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INICIA ACCIÓN DE AMPARO

DIRIGIDO AL SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA DE MISIONES.

PRESIDENTE.

DRA. ROSANNA PÍA VENCHIARUTTI SARTORI

S/D

Da Rosa Jorge Alberto DNI: 40.343.212, mayor y capaz,


dependiente del tribunal penal N° II de posadas misiones, interno alojado en la
UPIII de Eldorado misiones, expongo y digo.

I- OBJETO

Por el presente, vengo por derecho propio inicia ACCIÓN


DE AMPARO en función del (arts. 43 de la Constitución nacional, 18 de la
Constitución provincial, arts. 405 y siguientes del Código de Procedimiento
Penal de la Nación).

II- Admisibilidad.

Los artículos 43 C.N. (en consonancia con su artículo 75


inc. 22, relacionado con los arts. 7.6 C.A.D.) y 18 de la Provincial otorgan al
hábeas corpus el rango de un instrumento de control de constitucionalidad,
consagrando a esta acción como una “garantía constitucional” contra toda
lesión, restricción, alteración o amenaza contra la libertad física y aun cuando
el acto cuestionado provenga del poder judicial ("contra todo acto u omisión
de autoridades públicas" dice el art. 43 CN -primer párrafo- sin practicar
distinción alguna; tampoco lo hace la Carta Magna provincial).

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Si bien es conocida la doctrina relativa a que el hábeas
corpus no autoriza en principio a sustituir a los jueces naturales de la causa,
cabe al respecto mencionar dos circunstancias:

a) que dicha doctrina ha sido relativizada por otras


decisiones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en las que ha
reconocido el carácter de “medio adicional” que posibilita el control
transversal de las restricciones ilegales de la libertad y demás actos contrarios
a la norma correspondiente aplicable a los casos, por parte de otros jueces.

b) que, en el presente caso, no se está sustituyendo a


los jueces naturales de la causa.

En efecto, respecto del punto b), cabe sostener que mediante el presente
recurso de amparo, de acuerdo a lo desarrollado en el capítulo de procedencia
bajo los apartados A) y B), se afirma que ha transcurrido el plazo legal máximo
tanto para mantener la permanencia en una fase del período criminológico como
para empezar a tener salidas transitorias correspondientes al principio de
reinserción social correspondientes.

Por lo cual han devenido ilegales las condiciones u criterios asumidos


contrarios a los principios de reinserción social, provocando un obstáculo para la
readaptación social ocasionadas por la privación de la libertad como por el
proceso en sí mismo, debiendo ambas cesar de inmediato.

Si como mencioné, se está denunciando el vencimiento del plazo


razonable tanto de la consignación de salidas transitorias acordadas con el juez
correspondiente a mitad de pena por lo cual, ya paso el 1 de noviembre del 2021
según contempla el Art. 11 de la ley 24.660 del CP, “Cabe mencionar que no se
debe aplicar leyes contrarias al principio de progresividad”, según había sido
preceptuado, más tarde, en el art. 75, inciso 23, de la Constitución Nacional y en
diversos tratados de derechos humanos reconocidos con jerarquía constitucional

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en las disposiciones del inciso 22 del artículo mencionado. Agregó que era el
reconocimiento del principio de progresividad en la satisfacción plena de esos
derechos el que había desterrado definitivamente interpretaciones que conduzcan
a resultados regresivos en la materia.

El transcurso del tiempo que ha superado los plazos


legales mencionados y que ha convertido en ilegítima –por falta de autorización
legal- la intervención del Estado en la restricción de los derechos fundamentales
de los internos que hayan cumplido el requisito de tiempo, conducta, concepto,
condiciones que claramente se ven de forma comprobables en los informes del
Servicio Penitenciario de misiones con una conducta ejemplar “8”, con una
permanencia en la fase de confianza con cuatros períodos contemplados, para lo
cual nuestra ley establece un mínimo de un período de permanencia, por tanto es
a V.E. a quien corresponde así declararlo y hacer cesar tal restricción. Ello funda
la competencia para conocer del presente pedido.

