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Cómo elegir un ERP en cinco pasos

Tabla de contenidos
• 1. Involucre a sus colaboradores
• 2. Defina qué se quiere lograr a través de un ERP
• 3. Escalabilidad
• 4. Elija un aliado de negocios, no una marca
• 5. Planee los tiempos de implementación
• Preguntas claves para elegir ERP

Elegir un ERP siempre fue una tarea compleja, pero en el pasado lo fue
aún más. Hace más de 20 años que estoy dentro de la Industria de
las Tecnologías de Información y puedo afirmar que los empresarios
perciben al ERP como una solución compleja y difícil de implementar,
pero son conscientes de su funcionalidad en una empresa y,
posiblemente, su subsistencia. Lo que logra que me pregunte:

1. ¿Conviene o no implementar y elegir un ERP?


2. ¿De qué depende su éxito?
3. ¿Cómo devolver al ERP la confianza que los directivos y gerentes
solían tenerle?

En el siguiente video podremos ver 7 formas de implementar un ERP.


Esta información luego puede ser útil para el proceso de selección de
un sistema de gestión.

El Sistema de Planeación Gerencial (ERP) no siempre fue lo que hoy


en realidad es. Comenzó siendo necesitado para administrar de
manera más eficiente las áreas claves de una empresa (contabilidad,
facturación, ventas, compras y costos) a partir de módulos; pero no se
podía aprovechar las funciones completamente sino de una manera
parcial ya que dichos módulos no estaban integrados.

Con lo ya sucedido, se seguía buscando facilitar la comunicación entre


las áreas de negocio y para ello, las desarrolladoras lograron la
integración de sus componentes. Si bien es cierto que con este cambio
vino el crecimiento de la funcionalidad del ERP, también lo volvió más
robusto, tardado y costoso de implementar. Esto, a la vez, lo ubicó
exclusivamente en la mira de los grandes corporativos.

De acuerdo con estudio realizado por Harvard Business Review, las


empresas que llegan a elegir un ERP y lo adquieren, tienen una
reducción de pérdidas y mermas del 10 %; pero quienes lo eligieron
correctamente, tienen una reducción hasta del 35 % en promedio. En
ese sentido, los tomadores de decisiones al estar conscientes de este
hecho, es natural que deban optar por elegir un ERP e implementarlo
de una manera más controlada y efectiva que permita aumentar su
tasa de éxito. El primer paso para alcanzar una implementación
exitosa es elegir un ERP sabiamente. Se puede decir que para una
buena elección se requieren cinco pasos:

1. Involucre a sus colaboradores


Si se acordó la necesidad de un ERP, lo ideal es involucrar a las
personas que se verán impactadas directamente con la decisión, tales
como:

• Usuarios finales.
• Personal de sistemas responsable de la administración del sistema.
• Gerentes y directivos.

2. Defina qué se quiere lograr a través


de un ERP
Cuál es el fin de implementar y elegir un ERP, qué es lo que se puede
facilitar, buscar los beneficios que vendrían con ello. Bajo esta idea, se
debe definir el esquema de implementación, las prioridades, impacto
al negocio y beneficios probables, así como considerar qué áreas se
verán impactadas con la decisión. A partir de la automatización, los
procesos clave para el negocio que se beneficiarán serán:

• Ventas.
• Compras.
• Inventarios.
• Finanzas y Contabilidad.
• Nómina.
• Producción.

3. Escalabilidad
Elegir un ERP que pueda cubrir las necesidades actuales del negocio y
a la vez cuente con la capacidad de evolucionar en el futuro a la par del
negocio, es vital. Por eso, antes de tomar una decisión es de suma
importancia considerar la escalabilidad de la solución en dos planos:

• Horizontal: con módulos o funcionalidades a implementar cuando


el modelo de gestión evolucione.
• Vertical: que soporte el crecimiento transaccional si el negocio
crece.

No perdamos de vista que la elección de un ERP significa vivir con el


de cinco a 10 años el día a día de la organización, por lo tanto es
recomendable escoger una solución que sea actualizable y escalable.

4. Elija un aliado de negocios, no una


marca
La selección del proveedor de software de gestión empresarial es lo
más importante. Se debería elegir a quien comercialice un software de
calidad con la escalabilidad necesaria y que cuente con ese grado de
flexibilidad que requieren los cambios en el modelo de negocio
conforme crece. También hay que considerar:

• La cantidad y calidad de clientes e implementaciones hechas.


• Si la empresa realiza actualizaciones frecuentes, entonces habla
bien del proveedor ya que significa que lleva a cabo mejoras en sus
productos y está al pendiente de sus clientes.
• Disponibilidad de recursos capacitados tanto para la
implementación como para el soporte técnico posterior.
• Presencia local.

Si le interesa obtener una recomendación sobre qué proveedor


ERP es apto para su empresa, le recomendamos ingresar a
nuestro recomendador Saturn, donde luego de un simple proceso,
recibirá un informe personalizado con los resultados obtenidos.

