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T e m a C e n t r a l
parte se exponen las orientaciones teóricas
valoraciones
y conceptuales de las corrientes estéticas
más significativas, tales como la estética
estéticas: un
psicologista de Theodor Lipps ; y la estética
axiológica representada por autores como
acercamiento a los
Herman Cohen, Benedetto Croce y Nicolás
Hartman; y finalmente la estética científi-‐‑
que en gran parte sigue predominando
movimientos más
ca
hoy día a pesar de todos los cuestiona-‐‑
mientos acertados que se le han hecho. En
representativos
la conclusión se asume una orientación
crítica frente a las visiones de la estética
precedente.
Víctor Alvarado*
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es él quien determina las cosas
PLATÓN (*428 / 427 a.C. - + 348 / 347)
particulares, pues participan de
A pesar de que se pretenda encon-‐‑
él.
trar en Platón las semillas de la
La belleza, en muchas ocasiones,
estética, no por ello hemos de
buscar en el platonismo un siste-‐‑
se expresa como Bien, Simetría y
Verdad. Así lo repite Huisman:
ma estético constituido. En este
“sólo existen las bases, a lo sumo
“la belleza se define por todas
gérmenes de una teoría del arte”
partes por la medida y la armo-‐‑
nía, es decir, por una satisfac-‐‑
(Ibid: 12), en donde prevalece el
discurso de lo bello en tanto bien,
ción que sólo podría calificarse de
ESTÉTICA”, en donde “esta forma
confundiéndose así lo Bello supre-‐‑
mo con el Bien supremo, pues “es
de placer puro se debe no a una
imposible que apuntando hacia lo
medida matemática, sino a una
medida muy sutil, provocada por
bello alcancemos algo que no sea
el bien” (op cit: 11). Lo Bello es en
una emoción ligada a la investi-‐‑
gación intelectual desinteresada”
Platón lo que hace bello todo lo
que es tal, en función de esta idea,
(op cit: 12.).
que constituye la realidad supre-‐‑
Sin embargo, en Platón no hemos
ma. En el Fedón, se nos dice que si
de pretender encontrar que la
existe algo bello fuera de lo bello
belleza mundana sea belleza per-‐‑
en sí, sólo es bello por la única razón
fecta, pues
de que participa de este último, pues
lo único que hace que algo sea bello
“las cosas no son sino sombra e
es la presencia y la participación de lo
imitación de las formas eternas
bello en sí ya que lo Bello se hace bello
que el Hacedor o el Demiurgo
por lo Bello. Por medio de lo Bello,
adopta como modelos cuando crea
puro y sin mezcla, el alma humana
el universo” (Farré 1979: 106). El
alcanzará el absoluto; su alma lle-‐‑
Demiurgo coloca y hace colocar
gará más allá del ser mismo, a la
la belleza y el bien en todas las
armonía total.
esencias. Pero lo Bello absoluto se
encuentra más allá del mundo, y
Lo Bello es, en Platón, una idea
para poder sentir su belleza pro-‐‑
extraterrena que más tarde se
funda es necesario hacer todo lo
manifestará por intermedio de lo
posible por proceder desde las
sensible. Lo bello esencial es eter-‐‑
esencias o desde las ideas, partici-‐‑
Espiga 13, Enero-Junio, 2006 69
pando así en los arquetipos de los
Según Platón, esto se da debido a
objetos. Pues “sin esa búsqueda
la mezcla de dolor, pues su placer
dialéctica de lo Bello absoluto, sin
consiste en la contemplación.
la iniciación en los modelos eter-‐‑
nos que se imponen a aquella otra
En las Leyes, Platón hace referencia
contemplación que poseemos en
explícita a la armonía, con base
nuestra pre-‐‑vida, nunca seremos
en las divinas revelaciones que
capaces de comprender la belleza
pueden encontrarse en la danza
y la música, reproduciendo así
de las cosas” (Huisman 1962:13).
Lo que se busca es encontrar la
la influencia pitagórica. Farré nos
armonía o reencontrar el esplen-‐‑
dice: “Cuando sobre las energías
dor que todos tenemos oculto en
físicas, que se desenfrenan en el
las profundidades de nuestra pre-‐‑
grito y en el salto, se imponen
debe a que el artista reproduce
existencia, en donde el medio más
seguro para alcanzar la Belleza
la vida tal cual es. El artista res-‐‑
será la búsqueda inagotable del
cata lo real de los acontecimien-‐‑
Modelo.
tos de la existencia. En cambio la
Filosofía atiende únicamente las
El Bien y lo Bello se identifican en
formas puras inmutables; su pla-‐‑
la concepción armónica platónica.
cer no lleva las leyes del orden,
Veamos, como lo dice Luis Farré,
desconocidas a las bestias y pro-‐‑
pias solamente del hombre; y se
Lo que es verdaderamen-‐‑
obtiene el ritmo que es el orden
te bueno realiza, en alguna
del movimiento, y la armonía, que
manera, aquella armonía
consiste en la justa fusión de los
superior que se denomina
sones agudos y graves, y la danza
belleza. Bien, bondad, her-‐‑
coral, que acerca unos a otros a
mosura, suprema felicidad se
los hombres en el canto y baile, y
confunden (1979:107).
