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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS


DIRECCIÓN DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLOGICAS
CÁTEDRA: DERECHO PENAL SUPERIOR I

VALIDEZ PERSONAL DE LA LEY PENAL

Docente Autores:
Abg. Luis Monzón Zurita Tibisay González O. V-13.904.830
María Loreto V-10.077.243
Mariana Salazar V-12.197.709
Anabella Licona V-14.122.774
Yenglys J. Moreno C. V-14.446.018
Caracas, Julio del 2.022

VALIDEZ PERSONAL DE LA LEY PENAL

Los ámbitos de validez personal de la norma penal es un tema que


determina los alcances y límites de la ley penal, lo primero que hay que
determinar es cuál norma jurídica penal es aplicable. Esto hacer referencia a
los que se conoce como “ámbito material de validez”. Una vez determinada
la norma, se debe precisar desde qué momento y hasta cuándo está vigente
la norma, esto implica lo que se conoce como “ámbito temporal de validez”.

El ámbito personal de validez tiene por objetivo determinar la


persona a quién va dirigida; por supuesto, parte del principio de igualdad de
todos los hombres frente a la ley. De esto se infiere, que este ámbito de
validez nos dice, que las leyes se aplican sin distinción a todas las personas,
capaces de ser sujetos de derechos y obligaciones, y la pena es dada en
relación al delito cometido.

La validez personal, no es más que la aplicación de la Ley Penal,


la cual se aplica indistintamente a todo individuo que cometa un delito o una
falta en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, como se
encuentra establecido en el Código Penal Venezolano, en su Artículo 3, así
como también se encuentra consagrado en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en su Artículo N° 21, que establece el principio de
igualdad de todos los ciudadanos, lo que impide establecer discriminaciones
entre los individuos que puedan sustraerlos de la aplicación en nuestro caso.
Los ámbitos de validez de la norma hay sido una directriz que sirve
de criterio para clasificar las normas jurídicas, en el caso del ámbito personal
de validez, las normas jurídicas se clasificarán de la manera siguiente:

a) Generales o Abstractas: Regulan los comportamientos a que se


refieren los elementos de su supuesto de hecho. Pueden ser: *De Derecho
General o Común, por ejemplo: La Constitución, Códigos *De Derecho
Especial, por ejemplo: la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito.

b) Individualizadas: Carecen de generalidad, se refieren a casos


concretos, por ejemplo: la sentencia, contratos, entre otros.

Sin embargo, en nuestro ordenamiento, como en la mayoría de las


legislaciones, se establecen algunas excepciones, para ciertas personas, en
razón de las funciones públicas que desempeñan; esto se refiere a las
personas que son destinatarias de la ley penal. La regla general que aplica a
estos casos está prevista en el artículo 21 CRBV, el cual señala que todas
las personas son iguales ante la ley, y en consecuencia no se admiten
discriminaciones de ningún tipo.

En términos más simples, la ley se aplica a todos los ciudadanos


por igual, sin importar edad, sexo, raza, etc. De este modo la ley penal se
aplica a cualquiera que haya cometido un delito, sin importar nada. Sin
embargo, se establecen ciertas excepciones:

Diputados: Los diputados gozan de inmunidad en el ejercicio de


sus funciones, según lo establecido en el art. 200 CRBV. El porqué de esto
es que estos puedan ejercer libremente sus funciones y emitir sus opiniones
sin ningún tipo de temor o coerción. Si un diputado llegase a cometer un
delito se requiere un procedimiento especial para levantar la inmunidad
parlamentaria (a los venezolanos les sonará muy familiar), aunque dicho
procedimiento suele ser largo y sinuoso a diferencia de lo que se observa en
la práctica.

Diversa es el alcance de la inmunidad, que es considerada relativa


y temporal, por lo cual hasta tanto no sea revocada, los parlamentarios no
pueden ser de ninguna forma coartados en el ejercicio de sus funciones; no
pueden ser apresados, salvo en caso de flagrancia, lo cual no excluye
expresamente el antejuicio de la inmunidad o la función parlamentaria, ni se
puede entender que sea la justificación para levantar o cesar
automáticamente el privilegio; no pueden ser objeto de registro o de
requisas; no pueden ser sometidos a proceso penal, si antes no se cumplen
dos pasos esenciales como son: primeramente que el Tribunal Supremo de
Justicia declare por sentencia de la Sala Plena, que hay mérito para ello; y
segundo que es un aspecto fundamental, que la Asamblea Nacional, autorice
el enjuiciamiento por la mayoría simple de sus integrantes, situación que
eventualmente pudiera no hacer por razones de orden político.

Particularmente, los delitos de vilipendio y todos los llamados


“delitos de desacato”, están proscritos de la legislación penal internacional.
Sin embargo, en Venezuela y en otros países, estos delitos son conservados
por la legislación penal a pesar del criterio internacional, ello derivado a la
desactualización del bloque jurídico penal o a intereses de orden político.

El Defensor del Pueblo: El artículo 282 de la Constitución de la


República, le acuerda el goce de inmunidad en el ejercicio de sus funciones.
Al igual que para los diputados de la Asamblea Nacional, esta inmunidad es
temporal y limitada al período de ejercicio de su cargo. No puede ser
sometido a juicio penal por hechos que no guarden relación con sus
funciones, si previamente el Tribunal Supremo de Justicia no declara la
existencia de méritos, correspondiendo a esta máxima instancia el
conocimiento de la causa.

Los Jefes de Estado extranjeros: Otra excepción de la aplicación


de la ley penal en Venezuela, es el caso de Jefes de Estado extranjeros, que
se encuentre en el territorio de la República, por reconocimiento a la
soberanía del Estado que representa.

El ordenamiento jurídico venezolano consagra o acuerda ciertas


prerrogativas, que no constituyen realmente excepciones al principio de
igualdad de la ley penal que no sustraen absolutamente a estas personas de
su aplicación pero si le dan privilegios o tratamiento especial, cumpliendo
determinados requisitos. La excepción a esta regla la encontramos en otro
tratado internacional como lo es el Estatuto de Roma de la Corte penal
internacional, que es ley interna por imperio de la ratificación hecha por
Venezuela. En este caso, cuando la Corte Penal Internacional, emita una
orden de entrega de un Jefe de Estado o algún funcionario extranjero que se
encuentre de paso en el país, el gobierno venezolano estaría obligado a
producir la aprehensión y eventual entrega del funcionario a la justicia
internacional.

Inmunidad Diplomática: Los embajadores o jefes de misiones


extranjeras o figuras similares no pueden ser juzgados en el territorio
nacional mientras detenten esos cargos, sin embargo, si pudieran ser
expulsados del país como persona no grata.

La inmunidad de los diplomáticos extranjeros acreditados en


Venezuela: Se consagra la inviolabilidad en sus personas, residencias
particulares y oficiales, bienes y documentos, y la inmunidad de la
jurisdicción civil administrativa y penal del Estado receptor, lo que no los
exime de la jurisdicción del Estado acreditante, ello de acuerdo a lo
establecido en la Ley aprobatoria de la Convención de Viena sobre
relaciones Diplomáticas de l961. Conforme el artículo 31, de la convención
internacional, el agente diplomático gozará de inmunidad de la jurisdicción
penal del Estado receptor, en consecuencia no estará obligado a testificar y
su persona es inviolable. El artículo 29, ejusdem advierte que el diplomático
no puede ser objeto de ninguna forma de detención o arresto. El Estado
receptor le tratará con el debido respeto y adoptará todas las medidas
adecuadas para impedir cualquier atentado contra su persona, su libertad o
su dignidad.

Los miembros de la familia de un agente diplomático, siempre que


no sean nacionales del Estado receptor, gozarán de la misma inmunidad
diplomática de acuerdo al artículo 37 del ya mencionado tratado
internacional, y también están protegidos por la inmunidad de jurisdicción,
que estaría limitada al ejercicio de sus funciones, los miembros del personal
administrativo y técnico de las misiones diplomáticas. El Estado acreditante
puede renunciar expresamente a la inmunidad de jurisdicción de sus agentes
diplomáticos, de acuerdo con lo establecido en el artículo 32, del Tratado,
siendo la forma de enjuiciar a estas personas por el Estado venezolano.

De igual forma, los locales de la misión diplomática son inviolables,


las autoridades venezolanas, como Estado receptor no podrán penetrar en
ellos sin consentimiento del jefe de la misión. Los locales de la misión, no
podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de
ejecución, así como su mobiliario, archivos o medios de transportes, que
deberán ser protegidos contra todo ataque o intrusión, de acuerdo a lo
expresamente dispuesto en el artículo 22 de la Convención de Viena sobre
relaciones Diplomáticas. También están protegidas por esta inviolabilidad las
viviendas de los agentes diplomáticos. Esta inviolabilidad se extiende a su
residencia particular, sus documentos, su correspondencia y sus bienes, que
sólo excepcionalmente podrán ser embargados, (Art. 30).

Los Funcionarios Consulares: En relación a la inmunidad con


que cuentan los funcionarios consulares en Venezuela, existen ciertas
prerrogativas, consagradas en la Ley Aprobatoria de la Convención de
Viena sobre relaciones consulares de l963, que prevé la inmunidad de estos
funcionarios, es así como el artículo 43 de ya mencionado instrumento
normativo, consagra la denominada “Inmunidad de Jurisdicción”, que
resguarda a los funcionarios consulares y los empleados consulares,
señalando que en materia penal no estarán sometidos a la jurisdicción de las
autoridades judiciales y administrativas del Estado receptor por los actos
ejecutados en el ejercicio de las funciones consulares. Es por ello, que en
caso de iniciarse un procedimiento penal en contra del cónsul o de algún
funcionario consular, si el delito no es grave, el funcionario no podrá ser
detenido preventivamente, ni sometido a ninguna limitación de su libertad, sin
la previa autorización del Estado que le envía. En caso de delito grave, opera
las mismas condiciones de los funcionarios consulares, en cuyo caso el
Estado al cual pertenece el funcionario consular puede renunciar, a la
inmunidad del funcionario y en este caso se procedería con su
enjuiciamiento.