5. Planee los tiempos de


implementación
Finalmente, es importante tener presente que todo proyecto lleva su
tiempo. A lo largo de todos estos años, he detectado que para que un
ERP sea implementado de manera correcta y exitosa, se debe
considerar en la planeación:

• El uso de los recursos internos, su disponibilidad, experiencia y


conocimiento porque de estos dependerá la duración y éxito del
proyecto de implementación.
• La adherencia a los procesos estándares de la solución porque de
esta depende el nivel de adecuaciones y/o desarrollos que se
deberán realizar.
• La calidad de los datos y procesos de negocio existentes.
• La cultura de la empresa respecto a la tecnología y su adopción.
• El tiempo de implementación puede variar de 2 meses hasta 2 años
dependiendo de los factores antes mencionados.

Preguntas claves para elegir ERP


Una de cada diez implementaciones de ERP, fracasa. Y en muchos
casos, la causa es una mala elección del sistema ERP que se desea
implementar.

Una mala elección de la solución de gestión de recursos empresariales


puede provocar otros perjuicios graves para la empresa. Los más
habituales, según el estudio de la consultora Panorama, son retrasos
en la implementación (61%), sobrecostos (53%) e incapacidad de hacer
realidad las ventajas de un ERP (30%).

Para evitar este tipo de riesgos, a continuación encontrarás las


preguntas básicas que debes hacerte al escoger el ERP que
implementarás en tu empresa.

¿Realmente necesitas un ERP?


Antes de embarcarte en esta aventura, reflexiona sobre las
necesidades de tu empresa para determinar si un software de gestión
empresarial las puede resolver. La falta de control sobre el negocio, la
dificultad para obtener una visión global de la actividad, la existencia
de «silos» de información dentro de la estructura o la imposibilidad de
acceder a información actualizada son algunas de las señales de que
necesitas un ERP.

¿Cuál es tu sector de actividad?


Esta pregunta resulta fundamental para decidir si es mejor que escojas
un ERP vertical o un ERP horizontal. Actualmente, existen sistemas de
gestión empresarial especializados en muchos sectores como logística,
gestorías, construcción, etc. Si encuentras uno para tu actividad,
puede suponer una garantía de que se ajustará bien a tus necesidades.

¿Cuál es el tamaño de tu empresa?


Los primeros ERP eran sistemas muy complejos y carísimos que solo
estaban al alcance de los gobiernos y las grandes multinacionales.
Afortunadamente, hoy en día existen muchos software de gestión para
pymes, pero conviene tener en cuenta la dimensión de tu organización
para escoger una solución que se adapte a tus necesidades. Del mismo
modo, debes anticiparte al futuro e intentar prever cuáles serán los
requerimientos de tu negocio en unos años y si el ERP que elijas
seguirá satisfaciéndolos.

¿Cuántos empleados usarán la solución?


No es lo mismo un ERP para 20 usuarios, que se puede gestionar con
un pequeño servidor o en la nube, que una solución para 500 usuarios,
la cual necesita una infraestructura tecnológica mucho más compleja.
Aunque cada licencia de usuario tiene un costo, piensa que los
beneficios de un ERP sólo se materializan si lo usa todo el mundo en la
empresa. Además, debes tener en cuenta si los usuarios se encuentran
en las mismas oficinas, dispersos en delegaciones o necesitan acceder
desde dispositivos móviles.

¿Qué módulos te hacen falta?


Adicionalmente al número de empleados que lo usarán, es
conveniente determinar qué áreas del negocio trabajarán con el ERP
para escoger el sistema de gestión empresarial más adecuado. La
mayoría de los ERP incluyen los módulos más básicos como finanzas,
producción, inventario, RR.HH., ventas, etc. Pero dado que lo ideal es
que toda la gestión del negocio se haga con el ERP, debes asegurarte
de que incluya otros módulos que puedes necesitar como marketing,
análisis del negocio, gestión de proyectos, etc.

¿De qué presupuesto dispones?


Tener claro el presupuesto disponible te ayudará a tomar decisiones
importantes, como por ejemplo, si debes elegir un ERP industrializado
o a medida. No es una cuestión menor, porque un ERP
«industrializado» resulta más económico pero menos flexible,
mientras que un ERP de desarrollo propio ofrece personalización,
aunque a un mayor coste.

¿Qué plazo tienes para implantar el ERP?


Teniendo en cuenta que solo el 34% de las implementaciones de ERP
se terminan en el tiempo previsto, conviene ser precavido. En este
sentido, un ERP industrializado ahorra tiempo frente a un desarrollo a
medida. Pero además de la rapidez de la implementación, también
conviene valorar el tiempo y costo que tendrá ampliar el ERP en el
futuro, cuando las necesidades del negocio cambien.
¿Con qué recursos cuentas para mantenerlo?
Si cuentas con un departamento de Tecnologías de la Información
amplio, puedes permitirte el lujo de escoger un ERP a medida o más
complejo, aunque requiera la intervención periódica de tus empleados
para su actualización y mantenimiento. Si no es así, lo mejor es optar
por un ERP industrializado que esté bien probado y a poder ser alojado
en la nube… ¡o acabarás pagando una fortuna en consultoría y
mantenimiento externo!

Finalmente, como el software ERP es una solución con un costo


considerable, es deseable que tu empresa lo utilice durante mucho
tiempo para amortizarlo. Por lo tanto, debes tener muy presentes las
principales tendencias de futuro de los ERP para asegurarte de que la
solución que elijas seguirá siendo útil en los años venideros. De lo
contrario, puedes encontrarte con la desagradable «sorpresa» de que,
una vez finalice el largo proceso de implementación… ¡tu ERP ya está
obsoleto!

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