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LA GESTIÓN TECNOLÓGICA COMO HERRAMIENTA PARA EL DESARROLLO DE


LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LAS PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS
**Rubén Marcano ***
Lcdo en contaduría publica, con maestría en gerencia tributaria y docente de la
universidad José Gregorio Hernández y cursante del quinto semestres del Doctorado
en Ciencias Gerenciales, Teléfonos: 0414-6421386 y e-mail licruben@cantv.net
UNIVERSIDAD JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ.

RESUMEN

El presente trabajo enfoca la Gestión tecnológica como base fundamental para que
las pequeñas y medianas empresas logren ser empresas socialmente responsables,
cabe destacar que en lo referente a la responsabilidad social hasta ahora era un tema
que solo le competía al gobierno, sin embargo actualmente por iniciativa del mismo y
buscando un equilibrio se le ha dado las pautas al sector privado y a la sociedad civil
con la finalidad de mejorar las practicas corporativas responsables, para ello en el
siguiente ensayo se abordan temas como la gestión tecnológica, el desarrollo
empresarial y la responsabilidad social para proponer una serie de lineamientos que
permitan a las pequeñas y medianas empresas impulsar los cambios necesarios para
mejor operatividad.

Palabras clave: Gestión – tecnología - Responsabilidad Social - Empresa

ABSTRACT.

The present work focuses the technological Management as it bases fundamental so


that the small and medium companies socially manage to be responsible companies, is
possible to emphasize that with respect to the social responsibility until now it was a
subject that single competed to him nevertheless to the government, at the moment by
initiative of the same one and looking for a balance it has set the standards to him to the
private sector and to the civil society with the purpose of improving you practice
corporative people in charge, for it in the following test approach subjects like the
technological management, the enterprise development and the social responsibility to
propose a series of lineamientos that allow the small and medium companies to impel
the necessary changes for better operativity.
Key words: Management - technology - Social Responsibility – Company.
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INTRODUCCIÓN

El papel clave que tiene la tecnología y especialmente la innovación, en la


construcción y sostenimiento de la competitividad de empresas y países, está
generando un cambio en las prácticas de gestión empresarial. La búsqueda deliberada
y sistemática de innovaciones y el uso intensivo del conocimiento como factores
dominantes y responsables del éxito de las empresas, están promoviendo la gestión
tecnológica como la función motora e integradora de las estrategias de desarrollo
empresarial. Para tener una aproximación a esta nueva práctica de gestión tecnológica
con responsabilidad social empresarial, en este artículo se presentan conceptos y
teorías sobre tecnología, innovación y desarrollo tecnológico, responsabilidad social y
se propone como tesis que la gestión tecnológica es un sistema de conocimientos y
prácticas relacionados cuyo objeto es el desarrollo tecnológico en los sistemas de
innovación de los países y en las empresas. Igualmente se describen las funciones de
la gestión tecnológica en los diferentes niveles del sistema de innovación y especifican
los procesos y funciones básicos de la gestión tecnológica en la empresa.
En el curso de los últimos años, a través de la búsqueda del mejoramiento integral
humano, los países del mundo se han reunido y han arribado a acuerdos como
componente indispensable en la creciente agenda del desarrollo sostenible. En ese
sentido, hay que promover la construcción de una responsabilidad social fundada en
una nueva economía moral, ecológica y cultural en las gestiones tecnológicas como
condición para establecer un nuevo modo de producción que haga viables estilos de
vida ecológicamente sostenibles y socialmente justos.
No se debe olvidar que el bienestar humano depende en alto grado de la
magnificencia natural del medio ambiente en que se vive, por lo que se hace necesario
la integración de la política ambiental y la política económica, porque el problema no es
la utilización de la naturaleza como proveedora de recursos en el proceso de
producción de bienes para la humanidad, el problema es cómo se utiliza. Por ello, una
de las premisas de estos cambios es que deberá ser obligatorio que todo proceso,
actividad productiva o comercial deban promover la conservación y/o rehabilitación
ambiental y social.
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Cabe destacar que las empresas deben buscar formas creativas y propias de
gerenciar le ética para desarrollar procesos y acciones que mejoren sus practicas
internas, fortaleciendo los servicios o productos que ofrece y preservando el ambiente o
entorno.
De acuerdo a lo planteado anteriormente y observando la importancia que tiene la
ética junto con la responsabilidad social como parte fundamental para alcanzar un
desarrollo empresarial equilibrado, es necesario acotar que estos deben ser tratados
con mayor profundidad, con la finalidad de elaborar propuestas éticas que busquen
solución tanto en materia ambiental como social.
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA.
Según Gaynor (1996) La Gestión Tecnológica es conocimiento y es una práctica. Es
un sistema de conocimientos y prácticas relacionados con los procesos de creación,
desarrollo, transferencia y uso de la tecnología. Algunos autores conciben este sistema
como "una colección de métodos sistemáticos para la gestión de procesos de
aplicación de conocimientos, extender el rango de actividades humanas y producir
bienes y servicios" (Kanz and Lam, 1996). Mientras otros, como el National Research
Council (NRC) de Estados Unidos, lo considera integrado por los conocimientos de
"ingeniería, ciencias y disciplinas del área de gestión, para planear, desarrollar e
implementar capacidades tecnológicas en el diseño y el logro de los objetivos
estratégicos y operacionales de una organización" (Khalil, 1998). Es un sistema de
conocimientos o región de conocimientos, en los términos que plantea Martinez (1993)
la organización del conocimiento; constituido por conceptos y proposiciones sobre
relaciones entre estos conceptos, modelos y teorías sobre los procesos de toma de
decisiones y ejecución de acciones relacionados con las tecnologías, en
organizaciones, empresas, países y regiones.
Pero la gestión tecnológica no es un campo del saber meramente especulativo
sobre la tecnología y su desarrollo. Es también una práctica so portada en un
conocimiento derivado del análisis y la interpretación de las observaciones del
comportamiento del desarrollo tecnológico, como proceso social, y resultado de las
observaciones de este proceso en organizaciones y países, y de su relación con el
proceso de desarrollo global de las sociedades modernas.
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Los procesos objeto de estudio de la gestión tecnológica, en tantos procesos


sociales, son procesos complejos, multidimensionales, inseparables de su contexto y
de la globalidad de los procesos sociales; y, por tanto, sus estados y características
involucran dimensiones históricas, económicas y sociológicas. Si bien ellos han sido
considerados bajo ángulos y perspectivas distintas por disciplinas como la historia, la
economía, la sociología y la psicología, cada una con su enfoque particular y sin
pretensión alguna de una explicación total, es la gestión tecnológica, como región de
saberes y un campo de conocimiento transdisciplinario, la que conjuga y relaciona es-
tos saberes parcelados, mediante su recomposición y recontextualización, para
construir una mejor visión que incorpora la totalidad de características del proceso.
En la dimensión económica del desarrollo tecnológico, afirma Gate(1999) resulta
obvio que no pueden usarse los mismos modelos teóricos para describir las
complejidades e idiosincrasia de sociedades con grados extremadamente diferentes de
madurez y desarrollo económico.
GESTIÓN TECNOLÓGICA EN LA EMPRESA..
La Gestión Tecnológica en la empresa es la aplicación de un conjunto de prácticas
que le permiten establecer una estrategia en materia de tecnología congruente con sus
planes de negocio.
En el ambiente empresarial la gestión tecnológica se revela en sus planes, políticas
y estrategias tecnológicas para la adquisición, uso y creación de tecnología, así como
cuando se asume la innovación como eje de las estrategias de desarrollo de los
negocios. También es evidente cuando en la cultura de las empresas se ha logrado
"crear una mentalidad innovadora, enfocada hacia el aprendizaje permanente que sirva
de sustento al crecimiento de la competitividad en el largo plazo" (Colciencias, 2000).
La iniciación de un plan Tecnológico consiste en aplicar las siguientes acciones o
pasos
Inventariar Consiste en recopilar tecnologías disponibles a nivel mundial lo cual
implica conocer las tecnologías utilizadas y dominadas por la empresa que constituyen
su patrimonio tecnológico.
Vigilar Significa estar alerta sobre la evolución de nuevas tecnologías, sistematizar
las fuentes de información de la empresa, vigilar la tecnología de los competidores.
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Identificar el impacto posible de la evolución tecnológica sobre las actividades de la