lleva el nombre de gozo, se puede
En lo que al concepto platónico del
ver en todo esto la imitación de
arte se refiere, Platón resalta la infe-‐‑
la armonía divina, realizada por
rioridad de este en relación con la
medio de movimientos terrenales”
filosofía, y esto principalmente por
(Ibid: 112).
el tipo de placer que brinda. Su
Para Platón, el placer estético que
placer está “mezclado con cierta
clase de dolor, sentimos placer, sin
podemos encontrar en las obras
artísticas debe subordinarse a la
embargo lloramos” (Ibídem: 111).
norma moral, pues no todo pla-‐‑
cer mundano es bueno. En La
70 Espiga 13, Enero-Junio, 2006
República, afirma rotundamente
ARISTÓTELES
que el artista debe de obedecer al
(* 384 / 384 a.C. - + 322 / 321)
T e m a C e n t r a l
legislador, al comité de censores
Platón concebía la Idea de lo
que estará formado por el jefe de
Bello en sí, como un principio
educación, los custodios de la ley y
trascendente al yo y al mundo;
algunos otros ciudadanos de más
Aristóteles, por su parte, concibe
de cincuenta años. La necesidad
lo bello como un tipo inmanente
de los censores se entrevé por la
al espíritu humano, en donde su
opinión que tiene Platón de los
objeto debe ser buscado en uno
artistas, en donde para él, poetas y
mismo. Para Aristóteles, el ideal
músicos, “intoxicados por el goce
está en el hombre mismo porque
de lo bello, pierden de vista lo que
no hay ideal extrahumano. Para
es justo” (op, cit. p. 113), dejándose
Platón, el arte es descubrimiento
llevar por los placeres del popula-‐‑
por reminiscencia de anteriores
cho. La pretensión del vulgo por
conocimientos adquiridos gracias
ser críticos de arte hay que preve-‐‑
a la participación en las ideas.
nirla, y más aún eliminarla.
En Aristóteles, “el arte es produc-‐‑
Entre los interesantes aportes de
ción creadora de formas nuevas,
la visión estética platónica, Luis
ninguna de las cuales ha podido ser
Farré sostiene que Platón anuncia
conocida anteriormente por aquél
la teoría de la imitación, interpre-‐‑
que las crea” (Huisman 1962:14).
tándola como una absorción del
Sin embargo, a pesar de tales dife-‐‑
sujeto por el objeto. La imitación
rencias entre ambos pensadores,
platónica presupone que el artista
existe una gran relación entre el
toma como modelo la cosa física
concepto platónico de armonía y el
actual, en vez de la forma ideal
concepto aristotélico de orden.6
en donde sí se encuentra la per-‐‑
fección. Sólo el filósofo es el más
Aristóteles en su “Poética”, escri-‐‑
perfecto artista, porque contempla
be: “Un ser o cosa compuesta de
la verdad del Modelo Eterno, pues
partes diversas no puede poseer
para Platón, la labor del filósofo y
belleza sino en tanto que sus partes
el educador es “conocer, adaptar y
están dispuestas en cierto orden y
copiar las formas ideales”; ¡ ese es
tienen una dimensión que puede
el objetivo del artista ! “ El filósofo,
ser arbitraria, pues lo bello con-‐‑
emotivo contemplador de la ver-‐‑
siste en el Orden y la Grandeza”
dad, es para Platón el más perfecto
1. Platón se refiere, en el < Timeo> al con-‐‑
artista “ (Farré, 1979: 114).
cepto de “ orden “ como sinónimo explí-‐‑
cito de armonía
Espiga 13, Enero-Junio, 2006 71
(Poética, VII). Para Huisman
PLOTINO
resulta claro que “entre el criterio
(* 205 - + 270)
platónico de la armonía y de la
En la unión armónica entre la espi-‐‑
medida y la definición aristoté-‐‑
ritualidad humana y la divina, que
lica del orden y la grandeza no
efectúa Plotino en su mística, nace
hay verdaderamente en el fondo
lo bello como fruto y participación
otra diferencia que la que existe
de la idea divina, de la que por
entre lo implícito y lo explícito”
emanación se desprende todo. Lo
(Huisman, 1962:13).
bello es entonces la comunión con
Se ha creído erróneamente que
lo divino.
Aristóteles definió el arte como
Plotino “definió la belleza por la
imitación de la naturaleza; para
unidad, la forma pura y el orden.