De todos modos, cabe recordar que la Constitución


Nacional omite toda referencia al órgano jurisdiccional competente para decidir
la acción de Amparo, evitando frustrar su función de garantía de un derecho
requerido de tutela inmediata. De allí que todo juez o tribunal es, por principio
constitucionalmente consagrado, competente para entender en acciones de
Amparo que les sean planteadas.

En el ámbito provincial, ese principio tiene receptación


expresa, en la medida en que establece que se puede ejercer la acción de hábeas
corpus recurriendo ante cualquier juez. De este modo, la Carta local fija la
competencia de todos los órganos jurisdiccionales de la provincia –entre los que
se encuentran V.E. - para el conocimiento de dicha garantía.

Cabe señalar que el único órgano provincial que podría argumentar la


improcedencia de un habeas corpus originario es la Suprema Corte de la

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Provincia, en la medida en que la norma que le otorga competencia originaria
tiene la misma jerarquía constitucional y que la norma del recurso de amparo.

La transversalidad establecida constitucionalmente en materia de


competencia de hábeas corpus, tiene como objetivo garantizar precisamente el
pleno acceso a la justicia y procurar la inmediata tutela del derecho afectado,
evitando para ello, el planteo de cuestiones relativas a competencias por materia,
lugar o tiempo.

Restringir el alcance de la cláusula constitucional


mediante una interpretación reglamentaria de la misma que establezca la
competencia sólo de algunos órganos jurisdiccionales o que en casos de personas
detenidas solo puedan conocer los jueces de la causa, además de resultar
contraria al texto constitucional local (arts. 18 de la C. Pcial.), resulta
desnaturalizadora (art. 28 CN) de la garantía establecida en el art. 43 y 75 inc. 22
CN –art. 7.6 CADH y 9 PIDCyP-).

Por esas razones, entiendo que el presente Recurso de


Amparo debe ser declarado admisible.

III- Procedencia.

A) PLAZO RAZONABLE DE LA EJECUCIÓN PROVISIONAL.

El Estado, a través del sistema penal, afecta derechos


fundamentales de los ciudadanos. Esta afectación se produce no sólo cuando
decide aplicar una pena a un sujeto por la comisión de un delito, privándolo de su
libertad, sino que la misma ocurre también durante el desarrollo de la ejecución
de pena. A lo largo de todo el proceso y ejecución penal el Estado realiza
intervenciones en los derechos fundamentales de las personas (domicilio,
libertad, patrimonio, etc).

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El Estado de derecho reclama que toda la actividad estatal esté
regulada por ley. El poder penal, entendido como la actividad estatal que más
peligros genera para los derechos fundamentales de los ciudadanos, no puede ser
ejercido sin previa autorización legal y dentro de los límites de la misma. Es
decir, cada intervención del Estado en los derechos de los particulares se
encuentra restringida por reglas previas establecidas por el legislador.

La idea de límite a la actividad estatal hace a la esencia misma del


Estado de derecho.

Así, debe estar descripta en la ley cada conducta que el Estado decida
prohibir como también su pena máxima, de modo que todas las personas puedan
conocer de antemano cuáles son las conductas prohibidas y cuál sería la reacción
máxima del estado en caso de cometerse la misma.

Este es el objetivo principal del principio de reserva legal (nullum


crimen nulla poena sine lege).

Pero como señalé más arriba, el Estado no sólo interfiere en los


derechos fundamentales mediante la aplicación de la pena, sino también
mediante la sustanciación del proceso mismo, por lo que, para asegurar una plena
vigencia del principio del Estado de derecho, es preciso que tanto los
presupuestos sustantivos de la pena como los procesales estén determinados
previa y categóricamente por la ley.

