Está en la página 1de 9

UNIVERSIDAD ESTATAL DE SONORA

UNIDAD ACADÉMICA HERMOSILLO


LICENCIATURA EN ENFERMERIA

“PATOLOGIAS VASCULAR”

CUIDADO DEL ADULTO I

TERCER SEMESTRE

PROFE: LUIS ADALBERTO SALAS VILLA

PRESENTA:
GARCIA VASQUEZ FLOR JACKELINE

Hermosillo, SONORA 19 DE OCTUBRE DE 2021


La insuficiencia venosa
La insuficiencia venosa crónica es una condición patológica del sistema venoso que se
caracteriza por la incapacidad funcional adecuada del retorno sanguíneo debido a
anormalidades de la pared venosa y valvular que lleva a una obstrucción o reflujo
sanguíneo en las venas. La Unión Internacional de Flebología define la IVC como los
cambios producidos en las extremidades inferiores resultado de la hipertensión venosa
prolongada.
Factores de Riesgo
Con la bipedestación prolongada las venas se distienden permitiendo apertura de las
valvas y eventualmente incremento de la presión, la cual está directamente relacionada al
peso de la columna de sangre.
La incompetencia venosa incrementa con factores tales como la obesidad y el número de
embarazos.
Los factores de riesgo en los que se ha encontrado asociación con la presencia de IVC
son: edad avanzada, historia familiar de varices, profesión que obligue a un estado de
bipedestación prolongado y vida sedentaria.
La mayoría de los estudios han mostrado que la IVC es más frecuente en el sexo
femenino que en el masculino, aunque en estudios recientes la diferencia entre sexos es
pequeña.
Recomendaciones :
Se recomienda identificar los grupos con factores de riesgo para desarrollar IVC como:
o Edad: a mayor edad, mayor riesgo
o Historia familiar de varices
o Ortostatismo prolongado
o Obesidad
o Embarazo
o Profesiones de riesgo (en las que una persona pasa más de 5 horas de su jornada
laboral de pie o sentado)
o Vida sedentaria
Es recomendable que las medidas de prevención (medidas de alivio venoso) se lleven a
cabo en toda la población que presente factores de riesgo para desarrollar IVC, teniendo
en cuenta que la mayor prevalencia de la enfermedad es en el sexo femenino.
Diagnósticos
En la IVC, el edema produce presumiblemente dolor a causa del incremento del volumen
y de la presión intracompartamental y subcutánea que ejercen los tejidos.
Los cambios en el color y en la textura de la piel son el resultado de la destrucción de
células rojas y el depósito de hemosiderina que se acumula con el transcurso del tiempo.
Los hallazgos clínicos mayores de la IVC son: dilatación de las venas, edema, dolor de
piernas y cambios cutáneos.
El examen físico debe incluir una evaluación con el paciente en posición de pie, lo cual
permite la máxima distención de las venas.
Síntomas
La IVC se manifiesta con uno o varios de los siguientes síntomas: pesantez, dolor, prurito,
cansancio y calambres musculares en miembros inferiores; estos son síntomas que
empeoran con el ortostatismo o con el calor y, mejoran con el decúbito, el frío y mediante
la elevación de las extremidades inferiores.
Tratamiento
 La elección del tratamiento en la IVC se ve afectada por los síntomas, el costo, el
potencial de complicaciones por iatrogenia, la disponibilidad de recursos médicos,
el entrenamiento del médico, así como por la presencia o ausencia de enfermedad
venosa profunda y de las características de las venas afectadas.
 Las drogas flebotónicas parecen ser una estrategia terapéutica adecuada para los
pacientes que no son candidatos para la cirugía, es decir, aquellos en los que la
cirugía está contraindicada o como una terapia coadyuvante en los pacientes
elegibles para cirugía.
 La pentoxifilina ha demostrado efectividad en la cicatrización de la ulcera venosa;
es un complemento efectivo de la terapia de compresión para el manejo de esta
patología.
 Aunque la cirugía ha sido el tratamiento más conocido para las venas varicosas, y
particularmente para la vena safena mayor, la evidencia no apoya a la cirugía como
una opción terapéutica definitiva.