él, el arte es más bien la desnatu-‐‑
La belleza en los seres, será su
ralización de la naturaleza, puesto
simetría y su medida” (Huisman,
que disminuir o exaltar al hombre
1962: 15). El gran avance que efec-‐‑
es una imitación correctora, una
túa Plotino -‐‑bien lo dice Miguel
transposición. Según Aristóteles,
el arte está por encima o por deba-‐‑
Bueno-‐‑ en la estética, se encuen-‐‑
tra en manifestar que “la belleza
jo de la naturaleza.
se debe a la forma y que ésta se
Para Miguel Bueno, Aristóteles
encuentra no sólo en las obras
acepta el arte con tal de “subor-‐‑
plásticas, visibles, sino también en
dinarlo a finalidades no estéticas
las audibles, como la música y las
como, por ejemplo, la función
letras” (Bueno, 1977:278).
moral y la misión educativa”. Para
Aristóteles“ el arte no tiene un
LA ESTÉTICA
valor en sí mismo, porque expone
ideas que se transmiten a los jóve-‐‑
EN EL RENACIMIENTO
nes y pueden ser altamente favo-‐‑
(1400 - 1600)
rables para su educación, para su
En el Renacimiento no se encuentra
formación ética y el aseguramiento
un aporte estético significativo; sin
de la buena conducta” (Bueno,
embargo, en esta época se fundan
1977:277).
las bases para lo que más tarde se
llamará « Estética Científica », que
se caracteriza por localizar lo bello
en el arte buscando su explicación
por vías científicas. Bajo la influen-‐‑
cia de las investigaciones pitagó-‐‑
72 Espiga 13, Enero-Junio, 2006
ricas, la estética científica abordó
manifestar que una obra es bella,
la determinación de lo bello por
sublime, monstruosa, espléndida,
T e m a C e n t r a l
medio de reducciones matemáti-‐‑
etc., sino más bien de dar las razo-‐‑
cas. En el Renacimiento también
nes de lo que implica cada califica-‐‑
encontramos los fundamentos de
tivo o concepto.
la « teoría de la divina proporción
», que pretendió encontrar el secre-‐‑
Pero a pesar de las aportaciones
to de la belleza plástica a través de
del Racionalismo Estético, éste
incurrió en una serie de “desvia-‐‑
una sencilla relación numérica.
ciones” al separar la sensibilidad
del razonamiento, negando así lo
EL RACIONALISMO sensible como el mejor conducto
ESTÉTICO
para la expresión artística.
El Racionalismo Estético7 pretendió
Tanto Descartes (*1595 -‐‑ +1650)
interpretar el valor estético a través
como Leibniz (*1646 -‐‑ +1716) “per-‐‑
del juicio, el cual llevó el nombre de
manecieron en este dualismo de
« Juicio de Gusto ». El gran aporte
lo racional y lo sensible, quedando
del Racionalismo Estético consistió
la estética en lo sensible como
en afirmar que “el gusto por el arte
una especie de mundo inferior, de
debía ser fundado objetivamente
análoga manera a como lo había
por conceptos y juicios; ello equi-‐‑
creído antes Platón” (Op, cit. p. 282).
valía a pedir una razón objetiva del
Pero por permanecer en el dualis-‐‑
arte” (Bueno, 1977: 282). El Juicio de
mo entre lo sensible y lo racional,
Gusto se enfocaba sobre la capaci-‐‑
Descartes no funda, propiamente
dad de juzgar, pretendiendo encon-‐‑
hablando, una estética, ya que no
trar, por medio de este, explicación
logra consolidar -‐‑según Olivier
del arte.
Revault-‐‑ la facultad de percibir y la
facultad de juzgar. Con Descartes
Para Miguel Bueno, el gran méri-‐‑
to del Racionalismo Estético fue
nos adentramos en la duda de los
fundamentos estéticos: “¿Qué es lo
“haber postulado la necesidad de
un juicio como base explicativa del
bello? Nadie podrá saberlo jamás.
Cambia con los países: verdad más
valor, de la belleza contenida en el
allá de los Pirineos...” (Huisman,
arte, así como de una justificación
para la capacidad de juzgarlo”
1962:16).
(Ibídem: 282). No se trata ahora de
Para Denis Huisman, Descartes
2. Recordemos que el « Racionalismo
anuncia a Kant en su «
Estético» es un apartado del
Compendium Musicae », así como
Tradicionalismo Filosófico
Espiga 13, Enero-Junio, 2006 73
la primacía del Gusto sobre la idea
Según Leibniz, el mundo es una
de lo Bello en sí. “El Cartesianismo
imagen de nuestra percepción en
es ya un relativismo”, nos dice
donde se reúnen armónicamente
Huisman. En Montaigne (*1533 -‐‑
lo Uno y lo Múltiple y en donde
.+1592), encontramos ya un “carte-‐‑
el espectáculo de esta armonía del
siano antes de tiempo”. Montaigne
universo no es más que el espejo
cuestiona lo bello a partir de los
de nuestra armonía inmanente: la
reportes antropológicos de cultu-‐‑
armonía universal se extiende en
ras lejanas a la suya: “Es probable
nosotros hasta las cosas y desde
que ni siquiera sepamos en qué
las cosas hasta nosotros.
consiste una belleza natural y en
original”, decía ya Montaigne, car-‐‑
WOLF (1679-1759)
tesiano antes de tiempo. Las Indias
dan a la belleza labios gruesos y
Y ALEJANDRO GODOLEBO
abultados, una nariz “aplanada y
BAUMGARTEN (1714 -1762)
ancha”; el Perú le acuerda “gran-‐‑
Wolf resaltaba la necesidad de fun-‐‑
des orejas, otros enrojecen o enne-‐‑
dar una ciencia que se dedicara
grecen los dientes” (Ibídem: 16).
