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Estrategias para el mejoramiento del proceso administrativo

1. Crea un plan de negocios

Un plan es como un mapa sobre el rumbo que debes tomar para alcanzar tus objetivos principales
y una mejora en tu proceso administrativo. Entre más detallado sea mejor, porque este será tu
guía para saber qué decisiones tomar en cada paso. Si todavía no tienes uno, o si cuentas con un
plan previo, pero no lo has actualizado, podrías hacerte las siguientes preguntas para adecuarlo:

 ¿Cuáles son tus metas a corto, mediano y largo plazo?

 ¿Qué es lo que hace que tu compañía sea diferente a otras?

 ¿Tus precios son rentables? 

 ¿Qué estrategias podrías implementar para generar más clientes?

 ¿Qué tipo de especialistas requieren contratar?

2. Capacita a tu equipo y gestiona el cambio

Ya hemos mencionado que uno de los mayores obstáculos de las empresas es la resistencia al
cambio. Tus colaboradores resienten el cambio cuando no saben lo que va a suceder. Lo
desconocido genera miedo y con esta emoción, llegan las dudas. 

¿Cómo resolverlo? Principalmente con la capacitación de tu equipo. Cuando tus empleados


conocen los procesos, las herramientas, las actividades que se estarán realizando y cómo se irá
gestionando cada cambio, el temor se disipa. Inclúyelos para que participen en la optimización
del proceso administrativo. Crea conversaciones en las que sepan que tienen voz y que te
permitan conocer sus inconformidades en cuanto a los procesos actuales.

3. Monitorea los procesos 

Dentro de tu ecosistema empresarial existen muchos procesos y tareas que deben ser
monitoreadas para un mayor control operativo. Pero hay un área en especial que debe ser
mapeada constantemente: contabilidad y finanzas. 

Esta división se encarga no solo de gestionar las ganancias e inversiones, sino también de las
obligaciones fiscales. Así que lo primero siempre es asegurarse de que todo esté correcto y en
orden, para después revisar presupuestos y el control de egresos. 

Asimismo, puedes utilizar un software ERP para mapear cada área, las actividades realizadas y el
flujo de trabajo de cada uno para prevenir errores en el proceso administrativo.

4. Analiza los resultados

Si algo se puede medir, se puede mejorar. La importancia de analizar los resultados obtenidos
hace una gran diferencia a la hora de hacer cambios. ¿Por qué? Te permite saber si algo funciona o
si se debe reestructurar una estrategia. Los números no mienten, así que es de gran prioridad
contar con métricas e indicadores que te ayuden a divisar el panorama de tu empresa. 

Después de medir y analizar, comparte esa misma información con tu equipo para determinar las
razones por las que se obtuvo tal resultado. Al final podrán proponer maneras de mejorar las
formas de trabajo. 

5. Mantén a tus proveedores organizados y estandariza los procesos

Existen varios retos cuando se trata de los proveedores: la estandarización y cumplimiento de


metas. Muchos proveedores cuentan con procesos propios que pueden llegar a generar confusión
en otras empresas, por ejemplo, la forma de registrar la mercancía. Suele suceder que algunas
compañías utilizan ciertos códigos UPC diferentes a los que los proveedores tienen. Detalles como
estos se pueden estandarizar para prevenir errores y mejorar la eficiencia.

En cuanto al cumplimiento de metas, el monitoreo de la llegada de los proveedores y la salida de


mercancía ayudan a establecer medidas para que no haya retardos. Así como mantener una buena
gestión sobre tu proceso administrativo.

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