empresa.
Evaluar Determinar la competitividad y el potencial tecnológico propio, estudiar
posibles estrategias de innovación e identificar posibilidades de alianzas tecnológicas.
Enriquecer en esta etapa se trata de:
• Diseñar estrategias de investigación y desarrollo,
• Priorizar tecnologías emergentes, clave y periféricas,
• Definir una estrategia de adquisición de equipo y tecnologías externas,
• Definición de proyectos conjuntos o alianzas,
• Determinar estrategia de financiamiento a proyectos.
Asimila Una vez que haya repasado los pasos anteriores ahora procede asimilar y
actuar, en la explotación sistemática del potencial tecnológico mediante:
• Programas de capacitación,
• Documentación de tecnologías de la empresa,
• Desarrollo de aplicaciones derivadas de tecnologías genéricas.
• Gestión eficiente de recursos.
Proteger Por último resta proteger la tecnología de su empresa a través del
establecimiento de una política de propiedad intelectual que incluya: patentes,
derechos de autor, marcas, diseños industriales y secretos.
Cabe indicar que equivocadamente se piensa que la tecnología es un aspecto que
tiene que ver solamente con actividades de la producción a través de los
cuestionamientos sobre cómo mejorar un producto existente, cómo ingeniar uno nuevo
y cómo hacer más productos.
No, la tecnología es una herramienta que está vinculada con todas las actividades de la
empresa, existiendo tecnología
DESARROLLO TECNOLOGICO DE LA PYME:
PRINCIPALES PROBLEMAS
Para Gaynor (1996) La formulación de una Política Tecnológica para las PYMEs
debe partir del adecuado reconocimiento de los problemas que la explican y justifican.
Un intento de categorización de dichos problemas, permite agruparlos en Problemas de
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Mercado, Problemas de Gestión Tecnológica Empresarial y Problemas del Marco


Político-Institucional, tal como se los describe a continuación.
PROBLEMAS DE MERCADO
En este sentido Morea (1997) La tecnología es un factor de producción que debe
obedecer en sus dimensiones y características a los requerimientos del mercado de
bienes y servicios en que se desenvuelven las empresas que la utilizan; por tanto, es
preciso tomar en consideraciones algunas de las características de dichos mercados
que condicionan el desarrollo tecnológico de las PYMEs:
· La PYME está orientada principalmente a los mercados internos.
· Los sectores industriales con más significativa presencia de las PYMEs son
alimentos, confecciones, artes gráficas, metalmecánica, muebles de madera,
cuero/calzado, todos ellos altamente competidos
· Como resultado de los procesos de apertura económica, el mercado de los productos
de las PYMEs afronta una fuerte competencia de productos legalmente importados,
otros de contrabando y algunos que, aunque legalmente importados, entran al mercado
en condiciones de competencia desleal o de “competitividad artificial” por parte de otros
países
· Con mercados internos estrechos y altamente competidos, las PYMEs se encuentran
ante más difíciles condiciones para acometer procesos de desarrollo tecnológico que
sean económicamente viables en función del tamaño de sus mercados
· La vinculación directa de las PYMEs a los mercados de exportación generalmente
más exigentes en materia tecnológica-; es aun escasa. La presencia de exportaciones
indirectas, -por suministro a otras empresas que exportan directamente es algo más
significativa. Sin embargo, el grado de exposición de las PYMEs al mercado
internacional es aun insuficiente y por lo tanto la exposición a las exigencias
tecnológicas de esos mercados.
· Como consecuencia de lo anterior, la demanda de “soluciones tecnológicas” por
parte de las PYMEs, a su vez, es limitada. A ello se agrega la falta de conocimiento de
las necesidades tecnológicas en un mercado abierto
· Entre las PYMEs predominan los procesos de adaptación y asimilación de
tecnologías, sobre los de generación ya sea propia o asociada
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· El alto costo, el período incierto del retorno y las dificultades de financiación son los
obstáculos económicos más frecuentemente señalados por las PYMEs para acometer
procesos de innovación.
PROBLEMAS DE GESTIÓN TECNOLÓGICA EN LAS EMPRESAS
Para Martínez (1993) Además de las condiciones de los mercados, esencialmente
exógenos a las empresas, existen ciertas condiciones internas de la empresa que
constituyen obstáculos a su desarrollo tecnológico. Al respecto debe señalarse que
tales problemas son más críticos mientras más pequeñas sean aquellas; no
simplemente, por razón de su tamaño sino, principalmente, por razones de estructura
de capital, gestión y organización. Los principales problemas son:
· El grado de informalidad, especialmente entre las pequeñas y las microempresas,
que domina no solamente su estructura jurídica o de propiedad, sino su organización y
administración.
· Consecuencia de esa informalidad es la insuficiente presencia de procesos de
planeación en todas las áreas de la empresa. El mejoramiento tecnológico no es la
excepción.
· Existe una escasa formación y experiencia de los empresarios en materia de gestión
tecnológica
· Las PYMES tienen una débil capacidad de identificar sus problemas críticos de
mejoramiento de competitividad
· Ausencia de conocimientos y experiencias para acometer procesos de selección y
negociación de tecnologías
· Predominio de equipos con tecnologías de segunda, tercera o más antigua
generación (especialmente en la pequeña empresa)
· En procesos de selección de tecnología se registra una alta dependencia de la
información que suministra el propio proveedor
· Reticencia hacia procesos de asesoría en gestión ý desarrollo tecnológico.
· Predomina (algo menos en las medianas empresas) un significativo individualismo en
la gestión gerencial, en virtud del cual se descartan opciones de solución colectiva a
procesos de mejoramiento tecnológico
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· Se registra un significativo desconocimiento de los apoyos e incentivos institucionales


hacia el mejoramiento tecnológico
· Los empresarios de las PYMEs suelen ser incrédulos ante las instituciones del
Estado y sus programas. En muchas ocasiones esa actitud es más que un prejuicio y
se basa en experiencias negativas
· La PYME se interesa más por la adaptación de tecnologías que por la generación y
desarrollo.
· Nula presencia de la variable ambiental en la gestión tecnológica de las empresas.
PROBLEMAS DEL MARCO POLÍTICO-INSTITUCIONAL
Martínez (1993) En la organización y funcionamiento de las entidades públicas y
privadas orientadas hacia las PYMEs, también se encuentran falencias que dificultan el
desarrollo tecnológico de esas empresas. Sin embargo, es preciso señalar que esta
categoría de problemas se inscribe en un marco más general que es el de las fallas en
la concepción, organización, tamaño y funcionamiento del Estado; en la brecha
existente entre las proclamas favorables a la descentralización y su ejecución real; en
la frecuentemente dudosa capacidad de gestión de los entes públicos; en la concepción
rígida de sistemas como el de carrera administrativa, el presupuestal y otros de similar
significación.
En los últimos años, el país abandonó la formulación de políticas activas de
desarrollo industrial. Bajo el paradigma de la internacionalización de la economía, se
hizo de la competitividad un fin por excelencia, siendo que esta es, esencialmente, el
reflejo de unas condiciones técno-económicas que permiten a las empresas ofrecer
respuestas a mercados determinados. En ese contexto, Colombia carece de un patrón
de especialización que permita a su aparato productivo orientarse hacia un mercado
internacional muy cambiante como el actual. Es así como se explica la débil presencia
de una estrategia tecnológica general que induzca a las empresas a abordar procesos
de mejoramiento tecnológico con una orientación determinada.
ESTRATEGIAS DE DESARROLLO TECNOLOGICO PARA LA PYME
Según Gates (1999) En concordancia con los problemas identificados y con la
orientación general de la política de desarrollo, se plantean tres estrategias de política
que son las siguientes:
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Fortalecimiento de cadenas productivas y de clústeres regionales