al perfeccionamiento del conocer
sensitivo, o sea, una especie de
Leibniz, por su parte, recuerda la
lógica de la sensibilidad. Los plan-‐‑
fórmula neoplatónica de la « uni-‐‑
teamientos de Wolf influyeron a
dad de la variedad », en donde
su discípulo Alejandro Godolebo
los espíritus pueden producir algo
Baumgarten, quien escribió en
parecido a lo que Dios hace, pero en
l750 una obra con el título de
pequeño, gracias a la armonía uni-‐‑
AESTHETICA, desde la cual, para
versal; para Leibniz el estado artís-‐‑
algunos “ha tomado carta de ciu-‐‑
tico se manifiesta por los gustos, y
dadanía en la ciencia el nombre
por las imágenes de las cualidades
estética” (Lemcke 1984: 13), con-‐‑
sensibles que son las percepciones
cepto que se presenta más com-‐‑
íntimas, o también “espejos vivien-‐‑
prensivo que el de la doctrina de
tes o imágenes del universo de las
lo bello.
criaturas, más también imágenes
de la divinidad misma o del propio
autor de la naturaleza, capaces de
KANT
conocer el sistema del universo y
(*1724 - +1804).
de imitar cualquier cosa por medio
Gracias a la contribución Kantiana
de especímenes arquitectónicos”
en el ámbito estético, fue posible
(op cit: 16).
delimitar de una manera autóno-‐‑
74 Espiga 13, Enero-Junio, 2006
ma la jurisdicción de la disciplina
salmente sin concepto. En el tercer
estética, quedando desde entonces
momento el Juicio del Gusto se ve
T e m a C e n t r a l
constituida como una teoría del
desde la Relación, pues la belleza es
arte, la cual explicaba, por medio
la forma de la finalidad de un objeto
del Juicio del Gusto, su contenido
en tanto que es percibida en él, sin
de belleza, así como el efecto que
representación de fin. Por último, el
produce a nuestra sensibilidad.
Juicio del Gusto no se separa de
la Modalidad, ya que es bello lo
En Kant se relaciona lo bello con el
reconocido sin concepto como objeto
arte, con el fin de obtener el con-‐‑
de una satisfacción necesaria. Más
cepto de la belleza artística (que fue
tarde, Kant muestra la oposición
la base de toda estética ulterior),
entre lo Bello y lo sublime, dando
estableciendo asimismo la relación
a conocer dos tipos de sublimes,
entre la belleza artística y el senti-‐‑
que son lo matemático (estático) y
miento. Kant incluye además “la
lo dinámico.
relación del arte con la sensibilidad,
dada en el concepto estético del
En lo que respecta al sentimien-‐‑
racionalismo”, y por último, “hay
to estético, Kant lo localiza en la
en Kant la función del juicio estéti-‐‑
armonía que se experimenta entre
co y la justificación de lo bello en el
el entendimiento y la imaginación,
arte” (Bueno, 1977: 285).
-‐‑gracias a la actividad lúdica de
esta última: “Siendo esta armonía
En la Crítica del Juicio, Kant des-‐‑
independiente, no solamente del
compone en dos a la Analítica del
contenido empírico de la represen-‐‑
Juicio Estético: en Analítica de lo
tación, sino también de toda con-‐‑
Bello y Analítica de lo Sublime.
tingencia individual, el sentimien-‐‑
En la Analítica de lo Bello, Kant
to de lo Bello existe pues a priori,
abarca primeramente el Juicio del
y funda, en cuanto tal, la validez
Gusto en relación con la cualidad,
universal y necesaria de los juicios
en donde el gusto es la facultad
estéticos” (Laffond Bombiani en:
de juzgar un objeto o un modo de
Huisman D: 1962:19).
representación, por la satisfacción o
el desagrado, de un modo totalmente
desinteresado. Se llama Bello el objeto
SCHILLER Y SCHELLING
de esta satisfacción.
(*1775 - +1854)
Para Schiller, el arte es una activi-‐‑
Luego nos habla del Juicio del
Gusto en relación con la cantidad,
dad lúdica, y la esfera estética es el
lugar de reunión en donde armó-‐‑
en donde es bello lo que place univer-‐‑
Espiga 13, Enero-Junio, 2006 75
nicamente se concilian el espíritu y él la Belleza constituye la aparición
la naturaleza, la materia y la sensible de la idea. Una de las tres
forma. Schiller considera lo bello etapas que conducen al espíritu
como la vida; para él, lo bello es la humano en búsqueda de lo abso-‐‑
vida y la vida es lo bello.
luto, es precisamente el Arte, pues
es revelación de lo absoluto bajo
En Schelling encontramos el resca-‐‑
su forma intuitiva, pura aparición,
te del sentimiento sobre la razón.
idealidad que se transparenta a
Es el sentimiento quien ahora,
través de lo real. El arte viene
sobre las demás facultades aními-‐‑
siendo entonces, la relación entre
cas, puede comprender la belleza.
la idea y la forma sensible.
Es Schelling el primer filósofo que
estableció relaciones de analogía
Para muchos estudiosos de la
entre las artes, poniendo con ello
estética, “el mérito de Hegel con-‐‑
el último cimiento para el edifi-‐‑
sistió en dar cuerpo a los apuntes
cio sistemático realizado por Jorge
que ofrecieron esporádicamente
Federico Hegel.
los filósofos anteriores, tratándo-‐‑
los con un criterio de unidad que
permitió la edificación del primer
HEGEL
gran sistema estético” (Bueno 1977:
(*1770 - +1831)
286).
En la consolidación de su estética
tomó en cuenta los puntos de vista
que venían desde el racionalismo,
SCHOPENHAUER
(*1788 - +1860)
en torno al concepto de lo bello,
así como la visión del empiris-‐‑
Para Schopenhauer, el arte es la
mo estético que afirmaba -‐‑sobre
contemplación de las cosas inde-‐‑
todo-‐‑ lo sensible. Asimismo, en
pendientes del principio de razón,
ningún momento descartó la sínte-‐‑
y decir que una cosa es bella sig-‐‑
sis Kantiana del arte y lo bello que
nifica decir que es el objeto de
estaba fundada en el juicio valo-‐‑
nuestra contemplación estética. El
rativo del gusto, y gracias a todo
arte es la mejor forma de conoci-‐‑
ello, Hegel establece una compa-‐‑
miento filosófico, ya que la Belleza
ración entre las artes, para obtener
es la ‘representación exacta de
de ahí sus caracteres generales.
la voluntad’, además de ser el
arte, el calmante más reconfortante
Para Hegel, la forma del arte es la
cuando la voluntad es dolorosa y la
configuración sensible e imagina-‐‑
voluntad de vivir desgraciada. Para
tiva, y su contenido es la idea; en
76 Espiga 13, Enero-Junio, 2006
Schopenhauer, el arte más elevado
tica psicologista es conocida con
de todos es la música, pues refle-‐‑
el nombre de empatía o introyec-‐‑
T e m a C e n t r a l
ja, no las ideas, sino la voluntad
ción.
misma. Escuchar grandes y her-‐‑
mosas armonías es -‐‑según este
La empatía presupone en su
pensador-‐‑ como un baño del alma:
vivencia, primeramente la inspi-‐‑
“purifica de toda mancha, de todo
ración creadora, luego la actividad
lo malo y mezquino, eleva al hom-‐‑
contemplativa y, por último, la pro-‐‑
yección recreadora ; estos son los tres
bre y le pone de acuerdo con los
más nobles pensamientos de que
momentos del arte.
es capaz, y luego comprende con
Entre los principales represen-‐‑
claridad todo lo que vale, o, más
tantes del psicologismo estético,
bien, todo lo que sería capaz de
encontramos primero a Teodoro
valer” (Schopenhauer, 1998:110),
Vischer y su hijo Roberto Vischer,
transformando así el goce estético
quien empleó la introyección para
en una experiencia mística.
designar a la unidad del proceso
psíquico del arte.
La Estética en sus
Según Miguel Bueno, la obra
nuevos aportes (s. XX)
monumental del psicologismo fue
En esta segunda parte pasamos
elaborada por Theodor Lipps. Es
ahora a la exposición de las orien-‐‑
Lipps el principal representante del
taciones teóricas y conceptuales de
psicologismo. Miguel Bueno mani-‐‑
las corrientes estéticas más signifi-‐‑
fiesta que “la obra de Lipps es una
cativas, entre las que encontramos
certera incursión en el mundo de
primeramente a la estética psico-‐‑
los sentimientos, relacionándolos
logista.
con el arte, abordando su análisis
y definición, por lo cual debe con-‐‑
siderársele como el descubridor de
LA ESTÉTICA
los conceptos estéticos. A partir de
PSICOLOGISTA
Lipps, el psicologismo cobró legi-‐‑
En reacción a las especulaciones
timidad como teoría subjetiva del
del idealismo, surgió la estética
arte y desde entonces ha sido una
psicologista, un análisis exhaus-‐‑
de las grandes ramas de la estética
tivo de la vivencia que trató de
moderna” (Ibid: 289).
elaborar su teoría intentando dar
Para la teoría de la empatía, lo bello
unidad a los diferentes momentos
del proceso. La teoría de la esté-‐‑
no se encuentra en una determina-‐‑
Espiga 13, Enero-Junio, 2006 77
da modalidad del objeto, ni por
para el sujeto que contempla exta-‐‑
la forma ni por el contenido, sino
siado lo que considera bello. El
más bien en su comportamiento
objeto estético como tal, ya fuese
o estado del sujeto. Lo bello es
la naturaleza o el arte, no es inma-‐‑
aquí la cualidad que alcanza el
nente a sí mismo, sino para noso-‐‑
objeto para el contemplador por
tros, pero “sólo lo es en la medida
la empatía de éste.
en que aportamos una posición
receptiva interior determinada”, y
Para Nicolás Hartmann, en su
entiéndase que aquí no se afirma
obra Estética, “Theodor Lipps
la subjetividad de lo bello sino
entendió el objeto como totalmen-‐‑
sólo una codependencia respecto
te dependiente del contemplador
al sujeto.
y de tal modo que está por com-‐‑
pleto penetrado por el hacer del
Ahora veamos más de cerca la
sujeto; sólo lo convierte en objeto
estética psicologista de Theodoro
estético el que el hombre proyecte
Lipps.
sentimentalmente en él su propia
postura interior y, así se viva a sí
Lipps, partiendo de que “diversi-‐‑
mismo en él” (Hartmann, 1977:
dad de los elementos de un todo
engendra el interés” y presupone
36). El goce de lo bello es el goce
que vive el sujeto, aunque indirec-‐‑
el placer, deduce que la diversi-‐‑
to, mediatizado por el objeto en el
dad contribuye a la génesis del
que se ha proyectado sentimen-‐‑
placer. El interés es para Lipps un
talmente.
arma de doble filo, pues así como
provoca placer, también puede
Para la teoría de la empatía, la
engendrar displacer; por lo tanto,
belleza no es inmanente a las
la diversidad engendra también
cosas como modalidades ónticas
lo uno y lo otro. Según Lipps, el
independientes de la capacidad
alma es efectivamente “una uni-‐‑
perceptiva y la manera de ser del
dad, pero es también y al mismo
sujeto, sino más bien “está del
tiempo, una pluralidad”, o sea,
todo condicionada por una acti-‐‑
una pluralidad cuantitativa; y “es
tud o postura interior muy deter-‐‑
propio de la naturaleza del alma
minada, distinta respecto de cada
afirmar tanto aquella unidad
una de las artes -‐‑ casi respecto de
como esta pluralidad”. El alma es,
cada objeto individual” (Ibídem:
al mismo tiempo, lo uno y lo otro;
36.). En la teoría de la empatía, lo
por ello se habla de la « unidad en
bello es bello sólo para alguien,
la pluralidad ». En la naturaleza
78 Espiga 13, Enero-Junio, 2006
del alma está “concebir en una
lo es mediante un valor ético, o
perfecta unidad todo lo vario”.
una afirmación de vida, que noso-‐‑
T e m a C e n t r a l
La esencia de toda estética de la
tros proyectamos en el objeto, así
unidad en la variedad se encuen-‐‑
también lo feo del dato sensible,
tra en esa “interna armonía de lo
lo es en cuanto proyectamos en
vario que a la vez se individua-‐‑
ello una desvaloración ética o una
liza, en esa resonancia de unos
negación de vida, y en tanto esto
elementos en otros”; pero “la con-‐‑
sucede” (Ibídem: 574). Pero lo feo
tradicción estética nace cuando lo
puede ser mediador de lo bello y
vario aparece como lo mismo, sin
entrar en él, como factor de real-‐‑
que aquello en que se ofrece como
ce, y resulta así el “ambiente o el
lo mismo y aquello en que se pre-‐‑
fondo de lo bello”. Ahora bien, lo
senta como diferente, se dividan
feo puede ser también la condi-‐‑
y se opongan y esto se ordene y
ción inmediata para la aparición
se subordine a aquello” (Lipps,
de lo bello: “Hay flores que sólo
1977:37).
crecen en los pantanos” -‐‑ nos dice
genialmente Lipps.
Una de las contribuciones más
importantes de Lipps a la esté-‐‑
Lo feo puede ser además “aquello
tica es el rescate de lo feo como
por lo cual es despertado lo posi-‐‑
“contemplación de las modifica-‐‑
tivo o el bien, o lo positivo nace
ciones de lo bello”. Para Lipps
en lucha con aquél o aumenta de
las concepciones que se tienen de
valor por aquél; lo negativo es lo
lo Bello y lo Feo, son valoracio-‐‑
que limpia y purifica” (Op cit: 576).
nes éticas. Lo Feo es entonces el
Para Theodor Lipps no hay feal-‐‑
mal, la negación, lo defectuoso,
dad sin belleza, no hay negación
lo débil; la antítesis de lo Bello.
sin algo positivo que sea negado.
Belleza que implica entonces el
Bien, lo positivo. “El contenido de
Hasta el momento hemos intuido,
de una u otra forma, la influencia
lo feo está formado por esta des-‐‑
valoración ética”. Sin embargo,
del idealismo estético platónico
según Lipps “Esto no quiere decir
en la concepción anímica como
que lo feo sea una desvaloración
“unidad de pluralidad” en Lipps.
ética y la desvaloración ética sea
Si lo relacionamos explícitamente
con la concepción del alma huma-‐‑
lo feo. Por el contrario, lo bello,
tanto como lo feo, es siempre un
na en Platón, ahora, en lo que
predicado de un objeto sensible.
respecta a la “belleza ideal” de la
Pero como lo dado sensible, bello,
que habla también Lipps, quizá
Espiga 13, Enero-Junio, 2006 79
encontremos más cercanía en
dad de la cultura. “Su punto de
estos pensadores tan distantes en
vista le ha permitido comprender
siglos. Theodoro Lipps escribe en
no solamente la esencia axiológica
su obra, Fundamentos de la Estética,
del arte, sino también el sitio que
lo siguiente: “Principalmente se
guarda éste en el ámbito de la
ha comprendido bajo el nombre
cultura, señalando la relación que
de «belleza ideal», efectivamente,
hay entre la estética y las demás
aquélla que admite lo menos posi-‐‑
disciplinas filosóficas” (Bueno,
ble lo feo en sí, lo perturbador, lo
1977:290).