La igualdad es el trato idéntico que un organismo, estado, empresa,


asociación, grupo o individuo le brinda a las personas sin que medie ningún
tipo de reparo por la raza, sexo, clase social u otra circunstancia plausible de
diferencia o para hacerlo más práctico, es la ausencia de cualquier tipo de
discriminación. El principio de igualdad frente a la ley penal, Derecho
humano por el cual todas las personas deben ser tratadas de la misma
forma, sin distinciones o favoritismos, implica fundamentalmente que el
Estado trate a todos sus ciudadanos de la misma forma, sin privilegios y sin
discriminaciones. Todo proceso judicial debe ser justo, razonable, confiable y
estar rodeado de un mínimo de garantías constitucionales y procesales que
eviten la lesión a los derechos materiales de los ciudadanos, y ello es por lo
que la ley le da facilidad a las partes para que puedan actuar debidamente
asistidos o representados en el proceso, y así evitar se le viole su dignidad y
derechos. Art. 21 C.R.B.V.

La igualdad ante la ley es un principio jurídico (principio de


isonomia) también recogido en el Art. 7 de la Declaración de los Derechos
Humanos (DUDH), que reconoce que todas las personas deben ser tratadas
de igual forma por la ley, si no existe una justificación fundada y razonable. A
supuestos de hechos iguales han de serles aplicadas unas consecuencias
iguales también. Son las excepciones al principio de igualdad; No se admitirá
discriminación motivada por origen étnico o nacional, género, edad,
discapacidad, condición social, condición de salud, religión, opinión,
preferencia sexual, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad
humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y las
libertades. Estos derechos humanos son un importante punto de partida para
toda sociedad democrática.

El Presidente de la República y otros altos funcionarios, gozan de


prerrogativas de acuerdo a lo establecido en el artículo 232 de la
Constitución de la República, que señala: “el Presidente o Presidenta de la
República es responsable de sus actos y del cumplimiento de las
obligaciones inherentes a su cargo”. Por tanto, no goza de exención alguna
en relación a la aplicación de la ley penal sustantiva. Sin embargo, de
acuerdo al artículo 266, numeral 2 de la misma Carta Fundamental,
corresponde al Tribunal Supremo de Justicia declarar si hay o no méritos
para su enjuiciamiento y, en caso afirmativo, conocerá de la causa el propio
Tribunal Supremo, previa autorización de la Asamblea Nacional, hasta la
sentencia definitiva.

Asimismo, en lo que respecta al Vicepresidente de la República, a


los integrantes de la Asamblea Nacional, a los Magistrados del Tribunal
Supremo de Justicia, a los Ministros, al Procurador General, al Fiscal
General, al Contralor General, al Defensor del Pueblo, a los Gobernadores, a
los Oficiales Generales y Almirantes de las Fuerzas Armadas y a los Jefes de
misiones diplomáticas, corresponde al Tribunal Supremo de Justicia declarar
si hay o no méritos para su enjuiciamiento y en caso afirmativo, remitirá los
autos al Fiscal General de la República o a quien haga sus veces, si fuese el
caso, y seguirá conociendo, hasta sentencia definitiva si se trata de un delito
común (artículo 266, numeral 3, ejusdem).

En relación a este procedimiento especial, se debe tener en cuenta


lo previsto en los artículos 376 y siguiente del Código Orgánico Procesal
Penal y otras leyes especiales. A los efectos del enjuiciamiento se requiere la
previa querella del Fiscal General de la República y la realización del
antejuicio de mérito ante el Tribunal Supremo de Justicia. Si se declara que
hay mérito seguirá conociendo hasta sentencia definitiva el Tribunal Supremo
de Justicia como juez natural, de acuerdo a lo expresamente señalado en el
artículo 266 de la Constitución de la Republica. En relación a este
procedimiento especial, se debe tener en cuenta lo previsto en los artículos
376 y siguiente del Código Orgánico Procesal Penal y otras leyes especiales.
A los efectos del enjuiciamiento se requiere la previa querella del Fiscal
General de la República y la realización del antejuicio de mérito ante el
Tribunal Supremo de Justicia. Si se declara que hay mérito seguirá
conociendo hasta sentencia definitiva el Tribunal Supremo de Justicia como
juez natural, de acuerdo a lo expresamente señalado en el artículo 266 de la
Constitución de la Republica.
BIBLIOGRAFIA

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