El puerperio

El puerperio es el período de cambios fisiológicos que sufre una mujer tras el parto,
caracterizado por transformaciones progresivas de orden anatómico y funcional. Las
evoluciones del puerperio pueden tener una duración variable sin embargo se han fijado 60
días importantes dentro de los cuales los órganos y sistemas maternos deben involucionar a
las condiciones pregestacionales. Clínicamente este se divide en tres grandes etapas:
Puerperio inmediato, puerperio temprano y puerperio tardío y a su vez se clasifican según
el tipo de evolución en puerperio fisiológico y puerperio patológico.
Se le denomina puerperio fisiológico a la evolución normal de la mujer donde la cual
presenta signos de peligro; por otro lado la evolución del puerperio patológico se aleja de
los parámetros normales. Por lo tanto es necesario mantener una vigilancia estricta dentro
de las primeras 24hrs posteriores al parto considerando que cualquier enfermedad aguda,
crónica, infecciosa o degenerativa pueden provocar una evolución patológica ocasionando
sangrado anormal, fetidez, fiebre o dolor en bajo vientre, lo que permitirá prevenir futuras
complicaciones.
La primera de las tres grandes etapas es conocida como puerperio inmediato y comprende
del periodo transcurrido dentro de las primeras 24 horas después del alumbramiento. Las
puérperas suelen presentar los siguientes síntomas: sensaciones de alivio y bienestar, dolor
en la cara anterior e interna de los muslos a causa de la fatiga muscular, sensación de
quemadura a nivel de la vulva y escalofríos. En cuanto a los signos es importante valorar
el globo de seguridad de Pinard ya que es un índice de una adecuada hemostasia y se
produce después de que la placenta se evacua completamente permitiendo que la matriz
reduzca su actividad disminuyendo la actividad de las contracciones uterinas.