Estímulo a la demanda de servicios de innovación y desarrollo tecnológico para la
PYME
Fortalecimiento de la autonomía y capacidades regionales público-privadas de
formulación de políticas y ejecución de programas de desarrollo tecnológico para la
PYME Un intento de caracterización de las estrategias propuestas permite señalar los
siguientes rasgos generales:
Orientación desde las demanda en función de las articulaciones económico productivas
Existentes entre las empresas o potenciales
Inclinación a focalizar la acción en las empresas.
Visión de los servicios de desarrollo tecnológico, públicos y privados, como un mercado
con fallas
Énfasis en el aspecto institucional o mesoeconómico como factor clave de actuación
FORTALECIMIENTO DE CADENAS PRODUCTIVAS Y DE CLÚSTERES
REGIONALES
Para Gates (1999) La construcción de un tejido empresarial denso es
fundamental como soporte de desarrollo y crecimiento de una economía, ya que a
mayor cantidad de empresas existen más oportunidades para la promoción de la
competencia; mejores condiciones para el florecimiento de la iniciativa empresarial;
más intensa articulación entre los diferentes sectores, subsectores de la economía y
regiones del país; así como relaciones recíprocas más enriquecedoras; es decir, se
genera mayor valor agregado. Con todo ello, la articulación con las corrientes
internacionales del comercio, gana en posibilidades. Consideraciones similares a las
del enfoque sectorial o de “cadena de valor”, son válidas en el enfoque de “clusters”,
entendidos como aglomeraciones geográficas de empresas interrelacionadas,
vinculadas con núcleos de proveedores comunes y clientes comunes, encadenadas
con otras de servicios que son necesarios para todos, organismos de desarrollo,
agremiaciones, universidades y otros centros de enseñanza, entes de apoyo financiero,
comercial, técnico, etc., cuya trama de interacciones contribuye colectivamente a la
generación de mayores niveles de competitividad local.
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El concepto de clúster, entonces, involucra el de cadena de valor pero le agrega un


ingrediente que es el de la territorialidad, con todos sus anexos de organización,
cultura, procedencia común y, ello es lo deseable, destino económico común. Por que,
dicho sea de paso: “los clústeres no nacen, se hacen”. El objeto de la política pública
debe ser identificarlos, facilitar su articulación y estimular su dinámica organizacional,
técnica, humana y productiva y en ello juega un papel protagónico y de primer orden, la
institucionalidad de carácter local y regional. De manera que el sectorial y el territorial
son dos enfoques necesariamente complementarios que bien pueden confluir en el
propósito de mejorar la estructura productiva de actividades y regiones. Son dos
perspectivas concurrentes e igualmente destacables en la búsqueda del progreso
técnico para las PYMEs, pues mientras más integradas estén en procesos de valor;
mientras su entorno inmediato sea más propicio; mientras más favorable les sean los
acuerdos entre los actores sociales; más activo sea.
El ambiente de innovación y la disponibilidad de personas calificadas y mayores sean
la integración productiva y cooperación, más opciones habrá para las PYMES.
Dentro de la estrategia de fortalecimiento de cadenas productivas y de clústeres
regionales cabe, entonces, un colectivo de instrumentos de ejecución de la misma,
entre los cuales se enuncian los siguientes:
1. Apoyo tecnológico a los Acuerdos Sectoriales de Competitividad “de segunda
generación.
2. Desarrollo de proveedores PYMEs en sectores líderes y de exportación
3. Identificación y formación de clústeres regionales en actividades tradicionales
pero, más importante aún, en sectores potencialmente “de avanzada tecnológica”
4. Fortalecimiento tecnológico de colectivos de PYMEs exportadoras o proveedoras de
firmas exportadoras
5. Fortalecimiento tecnológico de la Red Nacional de Centros de Subcontratación
6. Programas de Franquicias
7. Compras y desarrollo de proveedores por entidades estatales
8. Articulación de los estudios de competitividad regional con programas regionales
estratégicos de desarrollo tecnológico
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ESTÍMULO A LA DEMANDA DE SERVICIOS DE INNOVACIÓN Y


DESARROLLO TECNOLÓGICO PARA LA PYME
En este sentido Martinez (1993) La revisión de los problemas que, en materia de
gestión tecnológica presentan las PYMEs y la de los problemas de orden político
institucional, permite advertir cómo el de servicios tecnológicos para las pequeñas y
medianas empresas no es precisamente un “mercado. El concepto, originado en el
Ministerio de Desarrollo Económico, obedece al reconocimiento de las fallas que han
afectado a los acuerdos vigentes, a la identificación de los correctivos pertinentes y a la
voluntad de “relanzarlos”; igualmente, al propósito de plantear acuerdos en sectores
más innovadores y de potencia exportador que los actuales perfecto”, por lo que exige
acciones tanto desde el lado de la demanda, principalmente, como de la oferta.
La estrategia supone atender un conjunto de consideraciones que aseguren la
viabilidad de los instrumentos propuestos, veamos:
· Diferenciar muy claramente en el diseño de la oferta de servicios tecnológicos a la
mediana, de la pequeña empresa pues su gestión general y, por supuesto, la
tecnológica, obedecen a dinámicas diferentes. Esto implica diferenciaciones
metodológicas, diferentes formas de reracionamiento con el empresariado, oferta de
personal asesor o consultor con perfiles diferenciados, entre otras cosas.
· Igualmente, diferenciar sectorial y localmente las estrategias de intervención. El perfil
humano, técnico y gerencial de los empresarios antioqueños, sin duda, es diferente del
de los costeños o los bogotanos. Esta no es simplemente una observación anecdótica
o de carácter “psico-social”. Es, en cambio, una realidad que influye de manera diversa
en el comportamiento tecnológico de los empresarios. Abundan evidencias sobre la
debilidad de programas de apoyo tecnológico uniformes, diseñados desde Bogotá sin
atender las diferencias regionales y sectoriales que influyen en su operación real y en
su impacto.
· No identificar desarrollo tecnológico con cambio o modernización de equipos. Las
evaluaciones que se han hecho de programas tecnológicos señalan que el pequeño y
mediano empresario confunde tecnología con equipos; sin embargo, la oferta de
servicios tecnológicos tiende a ser más abundante en este campo. Piénsese solamente
en la infraestructura de los Centros Sectoriales del Sena, la cual es más intensiva en
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hardware. En la divulgación, promoción enseñanza de capacidades para la gestión


tecnológica; así como en el énfasis en tecnologías de procesos, administrativas o de
mercadeo, por ejemplo, existe un enorme potencial para empresas que, como las
PYMEs, no están dotadas, por lo general, de tecnologías de punta. Un mayor énfasis
de la oferta en tecnologías blandas, permite un acercamiento más real y práctico al
concepto de tecnologías “apropiadas” para la PYME.
· La oferta individual o “uno a uno” ha demostrado ser ineficiente, de relativo impacto e
insosteniblemente costosa. Hoy, por lo tanto, se imponen formas colectivas de
atención tecnológica, las cuales, además, suponen ventajas en términos de las
sinergias que pueden generar esos grupos de empresarios, la economía de escala en
la adquisición de servicios de formación, consultoría, información, etc. Por supuesto, el
trabajo con colectivos empresariales demanda formas diversas y más creativas de Esta
tendencia se enfrenta con múltiples problemas como la velocidad del cambio técnico
que vuelve rápidamente obsoletos los equipos, las dificultades para administrar plantas
de equipos por parte de entidades de desarrollo que no son empresariales, el celo de
los empresarios a sacar sus problemas productivos de la empresa.
Actuación para el oferente de los servicios tecnológicos. De parte de los organismos
estatales implica elevar sustancialmente su habilidad para el trabajo por proyectos y
replantear sus conceptos sobre el “cumplimiento de metas”, ya se que se imponen
unas más de carácter cualitativo; así mismo exige la renovación de actitudes y
conocimientos por parte de los funcionarios quienes, en esta perspectiva, deben tener
una actitud más proactiva, digamos, de “promotoría tecnológica”.
· Por supuesto, el enfoque colectivo de formación de la demanda de servicios
tecnológicos impone nuevas actitudes, formas de organización y capacidad de
actuación por parte de los organismos gremiales, las cuales deben incrementar su
orientación tecnológica, proveerse de personal calificado, crear nuevas opciones de
financiamiento de la función gremial, incrementar su capacidad de convocatoria y de
trabajo en los planos local y regional; diseñar nuevas formas de relación con sus
afiliados y, especialmente, robustecer su capacidad para abordar tecnológicamente la
mayoritaria población de empresarios no afiliados a dichas organizaciones.
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· El fortalecimiento de la demanda de servicios tecnológicos por la PYME impone,


igualmente, hacer del empresario y no del funcionario, el verdadero protagonista del
desarrollo. Al efecto es preciso que el empresariado tenga un mayor acceso a la
formulación de políticas; a la organización y dirección de las entidades públicas y de las
mixtas de servicio tecnológico; que se involucre en estudios u otras formas de
determinación de la demanda, donde informe con transparencia sobre sus expectativas
y necesidades; que influya en la definición del perfil profesional de los agentes de
servicio tecnológico; que acceda realmente a escenarios de toma de decisiones en
Centros de Desarrollo Tecnológico o en las Universidades, por ejemplo. Es
indispensable que deje de verse al pequeño y mediano empresario como un
“minusválido”, estructuralmente incapacitado para determinarse en materia tecnológica.
Una verdadera orientación al cliente es indispensable en el mercado de servicios
tecnológicos para la PYME.
· Las fallas del mercado de servicios tecnológicos para las PYMEs son más
protuberantes en el campo financiero. A la indiferencia, cuando no desconfianza de los
intermediarios financieros hacia las PYMEs, se agrega la incertidumbre propia de
proyectos tecnológicos y, especialmente, el desconocimiento de la banca tradicional
acerca del tema. Es evidente que no pueden ser aplicados a los proyectos de
contenido tecnológico los mismos criterios de análisis financiero que se emplean en un
crédito para capital de trabajo o para compra de materias primas..
· Precisamente en el campo del financiamiento del desarrollo tecnológico es donde se
hace más imperativa la presencia e intervención del Estado y no precisamente como un
agente neutro. Eso hoy, en el mundo, lo reconocen todos los países y organismos
multilaterales. La intervención estatal en el desarrollo industrial actualmente se
identifica sensiblemente con “ayudas”10 y/o créditos fiscales, pues el financiamiento.
Que aun cuando son verdaderos subsidios no debemos llamarlos así porque el
término, cosas de los paradigmas imperantes, está proscrito del lenguaje de los “policy
makers” para cambio tecnológico en las condiciones normales del crédito de corto
plazo –el predominante en nuestro país-, es simplemente imposible.
· A la suficiente provisión de recursos, debe agregarse la oportunidad, flexibilidad y
agilidad en el crédito y otras formas de financiamiento; así como la eficiencia en los
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sistemas de distribución del mismo. En ese sentido es fundamental que Conciencias


