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“PATOLOGIAS VASCULAR”
TERCER SEMESTRE
PRESENTA:
GARCIA VASQUEZ FLOR JACKELINE
Vigilancia y Seguimiento
Se recomienda que los pacientes con IVC que no requieren o no deseen tratamiento
quirúrgico lleven a cabo su vigilancia y seguimiento por las unidades de primer nivel.
Posterior al posoperatorio se recomienda:
• Valorar alta después de la recuperación anestésica (cuando lo considere el
anestesiólogo)
• Alta hospitalaria a domicilio a las 24 horas del procedimiento, siempre y cuando no
exista complicación alguna.
• Cambio de apósito a las 24 horas en forma cotidiana con el baño diario, hasta el retiro
de puntos.
• Retiro de puntos entre los 7 y 10 días después del evento quirúrgico.
• Cita a consulta externa del cirujano vascular en 2 ó 3 semanas, según el caso
• Alta a primer nivel en 3 meses después de haber sido sometido al procedimiento
quirúrgico.
Diagnósticos enfermeros
Intolerancia a la actividad relacionada con molestias en los miembros inferiores.
Deterioro de la integridad cutánea relacionado con úlceras varicosas.
Dolor crónico relacionado con dolor de piernas.
Cuidados de enfermería
Evitar factores que agravan el éstasis (retorno venoso): estos factores son el ortostatismo,
obesidad, estreñimiento, ropa, calzado, posturas, embarazo.
Favorecer el drenaje venoso: medias, posturas de descanso, ejercicio, higiene,
hidroterapia, masajes. Andar una hora aproximadamente por la mañana y por la tarde,
pero siempre a última hora para activar la circulación.
Proteger miembro de agresiones infecciosas, heridas, recorte de uñas.
Farmacoterapia y compresión de efectos secundarios, contraindicación, atención especial
si está anticoagulado.
Vigilancia ante síntomas de alarma: alteración del color y temperatura, de piel, heridas,
atrofia muscular, úlceras.
Apoyo psicológico para adaptarse a las circunstancias impuestas por la enfermedad.
Enfermedad arterial periférica.
Enfermedad arterial periférica. Es una de las manifestaciones clínicas de la aterosclerosis,
que afecta a la aorta abdominal y sus ramas terminales; se caracteriza por estenosis u
obstrucción de la luz arterial debido a placas de ateroma que originadas en la íntima,
proliferan hacia la luz arterial provocando cambios hemodinámicos al nivel del flujo
sanguíneo arterial que se traducen en disminución de la presión de perfusión y dan lugar
a isquemia de los tejidos. La isquemia que amenaza la extremidad, es consecuencia de
un flujo sanguíneo insuficiente para cubrir las necesidades metabólicas del tejido en
reposo o sometido a esfuerzo.
Detección y vigilancia
A los pacientes sin antecedentes de factores de riesgo para EAP se les deberán
proporcionar educación para la salud dirigida que incluya indicaciones sobre dieta,
actividad física e higiene general además de información sobre los factores de riesgo para
EAP.
Pacientes asintomáticos
La mayoría de los pacientes con enfermedad arterial periférica son asintomáticos,
el rango de los pacientes sintomáticos y asintomáticos es independiente de la edad, y
varía de 1:3 a 1:4. Es decir que, por cada uno de los pacientes con enfermedad arterial
periférica sintomáticos, hay otros 3-4 pacientes asintomáticos.
En hallazgos de autopsias practicadas se encontró que el 15% de los hombres y 5% de
las mujeres asintomáticos tenían una estenosis mayor o igual a 50% de una de las
arterias de la extremidad inferior.
La exploración física
La importancia de la exploración física junto a un interrogatorio adecuado permite
sospechar o identificar la presencia de patología arterial.
Con esta información se orienta la exploración, buscando los signos más frecuentes de
enfermedad arterial periférica de las extremidades.
Los cambios tróficos en las extremidades traducen las alteraciones al nivel arterial; y
pueden correlacionarse con el grado de estenosis, que condiciona cambios
hemodinámicos en la luz de los vasos y por tanto limitan la adecuada irrigación de los
tejidos
En la inspección; la presencia de una extremidad con ausencia de vello, piel delgada y
brillante, uñas engrosadas o atrofia muscular en los distintos compartimientos, son datos
de alta sospecha para la existencia de enfermedad arterial periférica.
Tabaquismo.
El tabaquismo está asociado a incremento marcado de riesgo para ateroesclerosis
periférica, el número de paquetes de cigarros consumidos por año, está directamente
relacionado con la severidad de la enfermedad, un incremento en el riesgo de
amputación, riesgo de oclusión de injertos periféricos y mortalidad.
Hiperlipidemia.
Los factores de riesgo independientes para enfermedad vascular periférica incluyen
niveles séricos elevados de colesterol total, LDL, colesterol, triglicéridos y lipoproteínas.
Los factores protectores para el desarrollo de enfermedad vascular periférica son: HDL y
niveles normales de apolipoproteina (A-1) y colesterol. El uso de estatinas (simvastatina)
está asociado a una reducción del 17% de la mortalidad, 24% reducción de eventos
coronarios, reducción de 27% de todos los infartos cerebrales y 16% de los pacientes con
enfermedad coronaria no revascularizables.