Vigilancia y Seguimiento
Se recomienda que los pacientes con IVC que no requieren o no deseen tratamiento
quirúrgico lleven a cabo su vigilancia y seguimiento por las unidades de primer nivel.
Posterior al posoperatorio se recomienda:
• Valorar alta después de la recuperación anestésica (cuando lo considere el
anestesiólogo)
• Alta hospitalaria a domicilio a las 24 horas del procedimiento, siempre y cuando no
exista complicación alguna.
• Cambio de apósito a las 24 horas en forma cotidiana con el baño diario, hasta el retiro
de puntos.
• Retiro de puntos entre los 7 y 10 días después del evento quirúrgico.
• Cita a consulta externa del cirujano vascular en 2 ó 3 semanas, según el caso
• Alta a primer nivel en 3 meses después de haber sido sometido al procedimiento
quirúrgico.
Diagnósticos enfermeros
 Intolerancia a la actividad relacionada con molestias en los miembros inferiores.
 Deterioro de la integridad cutánea relacionado con úlceras varicosas.
 Dolor crónico relacionado con dolor de piernas.
Cuidados de enfermería
Evitar factores que agravan el éstasis (retorno venoso): estos factores son el ortostatismo,
obesidad, estreñimiento, ropa, calzado, posturas, embarazo.
Favorecer el drenaje venoso: medias, posturas de descanso, ejercicio, higiene,
hidroterapia, masajes. Andar una hora aproximadamente por la mañana y por la tarde,
pero siempre a última hora para activar la circulación.
Proteger miembro de agresiones infecciosas, heridas, recorte de uñas.
Farmacoterapia y compresión de efectos secundarios, contraindicación, atención especial
si está anticoagulado.
Vigilancia ante síntomas de alarma: alteración del color y temperatura, de piel, heridas,
atrofia muscular, úlceras.
Apoyo psicológico para adaptarse a las circunstancias impuestas por la enfermedad.
Enfermedad arterial periférica.
Enfermedad arterial periférica. Es una de las manifestaciones clínicas de la aterosclerosis,
que afecta a la aorta abdominal y sus ramas terminales; se caracteriza por estenosis u
obstrucción de la luz arterial debido a placas de ateroma que originadas en la íntima,
proliferan hacia la luz arterial provocando cambios hemodinámicos al nivel del flujo
sanguíneo arterial que se traducen en disminución de la presión de perfusión y dan lugar
a isquemia de los tejidos. La isquemia que amenaza la extremidad, es consecuencia de
un flujo sanguíneo insuficiente para cubrir las necesidades metabólicas del tejido en
reposo o sometido a esfuerzo.
Detección y vigilancia
A los pacientes sin antecedentes de factores de riesgo para EAP se les deberán
proporcionar educación para la salud dirigida que incluya indicaciones sobre dieta,
actividad física e higiene general además de información sobre los factores de riesgo para
EAP.
Pacientes asintomáticos
La mayoría de los pacientes con enfermedad arterial periférica son asintomáticos,
el rango de los pacientes sintomáticos y asintomáticos es independiente de la edad, y
varía de 1:3 a 1:4. Es decir que, por cada uno de los pacientes con enfermedad arterial
periférica sintomáticos, hay otros 3-4 pacientes asintomáticos.
En hallazgos de autopsias practicadas se encontró que el 15% de los hombres y 5% de
las mujeres asintomáticos tenían una estenosis mayor o igual a 50% de una de las
arterias de la extremidad inferior.
La exploración física
La importancia de la exploración física junto a un interrogatorio adecuado permite
sospechar o identificar la presencia de patología arterial.
Con esta información se orienta la exploración, buscando los signos más frecuentes de
enfermedad arterial periférica de las extremidades.
Los cambios tróficos en las extremidades traducen las alteraciones al nivel arterial; y
pueden correlacionarse con el grado de estenosis, que condiciona cambios
hemodinámicos en la luz de los vasos y por tanto limitan la adecuada irrigación de los
tejidos
En la inspección; la presencia de una extremidad con ausencia de vello, piel delgada y
brillante, uñas engrosadas o atrofia muscular en los distintos compartimientos, son datos
de alta sospecha para la existencia de enfermedad arterial periférica.
Tabaquismo.
El tabaquismo está asociado a incremento marcado de riesgo para ateroesclerosis
periférica, el número de paquetes de cigarros consumidos por año, está directamente
relacionado con la severidad de la enfermedad, un incremento en el riesgo de
amputación, riesgo de oclusión de injertos periféricos y mortalidad.
Hiperlipidemia.
Los factores de riesgo independientes para enfermedad vascular periférica incluyen
niveles séricos elevados de colesterol total, LDL, colesterol, triglicéridos y lipoproteínas.
Los factores protectores para el desarrollo de enfermedad vascular periférica son: HDL y
niveles normales de apolipoproteina (A-1) y colesterol. El uso de estatinas (simvastatina)
está asociado a una reducción del 17% de la mortalidad, 24% reducción de eventos
coronarios, reducción de 27% de todos los infartos cerebrales y 16% de los pacientes con
enfermedad coronaria no revascularizables.
La niacina es un medicamento utilizado para incrementar los niveles séricos de
HDL, con bajo riesgo de reacciones cutáneas y daño hepático. En pacientes con
enfermedad vascular periférica, el uso de niacina se ha asociado con la regresión de la
ateroesclerosis en la arteria femoral y reducción de la progresión de la ateroesclerosis
coronaria.
Vigilancia médica en el primer nivel de atención
Los pacientes que tengan buena respuesta al manejo establecido por el segundo nivel de
atención deben ser manejados por el médico familiar, el cual vigilará las condiciones
generales del paciente y el control de la comorbilidad agregada como
Diabetes mellitus y/o hipertensión arterial sistémica. (Ver guías específicas)
El profesional debe indicar y supervisar junto con el equipo sanitario acciones de
educación y promoción de las saludes enfocadas a disminuir el consumo de tabaco,
incorporar la práctica de ejercicio físico en la vida diaria, además de establecer un plan de
alimentación y acciones de higiene general y postural.
Tratamiento médico en segundo nivel
 Cilostazol.
 Carnitina y propionil L-carnitina
 Estatinas.
 Pentoxifilina
 El ácido acetilsalicílico
 Vasodilatadores.
 Prostaglandinas
 Blufomedil

Diagnostico enfermeros
 Dolor crónico relacionado con dolor de la extremidad inferior.
 Conductas generadoras de salud: dejar de fumar, relacionado con búsqueda activa
de formas de cambiar hábitos sanitarios personales.
 Conflicto de decisiones: dejar de fumar, relacionado con expresiones de
incertidumbre.
 Riesgo de disminución de la perfusión tisular cardiaca relacionado con
hipertensión, falta de conocimiento sobre factores de riesgo modificables (tabaco,
sedentarismo, obesidad..).
Cuidados de enfermería
 Tabaquismo: realizar las acciones necesarias para que los pacientes reduzcan o,
en el mejor de los casos, detengan el hábito de fumar.
 Diabetes: prevenir y reducir las posibles complicaciones que puede ocasionar la
diabetes en los pacientes con enfermedad arterial periférica.
 Hipertensión arterial: educación sanitaria respecto a la patología, al tratamiento y a
los hábitos de vida más adecuados para controlarla.
 Evitar la presión de la ropa de la cama en los miembros inferiores y en los pies.
Asimismo, elevar 10-15 cm el cabecero de la cama y evitar dormir del lado en el
que se encuentra la lesión.
ENFERMEDAD TROMBOEMBÓLICA VENOSA
La trombosis es una enfermedad multigénica que cada vez. se observa con mayor
frecuencia asociada a múltiples factores de riesgo en pacientes quirúrgicos y no
quirúrgicos. El conocimiento de los factores de riesgo que predisponen a trombosis ha
permitido establecer criterios de estadificación con el objetivo de brindar la mejor medida
preventiva y terapéutica en pacientes que pueden padecer o presentar trombosis.
La enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) es un trastorno clínico que cursa con
trombosis venosa profunda (TVP) y/o embolismo pulmonar (EP).
La trombosis en el sistema venoso profundo se le denomina TVP y puede estar asociado
en un porcentaje >10% con el desprendimiento de un coágulo (émbolo). El porcentaje
depende de si la trombosis es proximal o distal.
La edad de >40 años se ha establecido como un factor de riesgo para ETEV, para lo cual
si el enfermo presenta otros factores de riesgo se incrementa el riesgo de trombosis (E-
III).