adopte mecanismos de distribución regional, en segundo piso, complementarios del ,
tal como hace este instituto con el sector microempresarial.
· Adicionalmente, un mejor funcionamiento del mercado de servicios tecnológicos para
las PYMEs puede lograrse con el fortalecimiento de las capacidades “de mercadeo” de
los proveedores de tales servicios como es el caso de los Centros de Desarrollo
Tecnológico, los de investigación o las Universidades. Superar las actitudes pasivas en
el ofrecimiento de sus servicios, además, puede contribuir a incrementar sus
posibilidades de autofinanciamiento. Dentro de la estrategia de estímulo a la demanda
de servicios de innovación y desarrollo tecnológico por parte de las PYMEs cabe,
entonces, un colectivo de instrumentos de ejecución de la misma, entre los cuales se
enuncian los siguientes:
1. Formación y fortalecimiento de colectivos empresariales (tipo PRODES) para la
solución de problemas tecnológicos comunes
2. Bajo el concepto de “aprender viendo”, promover pasantías de empresarios a otros
países para que visiten empresas donde puedan ahondar sus aptitudes para la gestión
tecnológica
3. Estímulos técnico-económicos a los intermediarios financieros para que incrementen
su cartera entre las PYMEs
4. Aumento en la capacidad de distribución local de los recursos de financiamiento
tecnológico
5. Formación de un Fondo Financiero de Desarrollo Tecnológico11 de las PYMEs o,
mejor, de varios con coberturas regionales.
6. Régimen tributario especial para empresas que acometen proyectos de innovación
y desarrollo tecnológico, preferiblemente si están orientados hacia las exportaciones
7. Programas, en la empresa, de formación en gestión tecnológica para empresarios de
PYMEs
8. Aumento en la capacidad de distribución local de los recursos de financiamiento
tecnológico
9. Dotación de capacidades de gestión comercial y auto-sostenibilidad para los Centros
de Desarrollo Tecnológico
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FORTALECIMIENTO DE LAS CAPACIDADES PÚBLICO PRIVADAS DE


FORMULACIÓN Y EJECUCIÓN DE POLÍTICAS Y PROGRAMAS TECNOLÓGICAS.
La relación de los problemas político-institucionales que afectan el desempeño
tecnológico de las PYMEs pone de presente la necesidad de obrar significativas
reformas en la organización, administración, operación y control del Estado. Podrá
decirse que una pretensión de esa naturaleza trasciende las razonables pretensiones
de una propuesta de política tecnológica para las PYMEs. Y mucho de cierto hay en
ello. Sin embargo eso no le quita pertinencia a interrogantes como los siguientes: ¿Si
las instituciones estatales de soporte al desarrollo tecnológico y de formación
profesional no funcionan bien para la mayoría de las empresas que son, precisamente,
las pequeñas y medianas, qué se puede esperar de ellas?, ¿es aceptable que se
orienten en función de solo unas de ellas, por importantes que sean? Más próximo a
los alcances de este trabajo, y mientras vienen las necesarias reformas de mayor
fondo, es sensato plantear la pertinencia de una mayor orientación de los organismos
de promoción del desarrollo tecnológico, mediante las reestructuraciones que sean del
caso, hacia las regiones. En los últimos años se ha hecho evidente la estrecha y
positiva relación que puede llegar a existir entre el desarrollo de las regiones y el de las
PYMEs (o viceversa, según se quiera plantear).
Sin llegar a la candidez de suponer que modelos como los de los “distritos
italianos” o las experiencias coreana o india sean paradigmas a repetir mecánicamente,
sí podría indicarse que, siendo Colombia un país de ciudades, con siete áreas
metropolitanas principales e inmerso en derroteros de descentralización política,
administrativa y fiscal, bien podría tomar en cuenta la perspectiva regional de
desarrollo; con mayor razón en la actualidad cuando se ha puesto en marcha la Ley de
Desarrollo Territorial , mediante la cual se incorpora en los Planes de Ordenamiento
Territorial de los municipios, tanto el marco general propuesto por el Plan Nacional de
Desarrollo como, muy especialmente, las propuestas de desarrollo económico y social
que se propongan las administraciones municipales con el soporte de amplios
mecanismos de participación de la ciudadanía y líderes locales.
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Vale la pena resaltar que aunque esto último corresponde al ámbito local, al
observar la estructura “metropolizada” de la distribución urbana en Colombia, se tiene
que muy fácilmente, lo estrictamente local, deja de serlo para adquirir, por fuerza no
sólo de la cercanía entre municipios próximos, sino de la conveniencia en cuanto a
economías de escala para la inversión, facilidades de coordinación, el carácter de
asuntos con alcance regional.
Diversos autores, quienes han tratado el desarrollo de la PYME en una
perspectiva regional y dentro de un contexto de globalización económica, han
identificado el fundamento de su perspectiva con afirmaciones como las siguientes:
· De acuerdo con información del Banco Mundial (1996) del total de la producción
bruta mundial, formalmente contabilizada, en promedio sólo un 20% se comercializa
internacionalmente; es decir, el 80% restante corresponde a actividad en escenarios
nacionales, regionales o locales
· El competitivo ejercicio económico de las empresas en escenarios locales constituye
una antesala apropiada para abordar mercados internacionales. La inserción exitosa y
sostenida de las economías en el contexto internacional, generalmente ha estado
precedida de un significativo desarrollo de los mercados locales
· En los sistemas productivos regionales abundan las PYMES, las cuales si bien tienen
un impacto en los agregados económicos menos significativo que las grandes
empresas, son decisivas en la difusión territorial más equilibrada del crecimiento
económico y del progreso técnico.
· Enfatizar opciones de desarrollo a partir de la perspectiva regional no significa
rescatar caminos de autarquía económica o de aislacionismo; es decir, no se
contraponen con un escenario de internacionalización de las economías, ya que la
flexibilidad, adaptabilidad e innovación que esta demanda, encuentra un terreno más
propicio de creación y desarrollo en el escenario específicamente regional, el cual es
diferenciado, más puntual en sus alcances y de resultados más precisamente
determinables
· Las políticas generales, sean transversales o verticales, trazadas desde la
administración central, normalmente se suponen válidas para cualquier espacio
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geográfico y no suelen ser fruto de concertación con los autores, de acuerdo con sus
propias realidades, condiciones y posibilidades.
· El enfoque regional del desarrollo, basado en la PYME, no puede ser concebido
como traslado mecánico a las regiones de la forma centralista, general y sectorial de
hacer y ejecutar políticas; supone opciones mucho más complejas y orientadas a la
promoción del potencial de desarrollo endógeno; favorecer la creación de sinergias
regionales en materia de innovación; identificar adecuadamente oportunidades
competitivas en paralelo con opciones tecnológicas específicamente regionales; crear y
desarrollar en el entorno regional una oferta amplia, variada y calificada de servicios-
soporte de la producción; afianzar redes y modalidades de cooperación
interempresarial y de complementación institucional con el propósito de obtener un
ambiente altamente innovador, cuyo eje sean la mayoría de las empresas; es decir, las
PYMEs, todo ello en complemento de la administración central y en el marco de
políticas estratégicas de orden nacional que tengan visión y alcance internacional.
Puede notarse, entonces, cómo el desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa, al
adquirir un enfoque regional, se complementa con otros elementos del desarrollo como
el meso-económico, el fortalecimiento de capacidades de gestión, la concertación y el
robustecimiento de potencialidades económicas endógenas; es decir, cobra mayores
atributos para hacer de la PYME objeto de una política pública activa en materia de
desarrollo tecnológico.
Dentro de la estrategia de estímulo a la fortalecimiento de las capacidades regionales
público-privadas de formulación y ejecución de políticas y programas de desarrollo
tecnológico de las PYMEs cabe, entonces, un conjunto de instrumentos que se
enuncian en seguida.
1. Asistencia a las autoridades departamentales y municipales en la creación de
habilidades para la formulación y ejecución de políticas de desarrollo tecnológico y para
aumentar su comprensión sobre el valor estratégico de las PYMEs como motor de
desarrollo regional
2. Estímulo a la ejecución de proyectos productivos rentables entre la Universidad y
colectivos de PYMEs
3. Estímulo a la prestación de servicios tecnológicos por las Cámaras de Comercio
18

4. Fomento a la ejecución de programas locales de producción limpia entendidos como


enfoque en torno del cual se jalona el desarrollo tecnológico de las PYMEs
5. Rediseño institucional orientado a la mejorar gestión tecnológica.

