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Patología General
Docente María Pía Albornoz Ulloa
Miércoles 15 de junio, 2022
Terapia Ocupacional
Facultad De Ciencias De La Salud
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Índice
● Introducción…………………………………………………………………………………...3
● Desarrollo……………………………………………………………………………………...
- Definición……………………………………………………………………………..4
- epidemiología………………………………………………………………………...4
- etiología…………………………………………………………………………….4-5
- clasificación………………………………………………………………………...5-
● Conclusión…………………………………………………………………………………...10
● Anexo……………………..………………………………………………………………11-
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● Bibliografía…………………..………………………………………………………………13
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Introducción
El objetivo del presente informe es definir, explicar y ejemplificar por medio de investigación
a fondo de fuentes verídicas, la patología de insuficiencia venosa, cuales son los factores de
riesgo y los tratamientos a realizar post diagnóstico, para lograr una comprensión del tema y
poner en práctica los conocimiento adquiridos es que se lleva a cabo la resolución de un
caso clínico respondiendo preguntas que ayudan a aplicar los conocimientos.
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Definición
En la insuficiencia venosa el retorno venoso se encuentra dificultado, de manera que las
venas no envían la sangre de forma eficiente desde las extremidades inferiores al corazón.
La insuficiencia venosa crónica es una condición prolongada de circulación venosa
incompetente y su aparición se debe a la obstrucción parcial de las venas o a las filtraciones
de sangre alrededor de las válvulas venosas. Cuando este sistema no funciona
adecuadamente se producen alteraciones en las válvulas y el retorno venoso no se realiza
correctamente. Por tanto, parte de la sangre de retorno caerá al tramo inferior produciendo
una dilatación en las venas superficiales por hiperpresión/hipertensión . Teniendo así cambios
producidos en las extremidades inferiores resultado de la hipertensión venosa prolongada,
incluyendo la híper pigmentación, eccema, dermatitis de estasis y las úlceras.
Epidemiología
En cuanto a la epidemiología de esta enfermedad, del 10 al 35% de las personas sufre
algún tipo de cambio venoso, que afecta principalmente a las mujeres. Se estima que
alrededor del 20-25% de las mujeres y el 10-15% de los hombres tienen insuficiencia
venosa crónica (IVC). Todos los estudios epidemiológicos confirman esta relación entre la
edad y el aumento de las tasas de IVC similares en ambos sexos, independientemente de
otros factores de riesgo. Este cuadro incluye arañas vasculares, venas varices y úlceras,
que afectan hasta al 4 % de los adultos mayores de 65 años. La prevalencia de varices en
hombres entre 30 y 40 años es de alrededor del 3 % y en los mayores de 70 años estos
aumentos es de alrededor del 40%. Resultados similares se registraron en las mujeres; la
prevalencia es del 20% entre los 30 y los 40 años aumentó progresivamente, y a los 70
años la prevalencia superó el 50%.
Etiología
Dentro de los factores de riesgo de esta patología encontramos:
- Sexo, predominante en el sexo femenino.
- Edad, entre los 30 y 60 años. Con el paso de los años, el revestimiento elástico de
las venas empieza a debilitarse, incrementando así la posibilidad de que las venas
se dilaten.
- Peso, personas con sobrepeso u obesos están más predispuestos a padecer
insuficiencia venosa.
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- Genética, ambos padres con insuficiencia venosa aumenta en un 90% las
posibilidades de que los hijos también puedan padecer de esta dolencia.
- Mujeres embarazadas.
- Actividades laborales, donde la persona trabaje la mayor parte del tiempo de pie.
- Trombosis venosa profunda.
- Sedentarismo.
- Dieta Alta en sodio, potencia la retención de líquido y esto contribuye al incremento
del volumen de la sangre, de la hinchazón de las piernas
- Hábitos intestinales, estreñimiento contribuye a la aparición de varices.
- El calor. Habitualmente, en verano se agravan los síntomas más frecuentes de la
IVC. El calor provoca que las venas se dilaten, con lo que, por efecto de la gravedad,
la sangre se acumula en las piernas, intensificando los problemas de circulación.
- Alteraciones hormonales. La enfermedad venosa es más frecuente en la mujer
debido a la influencia hormonal.
- Estatura. A mayor altura, mayor esfuerzo contra la gravedad deben realizar las
venas para devolver la sangre desde las extremidades inferiores al corazón.
Clasificación
Los cirujanos vasculares de todo el mundo utilizan como estándar internacional una tabla de
clasificación denominada CEAP que tiene en cuenta todos estos factores. El acrónimo
CEAP se deriva de “Clínica”, “Etiología”, “Anatomía” y “Fisiopatología” (Tab 1), que son
precisamente los cuatro bloques categorizados.
● Manifestaciones clínicas: Consisten en el grado de manifestación de los signos
clínicos, que pueden ir desde la aparición de telangiectasias (arañas vasculares),
varices tronculares, edema o cambios en la coloración de la piel, hasta la presencia
de úlceras cicatrizadas o activas.
● Etiología. Describe si la afección es congénita, primaria o secundaria (derivada de
una patología primaria a determinar).
● Anatomía. Indica el sistema o sistemas venosos afectados por la IVC; el Sistema
Venoso Superficial (el más cercano a la epidermis), el Sistema Venoso Profundo
(venas internas), o el Sistema Perforante (formado por las venas que conectan
ambos sistemas).
● Fisiopatología: Nos indicará si existe reflujo y/o obstrucción.