Factores de Riesgo establecidos:

 Edad:>40 años.
 Sedentarismo.
 Inmovilización prolongada.
 Cirugía Ortopédica (grandes articulaciones).
 Fracturas de miembros inferiores (huesos largos y pelvis).
 Uso prolongado de torniquete neumático.
 Trauma vascular.
 Uso de hormonales.
 Embarazo y puerperio
 Insuficiencia venosa profunda.
 Cáncer.
 Lupus eritematoso generalizado, Síndrome de anticuerpos antifosfolípidos.
 Obesidad mórbida.
 Catéter venoso central.
 Cirugía bariátrica.
Diagnostico
El diagnóstico de la ETEV se fundamenta en la clínica, aunque hay un porcentaje de
pacientes que presenta una enfermedad silenciosa, la frecuencia depende de la serie de
pacientes estudiados, pero puede ser de 20- 40%.
Los datos clínicos de un cuadro de TVP son: dolor en el miembro afectado (65 %), edema
de la extremidad afectada (88 %), eritema (34 %) calor local (40 %), y dificultad o
imposibilidad para la deambulación. A la exploración física, los signos clásicos como
Homans, Ollow y Pratt (dolor a la movilización y a la compresión de los músculos de la
pantorrilla) son poco frecuente (10 %).
En trombosis venosa superficial en la exploración física se puede palpar el trayecto
venoso referido como cordón venoso.
Tratamiento
Medidas generales:

Hidratación, deambulación temprana, medias antiembólicas (9-12 mm Hg de compresión).


Medias de compresión graduada (MCG) con un gradiente de presión entre 30-40 mmHg.
Las cuales deben de iniciar lo antes posible en asociación con la terapia anticoagulante y
continuar durante 2 años. La compresión de 9 a 12mm Hg es profiláctica y de 30 a 40mm
Hg es terapéutico.
HEPARINAS
La heparina es un polisacárido heterogéneo de la familia de los glucosaminoglicanos
(GAG) y ocupa un importante sitio en la terapia antitrombótica, tanto en la prevención
primaria como secundaria.
Cumarínicos (Antagonistas de la Vitamina K)
Los cumarínicos (warfarina o acenocumarina) son anticoagulantes orales antagonistas de
la vitamina K, de tal manera afecta la carboxilación de los factores de la coagulación
vitamina K dependientes (II, VII, IX y X) e impide la activación de los mismos.
Fondaparinux.
El fondaparinux es un análogo sintético de la secuencia del pentasacárido encontrado en
las heparinas. Se une a la antitrombina e incrementa su reactividad contra al factor Xa. No
tiene actividad contra el factor IIa.
Se ha evaluado en la prevención y tratamiento de enfermedad tromboembólica venosa.
Tiene una vida media de 17 a 21 hrs. Puede ser administrado una vez al día y no requiere
monitoreo.
Rivaroxabán. Inhibidor del Factor Xa
Rivaroxabán es un nuevo anticoagulante oral que inhibe directamente al factor Xa. Esta
aprobado para tromboprofilaxis en cirugía de reemplazo articular de cadera o de rodilla.
Dabigatrán. Inhibidor del Factor IIa
Dabigatrán es un nuevo anticoagulante oral inhibidor directo de la trombina. Esta
aprobado para tromboprofilaxis en cirugía de reemplazo articular de cadera o de rodilla.
Diagnosticos
 Intolerancia a la actividad relacionado con inmovilización prolongada
 Dolor agudo relacionado con dolor a la movilización
 Conocimientos deficientes relacionado con la trombosis

Cuidados de enfermeria
 Dieta rica en fibras + líquidos
 Control de constantes vitales
 Control diuresis
 Mantener reposo absoluto, MM.II. elevados
 Cambios posturales y mov. articular
 Ayuda en higiene
 Canalizar vía venosa
 Control analítico, según prescripción
 Vigilar signos EP
 Vigilar signos hemorragias
 Información a paciente y familia sobre cuidados y signos de alarma
 Iniciar deambulación progresiva, con vendaje compresivo

También podría gustarte