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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS


DIRECCIÓN DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLÓGICAS
CÁTEDRA: CRIMINOLOGÍA

INSEGURIDAD Y REPRESIÓN

Docente Autores:
Abg. Kelly Bolaños Tibisay González O. V-13.904.830
Yenglys J. Moreno C. V-14.446.018
José R. Pérez A. V-16.523.136

Caracas, noviembre del 2.022


INSEGURIDAD Y REPRESIÓN

Inseguridad

La Inseguridad es una emoción que requiere una base cognitiva y un


juicio axiológico en el sentido de que se debe considerar que lo temido es algo
peligroso o amenazante por ciertas razones. Se define como un sentimiento al
respecto, Stanko considera que “representa el sentimiento individual de
peligro, por haber sido maltratados físicamente o por violencia criminal”, es
decir, lo remite a una experiencia relacionada con el delito.

Las principales causas de la inseguridad en son la pobreza, la


desigualdad, el desempleo y la falta de oportunidades de estudio. Destacan
las malas compañías, el trabajo inadecuado, el deambular callejero y la
desocupación como factores secundarios que, aunque no son determinantes,
pueden provocar la delincuencia y por ende la inseguridad.

En Venezuela la violencia es un fenómeno generalizado. En


particular, la tasa de homicidios en el país se encuentra entre las más altas del
mundo. En el 2019, la tasa estimada de homicidios fue de 60,3 por cada 100
000 habitantes (Insight Crime, 2019).

La inseguridad ciudadana es uno de los temas de profunda


preocupación social: robos, secuestros, atracos, muertes entre otros.

La principal educación nace y se desarrolla en el hogar; la familia es


el principal entorno social del niño y su punto de referencia en su desarrollo
como persona, y el lugar donde aprendemos los valores, que en algunos
tiempos nos enseñaron y que ahora se han ido perdiendo poco a poco.
En el hogar, es donde ha de empezar la educación de los hijos, allí
es donde deben aprender las lecciones que han de guiarlos a través de la vida:
lecciones de respeto, obediencia etc. Los padres y las madres han recibido la
responsabilidad de moldear la mente de sus hijos, hay un dicho popular que
dice: “árbol que crece torcido, su tronco nunca endereza”, a estos árboles
tiernos han de formarse con cariño, amor; el amor es un fuego que mantiene
encendido el hogar, si se apaga, se crean pequeños conflictos familiares.

La falta de valores son los principales causantes de la inseguridad


ciudadana; el hombre de hoy presenta un gran vacío de valores; los cambios
sociales y económicos, los conflictos en la familia, el abandono, presencia de
niños y jóvenes a altas horas de la noche, uso del alcohol y droga, índice de
desempleo, ambientes familiares deteriorados, la falta de oportunidades
laborales, la presión de los padres hacia los hijos para que aporten dinero,
maltrato que viven en los hogares, desintegración familiar, la deserción, niños
jóvenes y adolescentes fuera del sistema educativo, considerado un factor de
riesgo que incrementa la posibilidad de que los jóvenes se involucren en
ambientes violentos, muchos jóvenes se consideran incapaces de adaptarse
al medio ambiente social por cual toman la decisión como alternativa,
uniéndose más tarde a esas estructuras.

Los conflictos en familia, donde predomina el dinero y el amor a los


bienes materiales, motivo por el cual se produce distanciamiento en los
núcleos familiares, es otra de las causas; esta situación trae como
consecuencia el descarrilamiento de los jóvenes, sin ningún tipo de protección,
orientación y los más importante la falta de amor. Es en el hogar donde se
debe dar las bases principales para crear el sentido de responsabilidad y
afianzar los valores, para que el día de mañana sean personas de bien.
La Instituciones Educativas cumplen el rol importante en la
prevención del fenómeno, al estar obligados a fortalecer una formación integral
en los niños, jóvenes y adolescentes. Es allí donde los niños y jóvenes tienen
la mayor oportunidad de socialización; tienen la capacidad de enfocar sus
enseñanzas a través de actividades formativas, líneas de acción para prevenir
y controlar la inseguridad en comunidades pobres y vulnerables.

Represión

El término represión (del latín repressĭo, -ōnis) alude a la acción y


efecto de reprimir (contener, refrenar, templar o moderar). Tiene dos
utilizaciones: en contextos políticos y sociales y en contextos psicoanalíticos
(y por extensión, a partir de ellos, los relativos a la sexualidad). Ambos implican
la pretensión de impedir un comportamiento, o de castigarlo una vez
producido, y sus conceptos opuestos son los de libertad y tolerancia. En
ambos, la represión se ejerce desde algún ámbito de poder, bien público o
bien íntimo.