El principio de reserva legal (entendido tanto como nullum


crimen como nulla coactio) constituye la garantía de los ciudadanos de que el
Estado sólo restringirá su libertad en los casos y en la medida autorizada por la
ley. Así como los jueces no pueden castigar por un hecho no descripto en una ley
como prohibido, por más inmoral que pueda ser, tampoco pueden aplicar una
coerción procesal de ejecución no contenida en la ley o respecto de un supuesto
no previsto. “Famoso Caso público” o “Gravedad pública”, nuestro derecho

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penal debe ser equitativo, justo y no hacer de esas menciones imposibilidades de
cumplir con los derechos asumidos por las personas que merecemos una
oportunidad, si bien se entiende que muchos internos salen de las cárceles y
vuelven a delinquir, pero no debemos ser como Poncio pilatos, cerrar los ojos y
fingir que no sabemos lo que pasa, aunque esos últimos 5 años haya mejorado la
situación educacional dentro de las cárceles provinciales, todavía no cumple con
los parámetros contemplados en nuestro ordenamiento, no quiero explayarme en
este campo ya que hay mucho por hablar, sino que reclamar lo justo nada más
que lo justo.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su


art. 7.5 establece que toda persona detenida tendrá derecho a ser juzgada dentro
de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el
proceso. Si bien la norma habla del derecho a ser juzgado en un plazo razonable,
tradicionalmente los órganos de aplicación de la convención han entendido que
se refería al “plazo razonable de la detención”, por oposición al art. 8.1 que hace
referencia al “plazo razonable del proceso”. Tales principios se aplican en el
proceso de ejecución de pena de forma igualitaria, Como sea, lo cierto es que
desde el derecho internacional de los derechos humanos se plantea la necesidad
de que la detención provisional tenga un límite temporal, un “plazo”. Los
convenios internacionales de derechos humanos deben ser vistos como
estándares a seguir en las regulaciones del derecho internos de los países
miembros.

Son los Estados los que deben adoptar las medidas


necesarias para hacer efectivos los derechos y garantías reconocidos en forma
abstracta y genérica en los instrumentos (conf. arts. 1 y 2 CADH).

Debe quedar en claro que la previsión del art. 7.5 de la


CADH no representa un “consejo” al legislador local sino de una “orden”. El

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incumplimiento interno genera responsabilidad del Estado en el ámbito
internacional.

De este modo debemos entender que ningún legislador, fiscal o juez


provincial, por más criterios personales que tengan podrán reglar la garantía
contenida en el art. 7.5 de la Convención Americana estableciendo un plazo
máximo de encierro superior al fijado por la ley 24.600 ni aplicar leyes que sea
perjudiciales al y contrarias al principio de progresividad mencionada, pues de
ese modo estarán legislando sobre pena y no sobre una ejecución legal,
invadiendo las facultades exclusivas del legislador nacional emanadas del art. 75
inc. 12 de la Constitución nacional.

A ello se agrega, como argumento de refuerzo, lo sostenido en el


precedente “Verbitsky” de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en cuanto a
que en materia de medidas de coerción –aun cuando sea materia procesal
reservada a las provincias- la legislación nacional constituye el estándar mínimo
a respetar por el legislador local, no pudiendo legislar por debajo de ese piso.

IV- Fundamentos Particulares. -

En mi caso particular fui detenido en el año 2008 por un


caso contra un socio de los gitanos ya que fui estafado por su socio Pereira,
cuando fui a presentar la denuncia en dos comisarías de posadas, en palabras
comunes, me corrieron y burlándose de mi decían que cobraban sobornos, me
acuerdo bien el nombre de los policías y oficiales, no obstante no se investigó y
“”Estaba cerrado el caso”””, en el año 2014 reabren el caso con una sola
intensión de perjudicarme, pero en realidad quede contento ya que al fin podría
contar lo que paso en un juicio oral y público, pero debido a un proceso
interminable claramente con fines NO de esclarecer la verdad, sino que seguir
tapando la parte oscura, fui atendido por el fiscal Alejandro Rau, el cual me
escucho, pero sin mediar palabras ofreció un abreviado, no le importo en nada los
datos que estaba aportando, ni la posibilidad de terminar con un sistema corrupto
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que justamente por esa cuestión vine a parar tras las rejas, ya que si me hubieran
escuchado, hoy no estaría en este lugar… Debido a la situación que pase conocí a
Roberto Manuel del Balzo, motivo por el cual estoy en este lugar, no quiero
presentar justificaciones ya que no considero apropiadas, pero todo eso se podría
haber evitado, en aquel momento era joven hice muchas cosas al mando de
personas y conocí el lado sucio de la justicia, el cual mi mayor deseo es ayudar a
que otras personas no tengan esos errores y no terminen detrás de las rejas,
viendo los familiares sufriendo tanto de mi familia, como de la familia de la
víctima, ya que por errores todos sufrimos y pagamos, soy una persona que no
tiene miedo del sistema, busco una justicia equitativa soberana en el año 2017
denuncie públicamente al servicio por irregularidades, ya que existen cuestiones
que son difíciles de soportar, y si queremos realmente una provincia mejor,
debemos luchar por llegar a ese fin.

Por lo pronto en cuanto a mi situación actual, de seguir


con el sistema y/ criterios aplicado por el tribunal penal N° II de posadas
misiones “Único en misiones” ya que los demás tribunales dan aplicabilidades de
las salidas transitorias e inclusive aplican el estímulo educativo lo cual se me fue
negado en principio del año pasado “Por criterios del tribunal”, actos contrarios a
la ley nacional que se estaría incumpliendo los principios consagrados en nuestre
CN y ley 24.660, y lo más importante para mi persona, el pacto de caballeros, ya
que cuando firme el acuerdo de abreviado justamente para evitar más burocracia,
retardos y que el caso vaya a la CSJN, debido a algunos detalles de la causa y
problemas políticos que podrían traer, decidí junto a mi compañero de causa
Cristian Kondratiuk, firmar el acuerdo y empezar nuevamente con la esperanza
de ser mejores personas, estudiando y trabajando dentro de la unidad, ya que
como es de conocimiento público que vengo estudiando abogacía en la
universidad Kennedy en 4 año de la carrera con 34 materias aprobadas con
posibilidad de recibirme este mismo año, carrera cual estoy pagando con trabajos
de carpintería y ayuda de una fundación conocida en Eldorado CAPA, y
actualmente del servicio penitenciario, hago estas menciones ya que considero
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importante que V.E, tenga ese conocimiento para tener una idea de quien soy
ahora, jamás intente eludir la justicia, fui el primero con prisión perpetua en el
año 2016 antes de firmar la nueva pena en el año 2017, a frecuentar la
universidad todos los viernes acompañado de un solo miembro del servicio
penitenciario, con toda confianza personal un logro debido al trabajo y
conocimiento de mi persona por parte de las autoridades.

