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Es la rama de la filosofía que estudia al sujeto humano en cuanto sujeto (yo, tú, nosotros). Asume el
sujeto humano en us unidad y globalidad como objeto de su investigación, tratando de aclarar y
establecer cuál es su ser, cuáles son los aspectos fundamentales o constitutivos de su esencia o
naturaleza, y cuáles son las líneas básicas de su realización como ser humano.
En este sentido, la antropología filosófica se distingue básicamente de las ciencias humanas. Ya que
estas estudian al hombre como un objeto; lo estudian desde perspectivas relativas o sectoriales:
psicológica (comportamiento), biológica, fisiológica, política, económica y otras. La antropología
filosófica, a diferencia del resto de disciplinas que llevan el nombre de "antropología", estudia al hombre
como sujeto personal su globalidad.
Tomado de: GEVAERT, J. (2003), El problema del hombre, Salamanca: Ediciones Sígueme.
INTRODUCCIÓN A LA ANTROPOLOGÍA
1. ¿Qué cosas ha hecho el hombre para que sea reconocido como un ser grande y misterioso?
2. ¿Qué hechos cotidianos me hacen sentir que la vida no tiene sentido, o me hace sentir frustrado
o decepcionado?
3. ¿Vale la pena vivir? ¿Es la vida un absurdo y un vacío? Justifique su respuesta.
En este contexto de pérdida de identidad se manifiesta la muerte del hombre, debido al avance
científico y técnico. Es preciso recuperar la certeza sobre el ser humano y darle un nuevo significado.
He aquí la necesidad del porqué de la pregunta por el ser humano.
Cada uno de nosotros se busca así mismo y la vida misma nos arroja a preguntarnos ¿Quién soy yo?,
esto nos hace enfrentar a ciertos problemas de nuestra propia existencia los cuales debemos darle
sentido para que nuestra vida tenga un horizonte. Desde aquí debe partir el trabajo de la antropología
filosófica.
b. Lea las siguientes lecturas de los autores y luego responda los siguientes interrogantes:
Lectura 1:
Tras una historia de ya más de mil años, estamos en una época en que, por primera vez, el hombre
es para sí mismo un ser radical y universalmente “problemático”. El hombre ya no sabe quién es y se
da cuenta de que jamás lo llegará a saber. Sólo se volverá a tener juicios fundamentales si se
hace tábula rasa de todas las tradiciones relacionadas con este problema y se contempla con el
máximo rigor metodológico y con el más grande estupor a ese llamado hombre.
Tomado de: SCHELER, Max. (2000) El puesto del hombre, Barcelona.
Lectura 2:
Sólo existe un problema filosófico realmente serio: el suicidio. Pensar si vale o no la pena vivir la vida
es responder a la cuestión básica de la filosofía. Todo lo demás, por ejemplo si el mundo tiene o no
tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, son cuestiones secundarias. (…) No he
visto jamás morir a nadie por defender el argumento ontológico. Incluso Galileo, que había descubierto
una verdad importante, abjuró de ella apenas vio en peligro su vida. (…) Pues no valía la pena ir a la
hoguera por esa verdad. (…) Sin embargo, veo cómo mueren muchas personas porque creen que no
vale ya la pena vivir. Y veo también, paradójicamente, cómo otros se dejan matar por ideas – o
ilusiones – que constituyen su razón de ser – eso que se llama una razón de ser a la vez una óptima
razón para morir-. Creo, pues, que el tema más urgente es el sentido de la vida.
Lectura 3:
Ninguna época ha logrado tantos y tan dispares conocimientos sobre el hombre como la nuestra... Y,
sin embargo, ninguna otra época como la nuestra ha sabido tampoco sobre el hombre. Pues jamás ha
sido el hombre tan problemático como ahora.
Tomado de: HEIDEGGER, M. (1993), Kant y el problema de la metafísica, Madrid.
Taller comprensivo:
6. ¿Cómo llega Heidegger a la siguiente conclusión en la lectura tres: Pues jamás ha sido el hombre
tan problemático como ahora?
Recordar: