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April M.

Reyes Inoa
2021-1240

La cultura en el pasado.

La cultura en el pasado ha sido un tema central en la antropología y ha sido estudiada


a través de diferentes enfoques y perspectivas. En términos generales, la cultura en el
pasado se refiere a las formas en que las sociedades pasadas vivían, se organizaban y
se relacionaban con su entorno.

Los antropólogos han estudiado la cultura en el pasado a través de la arqueología, la


etnohistoria y otras disciplinas. La arqueología se centra en el estudio de los restos
materiales de las culturas pasadas, como los artefactos, los edificios y los paisajes
culturales. La etnohistoria, por otro lado, se enfoca en el estudio de las culturas
pasadas a través de las fuentes escritas y orales.

A través de estos enfoques, los antropólogos han descubierto que las culturas pasadas
eran diversas y variadas, y que cambiaban y evolucionaban con el tiempo. También
han descubierto que las culturas pasadas estaban interconectadas y que compartían
influencias y rasgos culturales con otras culturas.

Además, los antropólogos han estudiado cómo las culturas pasadas se relacionaban
con su entorno natural y cómo utilizaban los recursos naturales. Han descubierto que
las culturas pasadas tenían una gran variedad de conocimientos y técnicas para
adaptarse a su entorno y utilizar los recursos naturales de manera sostenible.

Las teorías evolucionistas.

Las teorías evolucionistas son un conjunto de teorías que se desarrollaron en el siglo


XIX para explicar la evolución de las especies, incluyendo la evolución humana. Estas
teorías se basan en la idea de que las especies evolucionan a lo largo del tiempo a
través de la selección natural y la adaptación al entorno.
La teoría más conocida es la teoría de la evolución de Charles Darwin, que propuso la
idea de la selección natural como el mecanismo principal de la evolución. Según
Darwin, las especies evolucionan a través de la selección natural, donde los individuos
con características más adaptativas tienen más probabilidades de sobrevivir y
reproducirse, transmitiendo estas características a sus descendientes.

Otras teorías evolucionistas importantes son la teoría de Lamarck, que propuso que los
organismos adquieren características adaptativas a lo largo de su vida y las transmiten
a sus descendientes, y la teoría de la evolución de las especies por saltos, que
sostiene que la evolución se produce en grandes saltos en lugar de ser gradual.

Las teorías evolucionistas han sido objeto de debate y crítica desde su surgimiento,
pero han tenido un impacto significativo en la comprensión de la evolución de las
especies y en la biología en general. Actualmente, la teoría de la evolución de Darwin
es ampliamente aceptada por la comunidad científica como la explicación más
completa y fundamentada de la evolución de las especies, incluyendo la evolución
humana.

Neoevolucionismo cultural.

El neoevolucionismo cultural es un enfoque teórico en la antropología que se desarrolló


a partir de la década de 1950 y que busca explicar la diversidad cultural y el cambio
cultural a lo largo del tiempo a través de la evolución cultural. Este enfoque surge como
una reacción a los enfoques relativistas que surgieron en la antropología en la primera
mitad del siglo XX.

El neoevolucionismo cultural se basa en la idea de que las culturas evolucionan a


través de etapas de desarrollo, que van desde las sociedades más simples y primitivas
hasta las más complejas y avanzadas.

Estas etapas de desarrollo se basan en el desarrollo de herramientas y tecnologías, así


como en el aumento de la complejidad social y política.
Los neoevolucionistas culturales también se enfocan en la difusión cultural y en cómo
las culturas se influyen entre sí a lo largo del tiempo. Además, argumentan que la
evolución cultural puede seguir patrones universales y que es posible identificar ciertos
principios generales que rigen el cambio cultural.

Sin embargo, el neoevolucionismo cultural ha sido objeto de críticas, especialmente en


cuanto a su énfasis en la linealidad y universalidad de la evolución cultural. Se ha
argumentado que este enfoque puede conducir a la simplificación excesiva de la
complejidad cultural y a la imposición de una perspectiva occidental y eurocéntrica
sobre otras culturas.

A pesar de las críticas, el neoevolucionismo cultural sigue siendo un enfoque influyente


en la antropología y ha contribuido a la comprensión de la evolución cultural y el
cambio cultural a lo largo del tiempo. Además, ha llevado a una mayor atención en la
antropología hacia el papel de las tecnologías y herramientas en el desarrollo cultural y
a una mayor comprensión de la difusión cultural y la influencia entre culturas.