APOYO A LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA

Según la fuente: CONICIT/caa. Fondo PROPYME cubrirá hasta un 80 % del


costo total de las necesidades planteadas Promover y mejorar la capacidad de gestión
y competitividad de la pequeña y mediana empresa, mediante la innovación y
desarrollo tecnológico es el objetivo primordial del nuevo Programa de Apoyo a la
Pequeña y Mediana Empresa (PROPYME) que auspicia el Ministerio de Ciencia y
Tecnología, bajo la administración del CONICIT. Este mecanismo financiero se dió
gracias a la publicación de la ley No. 8262 de “Fortalecimiento de las pequeñas y
medianas empresas”, que regula el PROPYME, publicada el 17 de mayo del 2002 El
financiamiento del PROPYME, que es no reembolsable, lo asignará la Comisión de
Incentivos, órgano adscrito al MICIT y que se rige de acuerdo con las políticas emitidas
por esa cartera y las disposiciones de la Ley No. 7169.
A las PYMES y sus agrupaciones, el Gobierno por medio de este financiamiento
les aportará un máximo del 80 por ciento del costo total de la solución a sus
necesidades, y el resto deberá ser aportado en forma de contrapartida. Los proyectos a
financiar serán todos aquellos que tengan que ver con el desarrollo tecnológico,
proyectos de patentes de invención, proyectos de transferencia tecnológica, proyectos
de desarrollo del potencial humano, proyectos de servicios tecnológicos y la
combinación o complemento de los tipos de proyecto anteriormente citados.
Los interesados en obtener mas información pueden revisar el documento “Guía
de Demanda (formato PDF) o la Oferta (formato PDF) de conocimientos y servicios
científicos y tecnológicos” o en el MICIT.

PROYECTOS QUE PUEDEN SER FINANCIADOS, PARA EL


DESARROLLO TECNOLOGICO.
19

En este sentido la fuente CONICIT/caa, detalla a continuación el tipo de


proyecto elegible para ser financiado con estos recursos, y dentro de cuyo ámbito
deben enmarcarse las demandas o necesidades de las pequeñas y medianas
empresas que se presenten:
a. Proyectos de desarrollo tecnológico, que comprende entre otros: investigación y
desarrollo de tecnologías de productos y procesos.
b. Proyectos de patentes de invención. Son el conjunto de actividades las cuales
buscan la protección de toda creación del intelecto humano capaz de ser aplicada en la
industria, que cumpla con los requisitos establecidos en las leyes y reglamentos de
patentes de invención.
c. Proyectos de transferencia tecnológica que comprende entre otras misiones
tecnológicas al exterior o al interior del país y contratación de asesorías tecnológicas
nacionales o internacionales.
d. Proyectos de desarrollo del potencial humano, que comprende entre otras
capacitación en tecnologías específicas mediante cursos y adiestramientos, así como
en gestión tecnológica, que contribuyan a mejorar los procesos de innovación y cambio
tecnológico de la empresa.
e. Proyectos de servicios tecnológicos: pruebas de laboratorio, metrología,
acreditación, certificación, normalización y calidad total, información y otros servicios
científicos y tecnológicos.
f. Combinación o complemento de los tipos de proyecto anteriormente citados.
La transferencia de conocimientos y de tecnologías al sector productivo es la meta de
la política para impulsar la investigación científica y del desarrollo tecnológico.
La política científica y para el desarrollo tecnológico atiende como prioridad la
formación de recursos humanos. Investigadores, profesores, académicos, directivos
empresariales, técnicos medios, empleados y obreros calificados para adecuarse a la
innovación. La transferencia de conocimientos y de tecnología tiene como objetivos:
Fortalecer la competitividad del sector productivo;
Mejorar la eficiencia de las estructuras económicas regionales;
Superar los retos ecológicos actuales;
Mejorar el entorno trabajo-individuo y
20

La creación de agencias para la transferencia de tecnología responde a la necesidad


de intensificar la colaboración entre las instituciones de enseñanza superior, los centros
de investigación científica y el sector empresarial

RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL.


Para Perdiguero (2003) define la Responsabilidad Social, también llamada
Responsabilidad Social Empresarial (RSE), es la contribución activa y voluntaria de las
empresas al mejoramiento social, económico y ambiental. Bajo este concepto de
administración y de manager se engloban un conjunto de prácticas, estrategias y
sistemas de gestión empresariales que persiguen un nuevo equilibrio entre las
dimensiones económica, social y ambiental.
Por otra parte Kotler (2005) define la responsabilidad social empresarial Como parte
de la RSC destaca el interés por la sostenibilidad. Además, caben en ella las prácticas
relacionadas con el buen gobierno de las compañías, como son: la democracia
corporativa las relaciones de poder al interior de la empresa); el espíritu de cooperación
de la empresa con sus clientes, proveedores, competidores, gobiernos; los
compromisos de transparencia que adquieren las empresas con la sociedad y que se
hacen efectivos a través de la rendición de cuentas en forma, normalmente, de
informes o memorias anuales verificables por organismos externos; la ciudadanía
corporativa entendida como los derechos y obligaciones de la empresa dentro de la
comunidad a la que pertenece.
Para Guedez (2006) el concepto de responsabilidad social: Hay que pensar en el
capital social, humano y el capital físico, pues los tres conforman un núcleo
concéntrico desde la perspectiva de la calidad de vida. El concepto de capital humano
procede de la necesidad de redimensionar el aporte del ser humano a los procesos de
productividad empresarial y de favorecer las dinámicas del desarrollo de los países.
Cuando el ser humano se concibe como un recurso humano, lo que se pretende es
objetivarlo para engañarlo dentro de los otros objetos que se acoplan en las tareas y
actividades de un mecanismo.
Se puede entender que la responsabilidad social empresaria es un recurso no es
más que una cosa que se suma al resto de las cosas que existen en el mundo. Por el
21

contrario cuando se recurre a la expresión Capital Humano, se piensa en el ser


humano como un potencial que desarrolla atributos a favor del desarrollo de otros seres
humanos. Las empresas han comenzado a adoptar la RSC no sólo como resultado de
presiones de los consumidores, los proveedores, la comunidad, las organizaciones de
activistas, los inversionistas, etc. (también llamados en conjunto stakeholders). La RSC
es también una actividad estratégica en la competencia comercial.
La empresa desempeña un papel muy importante en la vida de las personas no sólo
como generadora de empleo y de riqueza, sino como agente de desarrollo en las
comunidades en la que están insertas. Las grandes empresas son conscientes de ello
y aprovechan las expectativas que genera la RSC para obtener ventajas competitivas
(ayudan ayudándose). La filantropía corporativa ha dejado de ser una actividad
autónoma confiada a una fundación y cada vez más forma parte de las estrategias que
contribuyen a realizar el objeto social de la empresa.

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL COMO DESAFIO GERENCIAL


EN EL DESARROLLO EMPRESARIAL.

Guedez (2006) La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en las Pymes,


resurgió hace pocos años por las críticas a las empresas multinacionales en países en
desarrollo que tomaban personal, e incluso trabajo infantil, a muy bajos salarios o en
condiciones laborales indignas. Varias de estas multinacionales pertenecían al área
deportiva y algunas eran del sector agropecuario. Pero el tema renació por otros dos
motivos. En primer lugar, por el auge del consumo responsable (y la calidad) en los
países desarrollados y, por el otro, las crisis en varios países en desarrollo que
generaron, y generan, demandas de mayor RSE ante la sociedad. Ambos casos
determinaron un comportamiento distinto en las grandes empresas (sean estas
multinacionales o nacionales), que estableció una demanda importante sobre
protocolos, códigos de ética, certificaciones, etc.
Este comportamiento comienza a aparecer también en empresas medianas. Vistas
las causas del surgimiento, es fácil decir que las empresas necesitan mostrar una
nueva cara ante la sociedad (el ejemplo más claro es el Marketing con Causa, una
22

herramienta mediante la cual una empresa se compromete a colaborar con un proyecto


social a cambio de beneficios de imagen y por tanto económicos, o exclusivamente
sociales). Algunas lo venían haciendo y necesitan organizarlo, certificarlo y finalmente
mostrarlo; otras lo precisan hacer, ya sea por la competencia o por la demanda; y
finalmente otras lo están descubriendo. El resultado en cualquiera de los casos es, al
menos, alentador y debiera fomentarse

LA ÉTICA COMO HERRAMIENTA PARA EL LOGRO DEL DESARROLLO DE LA


RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LAS PYMES.