disonante; por consiguiente, es
aquella belleza en la que reina la
Según Miguel Bueno, entre los
luz más espléndida y en que la
principales estetas del valor se
vida se afirma de un modo más
encuentran Herman Cohen, con
su obra Estética del Sentimiento
completo y se manifiesta de un
modo más libre, lo que no con-‐‑
puro. Benedetto Croce es otra figu-‐‑
tiene contradicción, lo seductor y
ra importante, que resalta la esté-‐‑
beatífico. Pero debemos guardar-‐‑
tica como ciencia de la expresión
nos de considerar este género de
lingüística general, en su conoci-‐‑
da obra Estética.
belleza como el ideal de lo bello
en el sentido de la más intensa y
Nicolás Hartmann es el otro
suprema belleza... (Ibid: 578). “Lo
representante -‐‑al cual hemos
contrario a la belleza ideal será en
mencionado indirectamente-‐‑. Su
este caso la belleza sensible o de
obra clásica es la Estética. En este
cualidad más sensible. Ninguna
libro, Hartmann, al referirse a
belleza es puramente sensible o,
Benedetto Croce, manifiesta que
dicho de otro modo, nada sensible
éste, en su estética de la expre-‐‑
es bello como tal” (Ibid: 579).
sión, realiza una síntesis adecuada
entre la interpretación subjetivista
LA ESTÉTICA
y la objetivista. Para Croce -‐‑nos
AXIOLÓGICA
dice Hartmann-‐‑ “el acto no es
expresión, pero sí lo es el objeto,
El principio general de la Estética
aunque su expresarse no existe
Axiológica, conocida también como
en sí, sino para un sujeto que lo
estética de los valores, la conduce
entiende; lo mismo pasa con la
a tratar el valor objetivo del arte.
belleza: lo bello no es la intuición
Esta teoría estética parte del arte
ni tampoco el arte del oficio, sino
mismo, en relación con la totali-‐‑
sólo el objeto-‐‑ aunque no tomado
80 Espiga 13, Enero-Junio, 2006
para sí, sino para un sujeto que lo echan mano constantemente de
intuye en determinada entrega “ criterios métricos para explicar
T e m a C e n t r a l
(Hartmann, 1977:38).
la belleza de los poemas, etc.”
(Ibídem: 301). Pero a pesar de todos
estos “adelantos”, en la valora-‐‑
LA ESTÉTICA ción matemática, a la Estética
CIENTÍFICA
Científica se le escurre lo esencial,
En contraposición con las teorías
que consiste en la función espiri-‐‑
especulativas provenientes de
tual como expresión del sentimiento
la filosofía, se erigió la Estética
que se escapa a la explicación
Científica con una base empírico-‐‑
cuantitativa.
matemática, y todo con el deseo
de establecer una estética que
pudiera medirse y expresarse en
CONCLUSIÓN
fórmulas como cualquier ciencia
empírica, apoyándose en medi-‐‑
De la sensibilidad
ciones exhaustivas y verificables
estética
en la experiencia. Las investiga-‐‑
Tratando los tipos de las teorías
ciones de la estética empírica, a
estéticas, unas son consideradas
pesar de no poder reducir lo bello
realistas en cuanto se sujetan a
a fórmulas matemáticas, descu-‐‑
la experiencia, permaneciendo de
brieron “ una serie de bases mate-‐‑
esta manera atadas a los datos
máticas, principalmente relacio-‐‑
empíricos y a las relaciones cuan-‐‑
nes simples, en las que se ha
titativas. Otras teorías estéticas se
querido cifrar la objetividad de
enmarcan como idealistas en la
lo bello “ (Bueno, 1977: 301). La
medida en que proclaman el arte
Estética Científica ha revelado,
en el ideal externo a lo que real-‐‑
bajo la influencia del pitagorismo,
mente es. Por último, existen teo-‐‑
ciertas proporciones matemáticas
rías estéticas dialécticas, que como
que para algunos coinciden con
síntesis de las anteriores, “reco-‐‑
la belleza; así, por ejemplo, “...
nocen la necesidad de vincularse
miden la altura de los sonidos y
a la realidad artística y al mismo
de los efectos armónicos que deri-‐‑
tiempo de llegar a la concepción
van de ellos. En las artes plásticas
de unidad que pide el idealismo”,
se ha hablado con insistencia de
procurando “presentar el panora-‐‑
la divina proporción, expresada
ma estético en continua evolución,
en una sencilla fórmula. Las letras
tendiendo a comprender cada una
Espiga 13, Enero-Junio, 2006 81
de las formas de arte y las posturas ducen sobre la sensación y la ima-‐‑
de la estética en el momento que ginación en la belleza, la fealdad,
les corresponde” (Ibíd. 307).
la sublimidad, etc. y nos da, en
vez de placer o displacer oscuros
Muchos de los grandes estetas, o
e inconscientes, el conocimiento
sistemas estéticos, negaron belleza
de por qué nos gusta o no nos
a la belleza natural limitando de
gusta algo. Nos lleva, además, a
esta manera a la Estética, o más
examinar la actividad de la fanta-‐‑
bien aniquilándola, al reducirla
sía y la manifestación de la facul-‐‑
meramente a las bellezas crea-‐‑
tad estética en el arte. Inclúyase,
das por el hombre. Hay escuelas
por lo tanto, en ella la naturaleza,
que presentan a la Estética como
el arte y la vida toda del hombre”
doctrina del arte aunque recha-‐‑
(1984:16). Por su parte, Charlton
cen por completo el principio de
define la estética como “el estu-‐‑
belleza, viendo el arte sólo desde
dio de las cosas que apreciamos
una visión realista, y otros que
estéticamente” (Charlton, 1980: 1).