Considero muy importante mencionar que en septiembre


del 2021 el tribunal solicito a la UPIII informes para incorporación a periodo de
prueba con salidas transitorias, dicho informe fue positivo si bien el psicólogo Sr.
Zambrano Eduardo siempre deja plasmado en su informe que no se reúne los
elementos selectivos, debido a la temporalidad de permanencia en fases, no
obstante entiendo que este criterio está mal aplicado ya que estuve 10 años sin
sentencia firme, no obstante el tribunal decide, no concederme y solamente me
incorporo a una fase de confianza con los respetivos incisos “””””, que alegan un
avance, en el 2022 mediado de año, nuevamente solicitan informe, por segunda
ves van a mi domicilio en Eldorado, mi familia cargada de esperanza ya que
pensamos por segunda ves y con todos los requisitos favorables, sería medio
imposible, no obstante en mi caso si fue posible, imagínese el daño e impotencia
que causa a mi familia, y a mi persona por confiar en la justicia, como se puede
observar el informe del tribunal de conducta en acta N° 588/2, el director de la
unidad expide de forma favorable en conformidad con mi pedido de salidas
transitorias, ante esta situación, por lo tanto como dice el dicho el que calla
otorga, por esos motivos y varios más que, de ser necesario hablare ante su
persona, elevo esta queja, ya que son situaciones que afectan a la buena
costumbre y aplicabilidad de la ley, sin mencionar que el día 17/05/2023 fui
notificado en la unidad que el tribunal solicita un pedido de informe para
incorporarme a período de prueba SIN SALIDAS TRANSITORIAS, que ironía
NO¡, o sea que muchas personas que salen y entran de la cárcel tienen mejores
atención que las personas que buscan realmente trabajar en su cambio, en
cambiar la postura judicial, ¡por lo tanto estamos en un mundo al revés¡
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Cabe destacar que tengo titulo de Experto en Hardware y
Redes, Carpintería industrial, RRHH, Mantenimiento de Celulares, Comercio
Digital, Administración de Redes Sociales, curso de Conflictos Sociales,
Mediación, ejecución de pena, actualmente cursando derecho en la Universidad
Kennedy Legajo Definitivo: 220372 para consultas.

Volviendo a la cuestión, nuestro sistema de ejecución


de pena es progresivo y no regresivo o perjudicial, por lo tanto, debemos
entender que se debe aplicar lo más benigno y favorable para la reinserción.

El principio de progresividad contemplado en el Art 7 de


la ley 24.660 y demás tratados internacionales, es un principio que rige en el
ámbito del derecho internacional de los derechos humanos y del cual se deriva
una realización progresiva de los derechos y garantías de las personas privadas de
libertad. El mencionado principio de progresividad importa el reconocimiento de
que el actual catálogo de derechos reconocidos por los instrumentos
internacionales es “provisorio” y, por ende- susceptible de permanente y continua
ampliación mediante la incorporación de nuevos derechos. A su vez, la
progresividad no sólo importa la eventualidad de reconocer nuevos derechos
distintos de los actuales, sino también la posibilidad de otorgarles a los ya
existentes un alcance o reconocimiento mayor. El principio de progresividad
impide la regresión en materia de derechos fundamentales, la cual puede ocurrir
cuando se pretende derogar un derecho ya incorporado al catálogo o concederle a
algún derecho o garantía un alcance menor al ya reconocido.

En efecto, el art. 28 de la Constitución nacional contiene


un mandato expreso al legislador cuando sostiene que “Los principios, garantías
y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las
leyes que reglamenten su ejercicio”. De este modo, lo que se pretende es que la
reglamentación desnaturalice el derecho o garantía y termine por neutralizarla o
directamente aniquilarla.

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La referencia establecida en la Constitución a las “condiciones de su
vigencia” significa tal como la interpretan y aplican en el ámbito internacional
los organismos de aplicación de esos instrumentos.

La República Argentina ha ratificado la Convención ADH y ha


reconocido la competencia de los órganos de aplicación de la misma. Comisión
IDH y Corte IDH.

En lo que aquí interesa, el Estado argentino no puede


proceder a regular una garantía contenida en un instrumento internacional de
derechos humanos concediéndole un alcance menor al que le reconocen los
órganos de aplicación de ese instrumento, dejando de lado la aplicación del art 6,
7 y 16 de la ley 24.660 con relación a los principios de reinserción por medio de
salidas transitorias a la mitad de la pena impuesta.

V- Petitorio
Excelentísima:

En virtud de todo lo expuesto, solicito a VV.EE.:

- Se declaren aplicables al ámbito local los artículos 6, 7 y 16 “Salidas


transitorias”, y Art 140 “Incentivo educativo” de la ley 24.660.

-Se declare expirado el plazo legal máximo de ejecución que vengo


padeciendo y se haga cesar el mismo con la consecuente de concesión del
derecho peticionado.

PROVEER DE CONFORMIDAD

SERA JUSTICIA

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