del eje temático articulador.

Establecer las principales relaciones lógico-semánticas que organizan las informaciones entre los párrafos del texto.

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No cualquier conjunto de palabras constituye un texto, para que esto suceda es necesario que el contenido que
aporta cada palabra esté relacionado o interconectado. Los diferentes bloques informativos también se van
relacionando entre sí.

Los textos, entonces, se estructuran, se organizan a través de diversas relaciones que van interconectando sus
partes (desde las palabras hasta los bloques informativos). Algunas de estas relaciones son: causa-consecuencia
(cuando aparecen dos hechos o fenómenos, de los cuales uno es la causa y el otro es la consecuencia o efecto),
comparación (es una relación que aparece cuando, luego de analizar dos o más objetos, hechos o personas, se
establece que son iguales, semejantes, diferentes u opuestos), secuenciamiento cronológico (implica un
ordenamiento temporal de los hechos, acciones y procesos; se establece que dos o más hechos son simultáneos
o que uno es anterior y otro es posterior), problema-solución (cuando se presenta un problema, la solución
funciona como respuesta a la situación problemática y, por ende, aparece en segundo lugar),etc.

Jerarquizar la información, pudiendo discriminar la información nuclear de la periférica, acorde al plan textual.

Distinguir la modalidad discursiva que predomina en el texto

Cuando distinguimos la modalidad discursiva predominante en el texto, identificamos el plan textual indicando
sus características distintivas. Es decir, tipificamos textos y/o secuencias según la base textual predominante.

Los principales tipos de textos y su función dominante son:

TEXTO ------> FUNCIÓN COMUNICATIVA

Narrativo ------> Contar hechos organizados temporalmente.

Descriptivo ------> Presentar caracterizaciones de seres, cosas, lugares o procesos, a través de sus rasgos
distintivos.

Argumentativo ------> Dar opiniones, presentar diferentes puntos de vista, lograr la adhesión del receptor.

Instructivo ------> Dar indicaciones para hacer algo o explicitar pautas de funcionamiento.

Expositivo ------> Dar informaciones y explicarlas.

Formular el tópico

Cuando trabajamos con el paso denominado postular el tema del texto, comentamos que varios textos pueden
abordar el mismo tema.

El tema de un texto es algo muy general y abarcativo, por ejemplo: “el amor”, “el aprendizaje”, “la educación”.
Ahora bien, sobre el amor o la educación se han escrito innumerables textos que han abordado algún aspecto
particular de este tema: “el amor en los 70”, “el amor en la Edad Media”, “el amor en los adolescentes”, “el amor

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después de los ‘50”. En cada uno de esos escritos el tema “el amor” tiene un tratamiento particular. A esa
perspectiva individual o particular se la denomina tópico.

El tópico es lo que permite individualizar un texto. La orientación y particular tratamiento de un tema en un texto
configura el tópico. Plantear el tópico de un texto es una actividad que se realiza como cierre de la lectura
analítica. Proponer el eje temático articulador, jerarquizar la información, construir bloques informativos y
analizar el aporte de cada bloque informativo en base a las relaciones organizadoras constituyen la antesala de
la formulación del tópico o, dicho de otra manera, desembocan en esta formulación.

DENOTACIÓN Y LA CONNOTACIÓN

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Siempre que leemos o escribimos, colocamos las palabras sabiendo que cada una de ellas tiene una
significación propia y, por eso, ocupa ese lugar en la oración y no otro. No es lo mismo decir “era una pobre
mujer” que decir “era una mujer pobre”. Pero debemos tener en cuenta que las palabras tienen un solo
significado, siempre y cuando estén aisladas de una oración, así, podríamos buscarlas en un diccionario y
siempre tendrían el mismo sentido, ese es su significado denotativo. Ahora bien, las palabras también pueden
tener otros sentidos según el contexto en el que se ubiquen, a eso se llama significado connotativo.

Pensemos en la palabra cucaracha. Si la buscamos en el diccionario, dice: “Insecto ortóptero, nocturno y


corredor, de unos tres centímetros de largo, cuerpo deprimido, aplanado, de color negro por encima y rojizo
por debajo, alas y élitros rudimentarios en la hembra, antenas filiformes, las seis patas casi iguales y el
abdomen terminado por dos puntas articuladas”. Con esta definición yo puedo construir una oración con
significado denotativo diciendo: “encontré una cucaracha caminando por la pared de mi casa”. Esta palabra,
ubicada en otro contexto puede significar algo completamente diferente: “Tu vecina es una cucaracha”. Así,
se hace referencia a la fealdad de esa señora, imposible que se haya querido decir que esa mujer es un insecto
ortóptero nocturno de 3 cm de largo… ¿no?

Entender el significado de las palabras y poder reconocer su significado denotativo, nos permitirá entender
cuándo las estamos usando correctamente y cuándo no. Suele pasar que nos acostumbramos a llamar con un
nombre X a una cosa X y luego no podemos significarla denotativamente.

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Queísmo y dequeísmo

Recibe el nombre de dequeísmo el uso incorrecto de la preposición de ante una oración subordinada
introducida por que:

 Luis piensa de que no pueden suspenderlo. –> Forma incorrecta


 Luis piensa que no pueden suspenderlo. –> Forma correcta

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, en ocasiones, dicha preposición puede estar exigida por el
verbo, en cuyo caso la omisión sería incorrecta:

No me enteré que ya se hubieran ido. –> Forma incorrecta

No me enteré de que ya se hubieran ido. –> Forma correcta

Para que el uso del que o de que resulte más fácil, te proponemos que cuando tengas un verbo le sumes
la palabra ALGO o DE ALGO, de esa manera, podrás identificar cuál de las dos preposiciones deberás
utilizar.

Ej.: VERBO + ALGO = QUE / VERBO + DE ALGO= DE QUE

Realicemos el ejemplo con el verbo pensar, me hago la pregunta: ¿pienso algo o pienso de algo? Si la
respuesta es: “pienso algo”, entonces debemos remplazarlo por un que, es decir, pienso que. Si, por el
contrario, la respuesta es con de, entonces construyo la oración con de que; por ejemplo: “estoy
contenta de algo”, entonces debo decir: “Estoy contenta de que vengas a visitarme”.

Ahora volvé a mirar la fórmula que introduce al texto anterior, ¿lo ves?

Nota: los verbos advertir, avisar, cuidar, dudar e informar, en sus acepciones más comunes, pueden
construirse de las dos formas. Por lo tanto, con estos verbos, la presencia de la preposición de delante
de la conjunción que no es obligatoria.

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