Para Porter (2006) La responsabilidad social corporativa (RSC) no se circunscribe


exclusivamente a las grandes empresas. El Club de Excelencia en Sostenibilidad, que
agrupa a 23 grandes empresas españolas, acaba de editar la Guía para la Implantación
de la Responsabilidad Corporativa en la Pyme, cuya principal novedad es un
cuestionario de autoevaluación de las prácticas de sostenibilidad.
La guía establece cinco aspectos básicos que se deben seguir para introducir la
metodología y trasladar el modelo de la RSC a las pymes, como buscar el compromiso
de la dirección, desarrollar un programa e indicadores específicos, realizar un
seguimiento, desarrollar una estrategia de comunicación elaborando informes de
responsabilidad corporativa, y revisar y mejorar el modelo continuamente.
El cuestionario de autoevaluación tiene por objeto facilitar a las empresas la
creación de una herramienta de seguimiento y análisis de su evolución, y que permite
conocer los puntos fuertes y débiles de la estrategia y elaborar un Plan de Mejora. La
responsabilidad social empresarial en Adecco no es una herramienta de márketing,
sino una forma de comportarnos desde que la empresa se adhirió al Global Compact
en el año 2003. Ese mismo año una sombra de fraude en materia de responsabilidad
social y buen gobierno cubrió a la compañía debido al retraso de la presentación de las
cuentas de resultados, y al contexto empresarial que se estaba viviendo en ese
momento.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en las Pymes, resurgió hace pocos
años por las críticas a las empresas multinacionales en países en desarrollo que
23

tomaban personal, e incluso trabajo infantil, a muy bajos salarios o en condiciones


laborales indignas. Varias de estas multinacionales pertenecían al área deportiva y
algunas eran del sector agropecuario. Pero el tema renació por otros dos motivos. En
primer lugar, por el auge del consumo responsable (y la calidad) en los países
desarrollados y, por el otro, las crisis en varios países en desarrollo que generaron, y
generan, demandas de mayor RSE ante la sociedad. Ambos casos determinaron un
comportamiento distinto en las grandes empresas (sean estas multinacionales o
nacionales), que estableció una demanda importante sobre protocolos, códigos de
ética, certificaciones, etc.
Este comportamiento comienza a aparecer también en empresas medianas. Vistas
las causas del surgimiento, es fácil decir que las empresas necesitan mostrar una
nueva cara ante la sociedad (el ejemplo más claro es el Marketing con Causa, una
herramienta mediante la cual una empresa se compromete a colaborar con un proyecto
social a cambio de beneficios de imagen y por tanto económicos, o exclusivamente
sociales). Algunas lo venían haciendo y necesitan organizarlo, certificarlo y finalmente
mostrarlo; otras lo precisan hacer, ya sea por la competencia o por la demanda; y
finalmente otras lo están descubriendo. El resultado en cualquiera de los casos es, al
menos, alentador y debiera fomentarse.
Futuros ejemplos se dan en dos ámbitos diferentes: la exigencia y la necesidad
creciente de protocolos de Comercio Justo o Alternativo (Fair Trade) para los pequeños
productores y, por otro lado, estándares sobre Responsabilidad Social Empresaria
(como, por ejemplo, SA 8000, Global Report Initiative, Balance Social, AA1000, etc.)
para los medianos y grandes, e incluso fondos de inversión éticos y solidarios. Una
mención especial merece el Pacto Global de la ONU, una iniciativa voluntaria, no
auditable ni certificable, en la cual se encuentra una gran mayoría de pequeñas y
medianas empresas.
Toda empresa debe considerar fundamental la práctica de actividades de
responsabilidad social empresarial, ya que su ejercicio origina no sólo beneficios
concretos en sus públicos, sino que fortalece el nombre de la organización, genera
confianza, promueve sus valores y finalmente repercute en el éxito de su actividad
comercial" afirma Luis Páez - Pumar gerente General de Avon Venezuela, quien indica
24

que, en el caso de AVON, la responsabilidad social es parte integral de su misión y


visión corporativas.
Guédez (2006) define la responsabilidad social como "un conjunto de iniciativas que
pone en práctica una empresa, dirigidas a mejorar su entorno social, logrando ir más
allá de la producción de bienes y servicios y la creación de empleo, para tratar de
construir y fortalecer vínculos más estrechos con la sociedad". De igual manera,  indica
que el realizar un aporte a la comunidad implica, además de cumplir con su misión
corporativa, un efecto inmediato en la credibilidad de la marca, lo que genera confianza
por parte del público, el cual percibe por parte de la organización un apoyo que
trasciende la simple comercialización de productos. "Además nuestros empleados
sienten una mayor satisfacción y orgullo, al saber que forman parte de una empresa
que se preocupa por los problemas sociales que afectan su entorno" .
En referencia el sr Kotler, Philip (2005) "La difusión de este tipo de actividades es
fundamental para promover los valores de una empresa, motiva a otras compañías a
tomar conciencia acerca del rol que deben asumir, y contribuye con el mejoramiento de
la calidad de vida de su entorno" explica Guédez (2006) quien comenta que "la
divulgación de nuestra Cruzada Contra el Cáncer de Mama contribuye a educar a la
comunidad sobre la importancia de atacar esta enfermedad desde su fase inicial".
Medir el impacto de las iniciativas de responsabilidad social de las empresas es algo
fundamental para Páez-Pumar, quien afirma que "esta medición permite dimensionar la
efectividad de los esfuerzos, para hacer más eficiente la inversión social, generando el
mayor bienestar posible". De acuerdo coneste ejecutivo, es importante hacer énfasis en
la sinergia que debe existir entre un plan para solucionar los problemas de la
comunidad desarrollado por el gobierno; y las empresas, las cuales deben aportar un
plan estructurado en pro de la sociedad, con el objetivo de lograr de manera conjunta,
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

LA GESTION TECNOLOGICA COMO FUENTE DE VENTAJAS COMPETITIVAS.

Para Morea (1997) La gestión tecnológica es de gran relevancia para todo individuo
y se extiende al ámbito empresarial.  En cada decisión que se tome, estará inmiscuido
algo de gestión tecnológica y responsabilidad social.  Trátese de negociaciones con
25

proveedores o con el sindicato, de contrataciones o despidos de empleados, de


asignación de responsabilidades o de lanzar una promoción. Actualmente, cuando
existen más organizaciones que pugnan por la transparencia y con de las nuevas
tecnología y responsabilidad social como herramienta de democratización y
movilización social, las empresas tienen como uno de sus crecimientos tecnológico
corporativa.  Y es que como dice Rinnov Kan, director de uno de los grupos financiero
más importantes de Holanda, "Sin valores sólidos estamos coqueteando con el
desastre. Con valores sólidos, podemos enfrentar a los mercados internacionales." 
Pero, sin duda, hay quienes ponen por encima de la ética y los valores los resultados
financieros, pero no se dan cuenta que la ética corporativa puede ser una fuente de
ventajas competitivas, ya que por medio de ella se pueden atraer clientes y personal de
primer nivel.  
A través de la gestión tecnológica se puede acabar con prácticas corruptas que
destruyen valor y dañan la economía y la sociedad, si ponderamos más la cultura
organizacional, con valores comunes (más que códigos o reglas) que sirvan como
sendero de los individuos que conforman las organizaciones podríamos dar mayores
componentes éticos a una empresa. 
Si nos basamos en que el capital humano es uno de los mayores activos
empresariales, si no el mayor, y tomamos conciencia que estas personas valen por sí
mismas, que se les debe respetar y que no se les puede tratar como un medio sino
como un fin, habremos dado el primer paso para fundamentar éticamente las
instituciones.  Una organización que viva según los cinco valores básicos: igualdad,
libertad, dialogo, respeto y solidaridad estará mejor preparada para el futuro.

RASGOS TECNOLOGICOS DE LA NUEVA CULTURA EMPRESARIAL.