Escuela histórica cultural o difusionista.

La Escuela Histórica Cultural o Difusionista fue una corriente teórica en antropología y


arqueología que se desarrolló en Europa en el siglo XIX y principios del siglo XX. Esta
escuela sostiene que las culturas humanas se desarrollan y se difunden a través de
procesos históricos y culturales, en lugar de ser el resultado de factores biológicos o
geográficos.

Los difusionistas creían que la cultura humana se desarrolló en un proceso evolutivo


que comenzó en una cultura original y se difundió a través de migraciones y contactos
culturales. Esta teoría se basaba en la idea de que todas las culturas humanas tienen
un origen común y que las diferencias culturales se explican por las diferentes formas
en que las culturas han evolucionado a lo largo del tiempo.

La Escuela Histórica Cultural o Difusionista se centró en la identificación de las


relaciones entre las culturas antiguas, estudiando las similitudes y diferencias entre
ellas para identificar los patrones de difusión cultural. También se interesó en la
arqueología, utilizando la evidencia material para reconstruir la evolución cultural y las
migraciones de los pueblos antiguos.
A pesar de su influencia en la antropología y la arqueología, la Escuela Histórica
Cultural o Difusionista ha sido criticada por su enfoque eurocéntrico y por simplificar la
complejidad de las culturas humanas.

También ha sido criticada por su tendencia a utilizar la evidencia para respaldar teorías
preconcebidas en lugar de permitir que la evidencia guíe sus conclusiones.

El funcionalismo cultural.

El funcionalismo cultural es una corriente teórica en antropología que surgió en la


primera mitad del siglo XX. Esta corriente se centra en el análisis de las funciones y
significados de las diferentes prácticas culturales y las formas en que estas prácticas
contribuyen a la estabilidad y cohesión de una sociedad.

El funcionalismo cultural sostiene que cada elemento de una cultura tiene una función
específica y que la cultura en su conjunto funciona como un sistema integrado. Esta
corriente destaca la importancia de comprender la cultura en su contexto social y
cultural más amplio, y de examinar cómo las diferentes prácticas culturales se
relacionan entre sí.

El enfoque funcionalista ha sido utilizado en la antropología para entender cómo las


prácticas culturales contribuyen a la supervivencia y adaptación de una sociedad, y
cómo estas prácticas pueden cambiar y adaptarse a medida que la sociedad
evoluciona. También se ha utilizado para entender cómo las instituciones sociales y las
prácticas culturales están interconectadas y cómo se relacionan con las necesidades y
valores de la sociedad.

Aunque el enfoque funcionalista ha sido criticado por algunos antropólogos por su falta
de atención a las diferencias culturales y por su tendencia a simplificar la complejidad
de las culturas, sigue siendo una perspectiva importante para entender la dinámica de
las sociedades humanas y las prácticas culturales que las sustentan.
El estructuralismo en Antropología.

El estructuralismo es una corriente teórica en antropología que se originó en la década


de 1950, y que tuvo una gran influencia en la disciplina durante varias décadas. Esta
corriente se centra en el análisis de las estructuras simbólicas y culturales subyacentes
que dan forma a la experiencia humana.

El enfoque estructuralista sostiene que las estructuras subyacentes de una cultura son
universales y que los patrones de pensamiento y comportamiento humano son
comunes en todas las culturas. Esta corriente destaca la importancia de la
simbolización y de cómo los conceptos simbólicos son utilizados para dar forma a las
prácticas culturales.

Los estructuralistas buscan identificar los patrones y estructuras subyacentes en


diferentes culturas, y analizar cómo estas estructuras dan forma a la forma en que las
personas experimentan el mundo. También se interesan por la relación entre las
estructuras culturales y el poder, y cómo estas estructuras pueden ser utilizadas para
mantener o cambiar las relaciones de poder dentro de una sociedad.

Aunque el enfoque estructuralista ha sido criticado por algunos antropólogos por su


tendencia a simplificar la complejidad de las culturas y por su enfoque en las
estructuras universales en detrimento de las diferencias culturales, sigue siendo una
perspectiva influyente en la antropología y ha tenido una gran influencia en otras
disciplinas, como la lingüística y la semiótica.

Ruth Benedict y la escuela de cultura y personalidad.