“partiendo del sentimiento de
Es aquí cuando nos preguntamos:
placer o pena en las sensaciones,
¿qué apreciamos estéticamente?
han llamado a la estética ciencia
Creemos, no apoyando explícita-‐‑
del gusto” (Lemcke 1984: 15). Y
mente alguna teoría estética parti-‐‑
hay quienes limitan el objeto de
cular de las expuestas aquí, que la
la Estética a la verificación y al
estética ha de reducirse a la apre-‐‑
estudio de las formas bellas. Mas
hensión subjetiva del fenómeno,
si hemos de buscar una defini-‐‑
no independiente del condiciona-‐‑
ción más completa de lo que es la
miento histórico-‐‑social, cultural
Estética, o lo que ella debería ser
y geográfico que influye de una
en los círculos a veces elitistas de
manera u otra, conscientemente
algunos estetas que en ocasiones
o no, en el individuo que califica
definen la Estética por consen-‐‑
la impresión -‐‑”producida por”
so, recurramos a Carlos Lemcke
algo externo o interno a él-‐‑ como
(opinión que nosotros elogiamos
bella, fea, dinámica, inanimada,
por su apertura y profundidad).
serena, delicada, patética, vul-‐‑
Según Lemcke “la estética estudia
gar, sentimental, trágica, cómica,
el modo y la manera de las per-‐‑
desastrosa o monstruosa, etc. Lo
cepciones, sensaciones y repre-‐‑
importante aquí no es el califi-‐‑
sentaciones humanas, inquiere el
cativo, sino la impresión vivida
efecto que los fenómenos, según
que puede ser tan efable como
su forma y esencia aparente, pro-‐‑
inefable. La impresión o la expe-‐‑
82 Espiga 13, Enero-Junio, 2006
riencia estética puede ser produc-‐‑
BIBLIOGRAFÍA
to -‐‑y quizá así es siempre-‐‑ de la
Bueno, Miguel, (1977), Principios de Estética.
T e m a C e n t r a l
inmanencia del experimentador.
Sexta Edición. México D.F. Editorial
Contamos aquí con las ideas fijas,
Patria, S.A.
las fobias, las representaciones
Charlton, W, (1980), Introducción a la
producto de una esquizofrenia,
Estética. Madrid: Librería “ El Ateneo”,
los sufrimientos o alegrías del
Editorial.
paranoico, el ámbito de lo lúdico
Danto, Arthur (2005), El Abuso de la
que nos lleva a veces a un mundo
Belleza: La Estética y el Concepto del Arte.
fabricado desde nuestras profun-‐‑
Barcelona: Paidós.
tamos por supuesto, los estados
Huisman, Denis (1962), La Estética. Buenos
de drogadicción, de coma, etc.
Aires: Eudeba. Editorial Universitaria.
Cualquier impresión que califi-‐‑
Lemcke, Carlos (1984), Estética. Buenos
quemos cada uno de nosotros
Aires: Colección Apolo.
como “fuerte” es producto de una
Lipps, Teodoro (1977), Los fundamentos de la
sensibilidad estética. Descartamos
Estética. Madrid: Daniel Jorro, Editor.
las impresiones que considere el
Mandoky, Katia, (1994), Prosaica:
experimentador como “débiles”
Introducción a la Estética de lo Cotidiano.
solo única y exclusivamente para
México D.F. Editorial Grijalbo, s.a.
no vulgarizar el ámbito lúdico de
Olives, Elena (2006), Estética: La cuestión
la estética. Lo que pretendemos es
del Arte. Buenos Aires: Editorial Ariel.
lanzar la Estética a otros ámbitos
Onfray, Michel (1989), Critique de la Raison
quizá más subliminales8 e inefa-‐‑
Diététique. Paris: Editorial Editions
bles hasta ahora inimaginables
Breal.
para unos. Lo que menos desea-‐‑
Onfray, Michel (1995), La Raison
mos es castrarla en sus alcances y,
Gourmande. Paris: Editorial Editions
menos aún, prostituirla.
Breal.
Onfray, Michel (1995), Philosophie du gout.
Paris: Editorial Editions Breal.
3. Pensamos aquí en lo sublime natural,
Parsons, Michel (2002), Cómo entendemos
en la estética de los sentidos prohibidos
el arte: Una perspectiva cognitivo-‐‑evolu-‐‑
del paladar y el olfato, en la estética
tiva de la experiencia estética. Barcelona:
pueblerina y en la estética cotidiana
Editorial Paidós Arte y Educación.
existencial; tópicos que explicitamos en
otros ensayos.
Espiga 13, Enero-Junio, 2006 83
Sshaeffer, Jean-‐‑Marie (2005), Adiós a la
Estética. Madrid: Editorial Visor distri-‐‑
buciones, s.a.