En este sentido Ybarra (2002) El sistema para la gestión tecnologica debe formar
parte del sistema de gestión de la empresa. Gestionar una empresa bajo criterios éticos
implica en un primer estadio medir la capacidad humana de la propia empresa.
Empresarios participativos: construcción de proyectos de empresa, en los que la cultura
se sustituye a la racionalidad tecnocrática , al diseño cualitativo, a la eficacia inmediata,
la adhesión a la coerción, y la dinámica común y la movilización individual dependen de
26

la participación de todos en el proyecto de la empresa y del esclarecimiento de los


valores comunes.
Empresa de excelencia: proceso en el que se reemplaza la coerción burocrática por
los ideales compartidos. No bastan las transformaciones técnicas, ni las promociones
internas, sino que implica un cambio de las mentalidades, modificar la relación del
individuo consigo mismo y con el grupo, producir asalariados creativos, capaces de
adaptarse y comunicarse. Partiendo de estas concepciones, las claves de la nueva
racionalidad son: autoridad disciplinaria; enriquecimiento de responsabilidades,
delegación de poderes y desburocratización; actitud de escucha y diálogo; medidas de
redistribución de beneficios, políticas de formación permanente del personal;
empresarios participativos y horizontales.
Capacidad creativa: la finalidad real de la empresa consiste en innovar y crear
riquezas.
Responsabilidad por el futuro: la necesidad de la gestión a largo plazo obliga a
reconciliar el beneficio y el tiempo.
Capacidad comunicativa: toda organización precisa una legitimación social, que se "se
vende" comunicativamente. El respeto a las normas morales es también un imperativo
de relación pública, ya que es preciso crear un entorno afectivo.
Identificación de los individuos y de las empresas: inserción de los individuos en grupo
y desarrollo del sentido de pertenencia.
Personalización de la empresa y generación de un capital de simpatía: sintonía con los
consumidores, que les lleva a preferir esa determinada empresa y sus productos.
Cultura de la comunicación: la moral impulsa la creatividad de los especialistas de la
comunicación y funciona como un útil de diferenciación y personalización de la
empresa.
Cultura de la confianza: las imágenes de eficiencia han sido sustituidas por la confianza
entre la empresa y el público, por ejemplo la imagen de responsabilidad social y
ecológica de la empresa, con la que se trata de establecer un lazo de confianza entre la
empresa y el público.
Cultura empresarial: implica compartir creencias que despiertan en las persona no solo
como cosa moral, de un marco deontológico que ofrece por su cumplimiento ninguna
27

recompensa a cambio, sino una moral de rentabilidad. La moral entendida de un


peculiar modo, es económicamente rentable, porque cualquier empresa para sobrevivir,
ha de disponer hoy de un sólido grupo de creencias sobre las que asentar su política y
sus acciones. Es decir la cultura empresarial similar a la médica o ecológica configura
formas de vida peculiares, cada vez menos opcionales para quien tenga afán de
sobrevivir y triunfar.
REFLEXIÓN SOBRE LA APLICACIÓN DE LA GESTIÓN TECNOLÓGICA EN LA
PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA

Reflexión que se debe tener presente a la hora de aplicar gestion tecnologica


empresarial en la pequeña y mediana empresa, la cual no han podido poner en práctica
como procedimiento de evaluación de las características de una empresa con la
innovación tecnologica y la transferencia de tecnología como proyecto de empresa.
La cultura empresarial contribuye a crear un determinado ambiente humano dentro
de la propia empresa, en las familias de sus trabajadores, en su sector y en último
término, influye en toda la sociedad donde la responsabilidad social unida con la
tecnología incide en las relaciones empresariales y, a través de ellas, en los
resultados, asimismo la ética incide en las relaciones empresariales y, a través de ellas,
en los resultados. La alta dirección empresarial ha de fomentar y facilitar que los
valores asumidos e integrados en los códigos éticos se cumplan y la empresa debe ser
leal y transparente con sus clientes, manteniendo su honradez desde el inicio de las
relaciones empresariales.
Las relaciones con los proveedores, deben aplicarse de forma rigurosa en aspectos
claves de la gestión tecnológica con desarrollo de la responsabilidad social empresarial
, que debe incluir el respeto por la legalidad y el respeto por el medio ambiente (en el
caso cubano, constitucional e inversionista). Las relaciones con el personal propio se
basan en el respeto de los derechos fundamentales. La garantía de todos los derechos
se traduce en la identificación por parten de cada trabajador con los objetivos generales
de la empresa y las relaciones con el entorno social, la empresa ha de propiciar la total
garantía, credibilidad, confianza y respeto por el medio ambiente y su entorno social, su
28

imagen va ligada a las acciones que de ellos se derivan y su impacto social que se
aprecia en su entorno.
Asimismo los accionistas deben recibir la información veraz y en tiempo real de la
situación financiera de la empresa. Así como compromiso de establecer vías de
comunicación que permitan la fluidez para intercambiar información, nuevos proyectos
que con la gestión ética con la competencia implica buscar relaciones basadas en el
libre mercado, sobre la base de un valor central, el respeto de la empresa a de ofrecer
cuentas claras y satisfacer las solicitudes de información independiente del nivel de
funcionamiento del que proceda.
También se debe aplicar instrumentos de valoración de gestión ética, que sean
audítales y mostrables por terceras personas, es dar el primer paso para fomentar lo
que realmente todos los sujetos implicados en el desarrollo social requieren: el convivir
y trabajar en dónde los derechos fundamentales sean respetados por todos. La gestión
ética de la comunidad empresarial por la responsabilidad, la calidad, el cuidado del
entorno y la transparencia llevan a la empresa a insertar valores a su gestión.
La sociedad informatizada está exigiendo a las pequeñas y medianas empresa,
que el comportamiento de las empresas y organizaciones integre inteligencia y
sensibilidad, ciencia y conciencia y desarrollo y respeto. La gestión de toda empresa
debe estar amparada por la base de todo código ético, que es el respeto por los
derechos fundamentales, ya que la empresa la personifican hombres en cada área de
gestión. Pero empíricamente podríamos preguntar ¿cómo podemos medir la ética en
las empresas? En el plano académico existen concepciones diferentes.
La gestión ética va inherente a la gestión por valores, institucionalizada a través de
medios tales como: Declaración de valores corporativos ,Códigos de conducta
empresarial ,Balance social, Mención del cumplimiento de códigos éticos en informes
anuales, Comités de ética, Programas de formación en ética empresarial y Figuras
como el "Defensor del cliente", "Defensor del inversionista" etc. Garantizando los
derechos y obligaciones de los sujetos.
En la búsqueda que las pequeñas y medianas empresas, se perfilen al éxito en la
implementación de la ética empresarial o todos los niveles para convertir sus empresas
en vitales, se propone poner en cuenta lo siguiente. Estamos viviendo tiempos de
29

globalización que han hecho que las organizaciones sean más planas, más
descentralizadas y con empleados más autónomos y con mayor poder de decisión, por
esto se hace necesario que las relaciones no sólo al interior de las empresas sino entre
empresas y demás organizaciones, se basen en los cinco valores arriba mencionados,
lo cual generará mejores patrones de conducta y permitirá generar valor.
1. Vivir de acuerdo con los cinco valores fundamentales
2. Una cultura organizacional con valores comunes para sus miembros 
3. Luchar por alcanzar la satisfacción de todos los agentes involucrados en la empresa:
accionistas, directivos, empleados, proveedores y clientes
4. Asumir la responsabilidad social por sus actuaciones
5. Pesa más el contrato moral entre la empresa y sus integrantes y asociados que el
mero contrato legal
Cuando se logran incorporar estos componentes básicos se llega a generar
mayor valor económico, ya que las relaciones, no sólo laborales, sino entre proveedor y
empresa, cliente y empresa, etc., mejorarán y el tiempo y los recursos que se invertían
en mejorar las ineficiencias que se presentaban en dichas relaciones, podrá ser
invertido en aquellos aspectos que lo demanden. La ética suele mejorar el
funcionamiento de la empresa mediante varias vías:
Reduce los conflictos de los miembros que la forman.
Mejora la imagen exterior de si misma.
Supone un componente esencial del concepto de "calidad total", tan importante hoy
día.
Lo cierto es que poco a poco la empresa ha ido comprendiéndose a sí misma como
una organización, como un grupo humano orientado por unos valores, cohesionado por
una cultura organizativa, dispuesto a satisfacer necesidades y a obtener por ello un
beneficio, pero también dispuesto a asumir responsabilidades con el entorno. De esta
suerte se va progresivamente entendiendo a la empresa como una institución social a
la que se pueden exigir ciertos comportamientos y responsabilidades.
Todos estos planteamientos proceden de la transformación acaecida en el seno de
las propias empresas y en las prácticas empresariales, lo que las ha hecho evolucionar
como espacios éticos. En consecuencia, podemos afirmar que para la gestión
30

empresarial es fundamental el comportamiento ético y ello se refleja en una estrategia


de gestión que se plantea metas, procedimientos y resultados no sólo económicos, sino
también sociales y medioambientales. Y llegados a este punto, es importante aludir a la
ley y al cumplimiento de legalidad, así como a su relación con la ética.