Ruth Benedict fue una antropóloga estadounidense que hizo importantes


contribuciones a la comprensión de la cultura y la personalidad humana. Junto con su
colega y mentor, Franz Boas, desarrolló la escuela de cultura y personalidad, una
corriente antropológica que enfatizó la importancia de la cultura en la formación de la
personalidad y el comportamiento humano.
Benedict argumentó que cada cultura tiene su propio conjunto de valores y normas que
influyen en cómo sus miembros piensan, sienten y actúan. Estos valores y normas
culturales, según ella, son aprendidos desde la infancia y se internalizan en la
personalidad de los individuos, moldeando su comportamiento y forma de ver el
mundo.
En su obra más conocida, "Los patrones de la cultura", Benedict comparó y contrastó
las culturas de diversas sociedades, incluyendo la japonesa, la zuni y la kwakiutl. A
través de sus análisis, mostró cómo las diferencias culturales pueden producir patrones
de personalidad distintivos en los individuos, como la tendencia hacia la timidez o la
agresividad.

Benedict también fue conocida por su trabajo en la antropología aplicada durante la


Segunda Guerra Mundial, donde trabajó como consultora para el gobierno
estadounidense en temas de relaciones interculturales. En este ámbito, utilizó su
enfoque de cultura y personalidad para ayudar a los soldados estadounidenses a
comprender mejor a los habitantes de los países donde luchaban.

Ruth Benedict y la escuela de cultura y personalidad han sido importantes en la


antropología y en la comprensión de cómo la cultura influye en la personalidad y el
comportamiento humano. Sus contribuciones han llevado a una mayor apreciación de
la diversidad cultural y a una mejor comprensión de cómo las culturas pueden influir en
la forma en que las personas piensan, sienten y se comportan.

Teorías recientes en el campo de la Antropología.

En las últimas décadas, la antropología ha experimentado un desarrollo significativo en


términos de teorías y enfoques. Algunas de las teorías recientes en el campo de la
antropología son las siguientes:

1. Antropología poscolonial: se centra en las consecuencias del colonialismo y el


imperialismo en la construcción de identidades culturales y nacionales, así como en la
relación entre poder y conocimiento.

2. Antropología del cuerpo: se enfoca en el cuerpo humano como objeto de estudio


y analiza cómo las prácticas culturales influyen en la percepción y experiencia del
cuerpo.
3. Antropología digital: examina el impacto de la tecnología digital en las sociedades
y culturas, y cómo las personas usan y se relacionan con la tecnología.

4. Antropología del medio ambiente: estudia la interacción entre las sociedades


humanas y su entorno natural, y cómo las prácticas culturales influyen en la gestión y
uso de los recursos naturales.

5. Antropología feminista: se centra en las experiencias de las mujeres y en cómo la


desigualdad de género y las relaciones de poder influyen en la construcción de
identidades y prácticas culturales.

Estas son solo algunas de las teorías recientes en el campo de la antropología, y cada
una ha contribuido significativamente a la comprensión de las sociedades y culturas
humanas en un mundo cada vez más complejo y diverso.

Biografía de Ruth Benedict.

Ruth Benedict (1887-1948) fue una antropóloga estadounidense, nacida en Nueva


York. Estudió en el Vassar College, donde se graduó en 1909, y más tarde en la
Universidad de Columbia, donde obtuvo su maestría en 1923 y su doctorado en 1923
bajo la dirección de Franz Boas, uno de los antropólogos más importantes de la época.

Benedict trabajó en la Universidad de Columbia como profesora de antropología hasta


su muerte. Durante su carrera, hizo importantes contribuciones a la antropología
cultural y la teoría antropológica. Es conocida principalmente por su trabajo en la
escuela de cultura y personalidad, donde argumentó que cada cultura tiene su propio
conjunto de valores y normas que influyen en cómo sus miembros piensan, sienten y
actúan.

En su obra más conocida, "Los patrones de la cultura", Benedict comparó y contrastó


las culturas de diversas sociedades, incluyendo la japonesa, la zuni y la kwakiutl. A
través de sus análisis, mostró cómo las diferencias culturales pueden producir patrones
de personalidad distintivos en los individuos, como la tendencia hacia la timidez o la
agresividad.
Benedict también se desempeñó como consultora para el gobierno de los Estados
Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, donde utilizó su enfoque de cultura y
personalidad para ayudar a los soldados estadounidenses a comprender mejor a los
habitantes de los países donde luchaban.

Ruth Benedict falleció en 1948, dejando un legado importante en la antropología


cultural y en la comprensión de cómo la cultura influye en la personalidad y el
comportamiento humano

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