La Represión desde el derecho: Tanto los organismos oficiales como


las normas establecen la potestad del estado para reprimir el delito. Así se
establece, por ejemplo, en el Libro Tercero del Código Penal Venezolano en
referencia a las Faltas en General, Título I, De las faltas contra el orden público
CAPITULO I De la desobediencia a la autoridad, articulo 485 al 489.

Desde el enfoque de la seguridad-justicia, la represión es una


función que tienen las fuerzas de seguridad o policiales, es legítima cuando se
da en el marco de sus funciones establecidas por el marco jurídico. En
ocasiones, se distorsiona el término por considerar a la represión como algo
ilegal, cuando esto no es así ya que está establecido en las propias normas
como es el Código Penal.
La represión política es aquella que se ejerce desde el poder político,
con la pretensión de castigar con violencia la disensión respecto al mismo y
que supone, en general, la negación de los derechos civiles y la libertad política

La represión en el psicoanálisis, referida al proceso por el que un


impulso o idea considerado inaceptable por la sociedad o el individuo se
mantiene en el inconsciente.

La represión es uno de los conceptos centrales del psicoanálisis y


designa el mecanismo o proceso psíquico del cual se sirve un sujeto para
rechazar representaciones, ideas, pensamientos, recuerdos o deseos y
mantenerlos en el inconsciente. De acuerdo con la teoría de Sigmund Freud,
los contenidos rechazados, lejos de ser destruidos u olvidados definitivamente
por la represión, al hallarse ligados a la pulsión mantienen su efectividad
psíquica desde el inconsciente. Lo reprimido constituye para Freud el
componente central del inconsciente. Como decía Freud: "Lo reprimido se
sintomatiza".

El concepto de represión, si bien no fue definido originalmente por


Freud (en el siglo xix ya había sido utilizado por Johann Friedrich Herbart así
como también por Theodor Meynert) es Freud quien logra describirlo como
mecanismo esencial de la escisión originaria entre los sistemas consciente e
inconsciente en el aparato psíquico. El concepto ha sido adoptado por distintas
escuelas y orientaciones del psicoanálisis con diversos matices, así como
también por otras teorías psicológicas, las que utilizan el término con una
definición a veces muy diversa.

Para Freud la represión opera porque la satisfacción directa de la


moción pulsional, que en realidad está destinada a causar placer, podría
causar displacer por entrar en disonancia con las exigencias provenientes de
otras estructuras psíquicas o que llegan directo desde el exterior.
La Represión Democrática

La represión no se planifica con anticipación, que se realiza solo


como respuesta de los gobiernos a las manifestaciones de grupos ciudadanos
que, desde su perspectiva, son poco convenientes para la tranquilidad social,
que implican algún nivel de violencia (rompiendo vidrios, quemando carros,
etc.) o que rayan en la ilegalidad (abriendo el paso en carreteras de cuota).
Sin embargo, debe tenerse muy en cuenta que la sociedad o el grupo de
ciudadanos que se manifiestan lo hacen porque fueron previamente
violentados sus derechos y no se hace evidente que esta violación, de la cual
fueron objeto, es cotidiana, histórica, grave, y porque proviene de un sistema
de gobierno que por estructura genera discriminación y desigualdad. No se
suele reflexionar que los grupos deben manifestarse públicamente porque ante
la violación de sus derechos no cuentan con mecanismos o espacios reales y
eficientes para atender su indignación, su búsqueda de justicia y resarcir el
daño ocasionado por las políticas o acciones que mantienen cotidianamente
esas violaciones. Vivimos en un sistema que tolera violaciones a los derechos,
que no tiene espacios eficientes de atención de conflictos, que lanza a la calle
a los grupos para reclamar.

La Solución para la represión es crear cultura de paz que consiste


en una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la
violencia y previenen los conflictos, solucionando los problemas mediante el
diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones.

Desde el punto de vista criminológico la reacción social ante la


represión podemos entender que no es más que las respuestas formales e
informales de la población hacia las conductas delictivas o inaceptables en un
territorio y un momento determinado.
La política criminal consiste en todas aquellas estrategias,
instrumentos y acciones por parte del Estado tendientes a controlar y prevenir
delitos en cuanto a las conductas criminales, lo cual debe existir voluntad
política a través de las instituciones y llevar a cabo programas de prevención
del delito y acciones de campo para conocer los fenómenos delictivos y
atender el origen y las causas con el objeto de erradicar y así evitar que ciertos
delitos aumenten.

Es una labor del estado la prevención del delito para hacer frente a
la criminalidad que aqueja a la sociedad, y por desgracia se ha privilegiado la
represión, y por tal motivo el Estado no ha tomado su responsabilidad ni sus
operadores y agentes.

Sin duda alguna la política criminal va apegado con el derecho penal


(tiene por objeto establecer las conductas prohibidas u ordenadas por la
sociedad a través del legislador y la ley para conservar el orden social como
control social formal) y la criminología estudia al delincuente y cómo se
desarrolla el fenómeno delictivo en la sociedad, por tal motivo dicha política se
abastece de investigaciones y estudios de la familia, sociedad y delincuente
con programas preventivos tendentes de la proliferación de ciertos delitos.