APORTE DEL PORQUE SE DEBE APLICAR LA GESTIÓN TECNOLÓGICA EN


LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA.
Es conocido que cuando se vive dentro de una determinada situación, de una
configuración cultural, de un paradigma, casi no se acierta a pensar que las cosas
podrían ser de otro modo. Y, sin embargo, basta contar con una experiencia de diez,
veinte o más años para poder asegurar que las cosas sí han sido de otro modo. Uno
mismo lo ha visto. Esa reflexión, que puede aplicarse a casi todo, viene bien para
pensar en la valoración que, desde la recuperación económica de los ochenta, se hace
de la libre empresa.
No fue así antes, desde hacía tiempo, salvo en algunos países, como los Estados
Unidos, que mantuvieron la visión “liberal” (en sentido europeo) de la economía, cuyo
gestión tecnológica va directamente con el desarrollo de la responsabilidad social
empresarial. Como resulta muy conocido, la depresión de los años treinta,
prácticamente mundial, fue la ocasión para que el Estado interviniera más activamente
en la gestión tecnológica con responsabilidad social.
En realidad, la tendencia venía de antes, de la primera guerra mundial: una
economía de guerra es, inevitablemente, una economía intervencionista. La
recuperación económica, los prósperos años cincuenta y sesenta, fueron
consecuencia, sobre todo, de esos ánimos que suelen darse en las épocas de
reconstrucción. La empresa funcionó activamente, pero los Gobiernos que en esos
años empezaban la construcción general del Estado del Bienestar mantenían una voz
si no dominante, sí decisiva. Por otro lado, la larga moda izquierdista-marxista, obligaba
a hacer un solo paquete con el capitalismo, la economía de mercado y la libre iniciativa
y a someterlos a una común denigración. Una cosa es la ideología y otra la práctica.
Con independencia de las modas, las empresas siguieron funcionando, aunque
vergonzantemente desde el punto de vista de las ideas de moda. Hasta que llegaron
31

los críticos años setenta. Entonces se supo que, a la hora de la verdad, ni las
ideologías aseguraban mucho ni el Estado del Bienestar era una construcción
solidísima. Y cuando la crisis fue remontada por una mezcla de trabajo, de inteligencia
y de azar, se vio muy claro que la empresa tenía que trabajar al máximo si se deseaba
crear riqueza. Verdades tan evidentes como que el Estado no produce sino que gasta
afloraron a la conciencia general.
En cualquier caso, a partir de los ochenta, también en Europa occidental la libre
empresa se prestigia ampliamente. Y, si faltara algo, desde 1985, las aperturas más o
menos tímidas que se registran en los países comunistas, de forma clamorosa en
1989, van, aunque lentísimamente, hacia una desestatalización de la economía.
Resurge una vez más el liberalismo, que se llama, también una vez más,
neoliberalismo. Varios países ponen en práctica audaces políticas de privatización, con
desigual fortuna. En cualquier caso, está de moda lo libre, lo personal, lo privado. Se va
al consumo sin ningún prejuicio.
Los hombres de empresas famosos son más célebres que cualquier celebridad,
cosa que no se había registrado desde hacía más de setenta u ochenta años. En fin,
aumenta en todas partes la demanda de conocimiento y de información económicos.

RECOMENDACIONES.

Tan importante o quizá más que el rediseño institucional de las entidades


públicas de desarrollo tecnológico, es elevar la competitividad de sus funcionarios; sus
capacidades para la comprensión del entorno, para la gestión por proyectos, su
disposición para el “servicio al cliente”, su permanente actualización, sus habilidades
“hacia el trabajo de campo” y sus aptitudes para actuar como verdaderos facilitadotes y
promotores del desarrollo empresarial.
Promover el establecimiento de un Proyecto Piloto en materia de intercambio de
experiencias sobre vinculación Academia-Empresa y mecanismos para incentivar la
transferencia tecnológica a la MPME, de acuerdo a la estrategia de desarrollo regional
y para mejorar las cadenas productivas del sector industrial.
32

Dicho Proyecto Piloto aportará beneficios que deberán compartir las instituciones de
educación superior y la PPME de México y Alemania, por lo que las metas que deberán
plantearse podrían ser:
Fortalecimiento de la red de transferencia tecnológica a la MPME para mejorar la
calidad de los insumos que se suministran a las grandes empresas alemanas con sede
en México y propiciar el flujo de inversión con contenido tecnológico en cadenas de
producción que beneficie a la PME alemana en sus esfuerzos por diversificar
producción y/o mercados.
En el marco de los convenios que han suscrito diversas instituciones de
educación tecnológica superior se podría, así mismo promover la implantación de
proyectos pilotos para promover la vinculación Academia-Empresa y la transferencia
tecnológica a la PME de las regiones a las que pertenezcan dichas instituciones, con el
marco de la responsabilidad social empresarial.
Promover una reunión para el intercambio de experiencias entre especialistas de
dependencias e instituciones de los países que tengan una estrecha relación con el
diseño de la estrategia de fomento a las actividades de vinculación.
Promover la comercialización internacional de tecnologías desarrolladas en
instituciones de aplicación de la responsabilidad empresarial de excelencia en
investigación y desarrollo (Centros SEP-CONACYT) con la finalidad de incentivar la
participación de la MPNE en actividades de innovación y en colaboración con los
investigadores.
REFLEXIÓN FÍNAL.

El controvertido mundo empresarial, ha tenido grandes cambios desde la década


del dos mil, especialmente por el fenómeno de la Globalización que ha impulsado
grandemente la apertura mundial a los mercados. Muchas compañías han obtenido
grandiosas utilidades, mediante fusiones millonarias, lo que a su vez, ha afectado
radicalmente a otras empresas, especialmente medianas y pequeñas, que han
sucumbido, así como, a miles de trabajadores que en el mundo entero han quedado
desempleados. Asimismo, han ocurrido grandes desastres medioambientales, sociales,
financieros y económicos, provocados por algunas compañías inescrupulosas, que
33

cegadas por la ambición, han traspasado con creces la línea de los valores éticos, para
alcanzar ganancias estratosféricas.
En el mundo desarrollado, la discusión pública acerca de las responsabilidades
empresariales, está en debate plenamente. Incluso se ha implementado normativas
legales especialmente en torno a los temas medioambientales- e iniciativas voluntarias,
como el Pacto Global, impulsado por las Naciones Unidas. En América Latina, en
general y en Venezuela en particular, la discusión es aún incipiente. Sin embargo, ya
se deja notar, puesto que se están desarrollando debates y encuentros, seminarios y
mesas redondas en torno a la RSE, entre representantes gubernamentales, de los
empresarios y la sociedad civil, en general.
Las causas del problema presente a estudiar es que en las empresas mediana y
pequeña, consideran que la responsabilidad social es un gasto de inversión, el cual no
se recupera y que afectan la utilidad y finanzas de la empresa.
También se tiene como causa el hecho de que los empresarios ven la pequeña y
mediana empresa como una organización que se mide por el balance de resultado
económico, para poder saber la situación de la empresa, sin considerar el capital
humano o gestión humano con que cuenta la empresa, asimismo tampoco se mide el
impacto en el medio ambiente de las actividades de la empresa.
Las empresas no deben ser valoradas únicamente en términos económicos, sino
también en términos sociales y medioambientales, comienza a generalizarse la
convicción de que la valoración de las empresas debe incluir estas tres dimensiones, la
transformación de las empresas participantes en empresas ciudadanas, con la doble
finalidad de asegurar la maximización de sus resultados en términos de rentabilidad,
crecimiento, perdurabilidad y prestigio, y contribuir a superar la crisis de valores que
afecta el país, con la consiguiente disminución de los efectos económicos y sociales
inherentes a ella.
Estas causas traen como consecuencia en la pequeña y mediana empresa la
perdida de prestigio y legitimidad social, perdida de confianza al interior de la
organización, la alineación del ser humano en el trabajo, el resquebramiento del clima y
las relaciones laborales, afecta el espíritu de cooperación y compromiso, se incrementa
la resistencia al cambio y a la innovación, así como la perdida de productividad y como
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resultado de todo lo anterior, deterioro de la capacidad de crecimiento y de los


resultados operativo y financieros de la pequeña y mediana empresa.

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