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Clínica (C) Etiología (E) Anatomía (A) Fisiopatología (P)
C3- Edema.
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Tratamiento farmacológico y no farmacológico
Medias compresivas
Las medias de compresión elástica gradual decreciente, con compresión máxima en el
tobillo y mínima en el muslo, son de indudable utilidad en el tratamiento de la insuficiencia
venosa incipiente, ya que evitan o enlentecen la aparición de las varices. Cuando las
varices están ya establecidas, las medias de compresión son de mucha utilidad sobre todo
en aquellos casos en los que los tratamientos más agresivos no están indicados. Van a
enlentecer su progresión, mejorar los síntomas y disminuir el riesgo de complicaciones.
Escleroterapia
Encontramos como tratamiento a la escleroterapia, la cual consiste en la inyección de una
sustancia irritante en el interior de la vena enferma. La irritación que se produce va a dar
lugar a un proceso inflamatorio que, finalmente, va a conducir a una trombosis controlada
de la vena y a su desaparición por fibrosis. Esta técnica es especialmente eficaz con las
teleangiectasias (los pequeños capilares conocidos como arañas vasculares en la piel). En
estos casos, el éxito de la técnica es muy alto, aunque de manera poco frecuente, esta
técnica puede presentar complicaciones que habitualmente tienen una índole de tipo
estético en forma de pigmentaciones normalmente temporales o con aparición de pequeñas
escaras que dejan una cicatriz. Cuanto más grande sea la vena, menor será la eficacia de
la escleroterapia y mayor la posibilidad de complicaciones.
Tratamiento quirúrgico
Otro tratamiento es el quirúrgico donde se utiliza en el caso de varices muy evolucionadas o
con grandes complicaciones. Se produce la fleboextracción de la vena safena, con la
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ligadura de las venas perforantes incompetentes. (Leire Azcona, 2008) Mediante la cirugía
se alcanzan tres objetivos: mejorar la sintomatología de la insuficiencia venosa, restaurar el
aspecto estético de la pierna y evitar las complicaciones.
Como consejo práctico para el cuidado de las piernas se recomienda aprovechar cualquier
circunstancia para mover las piernas, si una persona requiere estar largos periodos de
tiempo de pie o sentado debería realizar breves pausas para caminar o mover sus piernas,
evitar las fuentes de calor como la depilación con cera caliente, los baños calientes, los
saunas y esquivar la exposición prolongada al sol. Llevar a cabo algún deporte adecuado, el
más recomendado es el caminar ya que es el más beneficio para la circulación, también
está la gimnasia, ciclismo, baile o natación. Efectuar una ducha diaria con agua fría a los
miembros inferiores. Prevenir el estreñimiento y el sobrepeso, uso de ropa cómoda y de
calzado adecuado, elevar los pies de la cama colocando debajo un libro o alguna almohada
pequeña, ejecutar masajes del pie hacia el muslo siempre que sea posible, no dejar de
tener controlada su enfermedad.
En cuanto al rol del terapeuta ocupacional en esta patología va desde un método enfocado
en lo biopsicosocial, ya que busca lograr una estabilidad con respecto a factores biológicos
sociales y psicológicos.
Es primordial, concientizar al usuario sobre su situación y/o enfermedad y educarlo al
mismo tiempo, educar a su familia o círculo más cercano. Ayudarlo a enfrentar de mejor
manera su patología fomentando un estilo de vida más saludable, aplicando la actividad
como medio preventivo o terapéutico con la finalidad de lograr la armonización del paciente
enfocándonos siempre en la Anamnesis del usuario. Brindar o recomendar productos de
apoyo en caso de ser necesario, dedicarse a conocer las ocupaciones de este, es sin duda
esencial para poder aconsejar y modificar hábitos en la rutina, trabajo y/u hogar, que
podrían estar avanzando la patología y/o empeorando los síntomas del usuario, ya que, en
esta patología, incorporar hábitos como por ejemplo: movimientos que permitan mejorar la
circulación, ejercicios específicos de miembros inferiores trabajando la musculatura,
podríamos aliviar significativamente los síntomas, también, podríamos mejorar la calidad del
sueño y/o momentos de descanso (ya que en esta patología es muy común que los
síntomas como dolor en miembros inferiores, sensación de pesadez y/o calambres se
presentan con mayor intensidad en la noche) y autonomía, por lo tanto mejoraríamos la
calidad de vida del usuario, a su vez poder lograr que este se desempeñe de mejor forma al
momento de realizar sus ocupaciones y actividades de la vida diaria.
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Caso clínico
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Conclusión
Finalmente, al entender el rol del Terapeuta Ocupacional dentro de esta u otras patologías,
se torna esencial el conocimiento sobre los tratamientos aplicables, para de esta manera
modificar los hábitos que puedan ser perjudiciales para la salud del usuario, además de
adaptar la enfermedad que se padece a las actividades de la vida diaria básica e
instrumental.
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Bibliografía
Guillermo Moñux Ducajú, (2009), “Enfermedades de las venas. Varices y trombosis venosa
profunda”, capítulo 61, páginas 537-
546.https://www.fbbva.es/microsites/salud_cardio/mult/fbbva_libroCorazon_cap61.pdf
Leire Azcona, (2008), “Insuficiencia venosa. Prevención y tratamiento”, Vol. 22. Núm. 10,
páginas 36-40, Elsevier. https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-
insuficiencia-venosa-prevencion-tratamiento-13129193
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