La niacina es un medicamento utilizado para incrementar los niveles séricos de
HDL, con bajo riesgo de reacciones cutáneas y daño hepático. En pacientes con
enfermedad vascular periférica, el uso de niacina se ha asociado con la regresión de la
ateroesclerosis en la arteria femoral y reducción de la progresión de la ateroesclerosis
coronaria.
Vigilancia médica en el primer nivel de atención
Los pacientes que tengan buena respuesta al manejo establecido por el segundo nivel de
atención deben ser manejados por el médico familiar, el cual vigilará las condiciones
generales del paciente y el control de la comorbilidad agregada como
Diabetes mellitus y/o hipertensión arterial sistémica. (Ver guías específicas)
El profesional debe indicar y supervisar junto con el equipo sanitario acciones de
educación y promoción de las saludes enfocadas a disminuir el consumo de tabaco,
incorporar la práctica de ejercicio físico en la vida diaria, además de establecer un plan de
alimentación y acciones de higiene general y postural.
Tratamiento médico en segundo nivel
Cilostazol.
Carnitina y propionil L-carnitina
Estatinas.
Pentoxifilina
El ácido acetilsalicílico
Vasodilatadores.
Prostaglandinas
Blufomedil
Diagnostico enfermeros
Dolor crónico relacionado con dolor de la extremidad inferior.
Conductas generadoras de salud: dejar de fumar, relacionado con búsqueda activa
de formas de cambiar hábitos sanitarios personales.
Conflicto de decisiones: dejar de fumar, relacionado con expresiones de
incertidumbre.
Riesgo de disminución de la perfusión tisular cardiaca relacionado con
hipertensión, falta de conocimiento sobre factores de riesgo modificables (tabaco,
sedentarismo, obesidad..).
Cuidados de enfermería
Tabaquismo: realizar las acciones necesarias para que los pacientes reduzcan o,
en el mejor de los casos, detengan el hábito de fumar.
Diabetes: prevenir y reducir las posibles complicaciones que puede ocasionar la
diabetes en los pacientes con enfermedad arterial periférica.
Hipertensión arterial: educación sanitaria respecto a la patología, al tratamiento y a
los hábitos de vida más adecuados para controlarla.
Evitar la presión de la ropa de la cama en los miembros inferiores y en los pies.
Asimismo, elevar 10-15 cm el cabecero de la cama y evitar dormir del lado en el
que se encuentra la lesión.
ENFERMEDAD TROMBOEMBÓLICA VENOSA
La trombosis es una enfermedad multigénica que cada vez. se observa con mayor
frecuencia asociada a múltiples factores de riesgo en pacientes quirúrgicos y no
quirúrgicos. El conocimiento de los factores de riesgo que predisponen a trombosis ha
permitido establecer criterios de estadificación con el objetivo de brindar la mejor medida
preventiva y terapéutica en pacientes que pueden padecer o presentar trombosis.
La enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) es un trastorno clínico que cursa con
trombosis venosa profunda (TVP) y/o embolismo pulmonar (EP).
La trombosis en el sistema venoso profundo se le denomina TVP y puede estar asociado
en un porcentaje >10% con el desprendimiento de un coágulo (émbolo). El porcentaje
depende de si la trombosis es proximal o distal.
La edad de >40 años se ha establecido como un factor de riesgo para ETEV, para lo cual
si el enfermo presenta otros factores de riesgo se incrementa el riesgo de trombosis (E-
III).
Edad:>40 años.
Sedentarismo.
Inmovilización prolongada.
Cirugía Ortopédica (grandes articulaciones).
Fracturas de miembros inferiores (huesos largos y pelvis).
Uso prolongado de torniquete neumático.
Trauma vascular.
Uso de hormonales.
Embarazo y puerperio
Insuficiencia venosa profunda.
Cáncer.
Lupus eritematoso generalizado, Síndrome de anticuerpos antifosfolípidos.
Obesidad mórbida.
Catéter venoso central.
Cirugía bariátrica.
Diagnostico
El diagnóstico de la ETEV se fundamenta en la clínica, aunque hay un porcentaje de
pacientes que presenta una enfermedad silenciosa, la frecuencia depende de la serie de
pacientes estudiados, pero puede ser de 20- 40%.
Los datos clínicos de un cuadro de TVP son: dolor en el miembro afectado (65 %), edema
de la extremidad afectada (88 %), eritema (34 %) calor local (40 %), y dificultad o
imposibilidad para la deambulación. A la exploración física, los signos clásicos como
Homans, Ollow y Pratt (dolor a la movilización y a la compresión de los músculos de la
pantorrilla) son poco frecuente (10 %).
En trombosis venosa superficial en la exploración física se puede palpar el trayecto
venoso referido como cordón venoso.
Tratamiento
Medidas generales:
Cuidados de enfermeria
Dieta rica en fibras + líquidos
Control de constantes vitales
Control diuresis
Mantener reposo absoluto, MM.II. elevados
Cambios posturales y mov. articular
Ayuda en higiene
Canalizar vía venosa
Control analítico, según prescripción
Vigilar signos EP
Vigilar signos hemorragias
Información a paciente y familia sobre cuidados y signos de alarma
Iniciar deambulación progresiva, con vendaje compresivo