El control social formal le corresponde al sistema de justicia penal y


el contrato informal le compete a la sociedad, como por ejemplo el deporte,
cultura, recreación, salud entre otros son parte del bienestar social.
Indudablemente un pueblo que vive en una crisis económica es generadora
de una causa directa del aumento de la delincuencia.

El Estado debe desarrollar estrategias para atender y atacar los altos


índices delictivos que aquejan a la nación y sociedad, a través y mediante
directrices de política criminal de acuerdo a los fenómenos y causas con el
objeto de prevenir, enfrentar y controlar la criminalidad.
La represión del Estado siempre es política, la seguridad ciudadana
solo sirve como excusa para ello. Esta represión se distribuye socialmente de
manera diferenciada: en los barrios pobres es ilimitada y letal, mientras que en
las manifestaciones depende de quiénes protesten. Cuando los pobres son los
que se movilizan la represión es mayor, como se pudo observar con las
protestas de finales de enero del año pasado, con un saldo aproximado de 50
personas fallecidas en menos de dos semanas. En contraste, cuando son
jóvenes de las capas medias o estudiantes universitarios quienes salen a la
calle, la violencia institucional generalmente se expresa de formas menos
letales, como detenciones arbitrarias, torturas, allanamientos masivos ilegales,
procesamientos de civiles en jurisdicción militar, etc.

En términos estrictamente discursivos, la política criminal durante


este periodo parece haberse disuelto en la política social. Esta fue una de las
grandes advertencias del criminólogo crítico Alessandro Baratta: una política
de seguridad debe estar integrada a una política social general que la abarque.
Una política de seguridad sin una política social general que le sirva de marco
no tiene sentido. La política social no debe ser confundida con la política de
seguridad; mucho menos debe «criminalizarse» la política social utilizando
lógicas securitarias para elaborarla. Este es un error común y muy seductor
para enfoques pretendidamente progresistas.

Los derechos humanos en Venezuela están garantizados en la


Constitución de 1999. La Defensoría del Pueblo es una de las instancias del
Poder Ciudadano en Venezuela que tiene como finalidad la promoción,
vigilancia y defensa de los Derechos Humanos (DDHH) en el país. Dentro de
las violaciones mas comunes se tiene:

 Libertad de expresión y de prensa


 Uso excesivo de la fuerza
 Tortura
 Detenciones arbitrarias
 Violación al debido proceso
 Represión selectiva y persecución por motivos políticos
 Ejecuciones extrajudiciales
 Acceso a la justicia

Dentro de nuestros principios constitucionales esta proteger a la


ciudadanía, garantizar el cumplimiento de la Ley y resguardar a la población
que ejerce sus derechos a manifestar públicamente. Este deber se enfatiza y
es especial en lo que respecta a niños, niñas y adolescentes, con quienes
corresponde extremar las precauciones y medidas para garantizarles
seguridad, protección y el cumplimiento de todos sus derechos, de acuerdo
con los principios de interés superior y prioridad absoluta contemplados no
solo en la Convención, sino en la CRBV (art. 78) y la Lopnna (Art. 7 y 8).

Los cuerpos policiales y militares no tienen competencia legal ni


ninguna norma les faculta para usar en contra de la población las armas que
el Estado les entrega para garantizar la vida y la seguridad de la ciudadanía.
BIBLIOGRAFÍA

Ávila, K. (2019). Uso de la fuerza y derecho a la vida en Venezuela.


Provea.
https://www.academia.edu/38929072/Uso_de_la_fuerza_p%C3%BAblica_y_
derecho_a_la_vida_en_Venezuela

Ávila, K., Gonzáles, E., Jiménez, C., & Gonzáles, L. (2019). Visión
panorámica del sistema policial en Venezuela 2000-2018. Acceso a la Justicia.

Código Orgánico Procesal Penal. (2001)

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (1999)

Decreto con Fuerza de Ley de Coordinación de Seguridad


Ciudadana. (2001)

Decreto con Fuerza de Ley de los órganos de Investigaciones


Científicas, Penales y Criminalísticas. (2001)

Humans Right Watch-HRW. (2019). Country chapters: Venezuela.


Hrw.org. https://www.hrw.org/world-report/2019/country-chapters/venezuela

Insight Crime. (2019). InSight crime’s 2019 homicide round-up.


Insightcrime.org. https://www.insightcrime.org/news/analysis/insight-crime-
2019-homicide-round-up/

Ley de Policía de Investigaciones Penales. (1998)

Seguridad y Desarrollo. Seminario de Seguridad y Defensa.


Cuaderno N° 2. Universidad de Carabobo. Facultad de Derecho.

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