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La situación de las lenguas originarias en Argentina

Para realizar la siguiente actividad vamos a leer una noticia

Noticia: Diario Perfil 27-08-2016 LENGUAS ORIGINARIAS AMENAZADAS POR LA DESIGUALDAD SOCIAL

https://www.perfil.com/noticias/elobservador/lenguas-originarias-amenazadas-por-la-desigualdadsocial.phtml

Afectados por la discriminación, más de un millón de argentinos, miembros de las comunidades indígenas, van
perdiendo el contacto con su idioma nativo. Un proceso que necesita políticas activas para revertirse. En el censo de
2010 apareció una cuestión que se visibilizó aún más durante el acampe qom en la última etapa del gobierno de
Cristina Fernández: la discriminación sobre los pueblos originarios, además de la obvia injusticia que conlleva, implica
una pérdida cultural enorme. La de las lenguas (y, por tanto, con la pérdida del idioma, el ocultamiento de una
tradición, de cosmovisiones), que están en riesgo.

“Cada vez menos gente habla las lenguas originarias –explica Raúl Ruidíaz, presidente del Inai (Instituto Nacional de
Asuntos Indígenas)–. Hay lenguas que se están perdiendo. Hoy tenemos registrados unos 33 pueblos indígenas. Cada
vez hay menos gente que habla el idioma. No hay que olvidar que es un colectivo que estuvo discriminado por
muchísimos años y que negaban su condición de pueblo originario.

En el censo de 2010 se preguntó la cuestión: y el 24% de la población manifestó pertenecer a alguna de estas
comunidades. Lo que implica casi un millón de habitantes. Lo cierto es que podría haber sido mucho más, porque
pese a los avances mucha gente negaba su condición. Y niegan su idioma, lo van perdiendo. Hacia el futuro, al ver
que tienen derecho y que son escuchados, al aparecer la ley de tierras, el Instituto, la ley de educación bilingüe,
empieza a abrirse un nuevo escenario. Si hoy hiciéramos un censo, se le agregaría mucha más gente. Con sólo tomar
la evolución de la población, ya estamos pensando en 1,2 millones de personas”.

De tobas a qom, de matacos a wichis. Los que estudiaron en la escuela hace años, aun los chicos del Chaco o de
Formosa, ni siquiera recibían en su educación en castellano el nombre que su propio pueblo se daba para sí. Lo que
aprendimos como toba son los qom y lo que aprendimos como mataco es wichí, la lengua más hablada entre las
originales en nuestro país. Para Cristina Sánchez, fundadora y presidenta honoraria de la Fundación Corriente Cálida
Humanística, “la ley tiene un muy buen enfoque. Ofrecer a las comunidades aborígenes una educación que
contribuya a preservar y fortalecer sus pautas culturales, lengua, cosmovisión e identidad étnica, pero también
brinde herramientas para que puedan integrarse al mundo multicultural, es el camino correcto”.

Pero la implementación de la ley implica la necesidad de dar ciertos pasos. “La formación docente también es una
instancia fundamental ya que educar en este contexto cultural distinto resulta imposible para un maestro que
desconoce las pautas culturales del aborigen, por eso con frecuencia se cae en la castellanización, y eso desencadena
en la pérdida de sus orígenes. Se necesita mucha experiencia y capacitación para abordar el desafío de educar a una
comunidad originaria desde esta perspectiva integradora, con un soporte bilingüe que permita conservar su
identidad cultural y lingüística al mismo tiempo que se facilitan herramientas de integración”.

Obviamente no todas las realidades son iguales, la ubicación también determina realidades diferentes. Para Ruidíaz:
“Solamente el 33% de la población indígena vive en su tierra. El resto se mudó a la ciudad, allí es mucho más difícil
conservar el lenguaje”. En la gente que se quedó en los territorios, esta situación es diferente.

Pedro Rey, representante de la comunidad wichí de Tres Pozos en El Impenetrable chaqueño, lo explica: “La lengua
nos identifica, es la representación máxima de nuestra cultura y queremos conservarla”. Y enfatiza: “Es clave para
nosotros que se cumpla la Ley de Educación Bilingüe. Estamos hace tiempo peleando para que eso ocurra. Hoy por
hoy, sólo está vigente en la primaria, entonces los chicos al iniciar la secundaria la van olvidando porque nunca
llegan a aprenderla y dominarla bien. Pueden hablar, pero no escribir, y así se esfuma”.

Dificultades. El presidente del Inai señala que hasta en materia de lenguas originarias hubo tutores. Pero los
docentes hablaban en castellano. Y que recién ahora, en Tartagal, egresó la primera generación de maestros
completamente bilingües. Rey dice que la pérdida se hace más fuerte en los adolescentes: “El principal obstáculo es
el incumplimiento de la ley en nuestra escuela secundaria en Tres Pozos. Creemos que más que un obstáculo es una
discriminación que enmascara una clara intención de que nuestra cultura muera. Tenemos maestros bilingües que
podrían dar las clases, pero no se los incluye en el plan de estudios. Ellos quieren que nuestros chicos aprendan sólo
español e inglés y lo terminan logrando. Hoy por hoy muchos jóvenes no saben escribir en su lengua nativa”.

Sánchez lo explica: “Es una culturización, no una educación. Entonces allí los más chiquitos de a poco terminan
despojándose de sus orígenes porque desde la enseñanza en sí no se le da lugar para que profundicen en ella, la
incorporen y valoren. Hay una escuela en Tres Pozos, por ejemplo, donde pusieron los sanitarios dentro del edificio,
cuando ellos están acostumbrados a tenerlos afuera, y eso es no respetar la cultura aborigen. El año pasado
finalmente tuvieron que corregir ese error edilicio y cultural”. “A medida que se alejan de su tierra, hay mucha gente
que, por una cuestión de aceptación y reconocimiento, por mucho tiempo prefirió decir que era salteño a que era
wichí”, dice Ruidíaz.

Mapuches y wichТs. La mayor población es la del pueblo mapuche, unas 200 mil personas. Sin embargo, es entre los
wichís, según informa Unicef, donde la lengua originaria se mantiene más. Cristina Sánchez dice que “en Mallín
Ahogado, donde trabajamos con mapuches, a la escuela van casi todos chicos de esa condición y casi no hay criollos.
En el caso de los wichís de Tres Pozos, si bien el veinte por ciento es criollo, el problema es que hay pocos chicos
aborígenes que estudian”.

Actividades:

a) ¿Cuál es la situación de las lenguas de los pueblos originarios en Argentina? ¿Por qué se puede afirmar que están
en una situación de desigualdad?

b) ¿Cuáles es la dificultad que atraviesan nos niños wichi en relación a la posibilidad de hablar su lengua?

c) ¿Por qué es importante el mantenimiento de las lenguas originarias?

e) Revisa las actividades realizadas en los trabajos prácticos anteriores. ¿Qué derechos que ven vulnerados?

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